Hilo Rojo (Nick&____)

55 km/h no es muuucha velocidad en fin
SIGUELAAAAAAAAAAAAAA
pronto que ya quiero que empieze la accion 1313 hahahaha

SIGUELAA!!! quiero que se enamoren ya :$

Dios santo!!!! Ya quiero
la acción! XD jajajaja me
encanto la parte de Nick y Joe
"discutiendo". Esta buenisima
síguela pronto!! Smile

Capitulo 4: Parte 4

No considera mi petición, pero sigue mis directrices. Se detiene en el estacionamiento de la pizzería y los tres bajamos del auto. Yo frunzo el ceño hacia Nick, pero él no me nota. Jared le esta comentando sobre lo buenas que son las pizzas de este lugar y que le encantaran. Camino en silencio detrás de ellos a través del estacionamiento. Cuando llegamos a la entrada, Nick jala la puerta para abrirla y Jared es el primero en entrar. Nick espera hasta que yo atraviese la entrada antes de soltar la puerta detrás de él. Se posiciona a mi lado poco después, con sus manos dentro de sus bolsillos y una sonrisa tirando de sus labios.

-¿Cuál es tu limite? –me pregunta.

-¿Disculpa? –alzo las cejas con sorpresa mientras lo miro.

-Velocidad –me mira; sus ojos brillan mientras lo hace-. ¿Le tienes miedo a una infracción? O ¿tienes la tendencia de conducir como anciana?

Frunzo el ceño y me paro justo detrás de Jared en la fila, que consiste de seis personas al frente de nosotros. Nick se para junto a mí, mirándome expectante, a la espera de la respuesta a su pregunta. Decido quedarme en silencio, mirando hacia el menú gigante pegado en la pared detrás de la cajera. No voy a hablarle sobre mi pavor a los autos. Tampoco quiero que se burle de mí por no tener licencia de conducir, por lo que creo que es mejor quedarme en silencio. Me cruzo de brazos y hago un gran esfuerzo por ignorar su presencia, lo cual es casi imposible porque no puedes ignorar a Nick Jonas.

-¿Me estás dando la leí del hielo? Eso es muy maduro de tu parte, ____ -dice, burlándose. Su sonrisa burlona tironea en sus labios unos segundos antes de extenderse por ellos-. Oh, vamos. ¿En serio? ¿Qué edad tienes? ¿Nueve?

-Cállate –digo, exasperada.

-Responde mi pregunta.

-Si, le tengo miedo a una infracción –miento-. No me gusta la policía.

Nick bufa y luego suelta una carcajada. Algo en mi interior se derrite por el sonido. Es hermoso y atrayente. Casi me dejo llevar por la melodía cuando me recuerdo que debo estar enojada con él. O al menos parecerlo.

-Eres una miedosa sin razón –dice-. Solo coges la infracción y le das una patada en el culo al policía para que no joda demasiado. No tienes por qué tenerle miedo a esa estupidez.

Lo miro y lo fulmino con la mirada. Él enarca una de sus cejas con un signo de pregunta brillando en sus ojos.

-Debes mejorar tu vocabulario –digo-. Es pésimo hasta la médula.

-¿Te gustaría darme clases particulares para mejorarlo? –dice en una voz baja y grave. Sexy-. Soy buen estudiante. Aprendo rápido.

Me estremezco mientras lo miro fijamente a los ojos. Mi temperatura corporal de repente se incrementa y mis neuronas mueren en mi cerebro. Sus palabras son lo único que puedo escuchar, pensar y respirar. El aire es trivial. Trago lentamente y desvió la mirada. En lo único que puedo pensar es en esas clases particulares y lo que pasaría con nosotros dos estando solos, juntos. Me muerdo el labio inferior mientras cada nuevo escenario pasa por mi cabeza. Él y yo en mi habitación, en el piso, él sobre mí. Nosotros juntos en la sala de estar donde cualquiera podría ver su mano deslizándose por debajo de mi falda. En la cocina, yo sobre el mostrador y él entre mis piernas abiertas.

Debo parar con esto de una vez, me digo, volviendo a la realidad. ¿Qué está mal conmigo? ¡Nick es mi hermanastro por amor a Dios! No debo estar pensando en esas cosas. No es correcto. Debería pensar en él como mi hermano… pero simplemente no puedo. No mientras me mira con esa sensual mirada y me habla con esa voz tan sexy.

-¡Chicos! –nos llama la voz de Jared. Ambos giramos nuestras cabezas hacia él-. No puedo pedir la orden si no me dicen que van a comer.

En el lapso en el que Nick y yo nos mirábamos intensamente, la fila debió avanzar y Jared ahora está frente a la cajera rubia, quien nos mira con sus ojos azules llenos de curiosidad desde detrás del mostrador y la caja registradora. En realidad, ella está mirando a Nick. Jared esta medio girado hacia nosotros, con una mano sobre el mostrador y una de sus cejas alzadas. Yo camino hacia él y Nick hace lo mismo, posicionándose detrás de mí.

-Una pizza italiana estaría bien –comenta Nick, sonriéndole a la cajera, quien parece a punto de desmayarse. Yo asiento y reprimo el impulso de rodar los ojos.

-Vale –dice Jared. Se gira hacia la chica y comienza a pedir la orden. Nick me mira y hace un gesto hacia el otro lado del restaurante, hacia las mesas.

-Vamos a conseguir un lugar –dice.

Yo le sigo a través de mesas y sillas ocupadas, murmurando “buen provecho” hacia los comensales. Nos sentamos frente a frente en una mesa junto a la ventana. Nick coloca sus antebrazos sobre la mesa y me sonríe. Yo aparto la mirada hacia la ventana con mis manos sobre mi regazo y mi espalda recostada en el espaldar del asiento color rojo.

-Volvemos al inicio –dice-. ¿Qué es lo que hace que yo disguste?

-Tu actitud –digo mientras veo los autos pasar a través del cristal.

-Bueno, la tuya tampoco me gusta. Sin embargo, no lo demuestro tanto.

Lo miro, de repente intrigada por lo que tiene que decir. Frunzo el ceño.

-¿Qué tiene de malo mi actitud?

-¿Qué tiene de malo la mía? –responde, mirándome con diversión. Ruedo los ojos.

-Eres exasperante –respondo-. Para todo tienes una respuesta y eres arrogante. Oh, también eres creído. Y egocéntrico. Eres el tipo de chico que se pega a ti y destruye tu cerebro por la frustración acumulada y las estupideces que dice.

Él se ríe, agachando la mirada hacia la mesa durante un segundo.

-Tú eres infantil –dice. Yo alzo mis cejas con sorpresa-. Y gruñona. Y siempre estas frunciéndome el ceño. Eres un dilema… no, un problema matemático. Eres difícil de entender y no eres fácil de conocer. Eres como una cebolla: hay que pelarte capa por capa. Y yo apenas te he tocado con el cuchillo.

-¿Me acabas de comparar con una cebolla? ¿Y de decir que soy infantil? –Frunzo el ceño, sacudiendo la cabeza-. Ya sé porque no tienes novia.

-¿Por qué crees que no tengo? –ladea la cabeza, y mientras me mira, una sonrisa tironea de las comisuras de sus labios.

-Es obvio si me comparas con una cebolla… y ¡con un problema matemático! Definitivamente, no eres bueno coqueteando.

-No estoy coqueteando –suspira y sacude la cabeza-. Tu preguntaste que tiene de malo tu actitud; yo respondí –se encoge de hombros-. Si llego a coquetear contigo, caes rendida a mis pies en un parpadeo. Y con tan solo estar respirando junto a ti.

Ruedo los ojos y bufo.

-Imposible. Porque eso eres: imposible –digo, reflejando su posición: antebrazos sobre la mesa; me inclino hacia él, mirándolo a través de mis ojos entrecerrados-. Yo jamás, jamás, escúchame bien, jamás caeré rendida a tus pies.

Sus ojos se iluminan de repente y una sonrisa se extiende por su cara.

