Holaaaa, bueno aquí está el capitulo. Creo que esta lo suficiente largo como para dos capítulos pero lo dejare en uno. Más tarde tratare de ponerles otro, no es seguro.
Gracias por leer & comentar. Son lo máximo <3 Me alegro que les guste como va todo y la novela en si. Sean expresivas con sus comentarios
Se supone que iba a poner capitulo cuando llegaran a la pagina 8 pero bueno xD
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“No le pidas a alguien que confié en ti cuando estas basado en mentiras”- Narradora
CAPITULO VII
No te hará nada Joe no sabía que decir o hacer, no tenía la respuesta, no tenia absolutamente nada de control en este momento sobre su propia casa. Miro a Chace con curiosidad.
-Chace ¿esto es una broma tuya? [Lo miro seriamente]
-Seria una broma nueva, traerte a una mujer a la cama pero no se me ocurrió a mi.
-Esto no es gracioso y mantén distancia.
Se acerco lentamente a la cama, sintiendo que caía en un repentino sueño, en toda la habitación se sentía la pesadez de la droga que utilizaban en vampiros para sedarlos, difícil de conseguir, realmente difícil, solo estaba en manos de Kevin o de Joe este tipo de drogas y era para controlar a los rebeldes. Pero ¿Aplicarla en un humano? Eso era un abuso, ¿Kevin la había utilizado en contra de la mujer que lo había alimentado sin conocimiento? ¿Por qué?
Solo sabía que estaba empezando a molestar mas mientras estaba más cerca de ti, estabas completamente desmayada sobre las sabanas de Joe, tu cara serena con las mejillas y labios rosados, tu corto vestido gris estaba mucho más arriba de las rodillas dejando prácticamente todas tus piernas el descubierto, tu cabello estaba esparcido por la almohada en lizos mechones, y ese suave aroma a durazno estaba reemplazando el perfume que habitualmente utilizaba Joe.
Observándola mejor, es hermosa, pensó.
Ahora Noel y Chace lo respaldaban cada uno a su lado, observando a la mujer detenidamente.
-¿La conoces, jefe? [Dijo Noel duramente]
-La he visto [dijo Joe antes de detenerse]
Y tengo su sangre en mis venas, pensó Joe inconscientemente. Cuando fue consciente de que había pasado varios minutos mirándote sacudió sus pensamientos. Todos miraron hacia la puerta sintiendo la mirada de alguien, los instintos de Joe se dispararon dispuestos a llevarse a cabo, volteo listo para cualquier cosa pero se encontró con el ceño fruncido de Kevin y su mirada llena de confusión.
Joe no espero que hablara, necesitaba respuestas, ya.
-¡¿Qué hace ella aquí Kevin?! [dijo con los dientes apretados]
Los ojos verdes de su hermano se desplazaron desde Joe hacia su cama, en cuanto reconoció tu cuerpo, su ceño se frunció aun mas, volvió a fijar su mirada en Joe la cual estaba ardiendo no sabía si en enojo o tal vez, deseo.
-Si no sabes tú [se encogió de hombres] acabas de cometer un gran error al traerl…
-¡No me mientas Kevin! [Se le acerco a grandes zancadas a su hermano] La durmieron, utilizaron el tranquilizante que solo tú y yo disponemos, ¡Eso pudo haberla matado!
-¿Estas insinuando que yo traje a esta mujer para acá? [Kevin lo empujo con un hombro pasándole a un lado] Estas equivocado, ¿No será que fuiste tú y buscas tapar tu actitud?
-¿Me ves cara de haberla traído? [Escupió Joe] Si no fuiste tu, dime entonces como consiguieron esa droga, solo tú y yo tenemos acceso a ella.
-Me estas empezando a resultar molesto Joe, no fui yo y no te voy a demostrar nada hermano.
El aire se volvió tan denso que el calor se apodero de la habitación haciendo sudar a los cuatro cuerpos. Alguien se deslizo rápidamente a un lado de la cama, inclinándose y agarrando un papel entro sus dedos
Noel.
-Ustedes dos [dijo obteniendo la atención de Kevin y Joe] deberían dejar de discutir y leer esto.
Joe fue el primero en estar al lado de Noel y arrancar el papel de sus manos, en una letra poco entendible y hecha de manera apurada estaba el “Joseph”. Mientras leía sentía un frio recorrerle el interior
“¿Te gusto el regalo?, creo que la mejor decisión sería cuidarlo, porque es frágil de romperse. Nos vemos Jonas, procura no volver a morderá, que esta vez si sabrá lo que eres. No te vuelvas un animal”Arrugando el papel en un puño, se lo llevo a la nariz queriendo reconocer el olor pero nada, solo ese dulce aroma de la fémina, desvió su mirada para colocarla sobre ti.
-¿Cómo alguien pudo entrar a este lugar? [dijo Kevin] ni siquiera los mejores equipos de seguridad pueden con los de este lugar.
