ATARDECER PROHIBIDO (fic de joe)

gracias gracias graciasssss!!! por seguirlaaaaaaaaaa!!!!!!!!
es que esta super tu noveeee......... me encanta!!!
hay deozzzz joe mas lindooo no puede ser yo tambien kiero un tutor asiii!!! (eligiria la carrera mas larga jajajaaj).........
esta demas decirte que la sigassssssssssssssssssssssssssssssssssss!!!!!!!!!!!
besossss cuidateee!!!!

Siguela
dioz yo kieor un tutpr
asi de por vidaaa!!!
para toda mi vida hahahaha xD
siguela
siguela

Tu nOvela m ncanta sta interesantisima nunk habia leidO algO asi...

siguela
anueva lectora



quiero ver que pasa pon mazz

Parte2

Después de mi última clase del día la pase en la biblioteca con las chicas aunque lo único que hicimos fue charlar , yo decidí por irme a mi habitación , ellas irían a las de los chicos haber que estaban haciendo .cuando salimos al pasillo ellas se fueron por la derecha y yo por la izquierda , cuando iba caminado me sentía algo incomoda aunque no tenía nada mejor que hacer ….hasta que vi a Joe . la poca luz que había-- porque el sol ya se empezaba a ocultar -- que se coraba atravez del cristal escarchado de los pasillos bañaba de un tono más claro a su cabello . al principio creí que me había visto , pero siguió caminando sin perder el paso .

Esboce una sonrisa.

Tu: joe --lo llame--.

Se volvió lo justo para ver quien lo llamaba y luego miro a su alrededor , como si le preocupara que alguien nos viera .

Joe: eh, que tal?

¿Dónde estaba el chico que conocí en la clase de biología ? el chico que tenía delante se comportaba como sé si tratara de evitarme a toda costa .

Aunque yo no lo conociera ni él a mi ¿verdad? Habíamos hablado solo una vez y en la clase. No sé porque pero el hecho de que yo creyera que eso era el inicio de algo no significaba que lo fuera .

De hecho , daba la impresión de ¿ que yo lo asustara ?. Joe giro la cabeza un segundo , me saludo fugazmente con la mano y un gesto de cabeza , como cuando alguien saluda a un conoció cualquiera , y siguió caminando hasta que desapareció entra la pequeña multitud pero resaltando entre ellos .

Ahí estaba, me acababan de dar la espalda. Me pregunté cómo era posible que entendiera a los chicos aún menos de lo que creía.

El lavabo de las chicas de esa planta estaba cerca, así que me colé en uno de los compartimentos y me rehíce como pude en vez de echarme a llorar. ¿Qué había hecho mal? A pesar de lo incomodo que había sido nuestro primer encuentro, Joe y yo habíamos acabado manteniendo una conversación tan normal como las que tenía con mi mejor amiga. Tal vez no supiera mucho de chicos, pero estaba convencida de que habíamos conectado. Me había equivocado.

Cuando por fin me hube calmado, salí corriendo hacia mi habitación y me quede profundamente dormida y de repente empecé a soñar.

(En el sueño)

Una flor de color sangre.
El viento aullaba entre los árboles que me envolvían, azotando las ramas en todas direcciones. En lo alto, el cielo se encapotaba de nubes tormentosas. Me aparté el pelo, que me castigaba la cara. Solo quería mirar la flor.
Los pétalos, perlados de lluvia, eran de un rojo vivido, lánguidos y afilados, como los de algunas orquídeas tropicales. Sin embargo, la flor estaba lozana y completamente abierta, prendida de la rama, como una rosa. Era lo más exótico y fascinante que había visto nunca. Tenía que ser mía.

Al agacharme para coger la flor, el seto se estremeció. Era el viento, pensé, pero no era el viento. No, el seto crecía, y lo hacía tan rápido que podía apreciarse a simple vista. Enredaderas y zarzas se abrían paso entre las hojas a través de una maraña de quejidos. Antes de que pudiera echar a correr, el seto casi me había rodeado. Estaba cercada por ramas, hojas y espinas.

