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| el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) | |
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+14MiriamLondonFoolishly Jenni_kj karinick geness16 NicholasJerryJonas Keeicy stefi-one princess_vivi_ jonas Alejandr@@ Jullita Mrs.President Cathe ivethm Aby Jonas 18 participantes | |
Te gusta la nove?? | SIp es muy buena | | 64% | [ 18 ] | Wuakala no la soporto | | 7% | [ 2 ] | genial continua plis :D | | 25% | [ 7 ] | me da igual ni la leo | | 4% | [ 1 ] |
| Votos Totales : 28 | | |
| Autor | Mensaje |
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stefi-one Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 502 Edad : 32 Localización : con Nick... en... bueno! ustedes ya saben Fecha de inscripción : 29/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 6th 2009, 21:33 | |
| Wow! hermana lo que escribis amor! tens un20! super tu novela!! muchos exitos! suerte!!! | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 6th 2009, 22:48 | |
| Lindo besoo!! *__*
amoooooooooo la noveeeeee,.! siguelaaaaaaaaaaa | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 7th 2009, 14:57 | |
| POR DIOS , AMO ESCUCHARLO HABLANDOME, AME EL BESO, AMO SENTIRLO Y EXPRESARLE LO Q SIENTO Y MEJOR AUN ,. SABER Q EL LO SIENTE COMO YO..!! Porfavor SUBE MÁS CAPIITULOOS. !! AMO LA NOVEEE,.!! | |
| | | ivethm Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 224 Edad : 34 Localización : Edo.zulia, maracaibo Fecha de inscripción : 13/04/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 8th 2009, 13:49 | |
| espero q te mejore amo tu nove sigueleeeeeeeeeee cuidate un beso | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 8th 2009, 15:42 | |
| Aby Salvame de este abismoo!! Porfavor ,. sigueLa | |
| | | Cathe Comprometida Con...
Cantidad de envíos : 724 Edad : 29 Localización : Caracas!!!!!!!! Fecha de inscripción : 20/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 9th 2009, 00:54 | |
| aby amo tu nove es muy buena | |
| | | Cathe Comprometida Con...
Cantidad de envíos : 724 Edad : 29 Localización : Caracas!!!!!!!! Fecha de inscripción : 20/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 9th 2009, 00:54 | |
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| | | princess_vivi_ jonas Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 223 Edad : 32 Localización : MARACAY Fecha de inscripción : 19/08/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 9th 2009, 02:50 | |
| siguela porfa.... no te pierdasss | |
| | | Keeicy Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 244 Edad : 26 Localización : Venezuela Fecha de inscripción : 16/09/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 9th 2009, 12:35 | |
| HOOla nueva lectora me encanta mucho tuu novee! | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 9th 2009, 14:33 | |
| Aby Como nos puedes Hacer estoo?? Ves? este es mi corazoon pero quiza pueda ser otro en cuestion de segundos si no subes,. Puede desaparecer,. Porfavoorr,. Subee sii'? Necesiitoo Leer,. Como nos dejas asii por tanto Tiempooo?? No me voy de aqui Hasta No Leer Otros CapituLoos.!! Solo Subeee | |
| | | NicholasJerryJonas Comprometida Con...
Cantidad de envíos : 891 Edad : 30 Localización : en el cuarto con nick Fecha de inscripción : 03/08/2009
| | | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 10th 2009, 22:50 | |
| ABYYYYYYYYYYYYYYYYYY ,. PORFAVOR Q ALGUIEN ME DIGAA Q ES LO Q ESTA SUCEDIENDOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
ABYYYYYYYYYYYYGAIL DE SANTO TOMAS DE AQUINOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
PORFAVOR SUBEEE SIII?? NO ME HAGAS ESTOO, NECESTIO LEERR, MORIREE SI NO SUBES MÁS, TEN SENTIMIENTOS , PORFAVORR, LOGRAS VER LE SUFRIMIENTO EN MIS OJOS?? Ops,.!! LO OLVIDABAA NO PUUEDES PORQ MI OJITOS NO ESTANA TU ALCFANCEE, Y CREO Q ES MEJOR POR U BIIEN, PORQ VOTAN CANDELAAA, Q TE QUEMARIAS EN CUESTION DE SEGUNDOS MI QUERIIDAAA, SOLO TE DIGO ALGO,, NO SUBESS Y TE BUSCO A TU PAISSS, Y NO SABES D LO Q SOY COPAZ MI QUERIIDAA, NONONO!!
PORDIOSS, MIRA,.. LEEEEEE EL SUFRIMIENTO Q TENGO DENTRO DE MI CORAAZÓN!!
TEN PIEDAD TEN PIEDAD TEN PIEDAD DE MIII,. !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! | |
| | | Aby Jonas Forista!
Cantidad de envíos : 61 Edad : 30 Localización : Mexico-una colada entre las venesolanas xD Fecha de inscripción : 28/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 10th 2009, 23:20 | |
| hola sorry la tardansa y a las nuevas lectoras hehe julita ya vi nttp es que a mi mom se le ocurrio usar la compu ayer y pss ya no puede acabar el cap 9 xD hehe y no soy abigail nop soy abril xD pero casi casi le atinas okey okey aki el capp porq si no me linchan xD Capítulo 9 Tu no eras la reencarnación de Mandy. Mientras conducía de regreso a la casa de huéspedes bajo la débil quietud lavanda que precede al amanecer, Nicholas pensaba en eso. Se lo había dicho, y era cierto, pero sólo en esos momentos empezaba a darse cuenta de cuánto tiempo le había costado llegar a esa conclusión. Había sido consciente de cada aliento y movimiento tuyo durante semanas y te había catalogado cada diferencia. El cabello era un tono o dos más claro que el de Mandy, y tus pestañas y cejas eran más oscuras. Las de Mandy habían sido casi plateadas. Y eras un buen palmo más alta que Mandy. También te movías con mayor libertad; las chicas de esta época se sentían más cómodas con sus cuerpos. Incluso tus ojos, aquellos ojos que lo habían dejado paralizado debido al sobresalto experimentado al verlos aquel primer día, no eran realmente iguales. Los ojos de Mandy, por lo general, habían estado muy abiertos, con un asombro infantil, o, por lo contrario, bajados hacia el suelo, como era lo correcto para una jovencita de finales del siglo XV. Sin embargo, tus ojos te devolvían la mirada directamente, te contemplaban con fijeza y sin pestañear. Y en ocasiones se entrecerraban decididos o en desafío, como nunca lo habían hecho los de Mandy. En gracia, belleza y auténtica fascinación eran parecidas. Pero si Mandy había sido una gatita blanca, tu eras una tigresa de las nieves. Mientras pasaba con el coche junto a las siluetas de arces, Nicholas reculó ante el recuerdo que le asaltó inopinadamente. No pensaría en aquello, no se permitiría...; pero las imágenes se desenrollaban ya ante él. Era como si el diario se hubiera abierto y no pudiera hacer otra cosa que contemplar impotente