CAP. 15 MARIPOSAS
Era un dia realmente hermoso a comparación del anterior a el; recuerdo que cuando desperte, lo primero que vi fue Joseph de espaldas frente a mi; por alguna razon no pude evitar que una sonrisa se formara en mi cara mientras le daba los buenos dias.
Las puertas de la habitación se abrieron casi minutos después dejandonos ver a los padres de Charlie.
Una mujer delgada de larga cabellera negra, ojos claros como los del pequeño y piel blanca entro de la mano de un hombre bronceado, alto y de cabello un tanto desaliñado; a simple vista podia notarse su condicion economica, pero debo recalcar que ambos eran excelentes personas.
“Buen dia señorita Geller”-me dijo el hombre mientras estrechaba mi mano-
“Buen dia”-respondi con una sonrisa-“Pero por favor, solo llámeme Alexia”
La mujer ni siquiera se detuvo a saludarnos, inmediatamente se abalanzo sobre su aun dormido, hijo. Eso no me incomodo en lo absoluto, yo en su lugar habria hecho lo mismo, no tendria tiempo para cortesías.
“Lamento no haberla saludado”-dijo ella con los ojos llorosos-
“No se preocupe, yo entiendo”
“Muchas gracias por cuidarlo”-nos dijo a Joseph y a mi-
“No fue nada, ambos queremos mucho Charlie”
Unos minutos tuve que salir de la habitación para que Joseph y el otro medico pudieran explicarles a sus padres la situación de Charlie, por el ventanal que daba hacia el pasillo pude percatarme del momento en que le dieron la noticia a su madre. Su cuerpo se refugio inmediatamente en el de su marido; me sentia terrible por ella, un hueco se formo en mi estomago mientras mi garganta comenzaba a sentir los indicios de un llanto seguro.
Al poco rato salieron todos de ahí.
“Entonces es necesario practicarle esos estudios a la señora y a sus hermanos”-dijo el medico-
Me acerque a Joseph y en tono casi indescifrable le dije
“¿No seria bueno que tambien se la practicaran a su padre?”
“Eso es imposible Alexia, el señor no es el padre biológico de Charlie y sus hermanos; él murió cuando el pequeño tenia 3 meses”
Estuvimos en la recepcion del lugar alrededor de media hora mas, hasta que un mensaje de texto me hizo percatarme de que ya era hora de volver al mundo real.
New Message.
From: Rachel
Amiga ¿Dónde se supone que estas?
Tus papas estan muy preocupados; llamame“Creo que ya debo irme”-dije de forma generalizada a todos los que se encontraban en la recepcion-
“¿Te vas tan pronto?”-me pregunto Joseph-
“Tengo que hacerlo, mi padre debe estar preocupado”
“Muchas gracias de nuevo”-dijo la madre de Charlie de nuevo-
“No es nada, hasta luego”
“Doctor, creo que deberia acompañar a la señorita”-agrego el padre de Charlie-
“Tiene razon, vamos… nos iremos juntos”
¿Juntos?, osea, ¿Tu y yo?, ¿Los dos…solos?
De inmediato senti como mi estomago no se sentia como todos lo dias, no se sentia como hace dos segundos; una extraña sensación lo invadio. Era ese efecto que te sucede cuando te encuentras en la cima de una montaña rusa; es como si tu estomago subiera por tu garganta y quisiera salirse por tu boca.
Damas y caballeros; les presento a las mariposas de mi estomago. Y en ese momento revoloteaban como si quisieran salirse.
“C-claro”-le dije una vez que pude comprender lo que sucedia en mi interior.
Caminamos hombro con hombro hasta la avenida donde decidimos abordar un taxi.
“¿Adonde vamos?”-me pregunto él-
“Aun no lo se, esperame”
Con todo ese alboroto de hormonas habia olvidado por completo llamar a Rachel.
~*~
“¿Hola?”-dijo una voz suave del otro lado del telefono-
“Rach, soy yo”
“¡Al fin!, ¿Dónde estas mujer?”
“Te cuento luego, ¿Dónde te veo?”
“¿Te parece en el café de siempre?”
“Perfecto, te veo ahí”-dije antes de colgar-
~*~ “¿Y entonces?, ¿adonde te llevo?”-repitio Joseph-
“A la 32 y la avenida Manhattan, veré a Rachel ahí”
El taxista se puso en marcha enseguida, debido a que era fin de semana el transito era minimo asi que en menos de 20 minutos habiamos llegado.
