Hilo Rojo (Nick&____)

hay Nick es taaaan complicado Sad

espero capi pronto si pofiiis
SIGUELA!!!

Hola.... Me llamo Katty y soy nueva lectora What a Face

Bueno, me ha encantado todo lo que he leido de tu nove es muy original en muchos aspectos... la trama, la historia, Nick y el tiempo en que esta escriita Very Happy

Me encanta que aun en estos tiempos y despues de 5 años sigan las noves de mi amor Nick y mis cuñados :3 es algo maravilloso cheers

Enserio, amo tu nove y espero la sigas pronto tiste

I love Jobros like the first time Enamorada

ME encantooo!!! pero muy cortooo Sad

quiero maas!
nick es un completo patán, un grosero >:l
claro que lo apoyo, rayita se comportó como una regalada, tom es su exnovio y no lo debe besar ¬¬

SIGUELAAA PORFAAA Very Happy

Hilo Rojo (Nick&____) - Página 4 Photo.php?fbid=10151486730267093&set=a.434292227092.232460

MORII

HOLA!! nueva lectora
me ha encantado tu novel
siguelaaaaaaaaaaaaaaa Very Happy

Siguela porfaa

Hooola, preciosas. Discúlpenme por no subir antes, pero mi madre apenas me deja sostener a Jev (mi compu). Hemos estado saliendo mucho de casa y no he podido concretar mas de unos cuantos pedazos de capítulos. Ya lo que quiero escribir esta ordenado en mi cabeza, pero no he tenido tiempo para escribirlo -.- De todos modos, siempre pienso en ustedes y mis tiempos libres los paso escribiéndoles Smile

Oh, otra cosa: la semana que viene (exactamente el miércoles) empiezan las clases para mi. Me he prometido que este año seré mas responsable y me dedicare mas a la escuela; estos son mis dos últimos años y debo hacerlo bien. Así que, entre semana no utilizare mi compu para nada mas que no sea hacer tarea. So, que les escribiré entre viernes y sábado y tratare de subirles los domingos. Lo se, lo se, es mucho tiempo para esperar, pero no les dejare de escribir capítulos y eso es algo :)Es mi pasatiempo favorito (después de leer), así que no lo voy a dejar se hacer. Pueden estar tranquilas.
Pero antes de que empiecen las clases, les escribiré y subiré lo mas que pueda. Very Happy

Bueno, ya paro de escribir y subo capitulo. Para eso estan aqui, no? xD
Oh, por cierto. Vi que tengo nuevas lectoras!! Bienvenidas, Katty:3 y yessi jobrOss! Me alegra que les guste mi nove ajlfaksfjaskld. Me encanta! :DJajaja. Espero que la lean hasta el final!
Ya, ya paro. Buenas noches. Y disfruten de su lectura. Las quiero. Se cuidan ♥

Capitulo 5: Parte 4
Todo está en silencio cuando subimos las escaleras hacia nuestras habitaciones. Mi hermano murmura un somnoliento “buenas noches” antes de desaparecer tras la puerta de su habitación. Yo me detengo frente a la puerta de la mía un segundo y me giro hacia Nick, sin realmente saber porque lo hago. Él me mira también. Me sostiene la mirada unos cuantos segundos antes de sacudir la cabeza y suspirar. Sus ojos se detienen para mirar la puerta frente a él.

-Buenas noches –dice, alargando su mano para agarrar el pomo de su puerta.

-Buenas noches –digo, reflejándolo.

Él gira la cabeza hacia mí un momento y abre la boca como si quisiera decir algo más, pero no lo hace. En su lugar, desaparece tras la puerta de su habitación, cerrándola de un portazo. Suspiro y me meto en mi habitación en silencio, todavía desconcertada por los otros acontecimientos de la noche. Me quito los zapatos, dejándolos a un lado de la cómoda, y lo mismo hago con el resto de mi ropa. Me quedo solamente con la braga antes de pasar un camisón de algodón sobre mi cabeza. Camino hacia el interruptor de la luz, que está al lado de la puerta, y la apago. Decidida a dar por terminado el día, me giro para ir directamente a la cama cuando escucho un vacilante y diminuto sonido en la puerta. Miro sobre mi hombro y frunzo el ceño. ¿Quién será?, me pregunto mientras camino hacia la puerta y la abro.

Nick habla antes de que yo pueda decir algo… o reaccionar ante su visión.

-Lo siento –dice-. Por lo que dije antes. No debí hablarte de esa forma. No sé qué te paso después de que lo dije, pero de alguna manera te molesto. Y no me gusto ver esa expresión en tu cara. Lo siento.

Ahora es mi momento para sorprenderme. Me quedo mirándolo, con mi mano derecha agarrando la puerta, sorprendida por sus palabras. Él se queda ahí, mirándome pacientemente, con las manos a sus lados, su torso desnudo y sus pantalones bajos de pijama mostrándome desde el vello de su pecho hasta su caminito de la felicidad desapareciendo tras la cinturilla del pantalón. Elevo mi mirada cuando mi subconsciente me da una palmada mental para dejarme saber que me he desviado de su cara. Noto unos trazos negros cubriendo ambos de sus costados cuando arrastro mi mirada hacia arriba por su cuerpo y aunque no los puedo distinguir desde este ángulo, se que se tratan de tatuajes (obviamente). Hago una nota mental para preguntar después de qué se tratan, en un momento más apropiado.

