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| el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) | |
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+14MiriamLondonFoolishly Jenni_kj karinick geness16 NicholasJerryJonas Keeicy stefi-one princess_vivi_ jonas Alejandr@@ Jullita Mrs.President Cathe ivethm Aby Jonas 18 participantes | |
Te gusta la nove?? | SIp es muy buena | | 64% | [ 18 ] | Wuakala no la soporto | | 7% | [ 2 ] | genial continua plis :D | | 25% | [ 7 ] | me da igual ni la leo | | 4% | [ 1 ] |
| Votos Totales : 28 | | |
| Autor | Mensaje |
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Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 10:22 | |
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| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 10:28 | |
| JAJAJAJA,. SI ME TOCO IRME A DORMIR, MI MAMA ME OBLIGO A APAGAR ESTA CARCACHA DE COMPUTADOR ¬¬'
PERO NO PODIIA ESPERAR ASII QUE AQUI VIINEE A ENAMORARME MAS DE TUU NOVEE,!
OPR DIOS SABES HACERLO BIIEN, AMO COMO ESCRIBES. Y ESPERARE ESOS MARAVILLOSOS TRES Ó DOS CAP Q OCUPAN CADA UNO 10 PAG DE WORD,...!!
TE QUIEROO TAMBIIIEN PEQUEÑAAA ABRIL ,. BUENO NO TANOO, YA ESTAS VIIEJA.!
PERO BUENOO TODOS LO ESTAMOS,. ;D
Y SIIEMPRE ESTAREMOS AQUI PARAA TII APOYANDOTEE,. PORQ AMAMOS TU NOVEE,.!!
BESOS GRANDIISISIMOOOOOOOOOOOOOOS.!!
PD. SI TUS ASQUEROSOS PROFESORES TE DEJAN TAREAS , YA TENGO UN FUSIL DE SOBRA Q TAMBIIEN QUIERE SER UTILIZADOO, PARA Q APRENDAN A RESPETAR A TUS LECTORAS. MUaahahahhahhahahaaaha | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| | | | Jenni_kj Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 349 Edad : 31 Localización : maracaibo Fecha de inscripción : 05/08/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 11:15 | |
| HOOOLAAAAA! pff.. sabes algo? YA NECESITO TU NOVEE u_u no puede ser, pero ya estoy poniendome mal de nuevo.. ESTA AUSENCIA DE CAP ME ANGUSTIAA si tus profes te dejan tareas.. LOS ANIQUILAMOSS muahaha:x | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| | | | Jenni_kj Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 349 Edad : 31 Localización : maracaibo Fecha de inscripción : 05/08/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 12:00 | |
| muii poqititooo ): buuhhh.. QEREMOSS NOVEE; QEREMOS NOVEE! sube rapidoo.. estoy a punto de entrar en coma NECESITAMOS CAPP buuuhhh ): | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 12:07 | |
| - Jenni_kj escribió:
muii poqititooo ):
buuhhh..
QEREMOSS NOVEE; QEREMOS NOVEE!
sube rapidoo..
estoy a punto de entrar en coma
NECESITAMOS CAPP buuuhhh ): jajajajjajajjajajajajjajaja Lok°
Como me haces reir Jenni! xD | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| | | | NicholasJerryJonas Comprometida Con...
Cantidad de envíos : 891 Edad : 30 Localización : en el cuarto con nick Fecha de inscripción : 03/08/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 12:13 | |
| noooooooooo no puedo creer que nick haya matado al profesor tanner nooo el es inocente..pero por que estaba tirado en el piso y palido y aaaaa todo es tan confuso hahahahaha por que nick es tan friooo conmigoo..sera por que le recuerdo tanto a mandy? yo creo que siii..pero igual nick tienes que superarla hahaha siguela mujer te prometo no cortarme las venas con una cuchara de plastico..pero eso si tienes que seguirlaa sino ya sabes que pesara una muerte en tu conciencia hahahaha siguela siguela | |
| | | Jenni_kj Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 349 Edad : 31 Localización : maracaibo Fecha de inscripción : 05/08/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 13:23 | |
| POR AMOR A LOS DIOSESSSSSSS LOS JONAS OBVIAMENTEE SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE nos vas a hacer morir de la intrigaa ): y nos debes un MARATON recuerdalo eh? SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE | |
| | | Jenni_kj Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 349 Edad : 31 Localización : maracaibo Fecha de inscripción : 05/08/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 15:20 | |
| ok no piensas subir? ah ah? QIERES QE MUERA??? verdad qe si? eso es loq qieres lose )': pues LO ESTAS LOGRANDOOO! subee yaaaaaa! | |
| | | Aby Jonas Forista!
Cantidad de envíos : 61 Edad : 30 Localización : Mexico-una colada entre las venesolanas xD Fecha de inscripción : 28/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 20:15 | |
| hello girls xD yo voy en la esc en la tarde por ahora en el siguienete semestre espero poder cambiarme a la mañana salgo a las 6:00 pm pero llego a mi house como a eso de las 8, 8:30 oy en la mañana me disponia a editar los caps pero a mi madre se le ocurrio que la necesitaba y se llevo la lap y no pude hacer nada a penas vengo llegando pero aun asi aqui les tengo una parte del cap 13 para q no se me mueran y pueda continuar akbandolo Capítulo 13 Estabas de pie dentro del círculo de adultos y policías, aguardando una oportunidad de escapar. Sabías que Paul había avisado a Nicholas a tiempo —su rostro se lo dijo—, pero no habías podido acercarte lo suficiente para hablar. Por fin, con la atención de todos puesta en el cadáver, pudiste separarte del grupo y avanzaste despacio hacia tu amigo. —Nicholas consiguió marcharse —dijo él, con los ojos puestos en el grupo de adultos—. Pero me dijo que cuidara de ti y quiero que permanezcas aquí. —¿Que cuidaras de mí? Alarma y desconfianza fulguraron a través de ti. Entonces, casi en un susurro, dijiste: —Entiendo. —Pensaste un momento y luego hablaste con cuidado—: Paul, tengo que ir a lavarme las manos. Selena me manchó de sangre. Espera aquí; ahora vuelvo. Él intentó decir algo a modo de protesta, pero tu ya te alejabas. Alzaste las manos manchadas a modo de explicación al llegar a la puerta del vestuario femenino, y el profesor que montaba guardia allí te dejó pasar. Una vez en el vestuario, no obstante, seguiste adelante, hasta salir por la puerta del otro extremo y entrar en la oscura escuela. Y de allí saliste a la noche. «¡Zuccone!», pensó Nicholas, agarrando una librería y arrojándola al otro lado, haciendo volar su contenido por los aires. ¡Idiota! ¡Ciego y odioso idiota! ¿Cómo podía haber sido tan estúpido? ¿Encontrar un lugar allí con ellos? ¿Ser aceptado como uno más? Debía de haber estado loco al pensar que era posible. Levantó uno de los enormes y pesados baúles y lo lanzó a través de la habitación hasta que se estrelló contra la pared opuesta, astillando una ventana. Estúpido, estúpido. ¿Quién iba tras él? Todo el mundo. Paul lo había dicho. «Ha habido otro ataque... Ellos creen que lo hiciste tú.» Bien, por una vez parecía como si los barbari, los insignificantes humanos vivos, con su miedo a cualquier cosa desconocida, tuvieran razón. ¿De qué otro modo se podía explicar lo sucedido? Había experimentado la debilidad, la confusa sensación de estar en un torbellino, de que todo daba vueltas; y entonces la oscuridad se había apoderado de él. Al despertar, había escuchado a Paul diciendo que habían despojado, asaltado a otro humano, al que en esa ocasión le habían robado no sólo su sangre, sino su vida. ¿Cómo se explicaba eso a menos que él, Nicholas, fuera el asesino? Un asesino, eso es lo que era. Malvado. Una criatura nacida en la oscuridad, destinada a vivir, cazar y esconderse allí para siempre. Bien, ¿por qué no matar, entonces? ¿Por qué no dar satisfacción a su naturaleza? Puesto que no podía cambiar, no había razón para no deleitarse en ello. Desataría su oscuridad sobre aquella ciudad que le odiaba, que le daba caza en aquellos mismos instantes. Pero primero..., estaba sediento. Las venas le ardían igual que una red de cables secos y ardientes. Necesitaba alimentarse... pronto..., ahora. La casa de huéspedes estaba a oscuras. Llamaste a la puerta, pero no recibiste respuesta. El trueno chasqueó en las alturas. Todavía no llovía. Tras la tercera andanada de golpes, probaste la puerta y ésta se abrió. Dentro, la casa estaba silenciosa y oscura como la boca de un lobo. A tientas, te encaminaste hacia la escalera y ascendiste por ella. El segundo rellano estaba igual de oscuro, y tropezaste intentando localizar el dormitorio con la escalera que llevaba al tercer piso. Había una luz tenue en lo alto de la escalera, y ascendiste hacia ella, sintiéndote