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| Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA | |
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Autor | Mensaje |
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cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 3rd 2012, 19:18 | |
| Pero, por mucho que respirara hondo, seguía siendo el responsable de aquella construcción que acabaría con el legado de su abuela. —Quiero salvar este maravilloso edificio de adobe de las apisonadoras —le explicó tajantemente. —A mí me parece que hay algo más —hizo una pausa para aclararse la garganta—. Creo que sigues enfadada por lo del baile de graduación. —Claro que no —mintió—. Eso fue hace años —pero aún recordaba la emoción de estar con Joe, y su cuerpo lo recordaba también. —Pero lo de hoy ha sido un ataque directo contra mí, no contra el proyecto. No me dirás que de verdad crees que estoy construyendo ese edificio porque tengo problemas sexuales. ______ se sentía acorralada y dijo lo primero que le vino a la cabeza: —Puede ser, ¿no? No es que me importe lo más mínimo, pero tengo constancia de que a veces no terminas lo que empiezas. Joe dio un paso más hacia ella. —No sabes lo que dices. —Claro que lo sé —no pensaba echarse atrás y dejarle ver que se sentía intimidada. Con la fuerza sexual que desprendía, realmente no creía que Joe estuviera construyendo esa enorme torre para compensar nada. Para ser sincera, seguramente lo que la había impulsado a atacar su masculinidad había sido la posibilidad de que eso provocara exactamente aquella respuesta: que acudiera a ella personalmente. —Escucha —dijo con voz profunda al tiempo que se acercaba un poco más—, a pesar de lo que puedas pensar o de lo que sucedió hace trece años, no tengo ningún problema con el sexo. —Yo no puedo dar fe de ello —apenas podía respirar, pero el poco aire que le llegaba estaba cargado de su aroma a loción de afeitado y jabón fresco. Sus sentidos recordaban lo bien que siempre había olido Joe. —¿Qué es lo que quieres de mí exactamente, Katie? Quería que la besara, lo cual era una tremenda estupidez. ¿Qué conseguiría con eso? —Quiero que pares la construcción. —Eso es imposible y lo sabes. El edificio va a seguir creciendo y, por mucho que me insultes, no vas a poder impedirlo. —La opinión pública tiene mucha fuerza. Estoy tratando de ponerla de mi lado. —Buena suerte. Yo seguiré levantando ese edificio. No podía dejar de recordar la suave sensación de acariciar aquel cabello castaño. Tuvo que aferrarse a la silla para no dejarse llevar por el impulso de repetir aquel gesto. —¿Oyes lo que estás diciendo? Si eso no es simbolismo sexual, no sé qué es. —No es más que un edificio —en sus ojos apareció un brillo especial—. Esto es sexo —la agarró por los hombros y la besó con fuerza. Después la soltó tan de repente que la dejó tambaleándose. Se cuerpo entero vibraba como las cuerdas de una guitarra. Incapaz de emitir una sola palabra, algo increíble en ella, se limitó a mirarlo mientras luchaba por seguir respirando. Se quedaron mirándose en silencio un buen rato. —Maldita sea, ______ —su voz era suave como una caricia. —Maldito seas tú, Joe —dijo ella en el mismo tono. —Tú me volvías loco. —Pero... no lo bastante —consiguió decir casi sin aliento. La observó unos segundos. —Así que todo esto es por lo del baile de graduación. No tenía fuerzas para negarlo, no después de aquel beso; imposible hacerlo al tiempo que deseaba que volviera a besarla. Deseaba algo más que otro beso. Era obvio que no lo había olvidado. Ni mucho menos. —______, aquél no era lugar adecuado. Y, ahora que lo pienso, tampoco lo es éste —dijo, alejándose de ella y poniendo la mano en el picaporte. Ella se apoyó en la mesa. —¿Te marchas? —Maldita sea, estamos en la sala de reuniones de tu emisora. —La puerta tiene cerrojo. Joe se quedó en silencio un segundo, como si tuviera que considerar la idea. Después negó con la cabeza. —Me gustaría volver a verte. Creo que... —¿Para qué, para salir corriendo después? Joe se quedó mirándole la boca. —Lo siento. No tenía intención de besarte. —No te preocupes, me encargaré de que no vuelva a ocurrir —aseguró ella, cruzándose de brazos y apretándose fuerte para dejar de temblar—. Debería haber sabido que nada había cambiado. —Claro que ha cambiado algo. Todo ha cambiado. —No en lo que se refiere a ti y a mí. Por algún motivo diabólico, te encanta provocarme para después marcharte. —¡No éramos más que dos niños! Ahora es diferente. —¿Ah, sí? La miró en silencio unos segundos. —Sí, muy diferente. Ya encontraré la manera de demostrártelo —dijo antes de dar media vuelta y salir por la puerta. _____ se quedó allí, temblorosa, con la mirada fija en la puerta pero sin verla. Dios, si Joe hubiera estado dispuesto, ella misma lo habría besado... habría hecho mucho más que eso. Aquella habitación no estaba insonorizada, así que probablemente Ava se habría enterado si se hubieran dejado llevar. Habría cometido un suicidio profesional si Joe no lo hubiera impedido con su rechazo. Edgecomb no habría tardado en suspender su programa en cuanto se hubiera enterado de que había ocurrido algo así en su sala de reuniones, y precisamente con el propietario de Construcciones Miller. Y habría tenido motivos de sobra para hacerlo. Así que Joe había tomado la decisión adecuada, pero eso no significaba que no fuera un cretino. Debería haber intentado seguir adelante y dejar que fuera ella la que lo detuviera; claro que quizá ella no lo hubiera hecho, pero eso no importaba. Había acabado con él para siempre. Quizá fuera el único tipo que la encendía por dentro, quizá estuviera aún más guapo que cuando era un adolescente... su cuerpo era más fuerte y su voz más profunda. Pero nada de eso importaba porque jamás la desearía hasta el punto de no razonar, como su abuelo había deseado y necesitado a su abuela. Se suponía que los hombres se dejaban llegar por sus hormonas, no por la lógica. ¿Por qué tenía que ser precisamente la excepción? Sí, había acabado con él. Y en cuanto a los ataques contra él, serían aún más mordaces. Le diría a Edgecomb que no se preocupara por las negociaciones y, en cuanto a Joe, él se las arreglaría. Joe