Holaaaaaaaa, aquí les dejo otro capitulo, espero que les guste, es largo. Ya Sali de vacaciones.
Les diré que quizás el próximo capítulos les vaya a ENCANTAR, tengo muchas ideas para el :B así que estén pendientes. Tengo que ver su emoción porque publique para publicar (? Ustedes entienden.
PD: Me gustaría que comentaran del capítulo y al mismo tiempo dijeran lo que más le gusto, es una manera de conocer sus gustos.
Gracias por leer & comentar.
Por cierto, ¿Donde están las lectoras que comentaron en el primer capitulo? No las veo.
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“Los mejores desenlaces pueden ocurrir con los peores encuentros”-Narradoora
Capítulo VIII
Emociones mezcladas No podías dejar de abrazaste a ti misma sobre esa cama que era totalmente extraña para ti, el no ver te abrumaba aun mas, te desesperaba no poder ver lo que te rodeabas, tal vez no podrías ver pero sí que podías sentir, obligándote a ti misma a soltar tus piernas y dejar de temblar, te desplazaste fuera de la cama lentamente, tanteando todo lo que podría ser un soporte, sentías como si tu cuerpo tuviera horas allí sentado
Caminaste por el borde de la cama hasta quedar frente a lo que parecía ser una pequeña peinadora, lo supiste en el momento que tocaste el borde de la manera y comprobaste su anchura, pasaste la mano suavemente sobre el hasta que tu mano se encontró con un pequeño envase de vidrio, lo llevaste directamente a tu nariz dejando que todo ese aroma masculino llegara a tu nariz, te encantaste ante el maravilloso aroma, era la loción de Joe. Lo volviste a colocar sobre la mesa, pasando tu mano por toda la estrecha manera y por varios objetos que resultaron ser lociones de afeitar, peines, cepillos, desodorantes, gel, todo poseía un fuerte y masculino aroma, te topaste con unos cuantos lentes, suponías eran de sol y por ultimo con lo que reconociste de una vez, un Ipod.
Lo encendiste y llevaste uno de los audífonos hasta un oído, pasaste una serie de canciones entre los cantaste que tenia estaban Bono, Elvis Costello, Switchfood, entre otras canciones movidas y lentas.
-Por lo menos, tiene buen gusto [dijiste bajito]
Dejaste el reproductor sobre la peinadora, y seguiste caminando por la habitación, la cual te empezaba a parecer muy grande. Llegaste a su armario, pasando la mano por lo que era una gran colección de camisas y vaqueros. Cuando tu mano llego hasta un gran espejo que colgaba de la pared lo tanteaste suspirando sintiendo como tu pecho se cerraba con un nudo, como deseabas ver por una vez mas tu reflejo, ver como lucias después de todos estos años, sabias que no habías cambiado mucho te lo decía tus manos al tocar tu rostro y cuerpo pero no dejabas de sentir la ausencia de muchas cosas, entre esos la ausencia de tu familia y lo que fue tu propia adolescencia.
Una rabia interna se apodero de ti, haciendo que todos tus sentimientos se mezclaran, te confundieran y luego te abrumaran con desesperación, ¿Por qué tantas cosas ocurrían últimamente? ¿Por qué te sentías tan débil cuando no lo eras?, con todo abrumando golpeaste el espejo con fuerza con la suela de tus zapatos.
-Desgraciados todos por tenerme aquí [gritaste] ¡Malditos por querer arruinar todo! [volviste a golpear el espejo]
En este segundo golpe, el espejo se desequilibrio de la pared y solo escuchaste como el viento se alboroto a su alrededor y luego un estruendoso sonido llego a tus oídos como si algo se rompiera delante de ti.
Ahora si hasta aquí llegue, pensaste. Habías roto el espejo y no sabias si al moverte tropezarías con algo o de alguna manera u otra te cortarías. Dejándote llevar por la impotencia acumulada gritaste con todo lo que tu garganta daba, hasta sentir que te empezaba a arder pero era eso o perder el control nuevamente y acabar con la habitación. La garganta se te seco después de que culminaste de gritar y unas voces llegaron a tu mente, más bien, una maldición.
-Cálmate [dijo Joe detrás de ti]
Volteaste rápidamente echándote hacia atrás olvidando que el piso estaba lleno de vidrios, antes de que terminaras de mover tu pie izquierdo, Joe te jalo hacia el por tu brazo, alejándote de los vidrios.
