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| Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. | |
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+4BETTY DE JONAS Lady_Sara_JB VaLeexD PidgeJonas 8 participantes | |
Autor | Mensaje |
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PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 29th 2013, 11:57 | |
| Capitulo 8 Ninguna de tus cicatrices puede hacerme amarte menos. —Desconocido {JOE}Ella se ha ido. Un minuto está en la misma jodida habitación que yo, respirando el mismo aire, y luego Ty Webster actúa como un repugnante cerdo y la insulta. A la chica que amo. La chica con la que no he estado en mucho tiempo, pero sólo verla me hace contener el aliento y me acelera el corazón. Así que hice lo que cualquier chico habría hecho para defender a su chica. Me le eché encima a Ty. Estaba listo para golpearlo a morir, pero todos mis compañeros del equipo fueron hacia nosotros para separarnos. Y _____. Mirándome, agarrándome para tratar de alejarme de él. La dejé. La miré directamente a los ojos y escuché su débil: por favor. Dejé en paz a Ty, todo por ella. También habría pateado su trasero por ella. Aunque ya no es realmente mi chica. ¿Y quién es el culpable de eso? —Amigo, necesitas disculparte con Ty. —Logan está en mi cara, luciendo un poco más sobrio. Creo que la pelea nos puso sobrios a la mayoría—. No puedo tener a mis amigos peleando en mi cumpleaños. —Dile que se disculpe con ____ y entonces hablaremos. —Sacudo mi cabeza, el zumbido de hace horas se fue, se fue, se fue. Lo cual apesta, porqué me ayudaba a olvidar, incluso por un rato.
Pero luego ella entró a la habitación. Hermosa y sexy, y todo lo que alguna vez he querido. Sin embargo, algo estaba un poco mal sobre su apariencia. Lucía como mi ____ aún... pero no del todo —¿Quién demonios es ____ ? —Logan frunce el ceño. —La mesera a la que llamó puta. —Apenas puedo escupir la palabra, estoy tan enfurecido. Logan suspira. —Ya sabes como es él. Las chicas no significan nada para él. —Sí, bueno, pues necesita aprender algo de respeto. —Antes de estar tentado de volver y terminar lo que empecé con Ty, dejo la habitación, me voy abajo hacia el estrecho pasillo, donde divisé una puerta que dirige afuera de la parte trasera del restaurante. Necesito enfriarme. Tranquilizar mi cabeza. Tal vez de plano largarme. Estoy seguro que nadie me quiere por aquí más. Traté de empezar una pelea con uno de mis compañeros del equipo por una chica que todos consideran una puta, y eso me mata. Hermanos antes de putas y toda esa otra tontería. No importa que ya no estamos realmente juntos, _____ siempre sería primero.
Empujo la puerta para encontrarme en un callejón estrecho. La inconfundible esencia del humo del cigarro se asienta en el aire y echo un vistazo hacia la derecha para encontrarla.____. Sentada en el borde de un volcado cajón de plástico gigante, soltando una bocanada humo como si fuera su última salvación. —Fumar mata, sabes. —Le dije eso la noche de la cena del club campestre. La noche que la besé por primera vez, cuando por primera vez aprendí su sabor, cómo se sentía debajo de mis manos, los susurrantes sonidos pequeños que hace cuando se está excitando. Me lanza una mirada fulminante, acompañado de una exhalación de humo en mi dirección. —Entonces vete, así no tienes que respirar mi aire canceroso. Estoy arraigado en el lugar. Asustado de acercarme a ella por miedo de que me diga que me largue, lo cual merezco. —Me alegra encontrarte. Quiero hablar contigo. —¿De verdad? —Arquea una ceja, su cigarro colgando de sus dedos—. ¿Qué más podrías tener que decirme? Quiero decir, capté tu mensaje alto y claro después de no escucharlo de ti.
—Tienes razón. Fui un idiota. Merezco totalmente tu furia. —Tomo una profunda respiración—. Escucha, sé que lo que hice estuvo mal. No debí haberme alejado de ti. —No sólo te alejaste. Permaneciste lejos como por dos meses. Probablemente hubiera sido más tiempo si no me hubieras visto esta noche, ¿verdad? ¿Ibas a evitarme para siempre? —Se inclina y lanza la colilla del cigarro en la bandeja que está ubicada en sus pies. Miro a _____ , abrumado con tenerla frente a mí después de no estar cerca de ella por tanto tiempo. Es hermosa, cabreada conmigo y tan... Dios. Ni siquiera sé que pensar. Verla otra vez es como tener un millón de choques eléctricos a través de mis venas, paralizándome y provocándome para reaccionar. Estoy... abrumado. Todo lo que sé es que la necesito. Ahora más que nunca. —No sé lo que hacía —digo finalmente. —Típico. Me siento como una muñeca. Como una estúpida muñeca bonita, una a la que nadie le importa, olvidada en una repisa. De vez en cuando, tú o cualquier otro quiere bajarme de la repisa y jugar conmigo un poco. Sólo lo suficiente como para que yo tenga esperanzas y me hagan creer que alguien realmente se preocupa por mí. Luego vuelvo a ser olvidada. Como si no existiera. —Echa su cabeza hacia atrás y levanta la mirada hacia el cielo oscuro—. Mi mamá estaba bastante drogada cuanto me llamó _____ , ¿No es cierto? Porque no me siento real para alguien. —Eres real para mí —susurro. Tan malditamente real que duele no tocarla. La quiero en mis brazos con tanta fuerza que está matándome. Se pone de pie y cruza sus brazos enfrente de su pecho, ahuecando sus senos en el sexy sostén que yo puedo ver a través de la delgada blusa de encaje. El atuendo me mata. Quiero arrancárselo, pero también quiero lanzar un abrigo sobre sus hombros, así ningún otro tipo puede verla así. —No puedo hacer esto, Joe. No puedo fingir que verte después de tanto tiempo no es la gran cosa cuando realmente mi corazón se está partiendo en dos. —Una risa se le escapa, aunque sin humor—. Creo que es mejor si seguimos lejos. Tenerte frente a mí duele demasiado. Mi corazón toca fondo. Completamente. Ni siquiera puedo creer que ella esté diciendo esto. Peleando con el pánico que amenaza con dominarme, doy un paso más cerca de ella. —____ ... Retrocede un paso, pareciendo asustada, como si no tuviera ningún lugar a donde ir, y eso me hace sentir una mierda. —Deberías irte.
Doy otro paso hacia ella, y ella da un paso hacia atrás, chocando contra la pared. Está atrapada, lo sabe, y todo lo que puedo pensar es gracias a Dios que no puede huir de mí. —No quieres que me vaya. —Sí. Lo quiero —Asiente, su expresión firme, pero su voz débil. Me muevo tan cerca que invado su espacio personal. Su calor, su esencia se envuelve a mí alrededor, intoxicándome, y rodeo mis manos en la pared abajo de su cabeza, mis brazos sosteniéndola. La tengo completamente enjaulada, y mientras doy un vistazo hacia abajo, a su bonito, enojado y distante rostro, todo lo que puedo pensar es en cuanto quiero besarla y quitar ese brillante y rojo labial.
—¿Qué tan tarde trabajas? —pregunto, mi voz baja, mis pensamientos... sucios. Quiero llevarla a casa. Desnuda. En mi cama. Imposiblemente considerando cómo he arruinado esta frágil cosa entre nosotros, pero tengo esperanzas de que cambiarlo a todo. El temblor en su cuerpo es una pista de que no me ha olvidado. La forma en que me está viendo, con todo ese reprimido anhelo en su mirada, me dice que todavía tengo una oportunidad. —Muy tarde como para reunirme contigo después. —Estirando el brazo, empuja mi pecho, sus delgadas manos descansando en mi torso, y siseo en un aliento mientras ella me está quemando. Pero diablos. Se siente tan bien. Tener sus manos en mí después de tanto tiempo, es como si me estuviera marcando. Haciendo su reclamo, sólo que ella no tiene idea que le he pertenecido por meses. Me inclino sin pensarlo, mis labios van por los de ella, pero gira su cabeza en el último segundo y termino besando su mejilla en su lugar. Se estremece, pequeñas respiraciones temblorosas se escapan de sus labios separados, y cierro mis ojos, desesperado por calmar el golpeteo de mi corazón mientras acaricio con mi nariz un lado de su rostro. —De verdad la he jodido, ¿no es cierto? —susurro contra su piel. _____ asiente, toma una profunda respiración mientras sus manos caen lejos de mi pecho. —Sí. —Dime que puedo hacer para compensártelo. —Necesito saberlo. No puedo dejar que piense que esto ha terminado entre nosotros. Todavía mantiene su cara apartada, como si estuviera asustada de mirarme a los ojos. —Es demasiado tarde. No hay nada que puedas hacer. Se ha te… terminado. Quito mi mano de la pared para acunar su mejilla, forzándola a mirarme. Esos grandes y asustados ojos se encuentran con los míos, y por un momento estoy perdido. Volvemos en el tiempo a la casa de huéspedes de mis padres, cuando estábamos por embarcarnos en algo grande. Algo serio. Tenía a esta chica en la palma de mi mano y ella me tenía a mí. Pero fui tan cobarde que la dejé resbalarse de mis manos y hasta ahora lo comprendo. Ella es diferente. Su vida entera cambió en cuestión de semanas. Y no tengo nada que para solucionarlo. Siguió adelante mientras yo todavía estoy atascado. La comprensión es impactante. —Necesito regresar a trabajar —susurra—, deberías volver con tus amigos. Acaricio su cara, dejo que mis dedos tracen la delicada línea de su mandíbula. Cierra sus ojos, noto el sutil movimiento de su garganta mientras traga y bajo mi cabeza, esta vez haciendo esa conexión que tan desesperadamente quiero. Mi boca en la de ella, respirando su aliento, probando sus labios, dulces y misteriosos. Abre sus labios inmediatamente y tomo ventaja, deslizando mi lengua adentro, enredándola con la de ella. Un gemido se me escapa y ella rompe el beso primero, nuestros ojos abriéndose al mismo tiempo, y nos miramos el uno al otro sin decir una palabra, su mirada cayendo a mi boca otra vez. Sé lo que quiere. Yo también lo quiero. No nos podemos resistir el uno al otro. Este momento es la prueba. Necesito hacer algo, decir algo para continuar con esta conexión La necesito. Y ella me necesita. Lo sé.
