MY LUCKY STRIKE
Capitulo 20Muy temprano a la mañana siguiente, el BlackBerry de _____ dio un zumbido recordándoles que tenían que estar en el Lago Tahoe por la tarde, recaudando fondos para otro gran evento. Nick tuvo que contenerse reciamente para no hacerle nada en la limusina durante las cuatro horas de viaje hacia el norte, los dos necesitaban dormir un poco.
Horas después del acontecimiento, _____ lo encontró sentado en una mesa firmando autógrafos ante una larga fila de niños y sus padres.
Le entregó una botella de agua y se inclinó para susurrarle.
- ¿Cómo te va? ¿Necesitas un descanso o algo así?
Él inhaló el perfume de canela y crema e inmediatamente tuvo una erección. Deseó no haber aceptado mantener su relación en secreto porque quería ponerla en su regazo ante todo el mundo y besarla. No estaba seguro si ella se daba cuenta que casi todos pensaban que era su novia, que un tipo como él no tendría una asesora tan guapa si no estuviese con ella.
Sin embargo, una promesa era una promesa, no haría nada que pudiese estropear todo lo bueno que tenían.
-Estoy bien -dijo, gustándole el modo en que _____ miró tras ella hacia los pinos del Lago Tahoe. Solía pensar que una mujer así solo encajaría en fiestas lujosas o de compras en Tiffany, pero después de observarla en acción, sabía que tenía la vitalidad de un atleta, y estaba dispuesta a darlo todo por sus clientes.
- ¿Has conseguido dejar la tarde libre?
Ella asintió.
-Una vez que hayas terminado aquí, tienes libre hasta la gala de esta noche en el Northstar de Lago Tahoe.
Antes de volverse hacia sus fans, le dijo en voz baja.
-Me alegro de oír eso. Espero que estés preparada para estar toda mojada.
Por el rabillo del ojo, observó cómo sus pezones se endurecían bajo el vestido.
Realmente tenía una mente pervertida. Seguro que él estaba hablando solo de darse un baño en una playa privada que había tras el pinar.
La cadera rozó su hombro cuando se giró para marcharse inundándolo una vez más de deseo.
Una hora más tarde, abandonó la mesa donde firmaba autógrafos y volvió junto a _____ , para estrechar la mano de su anfitrión.
-Ha sido estupendo conocer a tantos fans de los Giants, nos veremos esta noche -dijo, no dando a nadie oportunidad de acercarse.
- ¿Por qué has tardado tanto? - inquirió ella, casi superándolo en urgencia por volver al auto alquilado.
- ¿No me habías dicho que la paciencia era una virtud?
_____ se sentó en el asiento del pasajero y lo miró.
-No me puedes decir algo así delante de todos.
- ¿Cómo qué? -Preguntó observando su vergüenza, para después ayudarla a sobrellevarla de la mejor manera posible.
-Espero que estés preparada para estar toda mojada. -Lo imitó _____ .
Nick giró el contacto empezando a conducir.
-Nadie lo escuchó. Además, pensé que sería bueno tomarse unas horas de descanso, pasar un rato en el agua.
Su rostro se enrojeció cuando se dio cuenta que había tomado su comentario como una insinuación sexual.
Sin embargo, se volvió hacia él.
- ¿No podías haber firmado más rápido? Realmente no necesitabas preguntar a la gente por sus perros. Con los hijos era suficiente.
Afortunadamente después de pasar una noche juntos, sin inhibiciones, no tenía que pensar dos veces antes de decir lo que tenía en la mente.
-Parece que alguien necesita disfrutar.
-No será gracias a ti -murmuró ella.
Al diablo con hacerla esperar más. Él podría muy bien poseerla allí mismo.
Nick miró sus muslos desnudos sobre el cuero del asiento, y deslizó su mano derecha sobre su regazo.
- ¿Qué estás haciendo? -preguntó ella, pero sus piernas se abrieron para él, solo lo suficiente para que supiera que quería que la tocara, que la volviera loca por lo menos una vez, de camino a su próximo destino mojado y escurridizo.
-Voy a darte placer -dijo mientras apartaba la tela sobre sus muslos para poder llegar hasta su vagina húmeda y resbaladiza.
