Capítulo 19: La Próxima Vez, El Estado de Emergencia Encúbrelo en Tu Cartera.X:
¿CUÁNDO ES? -dijo una voz en su oído-
¿Qué hora es? ¡La hora de morir de _____!_____ se despertó de golpe. La figura oscura y familiar que había estado cerniéndose sobre su rostro había desaparecido. En cambio, estaba una habitación limpia y blanca. Había aguafuertes de Rembrandt y un cartel de la musculatura humana en la pared del dormitorio. La caja del cable marcaba las 6:40, y ella supuso que eran AM. Por la ventana, vio que el sol estaba saliendo, y podía oler el pan fresco y los huevos revueltos flotando frente desde la calle.
Miró a su lado, y todo cobró sentido. Brant dormía sobre su espalda, con un brazo sobre su rostro, y con su pecho desnudo. Tenía una cicatriz sobre el labio, pecas en la nariz, el cabello desgreñado negro azulado, y olía a desodorante Adidas & Tide. El anillo de plata gruesa que llevaba en su dedo índice derecho brillaba en el sol de la mañana. Quitó el brazo de su rostro y abrió sus ojos con forma almendra.
Brant: Hey. -la tomó por la cintura, y tiró de ella hacia él-
Tu: Hey. -susurró, colgando hacia atrás. Todavía podía oír la voz de su sueño:
¡Es la hora de morir de _____! Era la voz de Toby-
Brant: -Frunció el ceño- ¿Algo esta mal?
Tu: Nada. -dijo en voz baja. Apretó los dedos en la base de su cuello, y sintió su pulso correr- Sólo un mal sueño.
Brant: ¿Quieres compartirlo? -ella vaciló. Lamentó no poder compartirlo con él. Meneó la cabeza- Bueno. Entonces, ven aquí.
Pasaron unos minutos besándose, y _____ estaba aliviada, agradecida. Todo iba a estar bien. Estaba a salvo.
Esta era la primera vez que había dormido,
y quedado, en la cama de un chico. Ayer por la noche, había acelerado hasta Philly, y estacionado sobre la acera, sin importarle el Club. De todos modos, sus padres probablemente estaban planificando quitarle su auto.
Ella y Brant habían caído inmediatamente en cama y no se había levantado, excepto para responder a la puerta y recibir la entrega de comida China para llevar. Más tarde, llamó y dejó un mensaje en el contestador de sus padres diciendo que pasaría la noche en casa de su amiga del hockey, Shay. Se sentía tonta, tratando de ser responsable, cuando estaba realmente siendo tan
irresponsable, pero le daba igual.
Por primera vez desde su primera nota, había dormido como un bebé. En parte, porque estaba en Philadelphia y no en Rosewood,
al lado de Toby, pero también era por Brant. Antes de ir a dormir, le había hablado de su amistad con Miley, de cómo había sido cuando desapareció, de que alguien la había matado durante unas horas.
_____ rodó sobre su espalda, mirando al techo. Luego, se incorporó sobre sus codos y miró el reloj.
Tu: Mierda. -susurró. Eran las siete. La escuela comenzaba a las ocho; se iba a perder como mínimo el primer período- Me tengo que ir. -saltó de la cama, y contempló la falda a cuadros, la chaqueta, la blusa, y las botas, todo en una pila desordenada en el suelo- Y voy a tener que ir a casa.
Brant: ¿Por qué? -se sentó en la cama, observándola-
Tu: No puedo usar la misma ropa dos días seguidos.
Brant: -Trató de no reírse de ella- Pero es un uniforme, ¿no?
Tu: Sí, pero me puse esta
blusa ayer. Y estas botas.
Brant: -Se echó a reír- Eres tan adorablemente desquiciada.
Ella agachó la cabeza ante la palabra
adorable.
Rápidamente, se duchó, se enjuagó la cabeza y el cuerpo. Su corazón aún latía con fuerza. Se sentía abrumada por los nervios, ansiosa por llegar tarde a la escuela, preocupada por la pesadilla de Toby. Cuando salió de la ducha, él estaba sentado en la cama. El apartamento olía a café de avellanas. _____ le tomó la mano, y lentamente deslizó el anillo de plata de su dedo y se lo puso en su pulgar.
Tu: Se ve bien en mí. -cuando lo miró, él esbozaba una sonrisa pequeña, ilegible- ¿Qué?
Brant: Eres solo... -negó con la cabeza y se encogió de hombros- Es difícil para mí recordar que todavía estás en escuela. Eres tan... lógica.
Tu: -Se ruborizó- Realmente no lo soy.
Brant: No, lo eres. Es como... en realidad, pareces más lógica que... -se detuvo, pero ella sabía que había estado a punto de decir,
más lógica que Melissa. Se sintió llena de satisfacción. Melissa podría haber ganado la lucha por sus padres, pero ella había ganado la batalla por Brant. Y esa era la que importaba-
Se acercó hasta su casa por el camino largo de ladrillo. Ahora eran las 9:10 AM, y el segundo período en Rosewood Day ya había comenzado. Su padre se abría ido a trabajar a estas alturas, y con suerte, su madre estaría en los establos.
