—Me gusta esta cama —le dijo Nick a _______ lleno de felicidad.
Ella lo miró desde delante del armario. Mientras ella se había dedicado a preparar la ropa y el equipo para su nuevo trabajo, él se había quedado tumbado en la cama, con los brazos cruzados debajo de la cabeza y tapado con una única sábana. Los pies le llegaban al extremo de la cama de más de dos metros de ________.
¿Cómo era posible que encajase tan bien entre sus cosas? En especial cuando no muchos demonios solían entrar en Andoain, y mucho menos meterse en su cama.
Hacía pocas horas que se había ido el resto de inmortales, y Nick ya había examinado casi todas las pertenencias de _______, las tuberías, el aire acondicionado, la tele y una miríada de electrodomésticos.
Y había dejado que Ruby lo «enseñase» a sus amigas. _______ jamás olvidaría la cara del demonio cuando la niña lo presentó como su padrasmonio. Primero se había sorprendido, y luego, emocionado. Igual que cuando ella había dicho que era su esposo.
—A mí nunca me habían presentado como «mi nada» —le confesó más tarde—. Me gusta.
Las amigas de Ruby lo miraron con ojos como platos, pero al final se acostumbraron a él. Y cuando descubrieron que Nick nunca había comido pizza, contuvieron el aliento hasta ver si le gustaba. _______ estaba convencida de que él había exagerado su reacción para hacerlas reír, y todavía lo quiso más por eso.
La fiesta de pijamas estaba en pleno apogeo en el desván, la música salía a todo volumen por el karaoke y las niñas no paraban de reírse.
Nick sonrió, al parecer le gustaba ese ruido.
«Ha estado solo tanto tiempo...»
—¿Qué otras cosas te gustan? —le preguntó, decidida a demostrarle que podía ser feliz en su mundo.
—Las duchas.
Ella enarcó una ceja.
—Lo que te ha gustado es lo que hemos hecho el uno con el otro en la ducha. —Aquello sólo había sido un aperitivo. Bajo aquel inocente albornoz, _______ llevaba una lencería demoledora.
—Es cierto —respondió él sonriendo desvergonzado. A _______ le encantaba verlo sonreír. Esa noche lo había hecho a menudo. Al principio le faltaba algo de práctica, pero iba cogiéndole el tranquillo.
—¿Quieres vivir aquí? —le preguntó él.
—A decir verdad, le tengo echado el ojo a una casa que hay al final de la calle. —Se apresuró a colocar la ropa para el día siguiente. Quería dejarlo todo listo esa noche porque, en cuanto se metiera en la cama con él, no tenía intención de salir hasta que tuvieran que irse—. Tiene piscina.
—Creo que he rastreado allí antes. Debí de verla en tus recuerdos. —Entonces se puso serio—. Quiero comprarla para mi familia.
—Cariño, si consigues que Lanthe regrese junto a Sabine —________ se frotó las manos—, entonces será toda nuestra.
Nick volvió a relajarse.
—Los demonios de la ira parecían buenos tipos.
Mientras ________ se ponía al día con Mari y Elianna, Nick se había quedado charlando con ellos.
—¿Y de qué habéis hablado durante tanto rato?
—El rey Rydstrom quiere que me una a ellos en la próxima Ascensión.
—¿Ya le has dicho que tendrá que pagarte?
Nick asintió.
—El rey me ha dicho que mi esposa era muy lista, y que sentía una violenta devoción hacia mí. Me he sentido muy orgulloso de ti.
_______ se pasó la mano por el pelo.
—Eso intento. Vas a ganar una fortuna como mercenario, estoy convencida. Protegiendo a la gente, librando batallas.
—¿Y tú, de qué hablabas con tus amigas?
—De cómo íbamos a hacernos cargo de Ruby. —Elianna y Mari le habían ofrecido todo su apoyo. Podía contar con ellas para lo que fuese necesario.
Y luego las tres brindaron por Amanda, un pequeño homenaje antes de que pudiesen dedicarle una ceremonia en condiciones. ________ le dio las gracias a su prima en silencio por haber criado a una niña tan maravillosa.
—Y también les he dicho lo mucho que te adoro —añadió _______.
—El sentimiento es mutuo.
—Ah, y que eres fantástico en la cama.