-¿Quieres apostar?

-¿Qué apuestan? –pregunta Jared, deslizándose en el asiento a mi lado. Coloca sus brazos encima de la mesa como Nick y yo, y mira entre nosotros con curiosidad.

Yo lo miro a Nick durante unos segundos más, en desafío. Luego, me incorporo y miro a mi hermano.

-Nada –digo, tajante-. No le hagas caso.

Desvió la mirada de vuelta a la ventana, colocando mi puño debajo de mi barbilla. Por el rabillo del ojo, veo a Nick lamiéndose los labios para ocultar un poco su sonrisa. Jared se encoge de hombros y comienza una conversación con Nick acerca de la comida del lugar. El menú en su mayoría son pizzas, pero son muy buenos haciéndolas. No hay pizzas más deliciosas en todo el pueblo; las de Di Stefano’s son las mejores. Jared y yo hemos venido a este sitio desde que tengo memoria. Papá siempre nos traía después de las prácticas sabatinas de futbol americano de mi hermano y, a veces, después de mis clases de ballet los viernes. O siempre que había una ocasión especial que mereciera una celebración con pizzas, lo cual era casi todo el tiempo. A papá le encantaba mimarnos y hacer lo posible para vernos felices. Nuestra madre siempre estaba en el trabajo (cosa que aun no cambia) y papá siempre se hacía cargo de nosotros y nuestras cosas. Siempre estaba al pendiente de nosotros y desde que murió me he sentido en el borde del abismo con frecuencia. Lo único que me mantiene firme de no caer al vacío es Jared.

-¿Qué opinas, ____?

La voz de mi hermano me saca de mis pensamientos. Me giro hacia él con una sonrisa y asiento, a pesar de que no tengo ni idea de que me estaba preguntando. Nick se ríe entre dientes.

-¿No sabes de que estamos hablando, cierto?

Suspiro y sacudo la cabeza.

-No –digo-. Infórmenme.

-Estábamos decidiendo si alquilar una película e ir a casa o ir al cine después de comer –dice Jared-. Nick quiere ir al cine y yo simplemente quiero ir a casa. Estoy cansado y necesito un descanso de las personas. Ustedes son soportables, pero me basta con la multitud a la que me enfrento en la semana.

-Eres un antisocial –comenta Nick-. Me sorprende que no seas gótico o algo así.

Jared rueda los ojos y abre la boca para responder. Yo le interrumpo a tiempo.

-No hables de culturas frente a él, por favor –le digo a Nick-. Un segundo mas y te hablaría sobre los góticos y como jamás debes discriminar a personas por sus gustos y su cultura. Evita que lo haga, por favor.

En ese instante, llega la cajera portando la bandeja de la pizza con sus manos cubiertas por unos guantes de cocina rosa para no quemarse. Deja la bandeja sobre la mesa, tres vasos de plástico de dieciséis onzas, tres platos de plástico y algunas servilletas de papel.

-Traeré la jarra de Coca-Cola y la botella de agua en unos instantes –anuncia, antes de retirarse de nuevo.

Nick alarga su mano hacia la bandeja y agarra un pedazo de pizza, pasándola de mano a mano hasta que logra colocarla sobre el plato de plástico. El humo sale del pedazo como indicativo tardío de que esta caliente.

-¡Joder! Está caliente –se queja él, llevándose los dedos a la boca.

-El vocabulario –le recuerdo. Nick me mira, sonríe, pero no dice nada. Algo en sus ojos me recuerda a su anterior sugerencia. Sacudo la cabeza y miro a Jared-. Mejor rentar una película e ir a casa. Quiero paz esta tarde.

-De acuerdo –dice él.

-En desacuerdo –dice Nick-. Y por eso, yo elijo la película –sonríe maliciosamente.

Suspiro y ruedo los ojos. Me voy a arrepentir de eso mas tarde-. Vale.

***

Al llegar a casa por la tarde, Nick carga en su mano una película de horror y misterio a través del vestíbulo hacia el salón de entretenimiento. Odio esas películas; no me dejan dormir de noche. Se lo comenté a Nick varias veces en el Video Rental y él simplemente me ignoró. Comienzo a pensar que le gusta molestarme sin razón. Y luego tiene el descaro de quejarse cuando me pongo de malhumor con él.

Nick y yo caminamos hacia el salón de entretenimiento mientras que Jared se desvía hacia la cocina para preparar las palomitas de maíz que también compramos en Video Rental. Nick pone el DVD en el reproductor de videos y enciende el televisor, el cual casi arropa toda la pared frente al sofá en el cual estoy sentada. Nick pone la película en pausa mientras esperamos a que Jared venga y luego se sienta junto a mí, extendiendo su brazo para ponerlo detrás de mí sobre el espaldar del sofá. Yo miro desde su brazo hacia su rostro y frunzo los labios.

-Ni lo pienses, Nick –le advierto, ya conociendo esa maniobra de miles de películas y libros-. Somos hermanastros, ¿recuerdas?

-Solo me pongo cómodo, hermanita –dice, sonriéndome-. Además, estoy totalmente seguro de que te abrazaras a mí durante la película. Lo hago para que estés cómoda tú también.

-¿Ah, sí? –Alzo las cejas y lo miro con escepticismo-. Que considerado.

-Lo sé. Soy un amor –asiente con la cabeza y sonríe-. ¿Sabes porque escogí esa película?

-¿Por qué te gusta llevarme la contraria y también porque te gusta molestarme? -sugiero.

-No –murmura, inclinando su cabeza hacia mí, tan cerca que nuestras narices casi se tocan. Todo mi cuerpo esta tenso con expectación. No puedo moverme. Y en menos de lo que pienso, estoy perdida en sus hermosos ojos color chocolate-. La escogí porque tengo una oportunidad de tenerte entre mis brazos sin mover ni un solo dedo. Y no podía ignorar esa oportunidad.

Él mueve su cabeza un poco hacia arriba y sus dulces y cálidos labios se posan sobre mi nariz, depositando un tierno beso en ella. Se aleja lo suficiente para volver a su posición inicial sin mover su brazo de mi espalda. Yo me quedo allí viéndolo, con los labios entreabiertos, deseando un beso en los labios y no en la nariz.

Jared llega poco después con las palomitas y Nick pone en marcha la película. No como palomitas en toda la película. Y antes de que siquiera llegue a ver la mitad de ella, ya mi cara está enterrada en el pecho de Nick, con su brazo alrededor de mis hombros. Odio admitirlo, pero prefiero eso a ver la película. Su aroma es celestial, además. Él huele a jabón de vainilla y a alguna colonia de hombre que complementa ese olor, haciéndolo oler estupendamente.

Creo que me quedo dormida entre sus brazos durante el resto de la película porque no recuerdo nada más que su aroma, la fuerza y el calor de su cuerpo contra el mío y sus palpitaciones. Más tarde, cuando despierto en mi habitación, supongo que él me cargó entre sus fuertes brazos para dejarme sobre mi cama mientras yo estaba inconsciente. Un bonito gesto de su parte; uno que me hace sonreír. Cierro los ojos nuevamente y me duermo oliendo su aroma impregnado en mi ropa y piel.

Jajaja ese Nick es un tramposo!
Pero lo amo igual. Me encanto ese
"detalle" xD cada vez se pone mas
buena e interesante. Síguela pronto, please!
Besos! Smile

buen truco Nick jajajaja
me encanta esta novela tienes que seguirla PRONTO PROOONTO!!!
POR FAVOR Sad

jajaja
y es x eso q no se debe subestimar
un buena pelicula de terror
es buena para eso
jejeje
me encanto q se refugie en el
y despues q el la lleve a su cuarto
owwww
me imagine la escena
Enamorada

siguela

owo siguela !!! Porfa porfa porfa!!!

ME ENCANTAAA !
MAS MAS!