La universidad se alzaba amenazadora detrás de mí. Los muros de piedra de sus altas torres eran la única barrera que las espinas no podían romper. Debería haber salido corriendo hacia la ella, pero no lo hice. La universidad era mucho más peligrosa que las espinas y, además, no pensaba irme sin la flor.
Estalló un trueno. Se me aceleró el pulso. Volví la espalda a la universidad definitivamente y observé la flor que temblaba en su rama. El viento le arrancó un pétalo. Introduje las manos entre las espinas, sentí que me laceraban la piel dolorosamente, pero eso no me detuvo; estaba decidida.

(Fin del sueño)

Desperté y ese extraño sueño me hizo estremecer , solo era un sueño. Respire hondo y decidí que necesita tomar aire fresco. Cuando me levante de la cama vi por la ventana y me di cuenta de que estaba amaneciendo –lo que quiere decir que dormí bastante -- ,y luego vi que Sheila y Susan estaban profundamente dormidas así que no creo que notaran mi ausencia tan pronto .

Ahh Joe ¬¬Jumm!!
hablame.. comeme.. muerdeme
hahahahahah haz algo
siguela
siguela
esta muy wena!

Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...! ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh Joe que te pasa??? Porque me tratas asi..!

Parte 3

Fui avanzando de puntillas por el pasillo que llevaba a las escaleras principales y empecé a bajarlas. la oscuridad ya se estaba esparciendo , abriendo paso a la luz del día .

Al agacharme para coger la flor, el seto se estremeció. Era el viento, pensé, pero no era el viento. No, el seto crecía, y lo hacía tan rápido que podía apreciarse a simple vista. Enredaderas y zarzas se abrían paso entre las hojas a través de una maraña de quejidos. Antes de que pudiera echar a correr, el seto casi me había rodeado. Estaba cercada por ramas, hojas y espinas.

Recordé ese sueño que acababa de tener y lo último que necesitaba era que mis pesadillas me asaltaran cada dos por tres. Respiré hondo y seguí bajando los escalones hasta llegar al gran vestíbulo de la planta baja. Era un espacio majestuoso, construido para emocionar o al menos para impresionar: suelos de mármol, altos techos abovedados y ventanales con vidrieras que se alzaban desde el suelo hasta las vigas formando un dibujo calidoscópico. Parecía que todo el mundo seguía durmiendo, lo que significaba que no había nadie que pudiera detenerme. Abrí la puerta de entrada de un fuerte empujón y respiré libertad.

Las primeras nieblas del alba lo cubrían todo con un manto gris azulado mientras atravesaba los prados que rodeaban la universidad. esa zona era bosque cerrado .Di unos pasos más y la universidad empezó a desvanecerse entre la niebla.

La universidad se alzaba amenazadora detrás de mí. Los muros de piedra de sus altas torres eran la única barrera que las espinas no podían romper. Debería haber salido corriendo hacia ella, pero no lo hice. Ese lugar era mucho más peligroso que las espinas y, además, no pensaba irme sin la flor.

La pesadilla estaba empezando a parecer más real que la realidad. Intranquila, me alejé de los prados y desaparecí en el bosque.

Abriéndome pasó entre la hojarasca y las ramas caídas de los pinos, que crujían bajo mis pies. La densa niebla conseguía que pareciera como si ya me encontrara en el corazón del bosque.

me encontraba sola en el bosque, adentrándome en la espesura , amaba como el aire a cada paso que yo daba chocaba contra mi rostro dándome una sensación de frescura.

Estalló un trueno. Se me aceleró el pulso. Volví la espalda a aquel lugar de nuevo, definitivamente y observé la flor que temblaba en su rama. El viento le arrancó un pétalo. Introduje las manos entre las espinas, sentí que me laceraban la piel dolorosamente, pero eso no me detuvo; estaba decidida.

Mientras mi sueño se empeñaba en acompañarme cosa que empezaba a ponerme los pelos de punta. Volví la vista atrás para comprobar cuánto trecho había recorrido... cuando lo vi. A menos de cien metros de mí, había un hombre envuelto en un abrigo largo y oscuro, entre los árboles, medio oculto por la niebla. En el momento en que nuestras miradas se encontraron, echó a correr en mi dirección.

Hasta ese momento no había sabido qué era el miedo. Una sensación fría como el agua helada sacudió todo mi cuerpo y entonces descubrí lo rápido que podía correr. No grité, ¿para qué? Me había adentrado en el bosque para que nadie pudiera encontrarme, lo más estúpido que había hecho nunca en la vida y, por lo que parecía, también lo último que iba a hacer. Además, ¿para qué iba a llevarme el móvil, si no había cobertura? Nadie iba a venir a salvarme. Tenía que correr lo más rápido que pudiera.

