SEDUCCIÓN SOBRE RUEDAS
Capitulo 12______despertó temprano, su cuerpo estaba medio tumbado sobre el de Nick.
Se sentía fría, entumecida y completamente cabreada por su comportamiento de la noche anterior.
Estaba tras el virus y el móvil. O incluso el arma de Nick. En cambio, había conseguido un orgasmo. No el vial, el móvil o el arma. Ni siquiera su libertad.
Pero si, había conseguido un clímax infernal. Luego se había desmayado en sus brazos. Y esta mañana aún era su prisionera.
Puf. Sí que era una resistente detective privada. Jodida forma de hacer tu trabajo, ____.
Lo extraño era que no sentía ninguna vergüenza. Nick se lo había ofrecido, ella lo había necesitado, así que ¿por qué diablos no debería haberlo tomado? Su ansiedad se elevó hasta nivel del grito y realmente había ansiado un orgasmo que la indujera a chillar. Podría no haber gritado, pero vaya que si había gemido con su liberación.
Concedía que no había sido lo mismo que si la polla de Nick se enterrara profundamente en ella, pero lo que su cuerpo deseaba y lo que conseguía eran dos cosas diferentes.
Además, no tenía ningún asunto que desenterrar de su pasado con Nick, al menos no emocionalmente. ¿Físicamente, pues por qué no? Ambos eran dos adultos en común acuerdo y ella ya no era una adolescente de ojos conmocionados. Había madurado desde la última vez que habían jugado este juego. Ahora podría manejarlo. La parte lógica de sí misma sabía que Nick y ella no tenían ningún futuro más allá del tiempo que pasarían juntos. ¿Por qué no usarlo de la misma forma en que Nick la había usado hacía diez años? Él era genial en la cama, sabía usar su boca y sus manos. ______nunca había tenido orgasmos mejores que los que había tenido con él. Incluso la noche pasada había sido malditamente espectacular y él no había hecho nada más que yacer allí mientras ella se movía sobre él y frotaba su clítoris contra su pene.
Su cuerpo se calentó con el recuerdo, deseaba mucho más que eso.
Resiste. Ahora no era el momento. Se requería fineza y un poco de maña. Eso significaba que Nick tendría que esperar. Y ella también.
-Esta mañana estás ensimismada en tus pensamientos.
______levantó la cabeza y se encontró con sus hermosos y hechiceros ojos.
-Siempre lo hago.
-¿Dormiste bien?
-Como una piedra. Gracias por el orgasmo.
-Fue mi placer.
______sonrío a duras penas.
-No, creo que fue sólo mío. Lamento eso.
Nick sonrió ampliamente en respuesta y a gatas salieron de la tienda de campaña, ______se dirigió directamente al cuarto de baño. Notó después de haber usado las instalaciones que sólo tenía la ropa que llevaba encima. Ni siquiera tenía un cepillo de dientes o un peine para arrastrar por su pelo. Se aclaró la boca con agua, luego alzó la vista y se vio en el espejo sucio, haciendo una mueca ante los remanentes del maquillaje que se había aplicado ayer. Necesariamente tendrían que detenerse hoy para comprar lo imprescindible. Esperaba que Nick estuviera dispuesto a eso. ¿Y dónde demonios escondía el vial y su móvil? Tenía que encontrarlos.
Ya estaba desarmando la tienda cuando ella regresó.
-Nick, necesitaré algunas cosas.
-Eso ya está cubierto -dijo él sin voltearse-. Me imaginé que necesitarías algunas cosas de chicas y tengo que conseguir un nuevo asiento para la moto. No puedes seguir montando en ese diminuto asiento de atrás. No con el kilometraje que debemos recorrer en los siguientes días.
¿Cosas de chicas? Ella se rió de eso. ¿Un nuevo asiento? ¿Kilometraje?
-Así que, ¿cuán lejos iremos?
-No puedo decirtelo. -Guardó la tienda plegada en el bolso y se puso de pie, enfrentándola-. Pasearemos de aquí a allá. Disfrutarás del panorama.
Ella puso los ojos en blanco cuando lo siguió hacia la moto. Panorama. Genial. Eso revelaba mucho.
Después de empacar, Nick le tiró su chaqueta e hizo que se la pusiera.
-¿No deberías tenerla tú? Estarás al frente.
-Estaré bien hasta que te consigamos una chaqueta. -Se sentó a horcajadas sobre la moto y la miró-. Vamos. Tenemos mucho que hacer hoy.
Con un suspiro de resignación, subió a la Harley y envolvió los brazos alrededor de él, manteniendo su sujeción mientras él salía raudo del campamento. La primera parada fue en un pequeño establecimiento familiar donde tomaron una taza de café, concentrado y fuerte y sabía maravilloso. Los bollos estaban un poco secos, pero después de no haber cenado la noche anterior eran el cielo en la tierra. Después estuvieron de vuelta en la moto.
Se le ocurrió mientras atravesaban la brisa fría de la mañana que aparte de montar en moto un bloque aquí y allá, realmente nunca había estado en una motocicleta antes del viaje lleno de adrenalina de anoche con Nick. El instinto había bramado a la vida y había hecho que brincara sobre la Harley como si supiera lo que hacía.
A plena luz del día, notó mientras Nick pasaba a toda velocidad por las curvas cerradas, que era una experiencia algo aterradora.
