Lies In a World With No Fear (Nick & Tu)

Oh Dios.
Debes seguirla ya mujer!
Necesito leer.
¿Tu sabes lo que se siente?
Supongo que si, ¡Solo sigueeeeeee!
Bye.

Casada Con Cantidad de envíos : 1384 Fecha de inscripción : 25/12/2010

buen cap:)

Capitulo 15:
Sonreí hacia él y pase por su lado para volver a donde habíamos dejado a Brenna y Kenneth.

-Tenemos que regresar –le dije-. O comenzaran a llover replicas.

Austin se rió, siguiéndome.

-Brenna nos conoce –el dijo-. Allá con tu novio si cree lo que no es.

Me pare en seco. Mi cara se puso seria en un instante cuando me gire a verlo a la cara. El se estaba riendo por lo bajo al ver mi expresión. De seguro era graciosa. No me había gustado su palabra para referirse a Kenneth. Era demasiado… personal.

-El y yo no somos nada –aclare.

El se rió mas fuerte mientras avanzaba delante de mí.

-No parece –dijo, aun riendo-. Vamos, te debe estar esperando.

Lo mire mal, pero él no se dio cuenta debido a que estaba de espaldas a mí. Lo seguí hasta llegar a donde habíamos dejado a Brenna y Kenneth juntos. Ellos permanecían allí. Brenna estaba sonriendo mientras Kenneth le hablaba sobre algo. Me mordí el labio inferior al ver la parte trasera de Kenneth. Ese chico me iba a matar de un infarto. El era demasiado sexy.

-¿De qué hablaban? –pregunto Brenna tan pronto como llegamos.

Ella no tenía una expresión de molestia o tal vez de celosa empedernida. No, ella estaba perfectamente tranquila y sonriendo. Ella no tenía nada del porque sospechar de que Austin y yo teníamos algo, porque sabía que Austin era solo de ella, y a mi pues no me gustaba Austin.

Le sonreí. Austin volvió a reírse tan pronto se posiciono al lado de Brenna y nos miro a Kenneth y a mi juntos. Lo mataría en otras circunstancias. Me di cuenta de que Brenna no sabía nada de lo que había pasado el día anterior conmigo y Austin. No tenía ni la más remota idea, porque miro a Austin con una mirada que decía “¿Qué demonios paso?”

-Solo le pedía perdón aquí a ____. El día de ayer, me pase un poco con mi actitud y le grite –dijo Austin viéndose totalmente dolido por su comportamiento. No había falsedad ni en sus palabras ni en su expresión.

-Si hubiera sido un poco… -bufo Kenneth en voz baja, mirando a otro lado.

-¿Por qué lo hiciste? –pregunto Brenna, frunciendo el ceño. No habían escuchado lo que había dicho Kenneth. Bien-. Más te vale que sea algo de valor o tendremos un problema, Austin –le advirtió ella.

Mordí mi labio inferior. Esa era una señal de que estaba nerviosa. ¿Por qué?, me pregunte.

-En realidad, fue por ti –dijo él, vacilando palabra entre palabra.

-¿Qué hice yo para que tu le gritaras? No hay excusa que valga, señorito –le regaño ella. Yo casi me reí-. Contéstame.

-Luego de que hablaras conmigo de lo que había pasado antes de venir a la escuela, enfrente a ____ decidido a saber su versión. Estaba un poco –demasiado- molesto por lo que me habías contado y… le grite –susurro eso último.

-¡Ese tema no es de importancia! –Grito ella, atrayendo varios espectadores-. ¡No tenias el porqué gritarle! ¡Las diferencias eran entre nosotras! ¡Tú no estabas incluido!

-Si, pero me moleste –el estaba intimidado por ella. El maravilloso y vital Austin estaba intimidado por Brenna, ¿Quién lo diría?

-Brenna, baja la voz –le pedí, mirando a nuestros alrededores. Todas las miradas estaban sobre nosotros. No me gustaba tanta atención.

-Esto-es-inconcebible –le dijo a Austin, elevando la voz poco a poco de nuevo-. Hablaremos más tarde sobre ello –le dio una mala mirada antes de mirarnos a nosotros. Nos sonrió a medias-. Perdón por eso, tenía que sacarlo.

-No importa –sacudí la cabeza-. No tienes porque discutir con Austin por mí, ¿sabes? Todo está bien.

-Para mí no. ¿Por qué no me lo habías dicho? Soy tu amiga, se supone que lo hubiera sabido antes.

Coloco sus manos en su cadera y levanto una ceja esperando mi respuesta. Cuando no se la di, se giro a mirar a Kenneth.

-¿Tu lo sabías? –le pregunto.

Sentí a Kenneth vacilar a mi lado.

El asintió de todos modos.

-¡El si lo sabia! –Exclamo Brenna-. ¿Y yo no?

-Anoche no teníamos tiempo –argumente-. Estábamos mas concentradas en estudiar que en otra cosa.

-Tu si pensabas en Kenneth, pero no en contarme esto –dijo.

Sentí mi cara arder por el sonrojo provocado. Agache la cabeza sintiendo todo mi cuerpo calentarse. Podía decir que hasta mis manos se tornaron rojas. Quería ahorcar a Brenna en esos momentos. Dijo algo que no debió decir ¡y mucho menos frente a Kenneth! Estaba loca para hacerlo… no, estaba muy, muy enojada con todos. Y eso me molesto a mí.

Cuando levante la mirada hacia Brenna, vi a Austin aguantarse la risa a su lado.

-No es cierto –proteste a pesar de que mi sonrojo me delataba-. Yo estaba concentrada en la Segunda Guerra Mundial.

-Si, claro –dijo ella en tono sarcástico-. Y yo soy un extraterrestre de la séptima luna de Saturno –rodo los ojos-. De acuerdo no, pero tu si pensabas en el.

Le di una mirada de te-matare. Apreté el labio inferior entre mis dientes mirándola fijamente. Casi sentí la sangre caer en mi lengua de tan fuerte que estaba apretando el labio.

