Hola chicas como estan??!! lo siento por haberme perdido, pero esq el colegio :s y ahora ya estoy de vacaciones y les pregunto: quieren maratón?
a mis nuevas lectoras gracias por leer la noveee
aandi_ gracias por pasar de de pag, el capitulo va para vos
Cathilicious: la saqué de onlywnCapítulo Nº19
—Hola —Saludó sonriente sentado en mi acolchado.
Suspiré y cerré la puerta.
—Kevin… me asustase —Sonreí tranquila.
—Lo siento… —Rió despacio— ham… ¿Tienes un minuto para conversar? —Me miró esperando a que mi respuesta fuese un si.
—Eh… si, claro —Volví a sonreír simpática y caminé pocos pasos para llegar a la cama y sentarme junto a él— ¿Sucede algo? —Dije seria.
Ahora se me ponían los pelos de punta al recordar la conversación que había tenido Nicholas con él… supuse que ahora era mi turno.
Me quedó mirando serio y eso me incomodó, por lo que me vi obligada a agachar mi rostro.
—No, no sucede nada… o quizás si —Musitó tranquilo.
— ¿De que hablas? —Dije nerviosa, traté de que no se notara, pero siempre fui muy obvia.
—La verdad es que no lo sé —Miró hacia el frente— resulta que tengo ciertas dudas y las detesto —Me miró serio.
—Ham… ok, no entiendo —Sonreí.
—Pasas mucho tiempo con Nicholas ¿Verdad? —Aún seguía mirándome serio.
Ok, si se trataba de Nicholas.
—Creo que… si —Dije un tanto incómoda, nerviosa.
—Antes, tengo una duda… anoche vine a verte, quería conversar contigo, sabes que no hemos podido conversar… — ¡¿Qué?! —vine anoche y… no estabas.
OK, ok… relájate, debes inventar algo.
—Quizás yo… quizás yo… estaba en el baño —Sonreí.
—Falso, yo había salido del baño cuando fui por ti —Me miró serio— en la cocina no había nadie.
— ¿A que te lleva todo esto? —Dije seria.
—A la pieza de Nicholas —Clavó sus ojos en los míos— estaba cerrada con llave.
Me quedé en silencio y seguí dejando que sus ojos a los míos… no podía hacer nada, estaba muerta.
— ¿Qué me quieres decir con esto? —Arqueé una ceja, debía de hacerme la desentendida.
—No te hagas como la que no entiendes, sabes muy bien lo que quiero decir Sophie, tu y Nick se gustan —Me miró serio.
Me quedé en silencio y me puse de pie.
—Vete de mi habitación… eso es mentira —Dije calmada y apunte la puerta con el rostro agachado.
—___________, vamos, no seas cobarde… mírame y dime que es verdad de que tu y Nicholas estuvieron juntos anoche —Se puso de pie frente a mí.
¡ESTO NO PUEDE SER VERDAD!
— ¿A que te refieres con “Estuvieron juntos”? —Dije enojada.
—Ok, no lo sé, solo se que tu y Nicholas anoche estaban en esa habitación… No creo que tu y él… —Guardó silencio.
— ¡Ni te atrevas a mencionarlo! —Exclamé enojada— ¡Claro que no! ¿Cómo puedes inventar algo así? ¿Cómo se te puede pasar por la cabeza de que Nick y yo… bueno eso? —Dije en voz baja y apretando los dientes.
La puerta se abrió de un golpe, ambos miramos.
— ¡______ saldremos a…! —Nick… ¡GENIAL! Guardó silencio al ver que su hermano mayor estaba presente.
—Oh Nick, que gusto me da verte —Sonrió Kevin.
Lo miré desesperada aprovechando de que los ojos verdes no me atacaban.
— ¿Qué haces aquí? —Preguntó mi amor secreto.
— ¿Qué? ¿Acaso ahora no puedo visitar a mi PRIMA? —Que bien Kevin, sigue dándome en el estómago con que somos primos.
— ¿No deberías estar con Anne? —Pregunté seria.
—No, de hecho si, pero… larga historia —Sonrió.
—Me gustaría saberla, soy todo oídos —Se sentó nuevamente en mi cama, Kevin.
—No te incumbe —Dijo Nicholas.
—Claro que si, eres mi hermano, me interesa tu vida ¿Tiene algo de malo? —Sonrió.
Nicholas me miró desesperado, ambos estábamos en aprietos.
Se sentó al lado de su hermano y le sonrió.
—Ok, veamos… ¿Qué es lo que quieres saber? —Suspiró.
Me senté al otro lado de Kevin y agaché mi rostro.
—Quiero saber con exactitud que es lo que pasa entre tu y Sophie —Sonrió Kevin.
— ¡¿Qué?! —Exclamó Nick.
—Si, quiero saberlo, anoche cuando vine a verla no estaba y tu tenías tu puerta cerrada… ¿Se escaparon o qué?
¿Acaso le gustaba hacernos sufrir? Con esto las cosas empeoraban, y sabía que de algún modo debía detenerlo… pero tampoco podía olvidar que le había hecho una promesa a Nicholas.
—Nosotros…—Nick no lograba inventar algo. Suspiré.
—Kevin…—No. Yo no iba a mentirle—Nosotros estábamos hablando—Bueno sí un poco—La verdad es que no sabemos que hacer—Nick no lograba entender lo que hacíamos—Sé lo que va a pasar si todos se enteran…
— ¿Si se enteran de qué?—Preguntó el interrogador. Kevin.