agobiada por las paredes, que parecían cernerse sobre ti desde cada lado. La luz surgía de debajo de la puerta cerrada. Diste unos golpecitos rápidos. —Nicholas —susurraste, y luego llamaste en voz más alta—. Nicholas, soy yo. No hubo respuesta. Agarraste el pomo y empujó la puerta, atisbando al otro lado. —Nicholas... Le hablabas a una habitación vacía. Y a una habitación que era un caos. Parecía como si un tremendo vendaval la hubiese recorrido, dejando destrucción a su paso. Los baúles que habían reposado en esquinas estaban caídos en ángulos grotescos, con las tapas abiertas, con el contenido desparramado por el suelo. Una ventana estaba destrozada. Todas las posesiones de Nicholas, todas las cosas que había guardado con tanto cuidado y parecía tener en tan gran estima, estaban esparcidas por el suelo. El terror te invadió. La furia y la violencia resultaban dolorosamente claras en aquella escena de devastación y hacían que te sintieras casi mareada. Alguien que tenía un historial de violencia, había dicho Taylor. «No me importa —pensaste, mientras la ira brotaba en tu interior para apartar a un lado el miedo—. No me importa nada, Nicholas; sigo queriendo verte. Pero ¿dónde estás? La trampilla del techo estaba abierta, y por ella descendía un aire frío. «Vaya», te dijiste, y sentiste un repentino escalofrío de temor. Aquel tejado estaba tan alto... Nunca antes habías subido por la escalera para salir al mirador y la falda larga dificultaba la ascensión. Emergiste a través de la trampilla despacio, arrodillándote en el tejado y luego poniéndote en pie. Viste una figura oscura en la esquina, y fue hacia ti con pasos rápidos. —Nicholas, tenía que venir... —empezaste a decir, y te detuviste en seco, porque un relámpago iluminó el cielo justo en el momento en que la figura de la esquina giraba en redondo. Y entonces fue como si todo mal presentimiento, temor y pesadilla que hubieses tenido jamás se convirtieran en realidad a la vez. No podías ni chillar; no podías hacer nada en absoluto. «Dios mío... no.» tu cerebro se negó a encontrar una explicación a lo que tus ojos veían. No. No. No querías mirar aquello, no querías creerlo... Pero no podías evitar verlo. Incluso aunque podías haber cerrado los ojos, cada detalle de la escena estaba grabado en tu memoria. Como si el relámpago lo hubiese escrito a fuego en tu cerebro para siempre. Nicholas. Nicholas, tan pulcro y elegante vestido con su ropa de todos los días, con su chaqueta de cuero negro con el cuello levantado. Nicholas, con los cabellos oscuros como una de las nubes de tormenta que había detrás de él. Nicholas había quedado atrapado en aquel fogonazo de luz, medio vuelto hacia ti, con el cuerpo torcido en la posición agazapada de una bestia y con una mueca de furia animal en el rostro. Y sangre. Aquella boca arrogante, sensible y sensual, estaba embadurnada de sangre, que resaltaba espeluznantemente roja en la palidez de su cutis, en el blanco intenso de los dientes al descubierto. En las manos sostenía el cuerpo inerte de una paloma torcaz, blanca como aquellos dientes y con las alas extendidas. Otra yacía en el suelo a sus pies, igual que un pañuelo arrugado y desechado. —Dios mío, no —musitaste. Seguiste musitándolo mientras retrocedías, sin darte apenas cuenta de que hacías ambas cosas. Sencillamente, tu mente no era capaz de hacer frente a ese horror; tus pensamientos corrían alocadamente llevados por el pánico, igual que ratones intentando escapar de una jaula. No querías creer eso, no quería creerlo. Una tensión insoportable se adueñó de tu cuerpo, el corazón parecía a punto de estallar, la cabeza te daba vueltas. —Dio mío, no... —¡_________! Más terrible que cualquier otra cosa fue eso, fue ver a Nicholas mirándote con aquel rostro animal, ver cómo la mueca se trocaba en una expresión de sobresalto y desesperación. —________, por favor. Por favor, no... —¡Ah, Dios mío, no! Los chillidos intentaban abrirse paso violentamente fuera de tu garganta. Retrocediste más, dando traspiés, cuando él dio un paso hacia ti. —¡No! —_______, por favor... ten cuidado... Aquella cosa terrible, la cosa con el rostro de Nicholas, iba tras de ti, los Cafés ojos llameando. Te lanzaste hacia atrás al dar él otro paso, con la mano extendida. La larga mano de dedos delgados que había acariciado tus cabellos con tanta delicadeza... —¡No me toques! —gritaste. Y entonces sí que empezaste a chillar, cuando tu movimiento llevó a tu espalda a apoyarse en la barandilla de hierro del mirador. Era hierro que había estado allí durante casi un siglo y medio, y en algunos lugares estaba casi totalmente oxidado. Tu peso aterrorizado contra él fue demasiado y sentiste que cedías. Oíste el chirrido de metal y madera bajo una tensión excesiva mezclándose con tu propio grito. Y luego ya no había nada detrás de ti, nada a lo que agarrarse, y caías. En ese instante, viste las turbulentas nubes moradas, la oscura masa de la casa junto a ti. Te pareció que tenías tiempo suficiente para verlo todo con claridad y sentir un terror infinito mientras chillabas y caías, y caías. Pero el terrible impacto demoledor no llegó. De improviso había unos brazos a tu alrededor que te sostenían en el vacío. Se oyó un golpe sordo y los brazos te apretaron más, con un peso cediendo contra de ti para absorber el golpe. Luego todo quedó silencioso. Permaneciste inmóvil dentro del círculo de aquellos brazos, intentando orientarte. Intentando creer otra cosa más que resultaba increíble. Habías caído del tejado de una casa de tres pisos y sin embargo estabas viva. Estabas de pie en el jardín de detrás de la casa de huéspedes, en medio del silencio total que mediaba entre los truenos, con hojas caídas en el suelo donde debería estar tu cuerpo destrozado. Lentamente, alzaste la mirada hacia el rostro de la persona que te sujetaba. Nicholas. Había habido demasiado miedo, demasiados desastres esa noche. Ya no podías reaccionar. Sólo eras capaz de alzar los ojos hacia él para mirarle fijamente con una especie de asombro. Había tanta tristeza en los ojos de Nicholas... Aquellos ojos que habían ardido igual que hielo cafe estaban en esos instantes oscuros y vacíos, sin esperanza. La misma expresión que habías visto aquella primera noche en su habitación, sólo que ahora era peor. Pues en ese momento había odio a sí mismo, mezclado con pesar y amarga repulsa. no pudiste soportarlo. —Nicholas —susurraste, sintiendo que aquella tristeza penetraba en tu propia alma. Aún veías las trazas rojas en sus labios, pero ahora despertaban un estremecimiento de piedad junto con el instintivo horror. Estar tan solo, ser tan distinto y estar tan solo... —Nicholas —musitaste. No hubo ninguna respuesta en aquellos ojos sombríos y extraviados. —Ven —dijo él en voz baja y te condujo de vuelta hacia la casa. Nicholas sintió un arrebato de vergüenza cuando llegaron al tercer piso y a la destrucción que reinaba en su habitación. Que fueras tu, precisamente, quien lo viera, resultaba insoportable. Pero, de todos modos, tal vez era también conveniente que vieras lo que él era en realidad, lo que podía hacer. Tu avanzaste despacio, aturdida, hasta la cama y te sentaste. Luego alzaste la vista hacia él, los ojos ensombrecidos yendo al encuentro de los tuyos. —Cuéntame —fue todo lo que dijiste. Nicholas lanzó una breve risita, sin humor, y vio que te echabas hacia atrás. Eso hizo que se odiara aún más. —¿Qué necesitas saber? —preguntó. Puso un pie sobre la tapa de un baúl derribado y la miró casi desafiante, indicando la habitación con un ademán. —¿Quién hizo esto? Yo lo hice. —Eres fuerte —repusiste con los ojos puestos en un baúl volcado. Alzaste los ojos, como recordando lo sucedido en el tejado. —Y te mueves de prisa. —Más fuerte que un humano —dijo él, poniendo un énfasis deliberado en la última palabra. ¿Por qué no reculaba ante él ahora, por qué no le miraba con la aversión que había visto antes? Ya no le importaba lo que tu pensaras. —Mis reflejos son más veloces y poseo una resistencia mayor. Así debe ser. Soy un cazador —finalizó en tono áspero.ok byebye reeeegresoo!! tango un plan para diciembre le pedire a mi dad una lap pero necesito que sea diciembre para poderle lanzar la bomba molotov (me senti bn terrorista yo ) | |
| | | Aby Jonas Forista!
