Solo fue una memoria. [Joe & Tu]

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

Licsa... Mujer... Me tienes preocupada... Donde estas? Estas bien? Has desaparecido por mucho tiempo, y aunque se que debes estar un poco ocupada con la cuestion de la escuela o lo que sea... por lo menos dejanos un mesaje que diga 'estoy bien' o lo que sea.... me tienes loca porque no se donde estas y me preocupas mujer DDD:

Please.. aparece!

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

En serio... Empiezo a preocuparme... WHERE ARE YOU? ¿ESTAS BIEN? Te juro que en estos momentos estoy pensando en todo menos en la nove... Estoy preocupada porque llevas casi un mes sin aparecer... En serio, no es algo normal... Me preocupa el donde estas!! Please... Necesito que vuelvas Lic :'c I'm dying! :'c

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Niinoo

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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Niinoo

siguela porfaaaaaaaaaaaaaaaaa

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Niinoo

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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Niinoo

vamos Licsaaa sube capi!!!!!!!!!!!!!!!!!

Síguela pronto pleaseeeeeeee

subenos capi porfaaa Sad

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Niinoo

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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Niinoo

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

¡Hoooooooooooooooooooola, chicas! ¿Cuanto tiempo?
Dios, demasiado. Y lamento haberlas hecho esperar taaaaaanto tiempo, pero no había tenido tiempo de escribir. Lo siento. Mis maestros empezaron este año dándonos trabajo, mas trabajo, mas trabajo sin descanso. Se creen que no tengo que escribirles a ustedes -.-

De verdad, lo lamento, chicas. Hace mucho que no subía y me siento mal con ustedes porque siempre -siempre- subo tarde. Creo que soy la peor escritora de Webnovelas de la historia. Y es injusto porque ustedes son fieles :/

Lo siento : (

Ahora, bueno, les tengo malas noticias. La novela acaba ahora. Aah, sii. Lo se, me quieren matar, pero ya tengo los tres últimos capítulos de la historia (esta versión) hechos y los voy a subir :3 Yeah! Pero me falta el epilogo, el cual espero poder hacerlo entre hoy y mañana y subirlo mañana o el sábado en la noche. \o/

Ahora, vi varias sugerencias por ahí.
Por ejemplo:
1-subir la otra versión de la historia para ver como acaba en realidad
2-subir como unos extra-capítulos donde se relate como era la vida de Joe y rayis cuando eran adolescentes.

Son muy buenas ideas, en serio, y ustedes deciden cuales quieren. Yo puedo hacerlo, conmigo no hay problema, pero recuerden que tardo en escribir. :/ Pero seria interesante realmente la segunda, así sigo desenrollando varias cosas. Pero ustedes deciden, no importa cual decidan lo haré :-D

Y gracias por todo el apoyo, en serio, son las mejores lectoras del universo entero. Gracias por nunca abandonarme. Me hace feliz saber que no se cansan de esperar a que suba. Es realmente lindo :3

Las quiero! Se cuidan ♥

Posdata: Lamento si los capítulos son un poco malos. Creo que perdí mi esencia al dejar de escribir por tanto tiempo xD

Capitulo 76:

Joe salió de la casa al poco tiempo de que Troy se había marchado.

-¿Qué paso? ¿De qué quería hablar contigo? –preguntó perezosamente al tiempo en que enrollaba sus brazos alrededor de mi cintura. Me estremecí.

-Se fue –susurre, parpadeando para intentar alejar las lagrimas.

-Sí, me di cuenta –dijo con un rastro de risa en su voz-. Pero, ¿De qué quería hablarte?

-Se fue, Joe –repetí-. No va a volver. Se irá del pueblo.

Salí de entre sus brazos cuando sentí que estos se tensaban con la sorpresa. No me gire para verle a la cara, pero imagine que tenía una sonrisa en los labios y regocijo en su corazón. Por fin había logrado su cometido de alejar a Troy de mí.

Sin embargo, yo no reflejaba su felicidad. Cruce los brazos sobre mi pecho e intente alejar las lágrimas. Joe volvió a acercarse a mí, coloco sus manos sobre mis caderas y prácticamente me obligo a girarme para verle. No había sonrisa en su cara ni regocijo en sus ojos. Su tristeza no reflejaba la mía, pero al menos sabía que no iba a mostrar su alegría mientras me viera en ese estado.

-Lo siento –dijo; haciendo eco de las palabras que yo le había repetido una y otra vez a Troy-. No siento lástima porque se haya ido, lo sabes, pero me duele verte así. Yo…

Lo interrumpí.

-Solo abrázame, ¿quieres? –pedí en un susurro, extendiendo mis brazos hacia él.

Él lo hizo. Enrolle mis brazos en su cintura mientras que él colocó los suyos sobre mis hombros y besó mi frente con delicadeza. Las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, empapando su camiseta. Realmente no podía creer que Troy se haya ido y mucho menos por mi culpa. Me sentía horriblemente mal por haberlo lastimado de esa manera, siendo ignorante de lo que estaba tan claro frente a mis ojos.

Joe y yo estuvimos un rato en el porche mientras yo me desahogaba. Él acarició mi cabello lentamente, en silencio todo el rato. Lo único que se escuchaba eran mis sollozos ahogados sobre su pecho y el sonido lejano de la tele encendida dentro de la casa.

