The Force of Destiny carries me to you Romántica-Hot (Joe y Tn___)

Continuación...

Cap. 39

Narra Joseph.

No podía creer que mi pasado había vuelto ¿Serán cosas del destino?, ¿Justo cuando estoy más feliz ella aparece? ¡Rayos! Tn___ se enojó y se fue directo al baño… dejándome con una gran duda…si no son amigas ¿De dónde se conocen?
– ¡Joey! –Escuché la voz de Rachel.
– ¿Ahora qué quieres? –Contesté seco.
–Qué genio el tuyo amorcito. –Comentó.
–No me digas así. –Ordené.
– ¿Por qué tan bravo? Antes no me trababas así. –Se acercó a mí.
–Dime qué es lo que quieres, y desaparece. –Dije cortante.
–Ok, iré al grano. –Suspiró. –Hazme tuya. –Arqueé una ceja al escuchar semejante propuesta.
– ¿Crees que tendré sexo contigo? –Bufé. –Jamás… ya no soy aquel chico enamorado que conociste en Europa. Ese chico ya NO EXCISTE.
– ¡Oh vamos! Tu quieres y yo quiero… ¿Te acuerdas? Pasábamos horas y horas teniendo sexo desenfrenado. –Comentó coqueta.
–Púdrete. –La tomé por los hombros y bruscamente la saqué de mí camino. Caminé hasta la salida del salón, lejos de cualquier periodista o invitado a la reunión.
–Joseph Jonas, a mí nadie me dice que no ¿Entendiste? –Habló ofendida y enojada detrás de mí.
–Pues, yo seré la excepción ¿Te quedó claro? –Sentí que me tomó por el brazo con brusquedad.
–Tú a mí no me rechazas. –Me tomo de las mejillas plantándome un beso en los labios. Al principio sólo fue un simple contacto de labios, pero mordió con muchas fuerzas mi labio inferior. Inevitable e inconscientemente abrí mi boca, ella adentro su lengua en mi cavidad bucal…. La tomé de los brazos tratando de alejarla de mí, pero me fue imposible. Es increíble la fuerza que esa mujer tenía… parecía un chicle.
Ella dio por terminado el beso que nunca correspondí.
– ¡Te Amo Joey! –Declaró. Ella miró detrás de mí. – ¡Oh! Tn____... perdón no sabíamos que estabas aquí. –Dijo “sorprendida”
Al escuchar el nombre me giré aterrado, sus ojos se cristalizaron, pero en ningún momento vi salir sus lágrimas acumuladas en sus hermosos ojos turquesas.
–No te preocupes. –Dijo ella cómo si no hubiera visto nada. Caminó con paso firme hasta nosotros. –Rachel…
–Dime. –Dijo con una sonrisa descarada.
–Te voy a agradecer que no hagas este tipo de espectáculos en un lugar como este… suficiente tienes con ese vestido de prostituta. –Tn___, sólo me ignoró y se colocó enfrente de ella.
–Gracias por tu consejo. –Dijo Rachel con sarcasmo.
Y en un abrir y cerrar de ojos Tn____ le dio tremenda cachetada, haciendo que cayera al suelo.
–Eso es para que dejes de besar a hombres casados. –La miró enojada.
– ¡Eres una…! –Rachel se paró para atacar a Tn___, pero la tomé por la cintura alejándola de ella.
–Tn___, princesa, hablemos…. –Dije preocupado al ver que se alejaba de mí, mientras sujetaba a Rachel para que no le hiciera daño.
–Joe. –Giró para verme. –Me quiero ir a casa, ahora mismo. –Al principio su voz se escuchó entrecortada pero después la normalizó.
–Tn______, sólo déjame explicarte lo que pasó. –Supliqué detrás de ella.
– ¡Joseph me quiero ir! –Alzó un poco la voz.
