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| No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot | |
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+26littlestar_adri iseliousjb Carpe Diem eschio GreciaGarcia Ivethzitha Tatu d'Jonas Zoé Zárate Karen11 darley ro$$ 100% fan$ griton@ nasgdangerJONAS aranzhitha HistoriaDeUnAmor BETTY DE JONAS Julieta♥ karenjoonas PidgeJonas jonatik4everrr kelilovejoe Ceecii Jonas mari_jonas_I love VaLeexD FlorJonasJB camilitalovato Trouble 30 participantes | |
Autor | Mensaje |
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BETTY DE JONAS Novia De..
Cantidad de envíos : 613 Edad : 30 Localización : Con los jonas :) (en un cuarto AMANDONOS) Fecha de inscripción : 01/08/2011
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 3rd 2012, 00:04 | |
| Pasaron tantas cosas que ya no sé qué comentar primero!!!! 1:_Me encantó que Joe se llevara tan bien con el amigo de ________ 2:_ Me dejó en shock lo que Joe estuvo a punto de hacerle a ________ es obvio que se siente culpable pero _______ tiene razón... él no tiene la culpa lo hizo cuando estaba inconsciente!!! Me dió mucha tristeza...pobrecito se sentía terrible por lo que le había echo... 3:_ Que _______ le haya pedido que se quedara fué un gran punto a favor de su relación... 4:_ Parece que están dispuestos a olvidar lo que pasó por que se quieren.... Por fis tienes que seguirla!!!! La dejaste en una parte mega emocionante!!! | |
| | | HistoriaDeUnAmor Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 165 Edad : 25 Localización : Diria que con el amor de mi vida... Pero aun no me conoce. Fecha de inscripción : 01/02/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 3rd 2012, 20:59 | |
| Ññlalsaalskaks ME ENCANTO alslasa Aunque... Que cosas las de sus pasados :c Me da tristesa SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAA | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 4th 2012, 10:13 | |
| Capitulo 21 Parte 5
Sus labios envolvieron mi pezón y sus mejillas se fueron ahuecando despacio,conteniendo su seducción. Su suave forma de mamar me gustaba tanto que ahogué un grito y me arqueé sobre su mano. Él me acarició el costado, desde el pecho hasta la cintura y hacia arriba otra vez, una y otra vez, tranquilizándome mientras el corazón se me desbocaba.
Me fue besando de un pecho al otro, murmurando palabras de disculpa y de deseo con una voz rota por el arrepentimiento y la tristeza.Su lengua me lamió en el punto más endurecido, jugueteando con él antes de envolverlo de calor húmedo y succionarlo.
—Joe—Sus suaves y hábiles tirones conseguían que de mi mente asustadiza saliera el deseo. Mi cuerpo estaba ya rendido ante él, buscando ávida mente el placer y la belleza que él tenía.
—No tengas miedo de mí—susurró—No te apartes.
Me besó el ombligo y, después, fue más abajo, acariciando con el pelo mi vientre mientras se colocaba entre mis piernas. Me abrió con manos temblorosas yme acarició el clítoris con la nariz. Sus lametones ligeros y provocadores a través de mi vagina y los palpitantes descensos al interior de mi sexo vibrante me llevaron al borde de la locura.
Doblé la espalda. De mis labios salieron roncas súplicas. La tensión se extendió por todo mi cuerpo, que se puso rígido hasta sentir que podía romperme con . Y entonces, él me llevó al orgasmo con el más suave roce de la punta de su lengua.
Grité, y un ardiente alivio me recorrió el cuerpo mientras me retorcía.
—No puedo dejar que te vayas, ___—Joe se levantó por encima de mí mientras yo me estremecía de placer—No puedo.
Limpiándome las lágrimas que quedaban en mi rostro, le miré a sus ojos enrojecidos. Presenciar su tormento me causaba dolor y hacía que el corazón me doliera.
—No te dejaría aunque quisieses.
Se puso encima de mí y me metió la polla despacio, con cuidado. Presioné la cabeza con fuerza contra el suelo mientras él se hundía más adentro y tomaba posesión de mi cuerpo centímetro a centímetro cada vez que lo hacía.
Cuando todo él estuvo dentro de mí, empezó a moverse con embestidas moderadas y pausadas. Cerré los ojos y me concentré en la conexión que había entre los dos. Entonces, se echó sobre mí, apretando su vientre contra el mío, y el pulso se me disparó aterrado. Sintiendo un miedo repentino, vacilé.
—Mírame, ___—Su voz era tan ronca que no la reconocía.
Lo hice y vi su angustia.
—Hazme el amor—me suplicó con un susurró jadeante— Haz el amor conmigo. Tócame. Pon las manos sobre mí.
—Sí—Apreté las palmas de la mano en su espalda y, después, pasé las manos por los trémulos músculos hasta llegar al culo. Apretando la carne dura y flexionada, le insté a que se moviera más rápido y se metiera más adentro.
Los golpes rítmicos de su pesada polla a través de las profundidades cerradas de mi sexo me llevaron al éxtasis en oleadas de calor. Me gustaba. Mis piernas rodeaban su cintura y mi respiración se iba acelerando a medida que el frío nudo que había dentro de mí empezaba a derretirse. Nos miramos fijamente.
Por mis sienes corrían las lágrimas.
—Te quiero, Joe
—Por favor...—Cerró los ojos, apretándolos.
—Te quiero.
Me acercaba al orgasmo con los hábiles movimientos de su cintura removiendo su polla dentro de mí. Comprimí mi sexo con fuerza, tratando de mantenerle dentro, tratando de hacer que se quedara en lo más profundo de mí.
—Córrete, ___—jadeó contra mi cuello.
Me esforcé por hacerlo, me esforcé por superar la persistente aprensión que sentía por tenerlo encima de mí. La ansiedad se mezclaba con el deseo manteniéndome en el filo.
Emitió un ronco sonido de dolor y arrepentimiento.
—Necesito que te corras, ___... Necesito sentirte... Por favor...
Agarrándome de las nalgas, me movió las caderas y golpeó una y otra vez ese punto sensible de mi interior. Era infatigable, implacable, follándome hasta el fondo y con fuerza hasta que mi mente perdió el control de mi cuerpo y me corrí con fuerza. Le mordí en el hombro para contener mis gritos mientras me sacudía por debajo de él y los diminutos músculos de mi interior se agitaban con oleadas de éxtasis. Él gruñó en mi pecho, un sonido dentellado de placer atormentado.
—Más—me ordenó, clavando sus embestidas más hondo para proporcionarme esa deliciosa sensación de dolor. El hecho de que él volviera a confiar lo suficiente en los dos como para introducir ese pequeño toque de dolora huyentó la última de mis reservas. Así como confiábamos el uno en el otro,estábamos aprendiendo a confiar también en nuestros instintos.
Volví a correrme, con ferocidad, apretando los dedos de los pies hasta que sentí un calambre. Sentí la familiar tensión en Joe y apreté las manos sobre sus caderas, espoleándolo para que siguiera, desesperada por sentir cómo se salía a chorros dentro de mí.
—No—Se apartó y cayó sobre su espalda lanzando un brazo por encima de sus ojos. Castigándose mientras le negaba a su cuerpo el consuelo y el placer del mío.
Su pecho se movía y brillaba del sudor. Su polla yacía pesadamente sobre su vientre, con un aspecto brutal, con su ancha cabeza púrpura y sus gruesas venas.
Me lancé sobre ella con manos y boca, ignorando su despiadada maldición.Sujeté su torso con mi antebrazo y la agarré con fuerza con mi otro puño,chupando vorazmente su sensible corona. Los muslos le temblaban y pateaba las piernas incansablemente.
—Joder, ___. Mierda—Se puso rígido y jadeó, empujando las manos entre mi pelo, moviendo sus caderas— Oh, mierda... Oh, Dios... Estalló en un torrente poderoso que casi me ahogaba, duro, inundándome la boca. Lo tomé todo,mientras mi puño ordeñaba, impulso tras impulso, por todo lo largo de su polla,tragándomelo hasta que se estremeció con la excesiva sensación suplicándome que parara.