Abrió la puerta principal. El único sonido era el zumbido del refrigerador. Se acercó de puntillas a su habitación, recordándose a sí misma que tendría que hacer una nota de tardanza para su madre, y luego se dio cuenta de que nunca había tenido que hacer una antes. Cada año, _____ ganaba en el premio a la asistencia perfecta y el de puntualidad.
Tu: -Se dio la vuelta, su mochila se escapó de sus manos- ¿Po-Por qué no estás en clase? -preguntó, con sus nervios vibrantes-
Melissa: ¿Por qué
tú no estás en clase?
Tu: -Se pasó la mano por la parte posterior de su cuello, encontrándolo sudoroso- Yo... se me olvidó algo. Tuve que volver.
Melissa: Ah. -le dio una sonrisa misteriosa-
Escalofríos corrieron hacia la columna vertebral de _____. Se sentía como si estuviera en el borde de un precipicio, a punto de caerse.
Melissa: Bueno, estoy realmente contenta de que estés aquí. He pensado en lo que dijiste el lunes. Lo siento mucho por todo.
Tu: Oh. -fue todo lo que se le ocurrió decirle-
Melissa: -Bajó la voz- Quiero decir, realmente deberíamos ser más amables entre nosotras. ¿Quién sabe lo que podría suceder en este loco mundo? Mira lo que pasó con Miley Cyrus. Hace que todo lo que estamos pasando parezca una tontería.
Tu: Sí. -murmuró. Era una comparación extraña-
Melissa: De todos modos, también hablé con mamá y papá. Creo que ellos lo dejaran pasar.
Tu: Oh. -corrió la lengua por sus dientes- Wow. Gracias. Eso significa mucho.
Melissa le sonrió en respuesta. Hubo una larga pausa, y luego dio otro paso a la habitación de _____, apoyándose contra una cómoda alta de color cereza.
Melissa: Entonces... ¿Qué está pasando contigo? ¿Vas a la fiesta de Noel? Escuche que era hoy en la noche.
Tu: -Hizo una pausa, completamente tomada con la guardia baja. ¿Estaba tramando algo? Estas no eran las típicas cosas de las que solían hablar- Yo... eh... no sé.
Melissa: Demonios. -sonrió- Espero que vayas con el chico que te hizo
eso. -señaló su cuello-
_____ corrió hacia el espejo, y vio un enorme chupetón morado cerca de su clavícula. Sus manos revolotearon frenéticamente a su cuello. Entonces, se dio cuenta de que aún llevaba el anillo de plata de Brant. Melissa
vivía con Brant. ¿Lo había reconocido? _____ arrancó el anillo de su dedo y lo metió en el cajón de su ropa interior. Su pulso latía en su sien.
El teléfono sonó, y Melissa lo cogió en el pasillo. En cuestión de segundos, su cabeza estaba de regreso en el interior del cuarto de _____.
Melissa: Es para ti. Es Nick Jonas.
Tu: ¿Nick?
¿Por qué Nick la llamaba a las nueve y quince de un jueves por la manana? Tomó el teléfono.
Tu: ¿Hola?
Nick: ¿_____? Soy Nick. -soltó una risa nerviosa-
Tu: -Miró a Melissa- Uhm, hey. -graznó- ¿Qué sucede?
Nick: Solo quería ver si tenías esa gripe que anda por ahí. No te vi en la reunión del consejo estudiantil por la mañana. Nunca faltas, eh, no, al consejo estudiantil.
Tu: Oh. -tragó saliva. Miró a Melissa, que estaba expectante en la puerta- Bueno, sí, pero yo... estoy mejor ahora.
Nick: Solo quería decirte que me ofrecí a recoger la tarea para tus clases. Ya que estamos juntos en todas las clases. -su voz resonó- Para cálculo, tenemos un montón de problemas de final de tema.
Tu: Oh. Bien, gracias.
Nick: ¿Quieres repasar algunos apuntes para los ensayos? McAdams dice que es un porcentaje enorme de nuestro grado.
Tu: Uhm, claro. -contestó-
Melissa llamó su atención, y le dirigió una mirada esperanzada, emocionada.
¿Chupetón?, articulaba con la boca, apuntando al cuello de _____, y luego al teléfono. Su cerebro se sentía como si estuviera caminando sobre yogur. Entonces, de repente, tuvo una idea. Se aclaró la garganta.
Tu: En realidad, Nick, ¿Vas a ir a la fiesta de Noel?
Nick: ¿La fiesta de Noel? -repitió- Uhm, sí. No me la perdería por nada.
Tu: ¿Quieres ir conmigo?
Nick: -Se rió, sonando como a un hipo- ¿En serio? Pero... somos mejores amigos.
Tu: Uhm... sí. -dijo, mirando a los ojos en su hermana-
Nick: Bueno. Está bien. -dijo con voz nerviosa-
Tu: Me vienes a recoger a las 8:40 PM. -dijo, volviéndose hacia la ventana-
Luego ella colgó, sintiéndose sin aliento, como si hubiera corrido kilómetros y kilómetros en hockey sobre hierba. Cuando se volvió de nuevo hacia su puerta, Melissa se había ido.
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