Hola chicas, ¿como están?, me explico porque no he puesto capitulo es que estoy full con el club de fans de los Jonas y he tenido cosas que hacer, todo se mezcla, así que escribo capitulo cuando tengo tiempo o no estoy cansada, esto lo empece a escribir hace unas horas atrás y aquí lo estoy colocando.
Gracias por ser tan fieles lectoras, me alegro que aun sigan leyendo mi novela y no la hayan dejado a mitad de camino.
Espero que le guste como va todo y el capitulo. Tratare de ponerles lo mas pronto posible y cuando pueda. (Sera pronto).
37 Días <3
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Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda"-Narradora
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A falta de certezas, lo único que nos queda para guiarnos es el instinto"-Narradora
CAPITULO XLII. Parte 1
Misterios de tu vida No ibas a dormir, no lo ibas a hacer pero ¿Cuánto tiempo durarías asi?, todo se había vuelto una rutina, aun tu cabello goteaba luego de haberte bañado y terminado de colocarte uno de los cuantas vestimentas que te había traído quien se denominaría tu secuestrador, esto era un largo vestido de casa, no era como si te importara el color, más bien te resultaba repulsivo colocarte algo traído por él, pero era eso o andar desnuda. Solo tendrías que contar hasta veinte para saber que volvería a entrar por esa puerta para asegurarte que te habías bañado –si es que salía de la habitación, no podías certificarlo- y volverte a apresar a esa cama, estabas tan agotada tanto por no querer dormir luego de haber despertado con el abrazándote, sus brazos te mantenían apretada a el, algo que te provoco arcadas al despertarte y hasta ahora fue la única vez que te agredió pero no como hubieras esperado, solo con un empujón te mando hacia el suelo, ¿Qué era lo curioso? Que se había disculpado como si hubiera cometido la peor abominación. Raro. Repulsivo.
Obsesivo.
Ya tus manos no respondían al deseo de agredirlo, muchas veces lo habías hecho, cuando te tocaba el rostro terminabas arañándolo o empujándolo con toda la fuerza que tenias, es que odiabas, te producía escalofrió que te tocara el rostro, que sus manos bajaran con delicadeza por tus hombros, en otra ocasión hubiera sido acogedor pero en esta era algo que te hacia cohibir y querer quemarle la mano.
Un frio violento paso por tu cuerpo, captaste el castañear de tus dientes,
estaba haciendo mucho frio. Te aferraste más a las sabanas que abrazaban tu cuerpo cuando escuchaste la puerta abriste suavemente.
-Te traje de comer pizza.
Odiabas esa voz, era tan tranquila, tan compasiva y a la vez tan tierna que lo detestabas, preferías escuchar un grito o un gruñido porque eso te haría saber que estabas en manos de este hombre por traición a la sociedad y no por el hecho de que estaba obsesionado contigo, que quería algo de ti y aunque no había ocurrido, sabias que llegaría el día en que perdería la paciencia y el control, ese día revelaría el animal que era.
Escuchaste sus pasos aproximándose y querías correr porque no querías ni tenerlo cerca, te había alejado de tu realidad sabrá Dios cuanto tiempo, ¿habían pasado días?, ¿semanas?, ¿meses?, como lo habías pensando aquí el tiempo se volvía nada, perdías la noción de todo mezclándote entre el plano de los recuerdos y los pensamientos y el plano de la realidad que no querías afrontar ni dejar que te afectara. ¿Cómo estarían tus padres?, deberían de estarse volviendo locos, tantos años separados para ahora afrontar la idea de que estabas
desaparecida era mas de lo que podían asimilar, ¿Qué estaría pensando Karen?, ¿te estarían buscando? Lo menos que querías era que se obsesionaran con tu brusquedad cuando quizás no te encontraran
nunca, aquí venia el pensamiento que no querías tocar…
¿Cómo estaría Joe?, empezabas a sentir como la fragancia de marcaje desaparecía de tu cuerpo,
no querías que ocurría, querías permanecer con ese pedazo que te mantenía cerca de Joe, que no fuera en sueños porque apenas te despertabas volvías a la realidad y sabias que habías estado con el solo en sueños, necesitabas de esa fragancia en tu cuerpo para mantenerte ante tu juramento de fuerza.
-¡Estas palideciendo! [Escuchaste decir a Sael en pánico]
Tu primer instinto cuando sentiste a Sael llevándote a su regazo fue empujarlo, pero no lograste mucho porque el condenado era como una roca, firme y solida.
-¡Suéltame! [Gritaste]
Para tu suerte, lo hizo, esa era otra cosa, cuando lo rechazabas no insistía, se apartaba lo máximo que podía hacer era gritarte o romper algo pero de resto se quedaba tranquilo.
-¡Prefie…ro [castañeaste] mor…rirne de frio a tenert..e en mi..s bra..zos.