—____. ¿Todo está bien? Ambos giramos nuestras cabezas para ver a algún tipo parado a unos metros de distancia, grande e intimidante, vestido todo de negro, su mirada afilada mientras permanece en mí. Luce como que quiere patear mi trasero. Genial. Después de su interrupción, el sentimiento es mutuo. —Estoy bien. Voy a regresar al trabajo. —Me empuja y retrocedo un paso, dejándola escapar. Justo así. ____ no me mira mientras se dirige al restaurante. No dice una palabra ni a mí, ni al chico, y nos deja solos, mirándonos, evaluándonos. Él es más mayor, por lo menos es sus tardes veinte, y grande. Pero yo soy más alto. Y más ancho. Podría ganarle si tuviera que hacerlo. Que esté pensando así es totalmente ridículo. —¿Quién demonios eres? —pregunta, su voz tranquila pero afilada con acero. —Podría hacerte la misma pregunta —espeto. Cruza los brazos en frente de él. —Soy su jefe. Mierda. No quiero provocarle problemas en su trabajo. Este lugar es bueno, mejor que La Salles y apuesto que le gusta trabajar aquí mucho más. Pero también gana más dinero. —Soy su novio. Levanta sus cejas, una risita sofocada escapándose de él. —¿De verdad? Gracioso, no te mencionó cuando estuvimos juntos la otra noche. Estoy tan jodidamente conmocionado por lo que dice el idiota que para cuando encuentro mi voz, él se ha ido. | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 29th 2013, 11:57 | |
| Capitulo 8 Ninguna de tus cicatrices puede hacerme amarte menos. —Desconocido {JOE}Ella se ha ido. Un minuto está en la misma jodida habitación que yo, respirando el mismo aire, y luego Ty Webster actúa como un repugnante cerdo y la insulta. A la chica que amo. La chica con la que no he estado en mucho tiempo, pero sólo verla me hace contener el aliento y me acelera el corazón. Así que hice lo que cualquier chico habría hecho para defender a su chica. Me le eché encima a Ty. Estaba listo para golpearlo a morir, pero todos mis compañeros del equipo fueron hacia nosotros para separarnos. Y _____. Mirándome, agarrándome para tratar de alejarme de él. La dejé. La miré directamente a los ojos y escuché su débil: por favor. Dejé en paz a Ty, todo por ella. También habría pateado su trasero por ella. Aunque ya no es realmente mi chica. ¿Y quién es el culpable de eso? —Amigo, necesitas disculparte con Ty. —Logan está en mi cara, luciendo un poco más sobrio. Creo que la pelea nos puso sobrios a la mayoría—. No puedo tener a mis amigos peleando en mi cumpleaños. —Dile que se disculpe con ____ y entonces hablaremos. —Sacudo mi cabeza, el zumbido de hace horas se fue, se fue, se fue. Lo cual apesta, porqué me ayudaba a olvidar, incluso por un rato.
Pero luego ella entró a la habitación. Hermosa y sexy, y todo lo que alguna vez he querido. Sin embargo, algo estaba un poco mal sobre su apariencia. Lucía como mi ____ aún... pero no del todo —¿Quién demonios es ____ ? —Logan frunce el ceño. —La mesera a la que llamó puta. —Apenas puedo escupir la palabra, estoy tan enfurecido. Logan suspira. —Ya sabes como es él. Las chicas no significan nada para él. —Sí, bueno, pues necesita aprender algo de respeto. —Antes de estar tentado de volver y terminar lo que empecé con Ty, dejo la habitación, me voy abajo hacia el estrecho pasillo, donde divisé una puerta que dirige afuera de la parte trasera del restaurante. Necesito enfriarme. Tranquilizar mi cabeza. Tal vez de plano largarme. Estoy seguro que nadie me quiere por aquí más. Traté de empezar una pelea con uno de mis compañeros del equipo por una chica que todos consideran una puta, y eso me mata. Hermanos antes de putas y toda esa otra tontería. No importa que ya no estamos realmente juntos, _____ siempre sería primero.
Empujo la puerta para encontrarme en un callejón estrecho. La inconfundible esencia del humo del cigarro se asienta en el aire y echo un vistazo hacia la derecha para encontrarla.____. Sentada en el borde de un volcado cajón de plástico gigante, soltando una bocanada humo como si fuera su última salvación. —Fumar mata, sabes. —Le dije eso la noche de la cena del club campestre. La noche que la besé por primera vez, cuando por primera vez aprendí su sabor, cómo se sentía debajo de mis manos, los susurrantes sonidos pequeños que hace cuando se está excitando. Me lanza una mirada fulminante, acompañado de una exhalación de humo en mi dirección. —Entonces vete, así no tienes que respirar mi aire canceroso. Estoy arraigado en el lugar. Asustado de acercarme a ella por miedo de que me diga que me largue, lo cual merezco. —Me alegra encontrarte. Quiero hablar contigo. —¿De verdad? —Arquea una ceja, su cigarro colgando de sus dedos—. ¿Qué más podrías tener que decirme? Quiero decir, capté tu mensaje alto y claro después de no escucharlo de ti.
—Tienes razón. Fui un idiota. Merezco totalmente tu furia. —Tomo una profunda respiración—. Escucha, sé que lo que hice estuvo mal. No debí haberme alejado de ti. —No sólo te alejaste. Permaneciste lejos como por dos meses. Probablemente hubiera sido más tiempo si no me hubieras visto esta noche, ¿verdad? ¿Ibas a evitarme para siempre? —Se inclina y lanza la colilla del cigarro en la bandeja que está ubicada en sus pies. Miro a _____ , abrumado con tenerla frente a mí después de no estar cerca de ella por tanto tiempo. Es hermosa, cabreada conmigo y tan... Dios. Ni siquiera sé que pensar. Verla otra vez es como tener un millón de choques eléctricos a través de mis venas, paralizándome y provocándome para reaccionar. Estoy... abrumado. Todo lo que sé es que la necesito. Ahora más que nunca. —No sé lo que hacía —digo finalmente. —Típico. Me siento como una muñeca. Como una estúpida muñeca bonita, una a la que nadie le importa, olvidada en una repisa. De vez en cuando, tú o cualquier otro quiere bajarme de la repisa y jugar conmigo un poco. Sólo lo suficiente como para que yo tenga esperanzas y me hagan creer que alguien realmente se preocupa por mí. Luego vuelvo a ser olvidada. Como si no existiera. —Echa su cabeza hacia atrás y levanta la mirada hacia el cielo oscuro—. Mi mamá estaba bastante drogada cuanto me llamó _____ , ¿No es cierto? Porque no me siento real para alguien. —Eres real para mí —susurro. Tan malditamente real que duele no tocarla. La quiero en mis brazos con tanta fuerza que está matándome. Se pone de pie y cruza sus brazos enfrente de su pecho, ahuecando sus senos en el sexy sostén que yo puedo ver a través de la delgada blusa de encaje. El atuendo me mata. Quiero arrancárselo, pero también quiero lanzar un abrigo sobre sus hombros, así ningún otro tipo puede verla así. —No puedo hacer esto, Joe. No puedo fingir que verte después de tanto tiempo no es la gran cosa cuando realmente mi corazón se está partiendo en dos. —Una risa se le escapa, aunque sin humor—. Creo que es mejor si seguimos lejos. Tenerte frente a mí duele demasiado. Mi corazón toca fondo. Completamente. Ni siquiera puedo creer que ella esté diciendo esto. Peleando con el pánico que amenaza con dominarme, doy un paso más cerca de ella. —____ ... Retrocede un paso, pareciendo asustada, como si no tuviera ningún lugar a donde ir, y eso me hace sentir una mierda. —Deberías irte.
Doy otro paso hacia ella, y ella da un paso hacia atrás, chocando contra la pared. Está atrapada, lo sabe, y todo lo que puedo pensar es gracias a Dios que no puede huir de mí. —No quieres que me vaya. —Sí. Lo quiero —Asiente, su expresión firme, pero su voz débil. Me muevo tan cerca que invado su espacio personal. Su calor, su esencia se envuelve a mí alrededor, intoxicándome, y rodeo mis manos en la pared abajo de su cabeza, mis brazos sosteniéndola. La tengo completamente enjaulada, y mientras doy un vistazo hacia abajo, a su bonito, enojado y distante rostro, todo lo que puedo pensar es en cuanto quiero besarla y quitar ese brillante y rojo labial.
—¿Qué tan tarde trabajas? —pregunto, mi voz baja, mis pensamientos... sucios. Quiero llevarla a casa. Desnuda. En mi cama. Imposiblemente considerando cómo he arruinado esta frágil cosa entre nosotros, pero tengo esperanzas de que cambiarlo a todo. El temblor en su cuerpo es una pista de que no me ha olvidado. La forma en que me está viendo, con todo ese reprimido anhelo en su mirada, me dice que todavía tengo una oportunidad. —Muy tarde como para reunirme contigo después. —Estirando el brazo, empuja mi pecho, sus delgadas manos descansando en mi torso, y siseo en un aliento mientras ella me está quemando. Pero diablos. Se siente tan bien. Tener sus manos en mí después de tanto tiempo, es como si me estuviera marcando. Haciendo su reclamo, sólo que ella no tiene idea que le he pertenecido por meses. Me inclino sin pensarlo, mis labios van por los de ella, pero gira su cabeza en el último segundo y termino besando su mejilla en su lugar. Se estremece, pequeñas respiraciones temblorosas se escapan de sus labios separados, y cierro mis ojos, desesperado por calmar el golpeteo de mi corazón mientras acaricio con mi nariz un lado de su rostro. —De verdad la he jodido, ¿no es cierto? —susurro contra su piel. _____ asiente, toma una profunda respiración mientras sus manos caen lejos de mi pecho. —Sí. —Dime que puedo hacer para compensártelo. —Necesito saberlo. No puedo dejar que piense que esto ha terminado entre nosotros. Todavía mantiene su cara apartada, como si estuviera asustada de mirarme a los ojos. —Es demasiado tarde. No hay nada que puedas hacer. Se ha te… terminado. Quito mi mano de la pared para acunar su mejilla, forzándola a mirarme. Esos grandes y asustados ojos se encuentran con los míos, y por un momento estoy perdido. Volvemos en el tiempo a la casa de huéspedes de mis padres, cuando estábamos por embarcarnos en algo grande. Algo serio. Tenía a esta chica en la palma de mi mano y ella me tenía a mí. Pero fui tan cobarde que la dejé resbalarse de mis manos y hasta ahora lo comprendo. Ella es diferente. Su vida entera cambió en cuestión de semanas. Y no tengo nada que para solucionarlo. Siguió adelante mientras yo todavía estoy atascado. La comprensión es impactante. —Necesito regresar a trabajar —susurra—, deberías volver con tus amigos. Acaricio su cara, dejo que mis dedos tracen la delicada línea de su mandíbula. Cierra sus ojos, noto el sutil movimiento de su garganta mientras traga y bajo mi cabeza, esta vez haciendo esa conexión que tan desesperadamente quiero. Mi boca en la de ella, respirando su aliento, probando sus labios, dulces y misteriosos. Abre sus labios inmediatamente y tomo ventaja, deslizando mi lengua adentro, enredándola con la de ella. Un gemido se me escapa y ella rompe el beso primero, nuestros ojos abriéndose al mismo tiempo, y nos miramos el uno al otro sin decir una palabra, su mirada cayendo a mi boca otra vez. Sé lo que quiere. Yo también lo quiero. No nos podemos resistir el uno al otro. Este momento es la prueba. Necesito hacer algo, decir algo para continuar con esta conexión La necesito. Y ella me necesita. Lo sé.
