Continuación! Cap. 31
Despertaste y estabas bien, así que el doctor te dio permiso para irte a casa. Te devolvió la medicina que te quedaba y te dijo que te conseguiría más para que la tuvieras por si te volvía a pasar.
En la casa, con los chicos en el cuarto de Nick:
Kevin: ¿Estás más tranquilo ahora, hermano?
Nick: He estado tranquilo todo el día. (Mintió) Sólo me asusté cuando se desmayó... Como todos.
Joe: Ya... Claro, Nick. (Sarcástico) ¡Estabas que te morías de los nervios!
Nick hizo uso de sus mejores técnicas de actuación para engañar a sus hermanos.
Nick: No, chicos... Ya no va más allá de eso.
Joe: (Frunció el ceño) ¿A qué te refieres?
Nick: A que... Me he dado cuenta de que... (Tragó saliva, tenía que mentir bien) No me gusta tanto como pensaba.
Kevin: ¿Qué? (Incrédulo)
Nick: Sí... (Los miró) Ya no la quiero más. Confundí mis sentimientos y ahora lo sé. No me gusta. (Miró al suelo) Al menos, no en el ámbito amoroso.
Sus hermanos lo miraron extrañados sin creerse del todo lo que les decía.
Aquella misma noche, Joe y tú estábais hablando en la sala, creyendo que nadie los escuchaba, pero Kevin y Nick estaban en el pasillo. Kevin no se creyó nada de lo que había dicho Nick.
Joe: ¿Y por qué no te defendías de él? Yo sé que podías...
Tú: En ese momento, él era mi único sustento. ¿Qué iba a hacer yo, siendo menor de edad, sola en la calle?
Joe: No sé... Pero entonces, ¿si podías defenderte? (Preguntó extrañado) Quiero decir... Él es un hombre adulto... y tú solo una chica...
Tú: ¿Cómo que solo una chica? (Fingiendo indignación)
Joe: No te ofendas...
Tú: (Sonreiste) Creéme, Joe... Ni te imaginas de lo que soy capaz.
Algo en tu tono de voz y tu mirada hizo que Joe te creyera.
Kevin y Nick se miraban el uno al otro, alucinados por lo que decías.
Joe: Sé que ni me lo imagino... Pero María... (Suspiró) Tienes que ser BUENA. Las chicas buenas van al cielo.
Tú: Y las MALAS a todas partes.
Nick miró a Kevin con los ojos como platos.
Siempre que te salía el "lado malo" tu voz tenía un toque seductor que hacía estremecer. Era como si el peligro fuera atrayente.
Al día siguiente, tu tío volvió a ir a la casa.
Esta vez, tocó a la puerta suavemente y pidió por favor verte. Decía que estaba arrepentido de todo y que quería que volvieras, todo esto desde detrás de la puerta.
Tú, por supuesto, no le creíste.
Cuando se fue, estabas en la sala y Nick bajó. Tomaste un sorbo de agua del vaso que te habías servido e inmediatamente lo escupiste. ¡¿Es qué todo iba a tener angélica ahora?!
Empezaste a toser muy fuerte, ya que te quemaba la garganta, y Nick corrió hacia ti.
Nick: ¡¿Qé ocurre?!
Tú: Me... medicina. (Lograste pronunciar)
Nick subió corriendo a tu cuarto, rebuscó en todas partes y bajó con la medicina.
Sacó uno de los botes y no sabía qué hacer con él.
Tú: Ti-tienes que inyectarlo... en mi brazo. (Apenas podías moverte)
Nick: ¡¿Qué?! ¡Ni loco!
Tú: Hazlo... (No podías respirar) Por favor...
Nick le sacó el tapón al la jeringuilla y la acercó a tu brazo.
Tú: Saca el aire primero... (Susurraste) ¿Quieres matarme?
"¡No entiendo de estas cosas!", pensó. Pero estaba demasiado asustado como para discutir.
Saco el aire como en las películas y fue a clavarlo en tu piel.
Tú: No puedes... ha-hacerlo si no... miras.