la página mientras la historia se representaba en su mente. Blanco, Mandy había llevado un vestido blanco aquel día. Un vestido nuevo de seda veneciana con mangas acuchilladas para mostrar la bella camisa de hilo que llevaba debajo. Lucía un collar de oro y perlas alrededor del cuello y pendientes que eran perlas diminutas en forma de lágrimas. Se había mostrado encantada con el vestido nuevo que su padre había encargado especialmente para ella. Había dado vueltas frente a Nicholas, alzando la falda que le llegaba hasta el suelo con una mano menuda para mostrar la enagua de brocado amarillo que llevaba debajo. —Lo ves, incluso lleva bordadas mis iniciales. Papá lo mandó hacer. Mein lieber Papa... Su voz se apagó y dejó de dar vueltas, posando lentamente una mano en el costado. —Pero ¿qué sucede Nicholas? No sonríes. Él no podía ni intentarlo. Verla a ella allí, blanca y dorada como una visión etérea, le dolía. Si la perdía, no sabía cómo podría vivir. Sus dedos se cerraron convulsivamente alrededor del frío metal cincelado. —Mandy, ¿cómo puedo sonreír, cómo puedo ser feliz cuando...? —¿Cuándo? —Cuando veo cómo miras a Joseph. Ya está, lo había dicho. Prosiguió lleno de dolor: —Antes de que él viniera a casa, tú y yo estábamos juntos cada día. Mi padre y el tuyo estaban satisfechos, y hablaban de planes de matrimonio. Pero ahora los días se acortan, el verano casi ha finalizado..., y pasas casi tanto tiempo con Joseph como conmigo. La única razón por la que mi padre le permite permanecer aquí es porque tú lo pediste. Pero ¿por qué lo pediste, Mandy? Pensaba que yo te importaba. Los ojos azules de la muchacha estaban consternados. —Claro que me importas, Nicholas. ¡Sabes que es así! —Entonces, ¿por qué interceder por Joseph ante mi padre? De no ser por ti, habría arrojado a Joseph a la calle... —Y yo estoy seguro de que eso te habría complacido, hermanito. La voz de la puerta era suave y arrogante, pero cuando Nicholas se volvió vio que los ojos de Joseph llameaban. —Ah, no, eso no es cierto —dijo Mandy—. Nicholas jamás desearía verte lastimado. Los labios de Joseph se curvaron, y lanzó a su hermano una mirada irónica mientras se colocaba junto a Mandy. —Tal vez no —le dijo a la joven, la voz suavizándose un poco—. Pero mi hermano tiene razón respecto a una cosa, al menos. Los días se acortan, y pronto tu padre abandonará Florencia. Y te llevará con él..., a menos que tengas una razón para quedarte. A menos que tengas un esposo con el que quedarte. Las palabras no se pronunciaron, pero los tres las oyeron. El barón le tenía demasiado cariño a su hija para obligarla a casarse contra su voluntad. Al final tendría que ser la decisión de Mandy, la elección de Mandy. Puesto que el tema había salido a colación, Nicholas no podía permanecer en silencio. —Mandy sabe que tendrá que dejar a su padre dentro de poco... — empezó, haciendo alarde de su información confidencial, pero su hermano le interrumpió. —Ah, sí, antes de que el viejo empiece a sospechar —dijo Joseph con indiferencia—. Incluso el más amante de los padres debe empezar a hacerse preguntas al ver que su hija sólo aparece por la noche. Enojo y pena embargaron a Nicholas. Era cierto, pues: Joseph lo sabía. Mandy había compartido su secreto con su hermano. —¿Por qué se lo contaste, Mandy? ¿Por qué? ¿Qué ves en él, un hombre al que no le importa nada que no sea su propio placer? ¿Cómo puede hacerte feliz si piensa sólo en él? —¿Y cómo puede hacerte feliz ese muchacho si no conoce nada del mundo? —interpuso Joseph, la voz llena de un desdén cortante como una cuchilla—. ¿Cómo te protegerá si jamás se ha enfrentado a la realidad? Se ha pasado la vida entre libros y pinturas; deja que permanezca ahí. Mandy sacudía la cabeza afligida, con los preciosos ojos azules empañados por las lágrimas. —Ninguno de vosotros comprende —dijo—. Pensáis que me puedo casar e instalarme aquí como cualquier dama florentina. Pero no puedo ser como las demás damas. ¿Cómo podría tener una casa llena de sirvientes que vigilaran todos mis movimientos? ¿Cómo podría vivir en un lugar donde la gente viera que los años no pasaban por mí? Jamás existirá una vida normal para mí. Aspiró profundamente y miró a cada uno por turnos. —Quien elija ser mi esposo debe renunciar a la vida a la luz del sol — susurró—. Debe elegir vivir bajo la luna y en las horas de la oscuridad. —Entonces tú debes elegir a alguien que no tema a las sombras —dijo Joseph, y a Nicholas le sorprendió la intensidad de su voz. El muchacho jamás había oído a Joseph hablar con tanta seriedad y con tan poca afectación. —Mandy, mira a mi hermano: ¿será capaz de renunciar a la luz del sol? Está demasiado unido a las cosas corrientes: sus amigos, su familia, su deber para con Florencia. La oscuridad lo destruiría. —¡Mentiroso! —chilló Nicholas, que estaba furioso en aquellos momentos —. Soy tan fuerte como tú, hermano, y no temo a nada en las sombras, ni tampoco a la luz del día. Y amo a Mandy más que a los amigos o a la familia... —... ¿o a tu deber? ¿La amas lo suficiente para renunciar también a eso? —Sí —respondió Nicholas, desafiante—. Lo suficiente como para renunciar a todo. Joseph mostró una de sus repentinas sonrisas inquietantes y luego se volvió hacia Mandy. —Al parecer —dijo—, la elección es tuya. Tienes dos pretendientes a tu mano; ¿aceptarás a uno de nosotros o a ninguno? Mandy inclinó lentamente la dorada cabeza. Luego alzó unos húmedos ojos azules para mirarlos a ambos. —Dadme hasta el domingo para pensar. Y entretanto, no me presionéis con preguntas. Nicholas asintió de mala gana. —¿Y el domingo? —preguntó Joseph. —Ese día por la noche a la hora del crepúsculo os comunicaré mi elección. El crepúsculo... la profunda oscuridad violeta del crepúsculo... Las tonalidades aterciopeladas se desvanecieron alrededor de Nicholas y éste volvió en sí. No era el anochecer, sino el amanecer, lo que teñía el cielo a su alrededor. Absorto en sus pensamientos, había conducido hasta el linde del bosque. Al noroeste pudo ver el puente Wickery y el cementerio. Un nuevo recuerdo aceleró su pulso. Había dicho a Joseph que estaba dispuesto a renunciar a todo por Mandy. Y eso era justamente lo que había hecho. Había renunciado a todo derecho a la luz del sol y se había convertido en una criatura de la oscuridad por ella. Un cazador condenado a ser cazado eternamente, un ladrón que debía robar vida para llenar sus propias venas. Y tal vez un