—____. ¿Todo está bien? Ambos giramos nuestras cabezas para ver a algún tipo parado a unos metros de distancia, grande e intimidante, vestido todo de negro, su mirada afilada mientras permanece en mí. Luce como que quiere patear mi trasero. Genial. Después de su interrupción, el sentimiento es mutuo. —Estoy bien. Voy a regresar al trabajo. —Me empuja y retrocedo un paso, dejándola escapar. Justo así. ____ no me mira mientras se dirige al restaurante. No dice una palabra ni a mí, ni al chico, y nos deja solos, mirándonos, evaluándonos. Él es más mayor, por lo menos es sus tardes veinte, y grande. Pero yo soy más alto. Y más ancho. Podría ganarle si tuviera que hacerlo. Que esté pensando así es totalmente ridículo. —¿Quién demonios eres? —pregunta, su voz tranquila pero afilada con acero. —Podría hacerte la misma pregunta —espeto. Cruza los brazos en frente de él. —Soy su jefe. Mierda. No quiero provocarle problemas en su trabajo. Este lugar es bueno, mejor que La Salles y apuesto que le gusta trabajar aquí mucho más. Pero también gana más dinero. —Soy su novio. Levanta sus cejas, una risita sofocada escapándose de él. —¿De verdad? Gracioso, no te mencionó cuando estuvimos juntos la otra noche. Estoy tan jodidamente conmocionado por lo que dice el idiota que para cuando encuentro mi voz, él se ha ido. | |
| | | NataliadeJonas Hipermegaultrasuper Fan de los Jonas
Cantidad de envíos : 39455 Edad : 27 Localización : Con Nick en una playa los dos solos 1313 prometiendonos estar juntos xa siempre 'Colombia' Fecha de inscripción : 14/10/2011
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 29th 2013, 15:42 | |
| Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa | |
| | | NataliadeJonas Hipermegaultrasuper Fan de los Jonas
Cantidad de envíos : 39455 Edad : 27 Localización : Con Nick en una playa los dos solos 1313 prometiendonos estar juntos xa siempre 'Colombia' Fecha de inscripción : 14/10/2011
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 29th 2013, 15:42 | |
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| | | NataliadeJonas Hipermegaultrasuper Fan de los Jonas
Cantidad de envíos : 39455 Edad : 27 Localización : Con Nick en una playa los dos solos 1313 prometiendonos estar juntos xa siempre 'Colombia' Fecha de inscripción : 14/10/2011
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 29th 2013, 15:43 | |
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| | | NataliadeJonas Hipermegaultrasuper Fan de los Jonas
Cantidad de envíos : 39455 Edad : 27 Localización : Con Nick en una playa los dos solos 1313 prometiendonos estar juntos xa siempre 'Colombia' Fecha de inscripción : 14/10/2011
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 29th 2013, 15:43 | |
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| | | NataliadeJonas Hipermegaultrasuper Fan de los Jonas
Cantidad de envíos : 39455 Edad : 27 Localización : Con Nick en una playa los dos solos 1313 prometiendonos estar juntos xa siempre 'Colombia' Fecha de inscripción : 14/10/2011
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 29th 2013, 15:57 | |
| Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Ok...hablaron !!! Y se besaron !!! Pero el jefe como raro interumpiendo los momentos OMG ! Jajaja AAAAAAAAAAAAAAAAAA PERO ESTA BUENISIMA !!! Y ya quiero saber que pasara !!! AAAAAAAAAAAAAAAA ME ENCANTA !!!! SIGUELA PRONTO !!! XOOXOX | |
| | | VaLeexD Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 330 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/04/2012
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 29th 2013, 19:06 | |
| Diooos!! porfin despues de tanto tiempoo :333 siguela | |
| | | eschio Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 405 Localización : Chile Fecha de inscripción : 03/03/2013
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 29th 2013, 21:34 | |
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| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 30th 2013, 12:37 | |
| Capitulo 10 {____}Me apresuro a volver a la habitación de la fiesta privada, agradecida de que Joe no me siga. Aún más agradecida que tampoco Colin me siga. Me gustaría escabullirme al baño para reorganizar mis pensamientos, tomar una profunda respiración, algo, cualquier cosa, pero necesito volver y ayudar a Jen. No es razonable dejar a T allí adentro ayudando cuando debería estar supervisando el restaurante. Pero no puedo dejar de temblar. Respirando profundo, puedo olerlo. El limpio olor familiar de Joe se pega a mi piel y a mi ropa. Presiono mis labios juntos, paso mi lengua sobre ellos. Dios, aún puedo saborearlo. Está todo sobre mí y no sé si puedo soportarlo. Las palabras que dijo, como mi cuerpo reaccionó cuando me tocó, cuando me besó... Lo quiero. Pero no quiero hacerlo. He ido y regresado del infierno y con solo verlo y escuchar unas cuantas palabras estoy perdida.
Joe Jonas es mi absoluta debilidad. Como una droga de la que no puedo tener suficiente. Es mi adicción y si estoy siendo honesta conmigo misma, no voy a rechazar este particular hábito en un corto plazo. Deslizándome en la habitación, veo a Jen sola en la esquina más cercana a la puerta. T tuvo que haberse ido y me siento de inmediato como una mierda. —¿Estás bien? —Me pregunta mientras me acerco. La pregunta en voz baja de Jen me saca de mis pensamientos sobre Joe y le ofrezco una sonrisa tranquilizadora. —Estoy bien. Sólo... cansada. —Los chicos se están yendo. —Me estudia, su mirada oscura cautelosa—. Oí lo que dijeron. Son unos idiotas, _____ . No dejes que te molesten. Genial. Así que aún hablaban de qué gran puta era. En frente de mi nueva compañera de trabajo y amiga potencial. —Tal vez lo que dijeron es cierto. —Cuadro mis hombros y endurezco mi columna vertebral. Intentando parecer desafiante y probablemente fallando miserablemente. —No me importa. —Jen se encoge de hombros—. ¿Quién soy yo para juzgar?
Creo que esta chica me podría gustar. Posiblemente podría considerarla una amiga, y no recuerdo la última vez que tuve una amiga. Observamos mientras los chicos se van paseando de la habitación, la mayoría ofreciéndonos miradas lascivas mientras pasan. El cumpleañero es el único quien nos lanza una mirada compungida mientras se acerca, luego pone un billete de cien dólares en mi mano y otro en la mano de Jen al mismo tiempo. Bueno. Esto hizo que la tarde insufrible valiera un poco más la pena. Sólo un poco. —Seguiremos la fiesta en otra parte. Este lugar se ha vuelto incómodo. —Ty se detiene justo delante de mí, soplando su aliento de cerveza en mi cara. Arrugo la nariz con asco—. ¿Quieres venir con nosotros? ¿Llevar a tu amiga? Les haremos pasar un buen rato a las dos, lo prometo. —Jódete, idiota —murmura Jen, sorprendiendo a Ty. Y a mi. Sonriendo, ladeo la cabeza en dirección de ella. —Oíste a la dama. Nos vemos más tarde.
Nos mira por un largo, silencioso momento, las ventanas de su nariz vibrando antes de huir de la habitación, dejándonos completamente solas. —Qué idiota —dice Jen, negando con la cabeza—. No puedo creer que sea tan... —¿Descarado? ¿Grosero? —Todo eso, es un canalla. Qué desperdicio. —¿Qué quieres decir? —Empiezo a limpiar la habitación, y así lo hace Jen también. —No es mal parecido. Un desperdicio completo de una cara hermosa. —Se encoge de hombros—. Los idiotas más grandes son usualmente los más lindos, lo he notado. Tiene un punto válido. Colin entra a zancadas en la habitación, su mirada ardiendo sobre mí como si hubiera estado buscándome por días. —¿Quién es el chico con quien hablabas? Quedo sorprendida por su pregunta, su tono de su voz. —¿Qué importa? —pregunto con recelo. Jen nos está mirando, puedo verla por el rabillo del ojo. Realmente no quiero tener esta conversación con ella como testigo.
—Jen, ¿podrías darnos unos minutos a solas? ¿Por qué no ayudas en el bar por un rato? —Sugiere Colin, su mirada nunca dejando la mía. Ella se va sin una palabra, y estamos a solas. El ruido desde el restaurante se reduce y me muevo sobre mis pies, esperando que el hacha caiga. Va a despedirme, puedo sentirlo. Y en un día que por fin me sentí bastante cómoda y que decidí marcharme de La Salle. Supongo que podría rogar por mi antiguo trabajo si tuviera que hacerlo. —No me gusta tener ex novios acosando a mis empleados con una actitud posesiva —dice Colin. Sus palabras me sorprenden mucho. —¿Ex novios? ¿De quién estás hablando? —Del chico con el que te pillé fuera. Me dijo que es tu novio. Mis labios se separan, pero nada sale. Estoy aún tan asqueada por lo que Ty me dijo a mí y a Jen que inicialmente pensé que Colin hablaba de él. Pero se refería a encontrarnos a Joe y a mí afuera. Los brazos de Joe a mí alrededor, manteniéndome cerca, besándome. —Nunca más —digo finalmente, porque en lo que me respecta, no estamos juntos. En realidad, nunca lo estuvimos. ¿Pero Joe dijo que era mi novio? Eso... me desconcierta. —Bueno, quizás deberías explicárselo. La última vez que lo vi, aún estaba merodeando afuera. Casi como si te estuviera esperando. —El asco en la cara de Colin es obvia. No quiere lidiar con mis problemas personales en su negocio. No es que pueda culparlo. Me siento como si hubiera metido la pata en grande. —Lo siento. ¿Te importa si voy a ver si aún sigue aquí? Puedo decirle que se vaya. —Una excusa tan pobre. Simplemente quiero verlo otra vez. —Desde ya, encárgate de él. —Colin agita la mano hacia la puerta. Empiezo a ir pero me detiene, agarrando mi brazo antes que salga de la habitación. —Si eso se vuelve un problema, tú te vuelves un problema. Lo entiendes, ¿verdad? Asiento, la vergüenza haciéndome querer correr. Pero lo enfrento con la cabeza levantada, mi mirada encontrando la suya. Quiero que sepa que no voy a arriesgar mi trabajo por un chico. No son dignos de eso, de ninguna manera. —Lo entiendo. Lo siento. No pasará de nuevo. —Será mejor que así sea —Su voz se suaviza, así como su toque, y lentamente libera su agarre en mi brazo—. Me gustas, ____ . No quiero tener que despedirte por tus problemas personales.