–Está bien. Espera aquí, iré a avisarle a papá. –Le iba a dar un beso pero me esquivó.
Entré al salón y busqué a mi padre. Estaba hablando con el señor George.
–Papá, me voy primero. –Le avisé un poco apurado. –Hola señor George. –Le extendí la mano amistosamente, la cual que recibió de la misma manera.
– ¿Ha sucedido algo? –Preguntó el padre de Tn____
–No, es sólo que a Tn____ le duele la cabeza. Es mejor que descanse. –Excusé.
–Oh, claro… ¿Dónde está? –Preguntó su papá.
–Está afuera esperando por mí. Sólo vine a avisarle a mi padre.
–Está bien hijo… maneja con cuidado. –Me dio unas palmadas a mi espalda.
–Con permiso, que tengan buenas noches. –Me retiré apurado a buscar a Tn___
–Hasta que al fin… –Dijo ella con ironía.
–LO siento es que… –Me interrumpió.
–Sí, lo que sea… ya me quiero ir. ¿Será que te puedes apurar Joseph?
–Sí, ya me van a traer el auto. –En eso llegó el chico y me entré las llaves del auto. –Gracias. –Le agradecí al empleado.
Nos montamos en el auto… en todo el camino a casa no articuló palabra alguno, sólo miraba por la ventana con aires de tristeza. Más de una vez traté de hablarle pero sólo me ignoró.
Llegamos a la casa, entró y subió directamente a la habitación. La seguí, pero me cerró la puerta en la cara.
– ¡Tn___ abre la puerta! –Le supliqué.
– ¡NO! –gritó ella.
– ¡Abre, necesitamos hablar y aclarar las cosas!
– ¡OLVÍDALO! –Escuché que algo de vidrio se quebró.
– ¡Tn___ ¿Qué estás haciendo?! –Pregunté alarmado.
– ¡DÉJAME EN PAZ JOSEPH! –Gritó histérica.
– ¡Si no abres la puerta la derribaré! –Amenacé.
– ¡Haz lo que quieras! –Comencé a empujar la puerta para derribarla. De repente se abrió y la vi.
–Tn____ hablemos por favor. –Le rogué.
–Hoy no estoy de ánimos para nada. Mañana quizás. –Habló con firmeza. Incliné mi cabeza y vi… ¿Una maleta?
– ¿A dónde piensas ir con esas maletas? –Pregunté. –No dejaré que te vayas.
–Tranquilo, mañana me iré. Esta noche no pienso dormir contigo. –Aclaró. –Me iré a mi antigua habitación.
–Espera debemos hablar. –Me interpuse en su camino obstruyéndole el paso.
–Joseph, quítate. –Habló firme y me fulminó con la mirada.
–No. Tú y yo nos amamos y no terminaremos por un error. –Dije rígido.
–Si quieres arreglar las cosas conmigo es mejor que sea mañana, cuando no esté tan cansada. –Puntualizó.
–Duerme conmigo esta noche. –Rogué.
–Joseph, déjame pasar. –Me evadió.
–NO. –Dije firme.
– ¡NO PIENSO DORMIR CONTIGO! –Gritó histérica. – ¿Sabes por qué? –Suspiró. –Porque no puedo dormir en la misma cama con el hombre que besó a la mujer que me hizo tanto daño ¿Entiendes? –Declaró con la voz hecha un hilo.
– ¿Qué te hizo? –Pregunté.
–Se acostó con el hombre que un día amé con todo mi corazón… y no conforme con eso me envió pruebas de que era verdad. –Unas lágrimas rodaron por sus mejillas. Esa escena me partió el corazón y mis ojos se nublaron por las lágrimas acumuladas.
–Tn___ -Mascullé.
–No Joseph, hoy no puedo hablar… mañana lo aclararemos todo. –Con su mano me apartó del camino y me dejó ahí… parado, con un enorme dolor en el corazón y con unas ganas inmensas de besar sus labios.