¡Hoooooola, chicas! ¿Como están? Smile

¡Me encantan sus comentarios! Es genial saber que les gusta mucho la nove. No, en realidad no es genial, es plobnrg. Jajaja. Y no se apresuren, mis pequeñas saltamontes, soon va a empezar lo bueno. (¿Vieron lo que hice ahí? Soon! xD). Ah, no soy como los Jonas. Jaja. Pronto, pasara lo que quieren leer. Es solo que aun se esta cocinando a fuego lento (como dije antes). Todavía estoy preparando el momento perfecto y bum! Pasara. Very Happy

Um, bueno, ya les subo capi y dejo de hablar. Se cuidan. Gracias por pasarse. Las quiero ♥

Capitulo 5: Parte 1

Agito mi cabeza y golpeo el bolígrafo contra las páginas del aburrido libro de Historia al ritmo de Shoot To Thrill. Hace mucho tiempo que me perdí de la lectura gracias a la irresistible música de AC/DC. El libro de desliza hacia un lado de mis rodillas dobladas y cierro los ojos, perdiéndome en la pegajosa melodía. He estado casi todo el día pegada al libro intentando terminar la tarea de la señora Woodbury, y solo me he despegado de él para ir al baño y a comer. Soy realmente muy responsable con mis trabajos, pero me aburro con facilidad sin música. Así que me puse unos cascos en los oídos y me perdí en la música de los ’80.

Jared se ha pasado varias veces por la habitación, tratando de sacarme de ella para irme a hacer cualquier otra cosa con él, pero he negado todas sus peticiones. Nadie más ha hecho una aparición en mi habitación, lo cual agradezco porque no necesito más distracciones. Mamá no me ha molestado desde ayer y no he topado con ella en todo el día. Lo tomo como buena señal.

Alguien me quita los audífonos de la cabeza.

-¡Hey! –abro los ojos y frunzo el ceño, levantando mi mirada hacia el intruso. Nick me sonríe, con mis cascos en su mano. Los rulos mojados se le pegan a los costados de su rostro, diciéndome que ha tomado una ducha hace poco.

-Hola –dice-. Tenemos una carrera en una hora. ¿Vienes?

Enarco una ceja, quitándole mis audífonos de su mano. Me fijo en que tiene puestos unos jeans y una ceñida camiseta gris. Todos sus bien trabajados músculos están mostrándose a través de la tela y yo me atrapo mirándolos fijamente, con admiración. Sacudo la cabeza y levanto mis ojos hacia su cara a regañadientes.

-No. No voy a ir a ese lugar de nuevo –digo firmemente-. Es de locos.

-No es el mismo lugar. Nos enviaron un mensaje de texto con la locación –sonríe-. Ahí es donde entras tú y me guías hacia el lugar.

-Puedes seguir a Jared hacia allí –replico-. No me necesitas.

-¿Qué de divertido tiene eso si no tengo a mi lado una gruñona quejándose de mi todo el camino? –dice, moviendo mis piernas hacia un lado en la cama y sentándose en el lugar donde estaban antes-. Ven conmigo y tu parecer sobre las carreras cambiará.

-No lo creo –gruño, rodando los ojos.

-¿Tu negativa tiene que ver con tu miedo a la policía?

Me ruborizo.

-No le temo a la policía –digo.

Él sonríe y pone su mano en mi rodilla. Un cosquilleo recorre toda mi piel y se extiende por todo mi organismo. De repente, estoy temblando. Y espero que solo sea internamente.

-Oh, lo haces –dice él-. Vamos, no te arrepentirás. Soy el mejor piloto del mundo. Te divertirás.

-No –digo, tajante.

-Sal de esa cama en cinco segundos por tu propia voluntad o te arrastraré fuera de ella yo mismo –advierte, mirándome con diversión.

-¿Me estas amenazando?

-Lo hago –dice, asintiendo con la cabeza. Sonríe maliciosamente-. 4… -eleva sus dedos y va bajando uno a uno mientras dice los números-. 3…

-No lo harías –digo, pero sé que lo hará.

-…2, 1… Perdiste tu oportunidad, linda –se levanta de la cama y luego se inclina hacia mí, presionando su hombro derecho contra mi estomago. Yo levanto mis manos hacia él y me resisto, tratando de hacer que se aleje, pero es más fuerte que yo. Emito una especie de chillido-risa cuando desliza uno de sus brazos por debajo de mí, colocando su mano en mi espalda. Me levanta de la cama con una pequeña risa y me balancea en su hombro, haciéndome sentir como si fuera una muñeca. Coloca una mano en mi trasero para sujetarme en mi lugar y luego se gira y comienza a caminar hacia la puerta. Golpeo su espalda con mis palmas, mostrando mi indignación mientras reboto contra su cuerpo. Mantengo mis piernas quietas; no quiero arruinar su lindo rostro con una patada.

-¡Bájame! ¡Eres un bruto! –le grito. Él me hace rebotar un poco e, involuntariamente, me rio-. ¡Está bien! –Me doy por vencida-. ¡Tú ganas! ¡Iré! ¡Bájame ya!

Él afloja la presión que ejerce su mano sobre mi trasero, y la sube hasta mi espalda baja antes de deslizar mi cuerpo por su pecho hasta que estoy en mis pies. En este entonces, mientras siento su pecho contra el mío, respirando tan superficialmente como yo, me pregunto: ¿Qué es un espacio personal? ¿Eso se come? Nick mantiene su brazo en mi espalda baja y se ríe. Yo me rio también. Golpeo suavemente su pecho con mi palma y mantengo mi mano sobre sus pectorales. Mis ojos están en los suyos, pero mi mente está muy, muy lejos de mi habitación.

-Bien –dice él, sonriendo. Desvía su mirada hacia mis labios-. Prepárate entonces. Estaré abajo con Jared, esperando. Solo tienes cincuenta minutos, ¿de acuerdo?

-De acuerdo –murmuro.

Él asiente y me suelta. Mete las manos dentro de sus bolsillos y sale de la habitación sin decir ninguna otra palabra. Yo me sacudo para sacar los pensamientos pecaminosos de mi cabeza y me meto en el vestidor. Me pongo un jean, una camiseta holgada y unos Vans. Me hago una coleta y recojo mi teléfono de encima de la cama, entre el desorden de libros y hojas en blanco. Mi iPod aun sigue encendido, así que lo apago antes de salir de la habitación.

Troto escaleras abajo y me encuentro con Nick y Jared charlando en el vestíbulo.

-¡Wao! –exclama Jared, fingiendo estar sorprendido-. Debe ser un record de rapidez. O debo decir, ¿de inapropiado arreglo para salir a la calle?

Le fulmino con la mirada y ellos, ambos, se ríen.

-¿Vamos a ir o no?

-Espera -dice Jared, levantando una mano. Se gira hacia Nick con sorpresa escrita sobre la cara-. ¿En serio la convenciste para ir con nosotros? –entrecierra los ojos cuando Nick sonríe y asiente-. ¡Yo casi la tenia secuestrada la noche que fue conmigo! No tenía opción; o iba conmigo o regresaba a casa a pie. ¿Y luego vienes tú y la convences sin más? –enarca una ceja al mismo tiempo en que levanta una de sus manos y la deja caer ruidosamente sobre su muslo, bufando. Nick me guiña y me sonríe, y de repente, mis mejillas están ardiendo. ¿Podría ser más obvia que esto?

-¿Qué puedo decir? Soy muy persuasivo –dice, aun mirándome.

Ruedo los ojos.

-Solo salgamos de aquí.

-¿Iras conmigo o con Jared? –pregunta Nick, cuando estoy a punto de pasar a su lado. Él no me retiene de alguna manera física, pero su voz tiene la pizca suficiente de ansiedad para hacerme parar. Lo miro.

-Tú me convenciste, tú tienes los honores –me encojo de hombros, como si eso no fuera nada. Veo una sonrisa expandirse por su rostro. Una sonrisa de sincera alegría.

-De acuerdo.

