The Number One I (Nick) [Terminada]

La volví a envolver en mis brazos, acariciando su brazo mientras ella apoyaba su cabeza en mi hombro.

-¿Y tú?-pregunté-¿En qué pensabas hace un rato?

Me miró con expresión confundida, haciéndose la desentendida. Reí.

-Vamos, no me mientas-besé su mejilla- ¿Te crees que no noté que estabas pensando en algo? Créeme, amor. Te conozco perfectamente y sé que cuando no hablas, piensas.

Puso los ojos en blanco y rió.

-Tú ganas.

Sonreí victorioso ¡la amaba tanto como para no saber qué le pasaba!

-Tengo que admitir que pensaba… en la vida.

La miré interesado en su respuesta. Ella tomó aire y continuó:

-Siempre he querido saber de qué manera te das cuenta de que las cosas que haces son las correctas. ¿Cómo descubres a tu amor verdadero, por ejemplo? Sé que suena infantil, pero yo sé que existe… Porque uno puede estar total y perdidamente enamorado pero ¿y si esa persona no siente lo mismo? Entonces el amor de tu vida se habría esfumado. Cuando tú pensabas que era el correcto… Y no sólo en eso, sino en todos los aspectos de la vida. ¿Cómo te aseguras de que lo que sea a lo que te dediques te hará feliz y será lo correcto? ¿Cómo sabes si el hijo que estás pos tener está llegando en el momento adecuado?-suspiró. Yo sólo la miraba atento, escuchando cada una de sus palabras con atención- ¿Y qué ocurre si hemos cometido el error más grande y te has alejado de alguien importante? ¿Cómo vuelve esa persona? Y si ya no está… ¿cómo la recuperas?-de repente sus ojos se llenaron de lágrimas, la abracé más a mí-. Nunca he sido decidida, Nick. Siempre me cuestiono si estoy haciendo bien las cosas. Siempre veo algo malo en mis actitudes. No puedo evitarlo… sé que me amas y estoy muy segura de lo mucho que te amo. Sé que no eres como cualquier otro, o alguien más. Estás en mi vida por algo y creo que saber qué es eso, pero…-me miró a los ojos mientras una lágrima caía por su mejilla- ¿Cómo me aseguro de que lo que siento es correcto?

Sabía perfectamente a qué se refería. _____ había sufrido tantas veces que para todo tenía una duda, por más que fuera lo más seguro del Universo, ella siempre tenía una pequeña desconfianza. Era tan sensible que un mínimo dolor le hacía mal, tan mal. Pero yo no iba a traicionar a su corazón jamás… La amaba más que a mi propia vida y de una manera que nadie podría comprender. Odiaba el hecho de que no fuéramos inmortales y no poder vivir eternamente a su lado. Juro que lo haría y sería feliz por el resto de mi vida. No podía verla llorar, no podía verla sufrir. ¿Había manera en el mundo real de demostrarle o explicarle que estaba a salvo conmigo? Yo jamás lastimaría su delicado corazón. Nunca le mentiría, jamás. Porque ser así con ella significaría serlo conmigo mismo.

-Amor-dije suavemente, decidido a explicarle cómo me sentía-. Si pudiera y si fuera posible, te llevaría al espacio, hasta la estrella más grande y brillante de todas: el sol. ¿Sabes para qué? Para que pudieras admirar desde cerca la increíble fuerza que tiene para ser tan fabuloso. Y entonces te diría que a pesar de que esa es la más brillante estrella del Universo, la fuerza más poderosa… Mi amor por ti supera esa maravilla. Es mucho más fuerte que aquello y más especial aún, porque el sol brilla para todo el Universo. Pero mi amor brilla sólo para ti, es total y completamente tuyo, tu propiedad. Y al llevarte mi amor contigo te llevas mi alma, mi cuerpo, mi mente. Pero lo más importante es que te entrego mi corazón por decisión propia. Porque a pesar de que nadie me lo garantiza, yo sé que tú cuidarás de él mejor que nadie. Sé que tú eres la indicada. Y no tengo dudas sobre ello ¿Te cuento por qué? Porque lo siento en él, en mi corazón. Cuando late, cada movimiento que hace me lo indica. Mis sentimientos hacia ti son lo más puro que hay en el mundo. Te puedo asegurar que mi corazón me dice que tú me amas y yo sé que es así. Ese es el secreto, no debes dudar de tu corazón, todo lo que te dice es verdad, siempre. Jamás lo pongas en duda. Escúchalo y verás. ¿Qué te dice ahora él?