asesino. No, habían dicho que aquella chica llamada Chelsea no moriría. Pero su siguiente víctima sí podría hacerlo. Lo peor respecto a aquel último ataque era que no recordaba nada sobre él. Recordaba la debilidad, la abrumadora necesidad, y recordaba haber cruzado tambaleante la entrada de la iglesia, pero nada después de eso. Había vuelto en sí en el exterior con tu grito resonando en los oídos... y había corrido veloz hacia ti sin detenerse a pensar en lo que podría haber sucedido. ahh __________Por un momento sintió una oleada de pura alegría y temor reverencial, olvidando todo lo demás. cálida como la luz del sol, suave como la mañana, pero con un corazón de acero que no se podía romper. Eras como fuego ardiendo en hielo, como el afilado filo de una daga de plata. Pero ¿tenía derecho a amarte? Sus mismos sentimientos por ti te ponían en peligro. ¿Y si la próxima vez que la necesidad se apoderara de él y tu eras el ser humano vivo más próximo, el recipiente más cercano repleto de sangre caliente y renovadora? «Moriré antes que tocarla —pensó, haciendo una promesa—. Antes que abrir sus venas, moriré de sed. Y juro que jamás sabrá mi secreto. Jamás tendrá que renunciar a la luz del sol por mí.» Detrás de él, el cielo se iluminaba. Pero antes de marchar, envió un pensamiento sonda, con toda la fuerza de su dolor tras él, buscando algún otro Poder que pudiera estar cerca. Buscando alguna otra solución a lo que había sucedido en la iglesia. Pero no había nada, ningún indicio de una respuesta. El cementerio se burlaba de él con su silencio. Tu despertaste con el sol brillando en tu ventana. De inmediato te sentiste como si acabaras de recuperarte de una larga gripe y como si fuera la mañana del día de Navidad. Tus pensamientos se mezclaron entre sí mientras te sentabas en la cama. Ah. Te dolía todo el cuerpo. Pero tu y Nicholas..., eso lo arreglaba todo. Aquel borracho palurdo de Taylor... Pero Taylor ya no importaba. Nada importaba, excepto que Nicholas te amaba. Bajaste en camisón, advirtiendo por la luz que entraba oblicuamente por las ventanas que debías de haber dormido hasta muy tarde. Tía Melinda y Charlotte estaban en la sala. —Buenos días, tía Melinda. —Dio a su sorprendida tía un largo y fuerte abrazo—. Y buenos días, preciosidad. —Alzaste a Charlotte en voladas y bailaste un vals con ella por la habitación—. Y... ¡ah! Buenos días, Richart. Un tanto avergonzada por tu euforia y por tu estado de desnudez, dejaste a Charlotte en el suelo y corriste a la cocina. Tía Melinda entró tras de ti y, aunque había oscuras ojeras bajo sus ojos, sonreía. —Pareces de buen humor esta mañana. —Lo estoy. —le diste otro abrazo para pedir perdón por las oscuras ojeras. —Ya sabes que hemos de ir al despacho del sheriff para hablarles sobre Taylor. —Sí. —sacaste zumo de la nevera y te serviste un vaso—. Pero ¿puedo acercarme a casa de Chelsea Staud primero? Sé que debe de estar alterada, en especial porque parece que no todo el mundo le cree. —¿Tú le crees, __________? —Sí —respondiste lentamente—. Le creo. Y, tía Melinda —añadiste, tomando una decisión—, a mí también me sucedió algo en la iglesia. Me pareció... —¡________! Selena y Demi han venido a verte. —La voz de Richart sonó procedente del vestíbulo. La atmósfera confidencial se rompió. —Ah..., hazlas entrar —contestaste, y tomaste un sorbo de zumo de naranja—. Te lo contaré luego —le prometiste a tía Melinda, mientras unas pisadas se aproximaban a la cocina. Selena y Demi se detuvieron en la entrada, permaneciendo de pie con una formalidad poco habitual. TU misma te sentiste violenta y aguardaste hasta que tu tía volvió a abandonar la habitación para hablar. Entonces carraspeaste, con los ojos fijos en una baldosa desgastada del linóleo. Les dirigiste una rápida mirada a hurtadillas y viste que tanto Selena como demi tenían la vista puesta en aquella misma baldosa. Prorrumpiste en carcajadas, y ante tu sonido las otras dos alzaron los ojos. —Me siento demasiado feliz para colocarme siquiera a la defensiva — dijiste, tendiéndoles los brazos—. Y sé que debería lamentar lo que dije, y realmente lo lamento, pero sencillamente no puedo mostrarme patética al respecto. Me porté pésimamente y merezco que me ejecuten. Ahora, ¿no podríamos simplemente fingir que nunca sucedió? —Realmente deberías sentirlo, mira que dejarnos allí plantadas de ese modo —la reprendió Selena mientras las tres se fundían en un abrazo. —Y con Taylor Smallwood, nada menos —apostilló Demi. —Bueno, he aprendido la lección en ese sentido —dijiste, y por un instante tu ánimo se ensombreció. En ese momento Selena gorjeó una risita. —Y te llevaste el gran premio..., ¡a Nicholas Jonas! Y hablando de entradas teatrales, cuando entraste por la puerta con él pensé que alucinaba. ¿Cómo lo hiciste? —No hice nada. Simplemente apareció, igual que la caballería en una de esas películas de indios. —Defendiendo tu honor —dijo Selena—. ¿Qué podría ser más emocionante? —Se me ocurren una o dos cosas —indicó demi—. Pero, claro, es posible que ______________ también las tenga incluidas. —Os lo contaré todo —dijiste, soltándolas y retrocediendo—. Pero primero, ¿iréis a casa de Chelsea conmigo? Quiero hablar con ella. —Puedes hablar con nosotras mientras te vistes y mientras andamos y mientras te cepillas los dientes, de hecho —dijo Selena con firmeza—. Y si te dejas aunque sea un mínimo detalle, te vas a enfrentar con el tribunal de la Inquisición. —Como verás —indicó Demi maliciosamente—, todo el trabajo del señor Tanner ha tenido su compensación. Selena sabe ahora que la Inquisición no es un grupo de rock. Reíste con auténtico entusiasmo mientras subían por la escalera. La señora staud estaba pálida y cansada, pero las invitó a entrar. —chelsea ha estado descansando, el doctor dijo que la mantuviera en cama —explicó con una sonrisa que temblaba ligeramente. Selena, Demi y tu se agolparon en el angosto vestíbulo. La señora Staud dio unos suaves golpecitos en la puerta de Chelsea. —Cariño, unas chicas del instituto han venido a verte. No estéis demasiado rato —te dijo mientras abría la puerta. —No lo haremos —prometiste. Penetraste en un bonito dormitorio azul y blanco, con las demás justo detrás de ti. Chelsea yacía en la cama recostada en almohadas, con un edredón azul pastel subido hasta la barbilla, que contrastaba con su rostro blanco como el papel. Los ojos entrecerrados de la muchacha miraban directamente al frente. —Ése es