Lies In a World With No Fear (Nick & Tu)

Oh Dios Mio.
Wuao!
¡SIGUELA YA!
Licsa, te esmeras en dejarme con ganas, ¿No?
Mala. Ya que, sigue, sube pronto.
Bye.

Awwww, that was so sweet<3. Hermoso! Al fin anne dijo toda la verdad! Espero que rayita y nick se encuentren pronto! A ver, algo que no me cuadro aqui, ninck esta celoso de albertodi? Eso no me lo esperaba._. Pero bueno! Siguela pronto querida!

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seguilaa niñaaa |
me habia perdido x unr rato pero ya volvi |
i oh¡¡ no puedo creer q nos dejaras asiiiii |
y esta vez si q no tengo ni la mas minima idea d tu siguiente movimiento |
eres misteriosaaa ehehehe ya me acave mis uñas d tanto comermelas |
ya qiero q los dos se encuentren y se den unos besitos o besotes jajaja |
siguela amo tu nove |
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ATTE------------------------------------------------------------------------------------------

Capitulo 5:
Salí de mi casa de milagro. Mamá había insistido en mantenerme en casa por días para discutir las opciones para la universidad. Estaba tan entusiasmada con la idea que ya parecía más una mamá humana que una Caeli Guardiana. Eso me daba miedo. Mis padres me habían entrenado -aparte de la escuela-, a como ser un gran Caeli Guardián. ¿Cómo es que después de esos dieciséis años de práctica y entrenamiento, ellos simplemente se hayan rendido conmigo y mis expectativas? Odiaba la idea de que se hubieran olvidado del pasado por miedo a perderme. No es que sacara conclusiones de la nada, realmente pensaba eso. Me restringían un poco más las cosas sobre salidas que antes de todo el lio con los Inferums, y millones de cosas más. Quería a mis padres anteriores de vuelta. No soportaba estas versiones demasiado estrictas de ellos.

Y mi tortura sobre la universidad era culpa de Anne. Le dije que iba a considerar los consejos de mamá, y me metió en un lio. Gracias a Dios había cumplido con su palabra. Me había hablado sobre ____ antes de que me diera un arranque con ella. Según sus fuentes, ____ era una mujer hermosa, una gran líder y de gran corazón. A pesar de que aun no tenía dieciocho y oficialmente no podía convertirse en reina, era una gran líder. Eso me lleno de orgullo. Mi princesa estaba creciendo. Me moría por verla de nuevo. La necesitaba conmigo.

Suspire pensando en la solicitud que había llenado antes de salir de casa. La había dejado sobre la mesa para que mamá la viera y la enviara a la universidad que ella quisiera que fuera. No sabía ni el nombre. Tampoco importaba. No iría de todos modos.

Visualice a Austin esperándome con impaciencia frente a su casa. Lo había llamado para despejar mi mente escuchando sus estupideces un rato. Necesitaba terapia de grupo y solo podía proporcionarla Austin y Brenna. Aunque ellos dos juntos, era como si me estuvieran excluyendo a mí, pero igual me sentía bien junto a ellos. Me recordaban los viejos tiempos con ____, que a pesar de que no fueron muchos, fueron buenos. Solo los cuatro. Suspire.

-Al fin apareces, chico –se quejo Austin, chocando palmas conmigo antes de darnos un rápido abrazo-. Comenzaría a convertirme en pollo frito aquí bajo el sol.

Reí.

-Deja el drama, Austin. Ni que fuera a hacerse realidad.

-Nada es imposible. Así que mejor ni hables.

Levanté mis manos en señal de ser inocente de toda palabra, o el comenzaría a hablar incoherencias demasiado locas para considerarse solo anormales. Austin hizo un gesto de superioridad, girándose para comenzar a caminar.

-Entonces, ¿para qué necesitabas al maravilloso Austin? Es obvio que necesitabas algo de mí, porque Brenna no está por ningún lugar.

-Sí, necesito algo de ti, Austin…

-Maravilloso Austin para ti –me interrumpió.

-No seas idiota –me reí-. Hablo en serio.

-Bien, háblale al maravilloso Austin –abrió su palma e hizo el mismo gesto de superioridad anterior, mirando directamente hacia el frente-. Soy todo oído.

Me arme de valor, agarrando una bocanada de aire a mi vez.

-Necesito mentirle a mis padres, y quiero que tú seas mi cómplice –solté. No podía seguir ocultándolo.