Me miraba fijamente con la boca entreabierta. Estaba maravillada. Esperé que esas mínimas palabras le expresaran lo mucho que era para mí, por más que no fueran ni una pequeña parte de mis sentimientos. _____ cerró sus ojos y respiró.

-Me dice que tú eres el indicado, Nick-susurró.
-¿Y tú qué crees?
-Siempre supe que lo eras-sonrió mientras abría sus ojos.
-¿Y no tienes dudas sobre ello?-pregunté sonriendo yo también.
-Claro que no. Porque mi corazón dice que me amas con todo lo que hay en ti y yo siento exactamente eso mismo por ti.
-Hay un pequeño error-dije, ella me miró preocupada-. Ya te dije que te amo con más de todo lo que hay en mí. Te amo con una intensidad mayor a la que brilla el sol.
-Es lo más hermoso que me has dicho en la vida, jamás lo olvidaré-me abrazó-. Te amo, Nick. Siempre lo haré, hoy y siempre. Por el resto de mi vida.
-Yo también te amo, princesa. Nunca lo olvides.

Tomé su mentón con mi mano y la besé suavemente por segunda vez.
¿Acaso no estaba confirmado? Ella era el amor de mi vida.

Todo estaba oscuro, podía sentir el miedo en mi interior y no entendía dónde me encontraba. ¿Qué hacía allí desprotegida, cuando yo nunca me alejaba de mi querido Nick? En ese momento la luz me cegó y pude sentir que alguien se acercaba a mí… Pero no tenía miedo. Me extrañé al no sentirme de ese modo, era algo desconocido y se supone que debería haberme asustado al oír su presencia tan cerca. Pero aquella persona me hacía sentir en el paraíso, con sus armoniosos pasos. Abrí mis ojos y sonreí al ver a aquel ángel. Claro que era él, siempre había estado allí conmigo.

-¿Creíste que te dejaría sola?-preguntó su dulce voz.

Miré a mi alrededor y noté que lo que antes era una aterradora oscuridad ahora era el más bello campo que había visto, con millones de flores a nuestro alrededor. Entonces lo miré de nuevo, sorprendida de que aún estuviera allí y que no se hubiera marchado.

-Creí que ya te habías ido-dije algo dolida.
-¿No lo entiendes?-me tomó de la mano- Jamás me alejaré de ti.

Entonces sentí sus labios en mi mejilla. Pero el sueño se había esfumado, ahora era él de verdad.

-Buenos días, hermosa-dijo abrazándome.

Lo besé lentamente y sonreí:

-Buenos días, amor.

Miré a mi alrededor, estaba acostada en su cama, él ya estaba cambiado, acostado a mi lado, mirándome fijo mientras se apoyaba en uno de sus brazos. Acariciaba mi mejilla mientras me sonreía. Era tan perfecto.

-Espero que hayas tenido lindos sueños-dijo y después de darme un fugaz beso en la frente, se levantó y caminó hacia la puerta-. Te espero abajo.

La mañana transcurrió rápidamente, pero tan hermosa como siempre. Las horas al lado de Nick eran minutos de lo feliz que me hacía y de lo mucho que me entretenía con él. para cuando quise darme cuenta, ya era un poco más del mediodía.

-¿Quieres ir a comer algo?-preguntó mi novio poniéndose de pie de un salto y tendiéndome la mano.
-Claro-respondí mientras me levantaba del sofá.