Si, estabas temblando y no solo era por el frio, te sentías nauseabunda, sentías esas arcadas en tu estomago de nuevo, no sabias de que era, no habías comido en… ¿tres días?, tal vez ¿seis?,
no sabias nada, toda la comida que te traían la dejabas, en estas situaciones no te daba ni apetito. Te enfurruñaste más a las sabanas.
-Han pasado dos semanas [dijo de repente] He tenido mucha paciencia, aquellas mujeres que se me ofrecen en los bares son solo una noche de diversión, matar a no-muertos es solo una pequeña distracción pero solo me concentro en que te tengo aquí.
Te encogiste de hombros, no es como si te importara. Pero si se te habia clavado en la mente lo de “dos semanas”, ¿en verdad había pasado tanto tiempo?, negaste con la cabeza imposible de asimilarlo, tu estomago gruño en protesta y quisiste maldecir al traidor.
-Creo que hablar de Joe si llamara tu atención [dijo entre risas secas] El no está siendo Joe [si lo hubieras visto, sabrías que estaba sonriendo] Hay tienes que darme un punto a mi favor, he camuflajeado muy bien tu fragancia y mis pensamientos.
-No obtendrás nada de mí [dijiste sin casteñear sin nada]
-Lo veremos [dijo con esa tranquilidad] Si pudieras verme supieras que estoy mucho mejor que Joe.
-¡No eres más que Joe [escupiste]
No vales [lo ultimo lo susurraste]
Ese “si pudieras verme” te recordó a las últimas palabras que Joe te dirigió
”Si pudieras verme y no solo sentirme sabrías como me siento”, recordabas que esa noche te había dolido, no tanto como el enterarte de la visión pero lo había hecho, ahora no te importaba eso pues era la verdad, solo querías saber que tanto Joe había dejado de ser el porqué era lo que temías y lo que había pasado, otra vez ese sentimiento de frustración te invadió, apartando todo gruñido de tu estomago y todo sentimiento nauseabundo,
tenias que lograr salir de allí como sea, porque no serias la única perdida en esto, se perderían muchas cosas mas.
Chillaste cuando un repentino peso cayó encima de ti, aplastándote en contra de la cama, llenándote con esa fragancia que poseía Sael cada vez que venía, fuerte masculino, luchaste contra su peso empujándolo queriendo deshacerlo de encima de ti. El cuero rozándote por encima de la tela del vestido y sus manos clavándose a los lados de tu cuerpo
-Serias una buena pareja [sus labios estaban cerca de tu oído] Lo sentí desde el momento en que te vi [Sus labios dejaron un camino en tu lóbulo, repugnándote] Leister era uno de mis mejores aliados, un buen compañero, conocía todo de él, es fácil el sentir que llevas linaje de el en tu sangre.
¿Qué?, ¿El tipo estaba alucinando? ¿o esa pequeña obsesión estaba yéndose al límite?, frunciste el seño y el labio a más no poder, primero porque sentir el hombre encima de ti te hacía sentir invadida contra tu voluntad y segundo porque lo que acababas de escuchar era una total sorpresa, sobre todo el nombre "Leister" aquel que había tenido esa visión desagradable, que aun ocupaba tus pensamientos
-¿Joe no te lo ha dicho? [Su voz estaba cargada de sorpresa con arrogancia] ¿Sera que el gran Joe no sabe que llevas la sangre, el linaje de Leister en ti? [Te encontraste negando y Sael una carcajada mas] Así que Joe en verdad se enamoro de la humana que hay en ti.
-¿Qué estás diciendo? [Dijiste entre dientes]
-Es fácil, pensaba que Joe planeaba convertirte en un vampiro, ya que tienes el linaje del guerrero Leister lo puede hacer pero ya veo que no, me gusta lo humano que hay en ti pero como vampiro [un segundo de silencio] todo se vuelve mas interesante. Por eso tienes ese fuego, ese poder…
Interrumpió sus palabras porque sus labios ahora estaban rozando los tuyos, apartaste la cara de golpe y forcejeaste para sacarlo de encima de ti, pero no lograste más que incitarlo más.
Basura, eso era el pero esta tanda de misterios de tu vida te tenían desconcertada, ¿Tenias sangre vampírica en tus venas?, es decir…
-¡¿Tienes planeado convertirme en vampiro?! [Escupiste incrédula]
-¡Bingo! [dijo con ese toque de emoción]
-¡Estás loco!
No, en verdad no lo iba a hacer, ¿o sí? ¿Podía?,
por supuesto que podía el parecía no seguir reglas ni nada y habías aprendido que en este mundo no sabías que esperar, abriste los ojos lo mas que pudiste dejándote llevar por la incredulidad y el asombro, Nick en una oportunidad te lo había insinuado ¿el sabia algo de tu linaje? ¿de esto?, ya no sabias ni que pensar,
no querías, no departe de él, no sabiendo que dejarías muchas cosas por ello,
no sin saber a lo que te afrontabas. Forcejeaste con toda la energía que te trajo el asombro y por una vez, lograste sacártelo de encima, pasándote las manos por el cuerpo, encogiéndote.