Oía sus pasos detrás, quebrando ramas y aplastando hojas. Se acercaba. ¡Dios, era muy rápido! ¿Cómo podía alguien correr a esa velocidad?

Te han enseñado a defenderte, pensé. ¡Se supone que sabes qué hacer en situaciones como esta! No recordaba nada, no podía pensar en nada. Las ramas desgarraban las mangas de mi chaqueta y se enganchaban en los mechones de mi cabello. Tropecé con una piedra y me mordí la lengua, pero seguí corriendo. El hombre estaba cada vez más cerca, demasiado. Tenía que acelerar, pero no podía.

— ¡Ah! —grité medio asfixiada cuando saltó sobre mí y caímos rodando.

girls desde aqui comienza la accion !!!!!

CAPITULO 9: UN ENCUENTRO INESPERADO?………NO LO CREO

Parte 1

Me di un buen golpe en la espalda y me aplastó contra el suelo con su peso y sus piernas, entrelazadas con las mías. Me tapó la boca con una mano, pero conseguí liberar un brazo. En las clases de autodefensa de mi antigua escuela, siempre decían que había que ir directo a los ojos, que había que sacárselos sin contemplaciones. Nunca había dudado de poder hacerlo cuando se diera la ocasión, ya fuera para ponerme a salvo o para ayudar a otra persona, pero estaba tan aterrorizada que no sabía si podría soportarlo. Doblé los dedos, intentando armarme de valor.
— ¿Has visto quién te seguía? —susurró el chico en ese momento.
Lo miré fijamente unos instantes y pude reconocerlo era nada más y nada menos que Joe . El retiró la mano de mi boca para que pudiera responder. Pesaba mucho y todo me daba vueltas.
— ¿Te refieres además de ti? —conseguí decir al fin.
— ¿De mí? —No tenía ni idea de qué le estaba hablando. Joe lanzó una mirada furtiva a su espalda, como si siguiera a la defensiva—. Tú corrías porque te perseguía un oso..... ¿no?
—Yo solo corría. El único que me perseguía eras tú.
—Quieres decir que creías que... —Joe se apartó de mí de inmediato para que pudiera moverme—. Ah, vaya, lo siento. No era mi intención..., debo de haberte dado un gran susto.
—Entonces, ¿tu intención era ayudarme?

Tuve que decirlo en voz alta antes de conseguir creérmelo. Él asintió vigorosamente con la cabeza. Tenía la cara muy cerca de la mía, demasiado cerca, lo que me impedía ver nada más. Era como si solo existiéramos nosotros y la niebla que se espesaba a nuestro alrededor.

—Sé que debo de haberte asustado y lo siento muchísimo. Creía que...

Sus palabras no estaban sirviéndome de gran ayuda. Estaba cada vez más mareada, no menos. Necesitaba aire y tranquilizarme, algo imposible mientras él estuviera tan cerca de mí. Lo señalé con un dedo y dije algo que no creo haberle dicho a mucha gente.
— ¿Te... quieres... callar?
Se calló.
Dejé caer la cabeza contra el suelo, soltando un suspiró. Me llevé las manos a los ojos y los apreté hasta verlo todo rojo. Todavía tenía el sabor de la sangre en la boca y el corazón me latía con tanta fuerza que era como si el pecho se estremeciera. Un poco más y me meo encima, tal vez lo único que hubiera faltado para que aquella situación fuera más humillante de lo que ya era de por sí. Sin embargo, me limité a respirar hondo, poco a poco, hasta que me sentí con fuerzas para incorporarme.

Joe seguía a mi lado.

— ¿Por qué me has tirado al suelo? —conseguí preguntarle.
—Pensé que teníamos que ponernos a cubierto y escondernos de lo que te estuviera persiguiéndote, de ese que al final ha resultado ser, esto... nadie.

Parecía bastante azorado.
Agachó la cabeza y lo miré con tranquilidad por primera vez. La verdad es que no había tenido tiempo de fijarme en nada: cuando lo primero que piensas de alguien es que es un «asesino pirado», no te pones a analizar los detalles. La carrera le había alborotado el pelo, liso y de color negro, que le caía sobre la frente, ocultando unos ojos color miel pero increíblemente oscuros.