Poco después, Alice salió al porche a preguntar si todo estaba bien y cuando me vio, su expresión cambio a una de preocupación.

-¿Qué ha pasado?

Joe le brindo una pequeña explicación ya que los sollozos me impedían hablar.

-¿Se fue…? ¿No va a volver? –Pregunto con una voz aguda, sorprendida por la noticia-. No me esperaba eso de su parte. ¿Fue por… ella? –le pregunto a Joe en murmullo, como si yo no pudiera escucharlo.

Joe asintió rígidamente.

-¡Oh Dios! –Exclamó ella, colocando su mano sobre mi hombro-. ______, ven cariño, vamos adentro.

Joe me soltó lenta y cuidadosamente, y Alice rápidamente pasó su brazo por mi cintura. Joe mantuvo su mano sobre la mía antes de alejarse para abrir la puerta para nosotras. Tan pronto entramos, Nick saltó con las mismas preguntas de Alice, las cuales Joe respondió y yo intente ignorar. No podía soportar el recordatorio de lo que había pasado. Ya tenía suficiente con mi cerebro reproduciéndolo una y otra vez.

Alice me guió hacia mi habitación y me ayudó a sentarme en la cama. Yo me acosté sobre ella y continué llorando sobre la almohada. Alice se sentó a mi lado poco tiempo después.

-No sé qué decir –murmuró, acariciando mi cabello-. Esto es tan inesperado y… -pausó y suspiró-. Hablare con él mas tarde.

-Déjalo ir –mi voz ronca me sorprendió. No pensé que pudiera hablar a través del nudo en mi garganta-. Yo solo le hago más daño. Es mejor que se vaya.

-Pero… -ella comenzó, pero sacudí la cabeza sobre la almohada.

-No debemos retenerlo –murmuré.

Ella no dijo nada más después de eso y fue lo mejor. No había nada que ella pudiera haber dicho para hacerme sentir mejor o hacerme cambiar de opinión. Se limitó a acariciar mi cabello lentamente hasta que pronto me quede dormida.

Me desperté más tarde cuando sentí un cuerpo deslizarse a mi lado en la cama. Abrí mis ojos bruscamente, parpadeando en la oscuridad, y lentamente me enfoque en el cuerpo de Joe. Él se giró hacia mí, cubriéndonos a ambos con la sabana de algodón blanco, y sonrió.

-Vuelve a dormir, princesa –susurró-. Ya es tarde.

-¿Y los gemelos? –me senté en la cama, bostezando y tallándome los ojos.

-Les di de comer, los bañe y ahora están tranquilamente dormidos –cerró sus ojos mientras cerraba su brazo en mi cintura-. Ahora volvamos a dormir.

-Primero iré a comer algo y a ducharme, ¿vale?

Él abrió sus ojos y me miro soñolientamente.

-¿De verdad quieres hacer eso ahora? –Su voz estaba ronca-. No me dejes solo –hizo puchero; me reí.

Me incline para besarlo suavemente en los labios y aparte su brazo de mi cintura para levantarme.

-Sí, tonto. Solo estaré lejos unos minutos.

-Me quedare dormido, solo, para entonces –se quejó.

Sonreí.

-No hay problema, amor –murmuré-. Descansa.

Salí de la habitación y fui directamente hacia la cocina. Mi estómago rugía más y más fuerte con cada paso que daba. Abrí la nevera y me dispuse a hacerme un sándwich. Era muy tarde para comer algo tan pesado, pero realmente tenía hambre. Así que lo preparé lo más rápido que pude y lo devoré sin muchos miramientos.

Luego, me dirigí hacia el baño. Necesitaba una ducha con urgencia. No me había duchado desde el día anterior y no podía irme a dormir nuevamente sin hacerlo. Me desvestí y me di una larga ducha, lavándome también el cabello. Al salir de la ducha, me sentí mejor, más fresca. Me enrolle con la toalla y eche la ropa sucia al cesto de la ropa sucia.

Al entrar en la habitación nuevamente, vi a Joe sentado en la cama con las piernas semi dobladas y los codos sobre las rodillas con las manos unidas. Elevó sus ojos hacia mi cuando me vio entrar en la habitación y me sonrió a medias, soñoliento.

-No puedo dormir –dijo con la voz ronca-. Te necesito.

Le sonreí con ternura, conmovida por sus palabras.

-Ya voy, amor. Solo me visto y vamos a dormir, ¿vale?

Él asintió y yo volví a sonreír, pensando en que parecía un niño pequeño que no puede dormir porque le tiene miedo a la oscuridad. Eso era algo fascinante en Joe. Físicamente él podría parecer un hombre capaz de romperle varios huesos a alguien, pero internamente era un hombre tierno y lleno de amor. Era una de las muchas cosas que amaba de ese hombre.

Me puse rápidamente una braga y un camisón corto de algodón y me moví hacia la cama. Me subí a ella, dándole la espalda a Joe, y rápidamente él se acomodo detrás de mí, pasando su brazo por mi cintura y pegando mi espalda a su pecho. Besó suavemente mi hombro y suspiró.