-No tienes que disculparte –digo cuando me recupero de la visión de su glorioso y bien esculpido cuerpo, sacudiendo la cabeza y sonriendo un poco-. No me molestó. Solo me sorprendí un poco por tu dureza. Eres más del tipo que te pasas haciendo bromas por todo y se enoja por nada. Te subestime –me encojo de hombros-. No es nada. No volverá a pasar –le aseguro.

Él asiente lentamente con la cabeza mientras sus ojos se entrecierran un poco mientras me estudian. Casi puedo ver a través de ellos que él no me cree.

-De acuerdo –dice cautelosamente-. Es bueno oír eso –sonríe amargamente-. No volveré a hablarte de esa manera. No fue muy… prudente.

-Bueno, tú no eres muy prudente de todos modos.

-No –él se ríe-. Es cierto. Ya me voy a dormir –señala con su pulgar hacia su habitación-. No quiero robar más tiempo de mi siesta de belleza y mucho menos de la tuya. Tenemos que estar hermosos siempre.

-Solo vete –me rio, agitando mi mano en el aire con diversión-. Descansa.

-Tu igual –sonríe y me guiña antes de girarse hacia su habitación.

Sacudo la cabeza cuando cierro la puerta. Luego, descubro que tengo una sonrisa en la cara. No me molesta admitir que se siente genial que Nick Jonas me haga sonreír. Al contrario, me encanta. Es una nueva sensación y realmente se siente bien. Muy bien.

Cuando me acuesto en la cama y cierro los ojos, la sonrisa sigue en mis labios hasta que me duermo.

***

En la mañana, cuando me despierto para prepararme para ir el colegio, me siento liviana, como flotando entre nubes. Nunca había dormido tan profundamente desde hace cuatro años. Se siente bien.

Me baño, me visto y me preparo tarareando una canción. Casi nunca hago eso; solo en ocasiones especiales o cuando me siento realmente feliz. Hoy va a ser un gran día. Lo sé, lo presiento.

Cuando termino de prepararme, cojo mi bolso y salgo de la habitación. Bajo las escaleras con regocijo y camino alegremente hacia el comedor. Me doy de bruces contra el suelo cuando las nubes sobre las que froto desaparecen y me devuelven a la realidad. Toda mi “familia” esta sentada en la mesa. Las chicas del servicio y Constance revolotean alrededor de ellos para servirles el desayuno con propiedad. Toda mi felicidad se desvanece mientras pongo una forzada sonrisa en mi cara y me adentro en la habitación a regañadientes. No quiero hablar con mi madre, ni siquiera quiero estar cerca de ella, así que sentarme en la mesa junto a ella es un poco demasiado para mí justo ahora. Y odio que ella sea la causante de que mi felicidad haya desaparecido tan súbitamente.

Sin embargo, tengo hambre y me siento junto a Jared en la mesa sin rechistar. Para mi mala suerte, mi madre es la primera que me dirige la palabra.

-Buenos días, ____ -ella está sonriente.

-Buenos días, Camille –le respondo. Su sonrisa flaquea un poco. Ella sabe que no estoy muy feliz con ella cuando digo su nombre en lugar de decirle el habitual “mamá”. Aunque, bien que debería saber que no estoy feliz con ella desde hace mucho, mucho tiempo.

-¿Qué tal tu fin de semana, cariño? –Me pregunta, llevándose a la boca un pedazo de beicon pinchado en un tenedor. Me enferma que la palabra “cariño” salga de su boca-. Jared me ha dicho que lo pasaron muy bien. Nick le secunda. ¿Qué dices tú?

Su visión me enferma, pero más me enferma su hablar. Así es ella, jamás puede dejar de decir jerga de su trabajo. Ni siquiera en la mesa, entre familia. Es abogada, vive para ser abogada, respira leyes y casos, come juicios y clientes. No puede vivir sin ese trabajo. No tengo ni idea de cómo mi padre la soportaba. Tenía que ser un hombre extremadamente paciente para poder soportar tremenda mujer. Y por desgracia, yo no heredé su bella virtud.

-Ha estado bien –asiento con la cabeza-. Nos hemos estado llevando mejor ahora. Nick es toda una caja de sorpresas –me encojo de hombros, restándole importancia a todas mis palabras-. Aun quiero de vuelta la habitación de papá a su estado original, pero todo ha ido bien de todos modos.

Jared, a mi lado derecho, se gira a verme y me da una mirada recriminadora. Lo ignoro mientras miro a mi madre. Como siempre, su expresión no cambia. A veces me pregunto si ella tiene corazón. Constance se apresura hacia mí, haciéndome desviar la mirada de mi madre hacia ella, y coloca un plato lleno de beicon y panqueques frente a mí. Yo le sonrío mientras ella coloca la taza de mi moca frente a mí.

-Gracias –le digo. Ella asiente y se retira. Yo me concentro en mi desayuno, que es la razón por la cual estoy todavía en esta torturante situación.