el aspecto que tenía anoche —susurró Selena. fuiste a colocarte junto a la cama. —chelsea —dijiste en voz baja. Ésta siguió mirando fijo al frente, pero a ti te pareció que su respiración cambiaba ligeramente. —chelsea, ¿puedes oírme? Soy ________ ________. —Dirigiste una mirada vacilante a Demi y a Sel. —Parece como si le hubiesen dado tranquilizantes —comentó Demi. Pero la señora Staud no había dicho que le hubieran dado ningún medicamento. Frunciendo el entrecejo, volviste a mirar a la pasiva muchacha. —Chelsea, soy yo, ________. Sólo quería hablar contigo sobre anoche. Quiero que sepas que creo lo que dijiste sobre lo sucedido —hizo caso omiso de la aguda mirada que le lanzó Demi y prosiguió— y quería preguntarte... —¡No! Fue un alarido, vivo y desgarrador, arrancado de la garganta de Chelsea. El cuerpo que había estado tan inmóvil como una figura de cera estalló en violenta acción. Los cabellos castaño claro de la muchacha le azotaron las mejillas cuando empezó a agitar la cabeza de un lado para otro y sus manos se debatieron en el aire. —¡No! ¡No! —chilló. —¡Haced algo! —exclamó Selena con voz ahogada—. ¡Señora Staud! ¡Señora Staud! Demi y tu intentaban mantener a Chelsea en la cama, y ella se resistía. Los alaridos siguieron y siguieron. Entonces, de improviso, la madre de Chelsea apareció junto a ellas, ayudando a sujetarla a la vez que apartaba a las muchachas. —¿Qué le habéis hecho? —gritó. Chelsea se aferró a su madre, tranquilizándose, pero luego sus ojos entrecerrados te vislumbraron por encima del hombro de la señora Staud. —¡Tú eres parte de ello! ¡Eres malvada! —te gritó histéricamente —. ¡Mantente lejos de mí! Esta se quedó anonadada. —¡Chelsea! Sólo he venido a preguntar... —Creo que será mejor que os marchéis ahora. Dejadnos solas —dijo la señora Staud mientras estrechaba a su hija en actitud protectora—. ¿No os dais cuenta de lo que le hacéis? En atónito silencio, abandonaste la habitación. Demi y Selena te siguieron. —Debe de ser algún fármaco —dijo Selena una vez estuvieron fuera de la casa—. Simplemente se ha vuelto totalmente tarumba. —¿Has reparado en sus manos? —te preguntó Demi —. Cuando intentábamos contenerla, le sujeté una de las manos y estaba fría como el hielo. sacudiste la cabeza con perplejidad. Nada de ello tenía sentido, pero no estabas dispuesta a permitir que te estropeara el día. No lo permitirías. Desesperadamente, rebuscaste en tu mente algo que pudiera contrarrestar la experiencia, que te permitiera aferrarte a tu felicidad. —Ya lo sé —dijiste—. La casa de huéspedes. -¿Qué? —Dije a Nicholas que me llamara hoy, pero ¿por qué no nos acercamos a la casa de huéspedes en vez de eso? No está lejos de aquí. —Sólo a veinte minutos a pie —comentó Selena, y se animó—. Al menos podremos ver por fin su habitación. —En realidad —indicaste—, mi idea era que vosotras dos esperarais abajo. Bueno, sólo le veré unos minutos —añadiste poniéndote a la defensiva cuando ellas te miraron. Era curioso quizá, pero todavía no querías compartir a Nicholas con tus amigas. Llevabas tan poco tiempo con él que te resultaba casi como un secreto. Tu llamada a la reluciente puerta de nogal la contestó la señora Flowers, que era una mujer muy menuda y arrugada con unos ojos negros sorprendentemente brillantes. —Tú debes de ser __________ —dijo—, os vi salir a ti y a Nicholas anoche, y él me dijo tu nombre cuando regresó. —¿Nos vio? —inquiriste, sobresaltada—. No la vi. —No, no lo hiciste —repuso la señora Flowers, y rió entre dientes—. Qué chica más bonita eres, querida —añadió—. Una chica muy bonita —y palmeó tu mejilla. —Ah, gracias —respondiste, nerviosa, pues no te gustaba el modo en que aquellos ojos de pajarito permanecían fijos en ti; miraste más allá de la mujer en dirección a la escalera—. ¿Está Nicholas? —¡Debe de estar, a menos que haya salido volando por el tejado! —dijo la señora Flowers, y volvió a lanzar su risita. riste educadamente. —Nosotras nos quedaremos aquí con la señora Flowers —dijo Demi, mientras Selena alzaba los ojos al techo con expresión mártir. Ocultando una sonrisa burlona, asentiste con la cabeza y subiste la escalera. Era una casa vieja muy extraña, volviste a pensar mientras localizabas la segunda escalera en el dormitorio. Las voces de abajo sonaban muy apagadas desde allí, y mientras ascendía los peldaños se desvanecieron por completo. Estabas envuelta en silencio, y al llegar a la puerta pobremente iluminada del último piso tuviste la sensación de haber penetrado en otro mundo. Tu llamada a la puerta sonó muy tímida. —¿Nicholas? No oistenada en el interior, pero de improviso la puerta se abrió. «Todo el mundo debe de tener un aspecto pálido y cansado hoy», pensaste al ver al muchacho, y a continuación te encontraste en sus brazos. Brazos que te apretaron convulsivamente. —______. ¡_________ …..! Luego retrocedió. Ocurrió lo mismo que la noche anterior; percibiste que el abismo se abría entre ustedes. Viste cómo la mirada fría y correcta acudía a sus ojos. —No —dijiste, apenas consciente de haber hablado en voz alta—. No te lo permitiré. Y atrajiste la boca de él hacia la tuya. Por un momento no recibiste respuesta, y luego él se estremeció y el beso se volvió abrasador. Los dedos del muchacho se enredaron en tus cabellos, y el universo se encogió alrededor de ti. No existía nada más aparte de Nicholas, y el contacto de sus brazos a tu alrededor, y el fuego de sus labios sobre los tuyos.bye bye despues le siguiente cap. y mis niñas plis no me linchen ya ay cap y abra mas pronto | |
| | | NicholasJerryJonas Comprometida Con...
Cantidad de envíos : 891 Edad : 30 Localización : en el cuarto con nick Fecha de inscripción : 03/08/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 11th 2009, 11:37 | |
| dios de verdad es que amo tu nove...me encantaaaaa.. siguela siguela siguela siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa plis plis plis | |
| | | geness16 Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 396 Edad : 30 Localización : valencia-venezuela Fecha de inscripción : 10/09/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 11th 2009, 12:55 | |
| wao0o0o0o0o0 siguela esta muy buena de verdad estare esperando cap sube pronto por fis | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 11th 2009, 16:16 | |
| Lindo! *-*
JAJAJJAJAA, Oki abril (Lind nombre)
Te la Esperaa estuvo biien,. ame el Cap. Besos,.!!!!!
Cuidateeeee,.!! | |
| | | Aby Jonas Forista!