-Estás conduciendo.
Nick sonrió.
-No te preocupes, lo tengo controlado.
Ella dejó de discutir cuando él continuó haciendo su trabajo.
-Abre las piernas para mi, amor, quiero sentir lo mojada que estás.
El viento elevó su gemido, cuando sus muslos se relajaron, su polla casi estalló en los pantalones vaqueros. Cuando sus dedos encontraron el borde de su ropa interior ya estaban húmedos.
- ¿Cuánto tiempo llevas esperando a que te toque? -preguntó con la voz sedosa y el pene palpitando.
-Horas. Aunque me ha parecido que siempre.
Tratar de controlar la respiración se le hizo muy difícil. Era la mujer de sus sueños, la fantasía de cualquier hombre, una diosa del sexo.
Era divertida, inteligente y tenía éxito, pero a Nick le ponía muy nervioso tener fuertes sentimientos por algo que no fuera sexo.
Afortunadamente _____ solo quería placer. Sumergió un dedo en su miel, notando su calor cuando deslizó un dedo entre sus carnosos labios y lo movía de un lado a otro.
-Nick por favor -imploró _____ , él sabía que quería que le tocara el clítoris, que lo presionase hasta que gritara.
Lo primero era lo primero.
Movió la muñeca de manera que pudiese deslizar un dedo en su interior, y luego dos, bombeando dentro y fuera con un ritmo lento y constante. Nunca se cansaba de tocarla, nunca se cansaba de estar dentro de ella, con sus dedos, su lengua, su polla.
_____ balanceó sus caderas contra su mano, sujetándole la muñeca, se dio cuenta que estaba a punto de correrse, le dio al clítoris la atención que se merecía.
-Déjame ver lo excitada que estás -insistió y ella soltó su mano, de forma que él pudiese encontrar el botón ardiente, dejándolo acariciarlo, rozarlo.
Su cuerpo entero se tensó bajo sus manos, cuando Nick dijo:
-Quiero escucharte cuando te corres.
La carretera estaba desierta y estaba tan excitada con él como jamás lo estuvo antes con nadie. Pronunció su nombre, primero como un susurro y a continuación con un profundo gemido de placer cuando Nick dejó su clítoris e introdujo los dedos en ella, moviéndolos de arriba abajo entre su clítoris y sus labios, de manera repetida tan rápido como podía.
Tenía las piernas totalmente abiertas y la cabeza presionada contra el asiento, cuando arqueó la espalda. Sus pezones se endurecieron contra la tela del vestido, Nick amó observarla mientras gozaba con salvaje abandono.
La humedad cubría sus dedos, continuó acariciándola cuando el orgasmo empezó a sacudirla. Justo cuando llegaron a la pequeña y privada cabaña del lago que le había prestado uno de sus viejos amigos.
Nick frenó y de mala gana retiró los dedos de entre las piernas de _____ .
-Hemos llegado. Espero que te haya gustado el paseo.
Ella abrió los ojos mirando al lago increíblemente azul. Tenía casi una milla de largo por media de ancho. Había visto muchas cosas bonitas en su vida, pero aquella mezcla del agua, los árboles y las montañas se acercaba a la perfección.
Todo lo que necesitaba para llevarlo al límite era a la mujer perfecta.
Su mente se apagó durante un segundo.
¿Era _____ la mujer perfecta?
Salió del coche y fue a la parte trasera como si necesitara algo. Cualquier excusa bastaba para tratar de comprender qué diablos estaba pasando con él.
Vale que el sexo hubiera sido increíble -mejor dicho perfecto- pero eso no significaba nada, no cuando casi no se miraban a la cara cuando se desnudaban. Y especialmente cuando venían de mundos tan distintos.
Ella siempre pertenecería al rico y privilegiado.
Él siempre sería el héroe de los fracasados.
Era verdad que él iba a echar a perder su cerebro en las próximas dos semanas; solo un idiota dejaría pasar esa oportunidad, pero mantendría encerrado todo lo demás; su corazón, sus emociones y todo lo que en él era capaz de amar. Sería un tonto si no lo hiciera.