-La pregunta, es ¿Por qué utilizarla a ella? [Susurro Noel]
-Porque es ciega. [Dijo Joe]
-Y dejaste tu marca en ella al morderla [dijo Kevin en un susurro]
-¡¿La mordiste?! [Dijo Chace con un tono de excitación en su voz]
-¿Por qué pensarían que te importaría que le hicieran algo? [volvió a hablar Noel] es solo una humana.
El silencio reino en la habitación, los cuatros estaban pensando en que estaba ocurriendo pero era seguro que debían estar preparados para cualquier cosa, en este mundo “inmortal” nada era de esperarse, solía suceder cada cosa, asi como también podía no pasar nada. Joe volvió a mirarte, una sola mordida y quizás ya te habría marcado de por vida,
¿Qué había hecho?.
-Iré a revisar los equipos de seguridad [dijo Noel] Chace, acompáñame necesito que hagas el trabajo sucio por si lo necesito
Chace solo soltó una risotada, el trabajo sucio siempre era algo de su preferencia, en cuanto Kevin y Joe quedaron solos en la habitación la tensión ya había disminuido, los dos miraban hacia ti con diferentes pensamientos, uno protector y el otro una fácil salida,
dejar que el regalo se rompiera.Sentías tu cabeza a punto de explotar, tu cuerpo tenía un ligero dolor quizás por las horas que habías dormido y aun así tus ojos pesados. Por un momento pensaste que habías visto la luz blanca pero rápidamente todo se volvió negro en tus sueños, nada soñaste, nada sentiste, solo el pacifico silencio. Ahora que estabas despierta, todo estaba igual de silencioso y todo estaría igual de oscuro pero… un momento,
¿Dónde estoy?, pensaste. Te sentaste rápidamente sobre la cama donde te encontrabas que absolutamente no era tuya, estas sabanas eran más ásperas pero en definitiva el colchón era más suave, dejaste salir el aire de tus pulmones pero el corazón empezó a latir desenfrenado, haciendo que todo tu cuerpo se agitara. ¡Malvada sea, como deseabas ver!
Recordabas el carro en frente de ti, haber caído en brazos de alguien y ese fuerte aroma que hizo que tu cuerpo se relajara… y el leve pinchazo venido de alguna parte cayendo en tu estomago. Tus manos empezaron a sudar intentando bajar de la cama haciendo silencio lo mas que podías,
que no me hayan hecho nada, te decías a ti misma no queriendo perder el control de tu cuerpo y tus emociones pero ya empezabas a temblar mientras te alejabas de la cama
-¡Despertó! [Grito alguien en la habitación]
Te sobresaltaste ahogando un grito y sintiendo todos los nervios apoderándose de ti, esa voz fue tan dura, fuerte y sobre todo autoritaria. Echándote hacia atrás rápidamente tropezaste con una mesa de noche y a los pocos segundos escuchaste como algo caía al suelo rebotando. Si, vaya manera de no hacer ruido.
-Calma mujer [dijo la voz dura más cerca] somos de los buenos.
Sí, claro, bueno mi trasero, volviste a pensar, echándote aun mas para atrás sin importarte con que tropezaras, no dejaste de caminar hasta que el borde de la cama te detuvo.
-Chace ¿Esta es tu manera de seducir a las mujeres? Le estas dando un susto de muerte [dijo una voz conocida] Es tu turno en el Xbox
El tipo dijo algo parecido a “ganare” mientras salía de la habitación, dejándote con ese hombre que sabias habías escuchado su voz y olido esa fuerte loción masculina, mientras más buscabas en tu mente, mas intentabas obtener su nombre.
-Joseph [dijo el hombre] me conoces, soy Joe.
No sentiste ni alivio cuando Joe dijo el nombre que tanto buscabas en tu mente, solo habías mantenido una conversación con él en la cafetería, ¿Qué tanto podías conocerlo? Nada.
-¿Qué vas a hacer conmigo? [Tu voz fallo débilmente] ¡¿Qué quieres de mí?! [Dijiste más fuerte]
-¿Yo? Nada [su voz fue despreocupada]
-¡¿Entonces qué hago aquí?! [Perdiste el control de tu tono, gritándole] y no me digas que me secuestraste solo para jugar damas chinas, bastardo.
Joe no sabía si tomarse el bastardo como un insulto o como algo que le resultara cómico, solo sonrió de lado.
-Para ya, con tus conclusiones [dijo mas firme] No vine, aquí no hay un te-secuestre-para-hacerte-daño [arrastro las palabras] serias tu, quien debería tener cuidado con lo que haces o tomas
-¿Por qué yo? [Dijiste a la defensiva]
-Si quisiera hacerte daño estuviera haciéndolo ahorita y no intentando hablarte y hacerte entender porque estás aquí
-Entonces dime, ¿Qué hago aquí? [Ahora susurraste sintiendo el dolor de cabeza crecer] Solo quiero saber que paso, ¿Qué quieren de mí? [Susurraste]
-Nada, te desmayaste en la calle, mi hermano te encontró [buscaba la mentira mas creíble]
-y ¿Por qué me trajiste aquí?