-Eh, chicas –interrumpió Kenneth, notándose incomodo. Pero su sonrisa decía lo contrario; decía: “creído”’-. Creo que deberían cortar el rollo ahí.

-Yo también –dije.

Brenna nos miro a ambos y sonrió.

-Bien –dijo ella-. Vamos Austin, tenemos que hablar.

Ella agarro la mano de su novio y se alejaron de nosotros. Suspire cuando note que estaba al lado de Kenneth, sin nadie a nuestro alrededor, hipotéticamente. Si había más estudiantes en el campo, pero ellos no contaban porque no nos querían allí.

-¿Debo pensar que Brenna decía la verdad o…? –el me miraba.

-No pienses nada –dije sin mirarlo. El pudor aun llenaba mi rostro; aun lo sentía.

El rió por lo bajo y agacho la mirada. Vi, por el rabillo de mi ojo, como el metía sus manos dentro de los bolsillos de su jean.

-Ehm, respecto a… anoche –comenzó. Me dio miedo esa frase-. Respecto al beso –ya mi corazón latía desbocado. ¿Qué diría? ¿Qué no le gusto? ¿Qué lo lamenta? ¿Qué fue un error? No soportaría ninguna de las tres opciones.

-Eh, no debió haber pasado –el aun miraba el suelo-. Me fui un poquito de control. Fue mi culpa.

Mi corazón se destrozo. Esas eran las palabras que no esperaba oír. Oh bueno, yo no quería oír. Aguante un suspiro y me lo trague. También aguante las lagrimas. ¿Por qué lloraría?, pensé estúpidamente, solo lo conozco hace unos días. Mordí mi labio inferior. Esto era malo.

Cerré los ojos y una lágrima se escapo por uno de ellos. Eleve una mano para secarla, pero Kenneth se me adelanto. El seco la lagrima, pegándose un poco más a mí. Coloco sus manos a ambos lados de mi rostro. Me obligue a mirarlo.

-No me malinterpretes –susurro-. Si me gusto el beso. He pensando en el toda la noche, casi ni dormí por tu culpa. Pero, estuvo mal. Nosotros no nos conocemos lo suficiente, y yo tome demasiada confianza. Lo siento.

Mi corazón salto de nuevo a la vida. Kenneth no había dicho que era un error. Pero, ¡había dicho que le había gustado el beso! Fue lo suficiente para hacerme feliz. Por lo demás, pues, pensaba igual que el. Sonreí a medias, no queriendo mostrar que estaba ultra feliz.

-Está bien –susurre.

El me sonrió dulcemente y se inclino un poco para besar mi frente. Sus labios eran suaves al contacto con mi piel y sus brazos eran maravillosos cuando los sentí a mí alrededor. Me apreté a él sintiendo que el momento en si, era mágico. Era lo suficientemente hermoso como para olvidarme de donde estaba y de todo a nuestro alrededor, además de Kenneth y su calor.

Y el momento era perfecto hasta que aparecieron Kelly y Brad.

-Aw, que linda pareja –dijo Kelly, con una voz alta y clara. Atrajo la atención de todo el mundo en el campo mientras nos miraba. Una sonrisa cínica cruzaba su rostro-. Hola chicos.

-¿Qué quieres? –le pregunte, después de soltarme de malagana del delicioso abrazo de Kenneth.

-Ah, nada, solo pasaba –dijo, viéndose inocente-. Y pues, lo vi. ¡Son tan lindos!

-Deberían desaparecer ambos –dijo Brad, mostrándose demasiado serio mientras miraba a Kenneth. Sus palabras fueron demasiado duras como para que parecieran una broma.

Me estremecí cuando sentí su mirada sobre mí. Era demasiado fría, atemorizante. Por primera vez en mi vida, había visto esa mirada en su rostro. Una verdadera mirada intimidante, que eriza los vellos del cuerpo. Fue tan horrible, que recorde a la cosa que se habia aparecido en mi habitacion la noche anterior. Aguante la respiracion silenciosamente con el recuerdo y la comparacion. Era demasiado.

-Cariño, no seas tan duro –dijo Kelly, codeándolo un poco-. Ellos solo estaban demostrándose amor.

-Desaparezcan –dijo Kenneth, en su voz fría. Esa, al menos, no era tan horrible como la de Brad.

-¿No quieres que estemos aquí?

Kenneth sacudió su cabeza.

-Vámonos, Kelly –dijo Brad-. Déjalos siendo cursis –su mirada, su expresión, no se suavizo ni un poco. Agarro de la mano a Kelly y se alejaron de nosotros.

Yo mire a Kenneth sintiéndome confusa. ¿Qué había sido eso? No tenía manera de saberlo. Kenneth no me diría nada aparte de que era competencia masculina. Sinceramente, no creía que hubiera sido una simple discusión entre hombres. Para mí, era mucho más importante que eso.

Y mucho más peligrosa también.

Pero no pregunte.

Oh.
¿Porque Kenneth es asi con Brad?
Ya me lo habia preguntado eh.
Ya que.
¡AMO TU NOVELA!
Y sabes muy bien que no me cansaré de decirtelo.
Asi que, debes seguirla, ¿Ok?
¡SIGUELA!
Bye.

New reader!!! Ame tu novela de verdad!
Yo tambien soy de Puerto Rico!!! Very Happy

Escribes increible! Quiero saber que
pasara! De verdad la AME!
Siguela y espero nos llevemos bien Smile

Casada Con Cantidad de envíos : 1384 Fecha de inscripción : 25/12/2010

omg ...

omj! Speecless!
Lo ame <3
siguela pronto

Oh dios cuanto grito en este capitulo, x que la tipita esta no feja empaz a kenneth y a ______ que se compre un paquete de tiempos compartidos y se valla a china a molestar a otros … por otra parte amo a kenneth es un especie de mi chico ideal tiene un no se que, que que se yo … que me encanta es tierno apasionado, misterioso awww lo amo… … siguela Un beso XOoXo

Capitulo 16:
Esa mañana del sábado, me dirigía hacia el consultorio de mi sicólogo con mi mamá. Papá, como siempre, no tenía tiempo para nosotras o cualquier cosa que pasara en casa. Aunque, a veces –unas muy raras veces- él nos acompañaba al consultorio y estaba todo el día con nosotras después de la consulta. Pero como dije antes, eran unas muy raras veces. No muy frecuente veía a mi padre, y cuando lo veía eran solo unos minutos y adiós. No era como me gustaría estar con mi padre, pero atesoraba esos minutos a su lado como nunca.