-¡Suéltame! [Le gritaste]
Sacudiste tu brazo hasta que estuviste fuera de su agarre, dándole una patada con la punta de tu pie en donde le diera, esperabas que fuera entre sus partes intimas, Joe gimió con dolor al sentir que el pie daba en sus testículos y se mordió la lengua para no gruñir
-¡¿Qué te ocurre?! [Grito Joe y no respondiste] Dios, que desastre acabas de hacer
Eras un remolino de emociones y Joe las presintió en el momento que toco la habitación en cuanto escucho el vidrio romperse y luego un fuerte grito romper el silencio de la casa, la principal razón por la cual salió corriendo fue que temía que te hayas lastimado. Ahora sentía el enojo que irradias, la impotencia que sentías y el poder que estaba en ti, conocía muy bien eso, era una manera de liberarse de las emociones. Estabas totalmente roja por haber gritado, y tus ojos miraban en dirección a él aunque no lo veías.
-No me importa como haya quedado tu habitación [le dijiste con todo el veneno en tu voz]
-¿Ya te desahogaste? [Te dijo]
Joe volteo a ver a Chace y Noel que permanecían en la puerta mirándote como si hubieras perdido el control y preparados para cualquier agresión u otro acontecimiento pero veía claramente en sus ojos que ambos se estaban divirtiendo con la escena.
-Toda una gatita como te gusta Joe [dijo Chace sonriendo] y como me gustan a mí.
-Solo tú piensas en eso en este momento [se rio Noel]
Joe solo les sonrió para volver a mirarte, le pasaste por un lado empujándolo por un hombro y yendo hacia donde pensabas era la cama. Pasaste las manos por tu cabello sujetándolo en una moño y sentándote en el borde de el suave colchón.
-Me quiero ir de aquí [mascullaste]
-Y yo quiero que te vayas [respondió Joe] pero como te dije, puedes estar en peligro y no seré el culpable de que te pase algo si te dejo ir [dijo Joe fuertemente]
-Gracioso [te reíste con sarcasmo] secuestrada por quien ahora se cree mi protector.
-¿Pueden dejarme solo con ella? [Dijo Joe severo] Ahora.
Luego de un leve silencio, escuchaste como la puerta de la habitación se cerraba con un fuerte sonido. Tu corazón empezó a golpear con fuerza sobre tu pecho y ahora querías tener algo en tu mano para así defenderte.
Arruine todo otra vez, te dijiste interiormente. Todo a tu alrededor se detuvo hasta que una agitada respiración estuvo a solo centímetros de donde estabas sentada, de nuevo todo ese aura letal te invadió y ese aroma encantador.
-Te diré por última vez que no te hare daño [arrastro cada palabra] pero si sigues insistiendo, pensare que eso es lo que quieres.
Intentaste abrir la boca para decir algo pero un dedo se poso sobre tus labios, sentiste como un calor te invadió por este simple hecho pero también se mezclaba con el calor de Joe invadiendo tu espacio. Estuviste tentada a morderle el dedo para que mantuviera distancia pero preferiste mantener la boca cerrada, prácticamente tuviste que inclinarte al sentir a este hombre sobre ti.
-En verdad estas en peligro y quizás puedan ser hombres muy peligrosos, eres joven para morir ¿no? [Dijo rápido] entonces colabora y permanecerás aquí por unos días.
-¿Cuántos? [Susurraste]
-No muchos para tu suerte, hasta que encontremos el problema de todo esto.
-¿Por qu…
Tu voz fue interrumpida con el sonido de la puerta al abrirse, Joe abandono el dedo de tus labios sintiendo como ese carne suave que había tocado se apartaba de su propia piel. Volteo a verte una vez mas ahora viéndote tan serena, y luego volteo a ver a Kevin quien tenía un pequeño bolso en su mano, quien te miro a ti con curiosidad y luego sacudió sus pensamientos para volver a Joe.
-Son algunas pertenencias de ella [te señalo con la quijada] estuve fuera resolviendo unos asuntos y se me ocurrió esto.
Joe se alejo lo suficiente de ti quedando más cerca de su hermano para poder susurrarle.
-¿Cómo lograste entrar? ¿Qué asuntos? [le dijo calmado]
-Nada de qué preocuparse [le respondió] utilice un poco del control mental con su ama de casa.