Me incorporé y Joe se sentó envolviendo mi cuerpo con el suyo. Me volvió a tumbar en el suelo y allí enterró la cara en mi cuello y lloró hasta el amanecer
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| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 4th 2012, 10:25 | |
| Capitulo 22 Parte 1
El martes fui al trabajo con una blusa de seda negra de manga larga y pantalones, sintiendo la necesidad de establecer una barrera entre el mundo y yo.En la cocina, Joe me cogió la cara entre sus manos y acarició mis labios con los suyos con desgarradora ternura. Seguía teniendo aquella mirada de angustia.
—¿Comemos juntos?—pregunté, sintiendo que necesitábamos aferrarnos a la conexión que había entre los dos.
—Tengo una comida de trabajo—Pasó los dedos por mi pelo suelto—¿Quieres venir? Me aseguraré de que Angus te lleve de vuelta al trabajo a tiempo.
—Me encantaría ir contigo—Pensé en el calendario de eventos nocturnos,reuniones y citas que me había enviado al móvil— ¿Y mañana por la noche tenemos la cena de beneficencia en el Waldorf-Astoria?
Su mirada se suavizó. Vestido con la ropa del trabajo, parecía triste pero sereno. Yo sabía que no lo estaba.
—Es cierto que no vas a renunciar a mí, ¿verdad?—preguntó en voz baja.
Levanté la mano derecha y le enseñé mi anillo.
—Estás conmigo, Joe. Ve acostumbrándote.
De camino al trabajo, me acurrucó en su regazo y, de nuevo, cuando íbamos ala comida en Jean Georges. Yo no pronuncié más de una docena de palabras durante el almuerzo, donde Joe había pedido por mí y yo disfruté enormemente.
Me quedé sentada en silencio a su lado, con la mano izquierda apoyada en su fuerte muslo por debajo del mantel, una afirmación sin palabras de mi compromiso con él. Con nosotros. Una de sus manos descansaba sobre la mía,cálida y fuerte, mientras hablaba de una nueva propiedad que estaba en construcción en St. Croix. Nos mantuvimos así durante toda la comida, y cada uno de nosotros decidió comer con una mano para no separarlas.
A medida que pasaban las horas, sentía que el horror de la noche anterior se iba alejando de los dos. Sería otra cicatriz que añadir a su colección, otro recuerdo amargo que él siempre tendría, un recuerdo que yo compartiría y temería junto a él, pero que no nos dominaría. No dejaríamos que eso ocurriera.
Angus estaba esperando para llevarme a casa cuando terminó mi jornada. Joe trabajaba hasta tarde y luego iría directamente desde el Jonassfire a la consulta del doctor Petersen. Durante el viaje me fui preparando para la siguiente sesión de entrenamiento con Parker. Pensé saltármela pero, al final, decidí que era importante continuar con la rutina. En ese momento, ya había demasiados aspectos de mi vida que se habían descontrolado. Seguir un calendario era una de las pocas cosas que podía controlar.
Tras hora y media marcajes y preliminares con Parker en su estudio, me sentí aliviada cuando Clancy me dejó en casa y también orgullosa por haber estado haciendo ejercicio cuando era lo último que deseaba hacer.
Cuando entré en el vestíbulo, me encontré a Trey en la recepción.
Lo saludé.
—Hola. ¿Subes? Se giró para mirarme con sus cálidos ojos color avellana y una amplia sonrisa.Había dulzura en Trey, una especie de sincera ingenuidad que lo diferenciaba del resto de relaciones que Cary había tenido antes. O quizá debería decir simplemente que Trey era «normal», lo cual no era muy usual en la vida de Cary ni en la mía.
—Cary no está—dijo— Han intentado llamarle.
—Puedes subir conmigo y esperar. No voy a volver a salir.
—Si de verdad no te importa—Empezó a caminar a mi lado. Yo saludé con la mano a la chica de la recepción y nos dirigimos hacia el ascensor—Le he traído una cosa.
—No me importa en absoluto—le aseguré, devolviéndole su dulce sonrisa.
Miró mis pantalones de yoga y mi camiseta sin mangas.
—¿Vienes ahora del gimnasio?
—Sí. Aunque hoy es uno de esos días que habría preferido hacer cualquier otra cosa.
Se rio mientras entrábamos en el ascensor.
—Conozco esa sensación.
Mientras subíamos, nos quedamos en silencio. Me sentía pesada.
—¿Va todo bien?—le pregunté.
—Bueno...—Trey se ajustó la correa de la mochila— Parece que Cary ha estado un poco ausente estos últimos días.
Me mordí el labio inferior.
—Vaya. ¿En qué sentido?
—No sé. Es difícil de explicar. Simplemente tengo la sensación de que le está pasando algo y no sé qué puede ser.
Pensé en la rubia y me estremecí por dentro.
—Quizá esté estresado por el trabajo de Grey Isles y no quiere preocuparte.Sabe que estás muy ocupado con tu trabajo y los estudios.
La tensión de sus hombros se alivió.
—Quizá sea eso. Tiene sentido. Vale, muchas gracias.
Abrí la puerta del apartamento y le dije que se sintiera como en su casa. Trey se dirigió a la habitación de Cary para dejar sus cosas, mientras yo me acerqué al teléfono para escuchar los mensajes de voz. | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 4th 2012, 10:34 | |
| Capitulo 22 Parte 2
Un grito desde el otro extremo del pasillo hizo que cogiera el teléfono por un motivo diferente. El corazón se me disparó al pensar que pudiera haber intrusos o algún peligro inminente. Hubo más gritos y una de las voces pertenecía claramente a Cary.
De repente, suspiré aliviada. Con el teléfono en la mano, fui a ver qué demonios estaba pasando. Casi choco con Tatiana al doblar la esquina, aún abotonándose la blusa.
—¡Huy!—exclamó con una sonrisa nada arrepentida— Hasta luego.
No pude oír cómo cerraba la puerta al salir por los gritos de Trey.
—Vete a la mierda, Cary. ¡Ya habíamos hablado de esto! ¡Lo prometiste!
—Estás exagerando las cosas—protestó Cary— No es lo que piensas.
Trey salió del dormitorio de Cary hecho una furia y con una prisa tal que me tuve que pegar a la pared del pasillo para apartarme de su camino. Cary iba detrás con una sábana sujeta a la cintura. Cuando pasó por mi lado, le miré frunciendo el ceño y él me respondió levantando un dedo para mandarme a la mierda.
Los dejé solos y huí hacia la ducha, enfadada con Cary porque, una vez más,estaba echando a perder algo bueno que había en su vida. Era un patrón del que yo esperaba que saliera, pero parecía incapaz de hacerlo.
Cuando salí a la cocina media hora después, había un completo silencio en el apartamento. Me concentré en la preparación de la cena, decidiéndome por filetes de cerdo asado y patatas con espárragos, una de las cenas preferidas de Cary, por si acaso volvía a casa para cenar y necesitaba animarse.
Me sorprendí al ver a Trey salir al pasillo mientras yo metía el asado en el horno y, a continuación, sentí pena. Odié verle salir enrojecido, despeinado y llorando. La pena se convirtió en enorme decepción cuando Cary vino a la cocina conmigo oliendo a sudor masculino y a sexo. Me lanzó una mirada de enfado al pasar por mi lado de camino a la nevera de los vinos.
Yo le miré con los brazos cruzados.
—Follarse a un amante que está destrozado sobre las mismas sábanas en lasque te ha pillado engañándolo no arregla las cosas.
—Cállate, ___
—Probablemente se esté odiando ahora mismo por haber cedido.
—He dicho que te calles de una puta vez. —Muy bien—Me di la vuelta y me centré en sazonar las patatas para meterlas en el horno con el asado.
Cary sacó unas copas de vino del armario.
—Noto cómo me estás juzgando. Déjalo ya. No estaría la mitad de jodido si me hubiese pillado follando con un hombre.
—Es culpa suya, ¿no?
—Para tu información: tu vida amorosa tampoco es perfecta.
—Eso es un golpe bajo, Cary. Esta vez no voy a quedarme callada. La has fastidiado y, después, lo has hecho aún peor. Es todo culpa tuya.
—Que no se te suban los humos, guapa. Tú te estás acostando con un hombre que va a violarte cualquier día de estos. —¡Eso no es verdad!
Soltó un bufido y apoyó la cadera sobre el mostrador, con sus ojos verdes llenos de dolor y rabia.