-Excelente –responde mi madre-. Eso significa que en muy poco tiempo ya se querrán como hermanos –sonríe abiertamente, agarrando la mano de Paul, quien está a su lado, con ambas manos sobre la mesa. Él la mira y sonríe también-. Y todos seremos una gran familia feliz.

-Oh, eso es como en Barney, ¿no? –Comenta Nick, con un codo sobre la mesa, señalando con su dedo índice a mi madre, quien está a su lado-. ¿Todos somos una familia feliz? Ja-ja. No lo creo –sacude la cabeza y baja su mano, mirando con desprecio a mi madre. Creo que somos dos-. Es estúpido pensar que todo el mundo piensa como tú, Camille.

-¡Nicholas! –Le regaña Paul, con el ceño fruncido y la voz severa-. Más respeto.

Mi madre no se inmuta y continúa comiendo. Ella está acostumbrada a este tipo de trato hostil, no solo de mí, si no también de las personas a las que ha mandado a la cárcel después de algunos de sus exitosos juicios y de personas que ve en la calle, las cuales no fueron favorecidas por sus servicios. Mamá le sonríe a Nick, sin embargo.

-No todos pensamos igual, Nick, eso es cierto. Me alegra saber tu pensar –le responde. Odio esa calma que ella proyecta, en la cual ella guarda una perfecta compostura, como si nada en el mundo pudiera hacerle perder los estribos. No se altera en ningún momento y lo odio. La odio-. Tranquilo Paul –le dice, girándose hacia él con una sonrisa tranquilizadora-. No me molesta que Nick me diga lo que piense.

-No es que lo diga, cariño –le responde con la voz un poco más calmada y suave. Yo estoy a punto de vomitar mi desayuno-, es la forma en que lo dice. No es la correcta.

-De todos modos, no importa –responde ella, pasiva, acariciándole la mano con tranquilidad-. Es un adolescente. Ellos son así.

Nick bufa. Se levanta del asiento con brusquedad y sacude su servilleta hacia la mesa.

-Hora de irme –dice con dureza. Sus ojos brillan con enojo.

-Buena idea –le responde Paul, elevando sus ojos hacia él-. Y a la salida del colegio, te quiero aquí. Tengo que hablar contigo.

Nick rueda los ojos.

-Como digas, viejo –dice y sale de la habitación a grandes y enojadas zancadas.

Yo le sigo con la mirada unos instantes. Mi madre puede hacer enojar a cualquiera en un segundo. Nick ahora es prueba de ello. Suspiro, reconociendo lo que él debe sentir en estos momentos, y devuelvo mi mirada al plato de mi desayuno. Me concentro en comer. La mesa se queda en silencio después de la partida de Nick; solo se escuchan los ruiditos que hacen los cubiertos cuando hacen contacto con los platos de porcelana por un largo rato.

Jared, unos minutos más tarde, murmura una disculpa y se levanta de la silla.

-Te veo en la escuela, fea –dice y besa mi cabeza antes de marcharse.

Me preparo mentalmente para otra conversación tortuosa con mamá, pero ella se mantiene en silencio, igual que Paul. Lo cual me llena de profundo alivio. Ellos, ambos, se levantan de sus sillas más tarde después de terminar sus desayunos y se despiden de mi antes de salir del comedor. Yo respiro profundamente cuando desaparecen detrás del umbral y siento todos mis músculos relajarse. Ni siquiera sabía que estaba tan tensa. Termino mi desayuno y mi moca con calma antes de ver a las chicas del servicio aparecer para llevarse todos los platos y vasos de la mesa. Me levanto de la silla y me despido de ellas con una sonrisa antes de salir de la habitación, acto seguido, de la casa.

Duncan me está esperando afuera. Yo le miro a través de mis gafas de sol y le sonrío brillantemente. Él se limita a abrirme la puerta del auto con su rostro como una máscara eterna de seriedad. Yo ruedo los ojos y entro en el auto, rozando intencionalmente su mano con la mía, la cual esta posada sobre la parte superior de la puerta cuando me doblo para sentarme. Sonrío triunfal cuando él no aparta su mano ni se mueve por algunos segundos. Cuando se recupera, da la vuelta al auto, se sube a él y lo enciende. Yo intento mantener una “conversación” con él, pero habla poco. Se limita a dejarme en la entrada de West y se va, como siempre. Resoplo mientras me giro en dirección de las puertas de cristal para entrar en el colegio.

Al parecer, no voy a tener mucha suerte con él hoy a pesar de mi buen humor.

***

Tracy me sigue al estacionamiento cuando salimos de clases al final del día. Duncan está recostado contra el auto, esperándome. Yo bajo la velocidad de nuestra marcha mientras mi mejor amiga parlotea y se queja. Ha estado así casi todo el día. Entre las clases que tomamos durante la mañana le conté sobre las salidas que tuve en el fin de semana, excluyendo la parte de las carreras clandestinas. Es mejor que se quede en la ignorancia durante algún tiempo. También omití otros detalles y solo le conté sobre las salidas a comer y la visita del hermano de Nick y su novia. Nada más. Y es lo mejor, o de otro modo también estaría dándome un sermón de cómo no debo ir a esos lugares porque son sumamente peligroso y de baja clase.

