Lies In a World With No Fear (Nick & Tu)

Hoola! Espero que estes bien<3 no se porque razon, tal vez creeras que estoy loca pero cuando te tardas en subir empiezo a pensar que algo te paso o que se yo! Pero bueno, bueno nada de eso ocurrira, o al menos no deberia(? Solo pasaba por aca para saludar y ver si algo pasaba con las actualizaciones y habias subido capitulo:/ pero bueno, siguela en cuanto puedas! Estos dias sin leer han sido terribles! Chica debes entender que no puedes hacer una grandiosa y fabulosa novela con una trama diferente y con tanta personalidad y dejarla justo asi:( no se como le haces pero lo unico que puedo decir es que me tienes adicta a tus capitulos! Siguela pronto<3 Cuidate:D

SIGUELA

SIGUELA QUIERO SABER QUE PASA YAAA PLEASE

Disfrútenlo. Buenas noches. Las quiero : )

Capitulo 7:

El único problema era que no sabía por dónde empezar.

No podía simplemente presentarme en el castillo y secuestrar a ____ (aunque era lo que estaba pensando en esos momentos), porque los Inferums me capturarían. No sería lindo otro encuentro con esas cosas. Y no deseaba volver a encontrarme con ellos. O con Albertodi. Aunque quería partir esa cara de viejo verde que tenia, no podía hacerlo. Él tenía un ejército completo de su lado. Yo estaba solo. Hagan cuentas, ¿quién ganaría?

Me desplace por las familiares calles de Vita Caellum como si nunca me hubiera marchado. Era mágico volver a estar allí. Ese era mi hogar. Y el planeta de humanos no se comparaba con esto. Los humanos son demasiado violentos, profundos, vengativos y en todo se inclinan por los sentimientos de ira y destruyen. Por alguna razón, su lógica se apaga en momentos de crisis. Y ese era justamente el problema. No razonaban bien.

Aunque, -sé lo que piensan-, puedo parecerme a ellos, si, pero solo porque la mujer que amo está lejos de mi. No es eso lo que quiero. Mucho menos si esta con un bastardo que es todo lo malo en el universo, y que además lo lidera. O al menos su parte.

Explicare: Él es un hada del mal, un Inferum, y justo como dice la palabra son del infierno o Inferum Mors (su mundo), pero no son todo lo que está allí. Hay muchas más cosas lideradas por un ser que jamás nadie ha visto excepto los que viven allí. Pero ningún ser que sale de allí habla sobre él. Es extraño. Mas no me quejo, tampoco me gustaría saber que oculta ese lugar envuelto en oscuridad y secretos.

Los Inferums poseen una cualidad maligna, ya que hacen el trabajo más simple –en su mundo. No tengo idea de cuál, pero la tienen. Este tipo de hadas son las que aparecen en tus pesadillas, las que hacen aflorar tus más profundos miedos, las que, de alguna manera, te hacen daño indirectamente. Como cuando te rompen el corazón, es un ejemplo. Esas cosas se divierten con tu dolor y pena no importa cuál sea.

Hasta que nosotros llegamos. Las hadas del bien, los Caelis somos las que les pateamos el trasero a los Inferums, salvando los corazones rotos de los humanos y cosas así. A diferencia de los Inferums, nosotros vivimos solos, con los de nuestra misma especie y procuramos no dañarnos los unos a los otros o a algún humano. Nos compartimos la tarea con los ángeles, aunque no es muy frecuente. Nosotros no hacemos planes y asignamos a un Caeli a cuidar de un solo humano, eso es trabajo de los ángeles guardianes. Nosotros los ayudamos en la tarea. A veces.

Tampoco nos gusta relacionarnos mucho con los humanos ya que no es seguro. Como había dicho antes, nosotros podemos hacer muchas más cosas de las que un solo humano podría. También estaba el poder de nuestra magia. No solo podíamos dominar un elemento, también podíamos dominar la magia en general. Bueno, no todos. Solo unos pocos lograban tener unas sesiones con algún Caeli experimentado y lograban ser de los escogidos. También eso era por seguridad. Si todos supiéramos usar toda la magia, y de repente alguno de nosotros fuera al mundo humano e hiciera ese tipo de magia, seriamos encarcelados, torturados o hasta asesinados. Como con las brujas que fueron quemadas a principios de la Época Moderna. Varias de ellas eran Caelis, además. Desde ese entonces, se prefiere ocultar la magia de los humanos lo más posible. Sin embargo, siempre hay alguno que no sigue las instrucciones y terminan... mal.

-¡Oye! –gritaron entre la multitud murmurante a mi alrededor.

