Capítulo 8
Nick trató de disimular su creciente inquietud, pero no podía dejar de preguntarse dónde diablos estaba _____ y lo que estaría haciendo. ¡Por amor de Dios! ¿Tanto rato necesitaba para abrir un mísero regalo? ¡Pero si era casi la una! La razón más obvia era difícil de digerir: estaba en su cuarto haciendo cosas innombrables con ese tipo con pinta de playboy en paro del que ella se había enamorado.
Nick jamás había visto a un tipo más pelota y más ambicioso que aquél, con su sonrisa falsa, su pelo rubio teñido y su bronceado igualmente artificial.
Desgraciadamente, sus músculos no parecían artificiales, y eso era algo que le fastidiaba sobremanera. Nunca había pensado que _____ fuera de esa clase de chicas a las que pudieran importarle esos atributos superficiales. Pero estaba claro que se había equivocado; incluso parecía gustarle que él la llamara «nena».
¿Acaso no sabía que su querido Derek seguramente llamaría «nena» a todas sus novias? Así no tenía que acordarse de sus nombres; porque estaba más que claro que Derek era uno de esos que no tenía suficiente cerebro para que le doliera la cabeza.
Chloe: —Nick, Jeremy te está hablando —saltó de pronto Chloe en tono mordaz.
Nick: —¿Qué? Ah, perdón —Nick dejó de pensar en lo que le atormentaba y se centró en lo que le decía el otro. Jeremy era el localizador de exteriores de la productora cinematográfica de Nick; un tipo genial en su trabajo, y gay.
Nick: —¿Qué me estabas diciendo, Jeremy?
Jeremy sonrió.
Jeremy: —Sólo que estoy agradecido de que me hayas invitado a comer hoy. La Navidad es una época del año en la que a los gays nos damos cuenta de que aún hay muchas personas que tienen prejuicios en contra de los homosexuales.
Nick: —¿De verdad? —dijo Nick mientras miraba de nuevo hacia el vestíbulo para ver si bajaba ________.
Jeremy: ¿Porque qué le importa a nadie con quién se acueste o deje de acostarse uno? —continuó Jeremy con entusiasmo—. Mientras no le hagas daño a nadie...
Marcos: —Bien dicho, Jeremy —corroboró su pareja. Nick se fijó en Marcos, un hombre alto y delgado de edad identerminada
Nick estaba a punto de comentar algo, sospechaba que estaría a punto de comportarse de un modo muy grosero, cuando por el rabillo del ojo vio el movimiento que había estado esperando.
A Nick se le revolvió el estómago al ver el objeto de su agitación cruzar el vestíbulo con Derek pisándole los talones. Tampoco se le pasó por alto que de pronto _____ bajase con el pelo suelto y un poco despeinado.
Nick: —Si me disculpáis —dijo bruscamente—. Tengo que hablar con una persona. ¿Chloe, podrías acompañar a nuestros invitados a la terraza? La comida es un bufé, pero en las mesas hay tarjetas con el nombre de los invitados.
Nick ignoró la cara de fastidio de Chloe y la dejó para cruzar el salón y regañar a ______. No sabía qué era lo que iba a decirle, pero tenía que decir algo; cualquier cosa para dar rienda suelta a la tormenta de emociones que se fraguaba en su interior.
Nick: —_____ —soltó cuando estaba cerca de los dos tortolitos.
Ella se volvió bruscamente y lo miró.
Nick: —Necesito hablar contigo. Ahora mismo, y en privado.
Tu: —Pero íbamos a salir a la terraza a comer —le respondió ella con suma dulzura. El apretó los dientes mientras se fijaba con rabia en los labios de ______, que parecían más rojos que antes. Sin duda, se había retocado el carmín.
Pero el toque de gracia que amenazó con terminar de desatar su furia fue cuando vio que se había quitado los pendientes de diamantes
Nick: —Seguro que no te importará esperar cinco minutos más para comer —le soltó con fastidio, angustiado al pensar por qué se había quitado su regalo de Navidad.
_______ se encogió de hombros con despreocupación, pero Nick detectó una momentánea sombra de duda en su mirada.
Tu: —No tardaré, cariño —le dijo a Derek con una caricia de disculpa en el brazo—. El bufé está en la terraza; sal, que yo voy enseguida.
Derek—Claro, nena. Voy escogiendo por ti; y te sirvo un poco de ese vino blanco que te gusta.
Tu: —¡Estupendo!
En cuanto Derek desapareció de su vista Nick la agarró del codo y la empujó hasta su despacho.
Tu: —¿Es necesario que te pongas en plan troglodita?
Nick cerró la puerta del despacho sin decir nada. Cuando la miró tan enfadado, ______ se acobardó un poco, como avergonzada.
Tu: —De acuerdo, estás enfadado conmigo por no bajar antes a ayudarte con los invitados —dijo ella —Es eso, ¿verdad?.
Nick: —Tu comportamiento no sólo ha sido descortés, ______, sino también embarazoso.
Tu: —¡Embarazoso! No entiendo cómo. Quiero decir, este año no conozco a ninguno de los invitados. Flor me advirtió de antemano que todos ellos son de tu productora.
Nick: —Esa no es excusa para ignorarlos —arremetió él con rabia—. Me han oído hablar de ti y querían conocerte; pero tú te has esfumado. ¡El día de Navidad, para más colmo! Por educación, deberías haberte quedado en el salón atendiendo a los invitados y charlando con ellos. Pero en lugar de eso, estabas arriba en tu dormitorio practicando sexo con tu novio. Pensaba que tendrías más orgullo y más sentido del decoro.
