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| Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) | |
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Autor | Mensaje |
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Wenn Casada Con
Cantidad de envíos : 1547 Edad : 29 Fecha de inscripción : 01/04/2012
| Tema: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 9th 2013, 15:11 | |
| Sinopsis Delicate & Rebel(Nick y tu) POR LA HECHIZANTE MAGIA DE LA PASIÓN ELLA SE ATREVIÓ A PONER EN MANOS DE ÉL SU VIDA Y SU AMOR. ______ Chadwick era una exquisita heredera escocesa y el matrimonio sería la única forma de hallar seguridad: debía protegerse de la maldad de un primo y la ambición de cuanto cazador de fortunas codiciaba su belleza pelirroja y su enorme matrimonio. Nicholas Jonas representaba todo aquello contra lo cual la habían prevenido: era un aventurero inglés, avasallador y apuesto, cuyos ojos cafes prometían toda clase de placeres. Ella quería atreverse a amarlo... creer en sus promesas apasionadas... ir en pos del sueño encantado. Chapter 1 Inglaterra, 1818. — ¿Estás atemorizada, chiquita? ______ Chadwick dejó de mirar por la ventanilla del carruaje, por la que había estado contemplando el paisaje durante una hora sin verlo realmente. ¿Atemorizada? Estaba sola en el mundo, sin tutor ni familiares. Iba camino de un futuro incierto, dejando detrás suyo todo cuanto conocía. ¿Atemorizada? Estaba aterrorizada. Pero ______ trataría de evitar que Nettie MacDonald lo supiera. Nettie ya estaba bastante inquieta; lo había estado desde que cruzaran la frontera inglesa la mañana anterior, si bien trataba de ocultarlo tornándose quejosa, según su costumbre. Hasta entonces, Nettie había estado alegre ydespreocupada, incluso cuando cruzaron las tierras bajas de Escocia, a las que despreciaba. Nettie, que había sido una montañesa durante toda su vida, es decir durante cuarenta y dos años, nunca creyó que algún día debería abandonar sus bien amadas tierras bajas y además cruzar la frontera inglesa. Inglaterra. Pero era imposible dejar atrás a la querida Nettie. ______ se esforzó por sonreír para complacer a su doncella y para tranquilizar a Nettie. — Oh, Nettie, ¿por qué habría de estar atemorizada? ¿Acaso no logramos salir subrepticiamente en medio de la noche? Geordie nos buscará en Aberdeen y Edimburgo durante semanas y jamás adivinará que nos hemos fugado a Londres. — Seguramente — dijo Nettie, complacida por el éxito que habían tenido hasta ese momento y olvidándose momentáneamente de que experimentaba temor y disgusto hacia los ingleses. Mucho más profunda era su aversión hacia Geordie Cameron— Y espero que ese maldito se asfixie con supropio mal humor cuando compruebe que lograste burlar sus detestables planes. Duncan no me agradaba, pero sabía qué era lo mejor para ti. Fue él quien contrató ese excelente tutor para que no olvidaras tu verdadero idioma, especialmente ahora que estamos entre estos endemoniados ingleses.— ______ sonrió y decidió gastarle una broma. — Cuando vea a un inglés, recordaré de inmediato mi verdadero idioma. No me negarás estos últimos momentos en que puedo hablar sin necesidad de pensar en cada palabra que pronuncio, ¿verdad? — Bah. Sólo lo olvidas cuando estás alterada. Nettie lo sabía. En ocasiones, Nettie conocía a ______ mejor que ella misma. Si bien ______ no estaba mal humorada, que era cuando comenzaba a hablar con el acento escocés que había aprendido de Nettie y de su abuelo, lo cierto era que estaba alterada, y con razón. Pero no lo suficiente para olvidar el auténtico inglés que la había enseñado su tutor. ______ suspiró. — Espero que lleguen los baúles o nos quedaremos en ascuas.— Ambas habían partido con una sola muda de ropa para desorientar aún más a su primo Geordie, por si alguien las veía y lo informaba. — Ése es el menos grave de tus problemas, niña. Fue un acierto traer a esa modista londinense a Cameron Hall para que te hiciera todos esos bonitos vestidos. El bendito Duncan pensó en todos los detalles; incluso hizo enviar los baúles con anticipación, uno por uno, para que Geordie no sospechara. Y Nettie pensó que había sido divertido huir un medio de la noche, con las faldas recogidas y usando viejos pantalones de montar para que, a la luz de la luna, las confundieran con hombres. Lo mismo opinaba ______. De hecho, era el único aspecto de toda esa locura del cual había disfrutado. Habían cabalgado hasta el pueblo más próximo, donde aguardaban el carruaje y su conductor, y habían debido aguardar varias horas para asegurarse de que no las seguían, antes de emprender el viaje. Pero habían sido necesarios todos esos inconvenientes y ocultamientos para burlar a Geordie Cameron. Por lo menos, así había opinado el abuelo.Y ______ le creyó, sobre todo al ver la expresión de Geordie cuando se leyó el testamento del abuelo. Después de todo, Geordie era el sobrino nieto de Duncan Cameron, el nieto menor de su hermano y el único pariente masculino que aún vivía. Geordie había estado en todo su derecho al suponer que parte de la inmensa fortuna de Duncan sería para él, aunque sólo fuera una pequeña parte. Pero Duncan había legado todo su patrimonio a ______, su única nieta: Cameron Hall, los molinos, todo. Y Geordie había realizado grandes esfuerzos para no dar rienda suelta a suindignación. — No debió sorprenderse tanto — dijo Nettie al día siguiente de la lectura del testamento— .Sabía que Duncan le odiaba; que le culpaba de la muerte de tu querida madre. Por eso te cortejaba tan diligentemente durante todos estos años. Sospechaba que Duncan te lo dejaría todo. Y por eso, ahora que Duncan no está, es por lo que hemos tenido que marcharnos tan deprisa. No había tiempo que perder. ______ lo supo cuando Geordie volvió a pedirle que se casara con él, después de la lectura del testamento, y ella volvió a rechazarlo. Esa misma noche, ella y Nettie se habían marchado. No era el momento de apenarse ni de arrepentirse de la promesa que le había hecho a su abuelo. Ya había sufrido bastante cuando dos meses antes, se enteraron de que Duncan moriría. Y, en realidad, su muerte había sido un alivio, pues durante los últimos siete añosse había estado debilitando y soportando dolores; sólo su empecinamiento escocés había logrado mantenerlo vivo durante tanto tiempo. No, no podía lamentar que su abuelo hubiera dejado de sufrir. Pero, cómo extrañaría al querido anciano, que había desempeñado el rol de padre y madre para ella durante todos esos años. — No llores por mí, niña — le había dicho unas semanas antes de morir— . Te lo prohíbo. Me has dedicado demasiados años y, cuando muera, no quiero que desperdicies ni un solo día más. Debes prometérmelo. Una promesa más al anciano que amaba, que la había criado, reprendido y protegido desde que su hija regresara a su hogar con una niña de seis años llamada ______. ¿Qué importaba una promesa más, cuando ya le había hecho esa promesa fatal que ahora le provocaba tanta ansiedad? De todos modos, no había tenido mucho tiempo para apesadumbrarse; por lo menos la había cumplido. Nettie frunció el ceño cuando vio que ______ miraba nuevamente por la ventanilla, pues sabía que estaba otra vez pensando en Duncan Cameron. Desde que ______ llegara a CameronHall, había disfrutado provocando al viejo y feroz escocés, que lo aceptaba complacido. Ambas loextrañarían, pero ahora debían pensar en muchas otras cosas. — Nos estamos acercando a la posada — anunció Nettie, sentada en el asiento que daba hacia el frente del carruaje. ______ se inclinó hacia delante y hacia el costado para mirar por la ventana. El sol del atardecer iluminó su rostro y sus cabellos. Eran cabellos hermosos, de color dorado rojizo como los de Janet, su madre. Los cabellos de Nettie eran renegridos y sus ojos eran de color verde apagado, como el de un lago sombreado por altos robles. Los ojos de ______ eran de un color similar: gris verdoso con reflejos dorados. Todos sus rasgos se asemejaban a los de Janet Cameron, antes de que hubiera huido con su inglés. En realidad, ______ no se asemejaba en nada a su padre, ese inglés que había enamorado a Janet, convirtiéndola en una sombra de sí misma cuando él murió en ese trágico accidente. Janet ya nunca fue la misma y, un año después, ella también murió. Gracias aDios, ______ había contado con el apoyo de su abuelo. La niña huérfana de siete años se adaptó perfectamente al anciano escocés, que satisfacía todos sus caprichos. < >
— Esperemos que las camas sean más mullidas que las de anoche — dijo ______ cuando el carruaje se detuvo frente a la posada— . Es lo único que me entusiasma de Londres. Sé que Frances tendrá camas cómodas para nosotras. — ¿No te alegra volver a ver a tu mejor amiga después de tantos años?—______ miró a Nettie, sorprendida — Por supuesto. Estoy ansiosa por verla. Pero las circunstancias no son las más propicias para un encuentro agradable, ¿no? Quiero decir que no tendré tiempo para visitas. Oh, ese Geordie— dijo, frunciendo el entrecejo— . Si no fuera por él... — Si no hubieras hecho promesas no estaríamos aquí, pero de nada vale quejarse ahora, ¿verdad? — replicó Nettie. ______ sonrió. — ¿Quién se quejaba anoche de la cama dura?
Nettie emitió un bufido, negándose a responder y urgiendo a ______ para que descendiera del coche cuando el conductor abrió la puerta y le extendió la mano para ayudarla a bajar. ______ rió y Nettie volvió a bufar, esta vez para sí misma
<>, pensó, contemplando el andar ágil de ______ que la hizo sentir mucho más vieja en ese momento. <>Pero luego Nettie sonrió, meneando la cabeza. ______ necesitaba bromear un poco paradejar de preocuparse por el futuro. <>Cuando ______ se acercó a la posada, no advirtió la presencia de un joven de dieciséisaños, que estaba de pie sobre una banqueta encendiendo la lámpara que se hallaba sobre la puerta, pero lamentablemente él percibió la de ella. Al oír la risa de ______, tan diferente de las que solía oír, miró por encima de su hombro y estuvo a punto de caer de la banqueta, azorado ante su aspecto. Parecía una llama encendida, pues el sol del atardecer hacía refulgir sus cabellos rojizos. A medida que se acercó, pudo distinguir los finos rasgos de su rostro ovalado de pómulos altos, nariz pequeña y labios carnosos. Cuando pasó por la puerta, el joven estiró el cuello para continuar mirándola, hasta que un sonido de desaprobación le hizo volver la cabeza y vio a la criada de expresión severa que lo miraba. El joven se sonrojó. Pero Nettie se compadeció de él y nada dijo. Sucedía donde quiera que fuesen, pues Lady ______ Chadwick ejercía ese efecto sobre el sexo opuesto y ni los jóvenes ni los viejos parecían inmunes a su belleza. Y ésta era la joven que andaría sola por Londres
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| | | Wenn Casada Con
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| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 9th 2013, 15:14 | |
| Chapter 2
— ¿Y te preguntabas quién era su sastre? — dijo despectivamente el honorable William Fairfax a su joven amigo— . Te dije que su sastre no tiene nada que ver con ello. Si deseas emularlo en algo, recoge el guante. Él ha estado en el asunto durante más de doce años.
El joven amigo de William, llamado Cully, se sobresaltó al oír el sonido del cuero que rozaba la piel, pero abrió los ojos. Los había cerrado momentos antes cuando aparecieron las primeras gotas de sangre en la nariz. Se estremeció al ver que ahora la sangre manaba en abundancia de la nariz y también de la boca y del tajo del arco superficial.
— ¿Te desagrada, Cully? — dijo William, sonriendo al ver la palidez de su amigo— .Imagino que a su contrincante también, por lo menos hoy.— Rió, pensando que sus palabras eran graciosas.— Si Knighton estuviera con él en el cuadrilátero, tendríamos a quien apostarle. Él fue quien lo estrenó. Pero Knighton, según dicen, hace diez años que no boxea.
Pero Nicholas está enardecido y eso empareja la situación. Pero mientras contemplaban la pelea, junto con otros caballeros que rodeaban el cuadrilátero, Sir Nicholas Jonas se relajó y miró ceñudamente al dueño del establecimiento deportivo.
— Demonios, Knighton, te dije que aún no estaba preparado. No se ha recuperado de la última vez. —Jonh Knighton se encogió de hombros, pero sus ojos brillaban, divertidos, al mirar al enfadado pugilista a quien consideraba un amigo. — No tuve noticias de otro que aceptara el reto, milord. Si permitiera que otro hombre ganara alguna vez, quizás hallaría quienes estuvieran dispuestos a pelear.
El comentario suscitó muchas risas. Todos los que estaban allí sabían que hacía una década que Jonas no perdía una pelea ni permitía que nadie le sacara ventaja ni siquiera en las prácticas de boxeo. Estaba en óptimas condiciones, sus músculos eran perfectos, pero era su habilidad la que lo tornaba tan extraordinario... e imbatible. Los promotores, entre ellos Knighton, darían cualquier cosa por hacerlo intervenir en una pelea profesional. Pero, para un libertino como Nicholas, el boxeo era tan sólo un ejercicio físico para mantenerse en buen estado y contrarrestar la vida disipada que llevaba. Sus visitas, tres veces por semana, a Knighton's Hall tenían para él la misma importancia que sus cabalgatas matutinas por el parque. Sólo le proporcionaban placer. La mitad de los caballeros que allí se encontraban eran también pugilistas que aguardaban su turno para subir al cuadrilátero. Algunos, como el honorable Fairfax, habían ido a contemplar a los expertos en acción, aunque ocasionalmente existía la oportunidad de hacer algunas apuestas. Otros pocos eran camaradas de Jonas; solían asistir para ver cómo él derrotaba a sus contrincantes, escogidos por Knighton, y sabiamente se abstenían de competir con él. Uno de ellos hizo una broma a Nicholas. Casi de su misma estatura, pero más delgado, Lord Amherst era un individuo sin prejuicios de vivaces ojos grises. Era de su misma edad, pero rubio, entanto que Nicholas tenía cabellos oscuros, y compartía con él los mismos intereses, especialmentelas mujeres y el juego.