Salí de mis pensamientos y gire la mirada alrededor de los Caelis que me rodeaban. Muchas de ellas murmuraban mientras me miraban con fijeza. Varios de ellos se habían detenido a verme con curiosidad. Fruncí el ceño; esto no estaba bien.

-¡Oye! –repitió la persona, abriéndose paso entre la multitud. Era un chico de tez bronceada, pelo negro corto y musculoso. Apenas y teníamos la misma edad-. Tú –me señalo-, ven conmigo.

-¿Por qué? –pregunte, mirando a mi alrededor. Los Caelis comenzaban a acumularse significativamente a mí alrededor. Algo no estaba bien.

El chico camino hacia mí y me jalo de la camiseta hacia el lugar del que había surgido entre los Caelis. Ellos hicieron espacio para dejarnos pasar a través de una fila mientras yo intentaba zafarme del agarre del chico. Tenía mucha fuerza, note. Sus manos apretaban fuertemente mi camiseta poniéndole los nudillos blancos, y aun así, él no aflojaba la fuerza aplicada en el agarre. Me deje arrastrar de todos modos. Ya quería salir de la pupila curiosa de los Caelis presentes en la calle.

Mi “secuestrador” se detuvo en un callejón silencioso y oscuro apartado de la calle. Me pego contra la pared doblando aun más el área que mantenía retorcida de la camiseta. Intente zafarme pero fue inútil. No podía hacerlo.

-Escúchame, Nick, este lugar no es seguro para ti –dijo, sobresaltándome. ¿Cómo sabia mi nombre?-. No debiste haber venido. Si un Inferum llega a atraparte… -dejo la frase en el aire.

-Primero: suéltame –mi voz era dura-. Segundo: no te conozco de nada, pero ¿Cómo tú conoces mi nombre?; Tercero: no me digas que hacer.

El chico me soltó con lentitud, sin apartar su vista de mí. Planche un poco con mis manos mi camiseta y gruñí. La había estrujado mucho el muy desgraciado. Seguramente él no sabía lo que era ser obligado a planchar la ropa. Uf.

-Tu cabeza tiene buen precio, Nick –miró hacia la entrada del callejón y suspiró-. Albertodi dijo que si te veíamos por Vita Caellum y te llevábamos hacia él, tendríamos una buena recompensa. Eres famoso por eso.

-Espera, ¿Qué? ¿Un precio… por mí?

¿Cómo era eso posible? Solo tres años lejos de Vita Caellum y ya tenía precio. Genial, ¿Qué otras sorpresas de me vendrían encima?

-Si, por ti –su voz era glacial, igual que su mirada-. Los reyes te expulsaron por órdenes de la princesa y Albertodi. A ti y a tu familia, por lo que supe –volvió a echar un vistazo a la entrada del callejón, impaciente-. ¿Qué haces aquí?

-No te importa –canturreé, irritado-. ¿Puedo irme?

-¿Entiendes que si te dejo ir estaría sentenciándote a la muerte? –alzo las cejas, presionándome a la pared con su mano de acero.

-No creo que me dejes ir cuando recures tanto a la fuerza –bufe-. Estoy aquí por mis medios y motivos, déjame en paz.

-Salve tu vida allí afuera –gruño, frunciendo el ceño. Su paciencia se iría por la borda conmigo. Pronto-. Deberías al menos agradecerme.

-¿Por qué? –Le rete, haciendo un gesto con la cabeza-. ¿De qué me salvaste? ¿Del sol? Por Dios, niño, déjame en paz y deja la paranoia.

-Hay Inferums rondando las calles día y noche –dijo, ignorándome-. Ellos son los que mandan en Vita Caellum. Ya los Caelis guardianes están inactivos, no servimos. Los Inferums hacen todo nuestro trabajo, al revés, pero lo hacen. Tú no deberías estar rondando Vita Caellum cuando tienes una orden de permanecer fuera o tienes la muerte.

Fruncí el ceño. Información demasiado impactante. Procesando…

-¿Cómo que permanecen inactivos? ¿Inferums dominando Vita Caellum? ¿Te das cuenta de lo absurdo que suena, cierto? –Aparte su mano de mi pecho con brusquedad-. No trates de asustarme porque no lo lograras.

Le di la espalda, dispuesto a irme lejos o me volvería tan loco como él.

-No estoy intentando asustarte, imbécil –soltó, casi tan molesto como yo-. Es cierto. Todo es cierto. Desde que la princesa esta aquí, todo ha cambiado. Y aunque sé que no es culpa de ella, me enojo porque ella trajo todo este problema. Por ella somos esclavos de Albertodi y los Inferums.

