ContinuacionJoe estaba fascinado. No estaba seguro de saber siquiera de qué clase de avión militar se trataba.
—No —confesó—. No lo sabía.
—Vi un programa de televisión que explicaba cómo los construyen. Y también salieron en una película sobre unos robots que llegaban a nuestro planeta y fingían ser coches. Creo que los F-22 son preciosos —concluyó con expresión soñadora.
—Confío en que llegues a pilotar uno de ellos —le dijo.
La niña sonrió.
—Primero tengo que hacerme mayor —aseguró—. ¡___________! —Exclamó entonces conteniendo el aliento—. ¡Ese hombre sigue al teléfono!
—Ya voy, ya voy —respondió su hermana con una mueca.
—¿Volverás por aquí a vernos? —preguntó Selene cuando Joe se puso de pie.
—Creo que sí.
—¡Muy bien! —Selene sonrió y corrió detrás del mostrador, donde __________ estaba al teléfono.
Joe fue en busca de Buck. Sin duda, el mundo había cambiado mucho.
Tarleton fue llevado ante el juez bajo la acusación de acoso sexual. Se declaró inocente. El juez declaró libertad bajo fianza de cinco mil dólares. El acusado y su abogado protestaron. Tarleton no tenía tanto dinero, así que tendría que esperar el juicio en la cárcel. La idea no le resultaba en absoluto agradable.
____________ se enteró de lo sucedido y se sintió culpable. A pesar de todos sus fallos, Tarleton tenía una esposa cuyo único error había sido sin duda escoger mal a su marido. Le parecía injusto que tuviera que sufrir igual que el acusado.
Así se lo dijo a Joe cuando este apareció por el almacén a finales de la siguiente semana.
—¿Preferirías que lo hubieran dejado libre para que fuera detrás de otra joven con resultados tal vez más trágicos? —le preguntó él.
_____________ se sonrojó.
—No, por supuesto que no.
Joe alzó la mano y le acarició la mejilla con la yema de los dedos.
—Tienes un gran corazón, ____________ —dijo con voz profunda y dulce—. Mucha gente podría utilizar tu compasión en tu contra.
Ella lo miró con curiosidad, estremeciéndose ante el leve contacto de sus dedos sobre la piel.
—Supongo que habrá gente así —reconoció—. Pero la mayoría es buena y no quiere herir a los demás.
Él se rió con frialdad.
—¿Eso crees?
La expresión de Joe daba a entender cosas que ella supo leer fácilmente.
—Alguien te ha hecho daño —adivinó manteniéndole la mirada—. Una mujer. Fue hace mucho tiempo. Nunca hablas de ello. Te lo guardas dentro y lo utilizas para mantener al mundo a una distancia prudencial.
Joe torció el gesto.
—No me conoces —dijo a la defensiva.
—No debería —reconoció ella—. Pero te conozco.
—No me lo digas —murmuró él con sarcasmo—. Sabes leer la mente.
____________ negó con la cabeza.
—Sé leer las arrugas.
—¿Cómo dices?
—Las líneas de expresión de tu ceño son más profundas que las de la sonrisa —le dijo sin querer confesarle que en su familia eran clarividentes para no asustarlo—. La tuya es una sonrisa social. La dejas en la puerta cuando regresas a casa.
Joe entornó los ojos y no dijo nada. _________ era increíblemente perceptiva para ser tan joven.
Ella dejó escapar un suspiro.
—Vamos, dilo. Dime que me ocupe de mis propios asuntos. Lo intento, pero me molesta ver que la gente es desgraciada.
—Yo no soy desgraciado —aseguró él con ímpetu—. Soy muy feliz.
—Si tú lo dices…
Joe le lanzó una mirada llena de ira.
—El hecho de que una mujer me haya engañado no significa que sea material de desecho.
—¿Cómo te engañó?