— Sólo lograrás que alguno de ellos lo haga con entusiasmo si conviertes en cornudo a algún joven corintio de tu fuerza y tamaño para que acepte el reto. — Dada mi mala suerte, George — dijo Nicholas— , sólo lograría que escogiera un duelo a pistola y eso no es divertido.
George Amherst rió, pues si bien no todos sabían que Nicholas era imbatible en el cuadrilátero, nadie ignoraba que era incomparable en el campo del honor. Incluso solía preguntar a sus retadores en qué lugar de su anatomía deseaban recibir la herida, lo que naturalmente los atemorizaba más aún. Nicholas nunca había matado a nadie en un duelo, dado que siempre se había batido por mujeres y pensaba que no valía la pena morir por ninguna de ellas, excepto por las que integraban su familia. Era soltero, pero sus tres hermanos mayores tenían hijos y, por ende, tenía sobrinos a quienes amaba mucho. — ¿Estás buscando competidores, Nick? Debiste enviar a alguien para que me trajera. Sabes que siempre estoy dispuesto a complacerte.
George giró rápidamente sobre sí mismo, sorprendido al escuchar una voz que hacía diez años que no oía. Luego arqueó las cejas con incredulidad. En el vano de la puerta estaba Logan Jonas, que indudablemente había envejecido pero que aún tenía el mismo aspecto peligroso de diez años atrás, cuando fuera el libertino más notorio de Londres. Alto, rubio y todavía apuesto. Dios ¡era increíble! Luego George se volvió hacia Nicholas, para observar cómo reaccionaba ante la inesperada visita. Los dos hermanos habían estado muy unidos, ya que sólo había un año dediferencia entre ellos y ambos compartían los mismos intereses, si bien Logan era sin duda el más alocado; o al menos lo había sido. Pero luego Logan había desaparecido y aunque la familia nomencionó el motivo, los otros hermanos habían renegado de él y ni siquiera lo mencionaban.
Nicholas no era una excepción. A pesar de que George había sido amigo íntimo de Nicholas duranteto dos esos años, éste nunca le había confiado por qué Logan había sido expulsado de la familia. Pero, para sorpresa de George, Nicholas no reaccionó mal. Su atractivo rostro no expresó emoción alguna. Había que conocerlo muy bien para percibir que ese brillo que asomaba a sus ojosde color cafes denotaba placer y no furia. Pero cuando habló, pareció dirigirse a su peor enemigo.
— Logan, ¿qué mierda estás haciendo en Londres? Esta mañana debiste embarcarte. —James se limitó a encogerse de hombros. — Hubo un cambio de planes, gracias al empecinamiento de Jeremy. Desde que conoció al resto de la familia ha sido imposible razonar con él. Seguramente ha tomado lecciones de manipulación con Regan, pues logró convencerme para que le permitiera finalizar aquí sus estudios, aunque no sé cómo lo hizo.
Nicholas hubiera deseado reír al ver la expresión desconcertada de Logan, que había sido hábilmente manejado por un joven de diecisiete años, que más parecía hijo de Nicholas que de Logan, y lo hubiera hecho si Logan no hubiera mencionado el nombre de Regan. Ese nombre siempre irritaba a Nicholas, como a Joseph y a Kevin, sus hermanos mayores; y Logan lo sabía, por lo cual había empleado el nombre Regan en lugar de Reggie, que era como el resto de la familia llamaba a Regina Eden. Mientras Logan hablaba se había adelantado, quitándose el abrigo para exhibir la camisa suelta que solía usar cuando capitaneaba el Maiden Anne.
Dado que tenía toda la apariencia decomplacer a Nicholas en el cuadrilátero, Nicholas se abstuvo de discutir sobre el nombre Regan, lo que hubiera iniciado una de las riñas habituales y hubiera puesto en peligro la oportunidad de boxear amistosamente con él.
— ¿Eso significa que tú también te quedarás? — preguntó Nicholas mientras Logan entregaba su abrigo a George y aceptaba los guantes que Jonh Knighton le calzó con una sonrisa. — Lo suficiente para dejar establecido al muchacho, supongo. Aunque Connie ha dicho que la única razón que teníamos para instalarnos en las islas era la de brindar a Jeremy un hogar.— Nicholas no pudo evitar la risa. — Dos viejos lobos marinos jugando a ser madres. Dios, cómo me hubiera agradado verlo. — Yo en tu lugar no diría eso — dijo Logan, imperturbable— . Tú también hiciste de madre durante seis años todos los veranos, ¿verdad? — De padre — corrigió Nicholas— . O, mejor dicho, de hermano mayor. Me sorprende que no te hayas casado, como Joseph, sólo para darle una madre a Jeremy. Claro que, considerando que Conrad Sharp está dispuesto a ayudarte a criar al muchacho, supongo que no lo creíste necesario. Logan subió al cuadrilátero. — Estás menospreciando a mi mejor amigo.— Nicholas hizo una leve reverencia. — De acuerdo. Pero, ¿quién se ocupará del muchacho mientras tú y Connie deciden regresar? —La derecha de Logan apuntó directamente al torso de Nicholas, al tiempo que dijo:— Tú.
Doblado en dos, Nicholas trató de absorber el golpe y la respuesta. Las apuestas comenzaron. Finalmente había llegado alguien que parecía capaz de vencer al imbatible Lord Jonas. Jonas eraun poco más alto, pero el otro era más fornido y parecía estar en condiciones de abatir a cualquiera, incluyendo a Nicholas. E iban a tener el privilegio de contemplarlo. Sólo unos pocos sabían que eran hermanos. Cuando Nicholas recobró el aliento, miró ceñudamente a Logan a causa del golpe sorpresivo, pero, respondiendo a sus palabras, preguntó: — ¿Yo? ¿Por qué he de ser el afortunado? — El muchacho te escogió. Eres su ídolo... después de mí, naturalmente. — Naturalmente — dijo Nicholas y tomó a Logan de sorpresa con un golpe de abajo hacia arriba que hizo retroceder a Logan. Mientras Logan movía la mandíbula, Nicholas añadió: — Será un placer tenerlo conmigo, siempre que comprendas que no restringiré mis actividades como lo hicepor Reggie. —Se acercaron el uno al otro, propinándose sendos golpes antes de que Logan respondiera: — No lo pretendo, pues yo no lo he hecho. Es diferente cuando uno está a cargo de un joven. Por favor, ha estado frecuentando prostitutas desde que tenía catorce años.
Nicholas se echó a reír, pero al hacerlo bajó la guardia y recibió un fuerte golpe en un costado de la cabeza. Pero reaccionó rápidamente y dio una trompada a Logan que lo elevó del suelo, apesar de que Logan pesaba alrededor de doce Kilos más que su hermano. Nicholss se mantuvo inmóvil, aguardando que su hermano se repusiera. Cuando Logan levantó la mirada, sonreía.
— ¿Deseamos realmente quedar doloridos, Nick? — Nicholas sonrió.— No, sobre todo si podemos hacer algo más agradable y te aseguro que podemos. — Se acercó a su hermano y le rodeó el hombro con el brazo. — Entonces, ¿cuidarás del muchacho hasta que comience la escuela? — Me agradaría, pero, Dios mío, me harán toda clase de bromas. Cualquiera que vea a Jeremy creerá que es mi hijo. — Por eso desea estar contigo — dijo Logan sonriendo y dejando ver sus blancos dientes— .Posee un endiablado sentido del humor. ¿Qué te parece esta noche? Conozco un par de rameras... — ¿Rameras?, por favor. Has sido pirata durante demasiado tiempo, capitán Hawke. Bien,conozco un par de damas...
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| | | layni Nuev@
Cantidad de envíos : 33 Edad : 30 Localización : republica dominicana Fecha de inscripción : 07/05/2010
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 9th 2013, 17:59 | |
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| | | layni Nuev@
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| | | | Wenn Casada Con
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| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 10th 2013, 14:57 | |
| Chapter 3
— Pero, no comprendo, _______ — dijo Lady Frances, inclinándose hacia adelante— . ¿Por qué habrías de atarte a un hombre si no deseas hacerlo? Si estuvieras enamorada de él sería diferente. Pero hablas de casarte con alguien a quien aún no conoces. — Frances, si no lo hubiera prometido, ¿crees que lo haría? — preguntó ______. — Quiero suponer que no; pero ¿quién podrá enterarse si no cumples la promesa? Tu abuelo está muerto y... — Frances se interrumpió al ver la expresión de su amiga — Olvida lo que acabo dedecir. — Lo haré. — Oh, pero creo que es lamentable — dijo Frances, suspirando enfáticamente.
Lady Frances Grenfell era una mujer notable desde cualquier punto de vista. Era menuda y no exactamente hermosa, pero muy atractiva, con sus cabellos rubios y sus oscuros ojos pardos. En un tiempo había sido la joven más alegre y efervescente que ______ jamás conociera, pero eso había sido antes de que contrajera matrimonio con Henry Grenfell, siete años atrás. Ahora era formal, una matrona, pero aún había momentos en que parecía la joven feliz de otras épocas.
— Ahora eres tan independiente como el que más — continuó diciendo Frances— . Posees muchísimo dinero y no debes dar cuenta de tus actos a nadie. Me llevó siete años de convivencia con un hombre al que no amaba para hallarme en tu misma situación, y aún tengo una madre que me regaña cuando hago la menor cosa que ella desaprueba. Aunque soy viuda y vivo sola con mi hijo, debo dar cuentas a alguien de mis actos. Pero tú, ______, no debes preocuparte por nadie ysin embargo te ves obligada a entregarte a un hombre que se complacerá en coartar tu libertad, como lo hizo Lord Henry conmigo. Y sé que no deseas hacerlo. Lo sé muy bien. — Lo que deseo no importa, Frances. Importa lo que debo hacer. — Pero, ¿por qué? — exclamó Frances, exasperada— . Eso es lo que deseo saber. Y novuelvas a decirme que es porque se lo prometiste a tu abuelo. Si él lo consideraba tan importante, tuvo mucho tiempo para casarte. — En cuanto a eso — respondió ______— , no había nadie con quien yo deseara casarme. Y el abuelo no me hubiera obligado a aceptar a quien no quisiera. — ¿En todos estos años no hubo nadie? — Oh, detesto la forma en que dices <>, Frances. No me recuerdes lo difícil que será para mí.— Frances la miró con asombro. — ¿Difícil? — Estuvo a punto de echarse a reír. — Bah, casarte a ti será lo más fácil del mundo. Tendrás tantos pretendientes que no sabrás qué hacer con ellos. Y nadie tendrá en cuenta tu edad. Dios mío, ¿no sabes lo increíblemente bella que eres? Y, como si eso no fuera suficiente, posees una fortuna digna de un banquero. — Tengo veinticinco años, Frances — enfatizó ______, como si hubiera dicho cien. Frances sonrió. — También yo y no me considero una anciana, gracias — Es diferente porque eres viuda. Has estado casada. A nadie le sorprendería que volvieras acasarte. — No, a nadie, porque jamás lo haré.— ______ frunció el ceño ante la interrupción. — Pero cuando me vean junto a todas esas jóvenes casaderas se reirán de mí.— Frances sonrió. — Sinceramente, __... — Es verdad. Yo misma reiría de una solterona de veinticinco años que hiciera ese papel de tonta — dijo ______ con un bufido. —Basta ya. Te aseguro; te juro, que tu edad no será un problema.
______ no podía creerlo, a pesar de que lo deseaba. Lo disimuló, pero estaba al borde del llanto. Ésa era la razón por la que le aterrorizaba la idea de buscar marido. Iba a ponerse en ridículoy no soportaba la idea. — Pensarán que me pasa algo malo porque no me casé antes, Fran. Sabes que será así. Es propio de la naturaleza humana. — Lo comprenderán perfectamente cuando sepan que has pasado los últimos seis años cuidando de tu abuelo y te alabarán por ello. Además, la edad es el menor de tus problemas. Y has evitado responder a mi pregunta, ¿no es así?
______ rió al ver la expresión severa de su amiga, con esa risa cálida y ronca, tan propia de ella. Ella y Nettie habían llegado a la casa de la calle South Audley la noche anterior, muy tarde y las dos amigas no habían tenido oportunidad de conversar hasta esa mañana. Era una vieja amistad que había sobrevivido doce años, con una sola visita en los últimos diez, cuando Frances llevó a su hijo Timmy a las tierras altas de Escocia, cuatro años atrás. ______ tenía otras amigas en Escocia, pero ninguna tan íntima como Frances ni a la que pudiera confiar todos sus secretos. Se habían conocido cuando tenían trece años, cuando el abuelo la había enviado a la escuela para convertirla en una dama, pues decía que se estaba convirtiendo en una joven salvaje, sin noción alguna de su condición social; lo cual era verdad aunque ella no siempre lo considerase así. _______ había durado dos años en la escuela y luego había sido expulsada y enviada de regreso a Cameron Hall por su <>. El abuelo no la reprendió. En realidad, la había extrañado mucho y se alegró de tenerla nuevamente a su lado. Pero contrató auna excelente maestra para que continuara la educación de _______ y ninguna de las travesuras dela niña logró ahuyentar a la señorita Beechham; el abuelo le pagaba demasiado. Pero durante esos dos años que pasó en Inglaterra, Frances y _______ habían sido inseparables. Y si no se hubiera enamorado a los dieciocho años, hubiera compartido el amor de Frances a través de sus cartas. Por intermedio de Frances, supo cómo era estar enamorada. Por intermedio de Frances, también supo cómo era tener un marido al que no se amaba. Y aunque no había tenido niños, sabía todo lo relativo a ellos, por lo menos lo relativo a un hijo, porque Frances había compartido con ella todas las fases de le evolución de Timmy. _______ también había compartido con su amiga todas sus experiencias a través de sus cartas, si bien la vida en las tierras altas no había sido muy emocionante. Pero los últimos meses, no había querido preocupar a Frances con los temores del abuelo, de modo que no le había hablado de Geordie. ¿Y cómo decírselo ahora? ¿Cómo hacerle comprender que no se trataba de la manifestación senil de un anciano, sino de una situación realmente peligrosa? _______ decidió comenzar por el principio.
