Capitulo 16
El sonido del agua caer en el piso de la ducha me desperto de mi tranquilo sueño. Perezosamente me sente sobre la cama y estire mi cuerpo a una altura realmente alta. Me restregue los ojos en un intento de ver mejor, y observe a una pequeña hada que salia del baño. Iluminada por la luz que entraba por la ventana que indicaba que era de dia. Sam parecia una hermosa criatura magica e irreal. Algo de otro mundo.
Con tan solo una minifalda y la parte de arriba del traje de baño, caminaba por toda la habitacion buscando algo, sin que se diera cuenta que la observaba.
- Que buscas?
Asustada volteo hacia mi. Con una mano en su pecho, solto un gran suspiro y se sento a mi lado lo mas alejado que pudo de mi.
- Hola. No has visto un aro color plata?
- Mas o menos grande?
- Aja.
- Este sobre la mesa de noche, junto a la lampara.
- Claro que no, ya busque... Ahí.
Tomo en sus manos el grande aro que estaba junto a la lampara donde habia dicho que estaba. Me mostro una de sus mas grandes sonrisas, para luego saltar de la cama y volver a correr hacia el baño.
- Sam te apuras!! Necesito bañarme!!
- Ya me falta poco!!
Con tan solo una toalla en la cintura, sali del baño hacia la habitacion en busca de mi ropa. Tome la maleta, la coloque sobre la gran cama y busque mis pertenencias. No se escuchaba ni la respiracion de alguien. Confundido por siquiera escuchar a Sam, me voltee lentamente para encontrarla a ella sentada en un sofa totalmente comodo, con el telefono en su oreja y sus ojos abiertos como platos en mi direccion.
- Que pasa?- Pregunte colocando una mano en mi cintura, y mirandola fijamente.
- Cooommoo s-e tee occuurre s-a-lii-r asii aca!- Exclamo entre fuertes tartamudeos.
- No te entendi muy bien.
- Que por que sales aqui asi, en toalla?!
- Normal... O no lo es para ti?
- Mejor te espero afuera- Se levanto rapidamente y salio de la habitacion.
- Miedosa- Susurre para mi mismo, para luego volver entrar al baño.
El desayuno ocurrio con total tranquilidad. Los ojos de Sam siempre que encontraban los mios se desviaban y sus mejillas se teñian de un suave color rosa. Pensaba aun sobre el momento que me habia visto en toalla. Podria estar seguro de ello.
- Piscina o Playa?- Pregunto Nick tomado de la mano de su esposa. Caminabamos por el largo trayecto que llevaba a las habitaciones.
- Piscina, luego playa- Respondi rapidamente ante que cualquiera se adelantara a cambiar de idea.
Tome la mano de Sam y la jale conmigo hacia el camino que daba a la piscina.
•Samantha:
La piscina estaba atestada de mas que todo niños que jugaban y salpicaban agua dentro de ella.
Decidi tomar el sol un rato mientras que los demas se sumergian un rato en el agua.
Mis lentes de sol no eran tan oscuro como para no darme cuenta de la hermosa figura que salia del agua. Joe se dirigia a mi con el cabello mojado al igual que todo su escultural cuerpo. Parecia moverse en camara lenta.
Su cuerpo siempre habia sido uno de mis debilidades. Y Cada vez estaba mas irresistible.
Disimuladamente coloque de nuevo mi cabeza sobre la cabecera de la silla de playa para que no se diera cuenta que lo observaba.
El lugar libre a mi lado fue ocupado de pronto por un gran cuerpo. Las gotas que derramaba mojaban mis piernas expuestas al sol.
- Me estas mojando
- Pense que estabas dormida- Confeso Joe limpiando con su mano humeda las gotas sobre mi pierna izquierda. Su tacto era frio, pero aun asi lo senti como fuego que quemaba de pronto mi piel ya caliente.
- Pues no lo estaba.
- Quieres una bebida? Voy al bar a buscar algo para beber.
- Lo mismo que tu- Le conteste sin siquiera bajar la mirada para verlo.
Se levanto y se alejo lentamente al bar del lugar.
Mi celular sono insistente dentro de mi bolso, que descansaba justo a mi lado en el suelo.
Tome el celular entre mis manos, y pulse el boton derecho para abrir el mensaje.
“ Como estas cariño? Espero que hermosa como siempre. Esta hermoso el atardecer hoy, y creo que lo has notado... Pero te vas a perder de ello si le sigues dando vuelta a lo que tienes dentro de tu cabecita. Toma una decisión ante de que sea tarde. A veces las respuestas las tienes tan cerca que no las quieres ver... Aprovecha que estas fuera de la realidad y piensa un poco. A”
Era un número desconocido. Pasmada al leer de nuevo otro mensaje de aquella misteriosa persona. Como podría saber tanto de mi? Y sobre todo, como podría saber lo que pasaba por mi mente?
