Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo IX

“Regreso a la realidad”

Nick tomaba el carrito del supermercado con ambas manos mientras observaba cada estante y producto, su ceño estaba fruncido mientras que un par de mechones de su cabello cubrían su frente –no sabía que esto fuera tan complicado ¿Cual debo elegir? Hay tantos que no se cual es malo y cual es bueno– dijo con plena sinceridad sin quitar la mirada de los anaqueles repletos de diferentes marcas del mismo producto, una de sus manos recorrió su cabello para luego unirse a la otra y rodear su pecho –quita esa cara– le dije mientras abrazaba su cuerpo y pegaba mis labios de su espalda cubierta por la suave camisa de algodón –es que es muy complicado–
–Eres un profesional egresado de Oxford además de un empresario exitoso, puedes solucionar esto– le dije manteniendo mi tono de voz lleno de diversión –pues si tanto de divierte, soluciónalo tú…a ver tn______ dime cual eliges– dijo con prepotencia mientras se hacía a un lado para no obstaculizar mi vista, al comenzar a observar entendí su confusión, había tantas marcas que no entendía cual se podía elegir, no sabía en que basarme para seleccionar una, podía sentir la mirada de Nick llena de victoria perforar mi rostro, noté el rabillo de mi ojo como su sonrisa se formaba, entonces decidí no darle el gusto de hacerle una pregunta así que alce mi mano y tomé el primero que alcance –este es el que quiero– le dije mientras lo colocaba en el carrito y seguía hacia el otro anaquel –¿en qué te basaste para elegirlo?– me pregunto impaciente mientras se alcanzaba junto al carrito –ese me gusto más que los demás–
–No es suficiente para mí, si tienes alguna razón especial me gustaría que me la dijeras–
–Ok, lo admito, tampoco sabía que elegir, eran muchos, no es mi culpa no haber ido nunca a un supermercado, las empleadas de mi madre se encargaban de hacerlo– le dije eufórica por tener que haber admitido mi ignorancia en el asunto, Nick soltó una carcajada que retumbo en los pasillos llamando la atención de las personas que caminaban a nuestro lado –No me parece adecuado que te burles de mi ignorancia y no se trata de seguridad personal porque yo estoy muy segura de mi preparación universitaria, se trata de que te burlas de mi frente a todos, eso es desagradable y me avergüenza– le dije casi en un susurro pero con mucho temple, los ojos de Nick parecían querer salirse de su orbite, giré mi cuerpo y continúe mi recorrido, dos pasillos más adelante cuando me encontraba sola los remordimientos me atacaron, me había comportado de la manera mas estúpida de este mundo, no había razón para molestarme y mucho menos reaccionar de esa forma, ahora por un ataque de hormonas debía devolverme y pedirle disculpas a Nick, se las merecía, caminé rápido entre los pasillos para encontrarlo, un par de pasillos más adelante lo conseguí eligiendo otro producto, el carrito ya estaba medio lleno, ahora si estaba avergonzada, no sabía que decirle, no sabía cómo abordar mis disculpas, Nick notó que me acercaba, me miro seriamente de arriba abajo y luego volvió a mirar el estante –lo siento… sé que no debí reaccionar así, pero no sé qué me pasa de repente me molesto y luego estoy feliz, luego me deprimo, ni yo me entiendo…sé que eso no me justifica pero no quiero que seas tú quien pague por mis arranques locos y eso me afecta porque no estoy acostumbrada a no poder controlar mis sentimientos, el doctor lo predijo pero no creí que fuera de esta forma, yo…. –