sabía que tendría que pasar a la acción si quería solucionar las cosas con _______. Y, después de lo sucedido en la sala de reuniones, quería algo más que arreglar las cosas, quería terminar por fin lo que habían empezado tantas veces antes. Pero sabía que ella no iba a ponérselo fácil. La escena de esa noche demostraba que nunca lo había perdonado por no haber querido acostarse con ella la noche del baile de graduación. No podía ni imaginar cuánto le había costado hacer algo así, todas las veces que se había maldecido a sí mismo por haber sido tan estúpidamente noble. Y que jamás había vuelto a encontrar una mujer como _____. Aquella noche, Joe había pensado que no quería que su primera vez tuviera lugar en el asiento trasero de un coche. Su madre le había dicho que así había sido como lo habían concebido a él y que, aunque no se arrepentía de haberlo tenido, creía que el sexo era mucho mejor en otras condiciones. Jamás había podido olvidarlo. Todas las veces que habían estado tonteando había estado genial porque no había sido más que eso, un juego. Pero cuando ella le había dicho que quería perder la virginidad se había dado cuenta de que aquello era serio. Había querido que fuera algo especial y, en aquel momento, no había tenido posibilidad de hacerlo especial. Además de estar arruinado, no había creído que ella fuera a darle tanta importancia a su negativa. Jamás habría pensado que se lo tomaría como un rechazo, pero era evidente que había tenido muchas expectativas depositadas en aquella noche. Y él la había decepcionado. Y había vuelto a hacerlo esa noche al besarla y después marcharse. Pero no podía correr un riesgo así. Ya había cometido un error bastante grande al besarla. Si se hubieran dejado llevar y alguien se hubiera enterado, él habría podido superarlo, pero seguía habiendo un doble rasero para hombres y mujeres, por lo que quizá _______ no habría conseguido recuperar su reputación. No había tenido la menor intención de molestarla, pero cuando la pasión por ______ se apoderaba de él, no podía perder el tiempo en explicaciones; lo único que podía hacer era marcharse. Había tenido que salir de la sala antes de perder el control por completo y hacer una verdadera tontería. ______ no había podido comprenderlo hacía trece años y tampoco lo había entendido esa misma noche. Ahora tendría que esforzarse mucho para convencerla de que le diera otra oportunidad. Y lo primero que iba a hacer para conseguirlo era entrar en su apartamento al día siguiente, el sábado por la noche. | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 3rd 2012, 19:19 | |
| chicas hay esta el capitulo espero le guste y comente siii | |
| | | #JonasB. Amo A Los Jonas Brothers!
Cantidad de envíos : 2555 Edad : 27 Localización : Con Nick Jonas. Fecha de inscripción : 10/04/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 3rd 2012, 19:29 | |
| Karla. 15. Chile. Nueva lectora, síguela por fa. | |
| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 3rd 2012, 20:30 | |
| ohhh diooos!!!! estubo buenisimo!!! tienes q seguira porfaaaa | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 4th 2012, 09:40 | |
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| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 4th 2012, 15:27 | |
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| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 7th 2012, 19:41 | |
| Capítulo Tres
Hacia las seis de la tarde del sábado, la temperatura en el patio del restaurante mexicano rozaba los veinticinco grados, ideal para tomarse unos margaritas bien fríos. Ava la esperaba en una mesa junto a la fuente, toda vestida de negro, incluyendo las botas militares, y con una sonrisa en los labios. —Éste es mi sitio preferido —dijo ______ encantada—. Me encanta escuchar el sonido del agua. —Me alegra verte más relajada, anoche parecías furiosa. —Sí, siento si fui un poco brusca. —No te preocupes, lo comprendo. —Fue una situación un poco difícil. Yo... —______ hizo una pausa cuando se acercó a ellas el camarero. —¿Tú no eres ______ la de la radio? —Sí —estaba acostumbrada a que la reconocieran de vez en cuando, pero estaba sucediendo muy a menudo últimamente. Todo el mundo quería hablarle del programa del día anterior, lo cual la había ayudado a no pensar en Joe. Después de que el camarero le asegurara que ni él ni sus amigos necesitaban construir ningún edificio de altura, consiguieron pedir sus dos margaritas. —Yo invito, Ava —se ofreció ______. —No tienes por qué hacerlo —aseguró la joven—. Fui yo la que me invité a la reunión. —Recuerdo lo que era tener que trabajar y estudiar al mismo tiempo. Cuando estés ganando miles de dólares, me invitas tú, ¿de acuerdo? —Trato hecho —Ava parecía contenta con la perspectiva de mantener una amistad duradera con ______—. Bueno —dijo, inclinándose hacia ella—, ¿qué tal te fue con tu ex? ¿Sigue siendo un cretino? —Sí —sabía que el tema de Joe surgiría tarde o temprano, así que estaba preparada—. Digamos que no le sentaron muy bien las teorías de la doctora Astorbrooke. —No creo que le sentaran bien a ningún hombre. —No es el caso del camarero. —Porque es joven. —Jared también dijo que estaba de acuerdo. —Jared es como un osito de peluche. No se molestaría ni aunque le pegases un puñetazo. Pero ese hombre tuyo... —Definitivamente, no es mi hombre —se apresuró a decir ______. —Tan sólo es una manera de hablar. El caso es que parece que le has dado donde más le duele, y no parece de los que se toman las cosas con calma. —La verdad es que es muy vehemente —«y cómo besa». —Sé que la apariencia no lo es todo, pero hay que admitir que es guapo, un poco del estilo de Jude Law. —Puede ser —Joe era algo más que guapo. Tenía algo que la hacía derretirse. Eso era lo que había sentido nada más verlo en su aula del último curso de instituto y era contra lo que había estado luchando desde que la había besado hacia diecinueve horas y cuarenta y seis minutos. Y no estaba contando. Había malgastado prácticamente la mitad del fin de semana pensando en Joe, pero no pensaba seguir haciéndolo durante el tiempo que le quedaba libre hasta volver a trabajar. Y lo mejor para olvidarse de él era tratar de disfrutar con Ava