Cantidad de envíos : 61 Edad : 30 Localización : Mexico-una colada entre las venesolanas xD Fecha de inscripción : 28/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 20:29 | |
| En mexico son las 9:29 no desesperen ya va completo | |
| | | Aby Jonas Forista!
Cantidad de envíos : 61 Edad : 30 Localización : Mexico-una colada entre las venesolanas xD Fecha de inscripción : 28/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 20:53 | |
| hola de nuevo aqui esta lo que falta del cap 13; dos caps mas y akbamos el primer libro y si are el siguiente nota donde dice N/A y esta encerrado en un ( ) es que yo me ti mi cuchara osea di mi opinion xD aki el cap intentare pooner el siguiente oy a modo de maraton pero no es segur Algo en tu mirada le hizo recordar cómo le habías interrumpido. Se limpió la boca con el dorso de la mano y luego se apresuró a tomar un vaso de agua que permanecía intacto sobre la mesilla de noche. Sintió tus ojos fijos en él mientras la bebía y volvía a limpiarse la boca. Sí, desde luego que todavía le importaba lo que tu pensara. —Puedes comer y beber... otras cosas —dijiste. —No necesito hacerlo —respondió él en voz baja, sintiéndose cansado y alicaído—. No necesito nada más. —Se volvió de repente y sintió que una apasionada intensidad volvía a alzarse en su interior—. Dijiste que me muevo de prisa..., pero prisa es precisamente lo que nunca tengo. Prisa es lo que tienen los seres vivos, ________. Prisa para hacer las cosas. Yo tengo todo el tiempo del mundo. Advirtió que temblabas, pero su voz sonó sosegada y sus ojos no se apartaron de los tuyos. —Cuéntame —repetiste—. Nicholas, tengo derecho a saber. Reconoció aquellas palabras. Y eran tan ciertas como cuando las habías pronunciado la primera vez. —Sí, supongo que así es —repuso, y su voz sonó cansada y dura. Clavó la mirada en la ventana rota durante unos segundos y luego volvió la cabeza hacia ti y dijo con voz cansina: —Nací a finales del siglo XV. ¿Lo crees? (N/A es mi imaginación o nos gustan viejos? ) Miraste los objetos que yacían donde él los había esparcido al arrojarlos fuera del escritorio con un violento movimiento del brazo. Los florines, la copa de ágata, su daga. —Sí —dijiste en un susurro—. Sí, lo creo. —¿Y quieres saber más? ¿Cómo me convertí en lo que soy? Cuando asentiste, él se volvió de nuevo hacia la ventana. ¿Cómo podía contártelo? Él, que había evitado las preguntas durante tanto tiempo, que se había convertido en todo un experto en la ocultación y el engaño... Sólo existía un modo, y era contar toda la verdad, sin ocultar nada. Exponerlo todo ante ti, lo que jamás habías explicado a nadie. Y quería hacerlo. Incluso a pesar de saber que provocaría que te apartaras de él al final, necesitaba mostrarte lo que era. Y así, con la vista fija en la oscuridad que reinaba fuera de la ventana, donde resplandores azules iluminaban de vez en cuando el cielo, empezó su relato. Habló sin apasionamiento, sin emoción, eligiendo las palabras con cuidado. Te habló de su padre, aquel robusto hombre del Renacimiento, y de su mundo en Florencia y en su finca campestre. Te habló de sus estudios y ambiciones. De su hermano, que era tan distinto de él y del rencor que existía entre ellos. —No sé cuándo empezó a odiarme Joseph —dijo—. Fue siempre así desde que puedo recordar. Quizá fue porque mi madre jamás se recuperó realmente de mi nacimiento y murió a los pocos años. Joseph la amaba muchísimo y siempre tuve la sensación de que me culpaba. —Hizo una pausa y tragó saliva—. Y luego, más adelante, apareció una muchacha. —¿Aquella a la que yo te recordaba? —inquiriste con suavidad, y él asintió—. ¿La que —dijiste con una mayor vacilación— te dio el anillo? Él echó una ojeada al anillo de plata de su dedo, luego te devolvió la mirada. A continuación, lentamente, sacó el anillo que llevaba colgado de una cadena bajo la camisa y lo miró. —Sí; éste era su anillo —respondió—. Sin un talismán así, morimos bajo la luz del sol como si estuviéramos en una hoguera. —Entonces, ¿ella era... como tú? —Ella me hizo lo que soy. Con voz entrecortada, te habló de Mandy. De la belleza y la dulzura de Mandy, y de su amor por ella. Y también del de Joseph.(N/A estos hermanos siempre tienen los mismos gustos aun que muy buenos gustos debo decir aun que a veces les falla D: ) —Ella era demasiado dulce, llena de demasiado afecto —dijo por fin, lleno de dolor—. Se lo daba a todo el mundo, incluido mi hermano. Pero finalmente le dijimos que debía elegir entre nosotros. Y entonces... vino a mí. El recuerdo de aquella noche, de aquella noche dulce y terrible, regresó como un torrente. Ella había ido a él. Y él se había sentido tan feliz, tan lleno de temor reverente y dicha... Intentó explicártelo, encontrar las palabras. Toda aquella noche había sido feliz, e incluso a la mañana siguiente, cuando despertó y ella se había ido, se había sentido poseído de la mayor de las dichas... Casi podría haberse tratado de un sueño, pero las dos pequeñas heridas del cuello eran reales. Le sorprendió descubrir que no le dolían y que ya parecían haber cicatrizado parcialmente. El cuello alto de su camisa las ocultaba. La sangre de Mandy ardía en sus venas ahora, se dijo, y esas mismas palabras hicieron latir aceleradamente su corazón. Le había dado su energía a él; le había elegido. Incluso tuvo una sonrisa para Joseph cuando se encontraron en el lugar designado aquella noche. Joseph se había ausentado de la casa todo el día, pero apareció en el jardín meticulosamente ornamentado con escrupulosa puntualidad y se quedó repantigado contra un árbol, ajustándose los puños. Mandy se retrasaba. —A lo mejor está cansada —sugirió Nicholas, contemplando cómo el cielo color melón se fundía en un profundo negro azulado. Intentó mantener la tímida satisfacción que sentía alejada de su voz. —A lo mejor necesita más descanso de lo usual. Joseph le dirigió una incisiva mirada, los dorados ojos taladrantes bajo la mata de cabello negro. —Quizá —dijo en una nota ascendente que fue elevándose, como si quisiera haber dicho más. Pero entonces oyeron unas suaves pisadas en el sendero y Mandy apareció entre los setos cuadrados. Llevaba puesto el vestido blanco y estaba tan bella como un ángel. Dedicó una sonrisa a los dos. Nicholas devolvió la sonrisa cortésmente, mencionando su secreto sólo con los ojos. Luego aguardó. —Me pedisteis que eligiera —dijo ella, mirándole primero a él y luego a su hermano—. Y ahora habéis venido a la hora que indiqué, y os diré qué he elegido. Alzó la menuda mano, la que lucía el anillo, y Nicholas contempló la piedra, advirtiendo que era del mismo azul profundo que el cielo nocturno. Era como si Mandy llevara un pedazo de noche con ella, siempre. —Ambos habéis visto este anillo —dijo en voz baja—. Y sabéis que sin él moriría. No es fácil conseguir que te hagan un talismán así, pero por suerte mi doncella Helga es muy lista. Y hay muchos orfebres en Florencia. Nicholas escuchaba sin comprender, pero cuando ella volvió la cabeza hacia él