—Si vas a poner la excusa de que está dormido mientras te ataca, vas a tener que usar la misma excusa para los borrachos y drogadictos. Ellos tampoco saben lo que hacen.
La verdad de sus palabras me golpeó con fuerza, al igual que el hecho de que estaba tratando de hacerme daño deliberadamente.
—Se puede dejar de beber, pero no de dormir.
Se puso derecho, abrió la botella que había cogido y llenó dos copas,deslizando una por el mostrador para mí.
—Si hay alguien que sabe lo que es estar con quien te hace daño, soy yo. Tú lo quieres. Quieres salvarle, pero ¿quién va a salvarte a ti, __? No voy a estar siempre a tu lado cuando estés con él y Joe es una bomba de relojería que se ha puesto en marcha.
—¿Quieres hablar de relaciones que hacen daño, Cary?—le respondí, haciendoque se desviara de mis dolorosas verdades—¿Te has follado a Trey para protegerte? ¿Has pensado que le has apartado de ti antes de darle la oportunidad de decepcionarte?
Cary adoptó una expresión amarga. Chocó su copa con la mía, que todavía estaba sobre el mostrador.
—Brindo por los dos, que estamos realmente jodidos. Al menos, nos tenemos el uno al otro. Salió airadamente de la habitación y yo me desinflé. Sabía que esto iba a suceder: ver cómo se desencadenaban circunstancias demasiado buenas para ser ciertas. La satisfacción y la felicidad no duraban en mi vida más que unos momentos y lo cierto es que no eran más que una ilusión.
Siempre había algo oculto, esperando a salir para echarlo todo a perder.
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| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 4th 2012, 14:19 | |
| ahh que feo que fue Cary porque le hizo daño a Trey y a su mejor amiga solo porque no quiere aceptar que él esta mal pobre de mi Joe!!! siguela!!!! | |
| | | FlorJonasJB Forista!
Cantidad de envíos : 75 Edad : 28 Localización : Argentina Fecha de inscripción : 06/04/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 4th 2012, 15:09 | |
| oh, no! tiene que durar esta vez, espero que Joe se sienta mejor y que no le vuelva a pasar eso. Seguila pronto, me encanta esta fanfic, muy original y tierna y hot jaja! SEGUILA | |
| | | BETTY DE JONAS Novia De..
Cantidad de envíos : 613 Edad : 30 Localización : Con los jonas :) (en un cuarto AMANDONOS) Fecha de inscripción : 01/08/2011
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 4th 2012, 19:50 | |
| El primer capítulo estuvo muy bonito y hot a la vez!!!! Me encantó!!!! Pero me siento mal por el pobre de Joe!!! Es obvio que no va a poder borrar eso de su mente tan pronto... Me partió el corazón cuando después de hacer el amor con ________ Lloró!!! Pobrecito hermoso!!! Pero lo superarán al igual que todo lo demás verdad???? Por fis tienes que seguirla!!! | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 5th 2012, 14:06 | |
| Capitulo 22 Parte 3
Joe llegó justo cuando sacaba la cena del horno. Traía una bolsa de ropa en una mano y una funda de ordenador portátil en la otra. Me preocupaba que se fuera solo a casa tras su sesión con el doctor Petersen y sentí alivio cuando me llamó para decirme que venía de camino. Aun así, cuando abrí la puerta y le vi allí,un escalofrío de inquietud me recorrió el cuerpo.
—Hola—me saludó en voz baja, siguiéndome después a la cocina—. Huele de maravilla aquí dentro.
—Espero que tengas hambre. Hay mucha comida y me sorprendería que Cary apareciera para ayudarnos a comérnosla.
Joe dejó sus cosas sobre el mostrador y se acercó a mí con recelo, buscando mis ojos con los suyos a medida que se acercaba.
—Me he traído unas cuantas cosas para pasar la noche, pero me puedo ir a casa si quieres. Cuando sea. Simplemente dímelo.
Dejé escapar el aire de mi pecho con fuerza, decidida a no dejar que el miedo dictara mis acciones.
—Quiero que te quedes.
—Y yo quiero quedarme—Se detuvo delante de mí—¿Puedo abrazarte?
Me giré hacia él y lo apreté con fuerza.
—Por favor.
Presionó su mejilla contra la mía y me abrazó. Aquel abrazo no fue tan natural y relajado como los que solíamos darnos. Había entre nosotros un nuevo recelo diferente a todo lo que habíamos sentido antes.
—¿Qué tal estás?—murmuró.
—Mejor, ahora que estás aquí.
—Pero aún nerviosa—Apretó sus labios contra mi frente— Yo también. No sé cómo vamos a poder quedarnos dormidos de nuevo el uno junto al otro.
Apartándome un poco, lo miré. Eso es también lo que yo temía, y mi anterior conversación con Cary no había ayudado en nada. Es una bomba de relojería en marcha... —Lo superaremos—dijo.
Se quedó callado un largo rato.
—¿Alguna vez se ha puesto Nathan en contacto contigo? — No—Aunque tenía auténtico pánico a encontrármelo de nuevo algún día,ya fuera por casualidad o deliberadamente. Estaba en algún lugar, ahí afuera,respirando el mismo aire—¿Por qué?
—Porque hay mucho bagaje que se interpone entre nosotros dos.
—¿Crees que es demasiado?
Joe negó con la cabeza.
—No pienso eso.
Yo no supe qué hacer o decir. ¿Qué garantías darle, si ni siquiera estaba segura de mi amor y de si el hecho de necesitarle sería suficiente para que nuestra relación funcionara?
—¿En qué estás pensando?—preguntó.
—En la comida. Estoy hambrienta. ¿Por qué no vas a ver si Cary quiere comer?Luego podemos ponernos a cenar.
Joe encontró a Cary durmiendo, así que cenamos él y yo a la luz de las velas en la mesa del comedor, una especie de comida formal vestidos con las camisetas y pantalones de pijama que nos habíamos puesto tras nuestras respectivas duchas. Yo estaba preocupada por Cary, pero tener un respiro tranquilo a solas con Joe me pareció que era justo lo que necesitábamos.
—Ayer comí con Magdalene en mi despacho—dijo después de que disfrutáramos de los primeros bocados.
—¿Ajá?—¿Mientras yo había ido a comprar el anillo, Magdalene había disfrutado de un tiempo a solas con mi hombre?
—No uses ese tono—me reprendió—Estuvo comiendo en un despacho rodeada de tus flores mientras me lanzabas besos desde mi escritorio. Tú estabas tan presente como ella.
—Perdona. Ha sido un acto reflejo.
Levantó mi mano hacia su boca y le dio un beso rápido y fuerte.
—Me alivia ver que aún puedes sentir celos por mí.
Solté un suspiro. Mis emociones llevaban todo el día desperdigadas, no podía saber cuáles eran mis sentimientos con respecto a nada.
—¿Le has dicho algo sobre Christopher?
—Ése era el motivo de la comida. Le enseñé el vídeo.
—¿Qué?—Fruncí el ceño, recordando que mi teléfono se había quedado sin batería en su coche—¿Cómo lo has hecho?
—Subí tu teléfono a mi despacho y saqué el vídeo con un USB. ¿No te diste cuenta de que lo traje anoche con toda la batería?
—No—Dejé el cubierto sobre la mesa. Con dominación o no, Joe y yo íbamos a tener que hablar sobre qué límites cruzar para que yo no perdiera los papeles—No puedes piratear mi teléfono sin más, Joe.
—No lo pirateé. Aún no le has puesto una contraseña
—¡Ésa no es la cuestión! Se trata de una grave invasión de mi puñetera privacidad. Dios mío...—¿Por qué en mi vida nadie comprendía que yo tenía unas fronteras?—¿Te gustaría que yo hurgara en tus cosas?
—No tengo nada que ocultar—Sacó su teléfono del bolsillo de sus pantalones y lo sostuvo en el aire ante mí— Y tú tampoco lo tendrás
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| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 5th 2012, 14:34 | |
| Capitulo 22 Parte 4
No quería discutir en ese momento. Las cosas estaban demasiado frágiles tal y como estaban, pero ya había permitido lo suficiente que aquello siguiera adelante.