y con Mary, que justo llegó en aquel momento, con su enorme sonrisa y sus rizos pelirrojos. —¡Hola, chicas! —las saludó sentándose junto a ellas—. Siento llegar tarde. He estado jugando al tenis con un bombón de hombre del bufete y he perdido la noción del tiempo —explicó sin respirar siquiera—. Os habría llamado, pero tengo el teléfono estropeado. Debería ir a comprar uno nuevo, pero odio ir a esas tiendas, ya sabéis, tantos modelos, tantos botones que descifrar. Así que estaba pensando... —hizo una pausa para mirar a ______—. ¿Qué te divierte tanto? —Tú —_______ se alegraba enormemente de haber decidido encontrarse con Mary. Nadie podría seguir deprimido a su lado—. Tienes más energía que un cachorro. Por cierto, ésta es Ava, la persona con la que hablas siempre que llamas a la emisora. —¡Hola, Ava! Me alegro de conocerte personalmente. En cuanto a lo del cachorro, deberías especificar qué clase de perro... Mientras no sea un chihuahua no hay problema. Así continuó hablando sin apenas tiempo para tomar aire, primero con ellas y después con el camarero. Mientras le preguntaba al muchacho en qué universidad estudiaba, Ava se inclinó hacia ______: —¿Qué le ocurre? —Es así siempre. —Empezaba a preguntarme si no se habría tomado algo. —No. Dicen que en los tribunales gana los casos matando al jurado con su interminable charla. Mary se volvió hacia ellas. —Estás hablando de mí, ¿verdad? Ava, ya te acostumbrarás a mi verborrea. Soy así desde que cumplí los catorce meses, así que no creo que vaya a cambiar ya. ______ y yo nos dimos cuenta de que éramos almas gemelas cuando estábamos en primaria y, desde entonces, nuestra amistad es una especie de maratón de conversaciones. No, hace ya mucho tiempo que ganaste ese maratón —puntualizó ______. —Sí, claro, señorita locutora. Bueno, Ava, el caso es que cuando quieras hablar lo único que tienes que hacer es decirme que me calle y yo intentaré hacerlo. ______ se echó a reír. —Yo quería saber si te has perdido la cena con el bombón de la oficina para poder vernos a nosotras. —Sí, y me ha encantado hacerlo. Me gusta poder decirles a los hombres que tengo otros planes. De todos modos, jamás habría cancelado esto por salir con él porque ya se sabe que los hombres van y vienen, pero las amigas son para siempre. ¿No creéis? ______ y Aya asintieron. —Claro que sí —siguió hablando ella sin hacer ni una leve pausa—. Oye, ______, el programa de anoche fue verdadera dinamita. Me encantó la teoría de los edificios; a partir de ahora, preguntaré a todos los tipos con los que salga si sienten algún interés por los rascacielos. Será la prueba de fuego. Espero que Jo... que alguien de Construcciones Miller escuchara el programa. Bueno, lo que quiero decir es que todos los trabajadores de la empresa deberían escucharlo. Se creen tan machitos con sus cascos y sus herramientas, pero todos deberían... —No te preocupes, Mary —______ no quería que su amiga siguiera esforzándose por tapar su pequeño desliz—. Ava sabe lo de Joe. De hecho, anoche apareció en la emisora. Mary la miró con los ojos abiertos de par. —¿En serio? ¿Y qué pasó? ¿Qué te dijo? ¿Qué le dijiste tú a él? ¿Qué aspecto tiene? ¿Sigue siendo tan guapo? ¿Está casado? ¿Está...? —Calla —ordenó _______ sonriendo. —Está bien. Me beberé el cóctel. Empieza a hablar y cuéntamelo todo. ______ no pensaba hacerlo, pro sí les hizo un resumen de la visita en el que no incluyó el detalle del beso, ni la promesa de Joe de que las cosas habían cambiado y se lo demostraría. Evidentemente, Mary sabía que había cosas que no había mencionado, así que en cuanto Ava se marchó para reunirse con sus amigos de siempre, Mary se lanzó sobre ella. —Vamos a pedir algo de comer y empiezas a contarme lo que ocurrió de verdad. —¡Ya te he contado lo que ocurrió! —Sí, claro —dijo al tiempo que llamaba al camarero. Eran amigas desde hacía mucho tiempo, por lo que ______ sabía que Mary acabaría por sonsacarle la verdad como hacía siempre. Solía hablar por los codos, pero algunas veces guardaba silencio y la otra persona se sentía tan presionada que acababa por confesar. Una táctica que también le funcionaba en los juicios. No, hace ya mucho tiempo que ganaste ese maratón —puntualizó ______. —Sí, claro, señorita locutora. Bueno, Ava, el caso es que cuando quieras hablar lo único que tienes que hacer es decirme que me calle y yo intentaré hacerlo. ______ se echó a reír. —Yo quería saber si te has perdido la cena con el bombón de la oficina para poder vernos a nosotras. —Sí, y me ha encantado hacerlo. Me gusta poder decirles a los hombres que tengo otros planes. De todos modos, jamás habría cancelado esto por salir con él porque ya se sabe que los hombres van y vienen, pero las amigas son para siempre. ¿No creéis? ______ y Aya asintieron. —Claro que sí —siguió hablando ella sin hacer ni una leve pausa—. Oye, ______, el programa de anoche fue verdadera dinamita. Me encantó la teoría de los edificios; a partir de ahora, preguntaré a todos los tipos con los que salga si sienten algún interés por los rascacielos. Será la prueba de fuego. Espero que Jo... que alguien de Construcciones Miller escuchara el programa. Bueno, lo que quiero decir es que todos los trabajadores de la empresa deberían escucharlo. Se creen tan machitos con sus cascos y sus herramientas, pero todos deberían... —No te preocupes, Mary —______ no quería que su amiga siguiera esforzándose por tapar su pequeño desliz—. Ava sabe lo de Joe. De hecho, anoche apareció en la emisora. Mary la miró con los ojos abiertos de par. —¿En serio? ¿Y qué pasó? ¿Qué te dijo? ¿Qué le dijiste tú a él? ¿Qué aspecto tiene? ¿Sigue siendo tan guapo? ¿Está casado? ¿Está...? —Calla —ordenó _______ sonriendo. —Está bien. Me beberé el cóctel. Empieza a hablar y cuéntamelo todo. ______ no pensaba hacerlo, pro sí les hizo un resumen de la visita en el que no incluyó el detalle del beso, ni la promesa de Joe de que las cosas habían cambiado y se lo demostraría. Evidentemente, Mary sabía que había cosas que no había mencionado, así que en cuanto Ava se marchó para reunirse con sus amigos de siempre, Mary se lanzó sobre ella. —Vamos a pedir algo de comer y empiezas a contarme lo que ocurrió de verdad. —¡Ya te he contado