-¡… y no me invitaste! –Se queja-. No es justo. Soy tu amiga. Debes contarme cosas. Invitarme a salir contigo. ¡Te fuiste a comer pizza con el galán de Nick sin siquiera pensar en mi! No es justo –resopla, haciendo un espectáculo al pisotear fuertemente el suelo bajo sus pies como en una rabieta infantil.

Ruedo los ojos y reprimo el impulso de reír. Me detengo, notando que ella se ha quedado en su lugar, con un mohín en sus labios carmesí y el ceño fruncido. Ella se cruza de brazos y los libros que carga en ellos se aprietan contra su pecho. Ruedo los ojos nuevamente y sacudo la cabeza.

-Lo siento, Trace –digo, conociendo perfectamente lo que ella quiere oír-. Debí haberte avisado que iba a salir e invitarte… pero no puedo estar contigo todo el tiempo. Tengo una vida también. ¡Y tú te fuiste de fiesta sin mí! –Exclamo, extendiendo mi brazo hacia ella-. Eso tampoco es muy justo.

Su ceño se suaviza mientras me estudia. Casi puedo ver como su mente trabaja mientras raciona lo que dije. Ella puede ser rubia, pero no es estúpida y sabe perfectamente que yo tengo razón. Su mohín se mueve de un lado a otro y luego asiente.

-De acuerdo, estamos a mano –dice, encogiéndose de hombros-. De todos modos tu fin de semana no fue tan excitante como el mío.

Oh, lo fue, pienso mientras recuerdo las carreras.

-No –le digo-, pero mi semana será mejor –sonrío.

Echó un pequeño vistazo sobre mi hombro, hacia Duncan, quien me espera pacientemente todavía recostado contra el auto. Tracy me mira con sus ojos entrecerrados, sospechosa.

-¿Qué tienes en mente? –Pregunta, ladeando su cabeza-. ¿Crees que Duncan cederá?

-No lo sé –admito-. Espero que sí. Todavía no me rindo y no lo haré hasta que él lo haga ante mí.

Tracy sacude la cabeza y se ríe. Yo reprimo el impulso de fruncirle el ceño por burlarse y no creer en mí y mis capacidades.

-Eres muy testaruda, _____ -dice-. Terriblemente. Tienes suerte de que Duncan aun no te haya denunciado por acoso.

-Esa es una señal. Significa que yo le gusto lo suficiente como para no denunciarme –digo, sonriente.

Tracy rueda los ojos.

-Como digas –echa un vistazo detrás de mí, supongo que hacia Duncan, y sonríe un poco. Devuelve sus ojos a mí y suspira, cerrando brevemente sus ojos azules-. Suerte. La necesitaras. Duncan tiene voluntad de acero. Y no creo que vaya a ceder.

-Solo deséame suerte y ahórrate lo demás, que no me ayuda en nada –le digo, reanudando la marcha-. Te llamaré después –le digo sobre mi hombro-. Oh, y si salgo con Nick, también lo haré –añado, recordando sus quejas. Sonrío un poco cuando ella grita a mi espalda:

-¡Mas te vale!

Duncan abre la puerta del auto cuando me aproximo y la mantiene abierta para mí. Yo me detengo cuando voy a subirme al auto y le miro. Sus hermosos ojos verdes están cubiertos por unas gafas de sol, lo cual es una pena porque me encanta verlos a la luz del sol.

-Deseo ir a Kali’s –le digo-. Hace tiempo que no tengo libros nuevos.

Él asiente.

-Me detendré allí, señorita _____.

ay esa ____
siempre optimista con duncan
pero ya sta cayendo a los encanto de nick
jejeje
wooo
ese desayuno fue genial
y me molesto q la mama dijera eso
solo x q ella es feliz
nick y ____ tienen razon
se llevaran bn
pero eso no significa q seran una gran familia feliz
siguela
me encanta

Holaaaa.... que buen capii
Y ntp yo tambien voy a la escuela y me alegro que te propongas hecharle mas ganas
SUERTEE
Siguela cuando puedas:3

ushhh la madre de rayita me cae realmente mal
y ya quiero que pase algo con Nick
hasta cuando nos tendras esperando eh?
SIGUELA PRONTO PORFA!!!

ahh sii tu crees que, antes del miercoles que empiezan tus clases podrias hacernos una maraton?? Smile

ALERTA! Morirán con este capitulo. okno, jaja, pero casi. Tratare de traerles mas capítulos antes de que comiencen las clases, pero no puedo prometer nada .-. Me alegra mucho que les guste la nove kasdlasklasd. Me pone super feliz. Y ahora empieza lo bueno xD
Hora del capitulo. Disfrútenlo. Las quiero. Se cuidan Smile

Capitulo 5: Parte 5
Empujo la puerta de la pequeña y antigua librería para abrirla y esta hace sonar una campanita sobre mi cabeza. Kali’s Books es el mejor lugar para comprar libros en el mundo. Kalissa, la dueña del lugar, es muy amable y conoce la mayoría de los libros que hay en el lugar, hasta los nuevos que le llegan de tanto en tanto. Es amante de los clásicos como Romeo y Julieta, pero también le gustan los contemporáneos. Una vez me dijo que le gustaban mucho las novelas de Nicholas Sparks. De vez en cuando también me recomienda alguno que otro libro que ella ha leído recientemente. Es una verdadera amante de los libros y una persona con un gran corazón. La conozco desde pequeña. Mi padre me traía aquí en busca de algún nuevo libro de cuentos o algún nuevo libro de aventuras para leerme antes de dormir. Ese habito no lo he perdido, solo que ahora ya no me los lee él.