Me tomó rápidamente por la cintura y me besó dulcemente ¡era tan feliz a su lado! Me abrió la puerta de copiloto y subí a su auto. Manejó por unos minutos mientras hablábamos divertidos, hasta un bonito restaurante. Al bajar noté una extraña luz en mi rostro. Giré mi cabeza y allí estaban. No podía creer que los había olvidado, no podía creer que había olvidado el hecho de que mi novio era famoso.

-Ya tenían que aparecer-masculló Nick por lo bajo, mirando furioso a los paparazzi a unos metros de nosotros.

Intuitivamente solté su mano, que me sostenía desde que me había ayudado a bajar del auto. Ya me había pasado una vez y no quería volver a meterlo en un aprieto. Y mucho menos no volver a verlo durante meses una vez más. No, mejor evitar el problema.

-No te preocupes-le dije sonriendo débilmente, ocultando cuánto me afectaba.

Pero él tomó mi mano y la levantó a la altura de nuestras caras, como para que todos vieran. Sin dejar de mirarme a los ojos la besó, haciendo que muriera de amor por él al haber hecho semejante cosa delante de los paparazzi, quienes claramente no dejaban de sacar fotos.

-No hay nada que ocultar ¿de acuerdo?-dijo con una sonrisa.

Asentí y le besé la mejilla dulcemente, aún así no me gustaba que me sacaran fotos besándolo. Caminamos de la mano hasta el restaurante con toda la prensa invadiéndonos. Era algo realmente molesto, pero con Nick a mi lado, nada era malo.
Almorzamos tranquilos y en paz, entre risas, caricias y besos. Estaba tan feliz de estar con él. Todavía me hacía sentir esas cosquillas en la panza, aquellos efectos inexplicables, como si fuera la única mujer en su mundo. Además de su encantadora madre, Denisse, a quien Nick adoraba. Sonreí al pensar aquello. Nick era tan tierno que no le daba vergüenza asegurar que su madre era la mujer más importante de su vida. Otros chicos de su edad jamás hubieran dicho eso, pero los tres Jonas lo decían sin pudor y era una de las principales cosas que me gustaban de esa familia: no tenían miedo de ser como son. Me sentía tan tranquila a su lado, sabía que él no tenía control sobre mí en el mal sentido, yo no era su títere y él no me trataba como tal. Y yo tenía tanta confianza en su amor que creía que aún estaba soñando, que nada de eso era real. Pero luego sentía sus labios en los míos y entonces confirmaba y entendía que todo era verdadero y que era lo más hermoso que me había pasado en la vida.

-¿A dónde quieres ir ahora?-preguntó mientras salíamos de allí, de vuelta a su auto.

Rápidamente recordé que hacía días que Nick y yo no veíamos a Kevin, Danielle, Joe y Demi. Entonces se me ocurrió una gran idea.

-Podríamos ir a ver una película a mi casa con tus hermanos, ¿qué dices?-propuse.

Sonrió y me besó tiernamente en los labios.

-Me parece genial, ya mismo los llamo.

Marcó el teléfono de Kevin y después de hablar con él llamó a Joe. Luego de unos minutos nos dirigimos a mi departamento a preparar todo para una tarde de cine con nuestros amigos, hermanos y cuñados.
En el camino me puse a pensar en ellos. Primero se me vino a la mente a la pareja casada, Kevin y Danielle. Hacía unos años habían tenido una hermosa hija, a la que conocí recién a mi regreso a LA. Tenía los ojos verdes del padre y la hermosa sonrisa de la madre, era una niña maravillosa. Solía divertirse mucho con sus tres tíos, especialmente con Joe. Claramente, de los tres, él era el que más mentalidad de niño tenía.
Después recordé a Joe y a Demi. Hacía años que habían estado de novios, antes de eso, habían sido mejores amigos. Se habían conocido filmando Camp Rock y desde aquellos tiempos nunca más se separaron. Tras una hermosa relación de más de dos años, decidieron darse un tiempo. Y claro está que son el uno para el otro, ya que estuvieron separados por tan sólo a las semanas volvieron a estar juntos. Y ya hacía casi un año que habían vuelto. [WRITER’S REMINDER: Cuando Joe y Nick van a la fiesta, Joe le dice a su hermano que había discutido con Demi… Esa noche en realidad se habían dado el tiempo. Pero volvieron unas semanas antes del cumpleaños de _____.] Eran la pareja perfecta, cualquiera que los viera juntos quedaba impresionado del visible amor que se tenían.
Me pregunté cómo nos vería el mundo a Nick y a mí a partir de aquel día. Una extraña ola de ansias y nervios recorrieron mi cuerpo. ¿Y qué si pensaban que yo no era adecuada para Nick? ¿Qué hay de lo que pensarán de mí? Dirán tantas cosas horribles… Pero rápidamente recordé que lo amaba, entonces ¿acaso eso importaba? Él me juraba que me amaba con todo su corazón (y más) y lo único que en verdad importaba era que él y yo estábamos juntos. Sonreí y la ola desapareció al instante.