Asustada por que alguien me observaba, mire a todas partes, pero no vi a nadie lo suficientemente cerca como para verme.
- Que ocurre?
La voz de Joe me asusto hasta el punto de dar un pequeño brinco en la silla.
- Nada...
- Aqui tienes.
Me le quede mirando por un instante hasta que tome la bebida de su mano para dejarlo ir de nuevo a donde anteriormente estaba. Otro misterioso mensaje… Otro misterioso detalle que descubrir de mi vida.
* * * * * * *
Unte la fresca crema sobre la piel tersa y caliente.
- Auch!- Se quejo Joe.
- Yo no te dije que pasaras tanto tiempo en el agua señorito.
- Esta bien! Ya no me regañes.
En la grande cama descansaba el cuerpo de Joe cubierto de la cintura para bajo con unos shorts claros. La parte superior estaba cubierta de una fría crema que había untado por toda su espalda. Había pasado gran parte del día en la piscina, y ahora estaba tan rojo como un camarón. La piel estaba caliente y extremadamente sensible.
Tocar su piel era una sensación indescribible. Así que para evitar todo tipo de acciones me había mantenido alejada de su cuerpo, pero en estos momentos era necesario estar cerca.
- Por que me queme tanto?! Mucha veces he estado dentro de una piscina por mucho tiempo y nunca me habia pasado esto!
- Creo que no te diste cuenta que aqui hace un sol terrible capaz de quemar la piel en solo segundos- Mi mano se deslizo por su hombro, pasando por sus muy cuadrados omoplatos- Necesitas tambien echarte en el pecho. Yo ya termine aqui, puedes tu...
- Podrias hacerlo tu tambien Sam? No puedo ni mover mis brazos.
Observando como esperaba mi respuesta, asenti levemente y lo ayude a levantar.
De pronto su rostro estaba a unos centimetros del mio. Muy cerca la verdad.
Extendí la crema por su pecho con sumo cuidado, sintiendo como se estremecía al sentir el cambio de temperatura.
- Deberías verte. Pareces un tomate.
- Jaja muy graciosa- Replico sarcásticamente.
Rei suavemente al ver su cara de pocos amigos.
- Tengo cara de payaso?
- Algo asi- Conteste extendiendo de nuevo la crema por sus biceps. Tendria que estar totalmente loca como para estar haciendo esto.
- Eso me da cosquillas- Murmuro muy serio. Su mirada no se desprendía de la mía.
- Pues siento hacerte cosquillas, pero tienes todo esto quemado- Replique señalando su maravilloso cuerpo.
- Que piensas?- Pregunto luego de un rato.
- Nada...- Susurre extendiendo esta vez la crema por sus mejillas y frente tan coloradas como su torso.
- Vamos, por que no me lo dices...
- Nada en serio Joe.
- En serio Sami- Su mano se poso sobre mi mejilla. Mi mano derecha quedo suspendida sobre uno de sus hombros.
- Joe...
- Confias en mi, no?
- Plenamente- Susurre soltando un leve suspiro. Su aliento rosaba mis labios entre abiertos.
- Y por que no me cuentas lo que piensas?
- Joe…
Ahora sus labios dibujaban una sonrisa picara. Su rostro cada vez estaba mas cerca del mio. Se observaba divertido con su rostro blanco al igual que su cuerpo.
Rei suavemente.
- Que es tan divertido?
- Tu.
- Te parezco divertido?- Su mano acaricio mi mejilla, para luego susurrar- Lo que voy a hacer en este momento no te va a parecer divertido.
Su frente se junto con la mía, untándola también de crema. Sus manos tomaron mi rostro entre ellas. Sus labios tocaron los míos con un leve roce. Todo el vello de mis brazos se erizo por completo al sentir aquella sensación que producía aquellos labios que tanto amaba.
Un leve toque se escucho en la puerta. Asustada me separe de el, antes de que nuestros labios se volvieran a juntar. Me acerque rápidamente de mi equipaje para sacar mi ropa de dormir, mientras que Joe daba paso a la persona que esperaba una respuesta.
-Interrumpí algo?- Pregunto la voz de Nicole a mis espaldas.
Lentamente voltee a verla.
- No, para nada- Le asegure sonriéndole tímidamente.
- Sam tienes crema en la frente- Observo Nicole con un cierto tono de picardía al hablar.
- Ya vuelvo.
Frustrada me encerré en el baño para pensar un rato.