-¿Me acabas de quitar a mi hermana? –Jared finge estar dolido. Su rostro se convierte en una mueca cuando lo veo. Sus manos están sobre sus caderas-. No puedo creer que haya pasado de odiarte a querer pasar tiempo contigo. En especial cuando odia a la alta velocidad en la que conduces.

Noto el ligero sarcasmo en su última oración y como las comisuras de sus labios luchan por mostrar una sonrisa. Mis mejillas arden de nuevo mientras Nick y él me miran. Sacudo la cabeza y suspiro, pero me mantengo en silencio. Nick le golpea en el brazo; él no oculta su sonrisa.

-No seas tan celoso, Jared –dice Nick, precipitándose para abrir la puerta de la entrada para mí. Yo paso a través de ella, dándole una pequeña sonrisa, y él y Jared me siguen-. Te la devolveré al final de la noche.

-Eso espero, Señor Porsche.

Nick lo mira. Jared engancha su brazo sobre los hombros de Nick.

-Estaba intentando mantenerme de incognito –explica.

Entramos en el extenso garaje y Jared ríe un poco, creando un poco de eco en el lugar. Cuatro autos están aparcados en una línea horizontal, y noto que falta el de mi madre. Frunzo el ceño. Generalmente, los domingos ella los pasa en casa. ¿Dónde podría estar?

-Ya no lo necesitas –le dice Jared a Nick. Cuando nos acercamos hacia Amber y el Audi de Jared, los cuales están aparcados paralelamente, mi hermano suelta a Nick y dobla hacia la derecha, hacia su auto, mientras que Nick y yo caminamos hacia Amber-. Ya todo el mundo sabe que eres un Cavanaugh.

-Sigo siendo un Jonas –replica Nick, abriendo la puerta de su auto-. Solo soy vuestro nuevo hermanastro.

-Lo siento, es cierto –dice Jared, sonriendo desde encima de su capota, sobre la cual tiene ambos brazos. Las llaves resaltan a través de los dedos de su mano derecha-. Quise decir que ya eres de la familia, Nick. Casi un Cavanaugh.

-Ahora nos entendemos –dice Nick, sonriendo.

Jared asiente y salta dentro de su Audi. Lo enciende y sale del garaje sin vacilación. Yo abro la puerta del copiloto y entro en el auto de Nick. Es un hermoso interior: asientos en cuero, pantalla táctil, todo en negro. Es elegante y sofisticado. Varonil es la palabra perfecta para describirlo. La primera vez no me fijé en los detalles porque estaba muy preocupada por una “infracción”, pero ahora que me fijo, no está nada mal. Deduzco que Joe tiene muy buenos gustos.

Nick salta dentro del auto, mete las llaves en el contacto y lo enciende. El motor ronronea debajo de nosotros. El radio salta, sonando una canción de alguna banda que cree que hace música gritando y gruñendo. Nick nos saca del garaje y de la casa, y nos mete en el tráfico con rapidez y eficiencia.

-¿De verdad te gusta esta música? –le pregunto, cambiando la canciones en el radio con la esperanza de encontrar alguna canción que no amenace con condenar mi alma o romperme los tímpanos.

-Sí, ¿qué tiene de malo? –pregunta con calma.

-Tienes pésimo gusto en música. Bueno –lo considero-, eso ni siquiera es música.

Él se ríe un poco, cambiando su agarre en el volante de la mano derecha a la izquierda. Su mano libre mueve la mía lejos del radio, bajándola hasta colocarla detrás de la palanca de ambos, pero no la suelta.

-Hey, no. No critiques a Of Mice & Men –dice-. Yo no voy a criticar tu amor por Justin Bieber.

-No me gusta Justin Bieber –digo, frunciendo el ceño-. ¿Y ese es el nombre de la banda?

-Sí. Son buenos. Escucha esta canción –suelta mi mano con delicadeza y sube el volumen de la radio. Un chico comienza a cantar. No se escucha mal-. Se llama Second & Sebring. Es una hermosa canción –luego comienzan a gritar. Yo abro mi boca para decirle que esta equivocado, pero Nick levanta su mano para hacerme callar. Funciona-. Escúchala. Luego me dices que tal te pareció.

Yo me quedo en silencio y pongo todos mis esfuerzos en descifrar que es lo que el hombre grita. Para mi sorpresa, lo logro. La canción tiene una bonita letra a pesar de lo horrible que se escucha al ser gritada y gruñida. Y para cuando termina, mis ojos están llenos de lágrimas. Nick baja el volumen de la radio y yo tapo mi cara con mis manos.

-¿Y? ¿Qué te pareció? –él pregunta.

Yo respiro profundo y seco alguna de las lágrimas que se escapan de mis ojos. Nick está moviendo sus ojos de mí hacia la carretera, su rostro esta serio.

-¿Qué pasa?

-¿De qué trata la canción? –pregunto, aunque creo que ya se la respuesta.

-El vocalista escribió esta canción para su madre, la cual murió –dice, sin vacilar, como si ya lo hubiera dicho otras mil veces más-. Él simplemente le está diciendo que ella le enseñó mucho, y aunque la echa de menos, él se está moviendo de su duelo para hacer lo que ella quería que hiciera: ser exitoso. Esta canción dice que su meta en la vida es hacer orgullosa a su madre –se detiene en un semáforo y me mira. Mis ojos se llenan de lágrimas otra vez-. ¿Hay algo que quieras decirme?

-¿Por qué me enseñaste esta canción en particular?

-Es mi favorita de ellos –dice, y frunce ligeramente el ceño-. ¿Por qué lloras? –estira su mano hacia mí y la coloca sobre mi mejilla, limpiándola con su pulgar-. No llores. Me harás llorar también. Y no quieres ver este rostro arruinado con lágrimas, ¿o sí? –Sonrío un poco-. Eso es. Ahora dime qué pasa.

-Esa canción describe exactamente como me siento –digo con la voz entrecortada-. Es como si el vocalista de esa banda se hubiera metido en mi cabeza y escrito una canción.

Nick se me queda mirando intensamente. Pronto, los autos comienzan a tocar sus bocinas detrás de nosotros y a pasarnos por el lado, haciendo gestos obscenos en nuestra dirección. Yo levanto la mirada hacia el semáforo y veo que la luz ha cambiado a ser verde. Vuelvo a mirar a Nick.

-Nick, deberías…

-Lo siento –interrumpe, ignorando todo lo demás-. No sabía… de haber sabido yo…

-No tienes que disculparte –digo, sintiendo el peso de su mirada en la mía-. Me enseñaste que no puedo juzgar un libro por su portada y que no todas las bandas que gritan son diabólicas.

Él se ríe y desliza su mano hacia abajo con suavidad. Yo sonrío. Él arranca poco después, cuando el semáforo cambia a amarrillo y está a punto de cambiar a rojo. Yo me seco las lágrimas y subo un poco el volumen.

-Es algo interesante pelar tus capas de cebolla, _____ –comenta él; ojos en la carretera-. Cada vez me gustas más. Cada vez me intereso más en saber que escondes.

-No escondo nada.

-Pero obviamente no dices todo –replica. Me mira un segundo y luego la devuelve a la carretera-. Y me muero por saber qué es lo que no estás diciéndome.

-Nada importante –frunzo el ceño-. Y tú tampoco me has contado todo sobre ti.

-No te apresures, linda. Vamos poco a poco. Apenas es la primera cita –sonríe.

Bufo.

-No es una cita. Solo voy contigo porque me obligaste.

-¿Lo hice? –Enarca una ceja-. No recuerdo arrastrarte fuera de la casa contigo pataleteando y gritando. Bajaste solita y en calma. Soy completamente inocente de lo que me acusas.

-Eres un idiota –murmuro.

-Pero me adoras. No puedes negarlo –sonríe nuevamente, pero esta vez me muestra su sonrisa burlona. Entonces me doy cuenta de que no puedo decidir si me gusta esa sonrisa o la odio.