volvió a sonreír, alentador. —Y por lo tanto —siguió ella, mirándole a los ojos—, he encargado un regalo para ti. Tomó su mano e introdujo algo en ella, y cuando él miró vio que era un anillo idéntico al de ella, pero más grande y grueso, y forjado en plata en lugar de oro. —Todavía no lo necesitas para enfrentarte al sol —dijo con dulzura—. Pero muy pronto lo necesitarás. Orgullo y arrobamiento lo dejaron mudo. Alargó la mano para tomar la de ella y besarla, deseando cogerla en sus brazos en aquel momento, incluso delante de Joseph. Pero Mandy se apartaba ya. —Y para ti —dijo, y Nicholas pensó que sus oídos debían de estarle traicionando, pues sin duda la calidez y el cariño en la voz de Mandy no podían ser para su hermano—, para ti, también. Lo necesitarás muy pronto asimismo. Los ojos de Nicholas también debieron de traicionarle, pues le mostraban lo que era imposible, lo que no podía ser. En la mano de Joseph, Mandy depositaba un anillo idéntico al suyo. El silencio que siguió fue absoluto, como el silencio tras el fin del mundo. —Mandy... —Nicholas apenas consiguió hacer salir las palabras—. ¿Cómo puedes darle eso a él? Después de lo que compartimos... —¿Lo que compartisteis? —La voz de Joseph fue como un latigazo, y se revolvió enfurecido contra Nicholas—. Anoche ella vino a mí. La elección ya está hecha. Y Joseph tiró hacia abajo del cuello alto de su camisa para mostrar dos heridas diminutas en la garganta. Nicholas las contempló atónito, conteniendo las lágrimas. Eran idénticas a sus propias heridas. Sacudió la cabeza, totalmente desconcertado. —Pero, Mandy... no fue un sueño. Viniste a mí... —Fui a veros a ambos. La voz de la muchacha era tranquila, incluso complacida, y sus ojos estaban serenos. Sonrió a Joseph y luego a Nicholas, sucesivamente. —Me ha dejado muy débil, pero me alegro mucho de haberlo hecho. ¿No lo veis? —prosiguió mientras ellos la contemplaban fijamente, demasiado atónitos para hablar—. ¡Ésta es mi elección! Os amo a los dos y no renunciaré a ninguno de vosotros. Ahora los tres estaremos juntos y seremos felices. (N/A WTF? Estas demente?) —Felices... —dijo Nicholas con voz estrangulada. —¡Sí, felices! Los tres seremos compañeros, compañeros felices para siempre. —Su voz se elevó eufórica, y la luz de una criatura resplandeciente brilló en sus ojos—. ¡Estaremos siempre juntos, sin padecer enfermedades, sin envejecer, hasta el fin de los tiempos! Ésa es mi elección. (N/A hasta donde llega la stupides?) —¿Felices... con él? La voz de Joseph temblaba de rabia, y Nicholas vio que su por lo general reservado hermano estaba lívido de cólera. —¿Con ese niño entre nosotros dos, con ese dechado de virtudes zafio y vociferante? Apenas si puedo soportar su vista ahora. ¡Le pido a Dios no volver a verle jamás, no volver a oír su voz jamás! —Y yo deseo lo mismo respecto a ti, hermano —gruñó Nicholas, en tanto que el corazón se le desgarraba en el pecho. Aquello era culpa de Joseph; él había envenenado la mente de Mandy de modo que ésta ya no sabía lo que hacía.(N/A no nick esto es su retorcidamente saliendo a relucir no es Joe ni tuu!!) —Y estoy casi decidido a asegurarme de ello —añadió con ferocidad. Joseph le entendió perfectamente. —Entonces saca tu espada, si puedes encontrarla —siseó como respuesta, con ojos llenos de siniestra amenaza. —¡Joseph, Nicholas, por favor! ¡Por favor, no! —gritó Mandy, colocándose entre ellos y sujetando el brazo de Nicholas. La muchacha paseó la mirada de uno a otro, con los ojos azules desorbitados por la conmoción y brillando con lágrimas no derramadas. —Pensad en lo que decís. Sois hermanos. —Yo no tengo la culpa de eso —chilló Joseph, convirtiendo las palabras en una maldición. —¿Es que no podéis hacer las paces? ¿Por mí, Joseph... Nicholas...? Por favor. Una parte de Nicholas quería ablandarse ante la mirada desesperada de Mandy; pero el orgullo herido y los celos eran demasiado fuertes, y sabía que su rostro aparecía tan duro, tan inflexible, como el de Joseph. —No —dijo—. No podemos. Debe ser o uno o el otro, Mandy. Jamás te compartiré con él. La mano de Mandy se soltó de su brazo y las lágrimas cayeron de sus ojos, grandes gotas que salpicaron su vestido blanco. Contuvo el aliento con un sollozo desgarrador. Luego, sin dejar de llorar, se recogió las faldas y huyó. —Y entonces Joseph tomó el anillo que le había dado y se lo puso —dijo Nicholas, la voz ronca por el uso y la emoción—. Y me dijo: «Aún será mía, hermano». Y luego se alejó. Se dio la vuelta, pestañeando como si hubiese salido a una luz brillante desde la oscuridad y mirandote. Tu estabas sentada muy quieta en la cama, contemplándole con aquellos ojos que eran tan parecidos a los de Mandy. Especialmente en ese momento en que estaban llenos de pena y terror. Pero tu no huiste, le hablaste. —Y... ¿qué sucedió luego? Las manos de Nicholas se cerraron violentamente de un modo reflejo y se apartó de repente de la ventana. No, ese recuerdo, no. No podía soportar recordarlo, y mucho menos intentar expresarlo en palabras. ¿Cómo podía hacerlo? ¿Cómo podía arrastrarte a aquella oscuridad y mostrarte las cosas terribles que acechaban allí? —No —dijo—. No puedo. No puedo. —Tienes que contármelo —repusiste con suavidad—. Nicholas, es el final de la historia, ¿verdad? Eso es lo que hay detrás de todos tus muros, eso es lo que temes dejarme ver. Pero tienes que dejarme. Nicholas, no puedes parar ahora. Él sintió cómo el horror iba en su busca, el pozo abierto que había visto con tanta claridad, percibido con tanta nitidez aquel día tan lejano. El día en que todo había terminado..., en que todo había empezado. Sintió que le tomaban la mano, y cuando miró vio tus dedos cerrados sobre ella, dándole calor, dándole fuerzas. Tenías los ojos puestos en los de él. —Cuéntame. —¿Quieres saber qué sucedió a continuación, qué fue de Mandy? — murmuró. Asentiste , tus ojos casi cegados pero aún firmes. —Te lo diré, entonces. Murió al día siguiente. Mi hermano Joseph y yo la matamos.bye bye | |
| | | karinick Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 155 Edad : 34 Localización : Valencia Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 21:23 | |
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| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 21:24 | |
| ESPEROO,. AWEEE MEDOLIOO VER SUS OJOS VACIOS MI NICHOLAS POR AMOR DEJO TODO, Y AHORA SUFRE CMO NINGUN SER HUMANO. NO LO QUIERO DEJAR SOLO, SE LO Q ES, PERO LO AMOOO!
GRaACIIAS POR EL CAP, LO AMEEE,.
SABES'? MAS BIIEN TE LO VOY A DAR, YOO!
TE LO MANDO POR FEDEX,. ASII NOS SUBES TODOS LO DIAS,. ;D Q TAL?J AJJAJJAJAJAJ
BUEEE TERRORISTA, AQUI SON 11.23 ASII Q APURATEEE, Q TENGO Q IR ALCOLEE ¬¬' PLEASEEEE, SUBEEEEEEE PQUEÑA TERRORISTA ABRIL.
BESOS,!! | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 21:43 | |
| LA MATARON??? WTF!! LA BOBA ESAAA LOS CONVIIRTIO EN BESTIIAA PARA ESA BOBA DECISION?? Q LE PASA?? ES UNAAA TONTAAA,..!!!
Y LA MNATARON?? Ó MURIO DE DOLOR YO Q SE'??
ESTE CAP ME DEJO :O'? | |
| | | Aby Jonas Forista!
