Capítulo 18: ¿La Madre de Nick Nunca le Enseñó a No Entrar en Autos Desconocidos?Nick giró el disco de la máquina de chicles en Fresh Fields. Era miércoles depués del entrenamiento de natación, y estaba recogiendo las cosas para la cena de su madre. Cada vez que entraba a Fresh Fields usaba la máquina de chicles. Había hecho un juego con su hermano; si sacaba un chicle amarillo, algo bueno le ocurriría. Observó el chicle en su palma. Era verde.
Troian: Hey. -se puso en frente de él-
Nick: -Miró hacia arriba- Troian. Hey. ¿Dónde estabas en la mañana?
Troian: Tuve que ir a buscar a mi hermano. -mintió- Me había olvidado mi llave. -Nick asintió-
Como siempre, Troian claramente no tenía miedo de resaltar con su atuendo. Vestía un hinchado chaleco azul neón que acentuaba sus impresionantes ojos azules. Y a pesar de que llevaba la falda estándar problemática de la escuela, se la había subido bien sobre sus rodillas, debajo llevaba unas mallas negras y divertidas zapatillas azul real. Su cabello rubio estaba arriba, en una cola de caballo estilo porrista. Funcionó completamente, y la mayoría de los chicos en el estacionamiento de Fresh Fields la miraban.
Troian: -Se inclinó más cerca- ¿Estás bien?
Nick: Sí. ¿Y tú?
Troian: -Dio una mirada furtiva alrededor del estacionamiento lleno de chicos ansiosos empujando carritos- ¿No has recibido ningún...?
Nick: No. -evitó los ojos de Troian- ¿Tú?
Troian: Nada. -se encogió de hombros- Tal vez estamos seguros.
No lo estamos, quería decir Nick. Él se mordió el interior de su mejilla.
Troian: Bueno, llamame. -caminó hacia la vitrina de sodas-
Nick salió de la tienda, colocó la bolsa con la compra en el interior de su mochila, abrió el candado de su bicicleta, y pedaleó fuera del estacionamiento. Cuando giró por la calle de al lado, que no estaba más que a millas de una granja con una cerca blanca, sintió la pequeñísima insinuación de una caída en el aire. Esta caída en Rosewood siempre le recordaba que era el comienzo de la temporada de natación.
X: ¡Nick! -alguien llamó a su espalda. Nick se volvió para ver quien lo llamaba, y la rueda delantera de la bicicleta patinó sobre hierba mojada. De pronto, se encontró a sí mismo en el suelo- Oh, Dios mío, ¿Estás bien? -gritó la misma voz-
Nick abrió los ojos. De pie frente a él estaba Toby Cavanaugh. Tenía puesta la capucha de su cazadora, así que su rostro se veía vacío y asombrecido.
Toby: -Se agachó- Déjame ayudarte.
Nick: -Lanzó la bicicleta fuera, moviendo cautelosamente sus piernas, y luego levantó su pantalón para inspeccionar el feo raspón en su pierna- Estoy bien.
Toby: Esto se te cayó allí. -le entregó su billetera de la suerte, era de cuero marrón. Miley se lo había dado un mes antes de desaparecer-
Nick: Uhm, gracias. -se lo quitó, sintiéndose inquieto-
Toby: -Frunció el ceño ante el raspón- Eso se ve un poco mal. ¿Quieres ir a mi auto? Creo que tengo algunas tiritas...
Nick tenía el corazón debocado. Primero lo de la nota de “A”, después Toby le dio un consejo para arreglar problemas con su hermano, y ahora esto. ¿Por qué estaba en Tate de todas formas? ¿No se suponía que él estaba en Maine? Nick siempre se había preguntado si Toby sabía algo de lo de Taylor, y el por qué se había inculpado.
Nick: Sólo es un raspón. Estoy bien. -dijo, levantando la voz-
Toby: Vivimos en la misma cuadra, ¿Puedo al menos llevarte hasta allá?
Nick: ¡No! -gritó. Entonces, se dio cuenta que su pierna estaba llena de sangre. Él quería volver a su bicicleta pero el dolor no lo dejaba levantarse- Uhm... Está bien, llevame a mi casa.
Toby lo ayudo a subir a su auto. Le limpio la pierna y le pusó un montón de mini-tiritas en el raspón. Y en sus pies colocó su mochila, y la bicicleta en el maletero del auto. Nick se sentó. El asiento trasero estaba lleno de cosas. Botellas vacías de Gatorade, cuadernos, libros, zapatillas deportivas hechas un desastre, y un par de sudaderas de color gris.