-¿Sabes? Creo que subestime a Troy –dijo suavemente-. Él en realidad no era la persona que yo creía. Y lamento haber hecho que se alejara de ti. Me duele que su partida te haya afectado tanto.

Me tomaron por sorpresa sus palabras. Nunca pensé que él, de entre todos, iba a decir algo como eso.

-Fue su decisión, Joe –dije-. No es culpa de nadie. Ni siquiera culpa tuya. Él simplemente tuvo que marcharse.

-Sí, bueno, yo también tuve que influenciar esa decisión, _____, lo sabes –suspiró-. Nunca estuve de acuerdo en que tu y él fueran amigos y…

-Se fue, Joe –le interrumpí suavemente-. Ya es agua pasada. Él simplemente se marchó y no regresara. No es lo mejor que sigamos hablando de ello.

-Lo siento –susurró, y besó nuevamente mi hombro-. Sé que le tenías cariño.

Cerré mis ojos e intente apartar las lágrimas de ellos mientras un nudo volvía a formarse en mi garganta. Volví a revivir los momentos en los que Troy se despedía de mí y mi corazón volvió a partirse en pedazos aun más pequeños. No podía evitar pensar en que yo había ocasionado que él se fuera, que sufriera… simplemente me hacía sentir aun peor.

-Si, es cierto –dije en un hilo de voz-. Pero ya él se fue, Joe. ¿Podemos dejar de hablar de él, por favor?

-Claro, preciosa –murmuró-. Lamento haberte incomodado.

Sonreí levemente.

-No importa –suspiré-. Joe, no deberías ponerte sentimental pensando que Troy se marcho por tu culpa. Yo se que realmente estas feliz de que se haya ido.

Me gire entre sus brazos para encararlo y él me brindó una pequeña sonrisa.

-Me conoces bien, princesa –dijo-. Pero prefiero guardarlo para mí, no quiero ser cruel.

Sonreí. Estire mi mano para posarla sobre su mejilla y me acerque un poco más a él para besarlo.

-Por eso te amo –murmure sobre sus labios-. Eres maravilloso, amor.

-¿Por eso nada mas? –protestó él, mostrándome una sonrisa picara.

-No –reí-. Pero si enumero por cuantas cosas más te amo jamás terminaría.

-Yo tengo en mente una –susurró antes de colocarse sobre mí y besar mis labios con fiereza.

Me reí a mitad del beso y enrolle mis brazos alrededor de su cuello, correspondiendo su beso.

-Te amo, te amo, te amo –repitió entre besos-. Jamás voy a dejarte ir.

Le sonreí, y mirándole directamente a los ojos dije:

-Ni yo a ti. No de nuevo.

-No tengo ninguna intención de marcharme nuevamente, _____ -dijo seriamente-. Mi hogar esta aquí, contigo, con mis hijos. No voy a marcharme nunca jamás. Te amo –dijo antes de besarme nuevamente.

Y pronto, nos perdimos uno en el cuerpo del otro. Convirtiéndonos en uno nuevamente y sin intención de separarnos muy pronto.

Capitulo 77:

Dos meses y medio más tarde…

Miré un momento hacia donde estaba Joe jugando con Stephen y Alec en el suelo de la sala mientras yo estaba sentada en el sofá revisando las invitaciones de la boda y el menú de ésta. Denise y Ally estaban ayudando con la otra parte de la planificación de la boda mientras que a yo prácticamente hacia lo más fácil. Claro que tampoco me quejaba de ello, eso me daba más tiempo para estar con mis bebés y el amor de mi vida, pero ya solo faltaba un mes para boda y todavía faltaban muchas cosas por terminar. Teníamos que apurarnos.

Levante la mirada de una de las invitaciones para algún famoso cuando escuche la hermosa risa de Alec mezclada con la de Joe llenar el lugar. Stephen gorjeó y luego rió un poco también, uniéndose al maravilloso coro de risas angelicales haciéndome sonreír. Joe me miró y me sonrió.

-Sus risas son iguales a la tuya –le dije-. Son hermosas.

Joe volvió a reír.

-Tal vez –miró hacia los gemelos, quienes ahora estaban acostados boca-abajo en el suelo, gorjeando entre ellos-. Pero definitivamente van a ser tan parlanchines como tú.

-¡Yo no soy parlanchina! –reí, alcanzando un papel en blanco para hacerlo bola entre mis manos y se lo lance.

Joe volvió a reírse y los gemelos le siguieron.

-Te amo, amor.

Me lanzó el papel de vuelta; y yo en respuesta le saqué la lengua, devolviendo mi mirada a las invitaciones. Poco después, se escuchó sonar el móvil de Joe. Él se levantó del suelo y corrió a buscarlo a la habitación, mientras yo me quede con los gemelos. Les eche un vistazo y vi que Alec se había dado la vuelta, ahora miraba hacia el techo y gorjeaba, sonriendo levemente. Stephen por su parte, se mantuvo en silencio y jugó un poco con sus manos.

-…es estupendo –escuché a Joe decir al móvil, mientras salía de la habitación y prácticamente volvía a correr para sentarse junto a los gemelos nuevamente-. Vamos a la tarde entonces. _____ estará encantada de saber que el vestido ya llegó. Si, si mamá. Vale. Adiós, te quiero –colgó.