A ______ se le subieron los colores.
Tu:—No he estado practicando sexo con él.
Nick soltó una risotada de desprecio.
Nick: —Tu aspecto contradice tus palabras.
Ella abrió la boca y luego la cerró.
Tu: —Lo que Derek y yo hagamos en la intimidad de mi dormitorio no es asunto tuyo. Igual que no es asunto mío lo que vas a hacer con Chloe esta noche en tu habitación. Somos adultos, Nick. Dentro de seis semanas cumpliré veinticinco años y tú no podrás decir nada acerca de mi vida. ¡Podré hacer lo que quiera en esta casa porque tú ya no estarás aquí!
Nick: —Y nadie se alegrará más que yo —su frustración le hizo responder de un modo tan temerario—. ¿Crees que me ha gustado ser tu maldito guardián? ¿Crees que me ha divertido protegerte de todos los canallas que se han acercado a ti? ¿Tienes idea de lo mucho que me ha costado mantener mis manos alejadas de ti, ______?
¡Lo había dicho! Su oscuro secreto, su culposa obsesión, había quedado expresada en palabras.
Nick: —¿Nunca lo habías pensado? —de pronto estaba harto, cansado.
Ella negó con la cabeza.
Tu: —Tú... nunca me dijiste nada...
Nick sonrió con pesar.
Nick: —Mi deber para con David era hacer lo que él me pidió.
Tu:—¿Te pidió que no te acercaras a mí?
Nick: —Me pidió que te protegiera de todos los sinvergüenzas de este mundo.
Aquello la extrañó más que ninguna otra cosa.
Tu:—¡Pero tú no eres un sinvergüenza!
Nick:—Confía en mí, _____. Soy un canalla de primera categoría. Siempre lo fui, y siempre lo seré. Créeme, si fueras la hija de otro hombre, te habría seducido cuando tuve oportunidad. Porque la tuve contigo cuando tenias dieciséis años, ¿verdad?
Tu: —¿Quieres decir cuando te besé esa vez? ¿Ya entonces me deseabas?
Nick: —Eso es decir poco. No imagines ni por un momento que me preocupaba tu edad. Esas cosas nunca me han importado. Pero no podía soportar la idea de que el único hombre en el mundo a quien yo quería y respetaba me mirara con asco. Los elogios de David y el que me aceptara significaban más para mí que mi intenso e inconveniente deseo por ti.
Tu: —Ya... entiendo...
Nick dudaba que alguien tan dulce e inocente como ______ pudiera entender el trasfondo siniestro y enrevesado de su personalidad.
Nick. —Ve. Vuelve junto a tu Derek —le ordenó.
Tu:—Él... no es mi Derek.
Nick:—¿Cómo? ¿Qué quieres decir con eso?
Tu:—Derek no es mi amante. Sólo es un amigo. Y además es gay.
Nick:—¡Gay! —repitió Nick.
La cabeza le daba vueltas mientras trataba de darle sentido a la confesión de ____.
Tu:—Has sido totalmente sincero conmigo, de modo que yo voy a serlo contigo. Traje a Derek a la comida de hoy para no estar sola; y de paso para darte celos, esperaba.
Nick la miró sorprendido, y se dio cuenta de que ella estaba a punto de echarse a llorar.
—Llevo toda la vida colada por ti —soltó sin más.
Nick hizo una mueca. Detestaba la palabra «colada» porque parecía de colegiala; claro que comparada con él, ______ era aún muy joven.
Tu: —Aún tienes oportunidad conmigo, Nick —continuó con los ojos brillantes—. Si la quieres...
¡Por supuesto que quería! Dios santo, si ella supiera...
Pero lo que él quería no se parecía nada a lo que quería ella.
Nick:—No soy bueno para ti, ______.
Nick era el primero en sorprenderse por haber encontrado la voluntad para rechazar lo que ella le estaba ofreciendo.
Tu: . —¿Por qué no? —quiso saber ella.
Nick:—Tú sabes por qué no. No te he ocultado nada desde que eras pequeña. Ya te lo he dicho en más de una ocasión: no puedo enamorarme.
Tu:—No te estoy pidiendo que te enamores.
El la miró con enfado.
Nick:—No te atrevas a rebajarte de se modo. ¡No te atrevas! Te conozco, ______. Tú quieres casarte y tener hijos; no buscas tener una aventura con un tipo que no tiene conciencia ni moral.
Tu:—Entonces me rechazas de nuevo. ¿Es eso?
Nick: —Ya tengo novia —dijo él con frialdad—. No te necesito, ______.
El dolor que vio en su mirada le dio a entender que había hecho lo correcto. El enamoramiento de ______ daría paso a un amor profundo si se acostaba con ella. Lo había vivido antes con otras mujeres con las que se había relacionado, y por eso últimamente se buscaba novias como Chloe.
Pero no por eso se sentía bien; rechazar a ______ sólo conseguía frustrarlo todavía más
Nick:. —Un día encontrarás al príncipe azul —dijo Nick en tono seco.
Tu:—Por Dios, no seas tan pomposo —le soltó ella enfadada—. Si quisiera encontrar a mi príncipe azul, ¿crees que te habría hecho una proposición como la que te acabo de hacer? Pero no pasa nada, hay un montón de hombres guapos. En cuanto herede todo el maravilloso dinero de papá, no creo que me falten amantes, ¿verdad? Ahora voy a comer. ¡Tú disfruta de lo que te apetezca hacer!