-¿Qué tal tu semana, ____? –pregunto mamá, mientras manejaba hacia el consultorio que estaba apartado en el centro de la ciudad.

Recapitule mi semana. Nada interesante había pasado además de ver una cosa terrorífica en mi habitación, besar a Kenneth, discutir con Austin y Brenna, y reprobar mi examen de Historia. Definitivamente ninguna opción era lo suficientemente pasable para mi mamá. Y si decía alguna silaba de aquello, comenzaría una lluvia de replicas, reclamos y preguntas. Era mejor dejarlo como estaba, en el plano aburrido.

Suspire y me encogí de hombros.

-Nada interesante –dije, mostrando indiferencia.

-¿Que tal tus clases? ¿Todo bien?

-Estupendo –nada de mencionar el repruebo de Historia.

-¿Cómo están Austin y Brenna? Hace tiempo que no veo a Austin –sonrió-. Dile que le mando saludos ¿vale?

-Vale –sonreí-. Yo se lo digo. Ambos están bien. Son una hermosa pareja feliz.

-Si, siempre lo supe –suspiro-. ¿Y tú? ¿Qué pasa con el chico que te acompaña a casa?

Fruncí el ceño al escuchar su pregunta. Era demasiado extraña dado a que mi mamá jamás estaba en casa cuando Kenneth me acompañaba a ella todas las tardes. Mordí mi labio inferior pensando en cómo lo sabría, y en alguna respuesta ingeniosa para darle. Me la puso difícil.

-¿Cómo sabes que Kenneth me acompaña a casa? –pregunte-. Tú nunca estas en casa. Además, no pasa nada entre él y yo. Somos solo amigos. Como con Austin.

Ella giro su rostro hacia mí y me mostro la misma expresión que Brenna me había mostrado el día en que nos había interrumpido a Kenneth y a mi durante el beso. Fue exactamente la misma que me mostraba cada persona cuando decía que Kenneth y yo solo éramos amigos. Pero, de mamá me pareció extraña. Un día decía que Kenneth no le agradaba y ahora pensaba que él y yo teníamos algo. No había como entenderla.

-¡Es enserio! –dije, necesitando que todos entendieran que entre él y yo no había nada.

-Te creo –dijo, con una pequeña risita. Devolvió la mirada al camino-. Pero nada se pierde con suponer.

-Pues no supongas nada –sonreí-. Kenneth es solo un amigo.

-De acuerdo, eso ya lo entendí –sonrió-. ¿Y no hay otro chico?

-No –dije. Mi sonrisa se desvaneció poco a poco-. Los chicos en la escuela piensan que soy retrasada y una loca –desvié la mirada hacia la ventanilla viendo los edificios desaparecer y aparecer conforme avanzábamos.

Recordé las palabras de Kenneth al respecto. El me había dicho que yo era perfectamente normal, que ellos eran los anormales. Pero, ¿Por qué había visto la sombra en mi habitación? ¿Qué, si yo no era del todo normal como decía todo el mundo? ¿Qué, si en serio estaba loca?

-____, te he dicho que no les hagas caso –dijo mamá, con una voz seria y preocupada. A ella tampoco le gustaba esa situación, pero nada podía hacer.

-Si, lo sé, pero es imposible ignorar lo que murmuran sobre mí. Austin, Brenna, Kenneth -ahora incluido- y yo, somos los locos de la escuela. La bola de anormales dentro de un círculo normal –hice las comillas con mis dedos rodando los ojos.

Mamá abrió la boca para decir algo pero la interrumpí.

-No, no digas nada. No importa. He vivido con esto toda mi vida –suspire-. Ya lo supere.

-Me molesta que te resignes –dijo ella-. ¿Qué te dicen los profesores?

-Ellos son iguales a los estudiantes –me encogí de hombros-. Todos menos el de literatura y el de Historia. Uno es genial conmigo y el otro parece que tiene todo contra mía. Lo tengo que soportar a pesar de todo –volví a encogerme de hombros. En realidad, no importaba.

Mamá estaciono el auto en el estacionamiento justo al lado del consultorio del sicólogo. Nos bajamos y entramos en el lugar. La secretaria, Anne, nos sonrió.

-El señor Williams te atenderá pronto, ____ -me dijo-. Solo dale unos minutos.

-De acuerdo –dije.

Camine hacia la hilera de asientos pegados a la pared y me senté en uno de ellos. Mamá se quedo hablando con Anne mientras esperábamos. Anne era apenas una mujer. Se podría decir que tenía unos seis años más que yo, pero teníamos más o menos la misma apariencia de adolescente. Ella era una chica delgada, bajita, de ojos grandes y cabello castaño. Yo, en cambio, era alta, con un poco de más curvas y de cabello negro contrastando con mi piel pálida. Mis ojos eran grandes, pero eran de un color azul intenso muy distinto al negro de mis padres, pero extrañamente más parecido al de los ojos de Alberto. No sé por qué, pero siempre me había preguntado porque el color de mis ojos era parecido al de mi sicólogo. Era una duda que me carcomía poco a poco cada vez que iba a una consulta y veía a Alberto directo a sus ojos. Me sentía desconcertada por el parecido, pero mamá jamás pareció notarlo.

Unos minutos pasaron mientras yo estaba perdida entre mis pensamientos. Anne me llamo.

-Hora de entrar, ____ -dijo ella.

-Okey, gracias.

Me levante del asiento y rodee el escritorio de Anne, pasando por el lado de mamá. Abrí la puerta hacia la oficina de Alberto y entre. El estaba detrás de su escritorio y sonrió al verme. Su cabello negro brillo a través de la luz del ventanal detrás de él.