Había comenzado a marchar lejos de ese chiflado, pero me detuve. La mención de ____ me tensó cada musculo del cuerpo. Y más en la forma en la que ese chico se había referido a ella. Apreté los puños y me gire otra vez hacia él. Ni siquiera me di cuenta del nombre por el que me había llamado.

-No te atrevas a hablar mal de la princesa –lo amenace-. No la conoces.

-Oh, la conozco suficiente, Nick –carcajeo-. Y aun así me parece la peor cosa que le pudo haber pasado a Vita Caellum.

La mandíbula se me tenso y el cerebro me dio órdenes para golpear al idiota que tenía en frente, pero me retuve. De nada me serviría pelearme con el chico. Estaba ardiendo por cada palabra que él había dicho, pero no tome acción. Me mantuve tranquilo y cuerdo (al menos parcialmente).

-La princesa no es mala persona –dije, paciente-. Realmente no la conoces porque si la conocieras, no dirías lo mismo.

-Oh, ¿y tú si la conoces? –se burlo-. Eres el más buscado de Vita Caellum y crees que sabes quién es la princesa. Si, aja –bufo, y luego soltó una carcajada-. Eso es estúpido, Nick.

-Soy su guardián legítimamente –solté, mirando al chico fijamente a los ojos-. Fui nombrado para protegerla y estuve con ella. Yo si la conozco, y sé que ella no es como la describes. ____ no es una mala persona.

-Di lo que quieras –puso los ojos en blanco-, pero ella no es como la pintas. Creo que cambio en tres años porque esa mujer no es ni una pizca de buena. Cada una de las cosas que pasan aquí es por negligencia –me señalo con su dedo índice, inclinándose un poco hacia mi-. Vita Caellum ya no es lo de antes. Así que deberías irte antes de que te maten. Lo digo por tu bien.

Le di un manotazo, apartando su mano de mi rostro. Su actitud me estaba sacando de mis casillas. No quería creer nada de lo que decía. Era absurdo. ¿____ siendo mala persona? Jamás. Era obvio que pasaba algo mas en Vita Caellum y Albertodi lo ocultaba bajo la identidad de ____. De verdad no entendía como el chico podía decir todo lo que dijo. No entendía muy bien la realidad en Vita Caellum, todo era muy confuso.

Y el chico tampoco daba explicaciones completas.

Un manto negro nos cubrió de repente. Ambos miramos hacia el cielo y nos sorprendimos al ver que la luz estaba siendo opacada. Todo se estaba tornando oscuro, mucho más de lo que nos gustaría. Agache la mirada hacia él, viendo la mueca que hizo. Ambos sabíamos lo que iba a pasar. Algo no muy bonito ni agradable.

ohhhh SHIT! q va a pasar???
ahhh no se q decir!! DIOS MIO!!!
SIGUELAAA

Oh dear god! O algo cambio y Albertodi en realidad hace cosas a costa de Rayita! Siguela querida! Lo mas pronto posible!!

¡Oh Dios Mio!
¿Que va a pasar?
Sospecho que ______, no es nada buena. O esa es mi idea, ya que.
¡Solo siguela porque si no, MUERO!
Bye.

Pues si. Ellos saben, pero nosotras no!
Jaja Y eso no se vale JUUUM!
jajaj siguela pronto, sabes que amo
tu nove!

Nuev@ Cantidad de envíos : 7 Fecha de inscripción : 25/03/2012

aaaaaaaaaaaahh
siguela
no puedo seguir asi!

siguela POR FAVOOR!!!!!

niñaaa siguee con tu noveee esta buenisiima si q sabes como volarte la barda
eehhehehe ya qiero q se encuentre con rayita y...tenga sus qeveres jeje cyclops

soy la primera en la pagina 300 aaaaah!!

Gueno, aquí 'ta, el capitulo por el que lloraban (?
Nah, mentira. Para que llegue ese, falta al menos un capitulo mas. xD
So, que tienen que esperar a que la inspiracion fluya por mis dedos cuando no me este quedando dormida. haha.
Se cuidan mucho. Las quiero ♥
Y... disfruten : )

Capitulo 8:
-Debemos salir de las calles –dijo él, comenzando a caminar hacia el lado más profundo del callejón, acercándose a una verja de metal que estaban al fondo.

-¿Estás loco? –Corrí hacia él con un poco de sorpresa en la voz-. ¿A dónde iremos? Es imposible escapar de un Inferum en un eclipse, lo sabes. Ellos nos tienen ventaja cuando la oscuridad arrasa.