Pero lo que no puedo negar es que idiota o no, si me encanta como él es.

owww
q lindo
jejeje
me gusto mucho el cap
siguela

GENIAL GENIAL!!!! PLOBNRG!! PLOBNRG !
SIGUELA PRONTO, aun no se si es bueno que subas seguido o no
Hoy hiciste que dejara de estudiar para mi evaluación de quimica
DOS VECES ! en la tarde y ahora, creo que no ganare quimica este periodo :S
jaja es broma (mente positiva)
Siguela prontooo!!!!!!

no tienes idea de como amo tu novela!!!!!
Nick es un loco total jaja me hace recordar a alguien Smile

y rayita se hace la que no quiere jajaja
definitivamente este cap me levanto el animo
no se si a ti te gustaba Glee, pero esto de la muerte de Cory me tiene muy muy mal Sad

en serio amaba a ese chico y es tan triste que asi de la nada ya no este aqui que aun no puedo creerlo Lloron

bueeno basta de tristezas
espero que sigas SOON tu nove eres la mejor! Very Happy

siguela

Oo lisca no puede creer
Que aun sigas escribiendo
Creo que se aigo desde amantes prohibidos
No recuerdo
Pero se que escribes genial
Please siguela

siguela porfa!!! Sad

Porque no al sigues? siguelaaa!

¡Hoooooola, chicas! ¿Como están? Esperen... ya tengo respuesta: molestas conmigo. .-.
Lo siento, lo siento, lo siento. Pero no es mi culpa no haber subido capitulo, si no de mi madre. Todos estos días hemos salido temprano de casa para volver super tarde y yo llego directamente a dormir. No he podido escribir mucho y a penas termine un capitulo anoche antes de quedarme dormida. ¡Pero lo tengo! Jajaja. Tratare de escribir mas para esta semana para compensarlas. Espero que les guste el camino que subiré. A mi me gusto xD
Bueno, ya me voy. Se cuidan. Las quiero. Y comenten; quiero saber que les pareció el capitulo Very Happy

Capitulo 5: Parte 2

Siento la sensación de deja vú revolcar mi estomago mientras Nick y yo nos abrimos paso a codazos entre la multitud de espectadores y nos dirigimos hacia donde Ray y los pilotos de la noche están reunidos en un circulo. Jared está entre ellos, pero lejos de nosotros. Trey y Kirk están aquí también. Me cruzo de brazos cuando nos detenemos a las afueras del círculo y escuchamos lo que Ray tiene que decir. En realidad, él solo está informando a los pilotos sobre las precauciones que deben tomar, las reglas y quiénes serán los adversarios de cada uno.

Dirijo mi mirada hacia los espectadores a nuestra espalda, que se reúnen en las gradas y al pie de ellas, junto a una valla de metal que divide la pista de carreras del área donde se arremolinan los espectadores. Algunos de ellos se están pasando dinero, apostando, y una que otra vez alguien levanta un dedo de una mano aguantando una cerveza hacia los pilotos reunidos a mí alrededor para dejarle saber a su compañero a quién están apostando su dinero. Muchos de esos dedos señalan la espalda de Nick varias veces. Supongo que su primera carrera dejó una marca entre los apostadores.

Muevo mi mirada hacia mi izquierda, hacia la pista de carreras, la cual es un circuito cerrado y, por lo que a mí me consta, es más segura que la clandestina “pista de carreras” de la noche del miércoles. El alivio se derrama dentro de mí. No hay demasiadas probabilidades de que Jared (o Nick) tengan un accidente esta noche y tampoco que aparezca la policía para arrestar a nadie. Esta no es una locación ilegal para las carreras. Los chicos que corren no tendrán multas o serán arrestados… sin embargo, no sé si puedo decir lo mismo de los apostadores.

Devuelvo mi mirada a Ray, del cual apenas puedo ver su alborotado cabello negro, y sé que él sigue hablando porque su voz revolotea hasta mis oídos a través de mis cabellos, que se mueven al compás del viento. Suspiro y cambio mi peso de un pie a otro. Noto de reojo que Nick esta mirándome. Me giro hacia él y alzo una de mis cejas en una pregunta silenciosa. El fantasma de una sonrisa aparece en sus labios.

-Pareces nerviosa –dice-. La policía no te dará una infracción por mirar autos ir a gran velocidad. Eso solo pasa si tú los manejas.

-Ja-ja muy gracioso –gruño-. Es solo que no me gusta este lugar. Los autos me ponen nerviosa.

-¿La alta velocidad? –pregunta, y esta vez su sonrisa burlona aparece-. Bueno, si odias que yo vaya a cincuenta, no me imagino lo frenética que te pones si alguien conduce a una velocidad más alta.

Golpeo mi hombro con el suyo y él se ríe. El círculo de Ray pronto se dispersa a nuestro alrededor. Y, mientras yo miro a Nick y sonrío, alguien enrolla sus brazos en mi cintura. La expresión de Nick cambia. Ya no hay risas ni sonrisas en su cara; está totalmente inexpresivo. Yo miro por encima de mi hombro, pero lo único que logro ver es el hombro de una chaqueta de cuero marrón. Frunzo el ceño mientras me imagino quien podría ser. Su voz me sorprende.

-¿No adivinas quien soy, nena? –Dice él en mi oído-. No puedo creer que no haya sido lo suficientemente memorable en tu vida para que me olvidaras.

-Um, hola, Tom –digo, dirigiendo una mirada a Nick. Él no me mira; sus ojos están posados en Tom-. En realidad, jamás podría olvidarte. Eres un chico difícil de olvidar.

Me giro entre sus brazos y enrollo los míos en su cuello, con una sonrisa en mis labios. Él besa mi frente y me suelta, él también sonríe. Su mano se desliza por mi brazo hasta mi mano posada en su nuca. La toma y la eleva por encima de nuestras cabezas. Sus ojos se mueven por mi cuerpo y yo me rio mientras me aparto de él y cedo ante la silenciosa petición que me hace para mostrarle mi cuerpo. Doy una vuelta en mi eje, sin soltar su mano. Cuando vuelvo a estar frente a él, su sonrisa es grandísima. Yo casi puedo sentir la mía rozando mis orejas. Él baja nuestras manos, pero no me suelta.

-Veo que has cambiado para bien, nena –dice-. Es una lástima que me dé cuenta ahora que haberte dejado ir fue una muy mala decisión que jamás debí haber tomado. Estás preciosa.

-Aprendes de los errores –digo, colocando mi mano sobre su pecho mientras lo miro-. Aprendiste que debes ser más cuidadoso con lo que dejas ir. Tomaras mejores decisiones a partir de ahora.

Detrás de nosotros, escucho un carraspeo. Tom levanta sus hermosos ojos marrones hacia Nick y yo ruedo los ojos. Me doy la vuelta. Nick tiene una sonrisa forzada en sus labios (lo noto por la tensión en su mandíbula) mientras mira a Tom con frialdad.

-Lamento que ____ sea tan descortés y no nos haya presentado –dice Nick; yo le fulmino con la mirada. Él saca una de sus manos de sus bolsillos y se la ofrece a Tom. Él suelta la mía para poder estrechar la de Nick-. Soy Nick Jonas –se presenta, sin borrar esa estúpida sonrisa de su cara-. ¿Y tú eres…?

-Tom Dekay –responde él, sonriendo. Y él si sonríe genuina y naturalmente-. Gusto en conocerte, Nick.

-Lo mismo digo, Tom –Nick devuelve su mano dentro del bolsillo-. Entonces, ¿Cuál es tu relación con mi hermanastra?

Tom me mira. Yo sacudo la cabeza y suspiro, exasperada por la presencia e intromisión de mi nuevo hermanastro.

-Larga historia –respondo, cansada. Él asiente y vuelve a mirar a Nick.

-Soy su ex novio –le dice Tom a Nick. Este asiente con la cabeza con una sonrisa que dice “quiero matarte” en su cara mientras lo hace. No sé de dónde viene eso-. Tenemos una larga historia compartida –me mira. Yo sonrío.

