"Secreto de matrimonio" (Joe&Tú)
Capitulo 9
_____ podía ver la ventanita del trastero y sí, estaba abierta. Pero su satisfacción duró poco; en realidad no era pequeña sino muy pequeña y estaba más alta de lo que había creído. Para subir por allí haría falta una escalera y alguien que no tuviera vértigo. Y ella no tenía lo primero, pero tenía lo segundo.
— ¿Vas a quedarte ahí toda la noche?
_____ se dio la vuelta, con el corazón acelerado.
— ¿Y qué quieres que haga? —preguntó, indignada.
Joe le mostró entonces un llavero y una cartera.
—En la guantera del Jaguar. Aprendí a ser precavido en mis días de boy scout.
No siempre, pensó ella, bajando los ojos al recordar la primera vez que hicieron el amor... Ella estaba mirando al techo, sintiendo los últimos espasmos de un orgasmo increíble. ¡Menudo beso de buenas noches!
—Oh, Dios mío —murmuró por enésima vez desde que él se había apartado de su cuerpo, cubierto de sudor.
—Si pasa algo no tienes que preocuparte, cariño.
_____ asintió. Debería sentirse alarmada por la idea de un embarazo no deseado, pero no era así.
—Quiero que sepas que no siempre soy... tan poco precavido —dijo Joe, levantando su barbilla con un dedo.
—Y tú sabes que yo... lo he sido hasta ahora —sonrió ella.
Joe se había quedado helado al comprobar que era su primera vez. De hecho, si no hubiera insistido en que se moriría si no seguía adelante, estaba segura de que Joe habría parado. ¡Afortunadamente no lo hizo!
—Lo siento mucho, de verdad. Es que estaba demasiado...
_____ detuvo el torrente de disculpas con un beso.
—¡Estabas demasiado guapo! ¡Eres maravilloso, Joe! —susurró, emocionada—. Ha sido precioso. ¿Cuándo podemos volver a hacerlo?
La irritada voz de su marido la devolvió al presente:
—Vamos dentro antes de que te mueras de frío.
—Ya estoy muerta de frío —murmuró ella, abrazándose a sí misma.
Entró en el vestíbulo que llevaba al corazón de la casa, la enorme cocina antigua, y se sentó frente a la mesa comprada en una tienda de antigüedades durante un precioso fin de semana en Normandía.
¿Maeve y él habrían estado juntos entonces? ¿Habían dejado de estarlo alguna vez? Era igual que su padre, pensó, disgustada, reconociendo su miedo más profundo.
_____ sabía que su padre tenía una amante, todo el mundo lo sabía... menos su madre. O no quería saberlo.
Joe, al ver que estaba literalmente temblando de frío, encendió la estufa de leña para calentar la habitación.
—No sé por qué me miras así. Te has salido con la tuya, ¿no?
— ¿Qué quieres decir?
— ¿No he salido corriendo detrás de ti?
— ¡Yo no quería que salieras corriendo detrás de mí!
—Sí, claro, ha debido ser una gran sorpresa. Y supongo que lo que debo hacer ahora es intentar convencerte de que el hijo de Maeve no es mío —replicó él, con los ojos brillantes—. Pues lo siento cariño, porque no pienso hacerlo.
Capitulo 10
Temblando de sorpresa y revulsión, _____ se llevó una mano a la garganta.
—Entonces admites que...
—Lo único que admito es que estoy harto de dar explicaciones —la interrumpió Joe—. Que mi esposa crea que voy por ahí dejando embarazadas a otras mujeres es sencillamente increíble. Dime, ¿es que me porto como si nuestra vida sexual no fuera satisfactoria? ¿Es eso?
Ella negó con la cabeza. La única vez que no había parecido satisfecho fue cuando, tras meses de tomarse la temperatura y controlar la tabla de ovulación, él entró en el cuarto de baño y tiró todo a la papelera.
“Haremos el amor cuando nos apetezca. No pienso limitarme a tocar a mi mujer solo cuando haya posibilidades de que conciba. Y si nos vemos a la hora de comer para hacer el amor, será porque no podemos esperar hasta la noche. No quiero que me raciones, soy un hombre no una máquina, _____”.
Sorprendida por aquel ataque de rabia y secretamente aliviada de poder olvidarse de todo, ella asintió.
—Entonces, ¿no hay otra mujer?
Quizá esa no era la cuestión. ¿La quería? Esa era la pregunta fundamental. Y _____ quería creer que sí. Tenía que creerlo porque si no fuera así, su mundo se desintegraría.
—No hay otra mujer —suspiró Joe—. ¿Es por Adam? ¿O es que no puedes soportar la idea de que haya habido alguien antes que tú?
Ella negó con la cabeza.
—Yo quiero mucho a Adam, ya lo sabes.
El niño se quedaba con ellos muchos fines de semana y le encantaba verlo jugando con Joe, que era un padre maravilloso.
— ¿Entonces?
—No es eso. Además, prefiero ser tu último amor antes que el primero. Pero Maeve comparte tantas cosas contigo... ¿Cómo te sentirías tú si yo viera a alguno de mis ex amantes todos los días?
—Yo soy tu único amante —dijo él, con expresión posesiva.
—Estoy hablando hipotéticamente. Me siento excluida, apartada cuando Maeve está contigo. Y no sé por qué, pero siempre tengo la impresión de que compartís un secreto.
Joe se encogió de hombros.
—Si lo tenemos y no lo hemos compartido contigo, debe ser por una buena razón.
— ¡No puedes decir algo así y esperar que me quede tan tranquila! —protestó _____.
—Lo siento, pero así es. Ya te he dicho que estoy harto de dar explicaciones —dijo su marido, apoyando las manos sobre la mesa.
Ella se puso pálida. Aquella conversación había tomado un rumbo inesperado, un rumbo que estaba mareándola.
— ¿Estás diciendo que quieres... que nos separemos?
¿Por qué tanta sorpresa?, le preguntó una vocecita. ¿No había sabido siempre que eso iba a pasar? ¿No se había preguntado siempre por qué iba a quererla un hombre como Joe? Era como una profecía. Una terrible profecía. Su madre sufrió con un marido infiel y la historia estaba repitiéndose.
—No, no quiero que nos separemos.
“Por el niño”, sugirió esa horrible vocecita. Una voz que _____ intentaba ignorar.
—No te entiendo.
—El matrimonio es confianza, cariño. No tenemos futuro hasta que empieces a confiar en mí.
Continuara...
Bienvenidas!!nobodyisperfect!, aDy Jonas (: aDy Jonas (: Pues en este momento no tengo muchos en mente que digamos pero
esta Atres metros sobre el cielo de Moccia Federico, Amando peligrosamente de Hayes Morgan
Bueno depende de que genero los quieras esos son dos muy buenos!