Cantidad de envíos : 61 Edad : 30 Localización : Mexico-una colada entre las venesolanas xD Fecha de inscripción : 28/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 21:56 | |
| hola el ultimo cap de hoy......... Capítulo 14 Sentiste que se te ponía la carne de gallina al escuchar aquellas palabras. —No lo dices en serio —dijiste con voz temblorosa. Recordaste lo que habías visto en el tejado, la sangre que embadurnaba los labios de Nicholas, y te obligaste a no rehuirle. —Nicholas, te conozco. No podrías haber hecho eso... Él hizo caso omiso de tus protestas y siguió mirando fijamente con ojos que ardían como hielo cafe en el fondo de un glaciar. Miraba a través de ti, a algo situado a una distancia inabarcable. —Mientras yacía en mi cama aquella noche, aguardé contra toda esperanza que ella acudiera. Empezaba a notar ya algunos cambios en mi persona. Veía mejor en la oscuridad; parecía que oía mejor. Me sentía más fuerte que nunca, lleno de una especie de energía elemental. Y estaba hambriento. »Era un hambre que jamás había imaginado. Durante la cena descubrí que la comida corriente y la bebida no servían para satisfacerla. No podía comprenderlo. Y entonces vi el cuello blanco de una de las criadas y supe el motivo. —Exhaló prolongadamente, la mirada sombría y torturada—. Esa noche resistí a la necesidad, aunque necesité toda mi fuerza de voluntad. Pensaba en Mandy y rezaba para que viniera a mí. ¡Rezar! — Lanzó una breve risotada—. Si es que una criatura como yo puede rezar. Tus dedos estaban entumecidos alrededor de la mano del chico, pero intentaste apretarlos más para confortarle. —Sigue, Nicholas. No tuvo problemas para seguir entonces. Parecía casi haber olvidado tu presencia, como si se contara la historia a sí mismo. —A la mañana siguiente, la necesidad era más fuerte. Era como si mis propias venas estuvieran secas y agrietadas, desesperadas por algo de líquido. Comprendí que no lo podría soportar mucho tiempo. »Fui a los aposentos de Mandy. Mi intención era pedirle, suplicarle... —Su voz se quebró; hizo una pausa y luego siguió—: Pero Joseph ya estaba allí, aguardando fuera de sus habitaciones. Me di cuenta de que él no había resistido a la necesidad. El brillo de su piel y el brío con el que caminaba me lo indicaron. Tenía un aspecto tan satisfecho como el de un gato que se ha comido la nata. »Pero no había tenido a Mandy. "Llama todo lo que quieras" me dijo, "pero esa fiera de ahí dentro no te dejará entrar. Yo ya lo he probado. ¿Lo intentamos entre tú y yo?" »No quise responderle. La expresión de su rostro, aquella expresión taimada y ufana, me repelía. Aporreé aquella puerta como para despertar... —Titubeó y luego lanzó otra risa forzada—. Iba a decir "como para despertar a un muerto". Pero a los muertos no cuesta tanto despertarlos, al fin y al cabo, ¿verdad? Tras un instante, prosiguió: —La doncella, Helga, abrió la puerta. Tenía un rostro que parecía un plato llano blanco y ojos que eran como cristal negro. Le pregunté si podía ver a su señora. Esperaba que me diría que Mandy dormía, pero en su lugar Helga se limitó a mirarme, luego a Joseph, por encima de mi hombro. »"No se lo quise decir a él" dijo por fin, "pero os lo diré a vos. Mi señora Madelein no está dentro. Salió temprano esta mañana para pasear por los jardines. Dijo que tenía una gran necesidad de pensar." »Me sorprendió. "¿Temprano esta mañana?", pregunté. »"Sí", respondió. Nos miró tanto a Joseph como a mí sin simpatía. "Mi señora se sentía muy desdichada ayer", dijo con toda intención. "Lloró toda la noche." «Cuando dijo eso, se apoderó de mí una sensación extraña. No fue simplemente vergüenza y dolor porque Mandy se sintiera tan infeliz. Fue miedo. Olvidé mi hambre y mi debilidad. Incluso olvidé mi enemistad con Joseph. Me embargó una gran prisa y una urgencia apremiante. Me volví hacia Joseph y le dije que debíamos encontrar a Mandy, y ante mi sorpresa él se limitó a asentir. »Nos pusimos a registrar los jardines, gritando el nombre de Mandy. Recuerdo exactamente qué aspecto tenía todo aquel día. El sol brillaba sobre los enormes cipreses y los pinos del jardín. Joseph y yo avanzamos apresuradamente entre ellos, moviéndonos cada vez más y más de prisa y llamándola. No dejábamos de llamarla… percibías los temblores del cuerpo de Nicholas, que se comunicaban a ti a través de sus dedos que te sujetaban con fuerza. El muchacho respiraba con rapidez pero superficialmente. —Casi habíamos llegado al final de los jardines cuando recordé un lugar que Mandy adoraba. Se encontraba un poco más allá en el parque y era una pared baja junto a un limonero. Me dirigí allí, gritando su nombre. Pero a medida que me acercaba, dejé de gritar. Sentí... un temor: una premonición terrible. Y supe que no debía... no debía ir... —¡Nicholas! —dijiste. Te estaba haciendo daño, sus dedos se clavaban en los tuyos, aplastándolos. Los temblores que corrían por su cuerpo aumentaban, convirtiéndose en estremecimientos. —¡Nicholas, por favor! Pero no dio señales de haberte oído. —Fue como... una pesadilla... con todo sucediendo tan despacio. No podía moverme... y sin embargo tenía que hacerlo. Tenía que seguir caminando. Con cada paso el miedo era más fuerte. Podía olerlo. Un olor parecido al de grasa quemada. No debo ir ahí..., no quiero verlo... Su voz se había tornado aguda y apremiante, la respiración era jadeante. Tenía los ojos muy abiertos y dilatados, igual que un niño aterrorizado. Agarraste los dedos que te asían como tenazas con la otra mano, envolviéndolos completamente. —Nicholas, todo está bien. No estás allí. Estás aquí conmigo. —No quiero verlo..., pero no puedo evitarlo. Hay algo blanco. Algo blanco bajo el árbol. ¡No me obligues a mirarlo! —¡Nicholas, Nicholas, mírame! Era incapaz de oírte, y sus palabras surgían en violentos espasmos, como si no pudiera controlarlas, no pudiera sacarlas lo bastante rápido. —No puedo acercarme más..., pero lo hago. Veo el árbol, la pared. Y eso blanco. Detrás del árbol. Blanco con dorado debajo. Y entonces lo sé, lo sé, y avanzo hacia ello porque es su vestido. El vestido blanco de Mandy. Y doy la vuelta al árbol y lo veo en el suelo y es verdad. Es el vestido de Mandy... —su voz se elevó y quebró en un horror inimaginable—, pero Mandy no está dentro de él. Sentiste un escalofrío, como si hubieran sumergido tu cuerpo en agua helada. Se te puso la carne de gallina e intentó hablarle, pero no pudo. Él seguía parloteando como si pudiera mantener alejado el terror si no dejaba de hablar. —Mandy no está ahí, de modo que tal vez todo sea una broma, pero su vestido está en el suelo y está lleno de cenizas. Como las cenizas en la chimenea, igual que ellas, sólo que éstas huelen a carne quemada. Apestan. El olor me provoca náuseas y me marea. Junto a la manga del vestido hay una hoja de pergamino. Y sobre una roca, sobre una roca un poco más allá, hay un anillo. Un anillo con una piedra azul, el anillo de Mandy. El anillo de Mandy ... —De improviso, Nicholas gritó con una voz terrible—: Mandy, ¿qué has hecho? Luego cayó de rodillas, soltando por fin tus dedos, para enterrar el rostro entre las manos. lo sostuviste cuando unos sollozos incontrolables se adueñaron de él, y le sujetaste los hombros, apretándole contra tu regazo. —Mandy se quitó el anillo —murmuraste, no era una pregunta—. Se expuso al sol. Los violentos sollozos de Nicholas siguieron imparables (N/A ayy mi vida ), mientras tu lo sujetabas contra la larga falda del vestido azul, acariciando sus hombros estremecidos. Murmuraste algunas palabras destinadas a consolarle, apartando de ti misma tu propio horror. Y finalmente él se tranquilizó y alzó la cabeza. Habló con voz pastosa, pero parecía haber regresado al presente, haber vuelto en sí. —El pergamino era una nota, para mí y para Joseph. Decía que había sido egoísta al querer tenernos a los dos. Decía... que no podía soportar ser causa de rivalidad entre nosotros. Esperaba que una vez que ya no estuviera dejaríamos de odiarnos el uno al otro. Lo hizo para unirnos. —Nicholas —musitaste, sintiendo que lágrimas ardientes y solidarias inundaban tus propios ojos—. Nicholas, lo siento mucho. Pero ¿no te das cuenta, después de todo este tiempo, que lo que hizo Mandy estuvo mal? Fue egoísta, incluso, y fue su elección. En cierto modo, no tuvo nada que ver contigo ni con Joseph. Nicholas sacudió la cabeza como para expulsar la verdad de aquellas palabras. —Dio su vida... por eso. Nosotros la matamos. Estaba sentado muy erguido ya. Pero los ojos seguían dilatados, como enormes discos negros y parecía un niño pequeño desconcertado. —Joseph se me acercó por detrás. Tomó la nota y la leyó. Y entonces... creo que se volvió loco. Estábamos locos los dos. Yo había recogido el anillo de Mandy y él intentó arrebatármelo. No debería haberlo hecho. Forcejeamos. Nos dijimos cosas terribles el uno al otro. Cada uno culpó al otro por lo sucedido. No recuerdo cómo regresamos a la casa; pero de repente