-Pero lastimosamente terminó –continua, suspirando y mira a Nick-. Fui un idiota al dejarla, realmente. Y ella no quiere volver conmigo –hace un gesto con la cabeza hacia mí.

-Eso es interesante –dice Nick, como si realmente lo considerara así.

-No, no lo es –digo, fulminándolo con la mirada. Dirijo mi atención a Tom-. ¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que estabas en la universidad.

-Lo estoy –responde, asintiendo con la cabeza-. Pero Ray me llamó ayer y me informó sobre esta carrera. Hace tiempo que no corro, así que le dije que si vendría –se encoge de hombros-. Y me alegra haberlo hecho. De otro modo, jamás habría podido verte de nuevo –su suave mano se detiene sobre mi mejilla.

-Bueno, terminamos por una buena razón –le digo.

-¿Tu madre sigue siendo una loca? –dice; yo me rio. Él siempre ha sido fácil para cambiar el ambiente de una conversación delicada a una más manejable-. Dios, esa mujer jamás ha sabido lo que es felicidad sin trabajo involucrado.

-Sigue siendo la misma –asiento-. Y si te ve tan cerca de mí, te mandará a prisión –presiono mi dedo contra su pecho y él suelta una carcajada.

-Entonces es mejor alejarse, Tom –dice Nick, aun con su sonrisa asesina en el rostro-. No quieres tener problemas con la madre de _____. En especial cuando ella amenaza con cárcel por acercarte a su hija. Eso no es un riesgo que valga la pena correr.

Jared me interrumpe de decirle algo. Él abraza a Tom y ambos se ríen. Yo me quedo al lado de ambos, viéndolos. A veces, es agradable ver personas de tu pasado.

-¡Vaya! Es estupendo volver a verte, Dekay –dice mi hermano, costado a costado contra Tom. El brazo de Jared sobre los hombros de Tom y el brazo de éste en la cintura de mi hermano-. ¿Qué tal la universidad? ¿Has conocido chicas?

Tom se ríe y me mira.

-Oh, Jared, sabes que no hay nadie aparte de ____ -dice. Sacudo la cabeza y agacho la mirada-. Y la universidad está bien. Hay más trabajo que en la escuela regular, pero planeo terminar mi maestría en abogacía cuando termine mi bachillerato –codea a mi hermano, sonriendo-. Ya sabes, darle un poco de sana competencia a tu madre…

Jared se ríe y yo elevo mi mirada hacia ellos. Él golpea el hombro de Tom con su mano y luego se aleja. Tom empuja sus gafas sobre el puente de su nariz y se cruza de brazos. Él puede parecer una rata de biblioteca con sus gafas, su pelo rojizo y sus pecas, pero esta buenísimo. Y demuestra ser todo lo contrario a lo que parece; le gusta el peligro, las fiestas y tiene una mente criminal. En el fondo es un buen hombre, pero ama la adrenalina y todo lo que venga atado a ella. Es un chico extremo y no tiene límites. Mamá no lo quería (ni lo quiere) conmigo, por supuesto. Según ella, le da una mala imagen a nuestra familia y tampoco es el indicado para mí y bla, bla, bla. Él también es cinco años mayor que yo.

-¡Oh, se conocen! –Exclama Nick, señalando a Jared y a Tom con su dedo índice-. ¿Y te llevas bien con el ex novio de tu hermana, que además es mayor que ella? –Sus ojos están sobre Jared-. Wao, eres una caja de Pandora, Jared –su voz destila veneno. Él está realmente molesto y yo no sé por qué.

-Supongo que sí –responde, vacilante. Sus ojos se mueven hacia mí y sé que él también se ha dado cuenta de la repentina hostilidad de Nick y lo rara que es viniendo de él cuando Nick es sonrisas todo el tiempo.

-¡Tom! ¡Ven aquí! ¡Tu carrera está a punto de empezar!

La voz de Ray se escucha de repente a nuestra izquierda rompiendo el tenso silencio que nos envuelve. Silenciosamente le agradezco por sacarnos de este punto muerto y tenso en nuestra conversación. Miro a Tom, que se ha girado hacia mí y le sonrío. Él se inclina hacia mí y besa mis labios con delicadeza. Yo le correspondo. No puedo evitarlo; este hombre es un experto besando. Detrás de de nosotros oigo un resoplo que casi se escucha como: “ex novio, si claro”. Lo ignoro.

-Mi beso de la buena suerte –dice Tom sobre mis labios. Sonrío.

-Ve. Tienes una carrera que ganar –le murmuro.

-Lo sé –dice-. Solo necesitaba un poco de suerte –besa mi frente y luego sale corriendo hacia donde se encuentra Ray. Yo le sigo con la mirada y suspiro.

-Necesito un maldito cigarrillo –gruñe Nick.

Me giro hacia él y lo veo rebuscando en los bolsillos de su pantalón. Tiene el ceño fruncido profundamente. Jared, a su lado, hace lo posible por ocultar tanto una sonrisa como una carcajada. Nick por fin encuentra la cajetilla de cigarrillos y se aleja de nosotros a grandes zancadas. Yo miro a Jared y me encojo de hombros.

-¿Qué le pasa? –le pregunto.

Jared también se encoje de hombros y por fin suelta su sonrisa. Sacude la cabeza y comienza a reírse.

-Oh, no lo sé –dice entre risas-. Debes averiguarlo tu sola.

Ruedo los ojos y sacudo la cabeza. Él vuelve la suya hacia la pista de carreras mientras ríe. Yo me quedo pensando en lo que dijo y frunzo el ceño. ¿Averiguar qué? No tengo que hacer nada. Me importa un comino lo que le pase a Nick. Me lo repito diez veces más para intentar comenzar a creérmelo y lo repienso. ¿De verdad no me importa lo que le pase? El recuerdo de su ceño fruncido y su voz incisiva vuelve a mí. Si, decido. Me importa.

Pero no debo entrometerme, me digo. No es mi asunto. Si él quiere compartirlo, bien. Si no, no debo entrometerme.

Oh, ¡pero es tan difícil!

como no?
diablos
nick es un celoso
siguela
me encanta

oh pero no puede dejarla asi!
Sad

siguela pronto porfa!!!!

Jajaja uuuhh! Creo que hay un
nuevo intruso y que se llama Celos xD
Nicky esta celoso! que ternura. Me dejaste
intrigada! Síguela pronto! Besos! (:

________ es una grilla total >:l jajajaj siguela

siguelaaa

¡Hoooola, chicas! Por fin traigo capitulo. Very Happy

Ahg! Pero les cuento que este capitulo fue una odisea de escribir. ¡Lo escribí tres veces! ¡Tres! Y todavía no estoy muy convencida con el. No se. Pero en serio espero que les guste porque fue lo mejor que pude hacer. Tal vez no tenia mucha inspiracion. Creo que eso fue. Pero de todos modos, ya me diran en los comentarios.
Y solo por si acaso no les gusta les digo: dentro de poco se viene lo bueno (1313) xD
Bueno, ya las dejo leer. Se cuidan. Las quiero. Y gracias por siempre pasarse y leer. Ustedes son las mejores ♥

Capitulo 5: Parte 3
Jared enciende la radio del auto mientras salimos de la zona de estacionamiento de la pista de carreras. Sube el volumen lo más alto posible al notar que están tocando una de sus canciones favoritas. Yo ruedo los ojos y pongo mi codo sobre el reposabrazos de la puerta para reposar mi barbilla sobre mi mano, mientras el auto vibra debajo de nosotros por la música a todo volumen. Miro los autos pasar a nuestro lado y los diferentes edificios comerciales que se quedan detrás de nosotros mientras nos adentramos en el trafico de la avenida. Un Porsche amarillo pasa a nuestro lado a alta velocidad y sé que es Amber, el auto de Nick. Giro mi cabeza hacia Jared y él baja el volumen de la radio. Se ríe.