— Frances, ¿recuerdas que te dije que mi madre se ahogó en Loch Etive cuando yo tenía siete años? — Sí; fue un año después de la muerte de tu padre, ¿verdad? — dijo Frances, dando unasuave palmada sobre su mano. _______ asintió, tratando de no recordar su desolación a causa de ambas muertes. — El abuelo siempre culpó a su sobrino nieto Geordie por la muerte de mi madre. Geordie era un niño perverso, que siempre maltrataba a los animales y provocaba accidentes que le divertían. En esa época tenía sólo once años, pero ya había sido la causa de que uno de nuestros palafreneros se quebrara una pierna, que la cocinera sufriese una quemadura grave y que hubiese que sacrificar un caballo, sin contar las cosas que había hecho en su propia casa y de las cuales no nos enteramos. Su padre era primo de mi madre y, cuando nos visitaba, siempre traía a Geordie. El día en que se ahogó mi madre, hacía una semana que estaban de visita. — Pero, ¿cómo pudo provocar la muerte de tu madre? — Nunca hubo pruebas, Frances. Aparentemente, el barco que tomó zozobró y, como era invierno y ella estaba muy abrigada, no pudo nadar hasta la costa. — ¿Qué estaba haciendo en el lago en invierno? — Había crecido junto al lago. Era natural para ella estar en el agua. Le encantaba; en verano nadaba diariamente y recorría las orillas de ambas márgenes. Prefería remar a viajar en coche o cabalgar, por hostil que fuera el clima. Y poseía su propio bote de remos, fácilmente maniobrable. Yo también, pero nunca me permitían salir sola en él. Pero, de todos modos, a pesar de ser una excelente nadadora, ese día no llegó a la orilla. — ¿Nadie la ayudó? — Nadie vio lo ocurrido. Ese día ella había planeado cruzar el lago, de manera que es probable que el bote se haya hundido en el medio. Varios días después, uno de los granjeros dijo alabuelo que, a comienzos de esa semana, había visto a Geordie en el sitio donde se guardaban los botes. Si Geordie no hubiera sido tan afecto a causar accidentes, el abuelo no lo hubiera dado importancia. Pero Geordie pareció tan afectado como yo por la muerte de mi madre, lo cual era muy sorprendente, pues ni mi madre ni yo le agradábamos. — ¿De modo que tu abuelo creyó que Geordie había dañado el bote? — _______ asintió. — Quizás hizo algo para provocar una lenta inundación en el barco. Era la clase de cosa que divertía a Geordie: provocar la mojadura de alguien y hacerle perder un buen bote. Si lo hizo, creo que fue una travesura de mal gusto. No creo que tuviera la intención de matar a nadie; sólo deseaba que se mojase y se enfadase. No pudo saber que mi madre se alejaría tanto de la orilla. No cruzaba el lago con frecuencia. — Aun así... — Sí; aun así... — dijo _______ , suspirando— . Pero el abuelo nunca pudo probarlo de modo que nada pudo hacer. El bote jamás apareció y no pudo saberse si había sido dañado. Después de eso, el abuelo nunca confió en Geordie; cuando venía a la casa, lo hacía vigilar por alguno de los criados. Lo odiaba, Frances. No podía decir al padre de Geordie cuáles eran sus sospechas, ni negarle la entrada a la casa. Pero juró que Geordie jamás recibiría nada de él. Cuando murió el padre de Geordie le dejó una pequeña herencia. El abuelo sabía que Geordie envidiaba su fortuna, pero el abuelo lo recibió porque era el hijo mayor y heredó la fortuna de los Cameron. Y, cuando Geordie pidió al abuelo mi mano, supo que lo hacía por interés. — Te desvalorizas al decir eso, _______. No sólo tienes dinero.— _______ hizo un gesto, como restando importancia a sus palabras. — El hecho es que a Geordie nunca le había agradado, Frances, ni siguiera cuando nos hicimos adultos. Y el sentimiento era mutuo. Él me envidiaba porque yo era la parienta más cercana del abuelo. Pero cuando murió su padre y supo que su herencia sería muy magra, se tornó súbitamente encantador conmigo. — Pero lo rechazaste — dijo Frances. — Naturalmente. No soy una tonta y percibí claramente que sus lisonjas eran falsas. Pero no desistió. Continuó fingiendo que me amaba, aunque yo veía el odio en sus ojos azules. — Bien, aunque me haya enterado de todo ello, no comprendo por qué debes casarte deprisa. — Al morir el abuelo, he quedado sin protección. No la necesitaría si no fuera por Geordie. Me ha pedido que me case con él en muchas ocasiones. Es evidente que desea la fortuna de los Cameron y que hará cualquier cosa para obtenerla. — Pero, ¿qué puede hacer?.— _______ hizo un gesto de fastidio. — Creí que nada. Pero el abuelo sabía más que yo.— Frances, inquieta, dijo: — El dinero no caería en manos de Geordie si algo te ocurriera, ¿verdad? — No; el abuelo tomó los recaudos necesarios para que eso no suceda. Pero Geordie puede obligarme a casarme con él si me atrapa. Existen modos, por medio de drogas o golpes e incluso con la intervención de un cura inexcrupuloso y no se firmaría el contrato matrimonial que el abuelo redactó para mí. Geordie controlaría todo si pudiera y, como dije antes, ya no tendría interés en mí. Es más; no se atrevería a tenerme a su lado por temor a que yo dijera qué había hecho. —Frances se estremeció, a pesar de que era una tibia noche de verano. — No estás inventando todo esto, ¿no? — Desearía que fuese así, Frances. El abuelo siempre esperó que Geordie se casara, pero no lo hizo. El abuelo sabía que aguardaba que yo me quedara sola, para que nadie protestara si me obligaba a casarme con él. Y es demasiado grande para que yo pueda luchar contra él, aunque soy hábil en el manejo del puñal y llevo uno dentro de mi bota. — No lo dices seriamente. — Oh, sí. El abuelo se aseguró de que supiera usarlo. Pero, ¿de qué me serviría un pequeño puñal si Geordie contratara a alguien para secuestrarme? Ahora sabes por qué debí abandonar Escocia tan de prisa y por qué estoy aquí. — Y por qué deseas un marido. — Sí, también eso. Una vez que me haya casado, Geordie nada podrá hacer. El abuelo me obligó a prometerle que me casaría lo antes posible. Lo planeó todo, incluso mi huida. Antes de buscarme aquí, Geordie recorrerá Escocia, de modo que tengo tiempo para escoger marido, pero no por mucho. — Demonios, no es justo — dijo Frances, apenada— . ¿Cómo puedes enamorarte tan deprisa? —_______ sonrió, recordando la seria advertencia de su abuelo: — Primero protégete, niña, con una alianza en tu dedo. Más tarde, podrás hallar el amor. —Ella se había sonrojado al comprender el significado de sus palabras. Pero también le había dicho: — Naturalmente, si encuentras el amor, no lo rehuyas. Aférrate a él, pues podría resultar bien y no tendrás necesidad de buscarlo después.— El abuelo también le había dado consejos respecto al hombre que debía escoger.
— Dicen que los libertinos son buenos maridos, siempre que una joven bonita conquiste su corazón (no sus ojos; su corazón). Ya han tenido muchas aventuras de modo que están dispuestos atener un matrimonio estable. —Pero _______ le había dicho que se decía que los libertinos nunca dejan de serlo. Ese consejo de su abuelo no la había convencido. — ¿Quién ha dicho eso? Si es así, será porque no se ha enamorado. Enamóralo, niña y no te arrepentirás. Pero no me refiero a los jóvenes. Deberás hallar a un hombre que tenga la edad suficiente como para que ya no desee vivr más aventuras amorosas. Pero tampoco querrás un hombre fatigado. Ten cuidado con eso. — ¿Y cómo distinguiré la diferencia entre uno y otro? — Por sus sentimientos. Si puedes excitarlo (y deja de sonrojarte, niña). Excitarás a muchos hombres jóvenes y también a muchos libertinos. Tendrás muchos entre los cuales podrás escoger. — Pero no deseo un libertino — había insistido ella. — Lo querrás—dijo Duncan— Son irresistibles. Pero asegúrate de que te ponga el anillo antes de... — ¡Abuelo!— Él bufó ante su exclamación. — Si no te lo digo yo, ¿quién lo hará? Debes saber cómo manejar a un hombre así.— Con el dorso de la mano. Él rió.— Vamos niña, no eres razonable respecto a esto — se burló— . Si el hombre te atrae y conquista tu corazón, ¿lo ignorarás sólo porque es un libertino? — Sí. — ¡Pero acabo de decirte que son los mejores maridos! — había gritado al verla tan obstinada— . Y deseo lo mejor para ti, aunque no tendrás mucho tiempo para hallarlo. — ¿Cómo diablos lo sabes, abuelo? Dímelo, por favor. — No estaba enfadada; sólo confundida. El abuelo no sabía que ella ya tenía información acerca de los libertinos a través de Frances y según su criterio, debía huir de ellos como de la peste. — Yo lo fui y no te sorprendas tanto. Había conquistado mujeres durante dieciséis años cuando me casé con tu abuela y le fui fiel hasta el día de su muerte.
Una excepción. No era suficiente para que _______ cambiara de idea respecto de esa clase de caballeros. Pero se abstuvo de decírselo a Duncan. Dejó que creyera que la había convencido. Pero era un consejo que no pensaba seguir y sobre el que no había hecho promesa alguna. Respecto de la pregunta que Frances le hiciera acerca del amor, _______ se encogió de hombros y dijo:
— Si no sucede de inmediato, no sucede. Si sobrevive a ello.— Frances frunció el entrecejo. — Yo no tuve alternativa. — Lo lamento. No debí recordártelo. Pero, en lo que a mí respecta, preséntame un individuo atractivo que no sea muy mujeriego y lo aceptaré. Si considero que puede agradarme, será suficiente. — Luego sonrió. — Después de todo, cuento con el permiso de mi abuelo, incluso con la sugerencia, de que puedo buscar el amor más adelante si no lo hallo en mi matrimonio. — El... ¿Lo harías? —_______ se echó a reír al ver la expresión escandalizada de su amiga.— Déjame hallar un marido antes de pensar en un amante. Ruega que ambos sean la misma persona
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| | | Wenn Casada Con
Cantidad de envíos : 1547 Edad : 29 Fecha de inscripción : 01/04/2012
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 10th 2013, 15:01 | |
| Chapter 4 — ¿Y bien, muchacho? ¿Qué tonterías piensas ordenar? ¿Te satisface? — Nicholas estaba apoyado indolentemente contra el marco de la puerta contemplando a Jeremy, que examinaba su nueva habitación con evidente satisfacción. — Demonios, tío Nick, yo... — Detente — dijo Nicholas frunciendo el ceño— . Puedes llamar tío a mis hermanos, pero te agradeceré que me llames simplemente Nick.— Jeremy sonrió. No estaba intimidado en absoluto. — Es espléndido, Nick. La habitación, la casa, tú. No puedo agradecerte lo... — Pues no lo hagas, por favor — dijo Nicholas— . Y antes de que continúes alabándome debo advertirte que pienso corromperte, mi querido muchacho. Tu padre se lo merece por dejarte a mi cargo. — ¿Lo prometes?— Nicholas debió reprimir la risa. El joven le había creído. — No. Por Dios, ¿crees que deseo que Joseph me mate? De hecho armará un escándalo cuando sepa que Logan te ha enviado a mi casa, en lugar de alojarte en la suya. No, te presentaré a ese tipo de mujeres que tu padre ha olvidado que existe. — ¿Similares a Regan?—Nicholas frunció el ceño seriamente. — Tú y yo nos llevaremos bien siempre que no pronuncies ese nombre. Maldición, eres como tu padre... — Bueno, no puedo permitir que hables mal de mi padre, tío Nick — dijo Jeremy muy seriamente. Nicholas avanzó y acarició los cabellos negros del joven, tan semejantes a los suyos. — Compréndeme, cachorro. Amo a tu padre. Siempre lo he amado. Pero lo atacaré siempre que me plazca. Fue mi hermano antes de ser tu padre y no necesito que tú lo defiendas. De modo que tranquilízate. No hablaba seriamente.— Jeremy, apaciguado, rió. — Reggie dijo que no eras feliz a menos que riñeras con tus hermanos. — ¿Ah, sí? Esa mujer siempre ha sido una sabelotodo — respondió Nicholas cariñosamente—. Hablando de ella, me envió una nota hoy. Parece que está en la ciudad sin su vizconde y necesita un acompañante para un baile esta noche. ¿Te agradaría la tarea? — ¿Yo? ¿Lo dices en serio? — preguntó Jeremy, muy emocionado. — Por qué no. Sabe que no soporto esas fiestas y no me hubiera hablado de ello si hubiera otra persona disponible. Pero Kevin ha llevado a su familia a Haverston esta semana para visitar a Joseph, y Derek también está allí, de modo que sólo quedamos tú y yo. Somos los únicos Jonas de la ciudad a los que puede persuadir, a menos que transmitamos la tarea a tu padre. Siempre que lo hallemos a tiempo. Puede que permanezca aquí esta semana, pero dijo algo respecto a reunirse con una vieja amiga... — Sarah — dijo Jeremy y sus ojos avellana brillaron— . Trabaja en una taberna de... — No me abrumes con detalles. — De todos modos, no iría a un baile, ni siquiera para acompañar a su sobrina favorita. Pero amí me fascinaría. Incluso poseo la ropa adecuada. Y sé bailar. Sinceramente. Connie me enseñó —Nicholas estuvo a punto de reír. — ¿Lo hizo? ¿Quién conducía a quién?. —Jeremy sonrió. — Nos alternábamos. Pero he practicado con las rameras y no se han quejado.— Nicholas no tenía la intención de preguntar qué otros tipos de prácticas había realizado, pues podía imaginarlas. Era obvio que tenía demasiados contactos con los desagradables amigos de su padre. ¿Qué haría con ese pícaro encantador? Algo debía hacer, pues Jeremy, gracias a su padre,carecía de virtudes sociales. Un caballero pirata (ya retirado) y un libertino desacreditado: dos buenos ejemplos para imitar. Quizás debía entregar al joven a sus primos cuando regresaran a Londres, para que le enseñaran los rudimentos. — Estoy seguro de que Reggie estará encantada de bailar contigo, muchacho, pero si dices que es una ramera, te tomará a golpes. Y te conoce bien, de modo que se alegrará de que la acompañes. Tengo entendido que le agradas. — Así es. Le caí simpático el día del secuestro. — ¿Debes recordármelo? Y sólo cuando supo quién eras te tomó simpatía. Dios mío, cuanto trabajo se tomó Logan para vengarse del vizconde, para luego descubrir que Reggie se había casado con él. — Bueno, eso cambió todo. — Naturalmente. Pero no debió arrastrarte en su deseo de venganza. — Se trataba de una cuestión de honor. — Ah, de modo que también sabes de cuestiones de honor, ¿no?, — dijo secamente Nicholas— . Entonces supongo que aún hay esperanzas para ti... siempre que eliminemos a las < > de tu vocabulario.