lo que ocurrió! —Sí, claro —dijo al tiempo que llamaba al camarero. Eran amigas desde hacía mucho tiempo, por lo que ______ sabía que Mary acabaría por sonsacarle la verdad como hacía siempre. Solía hablar por los codos, pero algunas veces guardaba silencio y la otra persona se sentía tan presionada que acababa por confesar. Una táctica que también le funcionaba en los juicios. —No quiero... —Por un lado, te haría sentir mejor con respecto a lo que pasó hace trece años —continuó explicándole Mary—. Y si finalmente tienes que tragarte ese edificio, al menos habrás tenido una compensación. A mí me parece que podría ser divertido. Joe es muy guapo y seguramente sea un amante estupendo. Con esa vehemencia que tiene, seguro que... —Cállate, Mary —no la interrumpió porque tuviera algo que decir, sino porque cuanto más la escuchaba, más curiosidad sentía por saber si podría poner en práctica semejante locura. | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 7th 2012, 19:41 | |
| CHICAS! gracias por los comentarios la quiero | |
| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 7th 2012, 20:34 | |
| me encanto!!! tienes q seguirla porfa PROOONTOOO | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 8th 2012, 07:41 | |
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| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 9th 2012, 22:51 | |
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| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 12th 2012, 14:45 | |
| NUEVA LECTORA, SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 12th 2012, 15:33 | |
| - PaolaJonas escribió:
- NUEVA LECTORA, SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Bienvenida paolajonas espero que te guste mucho la nove y no dejes de comentar | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 12th 2012, 15:35 | |
| Joe consiguió la dirección de ______ gracias a su madre, que se alegró mucho de saber de él y le pidió disculpas miles de veces por todo lo que su hija estaba diciendo de él en la radio. Joe le dijo que no se preocupara porque estaba intentando arreglar las cosas con _______. Después se dirigió al apartamento de ______.
Poca gente sabía que Joe sabía abrir una cerradura en menos de cinco segundos. Era una de las pocas cosas que le había enseñado su padre en unas de las poquísimas visitas que le había hecho durante su infancia. Ya en la adolescencia, Joe se había dado cuenta de cómo era su padre y Denise Miller había dejado de ir a verlo por completo. Su madre nunca le había dicho abiertamente que su padre fuera un ladrón, pero una vez había insistido en dejar en una parada de autobús un equipo de música que él había llevado a casa; entonces le había dicho que no podían quedárselo porque podría ocasionarles problemas.
Joe no solía hablar de él, simplemente se limitaba a decir que sus padres estaban divorciados y que no tenía mucha relación con su padre. Lo que tenía claro era, que cuando fuera padre, sería totalmente lo contrario a él: constante y sincero. Se sentía raro forzando la cerradura de ______, pero no sabía de qué otro modo podría si no hablar con ella.
Nada más abrir la puerta de su apartamento, ______ oyó música y pensó que se habría dejado encendido el equipo. Entonces vio una luz extraña y sintió cómo se le disparaba la adrenalina. Al menos una docena de velas iluminaban el salón.
Y allí, sentado en el sofá, estaba Joe. Había pensado tanto en él durante las últimas horas que se preguntó si de verdad era él o se lo estaba imaginando.
—Hola —le dijo con voz suave.
Aquélla era la voz de un hombre de verdad, por mucho que pareciera una fantasía. Joseph Miller el hombre que la hacía soñar despierta, estaba en su casa. Dio un paso hacia atrás, el corazón estaba a punto de salírsele por la boca.
—¿Cómo has entrado? —Tu madre me dio la dirección y...
No me digas que también te dio la llave. Si es así, creo que voy a tener que hablar con ella seriamente. No me extraña que te haya dicho dónde vivo porque siempre le gustaste mucho, pero darte la llave es demasiado...
—No me dio ninguna llave. Jamás le habría pedido algo así, habría sido demasiado raro. —¿Y no te parece raro colarte en mi apartamento sin una llave? —Mi padre me enseñó a forzar cerraduras cuando era niño. —Vaya —jamás habría imaginado a Joe haciendo algo así. En cuanto sus ojos se acostumbraron a la luz, repararon en la botella de vino y las dos copas que había sobre la mesa—. ¿Y no te dijo que entrar en una casa ajena es ilegal? —No, eso lo aprendí solo. Estoy bastante seguro de que mi padre era ladrón y probablemente siga siéndolo.
Aquello la dejó de piedra. En el instituto, Joe siempre había dicho que su padre era un tipo solitario, pero jamás le había dado tanta información. Seguramente no era algo que dijera a menudo, quizá no lo había dicho nunca. Desde luego no era algo de lo que presumir. Y sin embargo acababa de decírselo a ella, como si hubiera decidido confiarle tan preciada información. Quizá fuera una especie de cumplido...
Pero no pensaba caer en la trampa, pues sin duda eso era lo que tenía en mente. Las velas y el vino transmitían un mensaje inequívoco al que ______ se sentía muy vulnerable, demasiado.
—Debería llamar a la policía. —No lo hagas. —No sé por qué no. No tienes ningún derecho a entrar en mi apartamento y llenarlo todo de velas. —Tienes razón. —Qué poca vergüenza tienes —«y qué músculos». A pesar de la tenue luz, podía ver lo bien que le quedaba la camiseta que llevaba y cómo dejaba adivinar la perfecta forma de sus brazos—. Podría haber aparecido con otro hombre. —No pensé que fuera posible. —¿Qué? ¿Tan extraño te resulta que salga con alguien? —lo cierto era que no lo hacía a menudo. De hecho, últimamente había empezado a pensar que al superar los treinta había perdido todo el deseo sexual, pero Joe se había encargado de demostrarle lo equivocada que estaba. —Estoy seguro de que sales con mucha gente. —Por supuesto. Hay muchos tipos deseando salir conmigo, tantos que he tenido que hacerme una agenda especial en el ordenador. Esta noche podría haber llegado con alguno de ellos y habría resultado muy incómodo encontrarte aquí, con todas las velas encendidas. No sé si me entiendes.