-Esta noche estaré fuera nuevamente [dijo sin mas]
No le respondiste, estabas demasiado aturdida, preocupándote por cubrir tu cuerpo y mantener la cara en alto pero
cuando costaba mantenerse firme ante la fuerza de voluntad en estos momentos.
Sael contemplo como estabas quieta sobre la sabana de seda dorada que cubría la cama en su cuarto, nunca había sido fanático de ver a una mujer aprisionada, le indignaba pero contigo estaba aprendido que era mejor estas cosas cuando no querías dejar ir algo. En otra ocasión hubiera hecho lo que hacía con cada mujer en un bar, lo que pedían las mujeres que le dieran pero en esta ocasión,
no quería ser ese, aunque estaba a punto de perder los estribos se estaba controlando porque así no lograría nada. Fue por el plato que dejo sobre la mesa de noche y el olor de la pizza invadió su olfato, lo acerco nuevamente a ti.
-O comes o te mataras a ti misma.
Nada de respuesta, estabas en neutro, observo como el cabello empezaba a secarse por la parte de adelante y tu rostro estaba pálido en contraste con el color de tu cabello ondulado, deseaba encontrar rápidamente la manera de convertirte en lo que era él.
Rapido, tenía ese leve presentimiento de que lo seguían y no le gustaba para, tenía que llevarte con él, lejos de allí. Alzo su mano y volvió a pasar los nudillos por tu mejilla, sintiendo como te cohibías y fruncías los labios.
Se estaba acostumbrando a ello, siempre le gusto las mujeres fuertes e incluso odiosas.
Chace respiro profundo al materializarse en la mansión nuevamente, le frunció el ceño a las cámaras de seguridad e introdujo los miles de códigos para que se abriera una de las puertas principales, eso pasaba con Noel, ocurría algo y colocaba más seguridad en la casa –hasta las ventanas tenían ventadas corredizas de metal- todo hecho por la mano de su gran amigo, estuvo tentado a mostrarle el dedo corazón a la ultima cámara que sabia estaba vigilando Noel pero se limito a sonreír, una sonrisa que no sentía por ningún lado, acababa de llegar de una ronda por la casa
Benson, si, tu casa, y no era el ejemplar de una familia feliz, era todo lo contrario. El se había encargado en dar la mala noticia de tu desaparición porque Joe estaba como un loco, buscando por todos lados, ¿Cuál había sido la reacción? Típica de los humanos: Una madre que lloraba, un padre que contrataba a miles de investigadores, en este caso una hermana que se guardaba el dolor para ella misma… pero después de dos semanas
se puso peor.
Había estado hurgando a hurtadillas en tu casa, donde ahora estaban tus padres esperando tu regreso, bueno en este caso, estaba tu padres ¿Por qué?, tu madre simplemente se había ido solo dejando una nota en donde escribía lo doloroso que era el perder lo que había costado recuperar, ahora estaba una hermana que no quería saber nada –convirtiéndose en su enemiga- de la desaparecida y un padre que aun permanecía en lucha, buscando, tratando de mantener en alto la fuerza de una figura paternal, cuando también quería tirar todo a la borda.
Realmente, Chace nunca iba a entender a los humanos, ni en los casi dos siglos de vida que tenia, lo hacía.
Olisqueo el aire y le llego el olor de la comida, eso era algo positivo en todo lo que había pasado, Kevin –quien parecía estar poseído por un dictador desde hace esas tres semanas- se había dignado a contratar una “ama de casa” –Si, en la raza también estaban aquellos que servían a el consejo y a la sociedad- porque a según todo estaba hecho un caos en la mansión, no le llevaba la contraria.
-¿Buenas noticias?
Esa era la voz de Noel, en cuanto entro lo visualizo recostado de la pared a su izquierda.
-Si, por supuesto [dijo sarcástico] Una madre que tiro la toalla, una hermana rencorosa y un papa que no solo debe, sino que tiene ser la figura paternal perfecta, ¡Todo listo para una película de “Happy Family”! [El tono sarcástico era lo que más se notaba]
-Humanos [arqueo una ceja Noel] Pensando que toman la decisión correcta y se encuentra desbordados en el camino.
-Ya lo sabes [sonrió Chace de lado] ¿Listo para salir a patrullar? Aun quiero tener en mis manos a ese no-muerto que se escapo la noche en que le disparo a Joe.
-¡No se te olvide! [Exclamo Noel] Mitad y mitad, también lo quiero en mis manos.
-Sí, claro [ahora fue su turno de arquear una ceja] Creo que seremos lo único en la cena, ¿vamos?
CONTINUARA