—No importa si yo tengo algo que no quiero que veas. Tengo derecho a un espacio y a una privacidad y tú debes preguntar antes de acceder por tu cuenta ami información y mis pertenencias. Tienes que dejar de coger todo lo que quieres sin pedir permiso.
—¿Qué tenía eso de privado?—me preguntó frunciendo el ceño—Tú misma me lo enseñaste.
—¡No seas como mi madre, Joe!—grité— Sólo puedo aguantar cierto grado de locura.
Dio un respingo hacia atrás ante mi vehemencia, claramente sorprendido al verlo enfadada que estaba.
—De acuerdo. Lo siento.
Me bebí el vino de un trago tratando de refrenar mi genio y desasosiego.
—¿Sientes que me haya enfadado o sientes lo que has hecho?
Tras un silencio que duró varios latidos del corazón, Joe respondió:
—Siento que te hayas enfadado. Vi que no lo había entendido.
—¿Por qué no ves lo raro que es todo esto?
Dejó escapar un suspiro y se pasó la mano por el pelo.
—___, paso una cuarta parte de cada día dentro de ti. Cuando estableces límites fuera, no puedo evitar verlos como algo arbitrario.
—Pues no lo son. Son importantes para mí. Si hay algo que quieras saber,tendrás que preguntármelo.
—De acuerdo—No lo hagas más—le advertí—No estoy bromeando, Joe.
Apretó la mandíbula.
—Vale, ya lo he entendido.
Entonces, como realmente no quería discutir, seguí con la conversación.
—¿Qué dijo ella al verlo?
Él se relajó visiblemente.
—Le resultó difícil, desde luego. Aún más al saber que yo lo había visto.
—Ella nos vio en la biblioteca.
—No hablamos de eso directamente, pero de todos modos, ¿qué iba a decirle?No pienso disculparme por hacerle el amor a mi novia en una habitación cerrada. —Apoyó la espalda en su silla y exhaló con fuerza—Ver la cara de Christopher en el vídeo, ver lo que realmente piensa de ella, le ha dolido. Es duro ver cómo te utilizan así. Sobre todo, si lo hace alguien que se supone que te quiere.
Para ocultar mi reacción, me ocupé de rellenar las dos copas. Él hablaba como si se tratara de una experiencia propia. ¿Qué era exactamente lo que le habían hecho?Tras un rápido sorbo de vino, le pregunté:
—¿Y cómo lo llevas tú? —¿Qué puedo hacer? Con el paso de los años he hecho todo lo posible por hablar con Christopher. Lo he intentado dándole dinero. Lo he intentado amenazándolo. Nunca se ha mostrado dispuesto a cambiar. Hace tiempo me di cuenta de que lo único que puedo hacer es poner paños fríos. Y mantenerte todo lo lejos de él que me sea posible.
—Ahora que yo ya lo sé, te ayudaré con ello. —Bien—Dio un trago y me miró por encima del borde de la copa— No me has preguntado por mi cita con el doctor Petersen.
—No es de mi incumbencia. A menos que quieras hablarme de ello—Lo miré a los ojos, deseando que lo hiciera— Estaré dispuesta a escucharte siempre que lo necesites, pero no voy a fisgonear. Cuando estés listo para dejarme entrar, házmelo saber. Dicho lo cual, me encantaría saber si te ha gustado.
Respondió sonriendo.
—Hasta ahora sí. Me habla con rodeos. No mucha gente sabe hacer eso.
—Sí. Te habla haciéndote volver a un asunto para que lo enfoques desde otra perspectiva diferente a la que estás pensando, en plan «¿Cómo es que no lo había visto así?»
Joe subía y bajaba los dedos por el pie de su copa.
—Me ha recetado que tome una cosa por la noche antes de acostarme. Lo he comprado antes de venir.
—¿Qué piensas sobre el hecho de tomar medicación?
Me lanzó una mirada oscura y angustiada.
—Creo que es necesario. Tengo que estar contigo y debo hacer que sea seguro para ti, cueste lo que cueste. El doctor Petersen dice que esta medicación combinada con la terapia ha sido un éxito en otros pacientes que sufren« parasomnia sexual atípica». Tengo que creer que es cierto.
Extendí la mano para agarrar la suya. Tomar la medicación era un gran paso,sobre todo para alguien que había evitado enfrentarse a sus problemas durante mucho tiempo.
—Gracias.
Joe me apretó la mano.
—Al parecer, hay bastante gente con este problema a la que han estudiado. Me ha hablado de un caso documentado en el que un hombre estuvo atacando sexualmente a su mujer en sueños durante doce años antes de buscar ayuda.
—¿Doce años? Dios mío.
—Parece que, en parte, esperaron tanto porque el hombre era mejor en la cama cuando estaba dormido—dijo fríamente— Y si eso no constituye un golpe mortal para el ego, no sé qué otra cosa puede serlo.
Me quedé mirándolo.
—Vaya mierda
—Lo sé, ¿vale?—Su sonrisa irónica se desvaneció—Pero no quiero que te sientas obligada a compartir la cama conmigo, ___. No existe ninguna pócima mágica. Puedo dormir en el sofá o irme a casa, aunque de las dos opciones preferiría el sofá. Mis días son mejores si me preparo contigo para ir a trabajar.
—Para mí también.
Extendiendo la mano, Joe cogió la mía y se la llevó a los labios.
—Nunca imaginé que podría tener esto... Alguien en mi vida que sepa lo que tú sabes sobre mí. Alguien con quien poder hablar de mis cagadas durante la cena porque me acepta tal cual soy... Te estoy muy agradecido, ___
Mi corazón se retorció al sentir un dulce dolor en el pecho. Sabía decir cosas hermosas, cosas perfectas.
—Yo siento lo mismo por ti—Puede que más, porque yo le quería. Pero no lo dije en voz alta. Algún día le llegaría el momento. No iba a rendirme hasta que fuera absoluta e irrevocablemente mío
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| | | FlorJonasJB Forista!
Cantidad de envíos : 75 Edad : 28 Localización : Argentina Fecha de inscripción : 06/04/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 5th 2012, 16:46 | |
| aaaaaaaaaaaaaaaaaaaawwwwwwwwwwwwwwwwww que ternuraaaaa que romántico me encanta :3 seguilaaaaaaaa pronto | |
| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 6th 2012, 09:58 | |
| awww ternurita Son tan lindos los dos!! Siguela!! | |
| | | FlorJonasJB Forista!
Cantidad de envíos : 75 Edad : 28 Localización : Argentina Fecha de inscripción : 06/04/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 6th 2012, 21:15 | |
| ¿por qué no la seguís????????????? aaaaaaaaaahhasdhsakjsa, te gusta hacernos sufrir -.- | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 7th 2012, 09:40 | |
| - FlorJonasJB escribió:
- ¿por qué no la seguís????????????? aaaaaaaaaahhasdhsakjsa, te gusta hacernos sufrir -.-
PERDON!!ES QUE ESTOY CON EXAMENES FINALES EN LA ESCUELA Y NO TENIA TIEMPO :/ AHORA SEBO 3 O 4 CAPITULOS GRACIAS POR COMENTAR SIEMPRE.....BESOS!! | |
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| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 7th 2012, 09:54 | |
| Capitulo 23 Parte 1
Con los pies desnudos sobre la mesa del café y el ordenador en su regazo,Joe parecía tan cómodo y relajado, que estuvo todo el tiempo distrayéndome de mis programas de la televisión.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?,me pregunté. ¿Este hombre tan desmesuradamente atractivo y yo?
—Me estás mirando—murmuró, con los ojos puestos en la pantalla de su portátil.
Le saqué la lengua.
—¿Es eso una provocación sexual, señorita Tramell?
—¿Cómo puedes verme si estás mirando lo que sea eso en lo que estás trabajando?
Levantó en ese momento la vista y me miró fijamente. Sus ojos resplandecían de energía y calor.
—Siempre te veo, cielo. Desde el momento en que me encontraste, no he visto otra cosa más que a ti.
El miércoles empezó con la polla de Joe tratando de penetrarme por detrás,mi nueva forma preferida de despertarme.
—Vaya—dije con voz ronca, quitándome el sueño de los ojos mientras pasaba el brazo por mi cintura y me acercaba a su cálido y fuerte pecho— Esta mañana estás juguetón.