—Que… que, nosotros—Iba tan bien.
—Si se enteran de lo que sentimos—respondió Nick—Si se enteran de que nos amamos y no como primos—me tomó la mano.
— ¿Qué?
—Bueno, Kevin, querías saber—Yo no decía nada.
—Ok, ustedes están mal, es solo por el momento…
—No, es enserio. Amo a ________
—Nick, eres un niño
—Kevin, no lo soy. Tengo muy claro lo que siento—mi primo mayor suspiró profundamente y no respondió. Cerró los ojos por un rato.
Miraba desesperada a Nicholas. Estaba aterrada, ya veía que Kevin se levantaba de la cama y salía a contarles a todos. Ya me veía en el auto junto a mi mamá de vuelta a casa.
—Ok, esto no es muy normal, pero si es lo que sienten no puedo decirles que no lo sientan—suspiró y frunció el ceño—supongo que tendré que apoyar a mi hermano y a mi prima —odio esa palabra—favorita—sonrió un poco y me abrazó—no quiero verte sufrir por este—apuntó a Nick y yo asentí con mi cabeza—Nick… ¿Y Anne?
—Yo… no lo sé, si la dejo quizá sospechen más de nosotros. Aun que si quiero terminar con ella, no es justo para Sophie y para ella tampoco.
—Creo que debes esperar un poco, pero no mucho. Tienen que acostumbrarse a tener su relación algo oculta.
Genial, Kevin dándonos consejos para continuar con lo nuestro. Sí, debo reconocer que me pone feliz el que lo acepté, pero pasé un susto horrible con todo esto.
—Gracias, hermano—Kevin me soltó para abrazar a Nick.
Esa escena era de lo más linda. Realmente Kevin era un chico genial, sí, por un momento pensé que era un especie de monstruo que no me iba a dejar ser feliz con Nick.
—De nada—beso mi frente—los dejo, iré a mi habitación.
Cerró la puerta y me deje envolver por los brazos de Nick. En aquellos brazos en los que a pesar de estar haciendo algo que no era correcto me sentía segura, pero por sobretodo querida. Me dio un beso en los labios y luego se alejo un poco.
—Te ves cansada, pequeña, preferiría que durmieras.
—Dijiste que saldríamos
—Oh, sí… pero no importa, lo dejamos para mañana.
—Bueno, de todas formas quiero esperar a Joe
— ¿Le contaras a él también?
—debería, es mi mejor amigo, pero no. Él me tiene que contar algo.
—Seguro puede esperar a mañana, ¿descansa sí?
—Ok, si llega dile que venga y si estoy dormida que me despierte.
—Lo ultimo no sé, pero le diré que venga—sonrió y deposito uno de sus dulces besos en mis labios.
—No me dejes sola, por favor—lo abracé y apoyé mi cabeza en su pecho.
— ¿Qué pasa?
—No me siento bien—una lágrima se deslizo por mi mejilla.
Posó sus labios sobre mi cabeza y luego se alejo un par de centímetros para luego tomar mi mejilla y hacer que lo mirara.
— ¿Por qué lloras?—me encogí de hombros— ¿Cómo no lo vas a saber?—Me abrazo de nuevo
—Tengo miedo
— ¿De qué? Ten por seguro que Kevin no dirá nada
—No es eso. Nick, te hice una promesa que no sé si la podré cumplir. Mi mamá puede volver por mí y yo no puedo hacer nada para impedir que me lleve. Yo no me quiero alejar de ti—suspiró profundamente, igual que yo.
—No te irás, se que no te irás. Algo harás para que tu mamá no te lleve, yo no podré meterme sino… van a saber todo muy rápido—nos miramos un rato, mientras el secaba las lagrimas que se encontraban en mis mejillas—Te amo.
—Igual yo.
Sus labios se acercaron más a los míos, los cuales en un movimiento rápido lograron que se encontraran. El beso era suave, dulce, como sus labios. Solo él sabía proporcionar los más perfectos besos en este mundo.
—Nick…—suspiró—lo siento
—Kevin… ¿Qué pasa?
—Llego Joe, se encerró en su habitación. Estaba algo mal.
—Yo quiero hablar con él, yo se lo que puede pasar—dije.
—Ok, intenta que te abra la puerta—suspiró Kevin—Chicos, esto es raro. Ahora me sentiré incomodo con ustedes—masculló.
—Luego hablamos de tus incomodidades Kevin, voy a ver a Joe.
Golpee un par de veces la puerta, hasta que el chico gritó que lo dejaran en paz desde el otro lado de la puerta. No lo haría.
—Joe, soy _________
Sentí como se acercaban cada vez más los pasos, como el pestillo hacia ruido al girar hasta dar paso a abrir la puerta y ver la imagen de Joseph con los ojos algo hinchados.
— ¿Maggy, ella fue?
—Sí—suspiró—pasa.
Entramos y el chico se tiró sobre su cama, yo me senté en la orilla de esta.
—Terminé con Rachel, que no se lo tomó nada de bien, me pidió que la dejara sola y así lo hice Volví a su casa, para hablar con Maggy—suspiró—Me dijo que como se me ocurría dejar a Rachel, que ella no estaría jamás conmigo porque no le haría eso a su hermana, que volviera con Rachel. En el fondo tiene razón, no puede salir con el ex de su hermana ¿no? Es tan distinta a Rachel, ella hubiera dicho “si, claro… seamos novios” pero Maggy no… ¡La amo!