-Por lo tanto, debemos salir de las calles –me miro por encima de su hombro y guiño-. Sígueme. Estarás bien.

Trague saliva, cuando lo vi frotarse las manos y comenzar a subir la verja. Este chico debería estar metido en una clínica para locos porque… ¡estaba loco! La verja nos sobrepasaba por mucho y pronto se oscurecería toda la ciudad, no podríamos escapar aunque quisiéramos. Entonces, ¿en qué pensaba él?

-Sube ya, marica –grito él desde arriba. Eleve la mirada hacia él con incredulidad. Estaba muy arriba-. Tenemos que salir de las calles, chico, apúrate.

-No voy a subir –dije firme-. Es estúpido. Los Inferums nos capturaran de una u otra forma.

-Yo, al menos, intentare darles la lucha, bobo. ¿Por qué te resignas? Podríamos escapar. Soy bueno haciéndolo.

Lo vi lanzarse hacia el otro lado al terminar de trepar la verja. En esos momentos, estábamos separados por una solida verja de metal. Lo vi a través de las mallas con incredulidad. Pensé en que podría sugerirle trabajar para los circos humanos, pero me lo quede para mí. No era momento para bromas.

-¿Me ayudaras en mis propósitos? –pregunte, inseguro. No ni sabía el nombre del chico, ¿Cómo confiaría mi vida a él?

-Estoy tratando de salvar tu vida, Nick, después hablaremos de lo demás, ¿sí? –urgió-. La ayuda es sincera.

Entrecerré los ojos, mirándolo.

-También me gustaría saber porque me ayudas. No me conoces, y solo sabes que por mi cabeza hay un buen… -entonces todo cayó en su sitio-. ¡Hey! Vas a venderme.

El chico elevo la mirada al cielo con un gesto mezclado entre la frustración y la desesperación. Se mordió el labio inferior mirándome con sus ojos iracundos, segundos después de soltar un gruñido bajo. Se paso las manos por el rostro clavándose los dedos en el. Suspiro.

-Solo brinca la maldita verja antes de que la rompa y vaya por ti, imbécil. Me estas hartando –soltó, ya desbordando ira hasta por los poros.

-¿Me vas a vender, cierto? Por eso es todo esto, ¿no? –Insistí, ignorando sus anteriores palabras-. No voy a saltar la verja.

Mire a mi alrededor, buscando alguna otra salida, pero no encontré ninguna. Estaba atrapado entre la vida y la muerte. Si me quedaba, los Inferums irían por mí. Si me iba tal vez sobreviviría. Pero escapar con un chiflado era casi igual a quedarme. Además, como quiera ese chiflado iba a entregarme.

Mire hacia la entrada el callejón, las paredes a mis lados y hasta los cubos de basura envueltos entre más cubos, bolsas de basura, moscas y todo tipo de asquerosidades. Las personas caminaban a paso rápido, casi corriendo, para escapar de las calles antes de que los Inferums hicieran sus apariciones triunfantes. Me llene de furia al pensar en mi gente sintiéndose insegura con esas criaturas rondando nuestro mundo. Y aun no entendía porque los guardianes no les hacían frente. Era absurdo. Nos habíamos enfrentado varias veces a Inferums, ¿Por qué no hacerlo ahora?

-Nick, sube la verja o te hago subirla –amenazo el chico.

Yo solté una carcajada.

-Estas del otro lado, ¿Cómo le harás? –bufe-. Voy a escapar a mi manera.

Escuche el ruido de la verja al ser tocada y un poco meneada. Lo mire por encima de mi hombro y sonreí. Idiota, pensé.

-¿Me estas retando? Sé que eres una salamandra, pero yo soy un drinfo. Tengo más poder que tu. ¿Cómo te atreves a desafiarme?

-No voy a permitir que me entregues a Albertodi –rebusque entre la basura. Debía haber algo que me permitiera salir. Una puerta escondida, algún lugar entre la basura donde podría esconderme. Algo debía aparecer, era seguro.

-Deja de darle vueltas al asunto, ¿quieres? Si quisiera entregarte, estaría esperando a los Inferums en la calle, y ahora mismo estoy tratando de ocultarte de ellos. No seas tarado y sube ya –movió la verja-. No tenemos mucho tiempo.

Detuve mi búsqueda y me gire a verlo. Creo que su lógica era más avanzada que la mía porque era cierto lo que había dicho. Tal vez el viaje a Vita Caellum había afectado un poco mi capacidad mental.

-No voy a subir esa cosa –me negué otra vez-. Podría quemarla.

