Hola chicas! como estan?
pues bueno yo un poquito mal, he tenido demasiados problemas ultimamente
pero bueno, creo q mañana no voy a poder subir cap asi q decidi adelantarme y ponerles hoy, espero q les guste Capítulo 12: “Felicidad o Tristeza”Caminé hasta su auto, pero al tratar de abrir la puerta Joe me cubrió los ojos.
Tú: ¿Qué haces?.
Joe: Adivina cual es tu sorpresa (con tono divertido).
Tú: Mmm, no tengo idea, tú dime cual es.
Joe: Bueno además de pasar todo tu día con la superestrella del rock Joe Jonas…
Tú: (Interrumpiéndolo) ¿Ahora ves porqué no me agradas?.
Joe: Me amas admítelo.
Tú: (Riendo) Ya quisieras.
Joe: Di que me amas y te suelto.
Tú: (Suspirando) Está bien, yo te…
Aproveché que relajó un poco la presión de sus manos sobre mi rostro y se las quité de golpe. Abrí la puerta y había un hermoso oso de peluche junto con una tarjeta que decía lo siento; ¡por Dios!, no podía ser más tierno.
Tú: ¡Que hermoso! (agarrando el peluche entre tus manos).
Joe: Me alegra que te guste (sonriendo).
Tú: Pero, ¿por qué lo compraste?.
Joe: Para compensar lo de tu mano, sé que me disculpe muchísimas veces, pero hay ocasiones en que las palabras no son suficientes para expresar cuánto nos importa alguien.
Me brillaron los ojos al escuchar esas hermosísimas palabras, nunca nadie se había dado tantas molestias por mi causa, realmente Joe era una gran persona, mucho más de lo que imaginaba.
Estiré mi cuello y me puse en puntillas para alcanzar su mejilla y darle un beso.
Tú: Gracias (mirándolo a los ojos y acariciando el peluche).
Observé cómo sus mejillas se volvían rojas rápidamente y empezó a sonreír como un niño pequeño. Sé que lo conozco hace 1 día, pero su felicidad me hace feliz a mí también, creo que esto es lo que sientes al tener un verdadero amigo y, si no fuera así, esto sería lo más cercano.
Tú: ¿Vas a quedarte allí con la cara toda roja? (riendo).
Joe: (Aún más sonrojado) Lo siento, vamos de una vez.
Ambos subimos al auto y nos encaminamos hacia un rumbo, que para mí era desconocido, recorrimos un sinfín de calles y caminos, él me mostraba absolutamente
todo, estaba descubriendo lo maravillosa que podía ser la ciudad de Los Ángeles.
Cuando pasábamos por la playa, hice que Joe se detuviera por un instante, bajé del auto y corrí hacia allí, sentía una gran emoción, jamás había visto la playa y siendo honesta, era uno de mis grandes sueños.
Joe: (Corriendo hacia ti) Pareces una niña.
Tú: Aún lo soy.
Corrí hasta la orilla y le arrojé un poco de agua.
Joe: Ahora sí te lo buscaste.
Vino hacia mí y me alzó entre sus brazos para luego sumergirme junto con él en el agua.
Estuvimos jugando un rato, para luego volver al auto y retomar el camino. Luego de una media hora más de viaje, llegamos hasta un parque de diversiones.
Joe: Por si, el peluche no servía, también planeé esto.
Tú: Realmente eres increíble.
Joe: Ya sé, ya sé pero shhh (tapando su boca con el dedo) no lo digas en voz alta, las demás chicas se van a poner celosas, mira que por ahí me llega una avalancha de fans.
No podía evitar el tener una gran sonrisa al estar con Joe, era un payaso, era mi payaso y me encantaba que fuera así. Pasé un día increíble con él, nos subimos a una infinidad de juegos, claro de vez en cuando le pedían un par de autógrafos y como siempre el nunca se negaba, eso era lo que me encantaba, él no era como esas celebridades que se creían lo más y lo mejor de este planeta, era humilde, siempre dispuesto a dar todo por sus fans.
Había oscurecido, lamentablemente el día terminó y tenía que volver a mi casa, hace ya media hora que estábamos de regreso.
J
oe: (Suena su teléfono) ¿Hola?, sí entiendo, ya, llego en unos 15 minutos.
Joe: (Guarda nuevamente el teléfono en su bolsillo) _____, ¿te importaría si vamos a mi casa por un rato?.
Tú: Claro, no hay problema.
Tanto tiempo sin pensar en mis problemas, me habían hecho olvidar lo que me estuvo agobiando toda la noche anterior, sin darme cuenta accedí a volver a aquella casa, ¡terrible error!, olvidé que si volvía a recorrer aquel lugar, me tendría que encontrar con Nick, lastima que me di cuenta demasiado tarde, ya no podía dar marcha atrás, me encontraba en el estacionamiento de la casa.
Entré e inmediatamente sentí aquel nudo en mi garganta, un dolor en el pecho, la escena del día anterior pasaba como un rayo una y otra vez en mi mente, no me quedaba más que ser fuerte, o al menos intentarlo. Caminé hasta la sala y me senté en el gran sofá de color crema que allí se encontraba.
Joe: Espera aquí un momento, en seguida vuelvo.
Asentí con la cabeza, en un abrir y cerrar de ojos Joe ya había desaparecido, me encontraba allí sola, no sabía que hacer.
Empecé a jugar con mis dedos, miraba a todos lados, no sabía si habían pasado uno o diez minutos, me encontraba demasiado nerviosa como para tener una noción del tiempo que ya había pasado, pero yo lo hallaba como si hubiera sido una eternidad.
Ya había comenzado a desesperarme, pero de pronto escuché un gran ruido, como si se hubiera derrumbado algo, estuve meditando durante unos instantes el si ir o no a buscar su origen, hasta que al fin me decidí a ir, tal vez alguien necesitaba de ayuda.
Me levanté del sofá y subí las escaleras, busqué habitación por habitación, cuando encontré una puerta abierta. Estaba llena de instrumentos: muchas guitarras, 1 piano y batería. Caminé hasta la mesita de noche que se encontraba al lado de la cama, cuando vi una fotografía que me llamo la atención, era aquella que yo había roto en la que nos encontrábamos ambos juntos, en aquel tiempo cuando era feliz. Se dibujó una sonrisa en mi rostro, pero al instante se esfumó al ver la foto que se encontraba al lado, era una de Nick dándose un apasionado beso con Selena, increíble lo poco que cuesta cambiar mi sonrisa por una cara de inmensa tristeza.
Iba a agarrar la fotografía, cuando sentí que alguien daba pasos detrás de mí.
Xxx: ¿Qué haces aquí?.