—Estás preciosa y sexy por las mañanas—susurró, acariciándome el hombrocon la nariz— Me encanta despertar contigo.
Celebramos una noche de sueño ininterrumpido con unos cuantos orgasmos entre los dos.
Horas después, almorcé con Mark y Steven en un encantador restaurante mexicano escondido bajo el nivel de la calle. Bajamos unas escaleras de cemento y entramos en un restaurante sorprendente mente espacioso con camareros vestidos con chaleco negro y mucha luz.
—Tienes que volver aquí con tu chico para que te invite a un margarita de granada —dijo Steven.
—¿Están buenos?—pregunté.
—Desde luego.
Cuando vino la camarera a por la comanda, flirteó descaradamente con Mark agitando unas pestañas envidiable mente largas. Mark también flirteó con ella. A medida que avanzó la comida, la exuberante pelirroja, en cuya solapa lucía el nombre de Shawna, se volvió más atrevida, y tocaba el hombro y la nuca de Mark cada vez que se acercaba. A cambio, las bromas de Mark se hicieron más sugerentes hasta que me fijé en que Steven se ponía nervioso, con la cara enrojecida y el ceño cada vez más fruncido. Me revolvía incómoda y conté los minutos hasta que terminó aquella comida cargada de tensión.
—Veámonos esta noche—le dijo Shawna a Mark cuando trajo la cuenta —Una noche conmigo y te curaré.
Yo ahogué un grito. ¿De verdad?
—¿Te viene bien a las siete?—susurró Mark— Te voy a destrozar, Shawna. Ya sabes lo que pasa, que una vez que se ha catado lo bueno...
El agua me entró por el otro lado y me atraganté. Steven se puso en pie de un brinco, rodeó la mesa y empezó a darme golpes en la espalda.
—Por Dios, ___—dijo riéndose— Sólo estábamos gastándote una broma. No te nos mueras.
—¿Qué?— jadeé con los ojos llenos de lágrimas.
Riéndose, se dio la vuelta y pasó el brazo por encima de la camarera.
—___, ésta es mi hermana, Shawna. Shawna, ___ es la que hace que la vida de Mark sea más fácil.
—Eso está bien—respondió Shawna— porque seguro que él te la hace más difícil.
Steven me guiñó un ojo.
—Por eso es por lo que me tiene cerca.
Al ver a los hermanos juntos, por fin me di cuenta del parecido que antes se me había pasado por alto. Me hundí en mi asiento y miré a Mark con odio.
—Ha sido terrible. Creía que Steven iba a explotar.
Mark levantó las manos, mostrando su arrepentimiento.
—Ha sido todo idea suya. Es la reina de los dramas, ¿recuerdas?
Dándose la vuelta, Steven sonrió y dijo:
—No, __, ya sabes que en esta relación quien tiene las ideas es Mark.
Shawna sacó una tarjeta de visita de su bolsillo y me la entregó.
—Mi número está por el otro lado. Llámame. Tengo información jugosa sobre estos dos. Puedes vengarte bien de ellos.
—¡Traidora!—la acusó Steven.
Shawna se encogió de hombros.
—Oye, las chicas debemos permanecer unidas | |
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| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 7th 2012, 10:07 | |
| Capitulo 23 Parte 2
Después del trabajo, Joe y yo fuimos al gimnasio. Angus nos dejó en la calle y entramos. El lugar estaba lleno y los vestuarios abarrotados. Me cambié,guardé mis cosas y luego me encontré con Joe en el vestíbulo.
Saludé con la mano a Daniel, el entrenador que había hablado conmigo la primera vez que fui a JonassTrainer, y recibí un azote en el culo.
—Oye—protesté intentando dar un manotazo sobre la mano castigadora de Joe— ¡No hagas eso!
Tiró de mi cola de caballo moviendo suavemente mi cabeza hacia atrás,inclinándome la boca hacia arriba, de modo que pudiera marcar su territorio con un beso profundo y largo.
Su forma de tirarme del pelo hizo que una oleada de electricidad me recorrieral a piel.
—Si esta es tu idea de elemento disuasorio, debo decirte que es mucho más un incentivo—le susurré ante sus labios.
—Estoy dispuesto a hacerlo más fuerte—Me mordió el labio inferior—Pero te sugiero que no pongas a prueba mis límites con estas cosas, ___
—No te preocupes, prefiero hacerlo con otras.
Joe se dirigió primero a la cinta de correr, lo cual me permitió tener el placer de ver cómo su cuerpo brillaba con el sudor... en público. Por mucho que lo viera así en privado, nunca dejaba de volverme loca.
Dios mío, me encantaba su aspecto con el pelo recogido por detrás. Y la flexión de sus músculos bajo la piel ligeramente bronceada. Y la grácil fuerza de sus movimientos. Ver a un hombre urbano tan elegante despojarse de sus trajes y mostrar su lado animal ponía en marcha todos los resortes de mi excitación.No podía dejar de mirarle y me alegraba no tener que hacerlo. Al fin y al cabo,era mío, un hecho que provocaba que un cálido placer me recorriera el cuerpo.Además, las demás mujeres del gimnasio se habían fijado también en él. Mientras se movía de un aparato a otro, docenas de ojos de admiradoras le seguían.
Cuando me sorprendía comiéndomelo con los ojos, le lanzaba una mirada sugerente y me pasaba la lengua por el labio inferior. Su ceja levantada y su sonrisa compungida hacían que mi cuerpo se estremeciera. No recordaba la última vez queme había sentido tan estimulada mientras hacía ejercicio. La hora y media se pasó volando.
Cuando volvimos al Bentley y nos dirigíamos al ático, yo me retorcía en el asiento. Miré repetidamente a Joe con una silenciosa provocación.
Él entrelazó sus dedos con los míos.
—Tendrás que esperar.
Aquella declaración me sorprendió.
—¿Qué? —Ya me has oído—Me besó los dedos y tuvo el valor de dedicarme una sonrisa maliciosa—Se llama demora de la gratificación, cielo.
—¿Por qué vamos a tener que hacerlo?
—Piensa en lo locos que vamos a estar el uno por el otro después de la cena.
Me acerqué más de modo que Angus no me oyera, aunque sabía que era lo suficientemente profesional como para no hacernos caso.
—Hay dos opciones: esperar o no. Yo voto por el no.
Pero no cedió. Al contrario, nos torturó a los dos, haciendo que nos desvistiéramos el uno al otro para darnos una ducha caliente, acariciando y rozando con nuestras manos las curvas y depresiones del cuerpo del otro y,después, vistiéndonos para cenar. Él se vistió de etiqueta pero sin corbata. Llevaba el cuello de su almidonada camisa blanca sin abotonar, mostrando un destello de su piel. El vestido de cóctel que había elegido para mí era un Vera Wang de seda de color champán, con un corpiño de bustier sin tirantes, espalda abierta y una falda de tejidos superpuestos que terminaba unos cuantos centímetros por encima de la rodilla.
Sonreí al verlo, sabiendo que le volvería loco verme con ese vestido toda la noche. Era precioso y me encantó, pero se trataba de un estilo más apropiado para modelos altas y delgadas, no chicas bajitas y llenas de curvas. En un lamentable intento de aparentar modestia, dejé que el pelo me cayera sobre el pecho, pero no sirvió de mucho si debía tener en cuenta la expresión de Joe.
—Dios mío, ___—dijo ajustándose los pantalones— He cambiado de idea con respecto a ese vestido. No deberías llevarlo en público.
—No tenemos tiempo para que cambies de opinión.
—Creía que tenía más tela.
Me encogí de hombros sonriendo.
—¿Qué puedo decir yo? Has sido tú quien lo ha comprado.
—Me lo estoy pensando mejor. ¿Cuánto tiempo hará falta para quitártelo?
Deslizando mi lengua por el labio inferior, contesté:
—No lo sé. ¿Por qué no lo descubres por ti mismo?
Sus ojos se oscurecieron.
—No vamos a salir nunca de aquí.
—Yo no me quejaría.
Estaba tremenda mente atractivo y yo lo deseaba con todo mi cuerpo, como siempre. —¿No habrá alguna chaqueta u otra cosa que puedas ponerte por encima? ¿Unanorak, quizá? ¿O un impermeable?