A sus labios se asomó una sonrisa.
Supongo que también las velas son un símbolo fálico.
—Éstas desde luego sí. Míralas, ¡sí incluso son del tamaño y del color adecuados! —había recibido el mensaje subliminal nada más verlas. Eran no sólo eróticas, sino abiertamente sexuales. —Sabía que pensarías eso, por eso las traje. Entonces cayó en la cuenta de que no había llevado sólo las velas, también había llevado la botella de vino, que parecía de primera calidad y desde luego aquellas copas no eran las suyas. —Parece que te has tomado muchas molestias.
Joe no respondió, se limitó a mirarla con aquellos ojos marrones que tenían el poder de derretir todas las barreras con las que ______ intentaba protegerse. Ella respiró hondo. Mary le había aconsejado tomar las riendas del juego, ser mala con él, pero Mary no tenía la menor idea del poder que Joe ejercía sobre ella. ______ temía que si se dejaba llevar, acabaría inmersa en algo que no podría controlar. No, no podía dejarse tentar.
—Siento que te hayas tomado tantas molestias en vano. Voy a tener que pedirte que te vayas, Joe. Se puso en pie y, por un momento, ______ pensó que iba a marcharse de verdad. Pero en lugar de irse, caminó hacia ella hasta quedarse a menos de un metro de distancia. Dios. Aquellos trece años le habían sentado muy bien. Estaba perfectamente en forma.
Hacía trece años no había podido hacer más que imaginarse cómo sería el sexo con él. Ahora tenía más experiencia para alimentar su imaginación, por lo que no tenía que hacer ningún esfuerzo para verse desnudándose frente a él. Tenía que dejar de pensar. Inmediatamente. Pero era más fácil decirlo que hacerlo. Jamás había rechazado a un hombre tan guapo como él, pero tenía que hacerlo por su propio bien. Tenía que ser fuerte.
—No quiero jugar a lo que sea que estás jugando tú.
Siguió mirándola y, cuando por fin habló, su voz sonó más grave y sensual que nunca:
—¿Vas a obligarme a suplicar?
Aquellas palabras provocaron una oleada de deseo. Quizá se había equivocado. Quizá su deseo fuera tan fuerte como el de ella. Y eso resultaba fascinante. ¿Se atrevería a ponerlo a prueba? ¿Sería verdad que podía volverlo loco como había dicho Mary? Sería genial. Finalmente, la idea de tenerlo a su merced resultó demasiado tentadora.
—Sí —el corazón le dio un vuelco al oírse hablar—. Creo que voy a hacerte suplicar. | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 12th 2012, 15:36 | |
| Capítulo Cuatro
Joe ocultó una sonrisa de triunfo para no tentar a la suerte. No le importaba por qué ______ había decidido permitir que se quedara, lo único que lo preocupaba era poner fin a trece años de deseo y frustración. La idea de hacer el amor con ella era tan excitante que a punto estuvo de lanzar un gemido. —¿Por qué no tomamos un poco de ese vino que has traído? —sugirió ella. —Buena idea. Había elegido el mejor vino que había podido encontrar y las copas del cristal más fino y delicado. Quizá resultara ostentoso, pero quería demostrarle que ya no era el muchacho arruinado que tenía que trabajar después de clase en Home Depot, una tienda de bricolaje, para ayudar a su madre y para comprar gasolina para su viejo coche. —Mientras sirves el vino, voy a ponerme algo más cómodo. Casi se le cae la botella de las manos al oír eso. Nunca se habría atrevido a esperar que se mostrara tan dispuesta a cooperar. Aquél estaba resultando ser el mejor plan que había ideado en su vida. Parecía que el allanamiento de morada tenía sus ventajas. Mientras ella se cambiaba no pudo dejar de preguntarse a qué se había referido con «ponerse algo más cómodo» y pasaron por su cabeza miles de imágenes de lencería. De manera inconsciente, se llevó la mano al bolsillo para asegurarse de que los preservativos seguían ahí. Si no quería que al regresar lo encontrara con una erección, más le valía concentrarse en otra cosa, como los muebles. Ya se había fijado en el estilo mexicano de la decoración. No lo sorprendió porque era el mismo estilo que había tenido la casa de sus padres. Lo que no conseguía entender era el empeño de ______ por defender el pequeño edificio de adobe que albergaba a la KRZE. Personalmente, no le veía el menor valor histórico y había muchos otros edificios parecidos e incluso mejores para servir de sede a la emisora. Quizá al acercarse más a ella, mucho más, consiguiera descubrir por qué sentía tal odio hacia su proyecto de construcción. Aunque ése no era el motivo que lo había llevado a colarse en su apartamento, pues habían tenido más que ver las hormonas, sí que sería un beneficio añadido. Y entonces apareció ______ con algo negro y transparente. A Joe lo volvía loco el negro, sobre todo si se lo ponía una mujer morena como _______. El atuendo consistía en unos pantalones anchos que dejaban adivinar el tanga que llevaba debajo y un sujetador también negro apenas cubierto por una estrecha camiseta de tirantes. Joe estaba sudando. A pesar de lo mucho que la deseaba, quedarse allí sentado bebiendo vino iba a ser toda una tortura. Claro que, seguramente, eso era precisamente lo que ella pretendía. Ya le había dicho que quería hacerlo suplicar. Bueno, pues estaba dispuesto a empezar cuanto antes.