-¿Qué? –exclamó, deteniéndose en seco, mirándome con incredulidad. Paso su mano por mi rostro buscando una señal de fiebre mientras me miraba con escepticismo. No podía creerlo. Aparte de un manotazo su mano de mi cara-. ¿Estás hablando en serio?

-Si –suspiré-. Mira, se que te iras de viaje con Brenna durante unas semanas. Es todo lo que necesito. Tú me cubres mientras yo… hago otras cosas –culmine, vacilando. No podía decirle la verdad sobre lo que haría. Eso estaba terminantemente prohibido.

-¿Qué tipo de cosas? –frunció el ceño, mirándome fijamente.

-Otras cosas –lo evadí-. Solo sígueme la corriente ¿sí?

-No –sacudió la cabeza-. ¿Qué si te ocurre algo mientras tu madre piensa que estas con nosotros? ¿Qué pasara si luego tu madre me reprocha por tu desaparición? –Se alteró-. No hare eso, Nick.

-Por favor, Austin –suplique-. Solo necesito tu ayuda en esto. El asunto es importante. Ayúdame. Nadie más se enterara. Lo prometo. Si no, hay plan B –coloque mis manos sobre sus hombros y mire directamente hacia sus ojos llameantes-. Ayúdame en esto, por favor. Por favor.

Austin me miro durante unos instantes más, debatiéndose entre ayudarme o no. Al final, sacudió la cabeza, negando.

-No podría hacer una cosa así, conociendo a tus padres, Nick –suspiro él, mirando hacia nuestros pies-. Lo siento.

-Austin –el volvió a mirarme-. Es en nombre del amor. Necesito hacer esto y para ello, necesito tu ayuda. Se cuanto amas a Brenna, y me imagino que por ella darías hasta la vida. Así mismo me siento con esta chica. Ayúdame en esto y te lo agradeceré para siempre. Solo dime que sí.

Austin hizo una mueca. Mi argumento era válido, recargado con partes que le llegarían al corazón, lo sabía. Esta vez él no podía decirme que no. No sería lo más correcto. Por que cuando Austin hablaba del corazón, era firme y no se retractaba en nada.

Él elevó su dedo índice hacia mi rostro de modo que casi lo vi sobre mi nariz. Su expresión era totalmente seria.

-Mas te vale que sea cierto, eh. Porque arriesgare mi buen mozo pellejo para tu misión de amor –resoplo-. Te tengo vigilado.

Sonreí de oreja a oreja al tiempo en que lo abrazaba con fuerza.

-¡Gracias! –exclame-. Eres el mejor tonto amigo del mundo.

-Tonto no, Nick, sexy –replico.

-No puedo decir que eres sexy, Austin, eso sería raro –me separé de él al tiempo en que reíamos.

-Sí, lo sé –sonrió-. Pero soy sexy.

-Eso dice Brenna –me encogí de hombros.

-Y el espejo –me guiño-. Y esa linda chica que va por ahí.

Gire mi cabeza para mirar hacia el otro lado de la calle, y efectivamente había una chica pasando. Ella sonrió y saludo hacia nosotros. La salude de vuelta por cortesía. Austin por darse el gusto de decir que había otra chica detrás de él.

O no.

-Te miraba, ¿lo notaste? –Se pego a mí, sin despegar la vista de la chica-. Tienes a las chicas en tu mano. Deberías intentar salir con una.

Solo saldré con una: ____. No cambiaria de opinión ni aunque se pusiera frente a mí una despampanante rubia con el cuerpo de infarto, unos labios sensuales y bien dotada. Porque yo solo quería a ____.

-No lo creo –sacudí la cabeza.

-¿Por qué no? Sería una buena manera de superar todo tu pasado.

-No comiences –fruncí levemente el ceño-. No quiero hablar de eso hoy.

-Como desees –hizo una torpe reverencia frente a mí-. ¿Vamos por Brenna un rato? Me muero por verla. Veinticuatro horas son una tortura sin ella.

Dímelo a mí, pensé. Veinticuatro horas no son nada comparado con tres largos años.

_*_

Me encontré que la casa estaba vacía cuando pase la puerta principal. Sonreí. Era mi momento para actuar. No conseguiría otra oportunidad mejor.

-¡Mamá! –grite, para asegurarme de estar solo-. ¡Papá!

Nadie contesto. Perfecto.

Subí las escaleras de dos en dos y corrí a la habitación de mis padres. Busqué dentro de las joyas de mamá, dentro de las gavetas de la cómoda, de la mesa de noche, del armario, debajo de la cama, bajo la alfombra… le di la vuelta a la habitación entera sin encontrar lo que quería. Gruñí frustrado, y continúe con la búsqueda en vano. No me daría por vencido con facilidad.