-¿Dónde está Claire?-pregunté después de saludar a Kevin y Danielle, aproximadamente una hora más tarde.

Estábamos parados en la sala, acababan de llegar. Nick estaba en la cocina. Entonces de repente, sentí sus cálidos brazos alrededor de mi cintura. Me dio un beso en la mejilla y sonreí ruborizada. Danielle y Kevin se miraron felices y luego se abrazaron. Sonrieron al vernos una vez más.

-Con sus abuelos maternos-respondió Kevin mirando a su esposa, con la mirada llena de amor.

Habían pasado casi seis años desde que Kevin y Danielle se habían casado. Y aún así parecía que era como los primeros días. Verlos tan enamorados era algo increíble, era como ver al amor en persona. Se veían tan felices de estar junto al otro.

La familia de mi novio es la familia perfecta para el amor, pensé.

Unos minutos después volvió a sonar el timbre y miré a Nick suplicándole que fuera él.

-No me quiero separar de ti-dijo haciendo pucherito.

Reí y le besé la punta de la nariz, él sonrió triunfante y me soltó lentamente para ir a abrir a su hermano.

-Desviamos a la prensa ¡fue tan divertido!-dijo Joe alegre al entrar.

Todos nos miramos extrañados ante aquello. Joe era el típico chico de comentarios divertidos.

-Discúlpenlo, todavía está algo divertido-dijo Demi abrazándolo por la cintura.

Joe se puso colorado y todos reímos.

-¿Qué vamos a ver?-dijo ella entonces, sentándose junto a su novio en la alfombra.
-¿Misión imposible? ¿Matrix? ¿Avatar?-preguntó Joe.

Las miradas se dirigieron hacia los casados, quienes habían sido los encargados de alquilar la película.

-Nada de eso-dijo Danielle poniéndole play al DVD-: Titanic.

Kevin besó a su mujer tiernamente mientras que Joe abrazó a Demi, ella apoyó su cabeza en su hombro y él la besó. Yo miraba ambas escenas sonriente, desde el sofá. Pensaba en lo lindo que era el amor, las diferentes formas que tenía cada uno de expresarlo. Aquello podría haber sido algo empalagoso para muchos, ver a dos parejas felizmente enamoradas. Pero para mí era algo hermoso, que me hacía recordar principalmente a Nick, el ladrón de mi corazón. Caí en cuenta de que estaba sentado a mi lado sólo cuando sentí que su brazo rodeaba mi cintura. Apoyé mi cabeza en su pecho, pudiendo oler su hermoso aroma tan cerca de mí. Me dio un beso en la cabeza y luego se acercó a mi oído para susurrar:

-Siempre he soñado con ver Titanic contigo. Aunque el amor de Jack y Rose es mínimo comparado con el nuestro.