Cantidad de envíos : 61 Edad : 30 Localización : Mexico-una colada entre las venesolanas xD Fecha de inscripción : 28/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 11th 2009, 16:18 | |
| hello Girls aki lo q falta del cap 9 y el cap 10 completo!!!* hehe espero les guste grax por comentar sigan sigan go go go a comentar xD ya aki el cachito de cap y el cap Al cabo de unos pocos minutos o unos pocos siglos se separaron (N.A/ una de mis partes favoritas xD), ambos temblando. Pero sus miradas siguieron conectadas, y viste que los ojos de Nicholas estaban demasiado dilatados incluso para aquella luz tenue: sólo había una fina franja verde alrededor de las oscuras pupilas. El muchacho parecía aturdido y su boca —¡aquella boca!— estaba hinchada. —Creo —dijo él, y volviste a notar el control en su voz— que será mejor que tengamos cuidado cuando hagamos eso. asentiste, aturdida también. No en público, te decías. Y no cuando Selena y Demi aguardaban abajo. Y no cuando estuvieran totalmente a solas, a menos... —Pero puedes abrazarme —dijo. Qué curioso, que tras aquella pasión te pudieras sentir tan segura, tan tranquila en sus brazos. —Te quiero —susurraste a la áspera lana de su suéter. Sintió cómo un estremecimiento recorría el cuerpo de Nicholas. —________ —repitió él, y sonó casi desesperado. —¿Qué hay de malo en eso? —preguntaste, alzando la cabeza—. ¿Qué podría haber de malo en eso, Nicholas? ¿No me quieres? —Yo... La miró, con impotencia..., y oyeron la voz de la señora Flowers llamando débilmente desde el pie de la escalera. —¡Chico! ¡Chico! ¡Nicholas! Sonó como si estuviera golpeando el pasamanos con el zapato. Nicholas suspiró. —Será mejor que vaya a ver qué quiere. Se escabulló de tus brazos con expresión inescrutable. Al encontrarse a solas, cruzaste los brazos sobre el pecho y tiritaste. Hacía tanto frío allí... Debería tener un fuego encendido, te dijiste, a la vez que tus ojos se movían distraídamente por la habitación para ir a posarse por fin en el tocador de caoba que habías examinado la noche anterior. El cofre. Echaste una veloz mirada a la puerta cerrada. Si él regresaba y te pescaba... En realidad no debías..., pero avanzabas ya hacia el tocador. «Piensa en la esposa de Barba Azul —te dijiste—. La curiosidad la mató.» Pero los dedos estaban ya sobre la tapa de hierro y, con el corazón latiendo veloz, la abriste con cuidado. Bajo la débil luz, el cofre pareció al principio vacío, y soltaste una risa nerviosa. ¿Qué habías esperado? ¿Cartas de amor de Miley? ¿Una daga ensangrentada? Entonces viste la pequeña cinta de seda, doblada pulcramente una y otra vez sobre sí misma en una esquina. La sacaste y la pasaste entre tus dedos. Era la cinta color crema que habías perdido el segundo día de instituto. «Ah, Nicholas.» Las lágrimas acudieron a tus ojos, y en tu pecho se desbordó el amor sin que pudieras evitarlo. «¿Hace tanto tiempo? ¿Te importaba ya desde hace tanto tiempo? Ah, Nicholas, te amo...» «Y no importa si no eres capaz de decírmelo», pensaste. Se escuchó un ruido al otro lado de la puerta, y doblaste la cinta rápidamente y volviste a colocarla en el cofre. Luego giraste en dirección a la puerta, parpadeando para intentar contener las lágrimas. «No importa si no eres capaz de decirlo justo ahora. Yo lo diré por los dos. Y algún día aprenderás a decirlo.» Capítulo 10 Capítulo 10 7 de octubre, alrededor de las 8.00 de la mañana Querido diario: Escribo esto durante la clase de matemáticas, y sencillamente espero que la señorita Halpern no me vea. No tuve tiempo de escribir anoche, a pesar de que deseaba hacerlo. Ayer fue un día de locos, igual que la noche del baile de inicio de curso. Sentada aquí en la escuela esta mañana casi me parece como si todo lo sucedido este fin de semana fuera un sueño. Las cosas malas fueron muy malas, pero las buenas fueron sumamente buenas. No voy a presentar cargos contra Taylor. Aunque lo han expulsado temporalmente de la escuela y lo han echado del equipo de rugby. Lo mismo le ha sucedido a Dick, por haber bebido durante el baile. Nadie lo dice, pero creo que mucha gente cree que es responsable de lo que le sucedió a Chelsea. La hermana de Selena vio a Taylor en el dispensario ayer y dijo que tenía los ojos hinchados y todo el rostro amoratado. No puedo evitar preocuparme por lo que pueda suceder cuando él y Dick regresen al instituto. Ahora tienen más motivos que nunca para odiar a Nicholas. Lo que me lleva a él. Cuando desperté esta mañana, me entró el pánico al pensar: «¿Y si nada es real? ¿Y si nunca sucedió? ¿Y si él ha cambiado de idea?». Y tía Melinda estaba preocupada a la hora del desayuno porque yo era incapaz de comer otra vez. Pero luego cuando llegué aquí le vi en el pasillo junto a la secretaría, y simplemente nos miramos. Y lo supe. Justo antes de darme la espalda, sonrió, con cierta ironía. Y comprendí también eso, y tenía razón: era mejor no acercarnos el uno al otro en un pasillo público, no a menos que queramos excitar a las secretarias. Decididamente, estamos juntos. Ahora simplemente debo encontrar un modo de explicarle todo esto a Jean-Claude. Ja, ja. Lo que no comprendo es por qué Nicholas no se siente tan feliz como yo. Cuando estamos juntos percibo lo que siente, y sé lo mucho que me desea, cómo le importo. Hay casi un ansia desesperada en su interior cuando me besa, como si quisiera arrancarme el alma del cuerpo. Como un agujero negro que... 7 de octubre todavía, ahora son aproximadamente las 2.00 de la tarde. Bueno, ha habido una pequeña pausa porque la señorita Halpern me pescó. Incluso empezó a leer lo que había escrito en voz alta, pero luego creo que el tema empañó los cristales de sus gafas y se detuvo. No lo encontró gracioso, pero yo me siento demasiado feliz para que me importen nimiedades como catear matemáticas. Nicholas y yo almorzamos juntos, o al menos fuimos a un rincón del campo de juego y nos sentamos con mi almuerzo. Él ni siquiera se molestó en traer nada y, por supuesto, al final resultó que yo tampoco podía comer… No nos tocamos demasiado —no lo hicimos—, pero charlamos y nos miramos una barbaridad. Quiero tocarle. Más que a cualquier chico que haya conocido nunca. Y sé que él también lo quiere, pero se contiene. Eso es lo que no consigo comprender, por qué lucha contra ello, por qué se contiene. Ayer en su habitación encontré una prueba concluyente de que me ha estado vigilando desde el principio. ¿Recordarás que te conté que el segundo día de clase Selena, Demi y yo estuvimos en el cementerio? Bien, pues ayer en la habitación de Nicholas encontré la cinta color crema que yo llevaba ese día. Recuerdo que cayó de mi mano mientras corría, y él debió de recogerla y guardarla. No le he dicho que lo sé, porque es evidente que desea mantenerlo en secreto, pero eso demuestra que le importo, ¿no es cierto? Te diré alguien que no lo encuentra gracioso: Miley. Al parecer lo ha estado arrastrando al interior del aula de fotografía cada día a la hora del almuerzo, y cuando hoy no apareció fue en su busca