-No lo vas a hacer. Sube.

-Sé lo que digo –suspire-. Mis manos están calientes. Podría derretir el metal.

Me miro durante unos segundos más, y luego desvió la mirada hacia sus manos. Las aparto de la malla metálica y suspiro.

-Bien, entonces tendré que usar mi magia –chasqueo la lengua-. Acércate un poco más, no quiero hacer mucho ruido.

-¿Y porque lo harías…? ¡Guau!

El suelo debajo de mí comenzó a temblar violentamente. Antes de que pudiera procesar lo que pasaba, estaba subiendo a gran velocidad. La tierra debajo de mi había comenzado a subir y yo con ella. Mire a mí alrededor con incredulidad. Podía ver los techos de las casas aun iluminados por la luz solar artificial y varias personas aun en las calles. Los Inferums aun no habían hecho sus apariciones.

Otra porción de tierra, como la que estaba debajo de mí, se levanto al otro lado de la verja. Lo mire con admiración antes de brincar hasta el. Ese trabajo definitivamente era de un drinfo: hadas de la tierra. Y por mucho, tenían más poder que una salamandra. Los drinfos dominaban casi todo. Casi podían dominar el fuego, el viento y el agua, pero era en muy pocas cantidades. Y tampoco eran tan poderosos como las hadas mixtas. Estos híbridos si podía dominar todos los elementos y más. Y era muy raro encontrar uno. Por eso, ____ era muy valiosa para los Caelis.

Cuando baje hasta quedar frente a frente con el chico, el sonreía con orgullo. Se había esforzado bastante, pero sin sangrar ni una gota. Eso también era digno de admiración. La magia parecía fácil, pero no lo era lo suficiente. Siempre nos costaba varias gotas de sangre y energía.

-Gracias –le dije.

-Soy Marco –dijo, extendiendo su mano hacia mí-. Mucho gusto.

-Mucho gusto, Marco –sonreí, estrechando su mano-. Me alegra saber que tengo el respaldo de otro guardián.

-Es ley –guiño-. Respeto la Ley Guardiana, chico. No soy tan alborotador.

Me reí.

-Vamos, sígueme.

Lo hice. Camine justo detrás de él a paso acelerado, alejándonos del centro del pequeño barrio. Caminamos entre estrechas calles de piedras rodeados de largos edificios de ladrillos rojos. Después de que Marco mirara a ambos lados de la calle para asegurarse de que nadie nos seguía, entró en uno de los edificios. En recepción, justo al lado de un pequeño elevador, había un chico de unos diecisiete años con el pelo negro alborotado, ojos iguales y una cara de crio. Marco le saludo y el chico lo imito, pero a mí se me quedo mirando raro, serio. Supuse que trataba de imaginar el porqué Marco traería un chico nuevo al lugar donde vivía. O tal vez si sabía quien era yo. No había manera de saberlo a ciencia cierta. Así que lo ignore y seguí a Marco hasta el elevador, en el cual subimos hasta el sexto piso en silencio. Cuando las puertas se abrieron, frente a nosotros se extendió un pasillo, suspire al ver el lugar a la par con la recepción, desgastada y vieja.

-Este es mi lugar –dijo Marco, al entrar en su departamento y encender las luces-. Es lo poco que tengo después de que cerraran las escuelas de guardianes.

Mire el lugar. A pesar de las paredes estaban desgastadas y los muebles también, el espacio estaba recogido y organizado. Y tenía todo lo necesario a su alcance, algo que era importante. Era un lugar acogedor después de todo.

-¿Cerraron las escuelas? –pregunte, sin mirarlo-. La realeza, me imagino.

-Tu princesita –bufo-. Desde hace tres años todo lo que creía conocer, se esfumo. Los que están al mandato no sirven.

Me ahorre los comentarios. No iba a discutir con él.

-¿Qué hacen los guardianes entonces?

-Esconderse o buscar algún trabajo por ahí –se encogió de hombros, dirigiéndose al pequeño sofá frente a una tele antigua-. Los Caelis de la realeza prefieren la seguridad de los Inferums a los de su propia especie.

-Eso es absurdo –susurre para mí-. Cuantas cosas han cambiado desde la última vez que vine –suspire, recordando.

-Demasiadas. Ni te imaginas por las cosas que hemos tenido que pasar, Nick. Vita Caellum está a punto de convertirse en el próximo Inferum Mors y no tenemos recursos para revelarnos contra los Inferums. Todos los Caelis tienen miedo. ¿Qué le haremos?

-Podemos hacerlo nosotros –sugerí, desplazándome por el departamento, evitando su mirada-. Tengo un plan en mente.