Él frunció el cejo, hasta que se dio cuenta de que ella lo decía en serio. Y le respondió modesto:
—También es mutuo.
—Nos han hecho dos regalos de boda. Elianna ha colocado un silenciador místico para que nadie pueda oír lo que sucede en esta habitación, así nadie sabrá que te estoy seduciendo.
Nick enarcó una ceja, su erección había levantado una tienda de campaña con la sábana.
—También te ha hecho un vestuario completo. —________ abrió el segundo armario y le enseñó la ropa nueva. Ante la mirada atónita de él, le explicó—: Todo te irá bien. Eli es un genio para estas cosas. —Se colocó bien la cinta de seda negra que llevaba alrededor de la muñeca y añadió—: Y Mariketa también nos ha hecho otro regalo. Algo muy valioso. Pero es una sorpresa.
Se preguntó cómo reaccionaría Nick al recibirlo. «Pronto lo sabré.»
—Por cierto, vamos a celebrar una pequeña fiesta para la boda aquí, en el aquelarre, cuando todo esto termine. —Quizá le doliera un poco que sus padres biológicos no asistiesen, pero por suerte para ella, toda su familia estaría allí. Mariketa, Elianna, Ruby y Nick.
—Las brujas también me gustan.
—Porque no paraban de susurrar lo guapo que eres, y has oído todos sus comentarios —le dijo mientras terminaba de prepararse. ________ se había dado cuenta de que Nick tenía el cuello rojo, y que se había muerto de vergüenza en un par de ocasiones.
—A mí sólo me interesa una bruja. Ven aquí, ara.
________ se acercó a la cama.
—Te gusta mi cama, las duchas y mi aquelarre. Pero ¿qué me dices de esto? —Dejó que el albornoz le cayera a los pies y apareció vestida con medias negras de rejilla, un corpiño de seda del mismo color y tanga a juego. «Al fin y al cabo, es nuestra fiesta de bienvenida.»
Nick tragó saliva y frunció el cejo.
—Por todos los dioses, mujer. —A una velocidad increíble, se bajó de la cama y cogió a ________ por la cintura.
Ella gritó feliz cuando él la sentó en su regazo.
—Me gusta mucho —dijo él sin ocultar que estaba fascinado por la ropa interior de encaje.
—¿Quieres saber qué nos ha regalado Mari? —Levantó la muñeca y le enseñó el lazo—. Es un hechizo contraceptivo. Un hechizo que anda muy buscado.
En cuanto vio que Nick se ponía serio, ________ se acercó a él y le murmuró al oído:
—Podrás eyacular dentro de mí y no me quedaré embarazada.
—Pero yo quiero...
Ella lo interrumpió con un beso.
—Danos algo de tiempo para aclimatarnos a Ruby y a la casa nueva. Así ella se acostumbrará a estar con nosotros. —_______ sabía que tendrían que enfrentarse a algún que otro problema. Estaba convencida de que la pequeña todavía no se había hecho a la idea de que su madre se había ido para siempre.
Al ver que él seguía dudando, añadió:
—Ruby necesitará toda nuestra atención. Y tú y yo tenemos tiempo de sobra. Ya que vamos a vivir para siempre y todas esas cosas.
El demonio suspiró resignado.
—Está bien. De acuerdo. Por ahora.
—¿Qué te parece si ponemos la pulsera a prueba? —le susurró de nuevo al oído con voz sensual, consiguiendo que la erección de Nick temblase debajo de ella—. Esta noche no tienes que contenerte. Soy fuerte y lo quiero todo de ti.
—Y yo quiero dártelo todo, esposa. —Le colocó los dedos bajo el mentón y le levantó la cara para besarla. Le acarició los labios con los suyos con ternura, insinuando un poco la lengua. Fue aumentando la intensidad del beso a medida que iba acariciándole los pechos por encima de la seda, hasta que ella se movió excitada sobre su pene.
—Separa las piernas —le pidió, pegado a sus labios.
En cuanto lo hizo, le tocó las braguitas.
—Están empapadas.
—Entonces, será mejor que me las quites...
Las desgarró y ella se estremeció.
Los dedos de Nick regresaron al instante para acariciarla, y él entrecerró los ojos al descubrirla tan excitada. Se sintió satisfecho y ella lo notó.