Jeremy se sonrojó levemente. No era culpable de haber pasado los primeros años de su vida en una taberna, hasta que su padre descubrió su existencia y se ocupó de él. Connie, el primer compañero y mejor amigo de Logan, corregía su lenguaje. Ahora aparecía otro dispuesto a corregirlo.
— Tal vez no sirva para acompañar... — No vuelvas a tomar tan seriamente todo cuanto digo. — Nicholas meneó la cabeza. —¿Acaso te hubiera sugerido que acompañaras a mi sobrina favorita si no te creyera capaz? —Jeremy frunció el ceño, pero por otro motivo. — No puedo hacerlo. Demonios, ¿en qué estaría pensando? Por supuesto que no puedo. Si se tratara de otra persona... pero no. No puedo. — ¿Qué diablos estás diciendo?— Jeremy lo miró fijamente. — No puedo llevarla al baile si seré el único que la proteja. ¿Qué ocurrirá si la asedia alguien como tú? — ¿Cómo yo? — Nicholas no sabía si reír o estrangular al mozalbete. — Sabes a qué me refiero, Nick, alguien que no acepta negativas. No se trata de que no atacaría al que se atreviera... — Pero, ¿quién se dejaría impresionar por un joven de diecisiete años? — dijo Nicholas, frunciendo el ceño— . Maldición, no tolero estos condenados asuntos. Nunca pude ni podré. Pero estás en lo cierto. Supongo que deberemos llegar a una transacción. Tú la acompañarás y yo la vigilaré. Creo que el salón de baile Crandal está frente a un jardín, de modo que podré hacerlo sin aparecer directamente. Ello satisfará incluso a su sobreprotector marido. ¿Te parece bien, joven Galahad? — Sí, siempre que sepa que estás allí y que intervendrás si surgen problemas. Pero, demonios, Nick, ¿no te aburrirás toda la noche allí fuera en el jardín? — Seguramente, pero supongo que puedo tolerarlo por una noche. No sabes cuál sería la alternativa si apareciese en una de esas reuniones y no hagas preguntas al respecto. Es lo que envenena mi vida, pero es la vida que escogí, de modo que no me quejo.
Y después de ese críptico comentario, Nicholas dejó a Jeremy a solas en su nueva habitación
Ok en el proximo cap, la rayis se encontrara con Nick... ni se imaginan lo que pasara... bienvenida Layni que bueno que te guste | |
| | | LanieNJ Nuev@
Cantidad de envíos : 4 Localización : En la mansion de Nick Jonas Fecha de inscripción : 11/01/2013
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 11th 2013, 12:00 | |
| Hola, Soy Lanie! Soy nueva en este foro Lei tu novela anterior Beautiful disaster y quede super fascinada asi me imagino que esta tambien sera estupenda.
Espero que la sigas Prontoo! | |
| | | layni Nuev@
Cantidad de envíos : 33 Edad : 30 Localización : republica dominicana Fecha de inscripción : 07/05/2010
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 11th 2013, 12:05 | |
| BUENO ME CAE BIEN JEREMY ES UN NIÑO CON PERSONALIDAD, ESPERO EL PROXIMO CAP | |
| | | Wenn Casada Con
Cantidad de envíos : 1547 Edad : 29 Fecha de inscripción : 01/04/2012
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 11th 2013, 15:05 | |
| Chaprter 5 — Y bien, querida, ¿me crees ahora? — murmuró Frances, acercándose a _______ por detrás. _______ estaba rodeada por un círculo de admiradores que no la habían dejado ni un instante a solas desde que llegara al baile, el tercero en tres días. Si alguien hubiera oído la pregunta la hubiera considerado perfectamente inocente. Si bien la mirada de los caballeros presentes retornaba una y otra vez a _______, que llevaba un vestido deraso color verde azulado, en ese momento estaban discutiendo amistosamente una carrera que tendría lugar al día siguiente. Ella había comenzado el tema para interrumpir la discusión previa, sobre quién bailaría con ella a continuación. Estaba fatigada de bailar, sobre todo con Lord Bradley, que en apariencia tenía los pies más grandes que existían de ese lado de la frontera escocesa. Afortunada o lamentablemente, _______ no necesitó que Frances le explicara la pregunta. Frances la había formulado con mucha frecuencia en el transcurso de los últimos días, encantada de haber estado en lo cierto respecto a la acogida que tendría y de que _______ hubiera estado equivocada. Disfrutaba del éxito de _______ como si fuera propio. — Te creo — suspiró _______, con la esperanza de que fuera la última vez que lo dijera— . Te aseguro que sí. Pero ¿cómo habré de escoger entre tantos? —Frances le dijo en un aparte: — No necesitas escoger a ninguno de ellos. Acabas de comenzar la cacería. Hay otros a los que aún no conoces. No tomarás una decisión a ciegas, ¿verdad? — No, naturalmente; no tengo la intención de casarme con un perfecto extraño. Bueno, lo será en cierto modo, pero trataré de averiguar todo lo que pueda acerca de él. Deseo conocer a mi presa lo mejor posible para evitar errores. — Tu presa, por Dios — dijo Frances poniendo los ojos en blanco con gesto dramático— ¿Es así como lo consideras?— _______ volvió a suspirar. — Oh, no sé, Frances. No importa cómo lo mires, parece algo tan calculado y frío, especialmente cuando ninguno de los que he conocido me ha atraído ni siquiera un poco. He de comprarme un marido. Esa es la verdad. Y si esto es todo cuanto hay para escoger, tengo la impresión de que no me agradará mucho el individuo. Pero en tanto cumpla los otros requisitos... — Bah — dijo Frances con severidad— . Te estás dando por vencida cuando la búsqueda apenas comienza. ¿Por qué estás tan deprimida?— _______ hizo una mueca. — Son tan jóvenes, Frances. Gilbert Tyrwhitt no tiene más de veinteaños y Neville Baldwin no es mucho mayor. El conde es de mi edad y Lord Bradley tiene muy pocos años más que yo, aunque actúa como si aún fuera un colegial. Esos otros dos no son mejores. Maldición, me hacen sentir tan anciana. Pero el abuelo me previno. Dijo que debía buscar un hombre mayor, pero ¿dónde están? Y si me dices que todos están ya casados me pondré a gritar.— Frances rió. — _______, te estás apresurando. Existe una buena cantidad de caballeros distinguidos; algunos son viudos, otros solteros que seguramente desearán dejar de serlo cuando te conozcan. Pero bien seguro deberé señalártelos, porque estos jovenzuelos probablemente los intimidan. Después de todo, eres un gran éxito. Si deseas un hombre mayor, deberás alentarlo un poco; hacerle saber que estás interesada en él... bueno, tú sabes qué quiero decir. — Por Dios, Frances, no tienes por qué ruborizarte. No me importa tomar iniciativas cuando es necesario. Incluso estoy dispuesta a exponer mi caso y proponerle matrimonio. No arquees las cejas. Sabes que lo digo seriamente y que lo haré si es preciso. — Sabes muy bien que te será incómodo ser tan audaz. — Quizás lo sería en circunstancias normales. Pero en éstas, no tengo muchas alternativas. No tengo tiempo para perderlo en un noviazgo formal, ni para aguardar a que se presente el hombre indicado. De modo que indícame cuáles son los candidatos más experimentados y te diré a cuáles deseo que me presentes. Ya he tenido suficiente con estos mozalbetes. — Bien — dijo Frances, mirando a su alrededor— . Allá, junto a los músicos, el más alto. No recuerdo su nombre, pero tengo entendido que es viudo y tiene dos niños; no, tres. Debe de tener unos cuarenta y uno o cuarenta y dos años y me han dicho que es muy agradable. Tiene una gran propiedad en Kent, donde viven sus hijos, pero prefiere la vida de la ciudad. ¿Se acerca más a loque deseabas? —_______ sonrió ante el sarcasmo de Frances. — Oh, no está mal. Me agradan sus sienes canosas. Ya que no puedo tener amor, exijo al menos buena presencia y es apuesto ¿verdad? Sí, puede ser. ¿Quién más?—Frances la miró, disgustada, pues tuvo la sensación de estar en un mercado escogiendo mercadería selecta, aunque _______ no opinara lo mismo. Era desagradable la manera práctica y desaprensiva con que _______ encaraba el asunto. Pero en realidad no era así. La mayoría de las mujeres tenían un padre o un tutor que se ocupaban de esas cuestiones, en tanto ellas se preocupaban tan sólo de las felices fantasías del amor eterno o, en los casos desdichados, de la ausencia del amor. _______ no tenía a nadie que se ocupara de las realidades del matrimonio, de modo que debía afrontarlas por si misma, incluyendo los acuerdos financieros. Más consustanciada con la situación, ya que luchar contra ella era inútil, Frances señaló otro caballero y luego otro más. Después de una hora _______ ya los conocía a todos y había confeccionado una lista más restringida, más aceptable desde el punto de vista de la edad. Pero los jovenzuelos insistían en asediarla y en bailar con ella una y otra vez. Si bien su popularidad contribuyó en gran parte a disminuir su ansiedad, también se estaba convirtiendo en una molestia. Habiendo vivido largo tiempo recluida con su abuelo y los criados a quienes conocía desde toda la vida, _______ había tenido muy poco contacto con caballeros. Los que conocía estaban habituados a ella y a los que no conocía, no los trataba. A diferencia de Nettie, que percibía cuanto ocurría a su alrededor con rapidez y notaba el efecto causado por _______ sobre el sexo opuesto, _______ era demasiado circunspecta socialmente y no prestaba atención a lo que sucedía en torno a ella. No era sorprendente que asignara tan poca importancia a su belleza, que a ella nunca le pareció fuera de lo común, y tanta a su edad, que consideraba inadecuada para sus propósitos y que influía solamente sobre su condición de heredera que debía encontrar marido con rapidez. Había llegado a la conclusión de que, dada su edad avanzada, comparada con las otras jóvenes casaderas, debía conformarse con individuos sin perspectivas, e incluso con algún aventurero jugador o algún lord arruinado económicamente. Y, aunque se firmara un contrato matrimonial que le permitiera controlar la mayor parte de su fortuna, sería generosa. Podía serlo. Era tan rica que le producía incomodidad. Pero, después de la primera fiesta a la que asistió con Frances, se vio obligada a reconsiderar su situación. Había descubierto que toda clase de caballeros mostraba interés por ella, aunque no conocían el monto de su fortuna. Naturalmente, sus vestidos y joyas hablaban por sí mismos pero el conde acaudalado ya la había visitado en la casa de la calle South Audley, al igual que el desagradable Lord Bradley. Los hombres mayores que figuraban en su lista tampoco eran pobres y todos parecían muy halagados por el interés que ella les demostraba. Pero, ¿estarían dispuestos a casarse con ella? Eso aún no se sabía. La primera preocupación de _______ era averiguar algo más acerca de ellos. No deseaba recibir sorpresas desagradables después de casarse. En ese momento necesitaba un confidente y consejero; alguien que hubiera conocido a esos hombres durante varios años y la ayudara a reducir su lista. Frances había vivido muy recluida y protegida desde que enviudara y no podía serle útil en ese sentido. Personalmente, sólo conocía a los amigos de su marido y no podía recomendar a ninguno. Los hombres que había presentado a _______ esa noche eran simples conocidos, sobre los que tenía una información muy vaga. Las habladurías podrían ayudar, pero no eran de confianza, pues los antiguos chismes eran reemplazados por otros más recientes y no serían útiles en ese caso. Si _______ tuviera otras amigas en Londres, pero Frances era la única. Ninguna de ellas pensó en la posibilidad de contratar los servicios de alguien que hiciera las averiguaciones pertinentes sobre sus candidatos. Y, aunque se les hubiera ocurrido, no hubieran sabido cómo hallar a esa persona. Y además, hubiera sido demasiado simple. Desde el comienzo, _______ había supuesto que la búsqueda de un marido sería un asunto difícil. Suponía que le provocaría grandes angustias, porque no contaba con el tiempo necesario para tomar una decisión muy meditada. Por lo menos, esa noche estaba haciendo progresos, lentos pero efectivos. Sir Artemus Shadwell, el viudo de las sienes canosas, había afrontado a los petimetres y la había invitado a bailar. Por desgracia, no fue una danza propicia para la conversación y sólo pudo averiguar que tenía cinco niños de su primer matrimonio (y no tres, como había dicho Frances) y que no tenía interés en formar una nueva familia si alguna vez se volviera a casar. Ella hubiera deseado saber cómo haría para evitarlo, pero él lo había afirmado rotundamente. Era lamentable, ya que _______ deseaba tener niños cuando se casara. Era lo único que la entusiasmaba del matrimonio. Deseaba tener hijos; no muchos pero dos o tres, o cuatro y eso estaba decidido. Tampoco podía aguardar mucho tiempo para tenerlos, dada su edad. Si pensaba formar una familia, debía comenzar de inmediato. Eso debía quedar claro. No podía aceptar que ledijeran < > o <>. Pero no tenía por qué eliminar a Sir Artemus de su lista aún. Después de todo, él no sabía que era uno de sus <>, de modo que seguramente no había considerado su pregunta sobre los niños como algo importante. Además, un hombre podía cambiar de idea. Si algo sabía acerca de los hombres, era eso. Después de bailar con ella, la llevó de nuevo junto a Frances que estaba junto a la mesa con una joven que _______ no conocía. Pero de inmediato comenzó a sonar la melodía de un vals y el persistente Lord Bradley se acercó a ella. _______ gruñó audiblemente. Era demasiado. No pensaba dejarse pisar otra vez por ese torpe individuo.