-¿En serio? –Su voz se elevo con sorpresa y esperanza-. ¿Qué tipo de plan?

Me gire hacia el al escuchar su tono de voz, el cual era señal de que iba a ayudarme en todo lo que quería hacer. Sonreí complacido. Y comencé a contarle.

ahhhhhhh yo quiero saber el plan de Nick!!!
ahhh SIGUELA POR FAVOOOR!!!

¿Hasta ahi?
¡Ya quiero ver el plan de Nick!
¡Ya quiero que ______ vuelva a aparecer! Por favor, solo siguela, ¿Si?
¡Sigue!

Oooooh Nick tiene un plan!
Ya quiero ver de que se trata.
Tambien quiero saber que fue de la Rayis.
En toda la segunda parte no se ha sabido nada
de ella.
Omg! Por favor siguela pronto!

siguela PORFA!!!

Siento tanto no haber comentado antes manita pero ya estoy aquí para decirte que ame completamente los capissss diosss los inferums son unos idiotas, malnacidos que se creen que??? Jejejeje uy se me salió lo grosera y siguelaaaa no podré comentar como antes lo hacia porque me están botando del cel pero siguelaaaa y no olvides que amo tú novel... Manita

LA NOVE ESTA GENIAL!!!
MARCO AYUDARA A NICK??
YA QUIERO SABER QUE ES LO QUE LE PASA A ALA RAYIS
TIENES QUE SEGUIRLA PORNTO PLEASE

Y aquí está el capitulo por el que lloraban (?). Tadá : )
Espero que les ultra encante porque… se que les va a gustar. Haha
A mi me gusto, eh.
Pero gueno, ya me voy a dormir. Tengo mucho sueño.
Solo me quede porque les debía capitulo. (Espero que comenten harto, eh!) haha.
Las quiero un mundo. Se cuidan <3

Capitulo 9:
Nos movimos sigilosamente entre los edificios. Marco estaba lejos de mí, caminando civilizadamente, pero con precaución. Debíamos tener cuidado de no toparnos con alguien que pudiera reconocernos. Ambos sabíamos que nuestros rostros podían ser reconocidos por alguno que hubiera estado en el centro de Vita Caellum para el atardecer de ese mismo día. Y aunque a esas horas de la noche nadie se hubiera asomado a la calle, procuramos tener el mayor cuidado posible. Si queríamos llevar a cabo el plan, debíamos hacerlo paso a paso.

Marco me hizo señas para seguir moviéndome sin detenerme y avanzamos con paso rápido hacia el castillo.

Aun nos quedaban unos dos kilómetros para llegar a él, pero ya podía verlo asomarse sobre los tejados de las casas de la realeza. Los Caelis más distinguidos y famosos se encontraban en ese barrio, Almost Valley. Desde los Caelis más poderosos en magia, hasta lo más reconocidos por sus obras, su música y cosas así. También estaban los que tenían la sangre “azul”, los de la realeza pura. Esas personas que no tenían la misma odisea que los Caelis del barrio bajo, Downtown Caellum, los trabajadores hasta la medula. Y aunque yo venía de ese barrio de calles de oro y paredes de diamantes de Almost Valley, Downtown Caellum era un lugar para admirar. Y eso lo había notado en las pocas horas que pase por las calles antes de que Marco me sacara de allí.

Almost Valley estaba tranquilo, las luces de las farolas encendidas, las casas a oscuras y las calles solas y en silencio. No íbamos a tener un momento mejor para entrar de lleno en el barrio donde se encontraba el castillo. Mi corazón latía mas fuerte a medida que me acercaba al castillo, estaba a unos pocos metros de volver a ver ____ y me estaba poniendo nervioso.

-Escucha, escucha –susurro Marco y me detuvo cuando nos ocultamos detrás de una casa frente al castillo-. No podemos entrar allí. ¡Hay muchos Inferums!

-Lo sé y estuviste de acuerdo con el plan, ¿recuerdas? Debemos buscar una forma de entrar.

-Todo el lugar está rodeado de Inferums, Nick. ¿Cómo piensas entrar sin ser visto?

-Podemos combinar poderes –sugerí, con una sonrisa agrandándose por mis labios-. Sería fácil.

-Eres una salamandra, yo un drinfo, ¿Cómo demonios crees que podremos combinar poderes, ah? ¡Es… ilógico!

-Tú escapas de Inferums, yo quiero pasar a través de ellos, podemos combinar poderes. Solo… dame tu mano –extendí la mía hacia él para que me la brindara. Sé que sonaba extraño agarrarme de manos con un chico, pero teníamos que hacerlo-. Dijiste que me ayudarías, Marco –le recordé cuando no me entrego su mano-. Lo dijiste.