-Hola, ____ -dijo él.

-Hola –dije.

-Toma asiento –indico una silla frente a su escritorio. Allí me senté.

El lugar no era un típico lugar de sicólogo que muestran en las películas. Se parecía más a un consultorio de un doctor general. Unos grandes libreros llenos adornaban toda una pared a mi izquierda, y a mi derecha, habían unos libreros mas pequeños que no pasaban mi altura como los otros. Encima de ellos, había certificados enmarcados. Había como mínimo diez de ellos colgando sobre la pared. Todos los muebles de la oficina eran en caoba. Originales, me había dicho Alberto una vez. Había también un árbol y una planta aquí y allá decorando y ambientando el lugar. También una que otra figurilla complementando el decorado. Acogedor.

Alberto rodeo su escritorio y se sentó en la silla a mi lado colocando el tobillo de su pierna derecha sobre la rodilla de la izquierda. Sonrió desviando su mirada al bloc de nitras sobre su regazo. Su bolígrafo negro estaba listo para la escritura.

-Bien. ¿Qué tal tu semana, ____? –pregunto.

-Todo bien.

El bolígrafo se movió sobre el bloc.

-¿Estas tomando tus pastillas correctamente?

-Si –dije. Decidí no mencionar la noche en la cual no las había tomado y que esa mañana se me había olvidado tomarlas. Sería mejor dejarlo como secreto.

-¿Algún desliz en tu vida? ¿Algo nuevo ocurriendo?

-Nada.

-Vamos, ____ -elevo su mirada hacia mi-. Sé que paso algo. Sé que está pasando algo. Dime.

El había estado escribiendo la conversación pero se detuvo al notar que no quería hablar de nada ese día. El siempre me sacaba algo nuevo todas las veces que tenía que ir a las citas. Pero aquel día no me sacaría nada que no quisiese decir.

-Está bien –me rendí-. Una familia nueva se mudo al vecindario. Tengo un nuevo amigo en el grupo.

-Bien –continúo escribiendo-. ¿Qué más?

-Nada más.

-¿Qué ha estado pasando en la escuela?

-Estoy bien –suspire, cuando me miro por encima de sus parpados alzando as cejas-. Reprobé el examen de Historia porque no sabía nada sobre la Segunda Guerra Mundial. Pero es todo. En todas las demás clases estoy bien –sonreí.

-Deberías estudiar mas –volvió la atención al bloc.

-Eso intento -suspire.

-¿Algo más que quieras contar? –Levanto la cabeza mirándome a los ojos-. Estás muy seca hoy. ¿No quieres hablar?

-No –dije-. Estoy bien. No me pasa nada.

-Sabes que si pasa algo, puedes venir a mí. ¿Lo sabes, ____?

-Si lo sé –rodé los ojos imperceptiblemente-. En cualquier momento después de llamar a Anne.

-¿De verdad no quieres decir nada mas?

Lo considere. Si decía todo lo que había pasado en dos días, le alertaría a mamá que pasaba algo. Ella preguntaría, él preguntaría, todos me acosarían al respecto. Alberto tal vez consideraría la idea de mandarme a una clínica para tener un tiempo lejos de todo lo malo a mí alrededor. Tal vez me drogaría con más pastillas de las que me daba y terminara loca de verdad.

-No –decidí-. No quiero decir nada más. Estoy bien –repetí, esperando que ya acabara la consulta. Fue corta, rápida e inútil. Otro día, me desahogaría de todo lo que me habrían dicho en la escuela, de lo rechazada que me sentía a pesar de ser amiga de Austin y Brenna, de todo lo malo que sentía a mí alrededor, de lo presionada que me sentía. Pero ese día no. Me sentía mejor que cualquier otro día, y no iba a desaprovechar mi día en la consulta, decidí.

-Bien –el respiro hondo incorporándose conmigo-. Entonces, que tengas buen día, ____. Nos veremos en la próxima consulta.

-De acuerdo –asentí y sonreí-. Hasta luego, Alberto.

Salí de la oficina. Mamá me miro frunciendo el ceño.

-¿Ya? ¿Eso fue todo?

-Sip –dije sonriente.

-Eh, entonces vámonos –me sonrió.

-Nos vemos, Anne –me despedí con la mano mientras avanzábamos a la salida.

-Adiós –dijo ella.

Oh.
Pensé que le diria algo sobre la aparición extraña en su habitación.
Pero tiene razón, si le dice, le dejaria más pastillas y bueno, ya que.
Espero que la sigas re pronto.
Y esa mamá de ______ es bipolar, un dia le disgusta Kenneth y otro parece agradarle, me confunde, Jajaja.
Solo espero que subas pronto, sigue pronto.
Cuidate Muchisimo, Bye.

Me encanto el capi!
Esta genial!!
Que bueno que no le
dijo nada ni a su madre ni a
Alberto!
Siguela pronto plis!!

aiii Licsa perdon perdon perdon por no pasarme antes
esq no me lleganba las notificaciones Bravo!

y me parecia muy muy raro pero bueno
ya estoy aquii wiiii
yyy no puedo creer q me perdi esos capis geniales!!!
aiii SIGUELA lo mas pronto q puedas sii???

ahh y en cuanto a lo q escribes genial es en serio eh! Hahahaha

siguela!

Aqui les dejo el ultimo capitulo del dia porque lo tenia listo xD
Se cuidan. Las quiero♥

PD: Tatii Jonas, no te preocupes. Se lo que se siente cuando no llegan los (...) mensajes. Quedas perdonada : )

Capitulo 17:
Salimos de allí del consultorio hacia el centro comercial. Mamá dijo que quería comprar un poco y distraerse del estrés de la semana. Y yo no me queje. También lo necesitaba, aunque yo no tomaba las compras para reducir el estrés.