—¡Oh, demonio! Eso también lo quiero. Lo quiero todo de ti. Ahora.
—Tengo que asegurarme de que estás lista —dijo él con voz aterciopelada. Se mordió una garra y deslizó el dedo índice por entre los pliegues de _______ mientras con el pulgar le acariciaba el clítoris.
Ella suspiró de placer y se aferró a sus hombros para echarse hacia atrás. Se rindió a sus caricias y separó más las rodillas.
Él la tocaba despacio y dibujaba lentos círculos. Una y otra vez. Nick observó cómo sus dedos se perdían en el sexo de _______. Bajo las nalgas de ella, su pene acarició la suave piel.
—Demonio —susurró _______ al borde del orgasmo—. Estoy a punto...
Él dejó de acariciarla y retiró los dedos, haciéndola gemir.
—Siéntate encima de mí —le ordenó mientras se lamía el dedo con el que la había estado tocando. Se estremeció de placer al notar su sabor—. Mi bruja es deliciosa.
_______ tembló y se colocó a horcajadas en su regazo.
En cuanto estuvo sobre su erección, Nick se sujetó el pene con la mano que tenía libre.
—Acércate a mí. Déjame entrar dentro de ti.
—Nick —susurró ella descendiendo. Y cuando él irrumpió en su cuerpo, gimió y le arrancó el corpiño para poder besarle los pechos, lamérselos, tocárselos con los dedos que tenía empapados.
________ no podía aguantar más.
—¡Ah, por todos los dioses! —Alcanzó el orgasmo cuando él no había empezado apenas a penetrarla. Nick sintió su clímax por todo su cuerpo. _______ quería echar la cabeza hacia atrás y gritar de placer, pero él dejó de besarle el pecho y la miró, sujetándole el rostro entre las manos.
El demonio tenía los dientes apretados y la frente empapada de sudor, y quería que ella lo mirase a los ojos mientras su pene la poseía por completo, y _______ no podía dejar de gemir de placer.
«Lo noto temblar dentro de mí... olas de calor abrasador.»
Al mirarlo mientras tenía un orgasmo, _______ se sintió completamente desnuda delante de él. Le pareció que era un acto muy íntimo y excitante.
Cuando dejó de temblar, él estaba por fin dentro su cuerpo, y ella volvía a estar al borde del orgasmo.
Nick le colocó las manos en las caderas y susurró.
—Todavía no he terminado contigo. —Y entonces tiró de ella hacia abajo al mismo tiempo que levantaba las caderas, proporcionándole otro orgasmo demoledor...
Esa vez, Nick dejó que _______ echase la cabeza hacia atrás, y que pudiese disfrutar de aquel placer con total abandono. Su melena negra le acariciaba los muslos mientras ella gritaba su nombre, y él observó cómo se le movía el cuello.
El cuello de _______ estaba completamente al descubierto. No llevaba collar. Los colmillos le dolían de las ganas que tenían de tocar aquella piel; ansiaban ese placer tanto como su pene ansiaba eyacular dentro de su esposa. Pero no volvería a morderla sin permiso.
Ella lo miró de nuevo, tenía la respiración entrecortada, los ojos le brillaban como estrellas, resplandecientes de placer.
Nick le cogió un dedo y se lo llevó a los labios para poder mordérselo con un colmillo.
Después, colocó el dedo en el que brillaba una gota de sangre entre los dos.
—Tiene que ser tu elección, ara.
Ambos se quedaron mirando la creciente gota, el camino que iba dibujando.
—Lo quiero todo de ti, demonio —dijo ella sin aliento—. Todo. —Antes de que él apartara la mirada, ________ se acercó el dedo herido al cuello y se manchó con la sangre que caía—. Necesito que me muerdas tanto como tú necesitas morderme.
—¡Bruja! —gimió él y la tumbó en la cama. Él seguía en su interior, así que se le colocó encima y luego se apoyó sobre los brazos para incorporarse.
Seguía moviendo las caderas entre sus muslos, y se quedó mirándola. Tres semanas atrás habría dicho que todo aquello era una fantasía; la hembra más exquisita que había visto nunca le estaba ofreciendo el cuello mientras él se movía dentro de su sexo.
—Eres demasiado guapa para ser real, channa.
—Bebe mi sangre, Nick. Saboréame. Soy tuya, estaré a tu lado siempre que me necesites.