-¿Qué le hiciste creer? [Le respondió Joe en un susurro]
-Que éramos del FBI y estábamos averiguando un caso de amenazas contra ella, que no debería de hablar de ello con nadie ya que podría complicar las cosas y que estaría en buenas manos por los momentos [sonrió como orgulloso de si mismo] Las mentes de los humanos son frágiles y fáciles.
-Esperemos que la señora no se vuelva loca. [Agarro el bolso de la mano de su hermano] Gracias por esto.
-Hay que resolver este asunto, hermano. Ya [miro hacia ti] está muy cerca de nuestro mundo, mucho más de lo debido.
-Si, ya Chace y Noel están encargándose de esos asuntos [volvió a mirar hacia ti] pronto volverá a su vida.
Kevin miro hacia el otro lado de la habitación viendo el desorden de vidrios esparcidos en todo el suelo, y luego te miro a ti estabas silenciosa pero con los puños apretando las sabanas de la cama.
-Iré a alimentarme [le dijo a Joe]
Joe asintió girándose a ti y esperando que de nuevo la puerta se cerrara a su espalda, lo cual ocurrió en solos segundos, su hermano sabía algo o sospechaba algo pero no lo iba a presionar en este momento, el mismo tenía muchos problemas ahora mismo como para provocar otro con su propia sangre.
-Mi hermano fue a tu hogar con el equipo [te hablo] Hablo con tu ama de casa y le conto lo que estaba pasando, aquí te mando un bolso con tus cosas.
Estabas aturdida al escuchar esas palabras, ¿así que en verdad eran de los buenos? O ¿también amenazaron a su ama de casa?, el bolso aterrizo a tu lado y lo tocaste rápidamente, si, era tu preferido. Ahora eras un mar de confusiones y estabas agotada, no sabias como podías estar agotada cuando habías sentido que dormiste por muchas horas.
-¿En verdad no eres quien me hará daño? [Insististe]
-De nuevo esa pregunta y mi respuesta es no. Aunque probablemente no me creerás nada así que no la hagas [su voz fue cerca de ti]
Otro silencio y la puerta se abrió, Noel paso con un plato en una mano y un vaso en la otra.
-Esto está en contra de mis principios [se dirigió a ti] pero supongo que tienes hambre.
-No no tengo [dijiste firme]
Joe agarro ambas cosas en sus manos y Noel volvió a salir a zancadas, tuvo que aguantar una risa sabia que más tarde Noel se las iba a cobrar y estaba ansioso por eso. Dejo el plato y el vaso sobre la mesa de noche.
-No comeré eso [le dijiste]
-De todas maneras te la dejare allí [dijo Joe suspirando] debes de comer, en algún momento lo necesitaras
Joe saco un móvil de su bolsillo y se dirigió a ti, agarro tus manos entre las suyas sintiendo la suavidad de tu piel, lo elegante que eran tus dedos y como deseabas apartarlas, así que solo dejo el teléfono allí.
-Llama a tu ama de casas y comprueba lo que te dije.
Sin vacilar, marcaste el numero rápidamente, agradecías conocer el panel táctil de los iphones, en cuanto agarro calmaste tu voz para no alterarla, la alegría que sentiste de su voz cuando te hablo te hizo sonreír, luego de contarte todo lo que había ocurrido, desde que hombres de la “FBI” habían entrado a la casa a hablar con ella hasta que cuidarían de ti por unos días, sentiste un alivio que no querías sentir pero ¿si todo era verdad?, la verdad ya no querías ni pensar.
-No te preocupes por mí, estaré bien [trataste de convencerla] Hablamos luego
Trancaste el celular extendiéndolo hacia Joe, quien lo agarro inmediatamente y lo metió en sus bolsillos. Sin volver a decir nada mas, la habitación se sintió repentinamente sola y sabias que ahora la habitación era toda tuya. Te recostaste en la cama, suspirando y volviéndote un ovillo tu misma. Percibías el olor de la comida, y tu estomago gruño pero no comerías nada, no por los momentos, cerraste los ojos queriendo volver a dormir y esperar que todo esto fuera una pesadilla.
Habías recobrado la consciencia luego de tu pequeña siesta pero no sabias porque sentías que todo estaba hirviendo pero sentías como si estuvieras en un sauna, todo estaba caliente, ¿soñabas?, no, esto no era un sueño pero abrir los ojos se había vuelto un dilema, tu garganta estaba seca y no podías ni moverte.
Dios, algo esta ardiendo. CONTINUARA
¿Algo se estará quemando?
¿Qué pasara entre Joe & tu?
¿Cuándo descubrías el porqué de todo?
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