yo empuñaba mi espada. Peleábamos. Yo quería destruir aquel rostro arrogante para siempre, matarle. Recuerdo a mi padre gritando desde la casa. Peleamos con mayor energía, para acabar el combate antes de que él llegara junto a nosotros. »Y estábamos muy igualados. Pero Joseph siempre había sido más fuerte, y aquel día parecía más veloz también, como si hubiese cambiado más de lo que había cambiado yo. Y así, mientras mi padre seguía gritando desde la ventana, sentí que la hoja de Joseph rebasaba mi guardia. Luego sentí cómo penetraba en mi corazón. le miraste horrorizada, pero él siguió sin interrupción. —Sentí el dolor del acero, sentí cómo penetraba en mi interior, hundiéndose profundamente. Atravesándome de punta a punta, en una violenta estocada. Y entonces las fuerzas me abandonaron y caí. Me quedé tumbado allí sobre el suelo enlosado. Alzó los ojos hacia ti y finalizó con sencillez: —Y así es como... morí. Te quedaste allí sentada, paralizada, como si el hielo que habías sentido en el pecho a primeras horas de la noche se hubiera vertido al exterior y te hubiese atrapado. —Joseph se acercó, se detuvo a mi lado y se inclinó. Yo oía los gritos lejanos de mi padre y los chillidos de los criados, pero todo lo que podía ver era el rostro de Joseph. Aquellos ojos dorados que eran como una tarde soleada. Quise hacerle daño por lo que me había hecho. Por todo lo que nos había hecho a mí y a Mandy. —Nicholas permaneció callado un momento, y luego dijo, casi como en un sueño—: Y así alcé mi espada y le maté. Con mis últimas fuerzas, le atravesé el corazón a mi hermano. La tormenta había seguido su camino, y por la ventana rota oías los quedos sonidos de la noche, el chirrido de los grillos, el viento moviéndose entre los árboles. En la habitación de Nicholas todo estaba muy silencioso. —No supe nada más hasta que desperté en mi tumba —dijo Nicholas. Se recostó hacia atrás, apartándose de ti, y cerró los ojos. Tenía el rostro contraído y cansado, pero aquella horrible ensoñación infantil había desaparecido. —Tanto Joseph como yo teníamos en nuestro interior justo la cantidad suficiente de sangre de Mandy como para impedirnos morir de verdad. En lugar de ello, cambiamos. Despertamos juntos en nuestro sepulcro, vestidos con nuestras mejores ropas, colocados sobre losas uno al lado del otro. Estábamos demasiado débiles para seguir haciéndonos daño; la sangre había sido apenas suficiente. Y estábamos aturdidos. Llamé a Joseph, pero corrió afuera y se perdió en la noche. »Por suerte, nos habían enterrado con los anillos que Mandy nos había dado. Y hallé su anillo en mi bolsillo. —Como de un modo inconsciente, Nicholas alzó la mano para acariciar el aro de oro—. Supongo que pensaron que me lo había dado. »Intenté ir a casa, lo que fue una idiotez. Los criados chillaron al verme y corrieron a buscar a un sacerdote. Huí también al único lugar en el que estaba a salvo, a la oscuridad. »Y ahí es donde he permanecido desde entonces. Es a donde pertenezco, ______. Maté a Mandy con mi orgullo y mis celos, y maté a Joseph con mi odio. Pero hice algo peor que matar a mi hermano. Lo condené. »De no haber muerto entonces, con la sangre de Mandy tan fuerte en sus venas, habría tenido una oportunidad. Con el tiempo, la sangre se habría debilitado y luego desaparecido. Se habría vuelto a convertir en un humano normal. Al matarle entonces, le condené a vivir en la noche. Le arrebaté su única posibilidad de salvación. —Durante un tiempo se unió a las Compañías Libres, mercenarios despiadados que se dedicaban a robar y saquear. Vagó por todo el país con ellos, peleando y bebiendo la sangre de sus víctimas. »Yo vivía fuera de las puertas de la ciudad por entonces, medio muerto de hambre, alimentándome de animales, un animal yo mismo. Durante mucho tiempo no supe nada de Joseph. Luego, un día oí su voz en mi mente. »Era más fuerte que yo, porque bebía sangre humana. Y mataba. Los humanos poseen la esencia vital más poderosa, y su sangre proporciona poder. Y cuando los matan, de algún modo la esencia vital que proporcionan es la más fuerte de todas. Es como si en esos últimos instantes de terror y lucha el alma estuviera más llena de vitalidad que nunca. Como Joseph mataba humanos, podía hacer uso de los Poderes más que yo. —¿Qué... poderes? —inquiriste, mientras una idea iba tomando cuerpo en tu cabeza. —Fuerza, como dijiste, y rapidez. Una agudización de los sentidos, en especial de noche. Ésos son los básicos. También podemos... percibir mentes. Podemos detectar su presencia, y en ocasiones la naturaleza de sus pensamientos. Podemos proyectar confusión en mentes más débiles, bien para aplastarlas o para doblegarlas a nuestra voluntad. Existen otros. Con suficiente sangre humana, somos capaces de cambiar de aspecto, de convertirnos en animales. Y cuanto más se mata, más fuertes se vuelven todos los Poderes. »La voz de Joseph en mi mente era muy poderosa. Dijo que ahora era el condottieri de su propia compañía y que regresaba a Florencia. Dijo que si estaba allí cuando llegara, me mataría. Le creí y me marché. Le he visto una o dos veces desde entonces. La amenaza es siempre la misma, y él siempre es más poderoso. Joseph ha sacado todo el provecho posible a su naturaleza, y parece regodearse con su lado más oscuro. »Pero también es mi naturaleza. La misma oscuridad habita en mi interior. Pensé que podría vencerla, pero me equivoqué. Por eso vine aquí, a Fell's Church. Pensé que si me instalaba en una ciudad pequeña, muy lejos de los viejos recuerdos, podría escapar a la oscuridad. Y en lugar de ello, esta noche, maté a un hombre. —No —dijiste con energía—. No creo eso, Nicholas. Su relato te había llenado de horror y piedad... y también miedo. Lo admitías, pero tu repugnancia había desaparecido y había una cosa de la que estabas absolutamente segura: Nicholas no era un asesino. —¿Qué sucedió esta noche, Nicholas? ¿Discutiste con el señor Tanner? —No... no lo recuerdo —respondió él, sombrío—. Usé el Poder para persuadirle de que hiciera lo que queríais. Luego me fui. Pero más tarde sentí que el mareo y la debilidad me embargaban. Como ha sucedido ya antes. —Alzó los ojos para mirarte a la cara—. La última vez que sucedió fue en el cementerio, justo al lado de la iglesia, la noche que atacaron a Chelsea Staud. —Pero tú no lo hiciste. Tú no podrías haber hecho eso... ¿Nicholas? —No lo sé —repuso él con aspereza—. ¿Qué otra explicación hay? Y sí tomé sangre de aquel viejo bajo el puente, la noche que vosotras salisteis huyendo del cementerio. Y habría jurado que no tomé suficiente para hacerle daño, pero estuvo a punto de morir. Y estaba allí cuando atacaron tanto a Chelsea como a Tanner. —Pero no recuerdas haberles atacado —indicaste, aliviada. La idea que había ido creciendo en tu mente era ya casi una certeza. —¿Qué importa eso? ¿Qué otra persona podría haberlo hecho, si no fui yo? —Joseph—dijiste. Él se estremeció, y viste que sus hombros volvían a tensarse. —Es una bonita idea. Al principio esperaba que existiera alguna explicación parecida. Que podría tratarse de alguien más, alguien como mi hermano. Pero he buscado con la mente y no he encontrado nada, ninguna otra presencia. La explicación más sencilla es que yo soy el asesino. —No —replicaste—, no lo comprendes. No me refiero simplemente a que alguien como Joseph puede haber hecho las cosas que hemos visto. Me refiero a que Joseph está aquí, en Fell's Church. Le he visto. Nicholas se limitó a mirarte fijamente. —Tiene que ser él —siguiste, aspirando profundamente—. Le he visto dos veces ya, puede que tres. Nicholas, acabas de contarme una larga historia, y ahora yo tengo que contarte otra. Con toda la rapidez y la sencillez de que fuiste capaz, le hablaste de lo sucedido en el gimnasio y en casa de Selena. Los labios del joven se tensaron en una línea blanca mientras le contabas cómo Joseph había intentado besarte. A te ardieron las mejillas al recordar tu propia respuesta, el modo en que había estado a punto de ceder ante él. Pero se lo contó todo a Nicholas. También lo del cuervo y las otras cosas extrañas que habían sucedido desde su vuelta de Francia. —Y, Nicholas, creo que Jospeh estaba en la Casa Encantada esta noche — finalizaste—. Justo después de que te sintieras mareado en la habitación de delante, alguien pasó por mi lado. Iba disfrazado como... como la Muerte, con una túnica negra y capucha, y no pude verle el rostro. Pero algo en el modo en que se movía me resultó familiar. Era él, Nicholas. Joseph estuvo allí. —Pero eso seguiría sin explicar las otras veces. Chelsea y el anciano. Sí tomé sangre del anciano. El rostro de Nicholas estaba tirante, como si casi le asustara tener una esperanza. —Pero tú mismo dijiste que no tomaste suficiente para perjudicarle. Nicholas, ¿quién sabe qué le sucedió a aquel hombre después de que te fueras? ¿No sería la cosa más fácil del mundo para Joseph atacarle entonces? En especial si Joseph te ha estado espiando todo el