— ¿Qué ocurre, _______? — preguntó Frances. — Nada... todo — respondió ella, exasperada. Luego, sin tener en cuenta a la extraña que aún no le habían presentado, dijo:— No bailaré más con ese tonto de Bradley. Juro que no lo haré. Fingiré desmayarme, pero eso podría causarte problemas, de modo que me ocultaré. Riendo, miró a las damas con gesto de conspiración y desapareció entre la multitud, dejando que ellas dieran las explicaciones del caso al persistente Bradley. _______ se dirigió a una de las puertas que daban a la terraza y salió. Arrimada al muro junto a la puerta, se cercioró de que nadie pudiera observarla mientras contemplaba el amplio jardín que se extendía más allá de la terraza. Luego se inclinó para mirar hacia el interior y asegurarse de que no la siguiesen. Vio a Lord Bradley que se alejaba de Frances, decepcionado. No experimentó ni el más leve remordimiento. Continuó observando a Lord Bradley para estar segura de que, al no hallarla en el salón, no iría a buscarla al jardín. En ese caso, tendría que hallar otro escondite y podía imaginarse ridículamente agachada detrás de los canteros del jardín. Pero también pensó que daba una imagen ridícula en ese momento y volvió a mirar nerviosamente hacia atrás para asegurarse de que el jardín estuviera desierto.
En apariencia, lo estaba. Después demirar a Lord Bradley durante unos instantes más, vio que él invitaba a bailar a otra mujer. Suspirando, _______ se enderezó, alegrándose de poner sus pies a salve por el momento. Debió huir antes en dirección al jardín. El aire fresco fue un bálsamo para sus pensamientos, confundidos por las complejidades de su vida actual. Necesitaba estar a solas para tranquilizarse, al son de la melodía que salía por las puertas abiertas. Cada puerta y cada ventana que daba al jardín dibujaba sobre la terraza de piedra rectángulos de luz dorada. Había algunas mesas y sillas, pero eran muy visibles desde el interior, de modo que _______ las eludió. Divisó un banco debajo de un árbol, en el extremo de la terraza que se unía al césped. Por lomenos, parecían las patas de un banco. La luz sólo iluminaba esa parte, pues una rama baja no permitía ver el resto. El resto de esa zona estaba en sombras a causa de tres gruesos árboles, através de los cuales la luz de la luna no podía penetrar. Era perfecto. Podría apoyar los pies sobre el asiento y tornarse invisible para todo aquel que saliera. Sería agradable ser invisible durante un rato. Estaba a varios metros de distancia y _______ corrió hacia su refugio inesperado, con la esperanza de que nadie la viera en ese momento a través de alguna de las ventanas.
Experimentó la ansiedad de no llegar a tiempo. Sólo deseaba unos pocos minutos de soledad. Pero su ansiedad era absurda, ya que nada ocurriría si su deseo se viese frustrado. De todos modos, no podría permanecer allí mucho tiempo. De lo contrario, Frances se preocuparía. Pero nada de eso parecía importarle. El banco se había convertido en una necesidad esencial por motivos puramente emocionales. Entonces, de golpe, comprendió que no había hallado refugio alguno. El banco, su banco, ya estaba ocupado. Permaneció de pie, inmóvil, mirando inexpresivamente lo que había parecido sólo una sombra en la distancia, pero que ahora resultaba ser la pierna de un hombre. El pie estaba apoyado en el asiento en el que ella había pensado tornarse invisible. Su mirada recorrió la pierna y comprobó que el hombre estaba en parte de pie y en parte sentado. Los antebrazos estaban apoyados sobre la rodilla flexionada; las manos laxas, con las palmas hacia abajo. Sus dedos eran largos y elegantes; detalles que se hacían evidentes por el contraste de su color claro contra el negro de los pantalones. La mirada de _______ siguió ascendiendo y vio un par de anchos hombros, inclinados hacia delante, y la corbata blanca con el nudo flojo. Finalmente miró su rostro, pero, en la oscuridad, sólo vio una mancha gris de cabellos oscuros. Estaba completamente oculto entre las sombras, donde ella había planeado estar. Era sólo un conjunto de sombras negras y grises, pero estaba allí y era real y guardaba silencio. Se enfureció y deseó vengarse. Sabía que él podía verla claramente, iluminada por la luz que provenía de la casa y por la luna.
Probablemente, la había visto en la ridícula pose de espiar hacia el salón, como una niña jugando al escondite. Y no decía nada. No se movía. Simplemente, la miraba. Ella se sonrojó. Su furia aumentó ante el silencio de él. Si hubiera sido un caballero hubiera dicho algo para que ella se sintiera menos incómoda; para hacerle creer que acababa de verla, aunque no fuese así. El prolongado silencio le hizo desear huir, pero hubiera sido demasiado. Ella no sabría quién era él, en tanto que él la reconocería fácilmente. Cuando conociera otros hombres siempre se preguntaría si uno de ellos no era ése, que se reiría de ella en silencio. Una preocupación más. No podía ser. Ella se dispuso a preguntarle quién era; estaba decidida a insistir, incluso a arrastrarlo por la fuerza hacia la luz si fuera necesario. Tal era su furia. Las palabras no fueron necesarias; de hecho, se olvidó de ellas. En una de las habitaciones de la planta alta de la casa se encendió una luz y ésta se filtró a través de la copa de los árboles. Iluminó entonces la parte superior del cuerpo del hombre: sus manos, uno de sus hombros, su rostro.
_______ no estaba preparada. Contuvo el aliento. Durante unos instantes su aturdimiento fue tan grande que no hubiera podido recordar ni su propio nombre. Vio una boca que esbozaba una sonrisa; una mandíbula fuerte y arrogante. La nariz. La piel estaba bronceada por el sol y era cetrina, pero contrastaba con el cabello negro y ondulado. Los ojos (que Dios protegiera de ellos a los inocentes) eran de un color cafe y levemente rasgados. Eran exóticos, hipnotizadores; enmarcados por pestañas negras y cejas finas. Eran imponentes, inquisidores, atrevidamente sensuales; cálidos, muy cálidos. La falta de aire hizo reaccionar a _______, que volvió a la realidad. Inspiró lenta y profundamente y exhaló un suspiro. No era justo. Su abuelo se lo había advertido. No hacía falta que nadie le dijera nada. Lo sabía. Sabía que era uno de ellos, uno de los que <>. Era demasiado apuesto para no serlo.
Su enfado se disipó, reemplazado por la irritación. _______ sintió la imperiosa necesidad de golpearlo por ser lo que era. ¿Por qué debía ser él? ¿Por qué el único hombre que la atraía poderosamente debía ser el único tipo de hombre inaceptable para ella?
— Me está mirando con descaro, señor. — ¿De dónde había sacado eso, cuando el resto de sus pensamientos era tan caótico? — Lo sé — dijo él sencillamente, sonriendo.
Él se abstuvo de señalarle que ella estaba haciendo lo mismo. Se divertía muchísimo tan sólo con mirarla. Las palabras eran innecesarias, a pesar de que la voz ronca de ella rozaba la piel de él como una caricia. Nicholas estaba fascinado. La había visto antes de que ella saliera al jardín. Había estado vigilando a Reggie a través de una ventana y entonces ella entró en su campo visual. No había visto su rostro en ese momento; sólo su delgada espalda cubierta por la tela de raso... y sus cabellos. Los cabellos de glorioso color rojizo dorado habían llamado de inmediato su atención. Cuando dejó de verla se puso de pie, preparándose para afrontar a las masas sólo para ver el rostro que correspondía a esos cabellos estupendos. Pero ella salió al jardín. Y entonces él aguardó con paciencia sobre el banco. Como ella se hallaba de espaldas a la luz no distinguía sus rasgos con claridad, pero era una cuestión de tiempo. Ella no iría a ninguna parte hasta que lo hiciera él. Y luego se dedicó a contemplar sus cabriolas cuando se ocultó junto a la puerta y se agachó para mirar hacia adentro. Sus nalgas bien formadas le hicieron sonreír. <>, pensó. Estuvo a punto de reír en voz alta, pero ella pareció leer su pensamiento porque se enderezó y miró hacia la terraza. Cuando dirigió la mirada hacia donde él se hallaba, pensó que le había descubierto. Y luego le sorprendió al correr hacia él. Y finalmente pudo ver su rostro hermosísimo. Ella se detuvo frente al banco, y pareció tan sorprendida como él, sólo que la sorpresa de él se desvaneció cuando comprendió que ella no había corrido hacia él porque ni siquiera sabía que él estaba allí. Pero ahora lo sabía.
Era divertido contemplar las emociones cambiantes de su rostro. Sorpresa, curiosidad, incomodidad, pero en ningún momento temor. Ella había contemplado con sus intensos ojos pardos, primero su pierna y luego el resto. Se preguntó cuanto había podido ver. Probablemente muy poco, pues ella estaba de pie en la luz. Pero él no tenía la intención de hacerse ver todavía. Por una parte, estaba asombrado de que ella no hubiese huido o se hubiese desmayado o cualquier otra tontería que las jóvenes tendían a hacer cuando se encontraban con un hombre oculto entre las sombras. Sin proponérselo, buscó una razón que justificara esa reacción, diferente de la de otras inocentes que él solía eludir. Pero luego se sorprendió. Ella no era tan joven y no demasiado joven para él, al menos. De modo que no era inaccesible. La idea hizo reaccionar a Nicholas de inmediato. Hasta ese momento había apreciado su belleza como un experto, pero ahora pensó que no sólo podía mirar, sino también tocar. Entonces se encendió la luz de la planta alta y ella lo miró con otra expresión, obviamente fascinada y nunca se alegró tanto de que las mujeres lo considerasen atractivo. De pronto, estimó que era imperativo preguntar:
— ¿Quién es su tutor?— _______ se sobresaltó al oír de nuevo su voz, después del prolongado silencio; sabía que debía haberse alejado después del breve diálogo inicial. Pero había permanecido allí, sin dejar de mirarlo, sin importarle hacerlo y que él lo hiciera a su vez. — ¿Mi tutor? — Sí. ¿A quién pertenece usted? — Oh, a nadie.— Nicholas sonrió, divertido. — Quizás debería formular la pregunta de otra manera. — No, la comprendí. Usted también. Mi abuelo murió hace poco tiempo. Vivía con él. Ahora no tengo a nadie. — Entonces, téngame a mí.
Las tiernas palabras aceleraron su corazón. Haría cualquier cosa para poseerlo. Pero estaba segura de que él no había querido decir lo que ella deseaba que dijera, sino que debería avergonzarse por lo que en realidad había dicho. Pero no se avergonzaba. Era de esperar que un hombre como él lo dijese. Nunca eran sinceros, según Frances. Y les encantaba decir cosas que escandalizaran para realzar su propia imagen de disipados e inescrupulosos. Con todo, ella preguntó:
— ¿Se casaría conmigo entonces? — ¿Casarme?—Ella había logrado desconcertarlo. Casi se echó a reír al ver su expresión de horror. — Hablo sin ambages, señor, aunque generalmente no soy tan emprendedora. Pero, considerando lo que me dijo, mi pregunta es coherente. ¿De modo que no es de los que se casan? — No, por Dios. — No necesita ser tan enfático — dijo ella, con voz apenas decepcionada— . No creí que lo fuera.— Él ya no estaba tan complacido y sacó sus propias conclusiones. — No va usted a destrozar mis ilusiones tan rápidamente ¿verdad, querida? No me diga que está buscando marido como todo el mundo. — Oh, pero lo estoy. Decididamente. He venido a Londres para eso. — ¿Acaso no lo hacen todas? — ¿Cómo dijo? — Discúlpeme.— Él volvió a sonreír y esa sonrisa tuvo sobre ella un efecto muy extraño. — No está casada aún.— No era una pregunta sino una aclaración. Se inclinó hacia delante y tomó su mano, acercándola a él. — ¿Cuál es el nombre que acompaña tanta hermosura?
¿Qué nombre? ¿Qué nombre? Su mente parecía invadida por dedos que tomaban los suyos. Cálidos, fuertes. Sintió un escalofrío. Sus pantorrillas golpearon contra el borde del banco, cerca del pie de él, pero no lo percibió. Él la había llevado hacia las sombras.