–No digas mas nada– me dijo mientras colocaba su dedo en mis labios para luego deslizarlo hacia mis mejillas acariciadas por un par de lágrimas llenas de culpa –puedo aguantar un par de arranques de locura– dijo mientras me abrazaba –debes aprender a hacer compras, tu rostro era muy cómico, parecías estar presentando una prueba de bioquímica– dijo entre risas –es que no se cómo hacerlo– le dije sonriéndole –así me gusta verte, me gusta ver tu hermosa sonrisa– me dijo mientras pegaba sus labios cortamente de los míos –creo que podre enseñarte, ya le estoy agarrando el truco ala asunto– me dijo mientras me señalaba los productos, las tres horas que pasamos en el supermercado fueron fascinantes, Nick no paró de burlarse de mí en ningún momento, pero no me importaba, lo que único que sentía era la felicidad que nos rodeaba, Nick se emocionaba a medida que avanzaba entre los pasillos –me encanta hacer las compras, creo que podría encargarme de esta labor hogareña– dijo mientras encendía el coche, una hermosa sonrisa se apodero de su rostro durante toda la actividad y aun no se le borraba, me hacia preguntarme si no le dolía el rostro –claro que te gusta, hiciste lo que quisiste, te trajiste tres carritos completos– le dije devolviéndole la sonrisa, sus ojos se pudieron en blanco justo antes de pedirme un beso el cual le di sin problema –debemos ir pronto a comprar los muebles– dijo mientras me guiñaba uno de sus ojos –ok, pero yo decidiré cuando y cuantos compraremos–
–Tú eres la que manda– dijo manteniendo su sonrisa –te amo– le dije mientras lo veía, detallaba sus lunares, sus pecas, lo había observado detalladamente tantas veces y nunca me cansaba – ¿tengo algo en el rostro?– me preguntó sonrojado sin quitar la vista de la oscura carretera alumbrada ligeramente por los lujosos faroles del suburbio –solo hermosura– sus mejillas ardieron en un tono rojizo encantador, inmediatamente mis labios se pegaron de una de sus mejillas mientras acariciaba suavemente su abdomen con una de mis manos, Nick dejó salir un suspiro profundo desde su interior –si bajas unos pocos centímetros tu mano, te darás cuenta lo mucho que me haces delirar– dijo con picardía evidente en su voz –creo que debemos esperar hasta llegar a la casa– le susurré suavemente permitiendo que mi aliento rozara su colorada mejilla adornada con sus hermosos lunares –no te vas a salvar–
–No quiero salvarme– le repliqué, Nick torció su sonrisa al escucharme, enredé mi mano con la suya mientras me incorporaba correctamente en el asiento, sus dedos acariciaban de manera suave y provocativa los míos mientras el vientre me empezaba a arder lleno de deseo, sin darnos cuentas nos introdujimos en un juego de provocaciones muy intenso, su mano me tentaba mientras la mía le respondía, cada tacto o roce tenia significado propio, la inocencia se había perdido, hasta que decidí llevarlo un poco mas allá dirigiendo uno de sus largos dedos a mis labios, lentamente lo introduje en mi boca para luego jugar a acariciarlo con mi lengua, Nick soltaba pequeños gemidos a medida de que lo provocaba aun mas, sin previo aviso saco de mi boca su dedo, lo mire sorprendida pero al instante noté que algo lo perturbaba, Nick había apretado su mandíbula mientras sus ojos brillaban y su mirada se entrecerraba, había colocado las dos manos sobre el volante, parecía estar asimilando una situación fuera de lo común, sus músculos se marcaron mas debajo de la camisa de algodón lo que me decía que estaba tenso, al seguir su mirada encontré el objetivo, un coche digno de nuestra clase social se encontraba estacionado frente a nuestra casa, Nick como si nada abrió por medio del control el rejado del garaje –creo que comenzó lo inevitable– dijo acompañado de una sonrisa llena de cinismo mientras me bajaba del coche y daba la vuelta para ayudarme a bajar como de costumbre, su mano tomo la mía mientras ayudaba a erguirme a su lado –somos uno, cualquier cosa que se presente la enfrentare a tu lado– le dije al notar por sus gestos que estábamos a punto de enfrentar algo no muy agradable, pero ya era el momento de volver al mundo real, no todo podía ser felicidad.