Ouch. Su honestidad duele, pero necesito enfrentar el hecho que causé algunos líos esta noche. La pelea empezó por mí. Sí, los chicos estaban borrachos, pero la discusión surgió por mí. Mi pasado de zorra —y no tan zorra— está alcanzándome y arruinando mi futuro. Me apresuro al vestíbulo que conduce a la puerta trasera y la abro, saliendo al callejón para encontrarme sola. Joe se ha ido. Mirando a través del estacionamiento, lo veo con el resto de los idiotas. Por la razón estúpida que sea, me siento traicionada. A él no le agradan estos chicos. Nunca sintió que encajaba, lo admitió durante nuestra semana juntos. Él de verdad está... yéndose con ellos. Estoy aturdida. Irritada. Sin pensarlo, vuelvo majestuosamente al restaurante, buscando a Colin. Lo encuentro al frente, en la estación de camareras, y lo alcanzo, golpeando ligeramente su espalda para que se gire y me enfrente. —El problema ha sido resuelto —digo con más resolución de la que siento en realidad. Estoy mintiéndole a Colin, ya que no hablé con Joe pero no estoy demasiado lejos de la verdad. De ninguna manera Joe va a regresar aquí para fastidiarme. No se lo voy a permitir. —Le hablaste. —Levanta una escéptica ceja. Asiento. —Seguro que lo hice. Le dije de no se molestase en regresar. Que no queremos ningún problema. Colin me está observando. Mirándome como si supiera que miento. Lo cual hago. —Si regresa, voy a cabrearme. Contigo y con él. —Lo sé. —Trago con fuerza. —No me gustan los problemas en mi restaurante. No me gusta que mis empleados se citen entre sí, no me gusta los novios y novias celosas acechando alrededor, esperando pillar a sus parejas en una mala posición. Estoy harto de esta mierda. Necesitas comportarte impecable, _____ , si quieres trabajar aquí. Sé que no puedo decirte qué hacer en tu tiempo libre, ¿pero en tu horario de trabajo? ¿Mi tiempo? Espero que te adhieras a mis reglas. Qué sargento. Sus palabras, su actitud. Me sorprenden, usualmente parece más despreocupado. —Lo capto. Lo siento. No pasará otra vez.
Colin asiente y sin ninguna palabra más me deja donde estoy parada. Casi puedo garantizar que nunca va a pasar otra vez, porque estoy tan enfadada con Joe que no quiero verlo nunca más. Se fue con estos chicos. Está afuera haciendo el gilipollas y cualquier loca, estúpida cosa que una manada de deportistas obsesionados por el sexo y borrachos hacen el sábado por la noche. Y está allí con ellos. Probablemente yendo a beber y coquetear y haciendo el idiota como todo el resto. Lágrimas pican mis ojos y parpadeo para hacerlas desaparecer. Yo no tengo porque molestarme. Lo rechacé completamente hace pocos minutos. Le di un pase libre para que hiciera lo que se le diera la gana. Entonces, ¿por qué estoy tan molesta? ¿Por qué me siento como si de alguna manera él aún me perteneciera? | |
| | | BETTY DE JONAS Novia De..
Cantidad de envíos : 613 Edad : 30 Localización : Con los jonas :) (en un cuarto AMANDONOS) Fecha de inscripción : 01/08/2011
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 30th 2013, 20:23 | |
| OH MI DIOS!!!! No puedo creer todo lo que me perdí por mi internet descompuesto.... Los capítulos han sido geniales!!!! PERFECTOS diría yo!!!! Me gustó mucho el reencuentro de Joe con _______ Como la defendió de ese tipo que le faltó al respeto... Pero lo que dijo su jefe...eso de que ________ no había mencionado a Joe la otra nochee... Por qué le dio a entender que_______ y el estuvieron juntos??? Es obvio que para darle celos Joe... Por favor siguela por que me muero por saber qué más pasará entre ellos.... | |
| | | eschio Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 405 Localización : Chile Fecha de inscripción : 03/03/2013
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 30th 2013, 21:11 | |
| siguelaaaaa que estén juntos luegooo): | |
| | | Lady_Sara_JB Casada Con
Cantidad de envíos : 1582 Edad : 28 Localización : México Fecha de inscripción : 24/03/2013
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 30th 2013, 21:14 | |
| wow q dificil uno enojado x lo q dijo el jefe y la otra con q se fuera espero q todo se arregle siguela | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 31st 2013, 14:06 | |
| Capitulo 11 No te rindas sólo porque las cosas son difíciles. —{_____} {JOE}Me llevaron a un club de striptease que está en las afueras de la ciudad, el edificio es anodino y pequeño, el signo llamativo y brillante en el modo oscuro, frío en la noche. El lugar se llama ―caza fortunas‖. He oído hablar de él antes, pero nunca he estado allí. Por lo general, yo protestaría. Pero cuando Jace preguntó si quería venir aquí, me costó aceptar. No ayudó que aún seguía impresionado por lo que el maldito jefe de _____ me dijo. Su jefe. Ella está saliendo con su jefe. No puedo creerlo. La devastación que me atraviesa es demasiado fuerte. Tirando poderosamente de mis rodillas. No sé qué pensar. No puedo pensar. Maldición, duele tanto. Así que me fui. Huyendo de mis problemas como habitualmente lo hago. Lo gracioso es que he estado rodeado de otras personas. Chicos que conozco y me gustaría considerar mis amigos. Me pregunto si mi psiquiatra estaría orgulloso de mí, por lo menos, en esta parte de mi negación. Definitivamente estoy un poco más borracho de lo que estaba cuando llegamos, y todavía estoy enojado con Ty por insultar a ______ . Con _____ por empujarme lejos. No puedo ganar. Evitarla la llevó directamente a mí. Es inevitable que nos veamos de nuevo. ¿Cómo me puedo preparar para nuestro próximo encuentro? Hermosa. Enojada. Creyendo que todavía es mía cuando ella ya me superó. Punzadas de dolor se deslizan a través de mí, les permito recorrerme, absorbiendo la emoción física, al igual que mi cuerpo absorbe el alcohol. No me gusta dejar que mis emociones me controlen por completo. Normalmente, soy insensible a este tipo de cosas. Soportar mi pasado hace que sea fácil levantar las barreras y fingir que todo anda bien, o hacer que nada importe. Sin embargo, ella importa. O al menos, importó. Así que estoy malhumorado como una chica, mirando como mujeres semidesnudas giran sobre un escenario, sus cuerpos indecentes exhibiéndose descaradamente, sus expresiones aburridas, como sí hubieran hecho este tipo de cosas un millón de veces y lo odiaran, lo que probablemente hacen. El club está lleno, la mayoría somos chicos jóvenes y la cerveza está fluyendo. Directo por mi garganta, lo más rápido que puedo beber. —¿Te diviertes? —Logan me da codazos, la mueca en su rostro temblorosa. Está más borracho que yo, no es raro, ya que estamos celebrando. Puede que me sinceré con él, ¿no? No tengo nada que perder y nada más que dolores para ahogar. Pobre de mí. Me he convertido en la peor clase de disco rayado. Me encojo de hombros. —La cerveza esta buena. Logan se ríe. —La cerveza es una mierda. Las mujeres están bien. Todas con buenas curvas —Inclina la cabeza hacia una chica de piel morena bailando a menos de veinte metros de donde nos sentamos—. Ty está organizando un baile para mí con ella. Frunzo el ceño. Al oír el nombre de Ty me irrito. Nos hemos sentado en extremos opuestos del grupo todo el tiempo, no hay interacción entre nosotros. Probablemente es lo mejor, teniendo en cuenta que si se me acerca de nuevo, voy a golpearlo. Y seguir golpeándolo hasta que esté ensangrentado y roto. Sólo entonces sentiré una pizca de satisfacción. A pesar de todo, sigo queriendo defenderla cuando ella está fuera, follando con otro hombre mientras yo lloro su pérdida, no lo sé. Joder.
—Estoy seguro de que podría organizar un baile erótico para ti, también —continúa Logan. —Diablos, no. No quiero —Niego con la cabeza y tomo el resto de la cerveza de un solo trago. Me siento caliente. La cabeza me da vueltas. Definitivamente estoy perdiendo el control y por una vez, no me importa. —Que digas que no quieres, sólo hace que tenga más ganas de conseguírtelo. Me vuelvo para ver Ty de pie, cerveza en mano, sonrisa boba. Quiero estrellar un puñetazo en su jodida cara, pero me quedo tranquilo. Indiferente. —¿Por qué quieres perder tu dinero en un baile erótico para mí? Consigue uno para ti. Ty se ríe. —Quiero verte en acción, Jonas . Sé que este no es tu lugar. Infiernos, me sorprende que estés aquí con nosotros. Estoy aún más sorprendido de que trataras de golpearme por una chica estúpida. No digo nada. Me sorprende también, pero yo no voy a permitir que eso suceda.
—¿Conoces a _____? ¿Has estado con ella o algo así? —Ty niega con la cabeza —Fue una vez, hace mucho. Fue algo mediocre. Si entra en más detalles le daré otro golpe. —No la conozco tan bien —Me muerdo, cada palabra fuerte, ya que soy mentiroso un completo mentiroso—, pero no le faltes el respeto a las mujeres, Ty. Es algo estúpido. —Sé que no debí haber dicho eso —La sonrisa en la cara de Ty desaparece—. Es por eso que yo te conseguiré un baile erótico, amigo. Con una pequeña rubia que me recordó a nuestra amiga en común — Hace un gesto con la cabeza y me doy vuelta. —Hola —Una chica me sonríe, todo brillante, falsa, y estoy momentáneamente desconcertado. A primera vista se parece inquietantemente a _____, pero mirándola detenidamente, noto de que no se parece en nada a la chica de la que estoy enamorado. Esta falsa _____ es más alta, más delgada, con el pelo más corto y mala piel. Sus uñas son largas y pintadas de color rosa neón. Sacude su pelo detrás del hombro y empuja el pecho hacia fuera, sus pezones duros empujando contra la fina tela de su bikini rosa neón. La mano de Ty se planta en medio de mi espalda y me empuja hacia ella.
—¿No vas a saludar a tu regalo? Debes respetar a las mujeres y toda esa basura de las que hablas, ¿verdad? Imbécil. —No tienes que hacer esto —digo, ignorando la risa de Ty. Echo un vistazo alrededor, en busca de Logan, pero ha desaparecido.