— Tiene un nombre, ¿verdad? — insistió él. _______ aspiró su fragancia fresca y masculina. — ¿Qué?— Él rió, encantado ante la confusión de ella. — Mi querida niña, un nombre. Todos llevamos uno, bueno o malo. El mío es Nicholas Jonas; Nick para los íntimos. Ahora, confiese el suyo.— Ella cerró los ojos. Sólo así podía pensar. — __... _______.—Él chasqueó la lengua. — No me extraña que desee casarse, __ _______. Simplemente desea cambiar de nombre. —Ella abrió los ojos y se encontró con una adorable sonrisa. Estaba bromeando. Era agradable que lo hiciera. Los otros hombres que había conocido recientemente estaban demasiado ocupados tratando de impresionarla como para sentirse cómodos frente a ella. Ella devolvió la sonrisa.
— _______ Chadwick, para ser exacta. — Un nombre que debería conservar, querida... al menos hasta que nos conozcamos mejor. Y lo haremos. ¿Quiere que le diga de qué manera?— Ella rió y el sonido ronco de su voz lo estremeció nuevamente. — Ah, está tratando de escandalizarme otra vez, pero será en vano. Soy demasiado vieja para ruborizarme y me han advertido acerca de los hombres como usted. — ¿Cómo yo? — Un libertino. — Culpable. — Suspiró con fingida desolación.— Un maestro de la seducción. — Espero que así sea.
Ella rió y la suya no fue una risita tonta ni una risa afectada, destinada a irritar sus sentidos, sino un sonido cálido y profundo que le hizo desear... pero no se atrevió. No deseaba arriesgarse a atemorizar a esa mujer. Quizá no fuera inocente por su edad, pero aún no sabía si era experimentada en otros sentidos. La luz que había confundido a _______ se apagó. El pánico fue instantáneo. No importaba que ella hubiese disfrutado de su compañía. No importaba que se hubiese sentido cómoda junto a él. Ahora estaban envueltos en la sombra y él era un libertino y ella no podía arriesgarse a ser seducida.
— Debo marcharme. — Aún no. — Sí, debo hacerlo.— Ella trató de retirar su mano, pero él la oprimió con más fuerza. La otra tocó su mejilla con dedos acariciantes. Ella experimentó una rara sensación en el estómago. Debía hacerle comprender.— Yo... yo debo agradecerle, señor Jonas.— Impensadamente, habló con acento escocés. Pensaba en la caricia de él y en su propio pánico.— Durante unos instantes, ha logrado distraerme de mis ocupaciones, pero ahora no las aumente. Necesito un marido, no un amante y usted no reúne las condiciones... lo lamento.
Se soltó, simplemente porque logró sorprenderlo una vez más. Nicholas la contempló mientras ella desaparecía en el interior de la casa y nuevamente experimentó ese impulso irrefrenable de ir tras ella. No lo hizo. Sonrió despacio. "Lo lamento".Lo había dicho con auténtica pena. La joven no lo sabía, pero con esas palabras había sellado su propio destino.
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| | | Wenn Casada Con
Cantidad de envíos : 1547 Edad : 29 Fecha de inscripción : 01/04/2012
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 11th 2013, 15:07 | |
| Chapter 6
— Has estado observando a un maestro en acción, Connie. — Diría que se asemejó más a una comedia de equívocos — respondió el alto pelirrojo— .Cuando se pierde una oportunidad, se la pierde, no importa cómo se la mire.— Nicholas rió cuando ambos se reunieron debajo del árbol. — Me has estado espiando, hermano?— Logan se inclinó para apoyar los antebrazos sobre el respaldo del banco y sonrió. — Laverdad es que no pude resistir la tentación. Pero temí que la situación se tornara embarazosa. — De ninguna manera. Acabo de conocerla. — Y de perderla. — Conrad Sharp lo dijo incisivamente. Nicholas le lanzó una mirada penetrante, mientras apoyaba un pie sobre el banco, pero la mirada se perdió entre las sombras. — Vamos, Connie, no puedes culparlo — dijo Logan— . Ella fue muy astuta al apelas a su buen corazón con ese primoroso acento escocés. Pensé que el hale de este joven se había mancillado para siempre. — Una joven como ella podría hacer brillar el halo de cualquiera — dijo Conrad. — Sí, es muy atractiva, ¿verdad?— Nicholas ya había escuchado demasiado.— Pero no está disponible.— Logan rió. — ¿Te arriesgaste, verdad? Ten cuidado; puede que lo tome como un desafío.—A Nicholas se le heló la sangre.
Cuando eran muy jóvenes había resultado divertido competir por la misma mujer, en aquellos días en que merodeaban juntos por la ciudad de Londres. Y la cuestión había sido cuál de los hermanos conseguía ser el primero en conquistar a la dama. Pero los años y los excesos habían atemperado la libido de Nicholas. Ya no era una cuestión de vida o muerte. O no lo había sido, hasta esta noche. Pero Logan, bueno, ya no conocía a Logan. Durante la mayor parte de sus vidas habían sido grandes compinches. Siempre hacían causa común frente a los otros dos hermanos, que eran diezaños mayores. Pero eso había sido antes de que Logan hubiera decidido convertirse en pirata de alta mar. Durante diez años sólo había visto a Logan en contadas ocasiones.
La última vez se había producido un desacuerdo que había determinado que los tres hermanos lo repudiaran, después dedarle una zurra por haber llevado a Reggie ese verano para que compartiera sus piraterías. Pero ahora Logan era de nuevo aceptado. Había renunciado a la piratería. Incluso pensaba regresar definitivamente a Inglaterra. Y, en ese preciso momento, Nicholas no sabía si hablaba en serio o no cuando lo desafió respecto a ______ Chadwick. En ese momento volvió a verla a través de la ventana y notó que Logan también la había visto.
— Demonios, Logan, ¿qué estás haciendo aquí de todos modos?
El hermano que le llevaba un año se irguió, pero aún así era más bajo que Nicholas. No parecían hermanos. Logan era rubio y sus ojos eran verdes, herencia de los Jonad, y era más fornido. Sólo Nicholas, Regina, Amy, la hija de Kevin y Jeremy tenían los cabellos negros y los ojos de color cafe como los de su abuela, de quien se decía que tenía sangre gitana en las venas.
— Si hubieras sido un poco más explícito en esa nota que me dejaste, no me hubiera estropeado la noche viniendo aquí — dijo Logan— . Y ahora que me lo recuerdas, debemos aclarar una cuestión. ¿En qué demonios pensabas cuando permitiste que el bribón de mi hijo acompañara a Regan?—Nicholas rechinó los dientes al escuchar el nombre Regan. — ¿Por eso has venido? — Eso fue cuanto me dijiste. Hubieras podido explicarte un poco más, diciéndome que también tú estarías aquí.— Nicholas miró hacia el jardín. — Si consideras que estar oculto entre las sombras es estar aquí, supongo que lo estoy. — No seas odioso, cachorro — intervino Conrad— . Hasta que no tengas uno propio, no sabrás cuánto se preocupa uno sobre lo que están haciendo. — ¿Y qué podría estar haciendo el pobre muchacho con dos padres diligentes que lo vigilan? Y además, aunque hubiera deseado ignorarlo, fue Jeremy quien señaló que quizá no estuviera en condiciones de protegerla. Por eso me arrastró a mí hasta aquí. — Me has interpretado mal, Nick. No me preocupaba quién protegería a Regan de las masas, sino quién la protegería de su acompañante.—Transcurrieron cinco segundos, durante los cuales Nicholas se preguntó cuánta animosidad provocaría su risa. — Es su prima, por el amor de Dios. — ¿Y crees que a él le importa? — ¿Hablas en serio?— preguntó Nicholas. — Está enamorado de ella — dijo Logan. — Pero no la tienes en cuenta a ella. Ella le haría implorar misericordia en menos de un minuto si la mirase intencionadamente. Creí que conocías mejor a nuestra sobrina, hermano mío. — Sí, ya se que ella sabe defenderse. Pero también conozco a mi hijo y no se desanima fácilmente. — ¿Necesito recordarte que estás hablando de un joven de diecisiete años? — ¿Y necesito recordarte cómo eras tú cuando tenías diecisiete años? — replicó Logan. Finalmente, Nicholas sonrió. — Tienes razón. Muy bien, no sólo la vigilaré a ella, sino también a él. — Siempre que pueda dejar de mirar a la escocesa — dijo Conrad. — Entonces, por favor quédate — dijo Nicholas secamente— . Los tres podemos vigilarlos. Después de todo, es una manera muy placentera de pasar la velada.— Logan sonrió. — Creo que nos está diciendo que nos marchemos, Connie. Ven, dejemos que el pobre muchacho languidezca a solas. Nunca se sabe. Puede que ella vuelva a la carga y su tarea sea más llevadera. — Rió.— Si ella no viene hacia él, no tendrá el coraje de enfrentarse con esas aves de rapiña. Yo tampoco lo tendría.
Pero Logan estaba doblemente equivocado.
ESPERO LES HAYA GUSTADO Y BIENVENIDA LANIE! <3 | |
| | | layni Nuev@
Cantidad de envíos : 33 Edad : 30 Localización : republica dominicana Fecha de inscripción : 07/05/2010
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 12th 2013, 12:42 | |
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| | | Lau_ilovejonas Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 192 Fecha de inscripción : 15/09/2012
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 13th 2013, 20:46 | |
| NUEVA LECTORA! Me encanta la nove! Es tuya? Espero que la subas pronto... Mientras tanto, te voy a pasar de página y a lo mejor te compadeces de nosotras y haces maratón, jajajaja Besos! | |
| | | Lau_ilovejonas Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 192 Fecha de inscripción : 15/09/2012
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 13th 2013, 20:47 | |
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| | | Lau_ilovejonas Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 192 Fecha de inscripción : 15/09/2012
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 13th 2013, 20:47 | |
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| | | Lau_ilovejonas Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 192 Fecha de inscripción : 15/09/2012
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 13th 2013, 20:47 | |
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| | | Lau_ilovejonas Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 192 Fecha de inscripción : 15/09/2012
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 13th 2013, 20:48 | |
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| | | Lau_ilovejonas Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 192 Fecha de inscripción : 15/09/2012
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 13th 2013, 20:49 | |
| Siiii! Pase de página! FIESTA DE 5 SEGUNDOS! Espero que la sigas pronto... Besos! | |
| | | NataliadeJonas Hipermegaultrasuper Fan de los Jonas
Cantidad de envíos : 39455 Edad : 27 Localización : Con Nick en una playa los dos solos 1313 prometiendonos estar juntos xa siempre 'Colombia' Fecha de inscripción : 14/10/2011
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 14th 2013, 14:19 | |
| Hola , nueva lectora ! Me a parecido muy chevere e interesante desde el principio y orita que ___ y Nick se acaban de conocer Jajaja Aaaaa esta muy chevere !!! Siguela pronto ! OXOXOX | |
| | | Wenn Casada Con
Cantidad de envíos : 1547 Edad : 29 Fecha de inscripción : 01/04/2012
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 15th 2013, 13:39 | |
| Chapter 7 — Y bien, ¿Qué está haciendo aquí? Es cuanto deseo saber. Lady Crandal no ve con buenos ojos a esa clase de personas. Ella nunca lo hubiera invitado. — Sir Nicholas no necesita invitación, querida. Hace cuanto le place. — Pero siempre ha tenido la discreción de no asistir a nuestras fiestas. — ¿Discreción? — Rió. — No se trata de discreción. No soporta estas reuniones. Y no me sorprende. Es probable que todas las damas que se encuentran aquí deseen reformar a eseclibertino. — No es gracioso, Lenore. Cuando aparece, la mitad de las mujeres que hay en la habitación se enamora de él. He comprobado que es así. Por eso ninguna anfitriona lo invita a sus fiestas si no desea problemas. Provoca demasiados disturbios. — Pero nos brinda tema de conversación durante meses. Admítelo. Es un tópico muy interesante, ¿verdad? — Eso se dice fácilmente, Lenore — dijo otra dama, obviamente desolada— . No tienes una hija a quien vigilar. Dios mío, mira a Jane. No puede dejar de mirarlo. Con seguridad ya no aceptará a Percy. Es una joven tan difícil. — Mirar no hace daño, Alice. Sólo cuenta a tu hija algunas historias acerca de él y no sólo se horrorizará sino que se alegrará de que él no haya demostrado interés en ella. — Pero ¿qué está haciendo aquí? Desearía saberlo. — La pregunta fue repetida con severidad. — Probablemente está vigilando a su hijo — dijo Lenore con afectación. — ¿Su qué? — Mira al joven que está bailando con Sarah Lordes. Es la viva imagen de Sir Nicholas. — Dios mío, otro Jonas ilegítimo. Esa familia debería ser más circunspecta. — Bueno, el marqués reconoció al suyo. Me pregunto si Sir Nicholas hará lo mismo. — Esto es increíble. ¿Cómo habrán hecho para guardar el secreto durante tanto tiempo? — Seguramente lo ocultaron en algún sitio hasta ahora. Pero, aparentemente, los Jonas darán muchas sorpresas esta temporada. Tengo entendido que el tercer hermano ha regresado. — ¿El tercer hermano? — dijo otra dama— . Pero si sólo hay tres. — ¿Dónde has estado, Lidia? — dijo Lenore, maliciosa— . Son cuatro y el tercero es la oveja negra. — Pero creí que Sir Nicholas era esa oveja. — Como es el más joven, es la segunda. Oh, podría contarte muchas historias acerca del otro. Ha estado ausente durante muchos años, pero nadie sabe dónde ni por qué. — Entonces no es sorprendente que yo no supiera de su existencia — dijo Lidia, defensivamente rígida. — Hola, otra vez.— ______ se disgustó ante la inoportuna interrupción, pero al menos no se trataba de uno de sus jóvenes admiradores. Por fortuna, la mayor parte de ellos se habían encerrado en la sala de juegos, dejándola en libertad para conocer mejor a los caballeros de su nueva lista. Pero, en lugar de ir en busca de uno de ellos, se había distraído con una de las numerosas conversaciones que se iniciaron cuando Nicholas Jonas entró en el salón de baile. ______ se había instalado con discreción detrás de un grupo de señoras mayores y se había dedicado a escuchar su conversación. No podía negarlo. El tema que se discutía le resultaba sumamente fascinante y escuchó cada palabra con avidez. Pero ahora alguien deseaba conversar con ella y no podría evitarlo. Miró a Lady Eden, pero trató de mantener un oído alerta a lo que decían las damas sentadas frente a ella. — ¿Ya te has cansado de bailar? La joven, divertida, advirtió la distracción de ______. La divirtió más aún escuchar ciertos comentarios que se hacían en ese momento cerca de ella y comprendió el motivo de la distracción de ______. — Todos saben que pocas veces bailo si no es con mi marido, pero esta noche no pudo acompañarme. — Qué bien.— Regina Eden puso los ojos en blanco, sonrió y tomó a ______ del brazo. — Ven conmigo, querida. Hace demasiado calor aquí. Vayamos a otro sitio, ¿quieres? ______ suspiró al ser sacada del grupo. Lady Eden era sin duda muy agresiva para ser tan joven. De hecho, ______ se había asombrado al enterarse de que estaba casada y ya tenía un hijo, pues su aspecto era el de una colegiala. Era la dama que había estado antes con Frances y a la que ______ no había sido presentada porque se había alejado del grupo. Pero Frances se había encargado de presentarlas cuando ______ regresó del jardín. En ese momento, aún estaba conmocionada por su encuentro con Nicholas. En realidad, no podía recordar la conversación que había tenido entonces con Lady Eden, en el caso de que la hubiera tenido. Lady Eden se detuvo frente a la mesa donde se hallaba el refrigerio. Lamentablemente, ______ tenía ahora una visión clara del tema abordado por todos. Él no había entrado realmente en el salón. Con aire indiferente, se mantuvo de pie junto a la puerta que daba al jardín; un hombro recostado contra el marco, los brazos cruzados sobre el pecho, contemplando el interior de la habitación... hasta que la vio. Entonces su mirada se detuvo y sonrió con esa sonrisa que la llenaba de calidez. Al verlo de lleno en la luz, sus sentidos se estremecieron. Tenía un cuerpo tan simétrico que era imposible dejar de admirarlo. Hombros anchos, cintura estrecha, caderas delgadas y piernas largas. Y era alto. No lo había notado en el jardín. Y rezumaba sensualidad. Eso sí lo había notado. El corte de su conjunto de etiqueta era impecable, aunque vestido de negro aparentaba un aspecto siniestro. Pero el negro lo complementaba. No pudo imaginarlo usando los colores claros deun < >. Atraerían aún más la atención sobre él, pero lo cierto era que la atraía de todos modos, por el sólo hecho de aparecer.