hasta que nos encontró. Pobre Nicholas, se había olvidado por completo de ella, y se sintió conmocionado por ello. Cuando ella se marchó —luciendo un enfermizo color verde, podría añadir yo—, él me contó cómo se le había pegado la primera semana del curso. Le dijo que había advertido que él no comía a la hora del almuerzo y que ella tampoco lo hacía, ya que estaba a régimen. Así que ¿por qué no iban a algún lugar tranquilo y se relajaban? Lo cierto es que no quiso hablar mal de ella (creo que esto responde también a su idea de lo que son buenos modales: un caballero no hace eso), pero sí dijo que no había nada en absoluto entre ellos. Y para Miley creo que verse olvidada fue peor que si él le hubiese arrojado piedras. No obstante, me pregunto por qué Nicholas no almuerza. Es raro en un jugador de rugby. Vaya. El señor Tanner acaba de pasar por mi lado y he dejado caer mi cuaderno encima de este diario justo a tiempo. Selena se ríe desde detrás de su libro de historia, veo cómo se agitan sus hombros. Y Nicholas, que está delante de mí, parece a punto de saltar de su silla de tan tenso como se le ve. Paul me mira con esa expresión suya de «estás chiflada», y Miley parece iracunda. Yo me muestro de lo más inocente, escribiendo con los ojos puestos en Tanner parado frente a la clase. Así que si esto resulta un poco irregular y descuidado, ya comprenderás el motivo. Durante el último mes no he sido realmente yo misma. No he podido pensar con claridad ni concentrarme en nada, aparte de Nicholas. Hay tanto que he dejado sin hacer que casi me asusta. Se supone que debo encargarme de los adornos para la Casa Encantada y aún no he hecho absolutamente nada. En estos momentos me quedan exactamente tres semanas y media para organizarlo... y yo sólo quiero estar con Nicholas. Podría abandonar el comité. Pero eso sería cargarle el muerto a Selena y a Demi, y no dejo de recordar lo que Paul dijo cuando le pedí que consiguiera que Nicholas fuera al baile: «Quieres que todo el mundo y todo gire en torno a __________ _________». Eso no es cierto. O, al menos, si lo ha sido en el pasado, no voy a permitir que siga siendo verdad. Quiero..., bueno, esto va a parecer una solemne estupidez, pero quiero ser digna de Nicholas. Sé que él no defraudaría a los chicos del equipo sólo por propia conveniencia. Quiero que esté orgulloso de mí. Quiero que me ame tanto como yo le amo. —¡Date prisa! —gritó Selena desde la puerta del gimnasio. Junto a ella aguardaba el conserje del instituto de secundaria, el señor Shelby. lanzaste una última ojeada a las lejanas figuras del campo de rugby y luego, de mala gana, cruzaste la pista para reunirte con Selena. —Sólo quería decirle a Nicholas adonde iba —dijiste. Tras una semana de estar con él, todavía sentías un estremecimiento de emoción con sólo pronunciar su nombre. Cada noche de aquella semana él había ido a tu casa, apareciendo en la puerta cuando empezaba a caer la noche, con las manos en los bolsillos y llevando la americana con el cuello levantado. Por lo general daban un paseo bajo el crepúsculo o se sentaban en el porche a conversar. Aunque no se mencionaba, sabías que era el modo de Nicholas de asegurarse de que no estaban solos en la intimidad. Desde la noche del baile, él se había asegurado de ello. Protegiendo su honor, pensabas con ironía y con una punzada de dolor, pues sabías en tu corazón que ése no era el único motivo. —Puede vivir una tarde sin ti —dijo Selena, insensible—. Si te pones a hablar con él jamás conseguirás marcharte, y a mí me gustaría llegar a casa a tiempo de poder cenar algo. —Hola, señor Shelby —saludaste al conserje, que seguía aguardando pacientemente. Ante tu sorpresa, éste cerró un ojo, dedicándote un solemne guiño. —¿Dónde está Demi? —añadiste. —Aquí —dijo una voz detrás de ti, y Demi apareció con una caja de cartón llena de carpetas de anillas y cuadernos de notas en los brazos—. He sacado el material de tu taquilla. —¿Ya estáis todas? —preguntó el señor Shelby—. Bien, pues ahora, chicas, dejad la puerta cerrada con llave, ¿me oís? De ese modo nadie puede entrar. Selena se detuvo en seco. —¿Está seguro de que no hay nadie dentro ya? —inquirió con recelo. le asestaste un empujón entre lo omóplatos. —Date prisa —la imitaste en un tono nada amable—. Quiero llegar a casa a tiempo para la cena. —No hay nadie dentro —dijo el señor Shelby, haciendo una mueca por debajo del bigote—. Pero gritad si queréis algo, chicas. Estaré por aquí. La puerta se cerró detrás de ustedes con un curioso sonido inapelable. —A trabajar —dijo Demi con resignación, y depositó la caja en el suelo. Asentiste, mirando a un lado y a otro de la enorme habitación vacía. Cada año, el consejo de estudiantes organizaba una Casa Encantada para recaudar fondos. Habías pertenecido al comité de decoración los últimos dos años junto con Selena y Demi, pero era distinto ser presidenta. Tenías que tomar decisiones que afectarían a todo el mundo, y ni siquiera podías contar con lo que se había hecho en años anteriores. Por lo general, la Casa Encantada se montaba en un almacén de maderas, pero con la creciente inquietud que reinaba en la ciudad se había decidido que el gimnasio de la escuela era más seguro. Para ti significaba repensar todo el diseño interior, y ya faltaban menos de tres semanas para Halloween. —Realmente, esto da bastante miedo —dijo Demi en voz baja. Sí que provocaba cierta inquietud estar en la enorme sala cerrada, te dijiste, que te encontraste bajando también la voz. —Vamos a medirlo primero —propusiste. Se movieron por la habitación, con sus pisadas resonando con un fuerte eco. —De acuerdo—dijiste cuando terminaron—. Pongámonos a trabajar. Intentaste sacudirte de encima la sensación de inquietud, diciéndote que era ridículo sentirse nerviosa en el gimnasio del instituto, con Bonnie y Meredith a tu lado y todo un equipo de rugby entrenando a menos de doscientos metros. Las tres se sentaron en las graderías con bolígrafos y cuadernos en la mano. Tu y Demi consultaron los esbozos de años anteriores mientras Selena mordía su bolígrafo y miraba en derredor pensativa. —Bien, esto es el gimnasio —dijo Demi, haciendo un rápido bosquejo en su cuaderno—. Y aquí es por donde la gente tendrá que entrar. Bueno, podríamos colocar el Cadáver Ensangrentado justo al final de todo... A propósito, ¿quién será el Cadáver Ensangrentado este año? —El entrenador Lyman, creo. Hizo un buen trabajo el año pasado, y ayuda a mantener a los chicos del equipo a raya. —tu señalaste el bosquejo que habían hecho—. De acuerdo, dividiremos esto con un tabique para convertirlo en la Cámara de Tortura Medieval. Saldrán de ahí e irán directamente a la Habitación de los Muertos Vivientes... —Creo que deberíamos tener druidas —dijo Selena bruscamente. —¿Tener qué? —preguntaste, y entonces, cuando Selena empezó a chillar «druuidas», agitó una mano para calmarla—. Muy bien, muy bien, lo recuerdo. Pero ¿por qué? —Porque ellos fueron los que inventaron Halloween. De verdad. Empezó siendo uno de sus días