Doy apenas unos varios pasos dentro de la tienda, mirando hacia los estantes de libros a mi derecha en busca de alguna portada o nombre que me atraiga, cuando una pequeña niña corre hacia mí y se abraza a mis piernas, haciéndome tambalear un poco. Yo rio y acaricio su cabello castaño mientras la miro.

-Hola, Mary –digo con entusiasmo-. Estás grandota. ¿Quieres soltarme para poder ver que tan hermosa estas en ese vestido?

Ella suelta mis piernas y eleva su cabeza hacia mí, sonriendo. Le faltan dos dientes inferiores y uno superior. Mary es la nieta de Kalissa, y solo tiene seis tiernos añitos, por lo que es muy cariñosa e inocente. Me agacho hasta estar a su altura y le sonrío de vuelta. El vestido que lleva puesto es uno que yo le compre hace algunos meses atrás para su cumpleaños. Es blanco con grandes círculos negros y una cinta rosada rodeándole la –todavía- inexistente cintura. Unos zapatos blancos cubren sus pequeños pies, también cortesía mía.

-Pero mírate, ¡pareces una modelo! –le digo y ella se ríe.

-Gracias, _____ -dice, con su voz baja y tímida-. Tú también estás muy linda –retuerce sus dedos en la falda del vestido-. ¿Quieres que busque a la abuela?

-No –sacudo la cabeza mientras sonrío-. Estoy bien. Solo dile que estoy aquí.

Ella asiente y sale corriendo en dirección a la parte trasera de la librería. Me enderezo hasta mi estatura normal y sonrío mientras la veo desaparecer por el pasillo lleno de estantes llenos de libros y detrás de una puerta con un cartel anunciando: SOLO EMPLEADOS. Supongo que Kalissa está revisando las cajas de nuevos libros o haciendo algo importante allá atrás porque de lo contrario, no dejaría la tienda bajo la supervisión de Mary. Gracias a Dios no hay más clientes en la tienda y la mayoría de las personas que entran en Kali’s son ancianos que conocen a Kalissa y a la niña, exceptuando jóvenes como yo, de otro modo no sería buena idea dejar a la niña sola.

Camino hacia el área de libros bajo la categoría de Joven Adulto, que está cerca de las novelas de romance, en el lado derecho de la librería, pegados a la pared color crema mate del lugar. Me dejo llevar por las portadas para escoger los libros y luego leo sus sinopsis en la parte de atrás de estos para decidir si me gustan o no. Rápidamente me encuentro con muchas tramas prometedoras, así que no se cuales escoger. El mínimo de libros que debo comprar son cinco; el máximo, diez. Si compro más, es probable que no los lea o Jared me los termine robando para el mismo. Y es algo que no quiero porque él o no me los devuelve o me los destroza. A veces, termina dejándolos tirados donde sea y no los vuelvo a ver. Así que he aprendido a moderar los libros que compro y saber cuáles compro para que Jared no se los lleve.

Mientras estoy leyendo la sinopsis de un libro, alguien se aproxima a mí de manera tan sigilosa que no me doy cuenta de cuando lo hace. Ni siquiera recuerdo haber escuchado sonar la campana de la entrada. Rápidamente supongo que es otro cliente. O Duncan, que tal vez ha decidido entrar y recibir algo de aire acondicionado en lugar de achicharrarse afuera bajo el sol, parado junto al auto mientras me espera. Pero cuando siento una fuerte mano presionar contra mi espalda baja y una solida presencia junto a mí, sé que no se trata de Duncan. Él se limita demasiado a mí alrededor. Así que está claro por demás que no es él.

Mi primer instinto es golpear con los libros que tengo en mis manos a quienquiera que está detrás de mí. Lo hago, pero esquiva mis golpes con la eficiencia de un ninja. Luego se ríe, alejándose de mí. Me tenso. Reconozco esa arrogante y estúpida risita. En realidad, la reconocería hasta en un lugar lleno de gente haciendo algarabía. Y sin titubear.

Me giro hacia él con el ceño fruncido, molesta con su estúpida bromita. Nick se lame los labios, tratando de evitar que una sonrisa se cuele por ellos, pero es imposible de detener. Aun se está riendo un poco entre dientes.

-¿Qué haces aquí? ¿Me estas siguiendo? –le gruño, molesta con la expresión divertida en su cara y la sonrisa burlona en sus labios. Me cruzo de brazos, queriendo golpearle de nuevo con los libros. Y esta vez atizarle en la cara para quitarle la sonrisita.

-No. Solo deseaba un libro nuevo con el cual entretenerme y pensé que este sería un buen lugar para ello, ¿no crees? –dice, metiendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones. Mira hacia el estante a su lado derecho y lo analiza.

-Mentira –replico, entrecerrando los ojos-. Me estas siguiendo y no sé por qué.

-¿Ahora todo gira a vuestro alrededor, su majestad? –me reta, aun sin mirarme. Su sonrisa permanece.