Riéndome, cogí mi bolso de mano de la cómoda y pasé mi brazo por el suyo.
—No te preocupes. Todos estarán muy ocupados observándote a ti como para siquiera darse cuenta de que yo estoy allí.
Frunció el ceño mientras yo lo sacaba a rastras del dormitorio.
—En serio, ¿se te han puesto las tetas más grandes? Sobresalen por encima de esa cosa. —Tengo veinticuatro años, Joe—contesté con sequedad— Dejé de desarrollarme hace años. Lo que ves es lo que hay.
—Sí, pero se supone que soy yo el único que lo tiene que ver, porque soy yo el único al que se le permite tenerlo.
Entramos en la sala de estar. En el corto espacio de tiempo que tardamos el vestíbulo, saboreé la calmada belleza de la casa de Joe. Me gustaba lo cálida y acogedora que era. El encanto del Viejo Mundo en la decoración era muy elegante, pero también extraordinariamente agradable. La imponente vista desde las ventanas en arco se complementaba con el interior, pero no distraía la atención de él.
La mezcla de maderas oscuras, piedra envejecida, colores cálidos y vívidos toques de piedras preciosas era claramente cara, al igual que las obras de arte que colgaban de las paredes, pero se trataba de una exhibición de riqueza de buen gusto. No podía imaginar que nadie se sintiera incómodo sin saber qué se podía tocar o dónde sentarse. No se trataba de ese tipo de espacios.
Tomamos el ascensor privado y Joe me miró mientras las puertas se cerraban. Inmediatamente trató de subirme el corpiño.
—Si no tienes cuidado, vas a dejarme al aire la entrepierna—le advertí.
—Maldita sea.
—Podemos divertirnos con esto. Puedo interpretar el papel de una chica guapa y tonta que va detrás de tu polla y tu dinero y tú puedes hacer de ti mismo: el conquistador millonario con su último juguete. Aparenta aburrimiento e indulgencia mientras yo me cuelgo de ti y hago gorgoritos diciendo lo brillante que eres.
—Eso no tiene gracia—Y entonces, se le iluminó la cara— ¿Y un pañuelo?
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| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 7th 2012, 10:24 | |
| Capitulo 23 Parte 3
Cuando entramos en la cena de gala para recaudar fondos para un centro de acogida para mujeres y niños, tuvimos que aguantar el acoso de la prensa, lo que provocó mi miedo a la exposición. Me concentré en Joe, pues nada distraía tanto mi atención como él. Y al fijarme en él, pude observar el cambio del era en privado con respecto al personaje público.
La máscara se fue colocando en su sitio poco a poco. El iris de sus ojos pasó aun gélido color y su boca sensual perdió cualquier atisbo de curvatura. Casi pude sentir cómo su fuerza de voluntad nos cercaba. Había una pantalla protectora entre los dos y el resto del mundo, simplemente porque así lo deseaba él. De pie a su lado, supe que nadie se acercaría ni me hablaría hasta que él les diera alguna señal de que podían hacerlo.
Aun así, aquella sensación de no tocar no se extendió a la de no mirar. Joe hacía que las cabezas se giraran a medida que nos adentrábamos en la sala de bailey los ojos le seguían. A mí me dio un tic nervioso al ver toda la atención que él cosechaba, pero él parecía ajeno y completamente sereno.
Si yo estaba empeñada en hacerle gorgoritos y aferrarme a él, tendría que hacer cola. En el momento en que nos detuvimos lo empezaron a asediar. Yo me aparté para dejar paso a quienes competían por captar su atención y fui a por una copa de champán. Waters Field & Leman habían hecho la publicidad gratis para la gala y via algunas personas que conocía.
Había conseguido enganchar una copa de la bandeja de un camarero que pasaba cuando escuché que alguien decía mi nombre. Me giré y vi al sobrino de Stanton acercándose con una amplia sonrisa. De pelo oscuro y ojos verdes, tenía más o menos mi edad. Yo lo conocía de las veces que había ido a visitar a mi madre en vacaciones y me alegré de verle.
Lo saludé con los brazos abiertos y agradecida.
—¡Martin! ¿Cómo estás? Tienes un aspecto estupendo.
—Yo estaba a punto de decir lo mismo—Miró mi vestido con admiración—Me he enterado de que te has mudado a Nueva York y quería ir a visitarte.¿Cuánto tiempo llevas en la ciudad?
—No mucho. Unas cuantas semanas.
—Tómate el champán y vamos a bailar—me dijo.Aún sentía el agradable burbujeo del alcohol en mi cuerpo cuando entramos en la pista de baile al ritmo de Billie Holiday cantando «Summer time»
—Y bien, ¿estás trabajando?---preguntó.
Mientras bailábamos, le hablé de mi trabajo y le pregunté en qué andaba él. No me sorprendió saber que trabajaba para la compañía de inversiones de Stanton y que le iba muy bien.
—Me gustaría ir por tu barrio y llevarte a comer algún día—propuso.
—Eso sería estupendo.—Me aparté cuando terminó la música y choqué contra alguien detrás de mí. Llevó las manos a mi cintura para sujetarme y miré hacia atrás para descubrir que era Joe
—Hola—susurró, con su mirada gélida sobre Martin—Preséntanos.
—Joe, éste es Martin Stanton. Nos conocemos desde hace unos años. Es sobrino de mi padrastro—Respiré hondo y seguí adelante—Martin, éste es el hombre más importante de mi vida, Joe Jonas.
Martin sonrió abiertamente y extendió la mano.
—Jonas. Sé quién eres, por supuesto. Un placer conocerte. Si todo marcha bien,quizá te vea en algún encuentro familiar.
El brazo de Joe se deslizó por encima de mis hombros.
—Cuenta con ello.
A Martin lo llamó un conocido suyo y se acercó para besarme en la mejilla.
—Te llamaré para ir a comer. ¿Quizá la semana que viene? —Genial—Yo era muy consciente de la energía que desprendía Joe a mi lado, pero cuando lo miré, su rostro parecía tranquilo e impasible.
Me sacó a bailar mientras Louis Armstrong cantaba «What a wonderfulworld».
—No estoy seguro de que me guste—murmuró.
—Martin es un chico muy simpático.
—Siempre que tenga claro que eres mía—Presionó su mejilla contra mi sien y colocó la mano dentro del corte de la espalda de mi vestido, piel contra piel. No había lugar a dudas de que yo le pertenecía mientras me agarraba así.
Saboreé la oportunidad de estar tan cerca de su delicioso cuerpo en público. Respirándolo, me dejé llevar por sus expertos brazos.
—Me gusta esto.
Acariciándome con su nariz, murmuró:
—Ésa es la idea.
Felicidad absoluta. Duró lo que dio de sí el baile.Salíamos de la pista de baile cuando vi a Magdalene a un lado. Tardé un poco en reconocerla porque se había cortado el pelo a lo garçon y se lo había alisado.Tenía un aspecto esbelto y elegante con su sencillo vestido negro de cóctel, pero la eclipsaba la llamativa Rubia con la que estaba hablando.
El paso de Joe vaciló, aminorando mínima mente antes de recuperar el ritmo habitual. Yo bajé la mirada pensando que él había esquivado algo del suelo.
—Tengo que presentarte a alguien—dijo en voz baja.
Fijé mi atención hacia donde nos dirigíamos. La mujer que estaba con Magdalene había visto a Joe y se giró para saludarle. Sentí cómo su ante brazo se tensaba bajo mis dedos en el momento en que sus miradas se cruzaron.
Y vi por qué.La mujer, quienquiera que fuese, estaba profundamente enamorada de Joe. Lo vi en su rostro y en sus ojos azules claros y fantasmales.
Era de una belleza despampanante, tan exquisita como surrealista. Tenía el cabello Rubio como la tinta y le colgaba denso y recto hasta la cintura. Su vestido era del mismo color gélido que sus ojos, tenía la piel dorada por el sol y su cuerpo era largo y perfectamente curvado.
—Corinne—la saludó Joe, y el habitual tono áspero de su voz se pronunció aún más. Me soltó y la agarró de las manos— No me habías dicho que habías vuelto. Habría ido a recogerte.