sagrados, en el que encendían hogueras y sacaban nabos con caras talladas en ellos para mantener alejados a los malos espíritus. Creían que era el día en el que la frontera entre los vivos y los muertos era más fina. Y daban miedo, ________. Realizaban sacrificios humanos. Podríamos sacrificar al entrenador Lyman. —A decir verdad, ésa no es una mala idea —intervino Demi—. El Cadáver Ensangrentado podría ser un sacrificio. Ya sabéis, en un altar de piedra, con un cuchillo y charcos de sangre por todas partes. Y entonces, cuando uno realmente está cerca, se incorpora de repente. —Y te provoca un infarto —dijiste, pero tuviste que admitir que realmente era una buena idea, que definitivamente daba miedo. Sentías ciertas náuseas sólo de pensar en ello. Toda esa sangre..., aunque en realidad sólo era salsa de tomate. Tus compañeras también se habían quedado calladas. Del vestuario de los chicos, situado al lado, les llegaba el sonido de agua que corría y de taquillas cerrándose de un portazo, y por encima de todo ello voces confusas que gritaban. —Terminó el entrenamiento —murmuró Selena—. Debe de haber oscurecido fuera. —Sí, y nuestro héroe se está dando un buen baño —dijo Demi, enarcando una ceja en dirección tuya—. ¿Quieres echar una miradita? —Ojalá —respondiste, sólo medio en broma. De algún modo, indefiniblemente, la atmósfera de la habitación se había ensombrecido. Justo en ese momento sí deseabas ver a Nicholas y estar con él. —¿Habéis sabido algo más de Chelsea Staud? —preguntaste de repente. —Bueno —respondió Selena tras un instante—, oí que sus padres la iban a llevar a un psiquiatra. —¿Un loquero? ¿Por qué? —Bueno..., imagino que piensan que esas cosas que contó eran alucinaciones de algún tipo. Y oí que sus pesadillas eran terribles. —Ah —dijiste. Los sonidos procedentes del vestuario masculino empezaban a apagarse, y oyeron cerrarse de golpe una puerta interior. «Alucinaciones —pensaste—. Alucinaciones y pesadillas.» Por algún motivo, recordaste de improviso aquella noche en el cementerio, aquella noche en la que Selena las había hecho correr huyendo de algo que ninguna de ustedes podía ver. —Será mejor que volvamos a la tarea —dijo Demi. Abandonaste tus meditaciones con un estremecimiento y asentiste. —Po... podríamos tener un cementerio —sugirió Selena con cierta vacilación, como si hubiese estado leyendo tus pensamientos—.En la Casa Encantada, quiero decir. —No —dijiste con severidad—. No, nos ceñiremos a lo que tenemos —añadiste en voz más calmada, y volviste a inclinarte sobre tu cuaderno. Una vez más sólo se escuchó el sonido del suave rascar de bolígrafos y el susurrar del papel. —Bien —dijiste por fin—. Ahora sólo tenemos que medir para las diferentes divisiones. Alguien tendrá que meterse detrás de las graderías... ¿Qué pasa ahora? Las luces del gimnasio habían parpadeado y descendido a media potencia. —Vaya, no —profirió Demi, exasperada. Las luces volvieron a parpadear, se apagaron y volvieron a encenderse muy tenuemente. —No puedo leer ni una palabra —dijiste, contemplando con fijeza lo que en aquel momento parecía un pedazo de papel blanco sin nada más. Alzaste los ojos hacia selena y Demi y vio dos rostros blancos borrosos. —Algo le debe de suceder al generador de emergencia —dijo Demi —. Iré a buscar al señor Shelby. —¿No podemos acabar mañana? —inquirió Selena lastimeramente. —Mañana es sábado —dijsite—. Y se suponía que debíamos tener esto hecho la semana pasada.—Iré en busca de Shelby —volvió a decir Demi—. Vamos, Selena, tú vienes conmigo. —Podríamos ir todas... —empezaste a decir, pero Demi te interrumpió. —Si vamos todas y no le encontramos, entonces no podremos volver a entrar. Vamos, Selena, es sólo dentro del instituto. —Pero está oscuro ahí. —Está oscuro en todas partes, es de noche. Vamos ya, yendo dos no pasará nada. —Arrastró a una reacia Selena hasta la puerta—._______, no dejes entrar a nadie más. —Como si tuvieras que decírmelo —respondiste, abriéndoles la puerta y luego contemplando cómo daban unos pocos pasos pasillo adelante. En cuanto empezaron a fundirse con la penumbra, volviste a retroceder al interior y cerraste la puerta. Bueno, aquello era un bonito lío, como acostumbraba a decir tu madre. fuiste hacia la caja de cartón que Demi había traído y empezaste a volver a apilar carpetas y cuadernos en su interior. Con aquella luz sólo los veía como formas vagas. No se oía ningún sonido, aparte de tu propia respiración y el ruido que hacías. Estabas sola en la enorme habitación oscura... Alguien te observaba. No sabías cómo lo averiguaste, pero estabas segura. Alguien estaba detrás de ti en el gimnasio a oscuras, vigilándote. «Ojos en la oscuridad», había dicho el anciano. Chelsea también lo había dicho. Y en aquellos momentos había ojos puestos en ti. Giraste rápidamente de cara a la sala, forzando sus propios ojos para penetrar las sombras, intentando no respirar siquiera. Le aterraba que si hacía ruido lo que había allí te cogería. Pero no viste nada, no oiste nada. Las graderías eran formas oscuras y amenazadoras que se extendían hasta perderse en la nada. Y en el extremo opuesto de la sala no había más que una neblina gris informe. Neblina oscura, te dijiste, y sentiste cada músculo terriblemente tenso mientras escuchabas con desesperación. Ah, cielos, ¿qué era aquel apagado sonido susurrante? Sin duda era tu imaginación... Por favor, que fuera tu imaginación. De improviso, tu mente se despejó. Tenías que salir de aquel lugar ya. Existía un peligro real allí, no era sólo una fantasía. Había algo allí fuera, algo malvado, algo que te quería a ti. no estabas sola. Algo se movió en las sombras. El chillido se heló en tu garganta. También tenías los músculos paralizados, inmovilizados por el terror... y por alguna fuerza innombrable. Impotente, observaste en la oscuridad que la figura salía de las sombras e iba hacia ti. Parecía casi como si la misma oscuridad acabara de cobrar vida y se aglutinara tomando forma..., forma humana, la forma de un joven. —Lo siento si te asusté. La voz era agradable, con un leve acento que no conseguiste identificar. No sonaba en absoluto como si lo sintiera. El alivio fue tan repentino y total que resultó doloroso. Te dejaste caer y oiste cómo tu aliento salía en forma de suspiro. No era más que un chico, algún antiguo alumno o un ayudante del señor Shelby. Un chico corriente que sonreía levemente, como si le divirtiera verte casi desmayarte. Bueno..., tal vez no tan corriente. Era extraordinariamente apuesto. El rostro aparecía un poco bronceado bajo el artificial crepúsculo, pero pudo ver que las facciones estaban nítidamente definidas y eran casi perfectas bajo una mata de cabello oscuro. Aquellos pómulos eran el sueño de un escultor. Y había resultado casi invisible porque iba vestido de negro: botas blandas negras, vaqueros negros, suéter negro y chaqueta de cuero. Y seguía sonriendo levemente. TU alivio se transformó en enojo. —¿Cómo has entrado? —exigiste—. ¿Y qué haces aquí? Se supone que no debe haber nadie