Cuando él se giró a verme, sonrió al ver una gran sonrisa formada en mis labios.

-Ya, ya lo sé –chille-. Ya llegó el vestido. ¡Me muero por verlo!

Aparte las invitaciones, colocándolas sobre la mesa de café y me levante del sofá para sentarme en el regazo de Joe. Besé sus deliciosos y carnosos labios y él colocó sus manos en mis caderas, sujetándome firmemente.

-¿Qué dijo Denise de él?

-Que esta hermoso y que consiguió gastar mucho dinero en el –se rió-. Y Ally también está encantada con él. No le veo lo especial, al final te lo quitare y será una pérdida de dinero.

Me reí y me incline para volver a besar sus labios.

-Entonces debo confiar en que tu madre escogió el vestido perfecto –murmure, ignorando su comentario-. ¡Quiero ir a verlo ya!

-¿Justo ahora? –Alzo una ceja, divertido-. ¿Qué no estabas ocupada con las invitaciones?

-Pueden esperar –replique, inclinándome para volver a besarlo-. Voy a prepararme, ¿vale?

Joe sonrió y asintió.

-Vale. Yo preparare a los gemelos.

_*_

Media hora más tarde, ya estábamos frente a la casa de Denise. Joe apagó la camioneta y miró hacia los gemelos por el espejo retrovisor.

-Alec se durmió –me dijo-. Eso es una buena noticia.

Me reí. Él me sonrió antes de bajarse de la camioneta para abrirme la puerta. Y aunque era totalmente innecesario, tomó mi mano entre la suya y me ayudó a bajar. Cerró la puerta detrás de mí y luego le dio la vuelta a la camioneta para bajar a Stephen. Yo abrí la puerta frente a mí y baje a Alec, quien abrió sus ojitos levemente cuando lo coloque entre mis brazos, y moviéndose para encontrar una posición cómoda entre ellos, volvió a quedarse dormido. Joe se reunió conmigo poco después, y ambos caminamos hacia la entrada de la casa. Allí, Nick nos abrió la puerta.

-¡Hola, chicos! –Dijo con entusiasmo-. ¿Qué tal están?

-Muy bien –respondió Joe con la sonrisa-. Tienes suerte hoy, bro, solo tienes a Stephen despierto.

-Nah, me gusta que ambos estén despiertos. Son divertidos.

Se rió al notar que Stephen le miraba y estiraba sus brazos hacia él, deseando que lo cargara. Joe lo soltó de buena gana, sonriendo, y luego se ofreció a cargar a Alec para que yo pudiera ir a buscar a Denise y ver el vestido tranquilamente. Acepte, entregándole el cuerpecito dormido de mi angelito.

-Iré a buscar a Denise –dije.

-Está en el estudio con Ally –me dijo Nick sin despegar los ojos de Stephen, haciéndolo reír con sus muecas.

-Gracias.

Me di media vuelta y atravesé la espaciosa sala en dirección al estudio, el cual estaba ubicado en otro pasillo junto a la sala y tenia una doble puerta de madera como entrada. Al atravesar las majestuosas puertas, vi el desorden que tenían allí. Había papeles regados por el escritorio de caoba y por el suelo, había muestras de comida sobre una mesa y varios jarrones llenos de flores en el otro extremo del estudio. Varios CDs estaban regados sobre el escritorio también, junto a una caja grande blanca. Sonreí, suponiendo que ahí estaba el vestido.

-¡Hola, _____!

Me llamó la voz chillona de Ally, haciéndome girar en su dirección y sonreír. Tanto ella como Denise estaban sentadas en un sofá de cuero marrón con algunos papeles en mano. Ally me sonrió, pero Denise se limito a mirarme.

-Joe dijo que vendrían más tarde –dijo ella, y frunció levemente el ceño-. Pero no importa, ya estás aquí. Tienes que ver el vestido y todo lo que hemos hecho para la boda. ¿Estás trabajando con las invitaciones? Necesito una para enviársela a…

-Ally –Denise interrumpió su incesante parloteo-. Una cosa a la vez.

Ally suspiro y sonrió.

-De acuerdo, bien, entonces… ¡tienes que ver el vestido!

Saltó del sofá y camino en dirección a la caja sobre el escritorio con entusiasmo. Apartó la tapa de la caja y me dejo ver el contenido. El vestido era blanco perlado de seda, con varias incrustaciones diminutas de diamantes y, a pesar de estar doblado, podía notar que la falda era muy abultada.

-Vera Wang –murmuró Denise detrás de mí-. Es una de sus obras. Un vestido muy bonito y sencillo. Me recordó a ti en el momento en que lo vi. Y dije: este es el vestido perfecto.

-¡Y ni preguntes el precio! –bufó Ally.

Sonreí.

-¿Puedo sacarlo de la caja? –mire a Denise. Ella asintió.

Lo saque de la caja con cuidado agarrando el borde superior, el cual sería sostenido solamente por mis senos, y admire su belleza. Denise me ayudó a sacarlo por completo de la caja y pude ver que estaba en lo cierto con el volumen de la falda. Quede maravillada con el vestido. Denise realmente había hecho un gran trabajo buscándolo y seleccionándolo.