tiempo, tal vez bajo otra forma... —Como un cuervo —murmuró él. —Como un cuervo. Y en cuanto a Chelsea... Nicholas, dijiste que puedes proyectar confusión en mentes más débiles, dominarlas. ¿No podría ser eso lo que Joseph te hacía? ¿Dominar tu mente del mismo modo que tú puedes dominar la de un humano? —Sí, y ocultarme su presencia. —La voz de Nicholas mostraba una excitación creciente—. Por eso no ha respondido a mis llamadas. Quería... —Quería justo que sucediera lo que ha sucedido. Quería que dudaras de ti mismo, que pensaras que eres un asesino. Pero no es cierto, Nicholas. Ah, Nicholas, ahora lo sabes, y ya no tienes que sentir miedo. Te pusiste en pie, sintiendo correr por tu interior alegría y alivio. De aquella noche espantosa había salido algo maravilloso. —Por eso te has estado mostrando tan distante conmigo, ¿verdad? — dijiste, extendiendo las manos hacia él—. Porque tienes miedo de lo que puedas hacer. Pero eso ya no es necesario. —¿No es necesario? Volvía a respirar aceleradamente y observaba tus manos extendidas como si fueran dos serpientes. —¿Crees que no hay motivo para sentir miedo? Puede que Joseph haya atacado a esas personas, pero no controla mis pensamientos. Y no sabes qué he pensado sobre ti. Mantuviste la voz tranquila. —Tú no quieres hacerme daño —dijo en tono concluyente. —¿No? Ha habido momentos, cuando te contemplaba en público, en los que apenas podía soportar no tocarte. En los que me sentía tan tentado por tu blanca garganta, esa pequeña garganta blanca con las venas de un azul tenue bajo la piel... Sus ojos estaban fijos en tu cuello de un modo que te recordó los ojos de Joseph, y sentiste que los latidos de tu corazón se intensificaban. —Momentos en los que pensé en asirte y tomarte por la fuerza allí mismo en la escuela. —No hay necesidad de tomarme por la fuerza —dijiste, que sentías los latidos del corazón por todo tu cuerpo en aquellos momentos; en las muñecas y en la parte interior de los codos... y en la garganta—. He tomado una decisión, Nicholas —dijiste en voz baja, reteniendo su mirada—. Quiero hacerlo. Él tragó saliva con dificultad. —No sabes lo que pides. —Creo que sí. Me contaste cómo fue con Mandy, Nicholas. Quiero que sea así con nosotros. No me refiero a que quiera que me cambies. Pero podemos compartir un poco sin que eso suceda, ¿verdad? Sé —añadiste con más dulzura aún— lo mucho que amabas a Mandy. Pero ella se ha ido y yo estoy aquí. Y te quiero, Nicholas. Deseo estar contigo. —¡No sabes de lo que hablas! —Estaba de pie, rígido, con el rostro enfurecido y la mirada angustiada—. Si me dejo ir una vez, ¿qué va a impedirme cambiarte o matarte? La pasión es más fuerte de lo que puedes imaginar. ¿No comprendes aún lo que soy, lo que puedo hacer? Permaneciste allí quieta y le contemplaste en silencio, con la barbilla ligeramente alzada. Aquello pareció enfurecerle. —¿No has visto suficiente aún? ¿O acaso debo mostrarte más? ¿Es que no eres capaz de imaginar lo que podría hacerte? Fue a grandes zancadas hacia la apagada chimenea y agarró un largo tronco de madera, más grueso que tus dos muñecas juntas. Con un movimiento, lo partió en dos como si fuera una cerilla. —Tus frágiles huesos —declaró. En el otro lado de la habitación había una almohada procedente de la cama; la levantó y, asestándole una cuchillada con las uñas, dejó la funda de seda hecha jirones. —Tu suave piel. Luego fue hacia ti con una rapidez sobrenatural; estaba allí y te sujetaba los hombros antes de que supieras lo que pasaba. te miró fijamente a la cara por un momento, luego, con un siseo salvaje que te puso de punta los pelos del cogote, echó los labios hacia atrás. Era el mismo gruñido que habías visto en el tejado, aquellos dientes blancos al descubierto, los colmillos afilados y de una longitud increíble. Eran los colmillos de un depredador, de un cazador. —Tu blanco cuello —dijo con una voz distorsionada. Permaneciste paralizada otro instante, contemplando como obligada aquel semblante escalofriante, y entonces algo en las profundidades de tu inconsciente tomó el control. Alzaste los brazos por el interior del restrictivo círculo de los suyos y le cogiste el rostro entre las manos. Sentiste sus mejillas frías contra las palmas de tus manos. Le sujetaste así, con suavidad, con mucha suavidad, como si te reconviniera por la fuerza con que la agarraba por los hombros desnudos. Y viste cómo la confusión aparecía lentamente en la cara del muchacho, a medida que éste comprendía que no hacías aquello para oponerte o apartarle. Aguardaste hasta que la confusión alcanzó los ojos de Nicholas, haciendo añicos tu mirada, convirtiéndose casi en una expresión suplicante. Sabías que su propio rostro no mostraba temor, que era afectuoso y a la vez intenso, con los labios ligeramente separados. Ambos respiraban rápidamente ya, juntos, al mismo ritmo. Lo percibiste cuando él empezó a estremecerse, temblando como lo había hecho cuando los recuerdos de Mandy habían ido más allá de lo que podía soportar. Entonces, con mucha ternura y parsimonia, atrajiste aquella boca contorsionada en un gruñido hacia la tuya. Él intentó oponerse. Pero tu delicadeza era más fuerte que toda su energía inhumana. Cerraste los ojos y pensaste sólo en Nicholas, no en las cosas espantosas que habías averiguado esa noche, sino en Nicholas, que había acariciado tus cabellos con la misma suavidad que si temiera que fueras a quebrarste en sus brazos. Pensaste en eso y besaste la boca del depredador que te había amenazado hacía unos pocos minutos. Notó el cambio, la transformación en su boca mientras él cedía, respondiendo impotente a ti, devolviendo tus dulces besos con idéntica suavidad. Sentiste cómo el escalofrío recorría el cuerpo de Nicholas a medida que la fuerte presión de las manos del joven sobre tus hombros se relajaba también, convirtiéndose en un abrazo. Y supo que habías vencido. —Nunca me harás daño —murmuraste. Fue como si alejaran a besos todo el miedo, la desolación y la soledad de su interior. Sentiste que la pasión corría por su interior como un trallazo, y percibiste el mismo sentimiento en Nicholas. Pero infundiendo todo lo demás había una ternura casi aterradora en su intensidad. No había necesidad de precipitación ni brusquedad, te dijiste mientras Nicholas te guiaba con delicadeza para que te sentaras.(N/A no chicas no es hot pero es ahí algo xD) Gradualmente, los besos se tornaron más apremiantes, y sentiste cómo el trallazo recorría todo tu cuerpo, cargándolo, haciendo que tu corazón latiera desbocado y tu respiración se entrecortara. Hizo que te sintieras extrañamente dúctil y mareada, que cerraras los ojos y dejaras que tu cabeza cayera hacia atrás sin fuerzas. «Es hora, Nicholas», pensaste. Y, con suma delicadeza, atrajiste de nuevo la boca del muchacho hacia abajo, en esta ocasión hacia tu garganta. Sentiste cómo sus labios rozaban tu piel, sentiste su aliento cálido y frío a la vez. Y luego, un pinchazo agudo. Pero el dolor desapareció casi al instante, reemplazado por una sensación de placer que te hizo estremecer. Un gran torrente de dulzura te inundó, fluyendo a través de ti hacia Nicholas. Finalmente te encontraste mirándole a la cara, a una cara que por fin ya no tenía barreras contra ti, ni muros. Y te mirada, lo que viste allí te hizo sentir débil. —¿Confías en mí? —murmuró él. Y cuando te limitaste a asentir, él te sostuvo la mirada y alargó la mano en busca de algo junto a la cama. Era la daga. la contemplaste sin temor y luego volviste a fijar los ojos en el rostro de Nicholas. Él no desvió la mirada ni un momento de ti mientras desenvainaba el arma y efectuaba un pequeño corte en la base de su garganta. Lo contemplaste boquiabierta, contempló la sangre brillante como bayas de acebo, pero cuando él te instó a acercarte no intentaste resistirte. Después, Nicholas se limitó a abrazarte durante un buen rato, mientras los grillos del exterior interpretaban su música. Finalmente, te moviste. —Ojalá te pudieras quedar aquí —susurró—. Ojalá pudieras quedarte para siempre. Pero no puedes. —Lo sé —respondiste, con voz igualmente queda. Los ojos de ambos volvieron a encontrarse en silenciosa comunión. Había tanto que decir, tantas razones para estar juntos... —Mañana —dijiste; luego, recostándote en su hombro, susurraste—, pase lo que pase, Nciholas, estaré a tu lado. Dime que lo crees. Su voz sonó baja, amortiguada por tus cabellos. —Ah, _________, lo creo. Pase lo que pase, estaremos juntos.q creen chicas!! mañana el capitulo final del primer libro si ya se akba el primer libro pero no se preocupen yo are el que sige..... ¿que pasara mañana? ¿cumpliran su promesa? ¿aparesera Joe? ¿encontaran a Nick (la multitud furiosa xD)? ¿me apurare a terminar el cap final? ¿Jullita y Jenni dejaran de hacerme pensar que sus muertes son inminetes? ¿volvere a tener amenazas de muerte (ntta chicas que aveces me dan miedo)? todo esto y mas se revelara mañana bye hasta morning | |
| | | Aby Jonas Forista!