Lo miré fijamente a los ojos y sólo sonreí. No podía pensar, sus palabras me estaban taladrando la mente. Era tan perfecto, el chico ideal. Lo amaba tanto.
Besé su mejilla y me acomodé en su pecho, listos para ver la película. Cada varios minutos Nick me sacaba de la realidad dándome un dulce beso. Sus caricias durante la película me hacían salir de mi mundo, ¡era tan fácil para él distraerme! Pero aún así no me quejé… era tan lindo tenerlo a mi lado.
Entonces llegó la parte en que Jack se despide de Rose. De repente me quedé en shock, y después cerré los ojos. Pero no escuchaba lo que decían, ni siquiera noté que los minutos pasaban y todos creían que estaba dormida. Entonces sentí un leve ruido. Y allí desperté de mi transe. Pero no estaba dormida. Estaba hundida en una extraña imaginación… De repente los ojos se me llenaron de lágrimas, se ve que no habían querido soltarlas cuando estaban mis amigos.

-¿Amor?-preguntó Nick alarmado, frente a mí.

Abrí los ojos y lo vi allí, sentado, mirándome con la expresión llena de dolor, preguntándose qué me ocurría. Entonces me abalancé sobre él y lo abracé fuertemente mientras las lágrimas salían de mis ojos sin cesar. Lloraba como nunca antes lo había hecho, por un motivo demasiado idiota. ¡Odiaba ser tan sensible!

-¿Qué ocurre?-me preguntó acariciando mi cabello- ¿Por qué lloras?
-Nick, yo... nosotros-se me quebró la voz.
-No te puedo ver así, _____. Por favor dime qué te ocurre-dijo entonces, con la voz casi tan quebrada como la mía.

Me separé de él y lo miré a los ojos, él tenía la cabeza gacha, perdida en sus pensamientos. Entonces lentamente la levantó, mirándome a los ojos. Estaban a punto de soltar lágrimas, a punto de dejar ir toda la preocupación y dolor. Me tomó de las manos y sonrió como pudo.

-Sólo dime…-dijo dulcemente quitando un mechón de pelo de mi cara.

Suspiré.

-Tengo una horrible sensación de que nuestra historia se parecerá mucho a la de Jack y Rose…-dije-Tengo mucho miedo, Nick.

Volví a llorar y mi novio me envolvió en sus brazos una vez más. Me sentía tan segura a su lado, nada era demasiado malo. Podía sentir su respiración profunda, evitando soltar las lágrimas.

-Mírame…-rogó separándose de mí- Jamás nos ocurrirá eso, _____. Te lo prometo. Seremos muy felices, como Jack y Rose. Pero nuestra historia nunca acabará, te lo prometo. –Me miró a los ojos- ¿Me crees? ¿Confías en mí?

Él tenía razón. Nada iba a salir mal, siempre iba a estar a mi lado. Él lo había prometido… y yo también lo prometía.

-Siempre confiaré en ti-le dije y sin dejarme decir más, me besó.

Me tomó en sus brazos y me llevó hasta mi cuarto, dejándome suavemente sobre la cama, aún besándome. Entonces se separó lentamente, mientras me miraba y sonreía.

-Te ves tan hermosa, eres perfecta-dijo suspirando.

Tomé su mejilla y él puso su mano sobre la mía.

-Debo irme-dijo apenado.
-¿Te quedarías conmigo esta noche?-le pregunté susurrando.

Él sonrió aún más.

-Claro que sí, princesa. Estaré a tu lado siempre-dijo dulcemente.

Y se acomodó a mi lado en la cama, abrazándome. Apoyé mi cabeza en su pecho y suspiré, nada me pasaría mientras él estuviera conmigo. Me besó la cabeza y me hundió en sus brazos.

-Buenas noches, mi amor-dije.
-Buenas noches, hermosa.

El calor de su cuerpo, su increíble perfume y su simple presencia hicieron que mi cuerpo quedara en paz. Todo junto fue como una droga para mí y en cuestión de segundos me dormí profundamente.
Fue una de las noches más pacíficas de mi vida, hacía mucho que mis sueños no eran tan puros y tranquilos. Pude darme cuenta de que Nick era el que me hacía ese efecto… era increíble seguir descubriendo lo que provocaba en mí, aunque hubieran pasado más de seis años desde el día en que lo conocí.

HAPPY B DAY JOE ♥