-Debe de estar feliz de poder ir solo en su coche –dice, con una mueca divertida-. Al menos, él puede subir de velocidad y divertirse un rato.

-Eso es peligroso –protesto, frunciendo el ceño e ignorando su indirecta demasiado directa-. ¿Qué de divertido tiene eso?

-Siempre es divertido correr un poco de riesgo –dice, subiendo un poco la velocidad. Pero luego la baja; sabe perfectamente que odio que vaya a más de cuarenta-. La adrenalina es como la droga. Y es realmente divertido –sonríe-. Tú no lo entiendes porque eres aguafiestas.

-El peligro no es divertido; puede matarte –digo.

Él se encoje de hombros.

-Amargada –dice.

Sacudo la cabeza y suspiro. Dirijo mi mirada hacia el frente, preguntándome que tan por delante de nosotros está Nick. E instantáneamente me preocupo. No me gusta la idea de que vaya a alta velocidad serpenteando entre otros autos en la noche. Eso me trae el recuerdo de la noche en que nos conocimos y me doy cuenta de que ahora no solo me preocupo por Jared, sino que por Nick también. ¿Cuándo ocurrió eso?

-Nick estaba realmente molesto esta noche –comenta Jared, haciéndome devolver mi atención hacia él y olvidar mis pensamientos.

-Lo sé –suspiro-. ¿Crees que fue por Tom?

-Tal vez –se encoje de hombros-. Ese idiota no le cae bien a mucha gente. Somos pocos los que logramos entender su nivel de locura.

Me rio.

-Porque todos los que lo entendemos estamos locos.

-Tal vez –sonríe-. Pero tú eres la más loca de todos.

Golpeo su hombro con mi mano, riéndome. Él se ríe también. Se detiene en un semáforo cuando este cambia a rojo y me mira.

-Tú me lo presentaste –protesto.

-Tú fuiste su novia –replica.

-¿Y? Tú eres su mejor amigo.

-Era –suspira-. Pretérito perfecto simple –dice, y devuelve su mirada hacia la carretera frente a nosotros. Ya no hay más sonrisas y miradas divertidas en su cara. Hemos tocado fondo en la conversación. Yo rápidamente cambio el rumbo.

-¿Entonces, crees que Nick estaba molesto porque él estaba allí? O ¿crees que fue por otra cosa? –pregunto. Él me mira. Su rostro, que ha cambiado a ser uno pensativo, vuelve a llenarse de diversión por mis preguntas. Yo me pregunto que le ha dado tanta gracia.

-¿Todavía no lo pillas, cierto? –levanta sus cejas. Un signo de interrogación aparece en sus ojos grises.

-¿Qué? –frunzo un poco el ceño.

-Nick estaba celoso –dice, reprimiendo una sonrisa, pero no puede evitar que un brillo de diversión destelle en sus ojos-. Le molestó que Tom hiciera eso. Le molestó que te besara. Nick estaba celoso –repite.

-Oh, no –digo, y sacudo la cabeza y mis manos para hacer énfasis en mi negación-. No, no, no. ¿Nick celoso? ¿De Tom? –Suelta una seca carcajada-. No lo creo. Es imposible. Él apenas me conoce… y además, ¡somos hermanastros! Él no puede estar celoso. No. Eso podría meternos en muchos problemas. Sabes cómo es mamá. Ella nos separó a Tom y a mí por las apariencias, porque él es mayor que yo. ¡Nick no puede siquiera pensar en mí de esa manera! Es absurdo pensar eso. Es…

-_____, cállate –me interrumpe Jared, arrancando el auto cuando la luz cambia a verde-. Entiendo tu punto. Créeme. Pero celos fue lo que vi en sus acciones, en su cara. Y tal vez es que se está tomando en serio su papel como tu nuevo hermano –se encoje de hombros-. Yo también me pongo de malhumor cuando veo que alguien te está tocando o coqueteando, lo sabes.

-Sí, lo sé –digo, frunzo el ceño mientras miro mis manos juntas sobre mi regazo-. Es solo… no lo sé. Espero que sea solo eso. Porque mamá estará realmente furiosa si se entera que hay algo más y…

-Jamás lo sabrá de todos modos –sonríe-. Tal vez piense que solo se están llevando bien como hermanos y todo eso.

Mi boca cae abierta, sorprendida. Jared me mira por un segundo y se ríe. Su mano derecha suelta el volante y la reposa sobre la palanca de cambios.

-No puedes estar hablando en serio –digo-. ¿Nick y yo? ¡Jamás! Y no solo porque somos “familia” -hago las comillas aéreas con mis dedos-, sino porque el chico es insufrible, arrogante, idiota, y tiene esa estúpida sonrisa burlona en sus labios cada vez que me hace una broma… No. Jamás.

-Oh, esa estúpida sonrisa burlona dices –sonríe-. No lo sé. Tal vez eso sea lo que haga que caigas por él.

-¿En serio? ¿Estás alentándome a una relación con nuestro nuevo hermanastro? –mi voz sube un poco con cada palabra que pronuncio-. ¿Estás loco? –exclamo, indignada.

-El chico me cae bien –dice, asintiendo con la cabeza-. Y no estaría mal que alguien te controle un poco. Nick hace muy bien ese trabajo. Incluso mejor que yo. Todavía no puedo creer que te haya convencido para ir a las carreras –sacude la cabeza, riendo-. Es increíble.

-Es una ridícula idea, Jared –digo-. Es la peor idea que jamás se te haya ocurrido.

Se ríe.

-Yo no creo lo mismo.

***

Jared se detiene en un McDonald’s no muy lejos de casa. Nos bajamos del auto y una fría ráfaga de viento me azota, provocando que automáticamente me abrace a mi misma buscando un poco de calor. Estamos en octubre, de modo que el frio que hace por la noche se siente como si estuviéramos en invierno. O por lo menos para mí que ando sin abrigo. Casi deseo volver al auto y encender la calefacción.

El auto de Nick se estaciona justo al lado del nuestro un poco más tarde. Jared lo llamó de camino al restaurante para invitarlo con la esperanza que pague él. Hicimos una apuesta de eso: si Nick no paga la comida, Jared me paga cuarenta dólares y, si lo hace, yo le pago la misma cantidad de dinero. Es lo único que tengo en mis bolsillos, así que teníamos que esa era nuestra opción. Nick baja del auto y se une a nosotros cerca de la puerta para entrar en el lugar. Jared abre la puerta y entra. Nick aguanta la puerta abierta para mí, me deja pasar primero y luego entra él. No habla, su ceño fruncido sigue en su rostro y el entorno alrededor de él es tenso. Y me sorprendo al admitir que no me gusta. Casi prefiero su sonrisa burlona.

“Tal vez eso sea lo que haga que caigas por él”, las palabras de Jared se burlan en mi cabeza. Aparto esos pensamientos. Dije jamás y así será.

-Nick entró ultimo, Nick paga –dice Jared, sonriendo con diversión en su dirección.

Yo miro a Nick y él se encoje de hombros.

-Me da igual. Solo quiero comer –dice. Me sorprendo. Casi esperaba que se resistiera y comenzara a protestar y a hacer bromas. Este Nick definitivamente no es el que conozco.

-Dame mis cuarenta dólares –me dice Jared, extendiendo su mano hacia mí con triunfo en su rostro. Es la misma expresión que tenía cuando le ganó a Trey en las carreras más temprano en la noche.

Yo meto la mano dentro del bolsillo de mi pantalón y extraigo el dinero. Lo pongo en su mano de mala gana y le saco la lengua. Él me hace una mueca y mete el dinero dentro de su bolsillo. Nick nos mira a ambos y el fantasma de una sonrisa se asoma entre sus labios. Una de sus cejas se alza. Eso me hace envidiarlo un poco. Yo siempre he querido hacer eso. Papá podía hacerlo, Jared puede, Nick puede… y yo no. La vida es injusta a veces.