-Mujer, todo sobre ti olía a una loción de durazno pero también olías a una droga que sabrá Dios de donde la sacaste, ¿Querías que te llevara al médico para que luego te llevaran a una cárcel como regalo? [Dijo con algo de ironía]
-¡No estaba tomada, ni drogada! [Gritaste a la defensiva] Además, no te creo, ¿Qué sé yo si es una mentira? [Bajo el tono]
-No te hare nada [volvió a insistir Joe] pero supongo que alguien si te quiere hacer daño.
Por un momento Joe pensó que habías colapsado nuevamente, ya que en las diez horas que habían pasado, habías despertado y vuelto a desmayarte, perdiendo el conocimiento de nuevo. Ahora, estabas en silencio con los manos apoyadas sobre la cama, tu mirada puesta en nada, el cabello alborotado y totalmente palida. No era para menos.
-¿Por qué dices que me quieren hacer daño? [Tragaste fuerte]
-Solo supongo, creo que te drogaron [dijo Joe] Antes de desmayarte, ¿No llegaste a sentir una punzada en alguna parte?
-¿Por qué debo de creerte que no lo hiciste tu? [Insististe]
-Solo, cree lo que quieras, cariño. Ahora, dime si sentiste una punzada.
De manera inconsciente llevaste tu mano sobre tu estomago, justo donde te ardía un poco y habías sentido el pinchazo, una maldición de Joe te llego rápidamente, pero no te dio chance de preguntarle qué pasaba porque tus piernas fallaron cuando intentaste moverte e ibas directo al suelo, pero no llegaste nunca, las fuertes manos del hombre al cual temías ahora, te agarrón rápidamente por la cintura y te estrecharon contra su cuerpo duro.
-Primero, necesitas comer [dijo muy cerca de tu oído] Segundo, llama a algún familiar y tercero permanecerás aquí por unos días.
Es un secuestro, lo sabia, pensaste. Las lágrimas se acumularon contra tus ojos y parpadeaste rápidamente para no llorar, no podías hacerlo frente a alguien que deseaba eso, verte llorar y suplicar.
--No te hare nada [dijo Joe nuevamente con los dientes apretados] Soy del FBI [mintió] permanecerás aquí porque llevaremos tu casa, recibimos una nota, en la cual expresaban su verdadero aprecio por ti [dijo sarcásticamente] ahora, ¿entiendes?
-No, no entiendo nada. [Te soltaste de su agarre] Soy ciega, no estúpida [le recalcaste]
-Pues pareciera [Dijo una nueva voz] No te haremos nada querida, somos del lado bueno [volvió a decir la voz] Te necesitamos abajo, Joe.
-Si son del lado bueno, deberían enviarme a mi casa y vigilarme desde allá [hablaste]
-No es así de fácil [volvió a hablar Joe] ¿en donde esta Kevin, Noel?
-Dijo que volvía en un rato, fue a su casa [respondió]
Escucho unos pasos disminuir en la habitación y luego sintió el aire solo a su derecha, es decir que el hombre se había ido dejándola nuevamente con Joe a solas. Sentía su mirada, sabía que el hombre la observaba como si estuviera analizándola por fuera y si lo hacía, no sabía que hacer en este momento, no podía dejarla ir y que le pasara algo por su culpa, pero tampoco podía mantenerla bajo una casa de vampiros. Ahora estaba literalmente en aprietos.
-Vuelvo en un rato, te traeré comida, puedes estar aquí en la habitación [le dijo Joe] Te traeré un teléfono móvil para que llames cuando vuelva a subir, ¿de acuerdo?
No respondiste, te volviste a subir a la cama, envolviendo tus piernas con tus brazos, pero en cuanto hiciste eso el vestido volvió a dejar al desnudo tus piernas y parte de tus glúteos, con un movimiento rápido bajaste las pierdas luciendo como una niña indefensa, y tal vez así te sentías.
-No hagas nada estúpido [le susurro Joe] Estarás bien, aquí, confía en mí.
-Por favor haz lo que quieras pero no digas nunca que confié en ti cuando ni siquiera te conozco, eso mismo me dijeron justo cuando quede ciega y el “confía en mi” de nada sirvió [subiste la mirada]
Joe se quedo helado ante sus palabras, sonaron con total convicción y con una fuerza que no sabía de donde lo habías sacado. Solo se dedico a dejar la habitación sin poder sacarse de la mente a la mujer que dejaba en el cuarto, esto estaba todo mal.
Te quedaste sobre tu propia oscuridad, volviendo a subir tus piernas y apoyando un brazo de ellas mientras acariciabas tu propio cabello. Una parte de ti quería confiar pero la real y en la que creías, no lo hacía, pero sabias que la puerta estaba sin seguro y podías salir en cualquier momento, pero ¿Por qué no te dejaban ir? Deseabas tanto ver pero no necesitabas eso para saber que tu vida se estaba volviendo en un círculo sin salida, que luchaba por hundirte cada día mas.
-Tan bien que iba todo [susurraste]
CONTINUARA
¿Quién te habrá drogado y dejado la nota? ¿Kevin?
¿Le creerás a Joe?
¿Harás el intento de escapar?
¿Qué hará Joe?
¿Qué sucederá en esta historia?