Cerró el maletero soltando las llaves sobre el asiento. Luego se sentó en una piedra quitándose los zapatos y poniendo los calcetines en su interior.
La cara de _____ estaba radiante de admiración.
-Esto es precioso, Nick. Absolutamente increíble.
Asintió y la miró.
-Solo lo mejor para ti -dijo, pensando cómo diablos mantener sus palabras controladas. No quería parecer un idiota y asustarla.
Ella le dirigió una mirada penetrante y supo que sería mejor suavizar las cosas si quería que la tarde transcurriera tan bien como había sido el paseo en coche.
- ¿Alguna vez has nadado en el Lago Tahoe?
Se quitó los zapatos de tacón caminando por la arena hacia la orilla.
-De ninguna manera. El agua no debe de estar a más de veintiún grados en pleno verano.
Nick se quitó la camiseta y la lanzó sobre los zapatos y calcetines. La mirada de ella recorrió ávidamente su pecho, y se dio cuenta de que estaba nuevamente excitada.
-Yo te mantendré caliente -dijo Nick dándose cuenta de que eso era un poco cursi, pero era la verdad.
_____ movió la cabeza alejándose de la orilla.
-No creo que puedas tentarme aunque te quites los pantalones.
Él desabrochó el botón superior de sus vaqueros.
- ¿Sabes que lo harás, verdad? Aunque tenga que cargarte yo mismo.
Los pezones de _____ se endurecieron nuevamente, y él dijo:
-Desnúdate, ya.
_____ rió apartándose de él y de la orilla del lago.
-Solo tú le pedirías a una mujer que se desnude de una forma totalmente natural. Y esperarías que ella lo hiciera.
Nick se quitó el bóxer -su miembro perpetuamente rígido cada vez que se encontraba a menos de cien metros de ella, saltó- y comenzó a perseguir a su hermosa presa.
-No te atreverás -dijo ella señalando su vestido.
- ¿Quieres apostar?
La cogió en brazos y la anticipación vibró por sus extremidades.
-Vas a pagar por esto -dijo _____, pero no había enfado en sus palabras, solo calor y una ansiedad que coincidía con la de él.
-No puedo esperar por el castigo -susurró en su oído mientras se dirigía al agua helada.
-Llevo esperando que me domines toda la semana.
Sintió como sus muslos se apretaban y observó como los pezones se levantaban. El agua golpeó sobre sus muslos, Nick inclinó la cabeza hacia sus pechos, cubriendo la fina tela con su boca, chupando y tirando de sus pezones.
-Haré lo que quieras -dijo jadeando mientras se arqueaba contra su lengua- pero, por favor, no me hagas entrar en el agua.
- ¿Cualquier cosa?
Ella asintió mirándolo a los ojos.
-Cualquier cosa.
Muchas fantasías pasaron por su cabeza en ese momento, estuvo a punto de dejarla caer.
Empujándola fuertemente contra él, respiró hondo.
Y escogió una fantasía.
-Trato hecho.
Giró y fue hacia un lugar cubierto bajo un enorme pino. La tumbo de espaldas subiendo el vestido por sus muslos, mostrándole un poco de sus bragas. Su polla latió.
_____ estaba apoyada sobre sus codos, observándolo, esperando su orden.
Nick se lamió los labios.
-Quiero ver cómo te acaricias.
_____ se sentó.
- ¿Qué?
Sin embargo, no se negó. Nick sabía que ella había pensado en tocarse mientras la miraba. Y eso la enfadaba.
Nick se tumbó a su lado, apoyando la cabeza sobre una mano.
-Quiero ver como pasas las manos por tu cuerpo, sobre tus pechos, tu sexo. Quiero ver como tus dedos se deslizan sobre los labios y como presionan el clítoris. Quiero observarte mientras te das placer y quiero que sepas que te estoy mirando, para que descubras cuanto deseo estar donde estén tus manos.
Respirando entrecortadamente, ella lo miró.
Luego se volvió hacia él diciendo:
-Sería mejor que me bajaras la cremallera para que pueda empezar.
De repente Nick se preguntó si sobreviviría a esto, después de todo.