-Ally ve y asegúrate que Joe no entre aquí –le dijo Denise-. Es de mala suerte que el novio vea el vestido antes de la boda.

-Claro –chasqueó ella y salió del estudio, tarareando alguna canción.

Denise y yo nos quedamos en silencio durante algún tiempo hasta que ella lo rompió, hablando serenamente.

-No me gusta estar peleada con Joe –comenzó-. Y mucho menos porque no quiero que este contigo. Es inútil y estúpido seguir insistiendo en que no deberían estar juntos cuando es obvio que no está dando frutos –suspiró-. Joe y tú están destinados a estar juntos y creo que lo debo ir aceptando. Tienen dos hermosos bebés que se han convertido en la luz de mis días y se van a casar. Yo ya no puedo hacer nada más que estar feliz por ustedes. Gracias a ti, Joe sonríe más. En los ocho años que estuvieron separados, Joe parecía más un robot que una persona. Y lamento tanto haberlos separado. De verdad lo lamento. Eres una buena persona, _____. No te merecías ni te mereces mi desprecio. Y lo siento. Lo siento de verdad.

Mis ojos se abrieron de par en par y me quede en shock durante al menos un minuto. Esto realmente era una novedad y una sorpresa. ¿Siquiera era real? ¿Denise estaba disculpándose conmigo? ¿Al fin estaba aceptando mi relación con Joe? No podía creerlo.

-Yo… no sé qué decir –sacudí la cabeza-. ¿Gracias? –Reí en medio de la confusión-. Guao, realmente no esperaba esto, Denise. No me malinterpretes –añadí rápidamente-. Me alegra esto, pero han sido tantos años que…

-Te comprendo –dijo ella y me sonrió levemente-. Está bien. Solo quería decirte eso. Sentía que me estaba asfixiando y necesitaba decirlo.

-Es realmente maravilloso saber que ya no me odias, Denise –reí-. Me alegro mucho de que ya toda esa tensión entre nosotras se haya desvanecido.

-Yo también –sonrió-. Se siente bien.

-Gracias por el vestido, también –dije-. Está precioso. Realmente es el vestido perfecto.

Ella sonrió.

-Sí, bueno, tienes que estar hermosa para tu boda. Va a ir mucha gente y tiene que estar todo perfecto. Por lo demás no te preocupes. Que tanto como puse empeño en el vestido, también lo he puesto en todo lo demás.

-Confió en ti –sonreí.

-Bien. Guardemos el vestido o Joe podría entrar y verlo –dijo ella, desviando el tema.

Doblamos el vestido con cuidado y lo volvimos a guardar en la caja con cuidado. Poco después, salimos del estudio con Denise hablándome sobre la decoración y la música de la recepción de la boda. En la sala, Nick nos intercepto con Stephen en brazos y el ceño fruncido. Denise, con una gran sonrisa en sus labios, rápidamente extendió los brazos para cargar a su nieto. Nick se lo entregó, y luego hizo una mueca.

-Ven conmigo, mamá –dijo él como si tuviera cinco años-. Tienes que ver lo que hace Adam. Ese chico realmente no tiene disciplina ni limites.

Denise me miró y yo asentí.

-Discúlpame. Continuamos hablando más tarde –dijo antes de seguir a Nick escaleras arriba.

Yo sonreí y sacudí la cabeza al verlos marchar; a Nick no le hacía nada bien estar junto a Adam. Se comportaba como un chico de su edad, en vez de cómo un hombre. Aunque tal vez, esa era una característica de los Jonas. Joe era igual.

Joe. Me senté en el sofá de la sala pensando en donde estaría él. Seguramente estaría con Ally, ya que Denise la mandó a que fuera junto a él y lo mantuviera fuera del estudio. Sin embargo, no tenía ni idea de donde pudieran estar. La casa se sentía muy silenciosa. Y tampoco creía que estuvieran escaleras arriba con Adam, Nick y los gemelos, ya que Nick no mencionó nada. Me encogí de hombros y decidí que ellos pronto se harían aparecer, y me dirigí hacia las escaleras para seguir a Denise y Nick. Pero justamente cuando iba a subir el primer el escalón, escuche la voz chillona de Ally gritar desde la cocina.

-¡…y estoy harta, Joe! ¡Estoy harta de todo esto! No quiero participar de esta boda. No quiero que te cases… no quiero saber que te voy a perder para siempre. ¡No puedo ni imaginarlo!

Gire en dirección a la cocina para escuchar mejor y trate de mantenerme escondida. Y aunque sabía que estaba mal escuchar conversaciones a escondidas, esta me concernía y por nada del mundo iba a ignorarla.

-Jamás me tuviste –replicó Joe, con la voz calmada y seria-. No voy a dejar a ______ solo porque tú me quieres para ti. La amo a ella. Te lo he repetido muchas veces desde que nos conocimos. No puedes evitar que seamos unidos. No puedes evitar que la ame.

Ally gruñó con rabia y escuche algo ser lanzado hacia la pared y romperse. Un envase de cristal.

-¡No! –Gritó ella con dolor-. No puedo aceptar eso, Joe. Me duele aceptar que… la amas. Es… es… -escuche su respiración acelerada y luego un bufido-. No sé ni lo que es, pero duele, duele mucho, Joe. Y aun no entiendo porque no quisiste darme una oportunidad. Tuviste muchas mujeres, demasiadas, ¿Por qué yo no? Ah, ¿Por qué?