— Es endiabladamente apuesto, ¿no? —______ se sobresaltó, percibiendo que la habían descubierto mientras lo observaba atentamente. Pero hubiera sido extraño que no lo hiciera, pues todos los observaban. Miró a Lady Eden encogiéndose de hombros. — ¿Te parece? — Decididamente. Sus hermanos también son muy atractivos, pero siempre pensé que Nick era el más apuesto de todos.
A ______ no le agradó mucho ese <> pronunciado por esa mujer joven y hermosa, de cabellos renegridos y vivaces ojos azules llenos de humor. ¿Qué le había dicho él? <>.
— Deduzco que lo conoces bien.— Regina sonrió encantadoramente. — Conozco muy bien a toda la familia.
______ se ruborizó, cosa que rara vez le ocurría. La respuesta la tranquilizó pero estaba irritada consigo misma por la ansiedad con que formulara la pregunta. Si la vizcondesa conocía bien a los Jonas, era la última persona que ______ deseaba que percibiera su interés por Sir Nicholas. No debería estar interesada en absoluto. Debía cambiar de tema. Pero no pudo.
— Es muy mayor, ¿verdad? — Bueno, si crees que tener treinta y cinco años es ser mayor... — ¿Sólo treinta y cinco?
Regina debió reprimir sus deseos de reír. La mujer estaba dispuesta a hallar algo malo en Nick, pero era difícil saber qué podría ser. Era obvio que había hecho otra conquista sin ni siquiera proponérselo. ¿O se lo proponía? Era perverso de su parte mirarla de esa manera. Si ella no estuviera junto a Lady ______, la pobre sería destrozada por las murmuraciones que generaría su interés hacia ella. Sí, era realmente perverso, porque nada resultaría de todo ello. Nunca resultaba nada. Y a ella le agradaba Lady ______. No hubiera deseado que la hiriera.
— Es un soltero empedernido — le advirtió Regina— . Como tiene tres hermanos mayores, nunca se ha visto obligado a casarse. — No tienes por qué suavizar la realidad. Sé que es un libertino. — Él prefiere decir que es un <>. — Entonces también él disfraza la realidad.—Regina rió.
Realmente esta mujer le agradaba. Quizá ______ fingía indiferencia hacia Nick, pero en otros aspectos era muy sincera y espontánea. ______ miró fugazmente a Sir Nicholas. Se sentía tonta por haberlo llamado señor Jonas, pero ¿cómo podía saber que tenía la dignidad de par? El hermano mayor era marqués de Haverston, el segundo, un conde, el tercero era la oveja negra de la familia y Nicholas era la segunda oveja negra. Se había enterado de muchas cosas esa noche. ¿Por qué no podía enterarse de las que se referían a sus <> potenciales?
— ¿No baila? — preguntó ______, diciéndose a sí misma que debía abandonar el tema. — Oh, maravillosamente, pero no se atreve a invitar a nadie aquí. Si lo hiciera, debería bailar también con varias docenas de mujeres, para despistar a las aves de rapiña. Pero Nick no se tomaría tantas molestias para bailar con la dama que le interese. Por eso no soporta estas reuniones. Lo obligan a ser discreto, cuando la palabra ni siquiera figura en su vocabulario. — ¿Es realmente tan mala su fama que el simple hecho de bailar con él arruinaría la reputación de una joven? — Ha ocurrido y es una pena, porque no es tan mujeriego. No es que le falte compañía femenina. Pero tampoco se ha propuesto seducir a todas las mujeres de Londres. — ¿Sólo a una parte?
Regina notó la sonrisa y percibió que ______ estaba más divertida que escandalizada por la reputación de Nicholas. Quizás no estuviese interesada en él. O quizás percibía sabiamente que no había posibilidades de conquistarlo.
— Las habladurías pueden ser muy crueles, querida — murmuró Regina a su oído— . Lo cierto es que no me atrevo a dejarte sola. Él se está comportando indebidamente al mirarte de esa manera.— ______ evitó mirar a Regina a los ojos. — Tal vez te mira a ti. — Por supuesto que no. Pero mientras los demás no sepan a cuál de las dos mira tan atrevidamente, estás a salvo. — Ah, aquí estás, ______— dijo Frances, uniéndose a ellas— , Lord Grahame preguntaba por ti. Dice que le prometiste un vals. — Así es. — ______ suspiró. Era hora de olvidar a Nicholas Jonas y de volver al trabajo. —Sólo espero que el individuo se relaje un poco y sea un poco más comunicativo esta vez.
Comprendió demasiado tarde cómo habría sonado eso a los oídos de Lady Eden, pero Regina se limitó a sonreír.
— Está bien, querida. Frances me ha comentado algo acerca de tu situación. Talvez te consuele saber que tuve exactamente el mismo problema que tú cuando buscaba marido. Pero la diferencia estribaba en que mi elección debía ser aprobada por mi familia, lo que lo hacía sumamente dificultoso; para ellos, nadie era suficientemente bueno para mí. Gracias a Dios, mi querido Anthony hizo un arreglo conmigo. De lo contrario, aún estaría buscando marido. Fue Frances quien pareció escandalizarse. — Pero creí que te habían comprometido con él. — Esa fue la opinión general cuando se hizo el anuncio, pero lo cierto es que me secuestró creyendo que yo era su amante. Ese pequeño error me salvó. Naturalmente, me llevó de regreso ami casa de inmediato, pero el daño ya estaba hecho. Y, como soltero empedernido que era, fue al altar protestando. Pero se ha adaptado muy bien al matrimonio. Ello demuestra que los que parecenmenos aptos suelen ser los mejores maridos. Nunca se sabe.
Sus últimas palabras habían estado especialmente dirigidas a ______, pero ésta trató de no tomarlas en cuenta. Su labor ya era bastante ardua para añadir en su lista a los indeseables. No deseaba terminar casándose con un libertino con la esperanza de reformarlo. No le gustaba apostar. Decidida, fue en busca de Lord Grahame.
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| | | Wenn Casada Con
Cantidad de envíos : 1547 Edad : 29 Fecha de inscripción : 01/04/2012
| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 15th 2013, 13:40 | |
| Chapter 8
Esa mañana el clima no podía ser más perfecto. El número de jinetes que paseaba por HydePark era casi el triple de lo habitual. Por lo general los paseos se hacían por las tardes, cuando se veía toda clase de carruajes avanzando lentamente por los senderos de aspecto campestre. Las mañanas solían reservarse para realizar ejercicio físico, pues uno se veía obligado a detenerse en ocasiones para conversar con conocidos, tal como ocurría por las tardes. Nicholas se resignó a desistir de su galope habitual a través del parque y se dedicó a trotar. No porque Reggie no estuviera dispuesta a seguirlo, pero dudaba que la yegua que ella montaba pudiera estar a la altura de su poderoso animal y, como ella había insistido en acompañarlo, él se vio obligado a seguir su ritmo. Después de lo ocurrido la noche anterior, él tenía sus sospechas respecto de por qué ella había deseado acompañarlo y no estaba muy dispuesto a hablar de la dama. Pero cuando Reggie comenzó a cabalgar más lentamente y luego se detuvo e hizo señas a Logan y Jeremy para que continuaran, supo que no podría eludir el tema. La adorada pequeña podía ser molestamente insistente cuando se lo proponía.
— Cuando te dije que deseaba cabalgar contigo esta mañana, pensé que estaríamos a solas— dijo Regina con cierto tono de fastidio— . Comprendo que Jeremy quisiese venir, pero ¿el tío Logan? Casi nunca se levanta antes del medio día.
En realidad, Nicholas había sacado a su hermano y su sobrino de la cama, insistiendo en que lo acompañaran. Pero la artimaña no había logrado hacer desistir a Reggie de su propósito. Y maldito Logan. Sabía muy bien que lo había invitado para que la conversación se mantuviese en un terreno impersonal, pero allá iba, después de sonreír a Nicholas con expresión divertida. Nicholas se encogió de hombros inocentemente.
— ¿Qué puedo decir? Desde que se ha convertido en padre, Logan ha cambiado considerablemente sus hábitos. ¿Acaso el truhán con quien te casaste no hizo lo mismo? — Qué bien. ¿Por qué siempre atacas a Anthony cuando tu propio comportamiento ha estado lejos de ser ejemplar?— Y fue directamente al grano.— Es medio escocesa, ¿lo sabías?— Él no se molestó en preguntar quién; sólo dijo con indiferencia: — ¿ah, sí? — Suelen tener muy mal genio. — Está bien, gatita. — Él suspiró. — ¿Qué te preocupa para que te consideres obligada a advertirme?— Ella arrugó la frente y lo miró a los ojos. — ¿Te interesa, Nick? — ¿Es que estoy muerto y no lo sabía?— Ella rió a pesar suyo. — Sí, supongo que fue una pregunta tonta. Naturalmente te interesa; a ti y a varias docenas más. Supongo que mi próxima pregunta será: ¿Qué vas a hacer al respecto? — Eso, mi niña, no es asunto tuyo.— Su tono era afable pero firme y Regina volvió a fruncir el ceño. — Lo sé. Pero creí que debías saber algo acerca de ella, antes de decidirte a perseguirla. — ¿Me contarás toda su historia? — preguntó él secamente. — No crees dificultades, Nick. Ha venido a Londres para casarse. — Ya me he enterado de esa terrible noticia a través de la dama en cuestión. — ¿Quiere decir que hablaste con ella? ¿Cuándo? — Si deseas saberlo, anoche, en el jardín.— Ella contuvo el aliento. — No...— Regina exhaló un suspiro, pero sólo fue un alivio pasajero. Si el hecho de saber que Lady ______ estaba buscando marido no lo desalentaba, la pobre mujer estaba condenada.— Quizás no sepas que su decisión es seria, Nick. Ha decidido casarse antes de fin de mes. No, no arquees las cejas. No se trata de eso. De hecho, considerando la experiencia que tiene respecto a los hombres, podría tener dieciséis años. — Pues, eso no lo creo. — Ya ves. No sabes nada acerca de ella y sin embargo planeas desbaratar su vida. La verdades que, hasta ahora, ha vivido muy protegida. Estuvo en las tierras altas con su abuelo desde la muerte de sus padres y, aparentemente, pasó estos últimos años cuidando de él. Por eso no ha pensado antes en el matrimonio. ¿Lo sabías? — Nuestra conversación fue muy breve, Reggie.— Ella percibió su irritación pero prosiguió. — Su padre era un conde de cierto prestigio. Sabes que el tío Joseph lo reprobará. —Nicholas la interrumpió en medio de la advertencia. — Odio figurar en la lista negra de mi hermano mayor, pero no le debo explicaciones, gatita. — Aún hay más, Nick. Es una heredera. Su abuelo era enormemente rico y dejó toda su fortuna a ______ . Esa noticia aún no se ha difundido, pero puedes imaginar qué ocurrirá si no está ya casada cuando se divulgue. — Todos los bribones de Londres saldrán de sus cuevas para asediarla — dijo Nicholas con voz tensa. — Exactamente. Pero, afortunadamente, ella ya ha elaborado una lista de caballeros aceptables. Tengo entendido que sólo le resta averiguar cuanto pueda acerca de cada uno de ellos, antes de hacer su elección. Debo preguntar a Anthony qué sabe sobre ellos. — Puesto que estás tan enterada, dime por qué diablos tiene tanta prisa.