—Te dejé unos cuantos mensajes en el buzón de voz de tu casa—dijo con voz refinada y suave.
—Ah, no he pasado mucho tiempo allí últimamente.—Como si eso le hiciera recordar que yo estaba a su lado, la soltó y me acercó a su lado— Corinne, ésta es __ Tramell. __, Corinne Giroux. Una vieja amiga.
Extendí la mano hacia ella para que la estrechara.
—Cualquier amiga de Joe es amiga mía—dijo con una agradable sonrisa.
—Espero que eso sirva también para las novias.
Cuando me miró a los ojos, lo hizo con un aire de complicidad.
—Sobre todo, las novias. Si puedes prescindir de él cinco minutos, me gustaría presentárselo a un socio mío.
—Por supuesto—respondí con voz calmada, aunque yo no lo estaba.
Joe me dio un beso mecánico en la sien antes de acercarse a Corinne para ofrecerle su brazo, dejando a una incómoda Magdalene a mi lado.
Lo cierto es que sentí compasión por ella. Parecía muy abatida.
—Tu nuevo corte de pelo es muy favorecedor, Magdalene.
Ella me miró con la boca apretada y, después, la suavizó con un suspiro que parecía lleno de resignación.
—Gracias. Había llegado el momento de cambiar. El momento de muchos cambios, creo. Además, no había razones para imitar a la que se había ido ahora que ha vuelto.
Yo la miré con el ceño fruncido y confundida.
—Me he perdido.
Estudió mi cara.
—Hablo de Corinne. ¿No lo sabes? Ella y Joe estuvieron comprometidos durante más de un año. Ella lo dejó, se casó con un acaudalado francés y se mudó a Europa. Pero se separaron. Ahora se están divorciando y ella ha vuelto a Nueva York
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| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 7th 2012, 10:54 | |
| ahhh maldita Magdalena!! Ya metio sisaña entre Joe y la rayiz!! Pero Joe ya no quiere a Corinne, verdad?? Hay no mi Joe no puede quererla!! Siguela!! | |
| | | HistoriaDeUnAmor Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 165 Edad : 25 Localización : Diria que con el amor de mi vida... Pero aun no me conoce. Fecha de inscripción : 01/02/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 8th 2012, 09:51 | |
| AWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW Estuve perdida varios diaasss Es que estaba medio enferma... Aun lo sigo pero... AQUI ESTOY Siguelaa mujerr!!! PD: ODIO A MAGDALENE SIGUELAAA *O* | |
| | | FlorJonasJB Forista!
Cantidad de envíos : 75 Edad : 28 Localización : Argentina Fecha de inscripción : 06/04/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 8th 2012, 17:54 | |
| wait... wait... WHAT? ¿¿Joe estuvo comprometido?? #awkwaaard OMJ ¿por qué no lo dijo antes? no la dejes ahí seguilaaaaaaaaa | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 9th 2012, 12:51 | |
| Capitulo 23 Parte 4
Comprometidos.Sentí que la sangre se escurría de mi cara y miré hacia donde estaba el hombre al que yo quería con la mujer que debió amar, moviendo la mano hacia la espalda de ella para agarrarla mientras ésta se inclinaba sobre él con una carcajada.
Mientras el estómago se me retorcía lleno de celos y miedo, pensé que yo había dado por supuesto que él nunca había tenido ninguna relación romántica seria antes que yo. Qué tonta. Con lo guapo que era, debí habérmelo imaginado
Magdalene me puso la mano en el hombro.
—Deberías sentarte, ___. Estás muy pálida.
Noté que estaba respirando muy fuerte y que el pulso se me había acelerado peligrosamente.
—Tienes razón.
Me acerqué a la silla vacía más cercana y me senté. Magdalene se sentó a mi lado.
—Estás enamorada de él—dijo— No me había dado cuenta. Lo siento. Y siento lo que te dije la primera vez que nos vimos. —Tú también estás enamorada de él—contesté con voz acartonada y con la mirada perdida—Y en aquel momento yo no lo quería, todavía.
—Eso no me justifica, ¿no?
Acepté agradecida otra copa de champán cuando me la ofrecieron y cogí otra más para Magdalene antes de que el camarero se incorporara para marcharse.Chocamos nuestras copas con una lamentable muestra de solidaridad de mujeres desdeñadas. Quise marcharme. Quise levantarme y salir de allí. Quería que Joe se diera cuenta de que yo me había ido y se viera obligado a salir en mi busca. Quería que sintiera algo del dolor que yo sentía. Fantasías estúpidas,inmaduras e hirientes que me hacían sentir pequeña.
Me consoló que Magdalene se quedara sentada en silencio, compadeciéndose.Sabía lo que se sentía cuando se ama a Joe y se le desea demasiado. El hecho de notar que ella estaba tan amargada como yo confirmaba la amenaza que Corinne podría suponer.
¿Había estado él suspirando por ella durante todo este tiempo? ¿Era ella la razón por la que se había cerrado a otras mujeres?
—Aquí estás.
Levanté la mirada cuando Joe llegó a mi lado. Por supuesto, Corinne seguía enganchada a su brazo y yo tuve la completa sensación de que parecían una pareja. Estaban increíblemente guapos los dos juntos, así de simple.
Corinne se sentó a mi lado y Joe me pasó los dedos por la mejilla.
—Tengo que hablar con una persona—dijo— ¿Quieres que te traiga algo?
—Vodka con zumo arándanos. Que sea doble—Necesitaba algo que me animara. Muchísimo.
—De acuerdo—Pero antes de alejarse me miró extrañado por lo que le había pedido.
—Me alegro mucho de conocerte, ___—dijo Corinne—Joe me ha hablado mucho de ti.
—No puede haber sido mucho. No habéis estado por ahí tanto rato.
—Hablamos casi todos los días—Sonrió, y no había nada de falso ni malicioso en su expresión—Somos amigos desde hace mucho tiempo.
—Más que amigos—intervino Magdalene con una clara indirecta.
Corinne miró a Magdalene frunciendo el ceño y me di cuenta de que se suponía que yo no debía saberlo. ¿Había sido ella, Joe o los dos quienes habían decidido que lo mejor era no contármelo? ¿Por qué ocultar algo si no había nada que ocultar? —Sí, es cierto—admitió con clara renuencia—Aunque de eso hace ya algunos años.
Me giré en mi asiento para ponerme enfrente de ella.
—Todavía lo quieres.
—No puedes culparme por ello. Cualquier mujer que pase un tiempo con Joe se enamora de él. Es guapo e intocable, una combinación irresistible—Su sonrisa se atenuó—Me ha dicho que le has servido de inspiración para que se abra. Te doy las gracias por ello.
Estuve a punto de decir: «No lo he hecho por ti», pero, entonces, una duda insidiosa me atravesó la mente, haciendo que un punto sensible dentro de mí se plegara sobre sí mismo.
¿Lo había estado haciendo por ella sin saberlo?
Di una vuelta tras otra a la base de mi copa de champán sobre la mesa.
—Iba a casarse contigo.
—Y alejarme de él fue el mayor error de mi vida—Se llevó la mano al cuello,moviendo nerviosamente sus delgados dedos, como si juguetearan con un collar que normalmente llevara ahí— Era joven y, en ciertos aspectos, él me asustaba.Era muy posesivo. Hasta después de casarme no me di cuenta de que ese afán de posesión es mucho mejor que la indiferencia. Al menos, para mí.
Aparté la mirada, conteniendo las náuseas que se abrían paso en mi garganta.
—Estás muy callada—dijo.
—¿Qué voy a decir?—espetó Magdalene.
Todas lo amábamos. Todas estábamos disponibles para él. Al final, él tendría que decidir entre nosotras.
Corinne me habló mirándome con sus ojos claros de aguamarina.
—__, debes saber que me ha dicho lo especial que eres para él. Tardé un tiempo en reunir el valor para volver aquí y enfrentarme a vosotros dos juntos.Incluso cancelé un vuelo que había reservado para hace un par de fines de semana.Le interrumpí en un evento benéfico en el que él daba un discurso, pobrecito, para decirle que venía para acá y para pedirle que me ayudara a instalarme.
Me quedé helada, sintiéndome tan quebradiza como un cristal roto. Ella debía referirse a la cena del centro de beneficencia. La noche en que bautizamos la limusina y él se retrajo de inmediato, apartándose de mí de repente.