más en el gimnasio. —He entrado por la puerta —respondió él. La voz era queda, culta, pero podías oír aún el dejo divertido y lo encontraste desconcertante. —Todas las puertas están cerradas con llave —dijiste categórica y acusadora. Él enarcó una ceja y sonrió. —¿Lo están? sentiste otro estremecimiento de miedo, y los cabellos del cogote se te erizaron. —Se suponía que debían estarlo —respondiste con el tono de voz más frío que consiguiste adoptar. —Estás enfadada —dijo él solemne—. He dicho que lamentaba haberte asustado. —¡No estoy asustada! —soltaste. De algún modo te sentías estúpida delante de él, igual que una criatura a la que le sigue la corriente alguien mucho mayor y mejor informado. Eso te enfureció más. —Simplemente me he sobresaltado —proseguiste—. Lo que no es ninguna sorpresa, contigo acechando en la oscuridad de ese modo. —Cosas interesantes suceden en la oscuridad... a veces. Seguía riéndose de ti; lo veías en sus ojos. Se había acercado un paso más, y viste que aquellos ojos eran inusuales, café almendrados casi dorados, pero con una luz curiosa en ellos. Como si se pudiera mirar más y más en su interior hasta que uno caía dentro de ellos y seguía cayendo eternamente. advertiste que te miraba fijamente. ¿Por qué no se encendían las luces? Querías salir de allí. te apartaste, colocando el extremo de una gradería entre ustedes, y apilaste las últimas carpetas en la caja. Mejor olvidar el resto del trabajo por aquella noche. Todo lo que querías en aquel momento era irte. Pero el continuo silencio te incomodaba. Él estaba simplemente allí de pie, sin moverse, observándote. ¿Por qué no decía algo? —¿Has venido en busca de alguien? Te sentiste molesta contigo misma por ser quien hablaba. Él seguía contemplándote, aquellos ojos oscuros fijos en ti de un modo que te hacían sentir cada vez más incómoda. Tragaste saliva. —Ah, sí —murmuró él con los ojos puestos en tus labios. —¿Qué? Habías olvidado tu pregunta y tus mejillas y tu garganta se sonrojaban a medida que la sangre se acumulaba en ellas. Te sentías mareada. Si al menos dejara de mirarte... —Sí, he venido aquí buscando a alguien —repitió él, no más alto que antes. Luego, de un paso, avanzó hacia ti de modo que quedaron separados únicamente por la esquina de un asiento de la gradería. Tu no podías respirar. El muchacho estaba muy cerca, lo bastante cerca como para tocarte. Podías oler una leve insinuación de colonia y el cuero de su chaqueta. Y los ojos del desconocido seguían reteniendo los tuyos; eras incapaz de apartar la mirada. No se parecían a otros ojos que hubieses visto nunca: eran cafes almendrados como los trocos bañados en luz solar, con las pupilas dilatadas como las de un gato. Ocuparon tu visión mientras él se inclinaba hacia ti, agachando la cabeza en dirección a la tuya. sentiste cómo tus propios ojos se medio cerraban, perdiendo enfoque, y también cómo tu cabeza se echaba hacia atrás y tus labios se separaban. ¡No! Volviste la cabeza violentamente a un lado justo a tiempo y sentiste como si acabaras de apartarte del borde de un precipicio. «¿Qué estoy haciendo? —pensaste conmocionada—. Estaba a punto de permitir que me besara. Un completo desconocido, alguien que he conocido hace apenas unos minutos.» Pero eso no era lo peor. Durante aquellos pocos minutos, algo increíble había sucedido. Durante ese tiempo, habías olvidado a Nicholas. Pero en aquel momento su imagen ocupaba tu mente, y el ansia de tenerlo cerca era como un dolor físico en tu cuerpo. Deseabas a Nicholas, deseabas sus brazos a tu alrededor, deseabas estar a salvo con él. Tragaste saliva, y los orificios nasales se dilataron mientras respirabas con fuerza. Intentaste mantener la voz firme y circunspecta. —Voy a irme ahora —dijiste—. Si buscas a alguien, creo que será mejor que lo hagas en otra parte. El te contemplaba de un modo curioso, con una expresión que no conseguías comprender. Era una mezcla de irritación, reticente respeto... y algo más. Algo ardiente y feroz que te asustó de un modo distinto. El muchacho aguardó para responder hasta que tu mano estuvo en el pomo de la puerta, y su voz sonó queda pero seria, sin rastro de diversión. —A lo mejor ya he encontrado a esa persona..., ________. Cuando se dio la vuelta, no pudiste ver nada en la oscuridad.hehe bye bye :b las qlo muxoo mañana el cap 11 | |
| | | Aby Jonas Forista!
Cantidad de envíos : 61 Edad : 30 Localización : Mexico-una colada entre las venesolanas xD Fecha de inscripción : 28/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 11th 2009, 16:20 | |
| XD apenas pasaste Julita y akbo de subir cap xD es muy raro hehe espero les guste tanto como ami ya pronto podran leer mi cap favorito ok bye | |
| | | geness16 Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 396 Edad : 30 Localización : valencia-venezuela Fecha de inscripción : 10/09/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 11th 2009, 17:24 | |
| muy buena jejejejejeje tambien me gusto el cap jejejejeeje creo q ya se kien es el chico jajajajajajaja pero eso si de una vez te digo q yo kiero a nick jajajajajajajajajaja siguela pronto por fiss kiero saber q pasa | |
| | | Keeicy Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 244 Edad : 26 Localización : Venezuela Fecha de inscripción : 16/09/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 11th 2009, 19:21 | |
| sii siiguelaa Wii | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 11th 2009, 23:16 | |
| Liindo, Belllo, HermosoO!!
Totalmeteee Perfectooo,. LO AMEE,.
SOSPECHO Q ESE ES JOOEEE.- ¬¬'
AH! Muchas veces pasa ;p ,apenas comento suben CaP!!
graciiass abriL..,!!
besos (: | |
| | | karinick Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 155 Edad : 34 Localización : Valencia Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 11th 2009, 23:42 | |
| Bueno habia intentado varias veces leer esta nove pero no habia entendido el principio y eso m tenia mal! pero ya q la he leido toda m encanta aunq hay pedasos q aun no entiendo y palabras a no m son familiares! siguela esta muy buena d verdad!! m declaro nueva lectora! | |
| | | Jullita Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 397 Edad : 32 Fecha de inscripción : 10/10/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 12th 2009, 10:25 | |
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| | | ivethm Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 224 Edad : 34 Localización : Edo.zulia, maracaibo Fecha de inscripción : 13/04/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 12th 2009, 11:31 | |
| amooo!! tu noveee sigueeeeeeeee | |
| | | karinick Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 155 Edad : 34 Localización : Valencia Fecha de inscripción : 07/09/2009
| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) Noviembre 12th 2009, 17:26 | |
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| Tema: Re: el despertar del amor en la oscuridad(adaptacion) (Romantico-dramatico) (Nick, Joe y tu) | |
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