Mamá y yo recorrimos todo el centro comercial. Ella compro más cosas que yo porque ella tenía un gusto diferente. Yo, en cambio, compraba en lugares como Hot Topic, Forever 21, Pac-Sun, Journey… y tiendas como esas. Mamá era un poco menos exigente a la hora de vestir. Ella bien podía ponerse un jean y una camisa de algodón de JCPenney o un vestido que le gusto de alguna otra tienda. Pero yo necesitaba jeans, una camiseta de Hot Topic y unas zapatillas deportivas de Journey o Foot Locker, ya que era muy rara la vez que yo me pondría un vestido o sandalias.

-Iré a dar una vuelta por ahí –le dije cuando me canse de la tienda en la que estábamos. Necesitaba salir.

-Me llamas para saber donde estas, ah –dijo, mirando una blusa con un estampado horrible.

-Si mamá.

Salí de la tienda deshaciéndome de la sensación de no estar en mi lugar. La tienda claramente no era de mi estilo.
Camine sin rumbo por el centro comercial, buscando donde entrar. Pero me limite a ver las vitrinas mientras pasaba. Había ropa linda por todos lados. Pero era ropa estilo Kelly. Corta, llamativa y provocativa. Okey, no toda la ropa de las vitrinas (o tiendas) tenían ese estilo, pero era en resumen lo que encontraba.

Pase por American Eagle y eche un vistazo a dentro. Tuve que dar un segundo vistazo para darme cuenta de que dentro de la tienda estaba Kenneth. Alce las cejas y abrí la boca sorprendida. ¿Qué, me lo encontraría en todos lados? Él me sonrió desde su posición. A su lado, su madre le estaba enseñado una linda camisa azul que él ignoro. Hablo con su madre sin quitarme la mirada de encima y ella levanto la mirada hacia mí. Sonrió y asintió con la cabeza. Kenneth compartió otras palabras con ella y un segundo después estaba caminando hacia mí.

Le sonreí cuando estuvo frente a mí.

-Hola –dijo, sonriendo.

-Hola. ¿Me estas siguiendo?

Él se rió.

-No, en realidad no. Es solo una casualidad –me guiño. Sentí que me derretí como chocolate caliente-. ¿Estás sola?

-No… digo, si. Bueno… -me reí-. Mi mamá esta por ahí.

-¿Quieres dar una vuelta? –pregunto.

Considere su oferta mientras mordía el interior de mi mejilla.

-Claro.

Caminamos por el edificio, juntos mientras él me contaba cosas que me hacían reír. Nos burlamos de varias personas que nos pasaron por el lado vistiendo unas horribles combinaciones. Corrimos por las hileras de ropas en las tiendas y burlamos a seguridad en varias ocasiones. Al final, compramos unas malteadas en el área de comida del centro comercial y nos sentamos un rato.

-Deberíamos hacer esto seguido –dijo él riendo.

-Como si pudiéramos –me reí y puse los ojos en blanco. Tome un trago de mi malteada de chocolate.

-Tal vez otro día ¿no? –se inclino sobre la mesa hacia mí y sonrió.

-U hoy –me reí-. ¿Qué mas haremos antes de volver a la compañía de las madres?

-No lo sé. Pero podemos dar otra vuelta ¿no?

Se echo hacia atrás recostándose contra la silla y tomo un sorbo de su malteada. No sabes cuánto hubiera dado en ese momento por ser ese vaso. Tome un sorbo de mi propia malteada desviando la vista.

-Si, tal vez –dije. Deje la malteada sobre la mesa y me levante-. Voy al baño -señale con el pulgar detrás de mí.

-Claro, aquí te espero –dijo y sonrió.

Le devolví la sonrisa y me gire para comenzar a caminar hacia el baño de damas. Pase a través de las mesas y de las personas acumuladas en los alrededores. Cuando me acerque al pasillo que daba hacia los baños de hombres y mujeres, vi una figura pasar frente a mí. Brad para ser más exactos. Él estaba completamente vestido negro y tenía la capucha de su sudadera sobre la cabeza. Casi no se diferenciaba que era él, pero yo lo note por su caminar tan espantoso. En serio caminaba feo.

Miro a ambos lados sospechosamente antes de entrar al baño de hombres. Cerró la puerta detrás de sí y no pude ver si tenía compañía. Rápidamente, algo dentro de mí dijo que cualquier cosa que haría allí no era buena. Sentí el impulso de entrar en el baño a pesar de que era el de hombres. Quería averiguar qué era lo que escondía y el porqué se veía tan sospechoso.

Mire detrás de mí y a mi alrededor antes de entrar en baño, asegurándome que nadie vería que entraba en el. Al menos, nadie tenía la vista puesta en el pasillo que daba a los baños.

Entre.

Cerré la puerta detrás de mí, buscando con la mirada a Brad. Estire mi cuello buscándolo mientras me movía hacia las puertas que daban hacia los retretes. El lugar estaba vacío. No había ni sombra de Brad o de algún hombre.

De pronto, las luces parpadearon y se apagaron. Mire a mí alrededor buscando algún bromista que pudo haber apagado la luz. No sentí a nadie a mí alrededor. El miedo recorrió a mi cuerpo al tiempo que mi vista se acostumbraba a la oscuridad. Escuche un clic que me decía que la puerta estaba cerrada… con seguro. Di una vuelta en mi propio eje buscando a alguien a mí alrededor. No había nadie. Solo estaba yo.

Cerré los ojos -cosa que fue un grave error. Cuando los volví a abrir unos ojos rojos estaban mirándome desde el extremo lejano del baño. Era la misma cosa que se había aparecido en mi habitación hacía varios días. Trague. No de nuevo, suplique mientras comenzaba a temblar de miedo. Sentí los escalofríos recorrer mi cuerpo justo como aquella noche horrible.

La cosa sonrió, mostrando sus blancos y terroríficos colmillos. Me tense.

-Hola, ____ -dijo en su voz susurrante y tenebrosa. Trague al escuchar mi nombre a través de sus colmillos. Esto era lo suficiente malo ya. ¿Cómo demonios sabia mi nombre?