Se sentó junto a él en el sofá azul turquesa. Joe agarró ambas copas y le dio una a ella. —Por los viejos amigos. Ella levantó también su copa y dijo: —Por saldar las cuentas pendientes. Quizá después de todo no estuviera tan dispuesta a cooperar. —Sigues enfadada por lo de la noche del baile, ¿verdad? ______ lo miró por encima de la copa y tomó un tragó antes de hablar. —Quería que mi primera vez fuese contigo. Tenía tanta curiosidad, estaba tan ansiosa y tan excitada... pero tú no quisiste. ¿Cómo crees que me sentí? —Mal, pero tenía mis motivos. Yo no... —Unos motivos que, desgraciadamente, no quisiste compartir con una adolescente con el corazón roto. Te alegrará saber que encontré a otro que me ayudara. Vaya, eso era algo de lo que no quería hablar. —Preferiría que no me dieras los detalles —admitió al tiempo que se acercaba a ella un poco más. No creía que hablar de sus otros amantes lo ayudara a seducirla. —Claro que no quieres oírlo —dijo ella, dando otro sorbo de vino—. Pero yo necesito hablar de ello. —¿Por qué? —Eres la única persona en el mundo a la que quería contárselo y, aquí estás, en mi casa. Por supuesto, no tienes que quedarte a escuchar si no quieres, puedes marcharte cuando lo desees —sugirió, enarcando las cejas. —No voy a marcharme —si quería que sufriera un poco, sufriría. La recompensa merecería la pena. —Fue durante el primer año de universidad. Era deportista, un buen tipo aunque algo torpe. Pero cumplió con su misión y, en un abrir y cerrar de ojos, dejé de ser virgen. Ya ves, quería un poco de experiencia sexual —hizo una pausa—. Habría preferido adquirir esa experiencia contigo —añadió suavemente. —Maldita sea, ______, ¡lo sé! Pero no quería que fuera en el asiento trasero de un coche. Merecías algo mejor. —Pues al final fue en una habitación de una fraternidad universitaria, mientras en el piso de abajo hacían una fiesta. Joe cerró los ojos, como si eso pudiera borrar de su mente la imagen de _______ haciendo el amor con un estúpido universitario que seguramente no tenía la menor idea del tesoro que tenía entre manos. —Está claro que cometí un error y lo siento mucho. Debería haber encontrado el modo de pagar una habitación de hotel. —¿Tú también eras virgen? —Sí. Virgen, despistado y asustado por si te defraudaba. —Supongo que ahora ya no serás virgen. —No —pensó en su primera vez, que tampoco había sido especialmente memorable. Desde entonces, se había acostado con algunas mujeres y cada vez que había intentado convencerse de que estaba enamorándose, había acabado dándose cuenta de que no era así. —Me alegro. No querría escandalizarte. De pronto se sentía incómodo. La noche anterior _______ había parecido la misma muchacha inocente y dulce del instituto, pero se había transformado en la mujer atrevida y experimentada que hablaba de sexo por la radio. Era la ______ del cartel. En otro tiempo, los dos habían sido igualmente inexpertos, pero parecía que en esos trece años, ______ había tenido muchos más amantes que él. —¿Has cambiado de opinión, Joe? —en sus ojos había un claro desafío. Joe la miró con aquel atuendo negro y pensó que, si desaprovechaba aquella oportunidad, no podría seguir viviendo consigo mismo. Sería un cobarde si se dejaba intimidar y se marchaba. —No, no ha cambiado de opinión. —Me alegro —apuró la copa y con un gesto le pidió que le sirviera más—. Porque esto me apetece mucho. —Sí —respondió, tratando de que no le temblara el pulso mientras le servía el vino—. A mí también. ¿Cómo es que anoche estabas escuchando mi programa? No podía confesarle que lo oía casi todas las noches. —Iba en el coche y tenía la radio puesta. —¿Ibas solo? —Eh, no, había tenido una cita. ______ dejó el vaso en la mesa. —Por favor, dime que no había una mujer esperándote en el coche mientras tú estabas en la emisora. Si fue así, es que no te conozco nada y esta noche habrá llegado a su fin. —No había nadie en el coche. La había llevado a casa antes de ir a la KRZE. —¿Y es... alguien especial? —No —le encantó ver el modo en que se lo había preguntado. ______ no quería que tuviera novia, igual que él deseaba que ella no tuviera novio. Una vez que superaran todos los rencores del pasado, todo iría bien. Y en cuanto pudiera abrazarla, iría aún mejor. Es un alivio —dijo ella—. No quiero meterme en el territorio de otra mujer. —Yo tampoco querría meterme en el territorio de otro hombre —quería confirmar lo que intuía, que no estaba saliendo con nadie. —No te preocupes, no te meterás en el territorio de nadie. Podría interpretar esa respuesta de dos modos. O tenía vía libre... o no pensaba darle pie a nada. Prefería quedarse con la primera posibilidad. —Muy bien —se dispuso a acercarse un poco más—. ¿Sabes? Estás demasiado lejos. —No te muevas, Miller. Joe frunció el ceño. —¿Qué? —Que te quedes donde estás. Han pasado trece años y quiero que nos conozcamos un poco antes de empezar nada físico. Eso sí que lo sorprendió. —¿Qué? ¿Quieres que salgamos a cenar o algo así? —Ya he cenado, gracias. Pero podemos hablar un poco. —Bueno. Pero anoche en la emisora parecías dispuesta a... —Fue como volver al pasado. Supongo que estaba condicionada a lo que ocurría antes, que me encendía en cuanto me besabas. Por eso reaccioné así, como el perro de Pavlov. Pero hoy hemos empezado de cero. Antes no hablábamos mucho. Joe recordó los cristales de su coche, empañados por sus respiraciones aceleradas, no por la conversación. —Es cierto —cuánto desearía que siguiera con ese comportamiento condicionado en lugar de tratar de reprogramarse. Eso de que se encendía en cuanto la besaba sonaba muy, muy bien. —Hablemos entonces. —¿De qué? —Tengo curiosidad por saber cuánto sabes de sexo. Aquello le cortó la respiración. —No sé muy bien qué quieres decir. Además, me va más la acción que las palabras —el sudor empezaba a caerle por la espalda. Aquella nueva _______ iba acabar matándolo—. Si lo que me pides es que te haga una lista de habilidades, preferiría mostrártelas. —Podría hacerte algunas preguntas. Por ejemplo, ¿cuál es tu manera preferida de hacer que una mujer llegue al orgasmo?