No había hablado de ello en años, ni siquiera con Kevin. Por un lado no le gustaba que aquella jovencita, una desconocida, metiera las narices en su vida. Y, por otro, tenía ganas de hablar de ello, de impedir que aquella herida se hiciera más grande en su interior.
—Se convirtió en mi prometida mientras vivía con otro hombre en Colorado.
____________ no dijo nada. Se limitó a mirarlo como un gato curioso, esperando.
—Estaba tan enamorado de ella que no sospeché nada. Ella se iba algunos fines de semana con una amiga y yo me quedaba viendo películas o trabajando en casa. Un fin de semana que no tenía nada que hacer me acerqué a Red Lodge, donde ella dijo que se estaba alojando en un motel con su amiga para practicar la pesca con mosca —Joe suspiró—. Red Lodge no es muy grande y vive del turismo.
Al final resultó que su amiga era un amigo millonario y que compartían habitación. No olvidaré su cara de asombro cuando bajaron las escaleras y me encontró sentado en el recibidor.
—¿Qué te dijo? —preguntó __________.
—Absolutamente nada. Se mordió el labio y fingió no conocer al otro hombre. Él estaba furioso y yo me sentía como un estúpido. Volví a casa. Ella me llamó y trató de hablar conmigo, pero yo me negué. Hay cosas que no necesitan explicación.
No añadió que, además, había contratado un detective privado para averiguar todo lo posible sobre aquella mujer. No era la primera vez que mantenía una red de ricos admiradores. Desde el principio fue por el dinero de Joe. Él no tenía tanto dinero como el millonario con el que había ido a pescar, así que se había estado trabajando al millonario mientras dejaba a Joe hirviendo a fuego lento en el quemador de atrás. Al final los había perdido a los dos, como se merecía. Pero la experiencia había hecho que Joe desconfiara de todas las mujeres. Seguía pensando que sólo lo querían por su dinero.
—¿El otro hombre era rico? —preguntó __________.
—Asquerosamente rico —respondió él apretando los labios.
Ella le rozó la parte delantera de la camisa con un gesto tímido y vacilante.
—Lo siento —le dijo—. Pero en cierto modo tienes suerte de no ser rico —añadió.
—¿Y eso?
—Bueno, no tendrás nunca que preocuparte de que las mujeres te busquen por tu dinero —aseguró con inocencia.
—No hay mucho que buscar —dijo Joe con aire ausente.
Estaba concentrado en el modo en que lo estaba rozando. Ella no parecía ser siquiera consciente, pero su cuerpo temblaba por el placer que le estaba proporcionando.
—Estás de broma, ¿verdad? —le preguntó riéndose—. Eres muy guapo. Defiendes a la gente débil. Te gustan los niños. Y los perros te adoran —añadió traviesa recordando la broma que le había hecho—. Y, además, deben de gustarte los animales, porque trabajas con ganado.
Mientras hablaba, ___________ había puesto la otra mano sobre su pecho y le acariciaba con indolencia el ancho torso. El cuerpo de Joe estaba comenzando a responder a sus caricias de un modo profundo. Sus ojos azules brillaron con un deseo contenido. Entonces le agarró las manos con brusquedad y se las apartó.
—No hagas eso —le pidió con sequedad sin pensar en cómo iba a afectarla eso a ella. Pero corría el peligro de perder el control. Deseaba estrecharla entre sus brazos, apretarla contra sí y besar aquella boquita hasta hacerla gemir bajo sus labios.
Ella se apartó, avergonzada de su propia osadía.
—Lo siento —murmuró sonrojándose—. Lo siento mucho. No estoy acostumbrada a tratar con hombres. Quiero decir, que nunca había hecho algo así… lo siento.
____________ se dio la vuelta y salió corriendo de regreso al mostrador. Una vez allí, descolgó el teléfono para llamar a un cliente y avisarle de que había llegado su pedido. Así Joe pensaría que estaba ocupada.