Di un paso atrás tensándome aun más. Mi corazón martilleaba contra mi pecho, bombeando sangre rápidamente hacia mi cerebro, haciéndolo doler. Me lleve las manos hacia los oídos y apreté las palmas sobre ellos, cerrando los ojos. Era una especie de zumbido ensordecedor lo que escuchaba a través de mis manos, y dolía demasiado. Solté un gemido cayendo al suelo de rodillas. Mi cuerpo temblaba incesantemente y los escalofríos seguían recorriéndome una y otra vez.

-Dime, ____, ¿Dónde está la princesa? –pregunto, susurrando en mi oído. Mi cabeza se volvió insoportablemente dolorosa-. El caeli debe haberlo dicho ya.

-No sé que hablas –grite-. Déjame en paz.

-¿Quién es ella? –insistió-. ¿Por qué el caeli está contigo? Él debería estar protegiéndola a ella, no a una estúpida e insignificante humana como tú.

Sus palabras fueron mi mínima preocupación. El zumbido aumentaba y disminuía irregularmente mientras la sombra se movía a mí alrededor. Esto no había pasado la otra vez que la había visto. Aquella vez solo fueron preguntas e intercambio de miradas. Nada torturante. Pero ahora era diferente. Muy diferente.

-El caeli debió haberlo dicho ya. Él lo sabe. ¡Pregúntale! –sentí su voz gritarme al oído, penetrando directamente a mi cerebro.

-No se dé que hablas –articule, apenas audible.

-¡Si lo sabes! –volvió a golpearme directamente al cerebro, haciendo el dolor aun más insoportable-. Si no, él no estaría contigo. Si no, su familia no estaría aquí. Ellos saben dónde está la princesa y yo necesito saberlo.

Mi respiración se volvió jadeante y las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas debido al dolor. Apreté mis oídos aun mas fuerte intentando –de alguna manera- detener el zumbido, de alejar la voz de la sombra o de detener todo eso. Quería paz… y salir de allí viva.

Grite cuando sentí su mano en contacto con la piel de mi cuello. Sentí como si quemara toda el área con tan solo el contacto de su piel en la mía. Me retorcí y continúe gritando sin lograr que me soltara. De un segundo a otro, quede presionada sobre el suelo con la sombra flotando sobre mi y su mano aun agarrando mi cuello. No deje de gritar ni un solo segundo. Haría lo que fuera para alejar esa cosa de mí. Y necesitaba ayuda para hacerlo.

Sus terribles ojos rojos taladraron los míos enfundando miedo y horror. Sus colmillos saltaron a la vista en una demoniaca sonrisa. Su rostro se acerco mucho al mío después de alejar su mano de mi cuello. Yo deje de gritar y como no podía moverme, me mantuve debajo de él con la mirada fija. Los sollozos se escuchaban por todo el baño.

-La próxima vez que nos veamos quiero información –susurro-. Dile al caeli que te tengo acorralada y si no dice donde está la princesa, te matare.

Sus ojos se elevaron hacia la entrada. Comenzó a escucharse el ruido de la manija intentando ser abierta. Estaba trabada por supuesto, pero la sombra se vio molesta de alguna manera. Hizo un sonido entre sus colmillos que me aterrorizo aun más.

-Si aprecias tu vida, lo dirás y el caeli hablara –me miro durante un segundo mas y desapareció entre la oscuridad.

Ah. Esa sombra de "#$%&# me está asutando enserio.
¿Que quiere?
¿La princesa? Ok, entiendo perfectamente lo del Caeli, eh.
Pero eso de la princesa no. Y me está poniendo nerviosa.
Eh, ¿Vió a Brad? Y luego, ¿Que se hizo?
¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
La que se va a volver loca soy yo. Enserio.
Ya mujer, siguela lo antes posible, quiero saber más, ¿Si? ¡Por favor!
Es que... Pobre ______, está siendo martirizada por algo que no tiene ni idea.
¡SIGUE!
Bye (:

oh Dios, morí con el capitulo
Kenneth, como lo amo, es tan skljsdlk
¿que es esa cosa negra? ¿que es un caeli? k, creo que lo sabre con el tiempo
y ¿que hacia Brad en todo esto? yep, definitivamente amo tu novela, siguela pronto, necesito leer más más y más
besos, adiós.

QQQ??? OMJ!! ahora si no entiendo nada
ok si peroo estoy confundida :S :S
tienes q seguirla LO MAS PRONTO Q PUEDAS PORFA!!

y sii yo tmbn odio cuando pasa eso de las notificaciones pero NO volvera a pasar lo prometo Very Happy

Hey soy nueva lectora y djame dcirt q tu nove m kauso un cuadro d ansiedad gracias al kual dsarrolle una adiccion al kafe y soy tragona compulsiva y no duermo x descifrar qien ch1ng@os es la princesa y pa mi q el keneth es el caeli aunq no ntiendo xq le pusist asi y es el algun tipo d guardiam magico y la princesa es rayita solo q la sombra fea esa no se a dado cuenta y kreo k esa sombra es brad y pa mi tambien q el psicologo s algun tipo d caeli o alomejor es malo xk x lo visto kiere a rayita drogada seguro xk le konviene tal vez ella sea adoptada y tnga algo k ver cón ese sicologo o tal vez yo estox reqetebotada d la kabeza y lo estoy imaginando todo enserio x tu culpa ya no tngo uõnas tu nove m fascina es hipnotisante siguela pronto mi vida esta en tus manos jajaja solo una duda ese disqe amigo imaginario d nina c llamaba nick, kabe la posibilidad d q ste sea el mismo kenet y si es asi xq cambiar el nombre y ocultar su idntidad y xk todos kreen k rayita sta loka plis aklara mis dudas. Grax

PD lo se enlokeci y sabes d kien es la culpa...aja si tuya xD

PD 2...d todas formas gracias prefiero estar loka.
PD 3 escribes incre kon pasion sigue asi no kmbier xao

omg! como me da miedo
es mounstro!!! D:
sospecho que el Caeli es
Kenneth (?
siguuela pronto please!

