Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXXI

“Bienvenida”

Me desperté en los brazos de Nick, la mañana estaba particularmente fría pero soleada – ¿A dónde vas?– me preguntó mientras me levantaba de la cama para ir al tocador –necesito ir al tocador…sabes hoy tienes suerte– le dije ya estando de pie, el imponente y fuerte cuerpo de Nick se estiro en la enorme cama dejándola casi sin espacios libres – ¿Por qué?– me preguntó aun soñoliento –hoy te prepararé el desayuno–
–Dime que serán panqueques, tienes tanto tiempo sin prepararlos que los extrañó–
–No sabía que preparar pero ya que lo deseas no me molesta– Nick soltó una carcajada al escucharme ya que sabía que yo no preparaba otra cosa, al salir del tocador me encontré con el cuerpo de Nick medio desnudo apoyado en el marco de la puerta, su mirada estaba colocada sobre mi –se te olvido algo– dijo con ese tono de voz que me hacia delirar al escucharlo – ¿Qué se me olvido?– Nick rodeó mi cintura con uno de sus brazos mientras su mano tomaba mi cuello –Buen día mi amor– me dijo justo antes de besar mis labios –buen día mi vida– le respondí cuando sus besos me lo permitieron, Nick me dedico una sonrisa mientras me soltaba –iré a preparar el desayuno–
–Ok, necesito comerme el doble, hoy tengo juego de softball–
–No puedes comer tanto y menos si harás ejercicio–
–No es mi culpa, me dejaste agotado anoche, necesito reponer las fuerzas– escuché la regadera abrirse y me vi obligada a salir de la recamara antes de que la tentación me obligara a acompañarlo, Nick apareció luego en la cocina, solo los bóxers cubrían su cuerpo –Esta divino– dijo mientras se comía los que ya le había servido, o en mejor calificativo tragaba lo que estaba listo, a medida de que iban saliendo se las iba comiendo –sabes que el lunes tengo una reunión súper importante ¿recuerdas el viaje a Brasil?–
–Como olvidarlo–
–Logre que todos firmaran con nosotros, tal vez necesitemos volver a ir– sentí como la mirada de Nick se clavaba en mi espalda –ya que no fuiste conmigo a México podemos aprovechar e ir juntos a Brasil– continuó luego –te felicito por las firmas, si es necesario que viajes te acompañaré– le dije mientras le serbia un par de panqueques más, Nick haló mi cuerpo para hacerme utilizar sus piernas como sillas, sus brazos me rodearon mientras sus labios se pegaban de la parte trasera de mi oreja –podemos hacer los dos viajes si quieres– me susurró mientras pegaba sus labios de mi cuello –ya veremos cómo resuelve todo– le respondí –me vas a mal acostumbrar– dijo mientras recibía con su boca la comida que yo había comenzado a darle –tal vez podamos llegar tarde al juego– mientras pronunciaba estas palabras los brazos de Nick acomodaban aun más mi cuerpo con respecto a suyo, tuve que respirar lentamente para controlar el incremento repentino del ritmo de mi pulsaciones al sentir sus labios en mi cuello –creo que podremos esperar a esta noche– le dije mientras me separaba de su cuerpo colocándome de pie, Nick entrecerró los ojos –te dejo escapar solo porque quiero ganar este juego– dijo mientras se colocaba de pie –tenemos que vestirnos– comenté mientras me escapaba hacia la habitación, me duché lo más rápido posible, me volví a colocar el mismo jean del día anterior, la misma cartera y los mismos zapatos, solo cambie el color de la camisa por blanco, una camisa de cuello Mao y mangas cortas con tres botones que cerraban mi pecho, no pude amarrar mi cabello debido a que aun estaba húmedo, al salir de la habitación conseguí a Nick estirado en el largo sofá negro con cierto aire de impaciencia en su cuerpo –ya estoy lista– Nick se levanto rápidamente, tomó un bolso largo negro donde guardaba sus instrumentos deportivos y luego llamó el ascensor –estas hermosa–