-Te lo dije: no quería que interfiriera en nuestra relación profesional.

-¡A la mierda eso! –Gritó Ally-. ¿Por qué? ¿Piensas que no soy lo suficientemente buena para ti? ¿Piensas que podría haberte arruinado la oportunidad de volver con ______? ¡Respóndeme, Joe! ¡Dime la maldita verdad!

-Esa es la verdad, Ally –respondió él-. Te quiero, eres genial, pero no eres la persona a la que amo. No quería crearte ilusiones falsas. Si, tenía la intención de regresar y comenzar de cero con ella. No podía comenzar algo contigo y luego botarte como si fueras basura. Eres muy preciada como para hacer eso y por eso preferí que mantuviéramos solo una relación profesional.

Ally gruño con rabia nuevamente, más con dolor y sufrimiento que rabia. Pronto escuche las cosas caer al suelo y romperse. Denise seguramente no iba a estar contenta con ello, pero Ally no estaba pensando correctamente en esos momentos. Cuando no escuche más ruidos de cosas quebrándose, me giré y eche un vistazo hacia dentro de la habitación, procurando mantenerme fuera de la vista de ambos, y vi a Joe, de espaldas a mí, sujetando los delgados antebrazos de Ally mientras ella forcejeaba para zafarse de su agarre. Ella tenía el maquillaje regado y las lágrimas eran como una cascada rodando por sus mejillas, el dolor estropeaba sus hermosas facciones.

-Eh, eh, eh –le llamó Joe una y otra vez-. Mírame, mírame.

Ally sacudía la cabeza una y otra vez, negándose a verlo o escucharle.

-No, solo quiero que esto acabe –dijo ella, entre sollozos, aun forcejeando-. No quiero verte casarte con ella. Me duele, me duele mucho, y no lo soporto. Solo quiero que acabe.

Ella se inclinó sobre el cuerpo de Joe y él aprovechó para sostenerla en su abrazo, sujetándola fuertemente. Ella se limitó a llorar, desahogando todo su dolor sobre el hombro de Joe. Él, para serenarla, comenzó a tararearle la canción que utilizaba para calmar a los gemelos cuando lloraban.

Decidí entonces que era buen momento para marcharme. Me di media vuelta para volver a la sala y me encontré a tres pares de ojos expectantes mirarme.

-No hay nada que ver –dije, encogiéndome de hombros-. Ally y Joe están teniendo una discusión.

-¿Y no vas a interrumpir? –pregunto Adam.

-No –dije, sacudiendo la cabeza-. No es lo más pertinente. Vamos a la sala, y esperemos a que ellos aparezcan allí.

Caminamos hacia la sala y nos sentamos en silencio, expectantes. Desde allí no se escuchaba nada proveniente de la cocina, así que no podíamos deducir nada. Y solo nos quedamos allí sentados, esperando que sucediera algo.

-¿Dónde están los gemelos? –pregunté.

-Paul está con ellos, tranquila –me dijo Denise con una cálida sonrisa.

Le sonreí de vuelta antes de girar la mirada hacia la figura que había entrado en la sala. Ally nos mostró su cara: el maquillaje regado, los ojos rojos y el labio inferior tembloroso. Joe entró detrás de ella, y me miró, su cara no mostraba nada de lo que él estaba sintiendo. Sin embargo, sus ojos me lo dijeron todo.

-Me marcho –anunció Ally con voz temblorosa-. Tendrán que buscar una nueva publicista porque yo renuncio –miró a Joe y luego a todos los demás, deteniéndose sobre mí-. Suerte en la vida, chicos.

Su sonrisa rota y sus ojos rojos fue lo último que vi de ella antes de que se marchara, dejándonos a todos atónitos.

Capitulo 78:

Al llegar a casa esa noche, Joe y yo movilizamos a los bebés de la camioneta a sus cunas en su respectiva habitación. Joe salió de la habitación en silencio después de colocar a Stephen en la cuna y de asegurarse de que estaba cómodo. Yo le vi marchar y suspiré, encendiendo la consola del aire acondicionado. Me asegure de que ambos bebés estaban cómodos y dormidos, y revise que el monitor de sonido estaba encendido antes de salir de la habitación, cerrándola puerta con cuidado detrás de mí. Eché un vistazo hacia la puerta abierta de la habitación que Joe y yo compartíamos y pude ver que él no estaba allí dentro. Moví mi cabeza hacia la derecha y vislumbre la puerta del baño cerrada. Fruncí el ceño. Joe no cerraba esa puerta nunca.

Me aproximé a ella y toqué.

-¿Joe?

-¡Me estoy duchando! –respondió él desde el interior.

Abrí la boca para responderle, pero la volví a cerrar y me gire hacia la habitación en silencio. Me quite la ropa, quedándome solo con la braga y, luego, me puse un camisón rosado. Cuando me subí a la cama, cruce las piernas, recostándome contra el espaldar de la cama y me quede mirando hacia la puerta esperando a que Joe entrara. Después de lo que parecieron horas, Joe entró arrastrando los pies y la cabeza agachada, vestido solamente con un pantalón de chándal. Alzó sus ojos para mirarme y me brindó una pequeña sonrisa.