Cantidad de envíos : 61 Edad : 30 Localización : Mexico-una colada entre las venesolanas xD Fecha de inscripción : 28/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 21:58 | |
| Jullita y Jenni fue mas una mini-maraton xD pero cumpli | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 22:49 | |
| ¿me apurare a terminar el cap final? ¿Jullita y Jenni dejaran de hacerme pensar que sus muertes son inminetes? ¿volvere a tener amenazas de muerte (ntta chicas que aveces me dan miedo)? todo esto y mas se revelara mañana ESTAS LOKA.. ESTA NOVEE TE TIENE MAL.. JÁJAJAJAJJAJA ,.NO ME HE DEJADO DE REIR DESPS DE LEER ESTO xD ESTAN MUY BUENAS ESTAS PREGUNTAS..!!
PUESS SII TE APURAS Ó TE APUROO CHIKIITAA, Y NO HAGAS OBLIGARTEEE, SABES Q TENGO MUCHOS FUSILESS ¬¬' NO ,. NO LOO SABEMOS AUN, ESO DEPENDE DE TI Y COMO NOS TRATES PQUEÑA TORTURADORAAA, ASII Q PORTATE MUY BIIEN, ´ CLARROO Q LAS TENDRAS,. ES LA ÚNICA FORMA DE Q ESCRBAS, LA VIOLENCIIAA, LA PRESION, DEL RESTOO T IRAS POR LA CALLE A HACER QUIEN SABE Q Y CON QUIEN ¬¬' AUN SIGO PREGUNTANDOMEE Q ES LO Q HACESS,. CUIIDADO Y ME ENTERO Q ES CON NICHOLAS, AII , ESE DIIA DEJARAN DE SER SOLO AMENAZAS CHIKIIITA., ESE DÍA ESTRENARE MI FUSIL, ...
TTKMMM ABRIL, ERES LO MAX, SIEMPRE ME HACES REIR,.ADEMAS DE LA BELLA NOVEE,. !! ESAS PREGUNTAS SON BUENISISISIMAS xD JÁ TKM CHIKITA EN PELIGRO D EXTINSION!
REAME EL CAPPPP!! SABIIIA Q NICK NO ERA MALO, SUUCIIO JOE (Solo aqui)
BUENAS NOCHESS.- SWEET JONAS DREAMS. | |
| | | Aby Jonas Forista!
Cantidad de envíos : 61 Edad : 30 Localización : Mexico-una colada entre las venesolanas xD Fecha de inscripción : 28/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 17th 2009, 23:24 | |
| - Jullita escribió:
- ¿me apurare a terminar el cap final? ¿Jullita y Jenni dejaran de hacerme pensar que sus muertes son inminetes? ¿volvere a tener amenazas de muerte (ntta chicas que aveces me dan miedo)? todo esto y mas se revelara mañana
ESTAS LOKA.. ESTA NOVEE TE TIENE MAL.. JÁJAJAJAJJAJA ,.NO ME HE DEJADO DE REIR DESPS DE LEER ESTO xD ESTAN MUY BUENAS ESTAS PREGUNTAS..!!
PUESS SII TE APURAS Ó TE APUROO CHIKIITAA, Y NO HAGAS OBLIGARTEEE, SABES Q TENGO MUCHOS FUSILESS ¬¬' NO ,. NO LOO SABEMOS AUN, ESO DEPENDE DE TI Y COMO NOS TRATES PQUEÑA TORTURADORAAA, ASII Q PORTATE MUY BIIEN, ´ CLARROO Q LAS TENDRAS,. ES LA ÚNICA FORMA DE Q ESCRBAS, LA VIOLENCIIAA, LA PRESION, DEL RESTOO T IRAS POR LA CALLE A HACER QUIEN SABE Q Y CON QUIEN ¬¬' AUN SIGO PREGUNTANDOMEE Q ES LO Q HACESS,. CUIIDADO Y ME ENTERO Q ES CON NICHOLAS, AII , ESE DIIA DEJARAN DE SER SOLO AMENAZAS CHIKIIITA., ESE DÍA ESTRENARE MI FUSIL, ...
TTKMMM ABRIL, ERES LO MAX, SIEMPRE ME HACES REIR,.ADEMAS DE LA BELLA NOVEE,. !! ESAS PREGUNTAS SON BUENISISISIMAS xD JÁ TKM CHIKITA EN PELIGRO D EXTINSION!
REAME EL CAPPPP!! SABIIIA Q NICK NO ERA MALO, SUUCIIO JOE (Solo aqui)
BUENAS NOCHESS.- SWEET JONAS DREAMS. ayy Jullita me hiciste reir tu tmbn!! muajaja nunk sabras porq me tardo tanto ni que ago ni si es con mi Nick muajaja xD NTC hehehe me diveri mucho con tu coment tu y Jenni siempre me hacen reir ahhh Karnick gracias por cometar y alas demas chicas tmbn!! sigan comntando talvez y aya un cap bonus de la nueva temporada-tomo-libro xD pero tienen que comentra muchooo!! aww Chicas las mega Adoro; TQM nunk cambien!! byebye | |
| | | Jenni_kj Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 349 Edad : 31 Localización : maracaibo Fecha de inscripción : 05/08/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 18th 2009, 00:59 | |
| SIENTO QE REVIVO hahahahaha:X fue tan.. HERMOSOO el capp.. el mini maraton.. pff.. mii viidaa a vuelto a ser la misma POR AHORAAA hahahahxd YA QIERO MAS CAPP me haz hecho adicta a tu novela.. pff.. COMO AMO A LOS VAMPIROSS.. qiciera qe un vampiriito como JOEE O NICK.. Y MAS QE TODOO COMO MI HERMOSISISIMOO KEVV mordiec mi gargantaa aww.. seria feliz hahahaxd ya sabes.. NO TARDEESS no vallas a provocarme otra visita a emergencias u.u SIGUELA PRONTO! Y MOSCA CON LOQ HACES CON NICK EN LA CALLE.. MIRA QE EL TMBN ES MIO HAHAHAHAHA:X | |
| | | karinick Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 155 Edad : 34 Localización : Valencia Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 18th 2009, 10:09 | |
| omgggg m encanto no entendi xq el se corto el cuello q se supone q tenia q hacer ella?? siguellaaaa espero q en este cap se aclaren mis duds xfa1!! | |
| | | NicholasJerryJonas Comprometida Con...
Cantidad de envíos : 891 Edad : 30 Localización : en el cuarto con nick Fecha de inscripción : 03/08/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 18th 2009, 11:30 | |
| o dios miooooo sabes algo amo tu nove y te AMO a ti..!! hehehe es la mejor..apurate en escribir el cap final plis plis sii yoo sabia que mi nick no era maloo nuu..joseph eres un fdsdgfs(solo aki..por que la vdd es que lo amo hehe)bueh siguela yaaaaaa no puedo esperar para leer el fin | |
| | | Jenni_kj Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 349 Edad : 31 Localización : maracaibo Fecha de inscripción : 05/08/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 18th 2009, 18:40 | |
| OMG! esperee llegar.. y ver novee.. pero NO HAY NADAA! creo qe, aun no haz llegado de la escuela.. pero! APRESURATEEEEE necesito de tu cap para poder vivir ): XFA XFA XFA XFA pon mas cap.. pff.. soii ADICTA a tu novela$: AMOOO A LOS VAMPIROSS*-* awww! SUBEE PRONTOO! mueroo L E N T O! | |
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