Salí de la habitación, buscando dentro y fuera de cada habitación de la casa. Prácticamente buscaba oro debajo de una roca, pero nada perdía con buscar. Sería peor si me mantuviera sin hacer nada cuando obviamente necesitaba avanzar en mi pequeña escala de pasos. ¡Necesitaba el bendito amuleto para hacerlo! ¿Dónde estaba?

Con magia iras, con magia vendrás. La magia consigue todo. Solo ve a través de ella. Un bombillo se prendió en mi cabeza. Había escuchado esas palabras de mis padres cuando era más pequeño. Era una manera de conseguir el amuleto. Magia era todo lo que se necesitaba. Y era todo lo que utilizaría.

Cerré mis ojos concentrándome en la magia. Sentí las llamas rodeándome en poco tiempo, ya que dominaba con destreza el fuego. Había casi perfeccionado mi llama interior durante los tres años anteriores. Y aunque sabía que me faltaba mucho por aprender, era consciente de que era bueno utilizando mi poder sin tener a otro Caeli instructor. Ya que estos se encontraban en Vita Caellum, no podía conseguir uno. Si no, hubiera sido aun mejor en el arte del fuego.

Abrí los ojos y los desvié hacia mi cuello. De él guindaba un brilloso amuleto rojo intenso. Sonreí. Era mi propio amuleto para entrar en Vita Caellum. Esto se estaba poniendo cada vez mejor. Tenía a la suerte de mi lado.

omg! ayy!
no puedo esperar por que Nick
vaya a Vita Caelum!
omg! tienes que seguirla super
pronto
jajaj esque me encanta tu nove :3

Nuev@ Cantidad de envíos : 7 Fecha de inscripción : 25/03/2012

ok.....

no puedo esperar a que se vean de nuevo
asi tipo el super apasionado encuentro
ahhhhh porfavor chequeo cada rato la pagina
aver si ya subiste cap
Dios no lo puedo evitar me emociono! Laughing

Bueno espero que estes bien sube cuando puedas besos tongue

Tenía a la suerte de mi lado.

Jajaja, eso me recordó a la frase de 'The Hunger Games'
' Y que la suerte esté siempre de tu lado '
Enserio, es que ya fuí a verla, y bueno... ¡SON MIS IDOLOS!
Ya que... ¡OH DIOS!
¿Nick irá a... A ese lugar?
Oh Dios Mio.
¡MUJER, SIGUELA!
Por favor. Ya no soporto esta agonia, sigue.

omg! Siguela please!

Dioos!! me perdi 2 hermosos capitulos
perdoon!
esq me fui de viaje y eso...si entiendes no?
en fin!!
aahhh Nick ira a buscar a rayita! eso es
GENIAL!
ahh no puedo esperar maas SIGUELA!!!

Siguela!

Nuev@ Cantidad de envíos : 7 Fecha de inscripción : 25/03/2012

ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh estoy muriebndo lentamente
porfavor sube cap
donde estas??? Rolling Eyes

[/color]

siguela POR FAVOOR!!!

Hey, chicas. Aqui 'ta su capitulo, no desesperen. xD
Ya puedo irme a dormir tranquila, uf.
Disfrutenlo : )
Las quiero. Se cuidan ♥

Capitulo 6:
Las maletas en mis manos rebotaron varias veces contra mis piernas mientras bajaba las escaleras a la carrera. Austin ya había llegado, lo vi en la entrada de la casa, con mamá frente a él y mi padre a un lado de ella. Le sonreí a Austin, pero mi mamá me miro confundida. Aun no le explicaba lo que planeaba hacer. O la tapadera de lo que planeaba hacer.

-¿Qué pasa? –pregunto ella, mirándome-. ¿Para qué son esas maletas? ¿Para donde van, Nick?

-Tenía planeado salir con Austin –dije. Mamá frunció el ceño-. Austin y Brenna van a salir de viaje durante unas semanas, y me invitaron. Quieren que me distraiga antes de comenzar la universidad, ya sabes, cosas de adolescentes –me encogí de hombros-. ¿No me vas a dejar ir?

Mamá abrió la boca para decir algo, pero mi padre la interrumpió. Su rostro era de piedra. Algo lo molestaba.

-¿Es eso cierto, Austin? –preguntó mi padre, mirándome raro antes de mirar a Austin.