-Y también te dije que era una misión suicida –me miro seriamente, sin mover ni un solo dedo-. No sé porque te quieres encontrar con esa princesita, pero espero que sea una buena razón, porque estoy arriesgando mi cu*lo aquí.

-Lo sé –cambie mi peso de un pie a otro, con un pequeño suspiro-. Intenta algo. Ayúdame –pedí, mirándolo a los ojos-. Te lo agradecería.

-Lo intentare –se relamió los labios y miro mas allá de mi durante un segundo-. Suerte –extendió su mano hacia mí para estrecharlas. Lo complací en eso.

-Gracias. Igual a ti.

Nos dimos un breve abrazo y luego volvimos a separarnos. Él caminó hacia la enorme verja de metal que rodeaba el castillo, la cual rodeaban varios Inferums. Marco, sin embargo, caminó sin miedo hacia ellos. Su barbilla en alto y su paso confiado me hizo saber que podría avanzar después de esto, de modo, que me prepare para el próximo paso.

Mantuve mi mirada sobre Marco mientras él se acercaba a los Inferums. Estaba seguro de que Marco saldría bien de todo el problema, pero me sentía un poco ansioso. Mandarlo a distraer a los Inferums no había sido lo más inteligente. Él comenzó a gritarles cosas que, con obviedad, cabrearía a los Inferums. Ellos, por instinto, se transformaron en sombras para cazarlo. Marco retrocedió lentamente, y yo me retorcí en mi lugar.

Esto se estaba poniendo feo.

Los Inferums se acercaron hacia Marco formando un grupo de seis contra uno. Entonces, si no estuve seguro si el saldría de esta. Estuve tentado a salir de mi escondite y hacerle frente a los Inferums, pero no, Marco se había ofrecido a ayudarme con la parte de los Inferums y yo aceptaría eso. No era tan malo. El había escapado de más Inferums antes… ¿no? Oh, bueno, eso había dicho.

Cuando vi el grupo desaparecer entre la negrura, corrí hacia la verja del castillo. La subí con rapidez y eficacia mientras echaba un vistazo a mí alrededor por alarma de cualquier Inferum. Corrí sigilosamente por entre los arbustos, los arboles y todo tipo de plantas que había en el jardín, casi bosque. Casi me reí al pensar que ____ pudo haber creado un lugar así. Bueno, a ella le encantaba la naturaleza y todo ese tipo de cosas, así que seguramente si pudo haber sido ella. Y le había quedado hermoso.

Sacudí la cabeza concentrándome en mi tarea. No podía pensar en otra cosa. Mi corazón latía con fuerza, estaba desbocándose de emoción y de miedo. Cabía la posibilidad de que un Inferum me encontrara y me apresara, como también cabía que me pudiera encontrar con ____ en mitad de la noche. Me estaba desbordando en emoción solamente. Me sentía a punto de explotar.

Mire a ambos lados cuando me tope con una gran torre de piedra cubierta con enredaderas. Después de echarle un vistazo a la altura que tendría que subir hasta la primera ventana, mire hacia mi lado izquierdo, donde se notaba la luz proveniente del interior del castillo. Note que era la puerta principal al advertir en dos Inferums guardando la puerta sin mover ni un musculo, solo la cabeza como si fueran abanicos giratorios. Sacudí la cabeza, divertido por la escena, y procure mantenerme lejos de la luz para que ellos no me vieran. Revise las enredaderas con afán, mientras una idea iba abriéndose paso por mi cerebro. Mi primera idea de fue por la cañería, porque esta nueva idea era mucho más fácil y eficiente. Me agarre de la primera enredadera, enrollando mi mano en ella y elevando mi mirada hacia más arriba de mí. Note la primera ventana con la luz encendida, a unos cuantos metros más arriba de mí. Volví a mirar la enredadera con un poco de vacilación. Le di vueltas al asunto durante segundos: ¿subir o no subir?

Me fui por la segunda.

Enrolle ambas manos en cada enredadera y comencé a subir, aun manteniéndome lejos de la luz para mantenerme lejos del ojo Inferum. Me negué a mirar hacia abajo mientras ganaba altura, porque sabía que si lo hacía me daría un poquitín de miedo. No me iba a dejarme vencer y menos en un momento en el cual estaba muy, muy cerca de ____. Mi princesa.

