The Number One I (Nick) [Terminada]

Habían pasado algunas semanas desde que éramos novios. Las mejores semanas de mi vida, ella era lo mejor de mi vida. Estábamos sentados en el sofá de mi casa, abrazados y sin decir nada. Por lo visto, ambos estábamos pensando.
Yo, personalmente, intentaba hacerme entender a mí mismo todo lo que ocurría en mi interior a medida que pasaba los días a su lado. Mi corazón me recibía diariamente latiendo con alegría y no había momento alguno que yo estuviera de mal humor. A diferencia de cómo solía ser antes, ahora sonreía todo el tiempo, por cualquier cosa que me hiciera acordar a ella. Y eso era, en su mayoría, todo. Iba en el auto escuchando música y las melodías me hacían recordarla. Aparecía el rostro de _____ en mi mente cuando veía las flores en los parques. Pensaba en mi novia cada vez que alguien nombraba la palabra “amor”. Cada vez que cantaba una canción, cada nota de mi piano o mi guitarra me hacían acordar a _____. Y cada vez que veía un niño pequeño en la calle sonreía al pensar en ella como mi futuro para el resto de mi vida.
Cada vez me convencía más de que la amaba con todo mi corazón y que quería estar con ella el resto de mi vida. Quería disfrutar cada minuto a su lado. Quería que fuera mi esposa para siempre, mi familia. Que siguiera siendo mi razón de existir.
Comenzaba a tener imágenes en mi mente del futuro. Podía imaginarnos en el altar dando el sí. Y allí estaba ella, hermosa con un vestido de novia y su perfecta sonrisa. Y a mí con toda la felicidad al saber que la tenía a mi lado para siempre. Nos podía ver felices con nuestros cuatro hijos, ella mirándome aún enamorada y con su sonrisa tan especial una vez más. Luego nos veía en la alfombra roja de la premiere de una de nuestras tantas películas juntos. Y allí estaban sus labios perfectamente curvados. Y luego estábamos sentados en aquel mismo sofá, con nuestros nietos en brazos, ella mirándome a los ojos y con la felicidad pura en su rostro, agradecida de que le hubiera dado aquella vida.
Pero yo sentía que la que me daría esa vida maravillosa y hermosa sería ella. _____ garantizaría mi felicidad eterna al estar a mi lado.
Sonreí inconscientemente, aún sumido en mis pensamientos.

-¿De qué sonríes?-me preguntó mi novia mirándome divertida.
-Estaba pensando-dije aún mirando hacia el frente.
-¿En qué pensabas?-sonrió dulcemente.

La miré a los ojos y le sonreí:

-En ti, en mí-suspiré feliz-. En nosotros.

_____ se sonrojó un poco y luego se acomodó en el sofá, lista para empezar una linda conversación los dos solos.

-¿Qué pensabas exactamente, amor?-preguntó acariciándome la mejilla.
-Se me vinieron a la mente un par de imágenes de un posible futuro juntos. Ya sabes, cómo me gustaría que fuese mi futuro…-me corregí:- Nuestro futuro.

Me miró entrecerrando los ojos y luego rió levemente.

-¿Y qué tal estaba todo?

-Pues…-“perfecto, tú me hacías feliz a cada momento” pensé, pero rápidamente reí y continué:- Debo admitir que conservabas una increíble figura después de cuatro hijos. Te veías igual de hermosa que ahora.

Sonrió pícaramente mientras me besaba fugazmente en los labios por un segundo.

-Apuesto a que tú no te quedabas atrás y conservabas esos increíbles abdominales tuyos-dijo mientras ponía su mano sobre mi pecho.
-Mmm…-dije imitando preocupación- La verdad es que no estaba tan tonificado en mi mente –puse cara de perrito triste- ¿tú crees que me querrías igual?
-¡Claro que no, Nick, yo no te quiero!-me quedé helado ¿qué había dicho? ¿Qué no me quería? Ella sólo sonreía- Yo te amo, Nick. Y siempre te amaré, aunque llegaras a tener unos kilitos de más-dijo con una risita angelical.

La miré aliviado y… esperen ¿Dijo que me amaba? Entreabrí mi boca, totalmente maravillado y sorprendido.

-¿Me… amas?-logré pronunciar, luchando contra mi aliento, que amenazaba con cortarse allí mismo.

Me miró seria y tomó mi cara entre sus dulces manos, acariciándome las mejillas.

-Nick, mírame a los ojos.

Lo hice. Nos mirábamos fijamente, como nunca antes lo habíamos hecho. Me hundía en su hermosa mirada, el brillo de sus ojos provocaba algo único en mí.

-Te amo con todo mi corazón, Nick-dijo entonces.

Me amaba, no podía ser más feliz. Sentí que todo en mi interior se desvanecía, y de repente volvía a la vida, pero con mayor intensidad. ¿Sería un sueño? Tal vez todo lo que siempre había deseado se estaba haciendo realidad… ahora nada nos separaría jamás.
Me acerqué a su oído y susurré:

-Yo también te amo, mi amor. Eres lo más hermoso que me pasó en la vida.

Me miró asombrada, con una pequeña sonrisa en sus labios. Sonreí yo también y me acerqué a ella, para besarnos dulcemente después de aquella declaración.
Era tan feliz con _____ a mi lado. Nunca creí llegar a amar tanto a alguien. Nunca creí que alguien me amaría tanto. Nunca fui tan feliz en mi vida.