kjsaksjaksjaksjkasj Hooooolaaa chicaaas!
¿Que tal? ¿Todo bien? Okey. : )
haha' acabo de ver un comentario de una maravillosa nueva lectora (...) .-.
Niña ¿de donde sacaste todo eso?
Si, definitivamente estas loca. xD
Me encanto tu comentario. Me hizo reír bastante.
Aw, gracias por los demás comentarios chicas!
Son grosas al pasarse cada día a leer mi nove.
Las quiero, Tatii Jonas, cathiwaffles, Rebecca Alvz y I'mUnicornBitch... que se cambio el nombre a ~ Hit The Lights ~. Lindo nombre, ah. Me encanta esa canción : )
Se cuidan.
Licsa-Off

Posdata: Aquí viene capitulo. Disfrútenlo

Capitulo 18:
Solté un grito estridente cuando las luces volvieron a encenderse y la puerta se abrió de golpe. Un grupo de hombres entro en el baño. Entre ellos, había dos policías, dos hombres en ropa normal y Kenneth. Este último corrió hacia mí con la expresión llena de preocupación. Se arrodillo a mi lado tan rápido que escuche el golpe de sus rodillas contra el suelo. Paso su brazo por debajo de mi cuello levantándome del suelo. Recosté mi cabeza en su hombro y continúe llorando. Me abrace a él muy fuerte, necesitando el abrazo con desesperación.

-Ya paso, linda. Ya estas a salvo –dijo él en mi oído. Me meció contra su cuerpo y beso mi cabeza con delicadeza.

-¿Qué exactamente paso? –pregunto un hombre. Creo que había sido el policía-. No vimos nada. Solo ella tirada sobre el suelo.

-Cállese –dijo Kenneth en voz severa-. La alterara aun más. Espere a que se calme y hablara.

Nadie dijo nada más.

Kenneth se limito a decir cosas lindas y consoladoras en mi oído con su voz más dulce. Y ayudo, porque poco después me calme lo suficiente como para hablar. Pero no lo hice. Me mantuve aferrada al cuerpo de Kenneth con miedo a que fuera solo un sueño y que cuando despertara volviera a estar sola en el baño con la sombra acosándome con sus horribles ojos rojos.

Kenneth acaricio mi cabello con delicadeza y espero con paciencia a que voluntariamente hablara. Volvió a depositar un beso sobre mi cabeza antes de que yo hablara.

-Estoy bien –susurre.

-¿Segura? –Susurro él también.

Asentí con la cabeza. Aleje la cabeza de su hombro y note que los demás hombres seguían a nuestro alrededor, mirándonos a ambos. Sus expresiones eran indescifrables y seguramente los policías pensaban que yo estaba loca. Primero: estaba en el baño de hombres; segundo: me encontraron sola, gritando y llorando. Eso no es más normal que la sombra que había visto. De modo que lo consideraban como una locura.

Devolví mi mirada hacia Kenneth sintiendo su preocupación por mí. Él esperaba que una palabra más saliera de mis labios. Pero, ¿Qué diría? Frente a los demás hombres no podía decir que había visto una cosa de otro mundo y que preguntaba por un caeli. Kenneth al menos me creería un poco, pero los otros hombres pensarían que estaba loca de remate y que necesitaba con urgencia ayuda psicológica. Al menos los entendía, yo también pensaba que necesitaba ayuda.

-¿Qué paso, ____? –pregunto Kenneth, calmadamente-. ¿Qué paso aquí?

Vacile un segundo.

-No lo sé –conteste al fin-. Todo es muy confuso.

-¿Qué tan confuso? ¿Qué viste?

-No sé. Primero había un hombre sospechoso entrando aquí y luego estaban todas las luces apagadas y yo encerrada aquí –respire hondo con el horrible recuerdo de lo que había pasado en solo unos minutos-. No lo sé –susurre, bajando la cabeza.

-____, necesitamos que nos digas que mas viste –dijo Kenneth, llevando su mano hacia mi mentón y obligándome a verlo.

-¿Cómo era el hombre? –Pregunto el mismo hombre de antes- ¿Por qué no nos avisaste?

Mi mirada estaba fija en los ojos de Kenneth mientras escuchaba las preguntas. Yo no sabía que responderles. No podía decir que Brad había entrado al baño si cuando ellos habían entrado en él, no había nadie a mí alrededor. Tampoco podía describir bien a Brad porque todo era demasiado confuso… y oscuro.

Suspire y sacudí la cabeza.

-No lo recuerdo –gire mi cabeza hacia los hombres a nuestro alrededor-. Pensé que podría detenerlo y hablar con él. O al menos averiguar que iba a hacer aquí.

-¿Por qué no está aquí? –Abrió sus brazos demostrando el lugar-. ¿Por qué solo nos encontramos contigo tendida en el suelo? ¿No es algo raro?

Trague ante la pregunta. Él tenía un punto. Ni yo misma tenía una respuesta para esas preguntas. Baje la cabeza y la sacudí como diciendo que no sabía.

-Que no vuelva a suceder, chicos –dijo otro hombre. Supuse que el otro policía-. Esta broma no es muy linda. Así que salgan de aquí ahora, y no llamare a sus padres. De lo contrario, estarán en la celda de seguridad toda la noche.

Kenneth y yo asentimos y él se levanto del suelo primero para luego ayudarme a levantarme. Poco después atravesábamos la multitud que estaba congregada en el área de comida. Kenneth tenía mi mano sujeta en la suya mientras caminábamos de vuelta al centro comercial como tal. Él no había dicho nada mientras caminábamos, pero si tenía la mandíbula tensa y el agarre de su mano sobre la mía estaba un poco apretado demás. Pero no dije nada al respecto. Lo seguí hasta que él se detuvo en un lugar despejado de oídos curiosos.

-¿Qué fue lo que viste en realidad, ____? –Pregunto repentinamente, tomándome por sorpresa-. Quiero solamente la verdad.

-¿Recuerdas la noche en la que te conté sobre la sombra? –pregunte.

Él asintió.

-¿Volviste a verla?

Esta vez, yo asentí.

-¡Demonios! –exclamo-. ¿Qué te dijo esta vez? ¿Te lastimo?

Me cruce de brazos mirándolo fijamente. Fruncí mis labios pensativamente.