El asiento de pasajeros, o como se llamara, era mínimo en el mejor de los casos y apenas le permitía un punto de apoyo para ambas nalgas. No había ningún respaldo por si se deslizara hacia atrás, obligándola a inclinarse hacia adelante y aferrarse a Nick como si se le fuera la vida en ello.
Era gracioso como no había notado ninguna de esas cosas la noche anterior. Esos pensamientos nunca se le habían cruzado por la mente ya que las balas habían zumbado en ese momento. Ahora que estaba segura y prestando la atención debida, todas las ordalías de montar en moto eran algo espeluznantes y para nada parecidas a sus fantasías de saltar sobre el asiento de la moto de un chico malo, con el viento haciéndole volar el cabello mientras el motor rugía y recorrían veloces la carretera.
Bien, en ese instante estaba definitivamente en el asiento de la moto de un chico malo. Sus fantasías siempre se habían centrado alrededor de Nick y su Harley. Y ahora montaba en moto con él, viviendo su sueño.
Okey, quizás no fuera tan malo. El viento definitivamente azotaba su cabello y con toda seguridad sentía que volaba.
Si se concentraba en lo positivo en vez de en las cosas negativas, podría ver que era una experiencia liberadora.
El rugido y la vibración de la moto entre sus piernas ocasionaban un movimiento que la ponían cachonda. Sus pechos se presionaban contra la espalda de Nick, sus muslos se alineaban con su... oh, sí, esto era genial.
Después de aproximadamente una hora, la emoción se esfumó y se preguntó si se detendrían en algún momento pronto. Su culo estaba dolorido. Nick había mencionado que conseguiría un nuevo asiento. Esperaba que fuera uno lo suficientemente acolchado.
Después de dos horas sin parar en moto, ______estaba más que lista para bajarse. De hecho, su cuerpo gritaba por esto.
Los músculos de su espalda se sentían rígidos, su trasero entumecido y los puntos sensibles entre sus piernas... era algo que no mencionaría.
Por suerte, no mucho después Nick aparcó en una tienda de motos. ______estiró los músculos tensos, resistió el impulso de masajearse entre las piernas donde estaba realmente dolorida y lo siguió al interior.
Esperó en el mostrador mientras él compraba un nuevo asiento para la moto, luego la llevó a la sección de ropa e hizo que se probara algunas chaquetas.
-Son pesadas.
-Los codos y los hombros están reforzados con Kevlar para protegerte por si caemos estrepitosamente.
Ella arqueó una ceja.
-¿Pero no haremos eso, verdad?
Él sonrió de oreja a oreja.
-Mierda, no. Pero me gusta pensar que estás protegida mientras viajamos. Es más, la chaqueta te mantendrá caliente. Aunque casi sea verano, ir en moto es más frío que viajar en coche. Y las noches aún pueden ser frías.
Eso ella ya lo había notado.
-También necesitas zahones. Y botas.
______se miró los pies.
-Tengo zapatos.
-Sí y el calor de los tubos derrite las suelas. Necesitas botas.
______puso los ojos en blanco y lo siguió por la tienda mientras él elegía lo que debía usar. Después de seleccionar los zahones, botas, casco, guantes y gafas, los añadió a la chaqueta bien acolchada. Tuvo que admitir, que había elegido un par de botas alucinantes para ella. Finalmente, Nick dijo que estaban bien y se fueron llevando además el nuevo asiento.
-¿Qué vas a hacer con tu asiento normal? -Preguntó ______ mientras él cambiaba el asiento de la moto justo en el aparcamiento.
-Dejarlo aquí. No puedo hacer nada más. Conseguiré un reemplazo después... en otra ocasión.
¿Después de qué? ¿Después de que la dejara tirada en algún lugar? Casi se había sentido culpable de que perdiera el asiento original de su moto, pero inmediatamente se deshizo de ese pensamiento. No había sido idea suya venir en esta expedición, así que no tenía porque compadecerse de él y de su asiento de moto perdido.
El nuevo asiento parecía ancho y mullido y Nick también había comprado un respaldo acolchado al que llamó una barra de marica.
¡Aleluya!
-Una buena silla de perras. Ahora podrás estar cómoda.
-¿Silla de perras y barra de marica, ¡eh!?
Él sonrió abiertamente.
-Así es como los llamo. Si vas a ser una nena de motero, tienes que aprender la jerga.
Nena de motero. Que monada. Y eso sí que era terminología.
Había conocido a Nick durante años y siempre había tenido una moto, pero nunca la había dejado pasear con él. De hecho, siempre había intentando apartarla, mandarla a casa, aunque ella hubiera insistido en dar unas vueltas con él. Como una molesta cachorrita enferma de amor.
Vive y aprende. Debería haberle escuchado cuando le dijo que estaba confundida. Cuan diferente podría haber sido su vida.
Si, cierto. Si no hubiera sido por Nick, hubiera seguido diligentemente los dictámenes de su padre y acudido a la universidad, luego al colegio de abogados, sin pensar nunca en lo que realmente deseaba hacer con su vida.
A pesar de su corazón roto, Nick le había enseñado mucho acerca de sí misma, sobre exigir la libertad de vivir su propia vida, no una que había sido decidida para ella. ____había hecho esto y más, gracias a él. Si sólo hubiera aprendido a guardar su corazón de él, su relación podría haber terminado en buenos términos.
Pero no. Tenía que ir y enamorarse del chico malo.