–Tú también lo estas mi vida– le dije mientras rodeaba su cintura con mis brazos y su rostro bajaba para permitir el encuentros de sus labios con los míos en un contacto suave y corto, Nick llevaba un pantalón largo blanco con detalles en azul y una camisa medio remangada que cubría tres cuartos de su cuerpo haciendo juego con sus pantalones, su espalda se veía tan provocativa como sus piernas, la gorra del mismo tono de azul cubría su cabellera y los lentes de sol hacían desear poder ver los ojos de semejante adonis, Nick giró su cuerpo en el medio recepción para esperarme, una sonrisa se mostro en sus labios mientras rodeaba mi cuerpo con su brazo disponible –Buenos días señores Jonas– dijo el parquero mientras le entregaba las llaves del coche a Nick –¿a qué hora comienza tu juego exactamente?– le pregunté cuando el coche ya estaba en marcha –a la una en punto– vi mi reloj y note que eran las diez de la mañana –me imagino que iras a calentar y por eso te vas tan temprano, lo que me daría tiempo de hacer otras cosas– Nick giró el rostro para verme –¿Qué tienes que hacer?– preguntó sin ocultar su curiosidad –dos cosas, lo primero es ir a recibir a mi padre después de tanto tiempo afuera y lo segundo es ir a la peluquería, no puedo estar con este cabello así durante mucho tiempo–
–Bueno te llevare a tu casa para que esperes a tu padre y si quieres puedes ir a la peluquería, aunque no considero que te haga falta, pero así son las mujeres, me gustaría que estuvieras a la una en el campo de juego para que me des suerte–
–No necesitas suerte, pero está bien estaré a tiempo para ver tu juego– Nick me dejó en la entrada del edificio, me causo un poco de gracia sentir que Nick me daba permiso para hacer las cosas que debía hacer y no me importa tal vez estaba pidiéndole permiso o tal vez se lo notificaba, no lo sabía solo estaba consciente de que me gustaba lo que se sentía ser protegida por Nick, ahora me tocaba enfrentar el tercer nombre de mi lista, mi padre era el que más me dolía, algo en mi no quería creer que él tuviera algo que ver con toda la situación de mi separación de Nick pero las pruebas iban en su contra y no iba a permitir que una acción tan vergonzosa se olvidara tan fácilmente, todos debían pagar lo que hicieron y el no sería la excepción si fuera verdaderamente culpable, las empleadas estaban caminando como locas por toda la casa, parecían pequeñas hormigas en acción de recolección, todas estaban trabajando para mantener contento a mi padre lo que me decía que aun no había llegado, subí a mi cuarto para cambiar de carteras y zapatos, Jimmy Choo fue el elegido para ambos, un bolso color blanco con detalles en jean del mismo tono de mi pantalón y unos zapatos color crema al estilo zapatilla casual que combinaban con el lino de mi camisa –¡Ya viene!– escuche decir a coro entre las empleadas, baje las escaleras rápidamente Ángel se encontraba en la puerta y los empleados hacían fila india a un lado de la entrada –¡Bienvenido!– dijeron todos a coro, mi padre abrió sus brazos para recibirme y no pude negarme, me acerque a su cuerpo para dejarme envolver por sus brazos –te extrañe mucho hija– dijo sin soltarme –yo también te extrañe– y no era mentira si lo extrañaba y también lo amaba mucho pero aun así debía decirle lo que pensaba con respecto a sus actitudes, mi padre saludó a Ángel y luego a los empleados –cuéntame hija ¿Qué has hecho en mi ausencia?– me preguntó con alegría al estar solos –nada nuevo, solo descubrí un par de cosas papá–
–Espero que no sea nada malo o adictivo– dijo con tono de juego pero para mí era todo menos un juego –diría que es malo y no quiero darle muchos rodeos ¿Por qué ayudaste a los que querían sepárame de Nick?– el cuerpo de mi padre se tenso mientras serbia un escocés puro en su vaso de cristal, pude notar como su mirada se llenaba de desconcierto pero aun no lo negaba lo que significaba que era cierto.