Dios. Sabía que pretendía algo con todo eso, pero no sabía muy bien adónde y eso lo dejaba en desventaja. —Depende de la mujer —dijo por fin. —Buena respuesta —asintió ella—. Eso me gusta. —Y... te gustará aún más —quizá estuviera poniéndolo a prueba. —Mmm —se humedeció los labios con la lengua—. A mí me gusta llegar al orgasmo. Desgraciadamente, una no siempre puede confiar en que los hombres se tomen el tiempo necesario. —Yo sí lo haría —empezaba a excitarse seriamente, quizá fuera eso lo que ella pretendía al comenzar esa conversación—. Dispondrás de todo el tiempo que necesites. Podemos hacerlo despacio o más rápido... lo que más nos guste —y le gustaría empezar inmediatamente. —¿Te gusta el sexo oral? —Sí —si le dejara colocar la cabeza entre sus muslos, pondría fin a la conversación y la sustituiría por gemidos de placer—. Tengo una idea, ¿por qué no seguimos hablando en tu dormitorio? —Todavía no. Primero tengo que estar segura de que llegaré al orgasmo contigo. —Confía en mí. Tendrás tantos cuantos puedas —desde luego él haría todo lo posible para que así fuera, iba a dárselo todo. Todo lo que en ese mismo instante lo apretaba tanto dentro de los calzoncillos. Llevaba demasiada ropa encima. Y ______ también. —No quiero arriesgarme. —Te haré llegar al orgasmo o moriré en el intento —dijo con el pulso acelerado. —Suena un poco exagerado —dejando la copa en la mesa, ______ agarró una de las velas que Joe había llevado con candelabro incluido—. No me gustaría que te sintieras presionado. —No tengo nada en contra de la tensión —la observó sujetando la vela—. Si quieres luz de velas en el dormitorio, podemos llevarlas con el candelabro. Con el tamaño que tienen, no cabrán en cualquier sitio —Lo sé —apagó la llama de un suave soplido—. Sé perfectamente dónde cabría. Le pasó una idea por la cabeza, pero enseguida la descartó. Ella no haría algo así, ¿o sí? —La verdad es que estas velas tienen una forma de lo más interesante —continuó diciendo mientras examinaba el lado inferior de la vela. Joe la miraba boquiabierto. Acariciaba la vela como si se tratara de... no, imposible. Entonces, sin apartar los ojos de él, ______ se metió el extremo inferior de la vela en la boca. Y él sintió un auténtico dolor en la entrepierna. —Me lo merezco por haberlas comprado —consiguió decir con la voz entrecortada—. Y, por si no lo has notado, me estás volviendo loco. ______ se sacó la vela de la boca, húmeda y brillante. —Lo he hecho por mí, no por ti. —Yo no... —volvió a quedarse sin respiración al ver cómo ella se recostaba sobre los almohadones del sofá y abría las piernas. Había pasado por alto un importante detalle de los pantalones. La entrepierna no estaba cosida. Ahora comprendía su diabólico plan, un plan con el que pretendía hacerle perder el control. Y había sido precisamente él el que había llevado las velas. No podía culpar a nadie excepto a sí mismo. —______, por favor... —Relájate, Joe Relájate y disfruta del espectáculo.
El vino servía de ayuda, pero ______ aún no podía creer lo que estaba haciendo. Era como si alguien estuviera diciéndole lo que debía hacer, pidiéndole que fuera mala, lo bastante mala para hacerlo caer rendido a sus pies, como le había sugerido Mary. Y, a juzgar por la expresión de su rostro, estaba a punto de conseguirlo. Mientras, ella también se estaba excitando enormemente. Jamás había sido tan atrevida con ningún hombre. —No soy la muchacha inocente que recordabas, Joe. —No —tenía la voz ronca y apretaba un almohadón entre las manos—. ¿Y se supone que debo quedarme aquí... mirando? —Exactamente. A menos que quieras marcharte. Joe negó con la cabeza. —Entonces, que empiece la fiesta —tenía el tanga empapado. Había empezado a planear todo aquello mientras se cambiaba de ropa. Se había comprado aquel pantalón en un momento de locura, pero nunca se lo había puesto... hasta esa noche. —______, me gustaría que me dejaras... —Te dejo que me mires —apenas reconocía su propia voz, que se había vuelto profunda y sensual; la voz que tendría una mujer masturbándose con una vela del tamaño de un p*@e. Joe emitió una especie de gruñido. —Pon atención —le ordenó sin apartar la mirada de sus ojos mientras introducía un poco más la vela—. Puede que aprendas algo —ella también estaba aprendiendo algo, lo divertido que podía resultar ser mala. Sólo un roce más y estaba a punto de alcanzar el clímax. —Está bien, ya te estoy suplicando. —¿Qué me suplicas? —preguntó sin dejar de mover la vela, pero haciéndolo un poco más despacio para prolongar el placer de ver a Joe completamente a su merced. —No termines así —le imploró con los ojos brillantes—. Déjame que yo te toque... por favor —se movió hacia ella. —No. Quédate ahí. —¡Quiero hacerte disfrutar! Empezaban a temblarle las piernas. —Pero esto es satisfacción garantizada. —¡Y yo también! —No lo sé —comenzó a mover la vela más y más rápido.
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| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 12th 2012, 15:37 | |
| Chicas espero DISFRUTEN MUCHO el cap C: | |
| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 12th 2012, 22:39 | |
| eres crueeel!!!!! como la dejas asi?? SIGUELA PRONTOOO | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 13th 2012, 07:08 | |
| que cruel jopeeeee siguelaaa | |
| | | PidgeJonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1666 Edad : 32 Fecha de inscripción : 23/04/2012
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 13th 2012, 12:29 | |
| SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA | |
| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 13th 2012, 21:37 | |
| vaaamos siguelaaaaaaaaaaaaaa | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 15th 2012, 15:58 | |
| —Vamos, _______... no lo hagas. —Estoy a punto, Joe —susurró entre gemidos y espasmos de placer—. Y es... maravilloso. Se dejó caer sobre los almohadones y después lo miró con los ojos entreabiertos. Estaba destrozado. Por un momento sintió lástima por él y pensó en invitarlo a su dormitorio. Pero entonces recordó que se había colado en su apartamento con la intención de seducirla con vino y velas. Quizá hubiera funcionado con la antigua _______. Si ahora se lo llevaba al dormitorio, echaría a perder todo lo conseguido. Una chica mala no debía ponerle las cosas tan fáciles. —¿Y ahora qué? —preguntó él. —Podemos vernos mañana. —¿Me estás diciendo que me vaya? —dijo anonadado. —Han pasado muchos años, Joe. Necesitamos tiempo para... —¿Para que vea cómo te masturbas? Es ridículo. —No tienes por qué volver mañana si no quieres. —Puede que no lo haga. —Como quieras. Pero si decides venir, hazlo a las seis. Habrá algo de comer y algo... interesante. —Supongo que plátanos y pepinos —dijo con sarcasmo y frustración. —Seguro que se me ocurre algo más creativo. —No lo dudo —se quedó observándola unos segundos—. No sé qué hacer contigo, _______. Pensé que simplemente podríamos disfrutar juntos del sexo. —No es tan sencillo. De todos modos, si decides venir mañana, te prometo algo. —¿El qué? —preguntó con desconfianza. ________ sonrió. —Que no serás un mero espectador. | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 15th 2012, 15:58 | |
| Capítulo 5
Joe no le dio una respuesta firme a ______ sobre si acudiría a su apartamento el domingo por la noche, pero había algo que desde luego sí tenía muy firme. La erección que le había provocado y que continuó martirizándolo de camino a su casa parecía no querer desaparecer. Y no era de extrañar porque no podía borrar de su mente la imagen de _______ masturbándose frente a él. Así que, una vez en la intimidad de su ducha, se encargó de la situación, pero aun así, seguía deseando a _______.