-Sip –afirmó. Ahogue un suspiro de alivio al notar que no me delato-. Queremos que Nick sea un hombre nuevo cuando regrese, ese es el plan. Queremos que vuelva a sonreír, so, necesitamos sacarlo de aquí, ¿entienden?

Mis padres me miraron los dos a la misma vez y luego se miraron entre sí. Sus expresiones decían que se estaban debatiendo con la mirada si ponerse de acuerdo o no. Todo estaba en su decisión de dejarme ir o no. Estaría perfecto si me dejaran ir… so, que espere su respuesta con paciencia.

Mire a Austin, y él me hizo una mueca. Sacudí la cabeza, mirando de nuevo a mis padres. Si ellos no me dejaban ir con Austin, no podría seguir llevando mi plan a cabo sin muchos involucrados o entrometidos, y tendría que seguir el plan B. Porque, de todos modos, el plan seguiría en marcha. No podía permitirme retractarme ahora.

-¿Regresaran a tiempo para cuando empiece la universidad, cierto? –pregunto mamá.

Puse los ojos en blanco. Universidad; ya odiaba la palabra.

-Solo son dos semanas, señora Jonas –sonrió Austin-. Y llegara con más ganas de iniciarla que nunca. Lo prometo.

Sonreí. Si a Austin no le gustaba su carrera como ingeniero, podría ser actor. Era fantástico lo rápido que logro meterse en el papel del chico preocupado y decidido a ayudar a su amigo. Aunque básicamente él era así, no estaba de acuerdo con mi plan de escapar por esas dos semanas. Pero igual había actuado con propiedad y se lo iba a agradecer con efusividad miles de veces.

Mire a mis padres, esperando respuesta. Papá me miro sin expresión alguna en el rostro, y mamá aun estaba pensando en que responderme. Suplique para que me dejaran ir sin protestas ni replicas. Era lo único que necesita, lo único que quería en esos momentos.

Antes de darme respuesta, mamá miró a papá. Él asintió y ella sonrió.

-Bien –accedió-, pero solo dos semanas, Nick. Si te pasas de tiempo, estarás castigado.

Mi sonrisa se ensanchó. Solté las maletas en el suelo antes de darle un gran abrazo a mi madre. Ella rió cuando bese sonoramente su mejilla. La solté y abrace a papá también. Lo solté rápido para volver a recoger mis maletas y caminar hacia Austin. Él agarro una de mis maletas antes de chocar mi palma con la suya. Reímos antes de despedirnos de mis padres, y acto seguido, subimos las maletas a la maletera de la camioneta de Austin. Nos despedimos nuevamente de mis padres con la mano y subimos a la camioneta. Austin la encendió y poco después nos alejamos de la casa.

Austin ascendió un poco la velocidad cuando avanzábamos por la calle de Brenna, para que ella no nos viera. Ella no debería estar involucrada en nuestro asunto. Solo Austin y me dolía integrarlo.

-¿Ahora qué hacemos? –pregunto, sin despegar la mirada del camino.

-Déjame unos pocos metros de la escuela –le sugerí-. Justo en el pastizal. Podre caminar desde ahí.

Él me miro durante un segundo y luego volvió hacia la carretera.

-¿Estás seguro, chico?

-Totalmente –dije, firme como un roble.

Mire por la ventanilla del auto las casas que dejábamos atrás. Cada uno de los dolorosos recuerdos desde hace tres años se encontraban en esa calle. Empezando por la casa donde vivió ____. Era horrible pasar cada di enfrente de esa casa y saber que ella ya no estaba allí, que no volvería a invitarme a pasar por las mañanas, que no me sonreiría como mi primera dosis de felicidad del día. Era realmente doloroso estar tres años, separado de la persona que amas y para el colmo, ser llenado con viles mentiras, pisando los pocos pedazos de un corazón hecho trizas.

Suspire cuando vi la escuela aproximarse. Ya venía el momento de la acción, y me estaba poniendo nervioso. Repase un millón de veces las palabras que debía decir para pasar a Vita Caellum, y me las sabía de memoria, pero lo que más me ponía nervioso era el posible encuentro con Albertodi. No me frenaría cuando lo viera porque por su culpa la mujer de mis sueños estaba lejos de mí.

Y también estaba el reencuentro con ____. Me ponía nervioso el solo pensar en verla y que hubiera cambiado. No sabía que había pasado con ella después del día de su cumpleaños, pero estaba seguro de que debía estar aun más hermosa que antes. Ya que a mí me cambiaron los años, a ella también debieron hacerle efecto. Ya me moría por verla. No quería esperar ni un segundo más.

