maiiritap=), kenijonas, Love Is Forever, Agus, Diana y ♥Fabi Jonas♥
chiks sorry x no postear antes, pero es q ya empece mis clases y uff estoy agobiada de tarea, les dejo capi Capítulo Nº7
Al término de mi relajante baño, me sequé y con tranquilidad me vestí. Me sentía agotada y no era lo físico, era mi mente que ya se había cansado de pensar lo mismo cada segundo, cada minuto.
Al salir del baño, me percaté de que la mayoría ya estaban ocultados en sus cuartos, lo que me dio la confianza de saber que Nicholas no se cruzaría una vez más en el día.
Llegué a mi dormitorio, dejé las toallas y la ropa usada sobre una silla. Sin esperarlo más me tiré sobre mi acolchado. Había sido un día intenso, habían sucedido cosas de las cuales me arrepentiría… no, quizás no tanto.
Llevé una de mis manos a mi frente cuando comencé a recordar cada detalle de como había sido nuestro primer beso, dulce… esa ternura aún cosquilleaba en mis labios y me encantaba. Sonreí y mordí mi labio inferior… ahora me daba cuenta de que las situaciones erróneas llamaban mi atención. Mil y un pensamientos fueron interrumpidos con tres suaves golpes.
Me encaminé hacia el rectángulo de madera con temor, no esperaba tener otro encuentro con Nicholas, pero si no era él quien llamaba con tranquilidad, me considerarían como una persona antipática y desatenta.
La abrí con cuidado y ahí estaba enfrente de mí… otra vez. Lo quedé mirando sin decir nada, el tampoco hablaba, solo mantenía esa penetrante y entristecida mirada sobre mí… alto ¿Entristecida?
—Es tarde —Pronuncié para romper el silencio.
—Las diez con cincuenta y tres minutos para ser exacto —Pronunció sin dejar de mirar directamente a mis ojos.
—Entonces… ¿Es tarde? —Pregunté confusa y apoyé mi cuerpo en el umbral.
—Quizás —Susurró.
Nuevamente quedamos en silencio, ¿Cuál era su propósito? ¿Incomodarme? Porque si era eso, lo había logrado desde que sus ojos hicieron contacto con los míos.
—Bueno… creo que… buenas noches —Murmuré nerviosa y comencé a cerrar la puerta.
—No, _________… Tenemos que hablar —Detuvo la puerta con una mano— no te niegues.
Lo miré y enseguida me di cuenta de que no podría negarme, esos ojos suplicantes… comenzaban a tomar un cierto poder sobre mí.
—Adelante —Expresé haciéndome a un lado.
Cerré la puerta y al voltearme me lo encontré mirando por la ventana dándome la espalda, sus manos se encontraban escondidas en los bolsillos, llevaba una polera blanca, parecía ser ajustada y marcaba con totalidad su triangular espalda. Mi pieza enseguida quedó aromatizada con ese perfume tan propio de él… ¿Por qué lo llevaba? Era tarde… es hora de dormir ¿O no?
— ¿Sucede algo? —Dije varios centímetros detrás de él.
Se volteó y me miró ocultando su labio inferior con el superior.
—Esto tendremos que hablarlo tarde o temprano y mientras más pronto mejor —Y seguía mirándome— ¿Verdad?
— ¿De que hablas? —Me crucé de brazos. Y sí, si sabía de que se trataba su visita, era la razón de que mis extremidades temblaran, solo que él no lo notó.
—De lo que pasó entre nosotros hace un rato —Agachó su rostro. Por fin.
—No —Dije fría y cerré mis ojos— No es necesario hablar. Ya pasó y no quiero recordarlo. No volverá a pasar —Le sonreí.
Lo miré y comenzó a reír muy despacio agitando su cabeza con lentitud de lado a lado mientras agachaba la cabeza.
— ¿De que te ríes? No es gracioso —Me molesté frente a su repentina actitud.
— ¿Tu crees que es fácil? —Me miró dejando de reír, pero aún con esa sonrisa en el rostro.
—Bue… bueno, eso creo —Miré hacia un lado.
— ¿Acaso estás mal de la cabeza? —Me miró serio.
—No, no lo estoy. ¿Te molesta que diga que no volverá a pasar? —Lo miré desafiante.
Se me acercó con rapidez y me tomó bruscamente de la cintura para apegarme a su torso.
— ¿Qué sucede si mi respuesta es un si? —Sus palabras parecían molestas y vibraban sobre mis labios.
—Nicholas… somos familia —Mi voz tembló.
— ¿Tiene que importarme? —Buscó desesperado mis ojos— Me estás volviendo loco, tu perfume, tu labios, ya es imposible borrarlo —Dijo en un lento susurro y sus manos se deslizaban por mis muslos.
Comencé a temblar ante su actuar… ¿Qué le sucedía? Era como si estuviera fuera de sí, como si la situación realmente le estaba afectado… y admitiré que igual a mí.
Tomó de mis piernas y de un salto me tubo haciendo una fuerte llave en su cadera.
—No… no hagas esto —Dije desesperada.
Caminó solo un poco y me acorraló contra la pared.
—Dime que no quieres hacer esto —Su mirada desapareció y entonces me di cuenta de que empezaba a besar mi cuello con sensualidad.
¿Qué se proponía? ¿Qué le dijera que no? Ok, estaba demente si era eso lo que quería escuchar.
Cerré mis ojos y mis manos se apropiaron de su espalda, acariciándola verticalmente.
—Vamos… dilo —Dijo entrecortado, pues aún seguía besando mi cuello.
Tomé su rostro y lo levanté para que me mirara a los ojos.
—No me obligues a decirlo —Sollocé.
Me besó delicadamente y entrecortado, hasta que de un momento me di cuenta de que me besaba con desesperación y frenesí. Conmigo sujeta a su cintura se encaminó hasta la cama y me dejó caer para analizarme, luego, como era de esperar, se posicionó sobre mí y tomó de mis piernas para volverlas a la posición anterior. Nuevamente… lo tenía sobre mí besándome con desesperación