—Cuando me devolvió la llamada—continuó—me dijo que había conocido a alguien. Que quería que tú y yo nos conociéramos cuando estuviera en la ciudad.Al final, yo me acobardé. Nunca antes me había pedido que conociera a ninguna mujer.
Dios mío.Miré a Magdalene. Joe me había dejado de repente aquella noche por ella.
Por Corinne | |
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| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 9th 2012, 13:11 | |
| Capitulo 24 Parte 1
—Perdonadme.—Me retiré de la mesa y busqué a Joe. Lo vi en la barra y fui hacia él.
Justo en ese momento, él se alejaba del camarero con dos copas en las manos cuando lo intercepté. Cogí mi copa y me la bebí de un trago. Lo dientes me dolieron cuando los cubitos de hielo chocaron contra ellos.
—___...—Había en su voz un suave toque de reprensión.
—Me voy—dije de plano, rodeándolo para dejar la copa sobre la barra— A esto no lo considero salir huyendo porque te lo estoy diciendo por adelantado y te estoy dando la opción de que te vengas conmigo.
Dejó escapar un fuerte suspiro y pude ver que entendía mi mal humor. Sabía que yo lo sabía.
—No puedo irme.
Me di la vuelta.
Él me agarró del brazo.
—Sabes que no puedo quedarme si te vas. Estás enfadada por nada, ___.
—¿Nada?—Me quedé mirando cómo su mano me agarraba—Te advertí que me puedo enfadar y que soy celosa. Esta vez me has dado un buen motivo.
—¿El hecho de que me hayas avisado es excusa para que actúes de una forma tan ridícula?—Tenía el rostro relajado y hablaba en voz baja y tranquila. Nadie que mirara desde cierta distancia distinguiría la tensión que había entre los dos,pero sí que se veía en sus ojos. Un deseo ardiente y una ira gélida. Se le daba muy bien combinar las dos cosas.
—¿Quién está siendo ridícula? ¿Qué me dices de Daniel, el entrenador? ¿O de Martin, un miembro de mi familia?—Me acerqué y le susurré— Nunca he follado con ninguno de los dos, y mucho menos tenía pensado casarme con ellos. ¡Y desde luego, no hablo con ellos cada maldito día!
De repente, me agarró de la cintura y tiró de mí con fuerza apretándome contra él.
—Necesitas que te folle ahora—me susurró al oído pegando sus dientes al lóbulo de mi oreja—No debería haberte hecho esperar. —Quizá lo tenías planeado—le espeté—Reservándote por si acaso brotaba en tu vida una antigua llama y preferías follártela a ella en lugar de a mí.
Joe dejó su copa, me sujetó a su lado por la cintura con brazo férreo y me condujo hacia la puerta a través de la multitud. Sacó del bolsillo su teléfono móvil y pidió que le trajeran la limusina. Cuando llegamos a la calle, el largo y elegante coche ya estaba allí. Joe me empujó para que entrara por la puerta que Angus mantenía abierta.
—Da vueltas a la manzana hasta que te diga—le dijo.
A continuación, él entró justo después que yo, tan cerca que pude sentir su respiración sobre mi espalda desnuda. Yo me moví hacia el asiento de enfrente,decidida a apartarme de él...
—Quieta—dijo con brusquedad.
Hundí mis rodillas sobre el suelo enmoquetado respirando con dificultad.Podría correr hasta los confines de la tierra y, aun así, no podría escapar del hecho de que Corinne Giroux tenía que ser mejor para Joe de lo que yo era. Era calmada y simpática, una presencia balsámica incluso para mí, la persona que se asustaba ante la inoportuna realidad de su simple existencia. Mi peor pesadilla.
Su mano se retorció entre mi pelo, dominándome. Sus piernas extendidas rodearon las mías y apretó la mano de forma que mi cabeza estaba inclinada ligeramente hacia atrás y tocaba su hombro.
—Voy a darte lo que los dos necesitamos, ___. Vamos a follar todo el tiempo que haga falta para enfriarnos lo suficiente para ir a cenar. Y no te vas a tener que preocupar por Corinne, porque mientras ella está en el salón de baile, yo voy a estar dentro de ti.
—Sí—susurré lamiéndome los labios secos.
—Olvidas quién se somete, __—dijo con aspereza— Te he dejado el control a ti. Me he doblegado y me he ajustado a ti. Haré lo que sea por tenerte a mi lado y hacerte feliz. Pero no seré manso ni me dejaré dominar. No confundas indulgencia con debilidad.
Tragué saliva mientras mi sangre ardía por él.
—Joe...
—Agárrate con las dos manos al asa de la ventanilla. No te sueltes hasta que yo te lo diga, ¿entendido?
Hice lo que ordenó y metí las manos por la lazada de cuero. Mientras me agarraba bien, mi cuerpo cobró vida, tomando conciencia de que él tenía razón sobre lo que yo necesitaba. Este amante mío me conocía demasiado bien.
Metiendo las manos por dentro de mi corpiño, Joe apretó mis redondos y ansiosos pechos. Cuando me cogió y me tiró de los pezones, dejé caer la cabeza contra él mientras la tensión abandonaba mi cuerpo de repente.
—Dios—Acarició su boca contra mi sien —Es maravilloso cuando te entregas a mí de esta forma... De una vez, como si fuera un tremendo alivio.
—Fóllame—supliqué, ansiando aquella conexión— Por favor.
Me soltó el pelo, metió las manos por debajo de mi vestido y me bajó las medias. Su chaqueta salió volando por encima de mí hasta el asiento. Después,metió la mano entre mis piernas desde delante. Gruñó al ver que yo estaba húmeda e hinchada.
—Fuiste creada para mí, ___. No puedes pasar mucho tiempo sin tenerme dentro.
Me fue preparando pasando sus habilidosos dedos por mi coño, extendiendo la humedad por encima del clítoris y de los labios de mi sexo. Me metió dos dedos,abriéndolos, preparándome para la embestida de su larga y gruesa polla.
—¿No me deseas, Joe?—le pregunté con la voz quebrada, ansiosa por montar sobre sus vigorosos dedos, pero incómoda por lo mucho que tenía que estirar los brazos para agarrarme a la correa.
—Más que respirar—Movía sus labios por mi cuello y por la parte superior de mi hombro, el cálido terciopelo de su lengua deslizándose provocadora mente por mi piel— Yo tampoco puedo pasar mucho tiempo sin ti, ___. Eres una adicción...mi obsesión...
Mordió suavemente mi carne, expresando su ansia animal con un ronco sonido de deseo. Mientras él me follaba con los dedos, su otra mano me masajeaba el clítoris haciendo que me corriera una y otra vez gracias a aquella estimulación simultánea.
—¡Joe!—exclamé ahogando un grito cuando mis dedos húmedos empezaron a resbalarse por el cuero.
Sacó las manos y escuché el erótico sonido de su cremallera bajándose.
—Suéltate y ponte boca arriba con las piernas extendidas.
Me moví hacia el asiento y me tumbé sobre él, ofreciéndole mi cuerpo con temblorosa expectación. Sus ojos se cruzaron con los míos y su rostro se iluminó breve mente cuando unos faros pasaron a nuestro lado.
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| | | HistoriaDeUnAmor Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 165 Edad : 25 Localización : Diria que con el amor de mi vida... Pero aun no me conoce. Fecha de inscripción : 01/02/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 9th 2012, 16:45 | |
| :OO ¿QUE PASOOO? SIGUELAAAAAAAA MUYERRR | |
| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 9th 2012, 20:49 | |
| entonces siempre estuvo en contacto con la otra??!!! Maldita tipa!! aww siguela!!
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| | | FlorJonasJB Forista!
Cantidad de envíos : 75 Edad : 28 Localización : Argentina Fecha de inscripción : 06/04/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Diciembre 9th 2012, 22:14 | |
| OMJ ¿QUÉ PASÓ?? OMFG SEGUILAAAAAAAAAAAA p.s: ¿por qué _____ es tan .... sumisa? yo no cedería así de fácil, mucho menos por esa razón aggggggg, me hizo enojar esa parte (?) ahre, seguila | |
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| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot | |
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| | | | No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot | |
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