De un momento a otro la luz se cortó y empezó a reinar la eterna oscuridad, mantenía mis ojos cerrados el pánico se había apoderado de mis sentidos, con mucho miedo saqué el celular de mi cartera para alumbrar un poco, y allí me di cuenta de que me encontraba abrazada a Joe, y nuestros rostros se encontraban a escasos centímetros de distancia, si el maldito temblor había hecho que mi corazón se dispare, el cómo me encontraba ahora con Joe había hecho que mi corazón empezara a latir a 1000 por minuto.
Cap. 5
De un momento a otro Joe también abrió los ojos y ambos nos miramos intensamente, y deseaba con toda mi alma que esos centímetros que separaban mis labios de los suyos, desaparecieran…
Observé como la vista de Joe recorría cada facción de mi rostro hasta que se posó en mis labios, y en ese instante fue cuando sentí sus labios encima de los míos, en ese instante no reaccionaba, el momento había robado por completo mis sentidos, pero el beso apenas fue un pequeño rose, porque cuando estaba a punto de intensificarse, la razón por la cual ambos nos encontrábamos en el piso había vuelto, el suelo temblaba de nuevo.
Enterré mi cabeza en su cuello y volví a cerrar los ojos, mi corazón se había disparado, al parecer no iba a volver a su estado normal; si el sismo no me mataba, mi ritmo cardiaco seguramente lo haría.
-Tranquila- susurró Joe en mi oído, apretándome con fuerza contra él
-No puedo, es que ya no- dije con lágrimas en mis ojos
-No va a pasar nada te lo prometo-
-No prometas algo de lo que no estas seguro- me aparté de él con fuerza, mi respiración era demasiado agitada como para estar calmada y mi corazón tampoco hacia un buen trabajo
-Tranquilízate- me abrazó y volvió a pegarme contra su pecho
-¡por dios!- exclamó Joe – creo que estoy loco, pero donde está tu corazón hay un zumbido- me dijo muy preocupado
-Tengo taquicardia, pero ahora ya de nada sirve, vamos a morir-
-No digas que vamos a morir, es solo un terremoto y ya-
-Sí, vamos a morir, esto no es normal-
-Claro que es normal, en cualquier ciudad costera hay terremotos- dijo con un tono incrédulo
-Tú cállate, ¿piensas que va a ser lindo morir escuchando tus chistes?- ahora sí estaba paranoica, tal vez, porque lo que estaba pasando ahora era demasiado parecido a lo que había visto unos cuantos días atrás, era normal que yo pueda ver cómo la gente moría, pero generalmente es con meses, incluso años de anticipación, pero esto era tan de repente, que incluso yo misma me espantaba, algo no andaba bien
-Ya, sé que tienes miedo, pero no es para tanto-
-Joseph, hazme un favor y cállate- era más que notorio de que él no tenía idea de lo que pasaba, al menos iba a morir feliz
-Claro, y ya sé como me voy a callar-
-Ah si, ¿y como dime?-
-Así- repentinamente Joe me besó, pero esta vez, el beso fue algo real, sentía como sus labios se movían sobre los míos de manera sincronizada y yo parecía estar sobre las nubes, no quería que el momento acabara, o al menos si ya tenía que morir, no creo haber encontrado una forma más feliz de hacerlo
¿Qué irónico no?, estaba besándome con un chico que apenas conocía, enfrentándome a un futuro desconocido, o tal vez disfrutando de mis últimos minutos de vida con alguien que apenas sabía su nombre y apellido.
Ambos nos separamos instantáneamente luego de aquel hermoso y tan anhelado beso.
-¿Por qué hiciste eso?- le pregunté un poco más calmada, sin duda estaba como atontada
-Hablaste tanto del fin, que decidí no morir sin antes probar esos labios, ahora si, un rayo puede partirme y yo voy a estar en paz- dijo recostando su cabeza hacia atrás
Por alguna razón se me dibujó una sonrisa en mi rostro y rápidamente la sangre se acumuló en mis mejillas.
No entiendo que o cuál es el efecto que tiene Joe sobre mí, usualmente si un chico desconocido trata si quiera de llegar a 20 centímetros de mi persona, lo que recibe nada más y nada menos es un puñetazo en la cara, pero con Joe fue diferente, el me besó y yo no hice siquiera el mínimo intento de pararlo, en realidad lo que yo quería era que continuara y el momento no se acabara jamás.
Genial, descubriendo un nuevo yo en los últimos instantes, lástima que no lo hice antes, hubiera hecho muchísimas cosas mas interesantes con mi vida que esto. Ni siquiera sabía que sería de mí, de mi familia…
Lo olvidaba ¡¡¡mi familia!!!
Necesitaba averiguar dónde estaban, cómo se encontraban, mi tranquilidad ahora dependía de eso.
Me levanté como pude del piso y me dirigí a buscar la puerta más cercana que pudiera encontrar, todo aún se movía, pero la verdad no me importaba.
-¡_____!- oí gritar a Joe
-¿Qué pasa?- dije hacia la penumbra, todo era oscuridad en ese momento
-Vuelve aquí no es seguro-
-Tengo que saber de mis padres y de Nick-
Continué caminando tratando de encontrar una puerta, tenía mis manos puestas al aire para así no tropezar con nada.
Después de buscar por al menos un minuto, topé con una puerta, al parecer era de vidrio pero por más que trataba no podía abrirla.
Me decidí a hacerlo con aún mucha más fuerza, pero fue en ese momento en el que todo tembló con mucha más fuerza y sentí como el vidrio de la puerta se quebraba y atravesaba mi pierna.