Probablemente fue a conseguir su propio baile privado. La chica frunce el ceño. —Me pagó por hacerlo. Es mi trabajo. —Quédate con el dinero —digo, extendiendo la mano para agarrar su brazo y llevarla a otro lugar. A algún lugar donde podamos fingir que ella va a bailar y no demos un espectáculo para todos. Sacude la cabeza, y toca mi pecho con la mano libre. —¿No te gusto? La estudio, con mi visión borrosa. Si tuviera estrabismo, casi podría imaginar que es _____. Acaricia mi antebrazo, su ligero toque envía un escalofrío a través de mí. —Vamos —murmura en voz baja. Seductora. De ninguna manera voy hacer esto, pero dejo que me conduzca hasta una silla y me empuje el pecho, así que no tengo más remedio que sentarme. Caigo en la silla con dificultad, mi cabeza dando vueltas, y la música comienza, la mujer en el escenario comienza a moverse. Al igual que la mujer delante de mí. Por un momento, dejo que mi imaginación vuele lejos de mí. En algún lugar desconocido, es _____ frente a mí. Baila para mí, tan hermosa cuando se mueve, sus labios se curvan en una sonrisa seductora, sus ojos brillando mientras me mira. Miro hacia atrás, mi boca se seca, mi piel apretada y caliente... Oigo la risa inconfundible de Ty, devolviéndome a la realidad. La chica me sonríe, sus manos en mis hombros, su pechos apenas cubiertos en mi cara mientras se retuerce y gira al ritmo de la música. Sus caderas giran y las empuja hacia mí mientras llega a mi espalda, con destreza deshace las dos correas de su parte superior del bikini, así que cae de sus pechos y se posa en el suelo. Tiene senos pequeños y grandes pezones, nada como _____ . Por supuesto que nada es como ella. Tengo que dejar de comparar a todas las mujeres con ella. Es un error. Demonios, es una enfermedad. Una de la que necesito curarme y rápidamente, ya que ella ya tiene a alguien más. La comprensión hace que se me revuelva el estómago. —¡Pon tus tetas en su cara! —grita Ty y ella sacude su pelo y ríe, empujando su pecho directamente en mi cara como Ty le ordenó rozando su piel contra la mía. Huele a sudor, perfume barato y alcohol que emana de sus poros y de las arrugas de su nariz. Esta chica no es nada como lo mío. No es una chica de la cual estaría interesado. —Eres caliente —susurra la bailarina y yo echo la cabeza hacia atrás, bloqueando nuestras miradas. —¿Quieres que nos veamos después de que salga del trabajo? Mi turno termina en una hora. Poco a poco, sacudo la cabeza. —No lo creo —Que me lo pregunte con tanta facilidad me hace pensar que esta no es la primera vez que hace este tipo de cosas. Pone mala cara. —Apuesto a que tienes una novia, ¿verdad? Todos los callados y de buen aspecto la tienen. — Sí, tengo una novia —Una falsa, que perdí hace meses atrás. Pero es más mentir que explicárselo. Su mala cara se convierte en un ceño fruncido. —Estoy segura de que tu amigo que compró el baile está disponible, ¿eh? Estoy segura de que la mayoría de las chicas no lo soportan por mucho tiempo. La chica es perceptiva. Ha bailado para mí por tres minutos y nos tiene a los dos bien analizados. —Él está definitivamente disponible. Hace una mueca. —Por supuesto que lo está. La canción termina, al igual que mi baile, y se aleja de mí, una sonrisa curvando sus labios. Nunca me había fijado hasta ahora en que su color de lápiz labial coincide con el color rosa neón de su bikini y uñas. Ella brilla en la luz negra, dándole un efecto extraño y antinatural. —Eres todo un caballero —Se inclina y recoge su bikini del suelo—. Tómalo como un cumplido. —Gracias —Le digo débilmente, inmóvil en la silla. Mi cabeza sigue girando. Bebí demasiado y tengo miedo de ponerme de pie. Podría desmayarme como un idiota—. Por el baile y el cumplido. Me da una sonrisa, menea sus dedos hacia mí y luego se dirige a donde Ty. Quien de inmediato la abraza como si fuera de su propiedad. Sus manos se extienden en su espalda y en su culo mientras la estrecha contra él. Aún no se ha puesto su top de nuevo y él tiene sus manos sobre ella, con la boca en su oído. Se frota contra su pecho y estoy tentado a ir a decirle que se aleje de ella, pero luego oigo su risa y sé que le gusta. Le gusta. Disgustado conmigo mismo, me levanto y miro alrededor de la habitación, esperando que el mareo ceda. Es muy oscuro y hay muchos chicos en el lugar, no puedo distinguir quién es quién. De ninguna manera voy a encontrar a mis amigos en esta multitud. Tengo que largarme de aquí. Tengo que llegar a casa, pero estoy lejos de mi complejo de apartamentos, lo que está, claro, al otro lado de la ciudad. Mi auto está en el restaurante donde trabaja _____. Me estoy volviendo loco e inútil.
Frunzo el ceño, saco el celular de mi bolsillo y estudio la pantalla oscura. Yo puedo hacerlo. Casi presiono la única palabra que podría hacer que ella vuelva a mí. O la palabra que podría hacerla huir. No debería. No merezco su ayuda. La decisión de hacerlo sobre mi orgullo entra y sale de mi cuerpo, presiono las diez letras, deletreando la palabra que me hace feliz y que atormenta mis pensamientos. | |
| | | Lady_Sara_JB Casada Con
Cantidad de envíos : 1582 Edad : 28 Localización : México Fecha de inscripción : 24/03/2013
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 31st 2013, 17:52 | |
| en serio si joe no termina con su tortura nadie lo hara.... siguela | |
| | | BETTY DE JONAS Novia De..
Cantidad de envíos : 613 Edad : 30 Localización : Con los jonas :) (en un cuarto AMANDONOS) Fecha de inscripción : 01/08/2011
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Julio 31st 2013, 20:14 | |
| OMG!!!!!!!! Por qué la dejas ahí???? No puedo creer que Joe haya pedido la ayuda de _______ Si no me equivoco la palabra será.... MALVAVISCO?????? Es graciosa pero tiene mucho significado para los dos.... Por favor tienes que seguirla!!!!!!!! | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Agosto 1st 2013, 09:19 | |
| Capitulo 12 No te rindas sólo porque las cosas son difíciles. — {____} {____}Mi teléfono zumba en mi bolsillo justo cuando me estoy preparando para marcar mi salida. Es tarde, el restaurante estuvo lleno hasta el último minuto y mis pies están matándome. Reviso mis mensajes y jadeo audiblemente a la única palabra que parece llenar la pantalla, retándome a ignorarla. “Malvavisco” La ira surge dentro de mí. ¿Cómo se atreve a usar esa palabra? ¿Qué carajos quiere? ¿Necesita que lo rescate una vez más? No puedo creer su atrevimiento. Pero la preocupación se activa, y la ira disminuye. ¿Y si está en problemas? Esta con esos imbéciles que no le agradan y probablemente no debería confiar en ellos. ¿Y si le hicieron algo y esta desmayado a un lado de la carretera, sangrando hasta la muerte? Dios, mi cerebro-lleno-de-drama está trabajando horas extras esta noche. Furiosa por mi preocupación, escribo rápidamente en respuesta y golpeo enviar antes de pensármelo dos veces. “¿Dónde diablos estas?” Responde en segundos. “Caza fortunas.” ¡Ugh! ¿Me está pidiendo que lo rescate de un club de striptease? Quiero matarlo. “No voy a conducir hasta allá. Ni siquiera tengo un auto.” Segundos después, responde nuevamente. “Dejé mi camioneta en el restaurante.” Ceñuda, estudio las palabras que acaba de enviarme. No puedo hacer esto. No debería. Rescatándolo me da esperanza y debería sentirme desesperanzada en cuanto a Joe se refiere. Él no vale toda la pena, ni el drama. ¿O sí? “Pero no tengo la llave”, escribo finalmente, sintiendo una especie de felicidad. ¿Cómo puedo conducir su camioneta sin llave? —¿Necesitas un aventón? Levanto la mirada para encontrar a Colin frente de mí, su apuesta cara llena de preocupación. Mi teléfono suena y leo el mensaje de Joe, una descripción detallada de la locación exacta de sus llaves escondidas en la camioneta. Tentándome más y más a ir a rescatarlo, sin importa cuán estúpida sepa que es la idea. —¿____? —Sí, um, gracias por el aventón, pero no lo necesito —Sonrío, comprendiendo que necesito que Colin se vaya antes de ir a rescatar a Joe, no quiero que me vea irme en la camioneta de Joe. Ni que se entere que es la camioneta de Joe , pero él es muy listo. Puede sumar dos más dos y sacar su conclusión con facilidad. —¿Estás segura? —Llega y me toca, sus dedos se posan en mi brazo, y no reacciono. Quizá lo hubiera hecho ayer. Diablos quizá hace cuatro horas, antes de que Joe entrara de nuevo en mi vida tan fácilmente, pero ahora, nada. Absolutamente nada. Asintiendo, le ofrezco una sonrisa más grande. —Sí. Ya tengo como irme. Pero aprecio la oferta. —Bien. Jen se irá a casa conmigo así que… ¿Te veremos mañana? Mi primer domingo trabajando en el restaurante, mi turno empieza en la media tarde y terminara a una hora decente también, dado que estoy programada para comenzar a las cuatro. Estoy un poco emocionada al respecto. Owen y yo tenemos planes ya. Desayunaremos juntos, si es que podemos sacar nuestros perezosos traseros de la cama, quizás una cena en la tarde después de que salga del trabajo. Tal vez una película si nos sentimos de humor. Siento que estoy recompensando a mi hermano con algo especial. Lo merece. No he estado en casa mucho tiempo y tampoco mamá. Él está creciendo y necesitamos reconectarnos. Ningún chico de catorce debería sufrir, especialmente mi hermano. —Te veo mañana —digo mientras veo a Colin irse con Jen a su lado. Me pregunto si son una pareja. Y si lo son, ¿por qué coquetea conmigo? ¿Por qué coquetearía con alguien? No entiendo su relación. Tampoco entiendo la relación entre Joe y yo, así que ¿Quién soy yo para juzgar?
*** Me meto en el estacionamiento de Caza Fortunas, y quince minutos después de recorrer el edificio encuentro a Joe recostado contra la pared. El torso encorvado hacia delante, sus manos ocultas en sus bolsillos y su cabeza ladeada. Es como si ni siquiera hubiera oído la camioneta estacionarse. Bajando la ventana del pasajero, le silbo y se gira para verme, su mirada encuentra la mía. —¿Necesitas un aventón? —pregunto, haciendo mi mejor intento para mantener mi voz firme, pero oigo mi leve vacilación. ¿Él lo notó? Espero que no. Empujándose del edificio, camina hacia la camioneta y se inclina a través de la ventana abierta, sus brazos apoyados en el borde. —Así que encontraste la llave. —Te lo dije —Le envié un mensaje cuando dejé el trabajo, diciéndole que iba en camino. ¿Se le olvidó o qué? Oliendo el aire, atrapo el inconfundible olor a cerveza. Ha estado bebiendo. Y siempre es más desinhibido cuando ha estado bebiendo. Sin embargo, no necesariamente de una mala manera. No como los tipos con los que mamá siempre sale. Esos tipos son malhumorados y llegan a los puños si quieren demostrar tener la razón. —Gracias por venir a recogerme —Se aparta del camión y tira de la manija, abriendo la puerta para subir dentro. Ajustándose en el asiento del pasajero, sube la ventana, pone el cinturón de seguridad en su lugar, luego se inclina contra el asiento, sus ojos cerrándose—. Lo aprecio.