-Listo –escuche la voz de Austin devolviéndome a la realidad-. Llegamos, Nick.

Gire mi mirada hacia el pastizal que se extendía a mi derecha. Suspire. Era el mejor momento y lugar para actuar, no podía arruinarlo.

-Gracias Austin. Gracias de verdad –lo mire-. Eres grande, hombre.

-Eres mi amigo –se encogió de hombros-, los amigos siempre se ayudan y están ahí por todo y para todo. Yo siempre estaré aquí para ti. Lo sabes, eh.

Sonreí, extendiendo mi mano hacia la suya. Chocamos palmas y nos dimos un abrazo afectivo.

-Te extrañare, chico –dije-. Me alegra saber que nuestra amistad es reciproca, también.

Austin rió.

-Sei, yo también te extrañare. Eres el único que soporta mis estupideces hasta el máximo.

-Porque me haces reír, tonto –reí-. Nos vemos. Mándale saludos a Brenna, ¿de acuerdo?

-Claro que si –sonrió.

Asentí y me baje de la camioneta. Suspire, girándome para hablarle antes de que se fuera.

-Quédate con mis maletas, ¿si? Están vacías. No cargare esas cosas vacías –hice una mueca.

-¿Y qué hago con ellas? –pregunto, frunciendo el ceno-. No puedo llevarlas a casa. Sospecharían.

-Haz lo que quieras no ellas, no importa –me encogí de hombros-. Y gracias.

-No hay de que, hombre –volvió a sonreír.

Le sonreí de vuelta. Él sacudió su mano despidiéndose por última vez de mí y yo hice lo mismo. Él puso la camioneta en marcha y yo espere pacientemente a que el desapareciera de mi vista para poder hacer lo que tenía que hacer. Ningún humano podía saber acerca de las hadas, era política. Si sabían de alguna, nos mantendrían como esclavos. Podemos hacer más cosas que solo proteger otros Caelis y humanos, y si ellos se enteraran, sería nuestra perdición.

Suspire y saque el amuleto de dentro de mi camiseta. Lo mire durante un rato, admirando su belleza. Había que admitirlo, era un lindo amuleto para una salamandra.* Jamás había visto uno de algún Caeli de mi especie y era algo raro verlo por primera vez, y era solo mío. Me sentía como un niño con juguete nuevo.

Deje de mirar el amuleto y me concentre en el ritual que debía hacer para entrar en Vita Caellum. Cerré mis ojos y mantuve el amuleto en mi mano para comenzar a recital las palabras en latín. Sentí la magia agitarse dentro de mí y todo quemarse a mi alrededor. Sabía que la segunda parte de una ilusión de la magia, pero parecía demasiado real. Sentía el familia calor de las llamas abrazar mi piel con delicadeza, y escuche el crepitar de estas como si fuera una melodía hermosa. El fuego era una gran parte de mí, y lo amaba. No podía pedir nada mejor.

Cuando las llamas cesaron, supe que me había sumergido en el pequeño vórtice que te envía directo hacia la dirección que preferías dependiendo de las palabras que recites antes. No me maree gracias que ya me había acostumbrado al girar del lugar. Varias veces había salido a escondidas de Vita Caellum con Anne cuando ella había obtenido su amuleto. Sonreí con el recuerdo. Era divertido sentir la adrenalina recorrer tu cuerpo cuando sabes que estás haciendo algo con altas probabilidades de ser atrapado. Por eso me gustaba salir de Vita Caellum con Anne… aparte de que de vez en cuando veía a ____.

Al terminar se susurrar la última palabra, abrí los ojos. Vi otro pastizal a mí alrededor. Aun estaba un poco aturdido por el viaje así que no sabía exactamente donde estaba, pero estaba seguro de que era Vita Caellum porque el pastizal donde me había dejado Austin no había sido tan inmerso con el de Vita Caellum. Parpadee varias veces, y poco a poco empezaron a aparecer los edificios, las personas, las carretillas y los niños juguetones.

Sonreí. De vuelta a mi hogar. De vuelta a Vita Caellum. De vuelta por ____.

*Salamandra: hada de fuego.

Oh mi dios!! que capitulo, el reencuentro se aproxima y eso me emociona … Licsa tienes q seguir escribiendo x amor a los jonas, tu novela me fasina no me voy a cansar de decirlo nunca, en fiin me voy en Mexico son casi las 3:00 am y muero de sueño … Un beso XOoXo