Narra Tn_____

La imagen venía una y otra vez a mi cabeza… era él, el hombre que amo, besando a Rachel.
Aún no puedo creer que me haya aguantado las ganas de llorar.
Joseph quiere que “aclaremos las cosas” pero no puedo, simplemente no puedo tenerlo cerca en estos momentos; pues sé que lo perdonaré y correré el riesgo de volver a ser engañada.
¡¿Por qué todo tiene que ser así?!
Entré a mi habitación cerré la puerta y me tiré en la cama a llorar como una niña… el dolor que siento en mi corazón es muy grande. Decepción, dolor y desengaño es lo que ciento en estos momentos. Me paré y sequé mis lágrimas, debo quitarme el vestido antes de que lo arruine.
La puerta de mi habitación se abrió y yo estaba sólo en ropa interior.
–Tn___ yo… –Entró Joe decidido pero me vio y quedó parado mirando mi cuerpo.
– ¿No te enseñaron a tocar la puerta antes de entrar? –Pregunté furiosa tomando las sábanas de la cama para cubrir mi cuerpo.
–Disculpa… sólo quería que habláramos… –Lo interrumpí.
– ¿Qué parte de “Mañana hablamos” NO entendiste?
–Pero no puedo esperar a mañana. Tn___ te necesito. –Me imploró con los ojos llenos de lágrimas.
–Es mejor que te retires, estoy muy cansada. –Me acosté en la cama.
–Pero… sólo quiero estar junto a ti… princesa yo te amo.
–Joseph, te lo estoy diciendo por las buenas… no hagas que te lance este florero. –Dije amenazadoramente tomando el florero del buró que esta junto a la cama.
–Está bien… pero sólo me iré si me besas. –Se acercó más a la cama.
–Si te acercas más, tu cara estará por muchos años en un quirófano. –Comenté.
–Buenas noches amor. –Se fue caminando con cansancio y cerró la puerta.
Cuando escuché la puerta de habitación cerrarse, las lágrimas salieron con mucha fluidez, una tras otra.
Caminé hasta la peinadora, donde había unas fotos y algunas cremas que había dejado mientras me quedaba aquí cuando Joe y yo no teníamos nada concreto.
Con rabia hice que todo se cayera y los portarretratos se quebraron al igual que algunos objetos de vidrios…
Descargué parte del enojo que tenía. Pero la puerta se volvió a abrir.
– ¡TN_____! –gritó Joe.
– ¡QUÉ QUIERES! –Chillé con lágrimas en los ojos. – TE DIJE QUE ESTOY CANSADA.
– ¡¿Por qué lo haces?! –Sus lágrimas se escaparon.
–LO HAGO PORQUE QUIERO, LO HAGO PORQUE SIENTO UN DOLOR MUY GRANDE, PORQUE ESTOY CELOSA, PORQUE NO SOPORTO A RACHEL MARTÍN, PORQUE TE AMO Y ODIO VERTE BESAR A OTRA. –Me desahogué.
–Pero no puedes ponerte así por un beso. –Comentó.
– ¡MALDITA SEA JOSEPH! LO HICISTE UNA VEZ, ME ENGAÑASTE, Y AÚN ASÍ SEGUÍ A TU LADO… PERO ESTA VEZ NO PUEDO. –
–Mírame. –Me tomó de los hombros. –Yo te amo, ese beso jamás fue correspondido. –
–Joseph ya no tengo ánimos de seguir hablando me siento muy mal. Mañana, estoy segura que mañana podremos hablar civilizadamente.
–Tienes razón. –Me abrazó, pero no le correspondí el abrazo. –Te Amo, y nadie cambiará lo que siento… –Ahuecó mis mejillas y me plató un beso forzado en los labios…
Pero lo alejé de mí con fuerzas proporcionándole una cachetada.
–No lo hagas… si no te lo permito. Ahora sal de mi habitación y no entres más hasta que yo te lo permita.