Mi corazón martilleaba mi pecho, amenazando con salirse en cualquier momento mientras yo intentaba concentrarme en subir sano y salvo. Su retumbar lo sentía en mis oídos y cada uno de mis pensamientos rondaba el archivo ____. Me estaba muriendo por verla pronto y mi corazón solo me estaba avisando lo cerca que me encontraba de ella.

Hice el menor ruido posible cuando por fin alcance la ventana. Me mantuve agarrado a la enredadera mientras me arrastraba para subir hacia la ventana. La cortina color rosa pálido tapaba con delicadeza lo que podría haber dentro de ese lugar, así que me impulse hacia dentro, con un gemido grave, metiendo una de mis piernas y luego la otra, para poder averiguar que había dentro. Entre de espaldas al lugar. Mire hacia afuera de la ventana durante unos segundos tratando de procesar que si había logrado subir. ¡Guao!

-¿Nick?

Me paralice al escuchar tan tierna y delicada voz. Una sonrisa se formo en mis labios mientras mi corazón ya estaba perforando mi piel para escaparse de mi cuerpo. Cerré mis ojos tratando de controlar todo mi sistema pero era casi imposible. Me sentía hecho gelatina.

Me gire con lentitud, primero echando un vistazo sobre mi hombro. Cuando me voltee completamente pude disfrutar de una vista ultra hermosa. ____ había cambiado demasiado, y para bien. Sus curvas bien definidas estaban cubiertas solamente por un conjunto de una diminuta ropa interior rosa pálido de encaje. Su cabello negro (el cual amaba) estaba larguísimo. ¡Ya le llegaba a la cadera! Era sorprendente. Pero su rostro… su rostro era aun más hermoso que antes. Sus labios eran rellenos como los recordaba, entreabiertos en ese momento, y tenían un color rosa intenso contrastando con su piel nívea que la hacía verse como una diosa. Sus grandes ojos azules estaban sobre mí, mirándome con fijeza, asombro y desconcierto. Ambos estábamos paralizados en el momento, ninguno de los dos hacia nada solo mirarnos.

Pero yo rompí el hielo.

Di un paso al frente con un poco de vacilación, rompiendo la capa de shock que me rodeaba. Pronto comencé a acercarme con más velocidad, dando grandes zancadas. ____ también sacudió su impresión y corrió hacia mí con una sonrisa en su rostro. Su risita choco con mi oído cuando se lanzo a mis brazos. No dijimos nada, solo nos abrazamos con fuerza. Enterré mi rostro en el hueco entre su cuello y su hombro e inspire su delicioso aroma a vainilla. Ella se pego aun mas a mi cuerpo y yo sentí la necesidad de jamás dejarla ir. No quería volver a estar separado de ella. Jamás.

Noooooo eres una malvad??? Como me haces esto??? Porque rayos la dejaste ahí?? Estas loca??? Dios no mori con ese cap estuvo super ultra recortar genial... Lo ame definitivamente que si... Siguelaaaa dios eres una malvada... Tenías que poner otro pedacito más para leer haber que se decían... Me dejaste super intrigada enserio provoca matarte... Y que raro los inferums no notario su presencia?? Para mi que atraparan a marco... Es un presentimiento jajaja siguelaaaa amo tü novel... Please te quiero mana

¡AL FIN!
¡Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
¡ME EMOCIONÉ CON ESE FINAL MUJER!
Dios, estuvo maravilloso. ¡Lo amé!
¿Cuando la sigues? Es que, Wao, no me lo esperaba. Solo quiero saber que pasara luego, que le dirá ______ y esas cosas.
¡Tenias razón!... ¡ME ENCANTÓ, AMÉ EL CAPITULO!
Ya quiero leer más, Vamos, sube más.

Nuev@ Cantidad de envíos : 32 Fecha de inscripción : 06/03/2012

Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh Por Dios... No puedes dejarlo así!!!!!!!
Que emocionante... No puedo creer que estén juntos otra vez!!!!!!!!!
ME ENCANTA!
Síguela pronto porfis!

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
AL FIN SE ENCONTRARON!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
esto es asombroso Very Happy

pero tuuuu eres mala con nosotras Sad

como nos haces eso?
no se valee Lloron

SIGUELA LO MAS PRONTO Q PUEDAS PORFAAAA

Eh, chicas, que os parecéis si subo capitulo ya? Estaría de coña subir hoy, no creéis?...
Okno. Me doy guille de española cuando obviamente no lo soy. xD
Es que, hoy estuve viendo una serie en español, pero castellano y me pego el acentillo. Es guay.
hahaha.
Subiré prontirijillo, me falta poco para terminarlo.
Os quiero. Os cuidáis ♥

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