-No puedo creer que hayan hecho una apuesta a costa de mi propio dinero –dice y sacude la cabeza. Me mira-. ¿De verdad pensabas que no iba a pagar la comida?

Me encojo de hombros.

-Para mí, eres de los que protesta y se queja para no hacerlo –digo.

-Bueno, ahora cambié tu opinión –entonces sonríe. Es apenas una mueca, pero su ceño desaparece. Yo también sonrió.

-Aun no pagas -replico.

-Porque aun no ordeno –dice.

Me rio. Está de vuelta a su estado normal. Y aunque odie admitirlo, así me gusta más. Su sonrisa se ensancha.

-Bien, ¿Qué van a pedir? Y no pidan algo que sea caro, por favor. Tengan consideración de mi bolsillo –hace un gesto afligido.

-Yo pensaba pedir postre también –dice Jared, divertido.

-No –dice Nick, sacudiendo la cabeza-. Ni hablar. Esos son tres dólares más de mi bolsillo.

-¡Oye! Yo pagué la pizza ayer –protesta mi hermano.

-Nadie te pidió que lo hicieras –replica Nick-. Pero igual, gracias.

Me rio cuando Jared resopla y frunce el ceño. Va a contestarle, pero yo lo interrumpo.

-¿Van a pedir o qué? –Pregunto, haciendo un gesto hacia la progresiva cola-. ¿No nos vamos a quedar aquí protestando o sí?

Nick sonríe y sacude la cabeza.

-Anda. Díganme lo que van a pedir y acabemos con esto.

Jared y yo le decimos. Y, a pesar de las protestas de Nick, yo termino consiguiendo un McFlurry de oreo. Jared y yo nos retiramos a una mesa mientras Nick está en la cola. Saco mi teléfono de mi bolsillo trasero antes de sentarme y veo que tengo quince mensajes de Tracy. El más reciente de ellos dice: “Aquí estoy pensado: ¿estará muerta o secuestrada? Otra opción es que estés con Duncan tan profundamente enterrada en sus brazos que por eso me estas ignorando. ¡O tal vez con Nick! Si es así, ¡contéstame! Quiero saber que tan rico es su trasero. Jaja, no. Pero en serio, contéstame.”

Sacudo la cabeza ante el mensaje y presiono responder: “¡Estoy secuestrada! ¡Llama a Duncan para que se ponga su capa de superhéroe y venga a rescatarme! Rápido, o el villano Nick me hará explotar en llamas.”

Levanto la cabeza hacia Jared cuando en la pantalla de mi teléfono dice que se envió el mensaje y veo que él también está haciendo algo con su teléfono. Miro hacia Nick. Esta con los brazos cruzados sobre el pecho y en su expresión se lee aburrimiento. Cuando sus ojos se encuentran con los míos, me sonríe. Yo le sonrío de vuelta. Percato el movimiento de su mano hacia su bolsillo izquierdo y él mueve sus ojos hacia su teléfono en sus manos. Yo devuelvo mi atención al mío cuando este vibra entre mis dedos. Tengo un mensaje suyo.

“¿Quieres hacer la cola por mi? Esto es aburrido.”

Levanto la mirada hacia él y sacudo la cabeza. Él sonríe antes de devolver su mirada a su teléfono. Mi teléfono vuelve a vibrar.

“¿Quieres venir aquí y hacerlo menos aburrido? Verte enojada es más divertido que esto.”

“No lo creo. Sigue haciendo la cola solito. Estoy bien aquí.”, le respondo. Él hace un puchero desde la cola cuando recibe el mensaje y yo sacudo la cabeza, sonriendo un poco con diversión.

-¿Estás bien, ____?

La voz de Jared me sorprende. Dirijo mi mirada hacia él y hago un gesto con mi cabeza hacia la cola. Él gira su cabeza hacia donde Nick está haciendo la cola y sacude la mano en dirección a él. Nick le sonríe y la sacude su mano de vuelta con entusiasmo, provocando que las personas que están detrás de él en la cola miren hacia nosotros con rareza. Jared vuelve su atención a mí.

-Se contentó rápido –comenta-. Lo hiciste sonreír.

-Oh, no. No comiences –digo, ruedo los ojos y suspiro-. Eso no va a pasar.

-Vale –sonríe y devuelve su atención a su teléfono.

Mi teléfono vibra entre mis dedos una vez más y yo bajo mi mirada hacia él.

-¿Nick? –pregunta Jared. Levanto mi mirada hacia él sobre mis pestañas y lo fulmino con ella.

-No–respondo-. Tracy.

El mensaje dice: “¡Dios santo! ¡Estas viva! Pensé que nunca me ibas a contestar. ¿Dónde estás metida? Y ¿Por qué no me invitas?”

“Larga historia. Te cuento mañana, ¿vale?” Le respondo.

“Ay, no es justo. ¿Me mantienes todo el fin de semana desinformada y luego quieres que espere hasta mañana para que me cuentes? Eres cruel, ____. Por cierto, ¿cómo está tu hermanastro sexy? ¿Se está comportando?”

Ruedo los ojos y suspiro. Luego le contesto: “Un poco. Sigue molestándome. Deberías enseñarlo a comportarse. Te pago las clases y todo.”

“Jajaja. Yo lo recibo gratis. Ups. Tengo que dejarte. Ethan me llama. Bye.”

Bajo el teléfono justo en el momento en que Nick trae la bandeja con la comida. La deja sobre la mesa y se sienta en la silla a mi lado izquierdo. Coge su comida en silencio. Jared y yo hacemos lo propio. Comemos en silencio. Eso no me molesta; lo prefiero así. No tengo que preocuparme por comer y hablar sin verme inapropiada. Solo tengo que concentrarme en comer apropiadamente.

Cuando Jared termina con su hamburguesa, murmura una disculpa y se levanta para ir al baño. Nick y yo nos quedamos solos. Nick termina su hamburguesa y yo bajo mi Big McWrap, dejándolo a mitad. Procedo con el McFlurry.

-Estabas molesto en las carreras –comento después de llevarme una cucharada a la boca.

-Supuestamente –responde, llevándose tres papas fritas a la boca.

Yo bajo el vaso de helado y me inclino sobre la mesa.

-Oh, vamos –ruedo los ojos-. Era obvio que estabas molesto. ¡Ni siquiera te veías complacido cuando ganaste la carrera! Algo te molesta desde que Tom apareció.

Nick estaba celoso, se vuelven a burlar las palabras de Jared en mi cabeza. Estaba celoso. Me doy una sacudida mental. Nick no se inmuta. Se lleva a la boca más papas fritas y las mastica sin dejar de mirarme.

-No estaba molesto –dice-. Malinterpretaste la situación. Solo estaba siendo yo mismo.

Entrecierro los ojos hacia él.

-No es cierto. Ese no eres tú.

-¿Y qué vas a saber tu? –responde duramente. Sus ojos marrones brillan-. No tienes ni puta idea de quién soy. No me conoces. No sabes nada de mí. Lo que te estoy vendiendo es una pura fachada, ____. ¿El chico que ríe y sonríe sin cesar? Ese no soy yo. Ese es el que quiero ser. Ese es el que tú compras. Así que cierra la boca si no sabes de qué hablas.

Continua comiéndose sus papas fritas como si nada hubiera pasado. Ahora no me mira. Yo me quedo en shock. ¿Qué le pasa? Todo estaba tan bien; él se veía feliz por fin. No lo entiendo. Frunzo el ceño mientras miro el contenido del vaso de foam en mi mano. No me duele. No. No pasa nada, me digo.

No, me duele. Y no puedo decir por qué. No lo conozco, es cierto. No debe dolerme lo que él me diga o lo que pase entre nosotros. Pero lo hace.

Este chico va a ser mi perdición. Lo presiento. Lo sé.

Y tengo miedo.

uff lo entiendo
dar una cara para aparentar
y la vdd a mi me encanto el cap
me encanto mucho
es muy razonable que le pasa
aunque me gustaria saber
q le paso a nick para aparentar
siguela

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