-Ven aquí –dije, palpando el espacio vacío a mi lado en la cama.

Se acostó a mi lado y, recostando su cabeza sobre mi regazo, suspiró. Yo coloque mi mano sobre su cabeza y acaricié su cabello húmedo, el cual estaba considerablemente largo. Necesitaba un recorte.

-Ya sé lo que sentiste cuando Troy se marchó –murmuró-. Ally se fue por la misma razón que él. Nunca quise herirla, jamás quise crearle ilusiones, _____. Le expliqué lo que sentía. Aclaré las cosas desde el inicio y sin embargo, perdí a una amiga y a la publicista de la banda –suspiró.

Continúe acariciando su cabello en silencio. Abrí la boca para decir algo, pero tuve que volver a cerrarla porque él me interrumpió y continúo hablando.

-Debiste verla. Su dolor era totalmente visible y me hacia –y hace- sentir culpable. Ella realmente estaba dolida con esto. Y yo no podía hacer nada para hacerla sentir mejor. No podía darle lo que ella quería. Mi corazón te pertenece.

Levantó su cabeza de mi regazo y me miró. Sus ojos estaban llenos de dolor y su cara estaba transformada en una expresión de dolor y enojo consigo mismo.

-¿Qué podía hacer? –continuo-. A la única mujer que amo es a ti. Ella siempre ha sido una amiga para mí. ¿Qué podía hacer? –repitió.

-Nada, amor, nada –dije, colocando mis manos sobre sus mejillas-. Era mucho mejor que se fuera, tal como hizo Troy. Y no estoy feliz porque lo haya hecho. Había comenzado a tomarle cariño a pesar de su voz chillona y de su parloteo incesante. Y no tienes que echarte la culpa de nada, pasó y no puedes hacer nada. Tal y como yo no puedo hacer nada con Troy…

Frunció el ceño.

-Igual duele.

-Lo sé –dije suavemente-. Pero no es tu culpa, ¿vale? Ella va a encontrar a alguien que la haga feliz y él también. Tal y como nosotros lo somos –sonreí levemente.

Él me devolvió la sonrisa y elevó su manos para presionarlas sobre las mías. Luego, las movió delicadamente hacia su boca y las besó, sin despegar su mirada de la mía. Yo me sonroje, sonriéndole.

-Eso espero –respondió con un diminuto suspiro-. Aunque no creo que sean más felices que nosotros –se inclinó, y besó mis labios con dulzura-. Nadie nunca va a ser más feliz de lo que yo soy contigo, preciosa.

Sonreí.

-Te amo, amor –dijo, y volvió a besarme.

-Yo te amo mas, mi vida –lo besé.

Me reí sobre sus labios cuando me tumbó sobre él, sin romper nuestro beso y rápidamente metió sus manos dentro de mi camisón.

-Perdiste el hilo de la conversación muy rápido –reí.

-No vale la pena seguir hablando de cosas que con podemos cambiar ¿o sí?

-No, tienes razón –sacudí la cabeza.

-Hagamos algo productivo y divertido –murmuró.

Lo miré a los ojos y casi pude ver las chispas de lujuria saltar de ellos. Me mordí el labio inferior haciendo que él desviara sus ojos hacia ellos. Después de varios segundos, me besó con hambre mientras acariciaba mis muslos con avidez. Coloqué mis antebrazos sobre sus hombros y hundí mis manos en su sedoso cabello de la nuca, pegando más (si era posible) sus labios a los míos. Pronto, él subió sus manos por los costados de mi cuerpo, haciéndome estremecer, y se detuvo para mover sus manos hacia mis senos. Los presionó y acarició, haciéndome gemir sobre sus labios.

Rompimos el beso poco después, y nos miramos intensamente a los ojos durante varios segundos antes de que Joe me quitara el camisón por la cabeza. Colocó sus manos sobre mi trasero y sus labios en mi clavícula, respirando rápidamente sobre ella, haciéndome estremecer y gemir por las ansias.

-Échate hacia atrás –dijo Joe.

Obedecí, acostándome sobre mi espalda en la cama. Él rápidamente se acomodó entre mis piernas, mirándome desde arriba, arrodillado sobre la cama, y se deshizo de mi braga en un parpadeo. Se inclinó sobre mi cuerpo para besar mi vientre desnudo y gemí cuando sus manos se deslizaron arriba y abajo por la cara interior de mis muslos, deteniéndose mucho antes de llegar a mi centro y volviendo a empezar. Mire hacia el techo, dejándome llevar por las sensaciones que me provocaba la caricia de Joe.

Gemí y presione mis piernas juntas cuando Joe besó mi centro con suavidad. Él volvió a poner sus manos en la cara interior de mis muslos y los aparto de si, volviendo a besarme. Lleve mi mano hacia su cabeza y jale de su cabello hacia mí. Necesitaba más, mucho más. Él rió contra mi hendidura y volví a gemir.

-¡Joe!

Él me besó nuevamente. Y luego solté un gritó ahogado cuando Joe dio un lametazo, y luego otro y otro, y no se detuvo. Cerré mis ojos y arquee la espalda al momento en que introdujo dos dedos en mi interior y apreté con más fuerza su cabello.