Por todos los dioses, ¿de verdad era suya? ¿De verdad había encontrado a una compañera que lo quería tal como era? Apoyó la cabeza de _______ en su brazo y, con el antebrazo, la colocó de lado. Se inclinó hacia adelante y le lamió la sangre del cuello; jamás había tenido los colmillos tan largos. Los hundió en la suave piel que había entre el cuello y el hombro.
_______ tensó todo el cuerpo en cuanto él empezó a beber.
—¡Nick... es... oh, dioses, demonio...! —Le cogió la cabeza y la pegó a ella hasta que él abrió más la boca.
«Mi esposa siente lo mismo que yo.»
Esa cercanía, esa unión que él jamás se había ni imaginado siquiera que existiera, era todavía más intensa ahora que estaba dentro de ella. La esencia de _______ corría por sus venas, y él movía las caderas a pesar de que se estaba esforzando por no terminar.
En medio de uno de esos movimientos, el placer lo hizo estremecer hasta los huesos. Por fin sabía lo que se sentía, por fin podía compartir aquella sensación con Carrow.
«Tienes que aguantar, Jonas, aguanta. Está sucediendo de verdad...»
—¡Nick, casi estoy! —Él la sintió al mismo tiempo que oía las palabras —: ¡Demonio! —gritó ella al alcanzar el orgasmo.
El modo en que el sexo de _______ lo apretó, le robó la fuerza de voluntad. Ahora que estaba a punto de eyacular, comprendió que ella llevaba tiempo pidiéndoselo.
«Demasiada presión... estoy a punto de explotar.» Dejó de morderla y arqueó la espalda de tan intensa como fue la sensación de notar que su semen estaba preparándose.
—Termina dentro de mí —le pidió _______ con la respiración entrecortada—. Necesito sentirte. Lo necesito todo de ti.
Sus palabras lo lanzaron por el precipicio.
—No puedo más... ¡no puedo aguantar más! —Incapaz de detenerse, Nick se estremeció entre los muslos de ella y la poseyó como nunca lo había hecho, hasta que... una fuerza cegadora...
Se rompió el sello.
—¡_______! —gritó al empezar a eyacular. Su pene se estremeció una y otra vez perdido en el calor de la bruja. «Eyaculando... éxtasis...»
Mientras él seguía moviéndose, ella gritó:
—¡Puedo sentirte dentro de mí, Nick, estás tan caliente... es como si me marcaras por dentro! —Separó más las rodillas y se aferró a las sábanas al alcanzar otro orgasmo.
En el mismo instante en que la tensión abandonaba el cuerpo de _______, Nick gimió y soltó la última gota. Se quedaron tumbados durante mucho rato, tratando de recuperar el aliento. Él apenas era capaz de pensar; aquella unión había sido demasiado intensa, el placer lo había consumido. «Estoy estupefacto.»
—Demonio —dijo ella también atónita.
—Nunca habría podido imaginar que sería así —murmuró Nick—. No existe placer igual.
Por fin había reclamado lo que más quería en este mundo. A su esposa. Y se sentía... completo.
Las confusas emociones de antes volvieron a agolparse en su pecho, impacientes por salir a la luz. Antes no comprendía lo que sentía, no sabía cómo expresarlo en palabras.
Ahora sí. Se apoyó sobre los codos y la miró.
—Te amo, _______. Estoy enamorado de ti. —Le colocó un mechón de pelo detrás de la oreja.
—Nick, te amo tanto... —Los ojos le brillaban—. Y siempre te amaré.
Y mientras él sujetaba el rostro de su esposa entre las manos, la miró a los ojos y vio que lo amaba. Vio que todo ese amor estaba allí esperándolo. Él había querido una prueba, y no había ninguna más irrefutable que aquélla.
En lo que ahora le parecía otra vida, alguien le había dicho que nunca ganaría.
Y ahora que había descubierto la verdad, su corazón estaba rebosante de felicidad. «A ella he conseguido ganármela.»
El futuro los estaba esperando. Iba a soñar. Y esos sueños iban a hacerse realidad.
~El Fin~
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Seré quien soy, hoy y siempre... Y no me interesa tu opinión
Lo que no me mata, me hace más fuerte.Just be yourself and keep dreaming