¿Es todo? ¿Eso es todo lo que consigo? ¿Nada de oh mi Dios, eres mi heroína, ____ o declaraciones de amor eterno? No que esperara lo último, vamos, no nos hemos vistos los últimos dos meses y solo hemos interactuado en el periodo de unas cuantas horas. No sé si puedo lidiar con esto, especialmente cuando está actuando como si nuestro encuentro no fuera gran cosa. —¿Necesitas la dirección de mi casa? —pregunta cuando salgo del estacionamiento. —Um, pensé que podría ir directo a mi casa —No quiero llevarlo a su lugar, ¿Luego como regreso a casa? —No puedo ir a tu casa. No estoy presentable. En más de un sentido, quiero decirle, pero mantengo mis labios cerrados. —¿Y qué? ¿Si te llevo a tu casa, quién va a llevarme a mi casa? —Llama a tu novio —Se encoje de hombros, pero el veneno en sus palabras es claro. —¿Mi novio? —Me detengo en una luz roja y giro a verlo. Sus ojos están abiertos y está mirándome, su expresión cautelosa—. ¿De quién estás hablando? —El tipo que nos interrumpió hace rato. Tu jodido jefe, _____ . ¿O debería decir el jefe con el que estás jodiendo? Oh. Mi. Dios. ¿De dónde carajos sacó esa idea? —Debería detenerme ahora mismo y dejarte tirado al lado de la carretera. —Hazlo. Llamaré a la policía y les diré que robaste mi camioneta. ¿Quién es este tipo? Le doy mí mejor mirada de muerte, la que asusta hasta la muerte a Owen cada vez que la uso en él. —No te atreverías. Me mira de vuelta —Pruébame. La luz se vuelve verde y acelero, mi pie presionando el pedal del gas tan fuerte que ambos nos sacudimos hacia delante en nuestros asientos. La camioneta se acelera rápidamente, los neumáticos chirriando en el asfalto, haciendo a mi cara contraerse de dolor. Joe está murmurando maldiciones bajo su aliento pero no me importa. Lo ignoro, dejo que el poder del motor de la camioneta me impulse por el camino, borrando mis pensamientos hasta que todo lo que puedo sentir es la velocidad. Pero no puedo controlar mi mente, no importa cuanto quiero tranquilizarme. Es un torbellino de preguntas. ¿Por qué Joe piensa que estamos juntos? ¿Por qué Joe me envía un mensaje para que vaya a recogerlo si piensa eso de mí? ¿Por qué estaba en un club de striptease? ¿Manoseo a una stripper? Juro que puedo oler el perfume barato en su ropa. La idea de que haya estado con otra mujer, que puso sus manos sobre una estúpida stripper, incluso momentáneamente, me llena de tanta ira, que mi pie presiona el pedal del gas incluso más fuerte. —¿Estas tratando de matarnos? Su voz callada penetra mis pensamientos, recordándome que estoy conduciendo como una imprudente, y aligero mi pie sobre el pedal de gas, volviendo la velocidad más moderada.
—Lo siento —murmuro, avergonzada por actuar como una tonta. Mi usual modo de actuar cuando estoy en la presencia de Joe. Estamos en silencio el resto del camino, con la excepción de Joe diciéndome donde girar para llegar a su apartamento. El vecindario se pone cada vez más lindo a medida que conduzco más lejos. Estoy llena de celos mientras miro los arboles alineados en la acera, los jardines bien cuidados con estallidos de flores coloridas, incluso en la mitad del invierno. Paisajistas mantienen todos los jardines de este lado de la ciudad y son absolutamente perfectos. A diferencia del césped y los patios de mi vecindario, que son desiguales y cafés por la sequedad. No hay lindas flores a la vista en donde vivo. Mayormente, los arbustos crecidos en mi complejo de apartamentos están así para ocultar todas las fallas. —Lindo —digo una vez que aparco en el lugar al que él ordena. Es suyo, por supuesto. Y el complejo es privado, manteniendo a la chusma lejos. Soy considerada chusma, estoy segura. —¿Necesitas que llame a tu novio para que te venga a recoger? — pregunta, su voz baja. Completamente amenazadora.
Apago el motor y me giro hacia él, esperando que mi expresión se vea tan incrédula como me siento. —No tengo novio. Eleva sus cejas. —Así que el tipo que básicamente me dijo que me fuera no es tu novio. —No lo es. Es mi jefe. Eso es todo —Sacudo mi cabeza despacio, enojada de que siquiera tenga que explicarme. —¿Por qué dijo que estuvo contigo anoche, entonces? Estoy boquiabierta. No puedo creer lo que Joe acaba de decir. —¿Qué? —Es lo que me dijo. Me pregunto quién era yo y le dije que era tu… novio. Luego se rió y dijo algo como, dónde carajos estaba yo, ya que él estuvo contigo la noche anterior —La boca de Joe está apretada en una fina línea—. ¿Estuviste con él? Dios, lo estuve. Suena tan mal. No quiero admitir la verdad, pero no puedo mentirle a Joe. No debería haber más mentiras entre nosotros. La honestidad necesita ser nuestra única política.
—Sí —admito, mi voz pequeña. No quiero decirle que Colin me llevó al salón y pagó por mi maquillaje, un maquillaje que Joe ni siquiera parece notar. Mira lejos de mí, soplando una respiración áspera. Su mandíbula está apretada, veo el ligero tic en está y sé que esta más que furioso. —Sólo admítelo, _____. Avanzaste. No puedo culparte. Yo jodí todo esto al no responderte. Me lo merezco. —¿Merecerte, qué? No estuve con mi jefe, no de la forma que crees. Definitivamente no estamos juntos. Me mira nuevamente. —¿No lo están? —No —digo, sacudiendo mi cabeza despacio—. Él es mi jefe. No me acostaría con mi jefe. Joe no dice nada, pero su silencio llena la cabina como lo haría un interminable flujo de palabras. —Escucha, tú me dejaste, ¿recuerdas? Finalmente estoy siguiendo con mi vida, avanzando, y luego vienes y me envías esa estúpida, estúpida palabra clave. Tienes un gran descaro, sabes. No sé por qué me molesté en ir a rescatarte. Acusándome de estar con alguien más como un completo imbécil celoso. —Necesito decirle todo, para poder llegar a la verdad. Necesito decirle la verdad. He estado en este limbo, esperándolo, odiándolo, amándolo, queriéndolo matar, queriéndolo salvar, por demasiado tiempo. Ya he terminado. Él debe sacarlo todo para que así podamos llegar al grano o puede seguir con nuestros interminables círculos que me vuelven loca y me hacen feliz, todo a la vez. —No sé qué pensar —dice finalmente—, él me confundió, y lo malinterpreté… todo. —No tienes ningún derecho de acusarme de esa basura —Tomo un profundo respiro. Joe quizá salto a las conclusiones, pero comienzo a pensar que Colin no ayudó al dar a entender que algo pasaba entre nosotros. Que no está pasando. —¿A quién le vas a creer? ¿A un tipo que no conoces o a mí? Levanta sus parpados, su mirada encontrándose con la mía. Sus ojos son brillantes incluso a la tenue luz de la camioneta, y me gustaría poder apoyarme en él. Tocarlo. Besarlo. —A ti —susurra—. Te creeré a ti. | |
| | | VaLeexD Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 330 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/04/2012
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Agosto 1st 2013, 14:11 | |
| Sigueelaaaee encantaaaaaaaaaa!!!! | |
| | | BETTY DE JONAS Novia De..
Cantidad de envíos : 613 Edad : 30 Localización : Con los jonas :) (en un cuarto AMANDONOS) Fecha de inscripción : 01/08/2011
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Agosto 1st 2013, 19:00 | |
| OHHHHH!!!! Me pareció muy tierno que ________ haya ido a rescatarlo después de todo lo que ha pasado esa palabra no deja de tener sentido para los dos... Por favor tienes que seguirla por que muero por saber qué mas pasará!!!! | |
| | | Lady_Sara_JB Casada Con
Cantidad de envíos : 1582 Edad : 28 Localización : México Fecha de inscripción : 24/03/2013
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Agosto 1st 2013, 20:35 | |
| siguela q bueno q se ponga asi ___ q vea joe de lo q se perdio | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Agosto 2nd 2013, 14:16 | |
| Capitulo 13 Haz magia. Entra en su corazón sin tocarla. —Desconocido. {____}La admisión de Joe me ha dejado atónita, todo lo que puedo hacer es sentarme aquí y mirarlo fijamente. No sé qué decir, cómo reaccionar, nada. Creo que todavía estoy en shock por el hecho de que estamos sentados en su camioneta, juntos. Solos. Como si los dos últimos meses no hubieran sucedido y estuviéramos de vuelta donde empezamos. Pero conozco todos sus secretos. Bueno, la mayoría. Y son horribles. Él sabe algunos de los míos, aunque no es que tenga muchos. Fui un libro abierto desde el principio. Los pocos que tengo no alteraban tanto mi vida como los suyos. Mi mamá es una perdedora, alcohólica y sin trabajo. Mi padre nunca se ha puesto en contacto conmigo en toda mi vida. Joe ya conoce todos esos hechos acerca de mí. Ah, y mi hermano se salta sus clases, fuma marihuana y no hay mucho que yo pueda hacer al respecto. Joe no conoce demasiado acerca de Owen. O acerca de mis propias inseguridades y miedos, ni cómo yo siento que mi vida no va a ninguna parte. Ni siquiera sabe cómo me siento por tener que cuidar de mi hermano todo el tiempo, sólo porque nuestra madre no quiere hacerlo. La única cosa que puedo controlar completamente es a mí y a mi reacción ante lo que tengo por delante. En este preciso momento, lo único que puedo manejar es mi reacción por Joe . Así que me siento aquí y espero. Espero a que él diga algo primero, porque no voy a hablar hasta que él lo haga. Es su turno para dar el siguiente paso. A pesar de las señales de alarma sonando en mi cabeza, quiero que él haga ese primer movimiento.
—_____ , yo... —Hace una pausa y traga audiblemente—. No estoy lo suficientemente sobrio como para llevarte a tu casa. Decepción cruza a través de mí. Ahí estaba el primer movimiento. — Llamaré un taxi. —Como si me lo pudiera permitir, pero ¿qué otra maldita cosa se supone que debo hacer?
—No. —Niega con la cabeza—. Quiero que te quedes conmigo. Está noche.
Todo dentro de mí grita que corra muy, muy lejos. Pero también hay una pequeña parte de mí que dice que debo quedarme. Quedarme a dormir en su sofá y despertarme renovada a la mañana siguiente, luego de pasar la noche en la misma casa con la persona que amo. No vamos a hacer nada. Más que hablar, con suerte. Tal vez logre hacerle confesar el por qué me pidió que lo rescatara con esa hermosa y trágica nota, para que luego se haya negado a responder a mis mensajes de textos o de voz. Sí, todavía quiero una respuesta en relación con ese particular fiasco.
—No debería —susurro.
—Por favor. —Se aclara la garganta—. Nada va a suceder. Lo prometo. Cierro los ojos, mis pensamientos y necesidades en conflicto. Estoy en guerra conmigo misma y lo odio. Tal vez quiero que pase algo. Tal vez quiero tener sexo estrafalario, sucio y alucinante con Joe Jonas . Pero sus palabras, su caballerosidad pueden estar jugándole en contra. El tipo es un completo galán. Y yo realmente no quiero eso esta noche. Quiero comodidad. Pasión. Anhelo lo que Joe me puede dar. Deliciosos besos calientes, un placer increíble...