-¿Por qué me sigues? –mi voz suena mordaz.

-¿Por qué respondes con otra pregunta? –Ahora me mira. Enarca una ceja, divertido.

-¿Por qué lo haces tú?

-No pierdes en nada, ¿ah? –sacudo la cabeza y él se ríe-. Vale. Te estoy siguiendo. Quería ver que hacías fuera de la escuela y a dónde vas –se encoge de hombros-. Solo por curiosidad -gira nuevamente su mirada hacia el estante en la sección que estoy buscando un libro y extiende su mano hacia uno de ellos, señalándolo con su dedo índice, en el cual tiene tatuado algo que no puedo distinguir bien-. John Green es bueno. Deberías leer Bajo La Misma Estrella –me mira.

-¿Me estás dando recomendaciones de libros? –alzo las cejas con sorpresa. No puedo creer lo que oigo-. ¿Tú, de entre todas las personas, lo haces? Increíble.

Él sonríe y vuelve a encogerse de hombros.

-Me subestimas mucho, ____.

Estoy sin palabras ante eso porque es cierto. Pero no voy a admitirlo. Suspiro.

-Y bien, ¿qué otro libro me recomiendas?

Él sonríe más ampliamente, y se gira hacia el estante para sacar otros dos libros.

-Beautiful Disaster y Walking Disaster –dice, colocándolos a ambos lados de su rostro para mostrarme sus portadas-. Son ambos lo mismo, solo que con diferente narrador. Te gustaran. ¿Has leído Los Juegos del Hambre?

Asiento. Él frunce los labios.

-¿Cazadores de Sombras?

Asiento de nuevo.

-¿Todos?

-Sí. Todos los que han sido publicados –asiento de nuevo-. Tienes que hacerlo mejor que esto –ahora yo sonrío burlonamente.

-Hey, esa sonrisa es mía. Te demandare por los derechos de autor –bromea, sonriendo también. Sus ojos se fijan en mis labios un largo rato-. Sin embargo…, en ti se ve sexy –comenta pensativamente, sin apartar sus ojos. Sus manos bajan lentamente, como si lo hicieran por voluntad propia, y se mantienen inmóviles en sus costados, aun aguantando los libros.

Muerdo mi labio inferior mientras lo miro. Nos hemos quedado en silencio, mirándonos uno al otro. Me fijo en su boca y de repente tengo ganas de presionarla contra la mía. De agarrarlo por esos hermosos rulos castaños mientras nuestras bocas se devoran. De explorar su cuerpo y averiguar de qué se tratan los tatuajes en sus costados, y de ver cuántos mas de ellos tiene y donde. De desnudarlo completamente y que me haga suya contra un estante…

Nick da un paso al frente, acercándose a mí súbitamente. Suelta los libros, dejándolos caer al suelo. Yo me sobresalto, saliendo de mi estupor, y abro la boca para comenzar a regañarle por ese acto tan despreocupado. Los libros son preciados, por lo que hay que cuidarlos. Por mi boca no salen palabras, sin embargo. Suelto un chillido involuntario cuando él me toma por las caderas y me presiona contra el estante. Los libros que tengo en las manos, resbalan de ellas y también caen al suelo. Los ojos de Nick atrapan los míos antes de que pueda indignarme, y rápidamente me encuentro cautiva en ellos. Sus ojos son tan hermosos y cautivadores, tan misteriosos y desconocidos, que hacen que mi cabeza de vueltas.

Él presiona su boca contra la mía, cerrando los ojos. Yo también los cierro, invadida por sentimientos encontrados. El corazón me late con una fuerza sobrehumana. Él abre sus suaves y carnosos labios, un poco vacilante, y se abre paso en mi boca con su lengua, haciéndome perder todo tipo de cordura que podría tener. El autocontrol también se desvanece. Enrollo mis brazos alrededor de su cuello y le respondo el beso con ferocidad. Me sorprendo al darme cuenta de que había deseado esto desde hace mucho tiempo. Tal vez desde la primera vez que nos vimos.

Sus manos aprietan mis caderas y luego suben por dentro de mi camisa, rozando con la yema de los dedos mi piel. Me estremezco porque sus dedos están fríos y me aprieto más contra él. Nick desvía sus manos y las baja hasta mi trasero al tiempo en que muerde sensualmente mi labio inferior. Suelto un quejido, abriendo los ojos, y me encuentro con los suyos, que brillan como una hoguera de pasión. Aprieta mi trasero y vuelve a besarme con fuerza. Nuestras lenguas libran una batalla dentro de nuestras bocas. Mis dedos suben por su nuca, acariciando su cabello, sintiéndolo como seda en mis dedos. Cuando él vuelve a apretar mi trasero, le jalo el cabello.

Se ríe contra mi boca.

-Que agresiva –murmura-. Que sexy.

Abro mis ojos y le miro. Él está sonriendo burlonamente. Le sonrío de vuelta. Su sonrisa desaparece de un momento a otro, sin explicación. Frunzo el ceño. Él vacila un poco antes de separarse bruscamente de mí. Se agacha y recoge los libros del suelo. Yo me quedo aturdida, mirándolo con confusión. ¿Qué le pasa? ¿Habré hecho algo mal?