Oh, definitivamente, estaba interesado; lo suficiente como para no importarle que su irritación fuese evidente. Regina se detuvo a pensar que era algo insólito. Nunca lo había visto antes tan perturbado por una mujer. Tenía tantas para escoger que ninguna lo atraía demasiado. Quizás debería reordenar sus propios puntos de vista al respecto. Con vacilación, Reggie dijo:
— Tiene algo que ver con una promesa que Lady ______ hizo asu abuelo moribundo. Según dice su amiga, Frances Grenfell, probablemente no se casaría si nofuera por esa promesa. Quiero decir que no se produce a menudo una situación como la de ella: es una mujer muy hermosa, rica e independiente. —Era en realidad una situación singular, pero Nicholas no la tomó en cuenta en ese momento. El nombre Grenfell lo inquietó. — ¿Es muy amiga de Frances Grenfell?— La pregunta desconcertó a Regina. — ¿Por qué? — Lady Frances fue uno de los errores de juventud de George, pero esto es confidencial, gatita. — Naturalmente — dijo ella. Luego añadió: — ¿Te refieres al bueno de George, tu mejor amigo, el que siempre me hacía bromas atrevidas? ¿Ese George?— Él sonrió al ver su sorpresa. — El mismo, pero no has respondido a mi pregunta. — Bien, no creo que importe, pero son íntimas amigas. Se conocieron en la escuela y siempre se han mantenido en contacto. — Lo que significa que se hacen toda clase de confidencias — gruñó él.
Maldición. Nicholas aún podía oír su voz ronca que le confesaba: <> Él había pensado que bromeaba, pero ahora sabía de dónde provenían las advertencias y cuán condenatorias podían ser. No había estado bromeando en absoluto. Siempre estaría a la defensiva respecto a él, recordando lo ocurrido a su amiga. De pronto tuvo el impulso de golpear a George Amherst por su indiscreción juvenil. A la mierda con él. Al ver su ceño fruncido, Regina temió decir lo que sabía que debía ser dicho, pero nadie se atrevería a decírselo, de modo que debía hacerlo ella.
— Sabes, Nick, a menos que estés dispuesto a dar el gran paso, que asombraría a todo Londres pero encantaría a la familia, deberías dejar aesta dama en paz.— De pronto, él se echó a reír. — Por Dios, gatita, ¿cuándo te convertiste en mi conciencia?— Ella se sonrojó. — Bueno, es endiabladamente injusto. Dudo de que exista una mujer a la que no puedas seducir si te lo propones. — Exageras mis habilidades. — No bromees — dijo ella— . Te he contemplado desplegar tu encanto, Nick, y eres devastador cuando lo haces. Pero ______ Chadwick me agrada. Debe cumplir una promesa que es importante para ella y, por alguna razón, tiene un límite de tiempo para hacerlo. Si interfieres, crearás problemas, para no hablar de sufrimiento. —Nicholas le sonrió cariñosamente. — Te preocupas mucho por alguien a quien acabas deconocer, Reggie. Es una preocupación un tanto prematura, ¿no lo crees? Además, ella no es ninguna tonta insensata. Es independiente y no debe rendir cuentas a nadie. Lo dijo ella. ¿No crees que es bastante grande y madura como para defenderse de un libertino como yo si lo desea? — Esa palabra <> me aterroriza — gruñó ella y él volvió a reír. — Hablaste con ella durante bastante tiempo anoche. ¿Me mencionó?
Dios. El hecho de que formulara semejante pregunta indicaba que tomaba el asunto muy seriamente, a pesar de todo cuanto ella le había dicho.
— Fuiste prácticamente el único tema del que hablamos, pero eso no es sorprendente ya que casi todos los que estaban allí hablaban de ti. En realidad, estoy segura de que oyó unas cuantas habladurías acerca de ti antes de que yo me acercara a ella. — ¿Me hiciste quedar bien, gatita? — Traté de hacerlo, aunque ella no me creyó. Pero supongo que te complacerá mucho saber que, aunque fingió indiferencia, tenía tanto interés como tú. — La sonrisa de Nicholas casi la cegó.— Oh, Dios, no debí decírtelo, pero ya que lo hice, también debo decirte que, a pesar de su interéspor ti, decidió conocer mejor a los caballeros que considera aptos para el matrimonio. Puede que la hayas impresionado, pero no has logrado alterar sus planes.
Regina comprendió que nada de cuanto dijera lo desalentaría, y había dicho todo lo posible. Hubiera debido ahorrarse la molestia. Nunca había tratado de interferir en su vida sentimental y veía que era inútil hacerlo ahora. Él haría lo que se le antojara, tal como lo hacía siempre. Dios era testigo de que durante años y años el tío Joseph había tratado de frenar su hedonismo sin éxito. ¿Qué le había hecho pensar que ella tendría mejor suerte? De pronto comprendió que había sido una tonta. Había estado intentando cambiar las cualidades de Nicholas que más le agradaban. Era un libertino encantador. Exactamente eso y por esa razón era su tío favorito. Si dejaba tantos corazones rotos a su paso, era porque las mujeres no podían evitar enamorarse de él, aunque él nunca tomaba sus aventuras seriamente. Pero sabía proporcionar placer y felicidad. Eso era muy valioso.
— Espero que no te enfades conmigo por inmiscuirme en lo que no me atañe. — Ella le sonrió con esa sonrisa que él nunca dejaba de apreciar. — Tienes una nariz muy bonita. — Pero muy entremetida en este momento. Lo lamento, Nick, de verdad. Sólo creí que... No importa. Hasta ahora has sabido desenvolverte sin los consejos de nadie. Creo que deberíamos tratar de alcanzar a...
Regina no terminó la frase. Vio un magnífico semental negro que llamó su atención; caminaba poco a poco para seguir el paso del caballito que iba a su lado, pero cuando vio quién montaba el hermoso animal, gruñó en silencio. Qué horror. Tenía que ser precisamente ella. Observó si Nicholas había notado la presencia de Lady ______. Sí, la había notado. Si no hubiera atraído su atención el espléndido caballo, hubiera visto de todos modos a la amazona, con su conjunto de montar de color verde y sus cabellos radiantes. Pero era casi embarazoso contemplar la expresión de su rostro.
Dios, nunca lo había visto mirar así a una mujer, a pesar de que lo había visto frente a docenas de sus amadas. La noche anterior la había mirado fijamente, seduciéndola con la mirada. Esto era diferente. Era la mirada que Nicholas podía dirigir a Regina: una mezcla de pasión y ternura. Y bien, estaba claro. Se sintió como una estúpida al haber tratado de advertir a Nicholas. Era obvio que estaba sucediendo algo especial. ¿Y no sería maravilloso que diese resultado? Los pensamientos de Regina cambiaron por completo. Ahora se preguntaba cómo podría ayudar a esos dos a reunirse. Nicholas tenía sus propias ideas.
— Reggie, ¿podrías rezagarte mientras le presento mis respetos? — Pero la mirada de ella respondió: — <> Él suspiró. — Me lo imaginaba. Bien, ven conmigo entonces. Creo que me debes un acompañamiento.
Sin aguardar a Regina, Nicholas se dirigió a interceptar a ______, con la esperanza de que Reggie les permitiera estar unos minutos a solas. Pero no podría ser. El maldito Logan escogió ese preciso momento para regresar y la interceptó antes que Nicholas. Cuando Nicholas se acercó a ellos, oyó que Logan decía:
— Encantado de volver a verla, Lady Chadwick.
______ tuvo problemas para controlar a Brutus, lo que le causó un intenso fastidio, pues nunca le había ocurrido antes. Había visto a Sir Nicholas que se acercaba y seguramente por eso se sorprendió al ver al rubio desconocido, que parecía haber surgido de la nada. Fue peor aún, y más irritante, que él se inclinara para aquietar al caballo, lo cual ponía en evidencia que ella era incapaz de dominarlo. Con tono áspero dijo:
— ¿Lo conozco, señor? — No, pero tuve la oportunidad de admirarla anoche en el jardín de los Crandal. Lamentablemente, usted huyó antes de que pudiera presentarme.— Anthony observó que ella se ruborizaba. — Por eso, querido hermano, creo que volveré ainvitarte a Knighton's Hall.— A Logan no le importó en absoluto.
A la luz del día, ______ Chadwick era la damita más hermosa que jamás había visto. El hecho de que Nicholas la hubiera conocido antes que él no le importaba en lo más mínimo. Tornaba un tanto incómoda la situación, pero eso era todo. Mientras ella no expresara su preferencia, ambos podían tratar de conquistarla. ______ miró fijamente a Logan. Nunca hubiera adivinado que era el hermano de Nicholas. Y, después de cuanto había oído decir de él, comprendía por qué se le consideraba peor que Nicholas. Ambos eran sumamente apuestos, pero en tanto Nicholas era un sin vergüenza encantador, el rubio Jonas parecía ser mucho más despiadado. Destilaba peligro. Pero ella no se atemorizó. Era Nicholas el que la perturbaba y le hacía perder la compostura.
— ¿De modo que usted es la oveja negra del clan Jonas? — dijo ______ — . ¿Qué cosas terribles ha hecho para merecer esa denominación? — Nada que pueda ser probado; se lo aseguro, dulce dama. — Luego miró a Nicholas con una sonrisa desafiante. — ¿Qué pasa con tus modales, muchacho? Preséntanos.— Nicholas rechinó los dientes. — Mi hermano, Logan Jonas. — Sin cambiar el tono de su voz,añadió: — Y el joven que viene cabalgando hacia nosotros es su hijo, Jeremy.
Jeremy se detuvo bruscamente, exultante por el galope violento a que se había entregado. Oyó el comentario que ______ hizo a Logan.
— ¿Su hijo? ¿Cómo no lo adiviné? — Había tal ironía en su voz que nadie dudó que no creía una palabra de cuanto le habían dicho.
Jeremy se echó a reír. Logan también se divertía. Pero Nicholas estaba cada vez más enfadado. Sabía que eso sucedería, pero, ¿por qué debía suceder por primera vez con ella? Y como el joven reía a carcajadas, no intentó aclarar el mal entendido. Al verse rodeada por los Jonas, ______ deseó no haber sido tan altanera cuando rechazó la compañía del palafrenero de Timmy esa mañana. Pensó que para dar un simple paseo por el parque no necesitaría la protección de un hombre. Jamás lo hacía en su casa. Pero Londres no era su casa. Nicholas pareció adivinar sus pensamientos.
— ¿Ha perdido a su acompañante? —Timmy, de seis años de edad, dijo: —______ es mi acompañante y yo soy el de ella. Dijo que sólo necesitábamos nuestra mutua compañía. — ¿Y quién eres tú? — Lord Grenfell — dijo Timmy, dándose importancia. Tenía los cabellos rubios y los ojos grises de George Amherst. Nicholas balbuceó: —Conozco... conocí muy bien a tu padre. Pero la próxima vez que Lady ______ se ofrezca para ser tu acompañante, debes decirle... — Ya he comprobado que el parque no es tan seguro como lo había supuesto, Sir Nicholas —dijo ______, con tono significativo— . Le aseguro que no volveré a desempeñar ese papel. — Me alegra saberlo, pero entre tanto, la escoltaré hasta su casa. —Loga señaló: — Detesto recordártelo, hermano, pero ya tienes que hacerte cargo de alguien. Yo, en cambio, estoy disponible para acompañar a la señorita hasta su casa. — Pues no lo harás — le espetó Nicholas. —Regina disfrutaba del encuentro desde cierta distancia. Pero como aparentemente la situación se tornaba difícil, decidió intervenir. — Antes de que se tomen a golpes, creo prudente indicarles que Jeremy también se encuentra disponible y podrá acompañarla. La distancia era corta, y como yo pensaba visitar a Lady Frances, iré con ellos, Nick, y aprovecho para agradecer tu compañía. — Dirigiéndose a ______, dijo: — ¿Estás de acuerdo?
______ suspiró aliviada, pues no había alcanzado a pensar cómo rehusar cortésmente la compañía de los hermanos Jonas, después de admitir su error al cabalgar sin acompañante.
—Completamente, Lady Eden. — Por favor, querida, llámame Reggie. — Sonrió a Logan y añadió: — Como me llaman casitodos.
El comentario pareció mejorar el humor de Nicholas. Ahora sonreía contemplando a ______. Y con qué sonrisa. Ella debió hacer un esfuerzo para no volver a mirarlo después de que se despidieran. La noche anterior había decidido sabiamente que no sería aconsejable verlo nuevamente. Este encuentro, breve pero desconcertante, sólo contribuía a reafirmar esa decisión. Mientras Nicholas contemplaba las cuatro personas que se alejaban, pensó en la posibilidad de dar una zurra a Reggie cuando volviera a verla.
— Se ha tornado muy autoritaria desde que secasó con Eden. — ¿Te parece? — rió Logan— . Quizás nunca lo advertiste antes, porque no era a ti a quien daba órdenes.— Irritado por la broma de Logan, Nicholas lo miró con furia. — Y tú...—Logan no le dio oportunidad de descargar su ira. — No seas molesto, muchacho. Después dever cómo reaccionó contigo, he comprobado que no tengo muchas probabilidades de conquistarla.— Hizo girar su caballo y, antes de marcharse, dijo con una sonrisa maliciosa: — Pero la falta de probabilidades nunca me ha detenido
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| | | layni Nuev@
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| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 16th 2013, 09:12 | |
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| | | NataliadeJonas Hipermegaultrasuper Fan de los Jonas
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| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 16th 2013, 11:06 | |
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| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 16th 2013, 11:07 | |
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| | | NataliadeJonas Hipermegaultrasuper Fan de los Jonas
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| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 16th 2013, 11:07 | |
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| | | NataliadeJonas Hipermegaultrasuper Fan de los Jonas
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| Tema: Re: Delicate&Rebel (Nick y tu adaptada) Enero 16th 2013, 11:07 | |
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