— ¿Qué haces aquí ?—dije.
—Bueno, —susurro en voz baja, como si temiera volver a asustarme—. ¿Y tú?, ¿que se supone que haces tú aquí?—parecía algo molesto, lo cual me sorprendió--.
--yo pregunte primero—no es que yo tuviera algo que esconder, pero quería descubrir que hacia el aquí--.
Mientras él me observaba yo me deshacía el moño para volver a hacérmelo.
—Salí a correr.
—Con esa ropa, ya lo creo—dije en tono sarcástico—.
Pareció sorprenderse porque frunció el ceño. De repente su mirada se volvió más inquieta e insegura, aunque se repuso enseguida.
—no me has respondido.
—Salí a tomar un poco de aire fresco.
—El corazón te va a mil por hora —murmuró Joe. Volvió a mirarme con ojos inquisidores y me puse nerviosa, aunque por motivos distintos—. Vale, si no corrías porque te perseguía alguien, entonces ¿por qué corrías de esa manera? Porque a mí no me pareció que estuvieras haciendo eso precisamente.

Le habría dicho la verdad si se me hubiera ocurrido alguna forma de explicarle que empezaba a creer que mis pesadillas se hacían hacer realidad, pero no fue así.

—no es tu problema…—``si , lo es´´ apareció de nuevo la voz de mi mente—

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mañana subo la otra parte...bye

ok tratare de hacerlos largos....mas tarde subo las otra partes

Es verdad actualiza por favorrrrrrrrrrrrr..!

Parte 2

—como tu digas.

Hubo un silencio algo incomodo y pude notar como mis mejillas ardían, estaba sonrojada y no solo por el esfuerzo físico de la carrera.

— ¿qué te parece si volvemos? —mirando en dirección a los edificios , algo antiguos de la universidad, los cuales se veían pequeños desde aquí ,lo cual significaba que sería algo largo el camino de regreso .

Joseph me miró, yo asentí y el luego sonrió. Su sonrisa transformó la extraña energía que se había ido acumulando en mi interior y transformó el miedo en curiosidad, incluso en excitación.

Mientras caminábamos ya de regreso…yo actuaba como una tonta que a cada minuto se resbala o tropieza cuando camina y Joseph siempre me sostenía antes de que me cayera en el suelo….parecía que vigilaba cada uno de mis pasos, empiezo a creer que estar cerca de él me deja algo perdida en otra galaxia !!!.
A pesar del aturdimiento, se me escapó otra sonrisa a la cual él respondió.

En ese momento joe me hizo una pregunta que me dejó descolocada:

— ¿no te gusta para nada este pueblo verdad? lo odias?.

— si te soy sincera….a veces pienso que ni siquiera tengo una razón concreta para odiarlo….pero hasta donde recuerdo no podía soportar que las personas me mintieran con todo lo que sucedía en este sitio…dudo , de todo lo que tiene que ver con este pueblo.

Joe asintió y parecía que lo que le dije se lo tomo muy en serio porque su rostro me pareció algo tenso. Aunque no podía ser. Seguro que me lo había preguntado para devolverme a la realidad.

—Nadie te obliga a estar aquí. —Tenía algo de razón—

—lo sé, pero el hecho de que todo lo que lograron mis padres con tanto esfuerzo caiga en manos de personas que no les importara destruirlo…me aterra.

—. Puede que no sea tan malo no acabar de encajar en este lugar. Con lo que me acabas de decir creo que eres más valiente y única de lo que ya creía.

Me miró fijamente, muy serio, como si estuviera completamente seguro de lo que decía.

Parte 3

O de veras me gustaba o me lo estaba imaginando porque quería encontrar una forma de gustarle. La prácticamente nula experiencia sobre el tema de coquetear me impidió saberlo.

—entonces…siempre te levantas temprano a ``correr´´?—pregunte algo insegura para ver si esta vez me decía lo que realmente hacia aquí—.

—Ya te lo he dicho, creía que necesitabas ayuda. —Se sacudió unas cuantas agujas de pino del costoso abrigo negro que llevaba —. No debería haberme precipitado en sacar conclusiones, pero me gano el instinto. Lo siento.