Estoy a punto de preguntarle el porqué de su repentino cambio, cuando Duncan aparece a mi izquierda, a través de un espacio abierto entre dos estantes. Entonces me doy cuenta de que tal vez Nick escuchó la campana de la entrada cuando Duncan entró en la tienda.

-¿Todo está bien, señorita _____? –pregunta Duncan, deteniéndose cerca de nosotros.

Giro mi cabeza bruscamente hacia él y, todavía abrumada por el beso, no interpreto sus palabras. No sé qué quiere decir. Duncan me mira con el entrecejo fruncido en busca de respuestas. Trato de volver completamente a la realidad, pero no puedo. Estoy en blanco. En lo único que puedo pensar es en el calor del cuerpo de Nick presionado contra el mío, sus manos deslizándose por mi cuerpo y sus deliciosos labios devorando los míos.

-Todo está bien, Duncan –responde Nick por ambos, bruscamente, levantándose del suelo a su vez-. Solo le estoy recomendando algunos libros a ____ -levanta un poco los que tiene sus manos.

Duncan asiente vacilantemente, con sospecha. Sus ojos pasan de Nick a mí. Y lo siento estudiándome. Imagino cómo debe verme: con los labios rojos por el beso y desorientada como una lunática.

-Constance llamó –anuncia-. Vuestros padres los quieren en casa lo más pronto posible.

Nick bufa. Duncan lo mira y entrecierra los ojos. Nick le sostiene la mirada. Yo los miro a ambos, preguntándome si de alguna manera estoy en medio de alguna pelea de testosterona. Sacudo la cabeza y suspiro, volviendo a la realidad, la cual debería ser: Nick mi hermanastro, lo que implica nada de besos. Y Duncan mi caza amorosa. Nada más. No debe mezclarse todo y hacerme vacilar.

Aunque, en Nick no veo a un chico que sea del tipo que tiene relaciones a largo plazo.

-De acuerdo. Ya pronto nos vamos –le digo a Duncan. Él asiente secamente y yo me giro hacia el estante contra el que fui presionada y besada. Busco el libro que Nick mencionó antes y lo saco de su lugar-. Nick –le llamo-. Recomiéndame dos libros más, ¿quieres? Es todo lo que me falta.

Él se gira hacia mí y sonríe. Sus labios están rojos por el beso. Me entrega los libros de Jamie McGuire y los demás los deja en el estante. Me muero por volver a besarlo y si no estuviera Duncan de testigo, lo hubiera hecho ya. Nick puede ser lo que sea, pero sabe besar muy bien. Sus labios son adictivos. Me muerdo el interior de mis mejillas para no morderme el labio inferior y ser demasiado obvia con mis pensamientos, mientras lo miro.

-¿Te gusta el terror? –me pregunta Nick.

-¿De quién? –pregunto, curiosa.

-Stephen King. Lo amarás.

Sonrió.

-Adelante –le digo, extendiendo mi brazo como dándole luz verde para buscar los libros. Él le da la vuelta al estante frente a nosotros y busca los libros en el otro lado. Duncan se mantiene inmóvil, mirándome. Nick aparece junto a mí con otros dos libros en mano.

-Cell –levanta uno de ellos, mostrándome la portada-. Cementerio de Animales –levanta el otro-. Te morirás de miedo, pero te gustarán –sonríe-. Stephen es muy bueno haciendo historias de terror, me temo.

Me armo de valor antes de agarrar los libros de sus manos y sonreírle. Tengo que enfocarme en hacer lo propio frente a Duncan. Además, se supone que no debo sentir esta urgencia por Nick. Se supone que no deba sentirme tan necesitada de su calor. Se supone… Detengo mis pensamientos en seco. No debo pensar en Nick de ninguna forma.

-Confío en ti –le digo. Y me sorprende saber que lo digo en serio. Últimamente, muchas cosas me sorprenden al estar con Nick-. Si luego no duermo durante una semana, tendrás que dormir en mi habitación conmigo –le advierto a modo de broma.

-Con gusto –sonríe abiertamente. Y sé que él no piensa en estar en mi habitación solo para dormir.

Sacudo la cabeza, sonriendo, y luego miro a Duncan.

-Pagaré los libros y luego podemos irnos a casa, ¿vale?

Él simplemente asiente. Me doy media vuelta y me escurro entre dos estantes para entrar en el pasillo principal. Camino hacia la puerta que da hacia la parte de atrás de la librería e ignorando el letrero, la abro. Encuentro a Mary y Kalissa desempacando una caja llena de copias de libros nuevos. El alivio me inunda. Al menos ellas no han escuchado el espectáculo que hemos hecho Nick y yo allá afuera. O al menos no parecen haberlo escuchado.

-¡Hola Kalissa! –saludo con entusiasmo.

Ella eleva su mirada y me mira. Sonríe abiertamente y se dirige hacia mí, dejando de lado la caja. Me abraza fuertemente, con cariño. Yo le correspondo al abrazo y beso su arrugada mejilla.

-Estas preciosa, _____ -ella dice cuando se aparta de mí para mirarme completamente-. Tu padre debe estar muy orgulloso de ti desde allá arriba en el cielo. ¿Cómo te va todo, princesa?