“¿Seguro que no quieres desayunar con nosotras?”-le pregunte a Joseph una ultima vez antes de bajar de auto amarillo-
“Seguro, gracias de todas formas”
“¡Espera!”-casi grite antes de abrir la puerta-
“¿Qué sucede?”-pregunto en tono angustiado-
De mi bolso saque una banda para el cabello con la que me realice un ligero chongo a la altura de la nuca, deje caer unos cuantos mechones de cabello al costado de mi cara; desabotone un poco mi blusa a cuadros para que luciera mas casual mientras me colocaba mis Ray Ban del mismo tono que llevaba en mi Louis Vouitton blanca.
“¿Lista?”-dijo Joseph después de observar detenidamente como habia logrado una transformación perfecta en menos de 5 minutos-
“Ahora si, estoy lista. Hasta luego”-le dije-
No sabia como despedirme de él, ¿debia darle un apretón de manos?, ¿un beso en la mejilla? ¿O simplemente decir “adios” y ya?
“S-si hasta luego”-respondio-
“Bye”-dije-
“Adios”-dijo él- “¿Iras al hospital mas tarde?”
“Seguro”
“Te veo haya entonces”-sonrio-
Sin que pudiera poner resistencia me jalo hacia el para besar mi mejilla.
Y oh-oh, las mariposas atacaron de nuevo, mis manos sudaban como si acabara de lavarlas, era grotesco, sudaba como un cerdo; algo asquerosamente confortable.
Como pude baje del taxi y caminé hasta el lujoso lugar donde mi amiga me esperaba; aunque debo decir que no caminé, floté hasta la entrada.
~*~
Joseph se encontraba ya a escasos centímetros del departamento donde vivia con su amigo Daniel cuando una imagen, una imagen que lo hizo sonreir llego hasta su cabeza: Alexia.“Ya estoy aquí”-dijo mientras colgaba su chaqueta en el armario-
“¿Dónde estuviste toda la noche?”-pregunto Daniel asomandose desde la cocina-
“En el hospital, Charlie se puso mal”
“¿Cómo esta ahora?”
“Mucho mejor, sus padres ya estan con él, lo mas probable es que tengan que realizarle un implante de plaquetas”
“No tengo idea de que sea eso, pero suena complicado”-respondio su amigo mientras servia dos platos con pancakes para ambos-
“Es para erradicar la leucemia”
“Lo que tienes que erradicar es la rabia de Gabriella”
“¿Estaba muy mal?”-pregunto Joseph mientras tomaba algo de jugo-
“Pense que me asesinaría con una de sus miradas”-respondio-
“Despues hablare con ella. ¿Qué esperaba, que dejara a Alexia sola en el hospital?”
[Daniel escupio un sorbo de jugo sobre la cara de Joseph al escuchar ese nombre]
“¡¿Alexia dijiste?!”-exclamo una vez que normalizo su respiración-
“Si, ¿Qué tiene?”
“¿Qué tiene?”-lo citó- “Ella y tu se odian, ¿recuerdas?”
“No tanto, es linda chica”
“¡¿Queee?!, ¡ahora si el mundo se volvio loco!”
“Cálmate ¿quieres?”-dijo Joseph entre risas-
“¿Y?”
“¿Y que?”
“¿Qué paso entre ustedes?”-pregunto Daniel con los ojos verdes bien abiertos-
“¿Entre nosotros?...¡nada!”
“¿nada de nada?”-pregunto su amigo-
“Nada, de nada”-repitio Joseph-
“¿Y ahora que piensas de ella?”
“Es linda… muy linda”-dijo Joseph en un suspiro-
~*~
La horas pasaron como en camara lenta para Joseph y Alexia; aunque lo negaran existia una necesidad, una necesidad inexplicable de verse[Perspectiva de Joseph]
Hacia ya media hora que habia llegado al hospital, aun no habia entrado a la habitación de Charlie; preferi esperar en el pasillo a que ella llegara. No habia ni rastro de Alexia.
“¡Rayos!, debi pedirle su telefono”-pense mientras miraba una vez mas mi reloj-
Fue entones cuando voltee hacia la puerta; una figura delgada y fina se dirigia hacia mi. Usaba un vestido verde y unos tacones que la hacian ver fresca y acorde con la estacion del año en la que nos encontrabamos. Su cebello ligeramente ondulado caia a los costados de sus hombros.
La observe detenidamente mientras caminaba hacia mi con una sonrisa en sus labios. Fue ahí cuando una sensación ya casi olvidada para mi apareció en la boca de mi estomago.
¿Solo era yo, o de nuevo sentía mariposas en el estomago?