—Podemos hablar. —Estira la mano y la posa sobre mi brazo. Su palma es cálida y sus dedos ligeramente ásperos mientras acarician mi piel, logrando que inmediatamente mi cuerpo reaccione. Estoy toda hormigueante y mi ritmo cardíaco se ha acelerado. Pienso en cómo Colin me tocó más temprano y nada ocurrió. Pienso en cómo Joe simplemente me mira e inmediatamente quiero arrancarme la ropa y desnudar mi alma para él.
—¿Hablar de qué?
—Tengo que decirte lo que está... lo que está pasando. —Me aprieta el brazo y yo cierro los ojos con fuerza, abrumada por la sensación. Dios, su toque se siente tan bien—. Tengo que pedirte disculpas por la forma en que te traté.
Una disculpa es un comienzo en la dirección correcta. Podría estar engañándome, pero quiero escuchar lo que tiene que decir. Necesito una explicación.
—Está bien. Me encantaría escuchar una disculpa de tu parte.
—¿Vas a hacer que la diga ahora?
—Es lo primero, sí. —Asiento.
—¿Va a haber más de una?
Echo un vistazo en su dirección para ver que me está tomando el pelo. Y me encanta la forma en que me mira y la sonrisa en su cara.
— Definitivamente —digo con otro movimiento de cabeza—. Quiero la primera ahora. Antes de que dejemos la camioneta.
Él cambia su expresión, viéndose muy solemne y serio. —_____. Lo siento. —Levanta mi mano y deposita un beso en mis nudillos. Su boca en mi piel me deja débil y ni siquiera estoy de pie. La forma juguetona en la que está actuando no facilita las cosas tampoco. Necesito recordar que está borracho. No se encuentra en su mejor estado.
—Ahora, entra conmigo. No voy a intentar nada, te lo prometo. — Hace una X en el centro de su pecho con el dedo índice—. Juramento de niño explorador.
—¿En serio fuiste un niño explorador?
—No. —Sonríe—. Pero puedes confiar en mí.
Sé que puedo. Quiero me dé el espacio para poder absorber todo lo que ha pasado esta noche, como también quiero tenerlo sobre mí. Estoy confundida. Esto es lo que me hace cada vez que estamos juntos. Salimos de la camioneta y lo sigo a través del estacionamiento sin protestar. Lo dejo guiarme a su puerta sin decir una palabra, aunque puedo sentir su presencia detrás de mí. Inhalo profundamente cuando pone su mano en la parte baja de mi espalda para guiarme en la dirección correcta. No la quita hasta que llegamos a la puerta principal. Es como si él necesitara esa conexión. Y yo también. Cuando abre la puerta de su tranquilo y oscuro departamento, me indica para que entre primero. Enciende una luz, revelando una habitación desprovista de nada más que un sofá, una silla a juego y un televisor de pantalla plana. No hay cuadros, ni adornos, ni desorden. Nada más allá de los productos de primera necesidad. A la habitación le falta calidez. Como si nadie viviera aquí. Me recuerda al Joe que conocí al principio. Esa versión que no sentía, que actuaba como si nada le afectara. Esa cáscara sin emociones de un ser humano. Me gusta pensar que yo lo cambié en cuestión de días. Que le enseñé a sentir, a abrirse y lidiar con sus emociones, sus deseos y sus necesidades. Que mi influencia le enseñó que podría estar bien volver a ser humano. Volteándome, estudio su expresión. Sus ojos están nublados, su pelo alborotado y sus mejillas pálidas. Parece cansado y un poco pirado. Una vez más, quiero tocarlo. Tocar su mejilla, trazar su expresiva boca con mi dedo...
—¿Quieres hablar? Su pregunta me sorprende. Él no parece querer hablar. Más bien, parece tener ganas de derrumbarse en la cama y dormir.
—¿Tú quieres?
—Hay cosas que debo decirte, sí. Pero estoy borracho y probablemente voy a estropearlo de alguna manera. —Su voz es suave mientras pasa una mano por su mejilla, haciendo precisamente lo que yo quería hacer sólo unos momentos atrás. Mis manos, literalmente, pican por acercarse y tocarlo.
—Tal vez deberíamos dormir primero. —Aún no puedo hacerle frente a todo. Mi mente está trabajando horas extras y tengo que acallarla. Además, tengo miedo de lo que podría decir. ¿Qué pasa si no quiero oír sus explicaciones? ¿Y qué si sólo está siendo amable esta noche y quiere desilusionarme lentamente? Pero entonces recuerdo sus celos por Colin. La forma en que me miró. Cómo me besó, cómo se sentían sus brazos a mí alrededor. Joe todavía me quiere. Lo sé. Yo aún lo quiero. Estar con él esta noche probablemente sea un error. ¿Soy lo suficientemente fuerte como para resistir? ¿Es él lo suficientemente fuerte como para resistirse a mí? La atracción entre nosotros está ahí, como un hilo invisible que nos acerca más y más cuando estamos en la misma habitación.
—¿Puedo dormir en tu sofá? —Señalo en dirección del mobiliario. Es grande y parece bastante cómodo. Sacude la cabeza con una mueca. —De ninguna manera. Me quedo con el sofá. Tú puedes tener mi cama. Oh, Dios. No puedo tomarla. Tendrá su olor. Al segundo en que mi cabeza esté en la almohada, mi imaginación volará salvajemente. Ha pasado demasiado tiempo desde que estuvimos juntos y al tenerlo tan cerca, siento la necesidad de lanzarme a él y nunca, nunca dejarlo ir.
—Prefiero tener el sofá. —Mi voz es inestable por lo que respiro profundamente, tratando de controlar mis emociones, pero me siento cansada. Completamente deshecha. Una lágrima se cuela por mi mejilla y lloro. Odio llorar. Rara vez lo hago.
—_____. —Su profunda voz llega como un murmullo que retumba a través de mí y giro la cabeza. No quiero que vea mis lágrimas sin sentido—. Mírame.
Sacudo la cabeza. —No.
Desliza sus dedos debajo de mi barbilla y eleva mi rostro, así que no tengo más remedio que observarlo. Su mirada es oscura mientras aparta una lágrima de mi mejilla con el pulgar. —Estás llorando.
Parpadeo apresuradamente. —No, no lo estoy. Acaricia con su pulgar mi mentón, su uña pasando por el borde de mi labio inferior. —Odio haberte hecho llorar. Cierro los ojos, las lágrimas siguen cayendo, bañando mis pestañas.
—Yo sólo... Ya no sé cómo manejar esto. A ti. A nosotros.
—Lo siento. —Da un paso más cerca. Puedo sentir el calor de su cuerpo quemando dentro de mí. Y luego su boca se encuentra en mi frente, sus labios rozando mi piel en un tentativo beso—. Lo siento tanto. — Otro beso en mi sien—. No sabía qué decirte después de que me fui. Estaba avergonzado de todo lo que pasó, todo de lo que fuiste testigo. Te mereces algo mejor. —Besa la punta de mi nariz. Sin pensarlo, deslizo mis brazos a su alrededor. Él es grande, cálido, sólido, y mi corazón se alivia al tenerlo tan cerca otra vez.
—Yo te merezco —le susurro—. ¿Cuando te darás cuenta de eso? Nos quedamos en silencio por unos largos y agonizantes minutos. Mi frente se presiona contra su barbilla, mis brazos alrededor de su cintura. Él desliza su brazo alrededor de mí, por lo que su mano se instala en mi cadera. Su otra mano está en mi cabello, alisándolo hacia atrás, enredando sus dedos en los largos mechones, y yo suspiro de placer.
No quiero que este momento termine. Quiero olvidar todos nuestros problemas y sólo centrarme en nosotros dos juntos. —No te merezco —dice finalmente—. Me aceptas con tanta facilidad, no importa cuánto te aparto. Necesitas saber que no lo hago a propósito. Es sólo que... la única manera que conozco para lidiar con los problemas, es correr. Su honestidad me rompe el corazón.
—Sin embargo, estoy aprendiendo que huir no resuelve mis problemas. —Toma una respiración profunda—. Estoy viendo a alguien. Una psicóloga. Me está ayudando mucho. Me arriesgo a levantar la mirada y nuestros ojos se encuentran. Está preocupado que de alguna manera su admisión pueda alejarme, me doy cuenta.
—Eso es bueno. ¿Alguien la buscó para ti? —¿Le había contado algo a su padre? ¿O todavía seguía manteniendo todos sus secretos para sí?
—No, la busqué yo mismo. Hemos hablado mucho sobre lo qu pasó. Y de ti.
—¿De mí? —Estoy sorprendida. Después de que me dejó tan fácilmente, asumí que quedé en el olvido.
—Definitivamente, acerca de ti. —Arrastra sus dedos por mi mejilla y suelto un suspiro tembloroso—. No tienes ni idea de lo importante que eres para mí, ¿verdad? Sacudo la cabeza lentamente. —Cuando te fuiste, pensé que habíamos terminado. Pensé que me habías olvidado.
—Nunca podría olvidarte. —Joe mantiene los labios cerrados. Me pregunto si quiere decir algo más. Sé que yo quiero hacerlo. Pero no puedo. No voy a ser tan rápida para revelar mis emociones con él nuevamente. No después de todo lo que hemos pasado. Estoy demasiado asustada. Entonces, hago una admisión fácil. Una que no está muy lejos de lo que él me ofreció. —Yo tampoco te olvidé —le susurro. Antes de que pueda decir nada más, me da un tirón hacia él y presiona su boca en la mía. Sus labios son suaves, húmedos y muy, muy persistentes. La abro para él con facilidad, nuestras lenguas deslizándose contra la otra, su gemido me alimenta sucesivamente. Alimentándonos a ambos. Así como así, estoy perdida.{JOE}Finalmente. Estoy besándola de nuevo, saboreándola, sosteniéndola en mis brazos. Se siente tan bien, tan jodidamente bien tener a _____ conmigo. En mi apartamento, de regreso en mi vida. No sé qué hice para merecer este regalo, pero me niego a meter la pata otra vez. No voy a dejar que se vaya. Nunca. La necesito tanto. Maldición, la amo demasiado. Quería decirle eso también. Escribí las palabras en esa carta que le dejé la última vez que estuvimos juntos. Ahora, teniéndola delante de mí, mi valor se ha evaporado. Tengo miedo de que pueda rechazarme. Por lo menos, rechazar las palabras y la emoción detrás de ellas. En cambio, la beso. Preferiría mostrarle cómo me siento en lugar de decirle.
—Llévame a tu habitación —susurra contra mis labios después de que rompe el beso—. Llévame a tu cama, Joe.