-Todo va genial –respondo, sonriendo, a pesar de que el apodo crea un pequeño pinchazo de dolor en una herida abierta en mi corazón-. Mamá ha traído a vivir a casa a su nuevo novio y a su hijo. La idea no me agrada, pero ellos no son tan malos –me encojo de un hombro.

-Después de que no traten mal a tu familia, no debes preocuparte –dice ella, colocando sus suaves manos en mis brazos y apretándolos-. Además, tu padre no querría que se quedaran estancados en su recuerdo. Él querría que siguieran adelante.

Suspiro y me encojo de hombros.

-Supongo que sí.

-Bien. Sé que este no es un buen tema a tratar –sonríe amargamente y me suelta. Cambia el tema a uno más agradable-. Así que, ¿Cuáles vas a llevarte? –sus ojos se desvían hacia los libros en mis manos.

Los levanto hacia ella y los examina. Asiente con la cabeza.

-Son buenos libros. No los que usualmente te llevas –dice, en referencia a los de terror-. Pero es una buena elección. King es muy bueno en narrativa –sonríe.

-En realidad me los recomendaron–sonrío-. Me dijeron que son buenos, así que decidí tomarlos para saber que tan buenos son.

-Muy buenos –asiente, sonriendo-. Déjame el pago de los libros en el cajero al frente, por favor. Quiero terminar con esto rápidamente –señala detrás de ella, hacia las cajas.

Asiento. Me despido tanto de Kalissa como de Mary, quien me babea la mejilla con un mega beso. Me rio cuando lo hace y luego ella me abraza como una última despedida. Le digo que estaré de vuelta pronto para llevarla conmigo al cine.

Reviso en mi bolso por efectivo mientras salgo de la parte trasera de la librería. Cuando lo encuentro, ya estoy junto al mostrador donde está el cajero, así que dejo la cantidad correcta sobre este y coloco un libro encima del dinero para prevenir que nadie que entre en la librería se lo lleve. Camino de vuelta hacia donde dejé a Nick y Duncan mientras meto dentro de mi bolso los libros que acabo de pagar.

Escucho la voz de Nick mientras me voy acercando a ellos. No sé lo que está diciendo, pero suena molesto. Cabreado es la palabra correcta. Reduzco la velocidad y me escondo detrás de uno de los estantes para ver qué pasa. Nick tiene agarrada la camisa de Duncan de manera que su puño esta bajo la barbilla de mi chofer mientras habla. Duncan lo mira desafiantemente, pero en silencio.

-… y te rompo los dientes, imbécil. ¿Me oíste? –Gruñe Nick-. ¿Me oíste, bastardo? –repite, zarandeando un poco a Duncan. Él asiente y Nick lo suelta bruscamente. Cuando pasa por el lado de Duncan, lo empuja duramente con su hombro. Irradia rabia mientras se aleja. No logro conseguir un vistazo de su cara, pero no necesito hacerlo para saber que tan molesto esta. Y yo no tengo ni idea de por qué.

Salgo de mi escondite mientras Duncan se está arreglando la camisa, la cual tiene arrugas en el área que Nick apretó en su puño. Él levanta su mirada hacia mí; la máscara inexpresiva vuelve a su rostro en un segundo. Y así como así, sé que hay algo que no me está contando. Alguna parte de la conversación que no alcancé a escuchar. Sin embargo, no voy a preguntar de qué se trata.

Sonrío como si no hubiera visto ni escuchado nada.

-Hora de irnos –digo.

Asiente.

-De acuerdo –dice, terminando de arreglarse la camisa.

Las comisuras de sus labios se levantan un poco cuando paso a su lado y nuestras miradas se cruzan. Tomo eso como una pequeña victoria.

ash
ya cuando nick aparece
duncan se anima
hombres Razz

ejeje
siguela
me stas matando de la emocion
jejeje
bueno, es una muerte buena
si se trata de tu nove
siguela!!! por fa

Ohh por Dios
Se besaron, se besaron, se besaroon WAHOOOOOOOOOOOOOOOOO Enamorada

Moriii *.* y volvi a revivir xD
Me encanto el capi, siguela cuando puedas porfa

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Moriii

Siguelaaaa

Please

Siguelaaaa

OMJ!!!!!!!!!!!!!!! se besaron!!!
es tan sghfvgahjs
que pas con duncan eh????
SIGUELA PORFA PROOONTO

Sigue prontoo porfaa

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Siguela pronto porfaaa

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"Dios es mayor que los altos y los bajos"

Cada dia amo mas a Nick Enamorada

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Siguelaa porfaaaa
Shiii¿?

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"Dios es mayor que los altos y los bajos"
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Cada dia amo mas a Nick, algun diia Enamorada

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Mori *.*

Un 12 de agosto 2008 salió el 3º álbum de los Jonas Brothers: A Little Bit Longer. Hoy se cumplen 5 años. A Little Bit Longer debutó en su primera semana con más de 476.000 copias vendidas en USA en el puesto #1 del Billboard 200.
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siguela porfa Sad

Nuev@ Cantidad de envíos : 44 Fecha de inscripción : 01/06/2013

NUEVA LECTORAAAAAAAAAAAAAAAA
SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
RAPIDOOOO
POR FAVOR

awww esta muy buena
siguela
Este nick me va matar Very Happy

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