Al fin habíamos llegado hacia la mesa en donde se ubicaban mis padres, ya había pasado el bombardeo de pensamientos o al menos eso era lo que creía.
Me senté y al instante noté unos ojos verdes que no me dejaban de mirar con mucha intensidad.
Cap.3
Era un joven de cabello rizado, le calculaba algo así como unos 21 o 22 años a juzgar por su aparente época de nacimiento, se encontraba en la misma mesa con mis padres; durante un momento no fue capaz de dirigirme palabra alguna, tan sólo observaba meticulosamente cada movimiento que yo hacía.
-Pues sí, hace poco que los chicos nos convencieron de venir a pasar las vacaciones aquí- dijo una mujer ya adulta a mis padres.
Apenas escuchaba la charla, me había concentrado en observar las acciones del chico de ojos verdes, que al parecer no dejaba de observarme. No me gusta sentirme vigilada por absolutamente nadie, y si tenía que intimidarlo para que dejara de hacerlo, así sería.
-Thomas, ¿no vas a presentarnos a tus hijos?- habló al fin el chico de ojos verdes luego de terminar la aparente inspección de la cual yo había sido parte.
-Sí claro, _____, Nick: ellos son Denisse y Paul Jonas, el es su hijo mayor, Kevin-
-Un gusto- Nick y Kevin estrecharon sus manos
-También es para mí un gusto señor y señora Jonas- les dije sonriendo
-¿Te importaría si cambiamos de lugar?- Kevin se dirigió a Nick
Ahora lo tenía justo a mi lado, al parecer quería realizar su inspección aún más de cerca.
-Y bueno _____, cuéntame algo de ti-
-Tú que quieres saber- le dije con una sonrisa fingida y una actitud un poco cortante
-¿Qué edad tienes?- de inmediato sus ojos se situaron en el escote de mi vestido-
-18, déjame adivinar de seguro tu tienes 30- quería dejarle absolutamente en claro de que no me caía en absoluto
-Tengo 22 no soy tan viejo- carcajeó un poco y luego procedió a seguir con su interrogatorio
-Dime, ¿tienes novio?-
Estaba a punto de contestarle cuando mi teléfono sonó.
-Un minuto- traté de excusarme con una sonrisa lo más falsa que me pudo haber salido
Busqué en mi cartera hasta encontrar mi celular, tenía un nuevo mensaje.
Nick: Parece que tienes un nuevo admirador.Le dirigí un gesto de cariño hacia él, era el único capaz de hacerme reír y ponerme feliz incluso en las peores situaciones.
_____: No, parece que me acabo de encontrar con otro patán.
Nick: En el instante que quieras voy a tu rescate, solo pídelo.
_____: ¡Ohh mi salvador! , déjalo un rato, vamos a ver que se propone.Luego de leer el mensaje, Nick me miró e hizo una mueca con su mano, algo así como ¡a la orden!.
Guardé mi teléfono y me propuse a continuar con la farsa.
-Kevin, ¿qué me decías?
-Vamos a bailar- ni siquiera lo preguntó, fue más como una orden, inmediatamente se levantó de la mesa y me jaló del brazo hacia la pista de baile
Esa no era la forma de tratar a una mujer, al menos no era la forma correcta de tratarme a mí, si trataba de impresionarme o algo parecido le estaba yendo muy pero muy mal.
Por desgracia, estaba tocando una canción lenta, tenía que bailar muy cerca de él, no era el tipo de canciones a las cuáles estaba acostumbrada, a mi me gusta bailar canciones más rápidas, con el ritmo un poco mas contagioso, total soy joven para bailar canciones de los años de juventud de mis padres, que habían sido ya varias décadas atrás.
Kevin me apegó a él y puso su mano en mi cintura.
-Ahora ya podemos hablar sin interrupciones- susurró en mi oído
-¿Qué interrupciones?- volteé mi cabeza para evitar mirarlo
-Tú sabes, tu metido hermano-
Ahora sí, había tocado algo muy delicado para mí, nadie absolutamente nadie se mete con Nick, es mi gemelo, tiene la mitad de mis genes, y si lo odias a él también me odias a mí.
-¿Por qué dices eso de MI HERMANO?- traté de enfatizar aquellas 2 palabras
-Porque ni siquiera te deja tranquila cuando estás con otras personas, es un patán, un controlador- ahora sí, quería golpearlo
-Si piensas eso de Nick, es como si lo pensaras también de mí- tenía la furia en mis ojos, traté de soltarme e ir a sentarme de nuevo con mis padres, pero no pude ya que me aferró aún más
Tenía su boca a escasos centímetros de distancia, busqué a Nick rápidamente alrededor del salón con la mirada, pero no lo encontré por ninguna parte, ¿dónde estaba ahora que más lo necesitaba?.
-No te vas a librar tan fácil de mí bonita- Kevin se aferró aún más de mi cintura
Suspiré y cerré mis ojos, estaba lista para arañarle la piel su fuese preciso, tan sólo rogaba que algo pasara para que Kevin me dejara tranquila, para que dejara respirar en paz.
-Ahora es mi turno- escuché decir a alguien detrás de mí, era una voz completamente diferente, no podía haber sido Nick
Kevin me soltó al instante, di media vuelta y me topé con un chico bastante atractivo, era alto de tez blanca, con el cabello ondulado, ojos color miel y una sonrisa encantadora debo admitir.
Elevé mi voz al cielo en ese momento él me había salvado y aún más había salvado a Kevin de un hermosísimo y doloroso encuentro con mis uñas; al parecer ambos se conocían ya que cuando Kevin me cedió a él, le susurró en su oído: arreglamos cuentas después.
Me tomó de la cintura y yo puse mi mano en su espalda para continuar.
-Gracias- le dije al fin tranquila
-¿De qué?- preguntó el atractivo chico
-De haberme sacado de los brazos de ese patán-
-Ese patán es mi hermano- rió y me dedico una hermosa sonrisa