-Sigue insistiendo con la cosa del “caeli” –hice las comillas con mis dedos-. Y de la princesa. ¿Tú sabes algo, cierto? La cosa insiste en que si, Kenneth. Di la verdad.

Su rostro se volvió una cara de póker. No dijo nada. Se limito a verme mientras yo intentaba adivinar sus pensamientos. No sabía si él en realidad sabía algo sobre lo que hablaba la cosa o si la cosa se estaba equivocando de personas.

No, la segunda opción no podía ser. Kenneth era el único humano extraño que conocía desde hacían anos. Y desde que él llego, las cosas raras han comenzado a pasar. Pensé en eso. Primero la casa, después la cosa… era demasiada coincidencia. Pero Kenneth no me parecía peligroso de ninguna manera. El parecía un adolescente normal.

Y la palabra clave aquí era: parecía.

-No tengo idea de lo que esa cosa habla –dijo solemnemente.

No le creí. Se había tardado mucho en contestarme. Arquee una ceja incrédula. No me tragaría de ninguna forma que él no tenía nada que ver con la sombra o con de lo que hablaba.

-Piensa lo que quieras entonces –dijo entre dientes, frustrado. Su mandíbula se tenso aun más-. No voy a discutir contigo sobre esto cuando no tiene lógica.

-¡Si la tiene! –proteste-. El me dijo que el caeli sabía donde estaba la princesa. Que su familia sabía donde ella estaba. Me dijo que quería saberlo… o me mataría –susurre.

Algo brillo en los ojos de Kenneth, pero no pude deducir si era furia, escepticismo o que. Suspire cuando él se acerco a mí y agarro mis manos entre las suyas. Su mandíbula se relajo lo suficiente como para escuchar totalmente sus palabras.

-Confía en mí; todo estará bien, ____ -dijo con dulzura, mirándome directamente a los ojos-. No importa lo que diga esa cosa, tú estas a salvo, ¿de acuerdo? Nada te ocurrirá. Lo prometo.

Se inclino hacia mí y beso mi frente con delicadeza. Yo enrolle mis brazos alrededor de su cintura y me pegue aun más a él. Solo el contacto de su piel con la mía me hacía sentir segura. Me hacía sentir en las nubes. Sonreí.

-Te creo –dije.

-Ahí estas –dijo una mujer detrás de nosotros.

Me tense al pensar que era mi mamá, pero esa no era su voz. Gracias a Dios no era ella o me mataría al encontrarme con un chico así abrazada y con toda el área solitaria. Me solté del agarre de Kenneth a regañadientes cuando su madre camino hacia nosotros. Me posicione al lado de Kenneth y le sonreí a la señora.

-Hola –dijo ella, mirándonos con sospecha.

Me sonrió cuando termino con su observación y extendió su brazo hacia mí. Estreche su mano, sonriente también, pero sin mostrar mis dientes.

-Soy Denise Jonas –dijo ella con naturalidad.

-Soy ____ Grimaldi –dije. Me di cuenta del apellido que jamás había escuchado por parte de Kenneth. Era lindo-. Mucho gusto.

-El gusto es mío, linda –dijo ella con dulzura. Soltó mi mano y giro su mirada hacia Kenneth-. ¿Nos vamos, cariño?

Cuando me gire a verlo, pude notar que fruncía el ceño. Lo más extraño es que no sabía por qué. Hacia unos momentos su expresión estaba suavizada y después su ceño fruncido. Yo también lo fruncí levemente mientras pensaba en eso.

-Eh, si –dijo rígidamente-. Nos vemos, ____.

Él se despidió de mí con un beso en la mejilla que me dejo medio atontada y con una sonrisita estúpida guindando de mis labios. Sacudí mi mano como despedida y los vi alejarse.

Después, sonó mi teléfono. Mamá.

-Ya voy mamá –conteste girándome hacia el lado contrario de donde Kenneth y su madre se habían marchado.

Yo se que Kenneth tiene algo que ver con esa sombra.
Y no quiere decirlo. Bobo Kenneth. Eso no se hace.
Debe decirle la verdad a ______. ¿Verdad?
Jajaja, chica, espero, DEMASIADO a que subas re pronto.
Porque yo admiro, amo y sigo esta novela hasta el infinito si es necesario, asi que, ¡Sigue!
Vamos, tu puedes, siguela.
De verdad, deseo que sigas YA.
Ah re, ni que se cumpliera. Ya que. Solo sigue. Bye.

AME el capitulo.
sigo diciendo que Kenneth es tan.. perfecto.
la rayita no está loca, y a pesar de que amo a Kenneth, siento que oculta algo, y no es bueno. AAAMO esta novela
espero que la sigas pronto, necesito leer lo que sigue.
Besos, te cuidas Licsa, Adiós

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaash
tenian q ser nuestras madressssss...bueno las suyas pero en fin
xq kenneth no dice la vdd
xq yo stoy convencida d q es el el caeli
pero para q qieren a esa princesa, para que¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡????
como se q no me vas a soplar las respuestas te suplico de la forma mas
atenta y educada Q SUBAS CAP PRONTOOOOOOOOO
siii xfis Razz

xD
okkk siguela pronto no tardeis xq muero d la intriga ok
xale cdt t echo todas las buenas vibras pa´q sigas escribiendo y la
inspiracion de tu musa no c acabe jajaja.

t mando una abrazo axficiante OMG!

y besos xaooooo

siguela nueva lectora :3
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
please siguela Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
Siguela siguela siguela siguela siguela
pasen por mi novela comente haber si la sigo no sean malas hoy subo el primer capitulo
https://jbvenezuela.activoforo.com/t10592-historia-distinta-a-todas-novela-nick-y-tu-hot#390081
please lean
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pleaseeee las amo y siguela

OMJ! Ame los capis!
Sorry por no comentar antes D:
Pero las notificaciones no llegaban!
Estuvieron genial
Esa sombra cada vez me da mas miedo y Kenneth se trae
algo entre manos...Pero es tan lindo
Que sera?? Siguela pliss

Tu fiel lectora reportansose: MarjiJ

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