Joe debería dejar de jugar al momento de los besos, porque cada vez que lo hacía me derretía en sus brazos, y sobre todo salían a florecer los sentimientos que estaba tratando de evitar y que me comían por dentro.
Dios mio, podrías darme una ayudadita- Pensé con frustración- O sino parece que le tenia que hacer caso a el famoso o famosa “A”.
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3 dias después, todo estaba en total normalidad. Parecia que el beso que habíamos tenido hubiera quedado en el pasado, y solo quedara un leve recuerdo de ello. O quizás por parte de el, como si nunca hubiera pasado.
La piel de Joe estaba mejor, y solo había quedado un ligero y sexy bronceado. Ahora tenia la precaucion de untarse protector solar.
La cama parecía mas comoda de lo normal. El aire que entraba por la ventana despeinaba mis cabellos sujetos en una ligera coleta, y movia al igual mis cortos shorts holgados acompañados de una corta franela. La pagina del maravilloso libro que leia fue sustituida por la siguiente.
-Sam?
La voz de Joe llamo mi atención. Parado junto a la puerta me observaba fijamente. Se veía tan relajado. Algo que siempre había amado de ese chico es que era siempre el mismo. Amaba su sentido del humor, su cariño, su sinceridad… Perfecto para mi. Amaba a el loco Joe.
- Si?- Pregunte cerrando el libro sobre mi regazo para observarlo mejor.
- Voy a la habitación de Nick a buscar una camisa para esta noche, ok?
- Ok- Respondi cortante. Quería decirle que no me importaba lo que hiciera, pero era como mentirme a mi misma.
Esa noche iríamos a la discoteca del hotel. La idea era pasar una noche diferente, y estaba segura de que asi seria.
Dirigiendo una ultima mirada hacia a mi, salió de la habitación cerrando la puerta a sus espaldas.
De pronto mi celular sono. Extrañada corri a tomarlo.
- “ Eres una linda vista, lo sabias? Que tal va todo? Has pensado un poco en estos 5 dias? Espero que si… Si quieres alguna opinión sobre lo que seria mejor para ti no dudes en preguntármelo, pero recuerda que no esta en mi elegir el destino de tus sueños… Solo tu lo puedes elegir. A”
Realmente asustada, por primera vez tuve el valor de responder uno de sus mensajes.
-“ Me observas? Quien eres? Como sabes lo que siento y lo que no?”
El teléfono sono de nuevo.
-“ Quizas… Eres realmente hermosa como para no observarte. Se mucho sobre ti. Quizas mas de lo que piensas. Pero aquí nadie quiere saber quien soy, solo quiero que resuelvas tus dudas. Soy todo oído. A”
-“ Realmente me gustaría saber quien eres… Pero con lo que siento… Que crees que siento?”
Sonaba de nuevo mi tono favorito.
-“ Sientes confusión… Algo escondes, y no sabes que es verdad? Un amor imposible? Un amor confunso? O Peor un amor no correspondido?. A”
-“ Pareces que si me conoces mas de lo que pensaba… Parece entrar mas que todo en la ultima categoría. No se si lo que siento puede ser correspondido. Que crees que deba a hacer anónimo?”
-“ Debe escoger tu corazón. Mas nadie puede decidir. Si tu crees que puedes ser correspondida, arriésgate por que sino te arriesgas, no ganas… No perderas nada. Si la persona te quiere no querra alejarte de el. Y por cierto, Quizas A no es de Anonimo sino no de otra abreviatura… Descubrelo. A”
Asustada de nuevo mire a todas partes por quien me podría estar observando. Pero no vi nada.
-“ Quizas debería arriesgarme… O quizás no. Lo consultare con la almohada. Pareces un hada madrina que apareció en el momento mas indicado. Gracias A. Tratare de descubrir por que A”
-“ No me des las gracias, parecías necesitar de un empujoncito. Quizas este observándote muy de cerca, y se como te sientes. Piensalo, y decide antes de que sea demasiado tarde. Nota: Ponte ese vestido Negro escotado ceñido al cuerpo para esta noche. Es el indicado. Arrivederci. A”
Decidida tome el vestido negro de mi equipaje y me dirigi al baño a cambiarme.
La noche de mi vida la estaba viviendo en estos momentos.
Pasados de tragos, con la música a todo volumen, y las luces cegadoras, disfrutaba en todo sentido aquella noche.
Joe tomaba mi cintura pegándome cada vez mas el. Nos movíamos a un ritmo suave, y contagiante. Su frente estaba pegada a la mia. Sudaba a chorros por la cercanía y por el calor del momento pero no quería alejarme de el, aunque debía.
-Joe…
- Tranquila Sam… Disfrutemos de esta noche como si fuera la ultima…
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Disfrutenlo! Y gracias por su espera!