Agarrando su trasero, la levanto y ella envuelve sus piernas alrededor de mi cintura, sus brazos alrededor de mi cuello. No pesa nada, su suave y curvilíneo cuerpo se adapta perfectamente al mío mientras la llevo a mi habitación, a la vez que besa y lame mi cuello. Poniéndome tan duro que no sé cómo voy a soportar la tortura de no estar dentro de ella en un segundo. Maldita sea, quiero que esto dure. Quiero tomarme mi tiempo con ella e ir despacio. Estar a su lado de nuevo es como si cada uno de mis sueños se hiciera realidad y quiero saborearlo. Pero está retorciéndose contra mí, su aliento caliente en mi cuello haciéndome temblar, y sé que esto va a suceder demasiado rápido. Caemos en la cama juntos y soy precavido de no aterrizar sobre ella, siendo que es tan pequeña. Y perfecta. Increíblemente perfecta mientras me aparto y la estudio de la cabeza a los pies. Su pelo largo se desparrama por toda la almohada, su pecho subiendo y bajando rápidamente. El top de encaje hace poco para ocultar el sujetador de satén negro que lleva puesto y puedo ver la cremosa piel de su vientre plano. Quiero desesperadamente besar y lamerla allí. Los shorts negros que está usando sólo hacen hincapié en la inclinación de la cintura, la curva de sus caderas, la longitud de sus piernas.
Me arrodillo para poder verla con más detalle. Abre los ojos, la sonrisa curvando sus exuberantes labios es completamente seductora. Está funcionando. _____ puede seducirme con una sola mirada, una palabra, un sólo toque.
—¿Qué estás esperando? —Extiende la mano hacia mí, engancha el dedo alrededor del cinturón de los vaqueros y me jala, pero me resisto.
—Primero quiero mirarte. Sus mejillas se vuelven la sombra más tenue de color rosa.
—Puedes mirar todo lo que quieras después. Te necesito, Joe. Por favor.
—Lo que estás usando... —Niego con la cabeza—. Me está matando.
Se ríe. —Deberías ver las otras ropas que tengo que llevar como mi uniforme de trabajo. Odiarás todas esas si no te gusta esto. Los celos queman dentro de mí y los controlo. —Siempre y cuando los clientes no te toquen, no tengo ningún problema. Su risa muere. —¿Estás celoso?
—¿Cuando se trata de ti? Siempre. —Deslizo mi mano por debajo del top de encaje y trazo mis dedos por su estómago. Ella aspira una bocanada de aire, su piel temblando debajo de mi tacto, y yo levanto mi mano, hasta que estoy jugando con el broche en la parte frontal de su sujetador—. Eres mía. Ya lo sabes, ¿verdad? Asiente lentamente, su mirada nunca dejando la mía. —Yo… yo no estaba segura. Después de lo que pasó entre nosotros. Siempre quise ser tuya, pero me abandonaste. Cierro los ojos por un breve momento, enojado por haber hecho que esta hermosa y perfecta chica dude de sí misma incluso por un segundo.
—Te lastimé y odio eso. Voy a compensártelo, _____ . Te lo juro.
Escucho el chasquido de su sujetador al abrirse y estoy ansioso por quitarle todo. Quiero verla desnuda, ver si es tan hermosa como lo recuerdo, y se ríe de nuevo cuando tiro con impaciencia de su ropa, haciendo mi mejor esfuerzo para ayudarla, pero en realidad sólo logrando un desastre. Golpea mis manos, apartándolas, y se quita lentamente todo, hasta que me quedo con la boca seca y mi cuerpo duro al verla completamente desnuda. Maldición, es aún más hermosa de lo que recordaba. Está oscuro, apenas se puede ver, así que me inclino hacia la ventana por encima de mi cama y tiro de la cuerda que abre las persianas. La niebla es débil afuera, dejando que brille la luz de la luna en el interior, bañando a _____ en un resplandor plateado, aunque la habitación está en su mayor parte envuelta en la oscuridad. Mi mirada pasa sobre ella, deteniéndome en todos las partes importantes y bonitas.
—¿Te gusta lo que ves? —Extiende sus piernas como una intención seductora que me está volviendo loco y trago duro.
—Sí —grazno. _____ se sienta frente a mí, sus pechos balanceándose con el movimiento, sus pezones rosados oscuros y duros ganan mi atención. Coloca sus manos en mis mejillas y me atrae más cerca, sus labios rozando los míos en el beso más suave. Una y otra vez, me besa así y me estiro hacia ella, ahuecando sus pechos en mis manos, acariciando sus pezones con los pulgares. Se arquea hacia mi toque, nuestros besos cada vez más frenéticos, más hambrientos, y luego estoy consumiéndola, mi mano se desliza hacia abajo, estableciéndose entre sus piernas. Está húmeda, tan jodidamente mojada para mí, y gimo contra su boca. Necesito estar dentro de ella, ahora. Saltando de la cama, me libero de mi ropa, consciente de que _____ está mirando todos mis movimientos. Abro el cajón de mi mesita de noche y saco un condón. Los condones que compré en anticipación de _____ y yo estando juntos de nuevo algún día. Diablos, por lo menos siempre fui optimista. Rasgo la envoltura y me pongo el condón, sin perder ni un segundo. Quiero estar dentro de ella con tantas ganas, que siento como si fuera a estallar. Un suspiro melancólico escapa de ella y me vuelvo para encontrarla mirándome descaradamente. —¿Qué pasa? _____ levanta su mirada hasta encontrarse con la mía, su expresión ligeramente avergonzada.
—Tienes el cuerpo más hermoso que jamás he visto. Ya lo sabes, ¿no es así?
No, pero ella hace que me sienta así con sólo una mirada. Con unas pocas palabras casualmente habladas. —¿Intentas avergonzarme? Sacude la cabeza con una sonrisa. —Que estés avergonzado te hace aún más lindo. Y más sexy. Estás construido como una especie de dios griego, Joe Jonas . Si no estuviéramos más o menos apurados, pasaría horas explorando tu perfecto cuerpo.
—¿En serio? —Subo de nuevo en la cama y sobre ella. Estamos frente a frente, nuestros cuerpos perfectamente alineados—. Eso suena prometedor.
—Oh, sí. —Asiente, instala su mano en el centro de mi pecho, con los dedos yendo hacia abajo. La piel de gallina se alza con su toque—. Te encantaría cada segundo.
—¿Sí? —Empujo mis caderas contra ella, suave y lentamente. Probablemente un gran error, teniendo en cuenta lo cerca que estoy de venirme ya.
—Umm. —Se arquea debajo de mí como un gato, rozándose contra mi punta, y maldigo, si hace eso una vez más estoy acabado—. Usaría mis manos, mis dedos, mi boca y mi lengua. Hasta que finalmente me rogarás que me detenga y que te saque de tu miseria.
Gimo ante sus palabras. —Ya estoy en un mundo de agonía.
—Entonces, déjame que te ayude con eso. —Estira su mano hacia mí, sus dedos cerrándose alrededor de mi polla, guiándome hacia ella. Lentamente me hundo en su interior, su calor húmedo bañándome hasta que estoy recostado profundamente, y me mantengo ahí tan firme como me es posible, saboreando la sensación de su cuerpo aceptando el mío con tanta facilidad. Tan hermosamente.
—Te he echado de menos —susurro contra sus labios antes de besarla—. Maldición, te he echado muchísimo de menos.
—Yo también te he echado de menos. —Su voz es temblorosa, todo su cuerpo se está sacudiendo y poco a poco me retiro de ella, saliendo casi complemente antes de hundirme en su interior de regreso. Ambos gemimos por la sensación y continúo con los movimientos lentos de tortura por unos largos y deliciosamente agonizantes minutos. Una y otra vez, entro, salgo casi todo el camino antes de hundirme nuevamente. Estar con ella otra vez se siente increíble. El hormigueo en la base de mi columna vertebral ya se está iniciando. Voy a venirme y a lo grande, pero debo asegurarme de que _____ se venga conmigo.
—____—susurro su nombre al oído, mis embestidas aún más duras. Es como si yo no tuviera el control sobre mi cuerpo en absoluto. Estoy consumido por la necesidad de venirme. Y de hacerla venir, también—. ¿Estás cerca? —Estiro mi mano entre nosotros y la toco entre sus piernas, su pequeño gemido me dice que di en el punto correcto—. Por favor, dime que estás cerca.
—Muy, muy cerca. Oh, Dios mío, Joe. Por favor...
Santo infierno, se ve tan sexy así. Toda necesitada y desesperada. Ella literalmente se abalanza hacia mí y me empino sobre mis rodillas, agarrándola por la cintura para poder empujar más profundo. Se pone cada vez más ruidosa, dando pequeños murmullos sexys que apenas puedo entender, y cuando llego a un punto en su interior que es particularmente profundo, se desmorona completamente debajo de mí. Su cuerpo está atormentado por estremecimientos, con la cabeza echada hacia atrás mientras se convulsiona a mí alrededor. Enviándome directo a mi propio orgasmo espectacular que casi me deja ciego. Me derrumbo encima de ella, mi cuerpo todavía temblando, las secuelas de mi orgasmo persistentes durante largos minutos milagrosos, mientras envuelve sus brazos alrededor de mí, sosteniéndome cerca, pasando sus manos por mi espalda. Calmándome, despertándome de nuevo.
—Me estás aplastando —dice finalmente, con la voz ahogada contra mi pecho y me aparto con una rápida disculpa, levantándome para poder tirar el condón a la basura antes de deslizarme de nuevo bajo las sábanas y atraerla a mis brazos. Ahora que la tengo de nuevo en mi vida, va a ser casi imposible dejarla fuera de mi vista otra vez. Lo cual es ridículo y poco realista, pero infiernos. La perdí de vista —y a mí mismo— en una ocasión. Y casi la pierdo por completo No puedo arriesgarme de nuevo.
—Sé que deberíamos hablar, pero estoy demasiado cansada —dice con un bostezo—. ¿Podemos hacerlo mañana?
—Sí. —Mantengo mi brazo alrededor de sus delgados hombros y presiono un beso en su frente. Yo también estoy cansado. Saciado. Satisfecho. El sexo me pone nervioso, siempre lo ha hecho. Mi pasado me persigue y representa el acto prohibido. Vergonzoso. Por lo general, prefiero evitarlo. Evito a las mujeres en general, ya que siempre quieren algo de mí que no puedo dar. Sin embargo, no es lo mismo con _____ . Nunca con _____ . Estar con ella tan íntimamente se siente bien. Perfecto. Me gusta desnudarme a su lado, tanto física como emocionalmente. Yaciendo desnudo, mostrándole todo lo que tengo, todo lo que soy, no tengo miedo cuando estoy con ella. Es liberador. Me siento libre. Como un pequeño milagro. | |
| | | Lady_Sara_JB Casada Con
Cantidad de envíos : 1582 Edad : 28 Localización : México Fecha de inscripción : 24/03/2013
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Agosto 2nd 2013, 20:17 | |
| wuju otra vez juntos!!! seee siguela siguela | |
| | | eschio Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 405 Localización : Chile Fecha de inscripción : 03/03/2013
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Agosto 2nd 2013, 21:12 | |
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| | | VaLeexD Vecina De Los Jonas!
Cantidad de envíos : 330 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/04/2012
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Agosto 3rd 2013, 17:17 | |
| :33 quee liindooo sigueelaaa | |
| | | eschio Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 405 Localización : Chile Fecha de inscripción : 03/03/2013
| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. Agosto 3rd 2013, 20:08 | |
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| Tema: Re: Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. | |
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| | | | Second Chance Boyfriend (Joe y tú) 2da Temporada. | |
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