—creía que a los estudiantes de aquí le tenían prohibido estar en el bosque.

—Nunca se me ha dado bien seguir las normas y empiezo a creer que tu tampoco.
Aquello empezaba a parecerme interesante. Pero no quería sobre exponerme con el demasiado así que trate de cambiar el tema.

—Entonces... ¿Eres una persona madrugadora, de esas que se levantan de un salto por las mañanas? —dije. El me miro de reojo como si hubiera adivinado lo que estaba haciendo y entonces otra sonrisa se dibujo en su rostro. —

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en un rato subo el otro cap

Capitulo 10: algo imposible?...pero qué es?

Parte 1

Sentí un impulso, como si algo tirara físicamente de mí hacia él, pero en ese momento joe volvió la cabeza y clavó la mirada en las torres de la universidad, que se veían entre las ramas de los pinos ya estábamos a solo unos cuantos metros de ella .

—estás segura de que no te gusta nada de aquí?

—Pues no se tu pero yo estoy segura de que no me gusta nada —le confesé. ``Salvo tú´´, añadió esa vocecilla interior, que se había envalentonado de repente.

Fue como si joe pudiera oír esa voz, porque hubo algo perturbador en el modo en que se volvió para mirarme. Debería parecer el típico chico estadounidense, con esos rasgos tan marcados y el modo en que viste, pero no era así. Había percibido algo salvaje acechando bajo esa fachada.

Habíamos llegado al linde de los prados. El sol ni se veía y tuve la sensación de que la mayoría de los chicos y chicas despertaban y se preparaban para otro día mas de estudios.

Los dos mirábamos la enorme fachada y un escalofrió recorrió mi piel haciéndome recordar todo lo que había pasado con solo unos días aquí.

—Le tengo pavor —confesé.

—Todavía no es demasiado tarde para salir corriendo, Valeria—dijo con toda tranquilidad.

—No quiero salir corriendo, pero tampoco quiero estar rodeada de extraños. Cuando estoy con gente que no conozco soy incapaz de ser yo misma o de actuar con normalidad.... ¿Por qué sonríes?

—Pues a mí me parece que no has tenido muchos problemas para hablar conmigo y de hecho eres la única de aquí que lo ha hecho con tanta confianza .

Parpadeé, sorprendida. joe tenía razón. ¿Cómo era posible?

—Contigo... Supongo que... Creo que me asustaste tanto que se me pasó el miedo de golpe —balbucí.

—Eh, pues si funciona.

—Sí. —Sin embargo, tuve la sensación de que había algo más. Los extraños seguían dándome temor, pero él no era un extraño. Había dejado de serlo en cuanto comprendí que había intentado salvarme la vida. Tenía la sensación de conocer a joe desde siempre, como si hubiera estado esperando su llegada durante años—. Debo volver antes de que mis compañeras de cuarto noten que no estoy y se preocupen.

Joe no parecía tan seguro, pero asintió y se alejó. Se perdió entre las sombras mientras yo entraba en un cerco con un poco de luz.

—Nos vemos por aquí.

Levanté la mano para decirle adiós, pero joe ya se había ido. Había desaparecido sigilosamente en el bosque.


Parte 2


volvía a ascender la larga escalera hasta llegar al piso de mi habitación, todavía temblorosa a causa de la descarga de adrenalina. Esta vez no me molesté en no hacer ruido. Me desplomé en un pequeño sillón. Me habían quedado unas cuantas hojas enredadas en el pelo y empecé a quitármelas.

— ¿Valeria? —Sheila salió del baño, con los cabellos mojados y anudándose el cinturón de la bata. Me sonrió soñolienta—. ¿Has madrugado para ir a dar un paseo?

—Sí —contesté, con un suspiro.

Susan quien todavía estaba en la cama se sentó de golpe en cuanto yo respondí.

—No puedo creer que hayas ido al bosque sola, te hubieras podido perder.

—mmm….tal vez pero ya vez no me paso nada—una pequeña sonrisa se curvo en mis labios tras recordar lo que había pasado en el bosque. —

Sheila se dio de cuenta de mi encantadora sonrisa y le agradecí que no hiciera ningún comentario , por ahora.
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olz me encanta tu nove
la adoro azi q zigela q aki tienez una nueva lectoraaaaaa
Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@Zigel@