El cojín del asiento de Toby estaba todo desgastado, revelando en algunos lugares goma azul raída. Un agradable ambientador en forma de oso bailaba en su espejo retrovisor, pero su auto no olía bien. Tenía un aplastante olor a acre.
Nick silenciosamente lo iba inspeccionando. Toby realmente se había transformado. Su mirada espeluznante y oscura, ahora sólo se parecía profunda y melancólica. Y realmente había hablado. Coherentemente. El verano siguiente a sexto grado, Nick, Joe y Toby fueron al mismo campamento de natación y Toby los miraba descaradamente, incluso después de ponerse una gorra sobre los ojos. Le hubiese gustado preguntarle la pregunta del millón de dólares. ¿Por qué se había culpado de la ceguera de su hermanastra, cuando no lo había hecho?
Con el tiempo, la confesión de Toby se había convertido en uno de esos misterios de la vida que nunca se entiende. Como, ¿Por qué Brad y Jen en realidad se divorciaron? ¿Qué había en el suelo del baño de hombres en Rosewood Day el día en que la mujer de servicio gritó? ¿Por qué Imogen Smith extrañó tanto la escuela en sexto grado? (porque está definitivamente no era linda) Tal vez Toby se sentía culpable por algo más, o ¿Quería salir de Rosewood? O tal vez alguno de los fuegos artificiales que tenía en la casa del árbol se disparó por error.
Mientras Toby se dirigía a su calle, una canción de Blues se reproducía en su estéreo, y tamborileaba las manos en el volante al compás de esta. Nick pensó acerca del consejo que le había dado ayer. Quería agradecérselo, pero ¿Y si él hace más preguntas al respecto? ¿Qué le diría Nick?
Oh, es que ninguno quería contar que decía su mensaje amenazador de “A”.Finalmente, Nick pensó en una pregunta segura.
Nick: Así que, ¿Estás en Tate ahora?
Toby: Sí. -respondió- Mis padres dijeron que podría ir, y lo hice. Es agradable estar cerca de casa, y así poder ir a ver a mi hermana. Ella está en la escuela en Philadelphia.
Taylor... Todo el cuerpo de Nick, incluso los dedos de los pies, se tensó. Trató de no mostrar ninguna reacción. A su vez, Toby miró hacia adelante, aparentemente sin notar lo nervioso que estaba.
Nick: Y, uhm, ¿Dónde estabas antes? ¿Maine? -preguntó, fingiendo que no sabía que había estado en la Academia Manning para hombres, que, según una investigación en Google, estaba en Fryeburg, de camino a Pórland-
Toby: Sip. -ralentizó el paso para que dos niños en patines cruzaran la calle- Maine fue bastante cool. Lo mejor eran los Servicios Médicos de Emergencia.
Nick: ¿Has... has visto morir a alguien?
Toby: -Lo observó por el espejo retrovisor- No... Pero una señora mayor me dejó a su perra.
Nick: ¿Su
perra? -no podía dejar de reír-
Toby: Sí, estaba con ella en la ambulancia y la visité cuando entro a la UCI. Hablamos de su perra y le dije que yo los amaba... Así que cuando murió, su abogado me la entregó.
Nick: Así que... Ahora tienes un perro.
Toby: Está en mi casa ahora. Es realmente dulce, pero tan vieja como la señora.
Nick rió. Algo dentro de él comenzó a descongelarse. Toby parecía normal... Y agradable. Antes de que pudiera decir algo más, ya habían llegado a su casa.
Toby aparcó el auto, y sacó del maletero la bicicleta de Nick. Ambos tomaron la manilla de esta, y sus dedos se tocaron. Nick sintió una pequeña descarga, Toby lo miró por un momento, y Nick bajó su mirada a la acera. Hace mucho tiempo, allí mismo había presionado sobre el cemento fresco su mano. Ahora, su huella se veía muy pequeña para haber sido suya.
Toby: -Subió al asiento del conductor- Uhm, adiós.
Nick: -Su cabeza se levantó- Gracias... por haberme traído hasta mi casa.
Toby: De nada. Por mi culpa te caíste. -le dio vuelta a la llave-
Nick: No te preocupes. -sonrió- Nos vemos.
Mientras Toby se iba alejando, Nick sintió que su corazón se oprimía. Por alguna extraña razón, había sentido chispas cuando tocó la mano de Toby.
Seguro fue una alucinación; se dijo a si mismo mientras subía los escalones de la entrada de su casa. Por primera vez desde que Miley había desaparecido, Nick se sentía tranquilo.
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