Lo volvió a intentar, esta vez sin apartar la vista. Consiguió ponerte la medicina y suspiró aliviado, tirándose para atrás en uno de los sofás.
Cuando fue a preguntarte qué era lo que había pasado, se dio cuenta de que te habías desmayado.
Suspiró y se acercó a ti para colocarte de forma más cómoda en el sofá. Se quedó mirándote embobado y, sin darse cuenta, se había acercado a tus labios.
Era tan grande la tentación... Saber cómo se sentiría un beso de tus labios... Tenerte tan cerca...
Pero no lo hizo. No podía aprovecharse de ti de aquella manera.
Decidió investigar qué había ocurrido y se dio cuenta de que la jarra de agua que habías cogido había tenido dentro la infusión, por lo que aún quedaban algunos restos.
Tuvo miedo de que te volviera a pasar. "¿Podría llegar a morir?", se preguntó.
***
El Lunes, 14 de Diciembre, salisteis de viaje. Esteríais una semana en aquel lugar para que Paul pudiera arreglar los últimos detalles sobre el rodaje de la película.
Estabas contenta porque era un lugar rodeado de árboles, estaba en mitad del bosque. No hacía muy buen tiempo, pero igual sabías que te ibas a divertir mucho allí. Aunque fuera solo con Joe ¬¬.
Os instalásteis en unas cabañas como las de la película. Tú y Lilly estábais solas en una de ellas.
Lilly no paraba de correr por todas partes y mirarlo todo. Tú intentabas vigilarla pero se te hacía difícil controlarla. Era un torbellino esa chica. Sólo caminabas tras ella, a veces con Joe, para cuidar de que no se hiciera daño.
En una de esas, era casi de noche y no la veías. Estabas buscándola por todas partes y cuando apareció, te habías puesto tan nerviosa que se te bajó la presión. Al nerviosismo se le sumó que no habías comido mucho por lo triste que te ponía Nick y te desmayaste en los brazos de Joe.
Él te llevó corriendo a su cabaña, pero la compartía con sus hermanos así que estos se quedaron alucinados cuando Joe entró contigo en brazos.
Kevin: ¡¿Qué pasó?!
Joe: ¡Se desmayó! ¿Qué no ves?
Nick se pegó a la pared más retirada de la cama donde te puso Joe, intentando disimular su preocupación. Lilly se subío a la cama para ponerse a tu lado.
Tú: Mmm...
Empezaste a despertar y apretaste los párpados porque te molestaba la luz.
Joe: Hey... Preciosa...
Te acariciaba la cara y abriste los ojos.
Te costó un poco ordenar todo en tu mente: Lilly a tu lado, Kevin y Joe mirándote con preocupación... Hasta que viste a Nick al fondo de la habitación.
Se te quedó mirando a los ojos y después desvió la mirada con enojo. ¿Qué le habías hecho ahora?
Te incorporaste rápidamente. DEMASIADO rápidamente. Te volviste a marear.
Joe: ¡Hey! (Te agarró del hombro) Con calma, preciosa... Ten cuidado.
Cuando casi te caes para atrás, Nick había dado un paso hacia ti rápidamente. Al ver que lo mirabas intentando entender el por qué de esa reacción, volvió hacia atrás y volvió a apartar la mirada.
Tú: C-creo que... Voy a ir a tomar algo. Ejem, me hará bien.
Te levantaste, despacio esta vez, y te dirigiste a la puerta:
Kevin: Oye, pero... Estás pálida, ¿estás bien? ¿Qué te pasó?
Tú: Tranquilo... Solo fue la presión. No he tomado nada desde hace horas y me he puesto muy nerviosa.
Lilly: (Abrazó tus piernas) Hermana, ¿ha sido por muy culpa?
Tú: (Mordiste tu labio) No, cielo.
No te preocupes.
Dijiste eso último mirando a Nick, como si se lo dijeras a él, y te fuiste.
Él tuvo que reconocer que aún le preocupabas.
A Nick le gusta tu lado malo...
¿Qué pasará en ese viaje?
Les aseguro que tienen que leer el siguiente cap!
Prepárense!
Bsts ***