-Con cuidado –murmuró, haciendo que su aliento chocara con mi parte más sensitiva.

Decidí soltar su cabello. Entonces apreté ambas manos en la sábana con fuerza, mientras Joe me torturaba con su lengua y sus dedos sin cesar. Grité cuando sentí el orgasmo aproximarse y me deje llevar mientras la lengua de Joe se introdujo en mi interior y sus dientes rozaron mi clítoris.

-¡Oh Dios…! ¡Oh Dios…! –gemí una y otra vez, mientras Joe subía por mi cuerpo dejando un camino de besos hasta mis labios, donde me beso profundamente, dejándome saborear mis propios líquidos.

Sus dedos nunca abandonaron mi feminidad. Y cuando lo hicieron fue para que él pudiera quitarse el pantalón de chándal con prisa. No tenía ropa interior. Él me sonrió cuando me pillo mirándole fijamente, mordiéndome el labio inferior, y yo no pude evitar sonreírle de vuelta. Me incorpore en la cama, quedando sentada en ella e hice que Joe se quedara en la misma posición. Me trepe sobre él a horcajadas, y gimió cuando su erección rozó mi húmeda hendidura. Cerró un brazo en mi cintura y yo agarré su pene, provocando un estremecimiento en Joe, y lo lleve hacia mi entrada. Gemí fuertemente cuando de una embestida entró en mí y me olvide de lo que era la cordura. Me olvide de todo.

-Hazlo –gimió Joe con la voz ronca-. Tómame. Tómame fuerte.

Coloqué mis manos sobre sus hombros y me incline para besar sus labios con fiereza antes de comenzar a cabalgarlo. El apretado cierre de su brazo en mi cintura se tensó y él comenzó a gemir junto a mí. Enterró su cara en mi cuello, besándolo y mordiéndolo para ahogar sus gemidos, mientras que los míos eran incontrolables.

Comencé a girar mis caderas, apretándolo en mi interior también y él soltó un gruñido desde el fondo de su garganta que me hizo gemir y volver a cabalgarlo con avidez.

-No, no –gimió él, con los ojos fuertemente cerrados-. Vuelve a hacer eso. ¡Oh, sí! –Gimió cuando volví a girar mis caderas-. ¡Sí, eso! ¡Si, oh, sí!

Gemimos con placer al unísono mientras yo hacia ese movimiento una y otra vez. Nuestros cuerpos ya transpirados, se pegaban más y más con cada vez que giraba mis caderas, y mis pezones ya erectos se encontraban con el fuerte pecho de Joe, haciendo que ambos nos volviéramos locos por más.

-Dios, esto es una deliciosa tortura –gruño Joe-, pero necesito más.

Me tiró sobre la cama, sin separar nuestros cuerpos, y cayó sobre mí. Entonces él movió sus caderas hacia delante y hacia atrás con un ritmo constante y salvaje, haciéndome gritar y jadear.

-¿Sabes que es lo mejor que me ha pasado en la vida? –Joe me preguntó en medio de un gemido-jadeo.

-¿Qué? –gemí.

-Tú –susurró, fijando su mirada en la mía. Me sonroje, mordiéndome el labio inferior.

Se inclinó para besar mis labios y pronto explotamos en un poderoso orgasmo, envolviéndonos a ambos y llevándonos a un paraíso donde solo existíamos él y yo.

Fin.

Bien, algunas dirán: "que final mas fome, creo que debía ser mejor". Lo siento, pero hice lo mas que pude :/
Y a mi me gusto, fue sencillo y tierno xD
Me encantan esos finales así.
Pero, no importa, espero que les haya gustado igual. Espero mañana poder leer toooooooodos sus comentarios :3
Me voy a dormir y mañana escribo el epilogo.
Las quiero. Se cuidan, eh. Y comenten ; )

se acabo? me encanto el final fue tal asjkhabsjk xD
pobre Ally :/ se debio sentir horrible u.u
bueeeno, tambien tenia que respetar su decision u.u

sobre las ociones yo quiero las 2 hahaha pido mucho, lo se pero esta novela es sajkhdjvbajg ESPECTACULAAAR!!!!! Very Happy

y bueno yo creo que puedes hacer lo que mejor te parezca, igual siempre SIEMPRE nos sorprendes haha Very Happy

y no importa el tiempo que te tardes, nosotras esperaremos lo que sea necesario Very Happy

espero el epilogo y las sopresas Smile

Aaaaaaawwww no puedo creer que término :'C ME ENCANTO el final es HERMOSO *-* amo los finales felices <3
Es una de mis novelas favoritas, enserio sin mentirte c: me encantó y no puedo esperar a leer el epílogo *-*
Me dio pena lo de Ally :c pero igual creo que era lo mejor....
Joe es tan pero tan tierno <3

Respecto a las opciones a mi me gustaría la 2 c: siempre que puedas claro, la idea no es presionarte c; pero enserio me gustaría MUCHO seguir leyendo novelas tuyas (porque son simplemente perfectas) y sobre todo si es en relación con esta nove que tanto ame <3

Desde ya te doy miiil gracias por haber compartido tu hermosa novela con nosotras c:
Espero el epílogo con ansias!!! Jajahajajjajhshn

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