Él maldijo entre dientes. No había sido su intención hacer que se sintiera como una descarada con su comentario, pero lo cierto era que le estaba llegando al corazón. La deseaba. Era cálida y compasiva y tenía un cuerpo menudo y excitante. Joe tenía que salir de allí. Se dio la vuelta y se marchó del almacén. Debería haberse disculpado por ser tan brusco, pero sabía que nunca conseguiría explicarse sin contarle la verdad. No podía hacerlo. __________ era demasiado joven para él. Tenía que marcharse una temporada del pueblo.
Dejó a Cari Baker, antiguo capataz de Bradbury, al cargo del rancho mientras él iba a pasar el fin de semana en Medicine Ridge.
Su hermano mayor, Kevin, lo recibió en la puerta con un cálido abrazo.
—Entra —dijo con una sonrisa—. Te hemos echado de menos.
—¡Tío Joe!
Bess y Jenny, las hijas del anterior matrimonio de Kevin, corrieron por el vestíbulo para darle un beso.
—¡Oh, tío Joe, cuánto te hemos echado de menos! —exclamó Bess, la mayor, colgándosele del cuello.
—Sí, es verdad —la secundó Jenny besándole la mejilla.
—¿Nos has traído un regalo? —preguntó Bess. Joe sonrió.
—¿No lo hago siempre? Mirad en la bolsa que hay al lado de mi maleta.
Las niñas corrieron hacia la bolsa, encontraron los regalos envueltos y los destrozaron literalmente para abrirlos. Eran dos animales de peluche con un código de barras que permitía a los niños entrar en una página Web en la que podían vestir a sus mascotas y vivir aventuras con ellos.
—¡Mascotas virtuales! —exclamó Bess abrazando su labrador negro.
Jenny tenía un collie. Lo estrechó contra sí.
—¡Las hemos visto en televisión!
—¿Podemos utilizar el ordenador, papá? —Suplicó Bess—. Por favor…
—¿Utilizar el ordenador? —Preguntó Kasie, la mujer de Kevin, con una sonrisa—. ¿En qué andáis ahora, niñas? —añadió deteniéndose para abrazar a Joe antes de apoyarse con cariño contra su marido.
—¡Es una mascota virtual, Kasie! —exclamó Bess enseñándole la suya—. Nos las ha traído el tío Joe.
—¡Yo tengo un collie, como Lassie!
—Necesitamos el ordenador —insistió Bess.
—Entonces, lo encenderé —dijo Kasie—. Venid conmigo, niñas. ¿Vas a quedarte un tiempo? —le preguntó a Joe.
—El fin de semana —respondió Joe sonriendo a las niñas—. Necesitaba un respiro.
—Era de esperar —aseguró Kevin—. Te has echado una buena encima. ¿Seguro que no quieres más ayuda?
—Me está yendo bien. Sólo ha surgido una pequeña complicación.
Kasie llevó a las niñas al despacho de Kevin, donde estaba el ordenador. Cuando ya no podían oírlos, kevin se giró hacia su hermano.
—¿Qué clase de complicación? —le preguntó a Joe.
—Una chica.
Los claros ojos de Kevin brillaron.
—Ya era hora.
Joe negó con la cabeza.
—No lo entiendes. Tiene diecinueve años.
Kevin se limitó a sonreír.
—Kasie tenía veintiuno recién cumplidos, y yo no soy mucho mayor que tú. La edad no tiene nada que ver.
Joe sintió como si le hubieran quitado un peso de encima.
—No tiene mundo.
Kevin se rió.
—Mejor todavía. Ven a tomar un café y un trozo de tarta y cuéntamelo todo
Hooola chikaz aqi les dejo este megacap jeje
perdon x no pasar seguido pro tuve
una semana muyyyyy ocupada
i no tube tiempo pro ya me organixe y estare aqi kmo antes
pasando a comentar y todo eso
gracias x pasar no e tenido
tiempo de ver sus comen pro maañana me pongo
al corriente cn esooo y si ay nuevas
lectoras bienvenidas bno disfruten el cap
las qiero y gracias x pasar.....