Y volvería al día siguiente. Por mucho que deseara mantenerse alejado y recuperar su orgullo, sabía que no podía. Lo tenía totalmente atrapado.
Además, al día siguiente sería diferente. Ella misma lo había dicho y, aunque los planes de _______ no incluyeran la participación de Joe, él se encargaría de tomar partido en todo lo que sucediese. No soportaría otra sesión de espectador mientras ella alcanzaba sola el orgasmo. No obstante, debía admitir que jamás había estado tan excitado en toda su vida, lo cual prometía mucho más placer cuando por fin consiguiera estar con ella realmente. La espera y la frustración aseguraban una recompensa memorable. Así que quizá la estrategia de _______ no fuera tan mala. Pero sólo por una vez. O participaban ambos de la fiesta al día siguiente o él se largaba.
El domingo, ______ despertó al amanecer llena de energía a pesar de no haber dormido demasiado bien. Lo primero que hizo fue acercarse al salón para comprobar que la visita de Joe no había sido un sueño. Pero allí estaban las velas del tamaño de un p*@e que daban fe de que efectivamente había estado allí... y ella había sido muy mala.
Después de ponerse la ropa de deporte se dirigió al Cañón Sabino, donde había quedado con Cheryl para correr un poco. El ejercicio le iría muy bien para gastar el exceso de energía. Como de costumbre, su amiga llegó tarde, pero a _______ no le importó porque pudo disfrutar de un momento de silencio en medio de la naturaleza, cosa que sería imposible con Cheryl. En cuanto apareció, se pusieron a correr. _______ no sabía muy bien si quería contarle todo lo sucedido la noche anterior, así que agradeció que fuera Cheryl la que hablara. Y habló prácticamente de todo; empezó con una disertación sobre lo importante que era dormir suficiente y acabó con una diatriba acerca de la falta de productividad que la llevó a mencionar una lista detallada de los mejores lugares para darse un masaje en la ciudad.
Entonces, y de manera totalmente inesperada, le preguntó algo:
—¿Has sabido algo de Joe?
—Eh... sí —consiguió decir ______, sorprendida—. Él... estaba en mi apartamento cuando llegué anoche.
—¿Qué? —Cheryl se detuvo en seco—. ¿Qué quieres decir con que estaba en tu apartamento? ¿Es que te dejaste una ventana abierta?
—No... en realidad él... forzó la cerradura.
Cheryl la miró boquiabierta.
—¿Joe? ¿El Joe que yo conozco?
_______ le contó la historia de su padre y Cheryl la escuchó en absoluto silencio. Después le contó también que había llevado velas y vino y, cuando no supo si quería contarle algo más, sugirió que siguieran corriendo. Cheryl aceptó la sugerencia, pero siguió mirándola de vez en cuando y negando con la cabeza.
—Sigo sin poder imaginarme a Joe forzando una cerradura. Es una locura.
—Supongo que creyó que si llamaba a la puerta como una persona normal, no lo invitaría a pasar.
—Y decidió presentarse allí dispuesto a seducirte. Por cierto, ¿lo consiguió?
—No exactamente —_______ notó cómo se le sonrojaban las mejillas, y no era por el ejercicio—. La verdad es que lo torturé un poco; fingí que iba a seguirle el juego, pero luego... no lo hice.
—¡Bien hecho! Seguro que así se dio cuenta de que no podía presentarse allí y pretender llevarte a la cama como si no hubieran pasado trece años. Después de todo lo que ha pasado entre vosotros, por mucho que te guste ese tipo, tienes que tener mucho cuidado con él. Bueno, ¿y ahora qué?
—Lo mandé a casa excitado y enfadado y le dije que volviera esta noche si le apetecía.
Cheryl soltó una carcajada.
—¡Eres muy mala! Es genial. ¿Vas a seguir haciéndolo esperar o vas a darle lo que te pide esta noche?
«Buena pregunta».
—Ni siquiera sé si debería dárselo en algún momento.
—Claro que deberías, en cuanto lo hayas convertido en un esclavo ansioso por aceptar cualquier cosa que quieras darle. Sabrás cuándo ha llegado el momento. Pero ahora necesitas una recompensa por todo lo que te ha hecho sufrir.
—Estamos dando por hecho que vendrá.
—Claro que irá.
—Le dije que habría algo de comer y yo soy un desastre cocinando. ¿Qué hago?
—Prepara una fondue. Es algo muy rico y luego siempre se pueden hacer cosas interesantes con la comida.
—Mmm... sexo culinario —_______ volvió a excitarse sólo con pensar en la posibilidad.
—¿Lo ves? Sabía que podías ser una chica muy mala.
Joe pasó casi todo el día haciendo trekking en Santa Catalina con Gabe Sánchez. Con los años, entre ellos había surgido una relación que iba más allá de la que solía haber entre un empleado y su jefe; además, a ambos les encantaba caminar por el monte y no les importaba que la conversación se redujera a lo mínimo. Y Joe esperaba que siguiera siendo así porque no quería que Gabe le preguntara qué tal había ido la cita con Suzanne, ya que la había organizado él. Pero no hubo suerte. El tema surgió en el primer descanso.
—No has comentado nada, así que supongo que la noche del viernes fue un desastre.
—Más o menos —«excepto por lo que ocurrió después».
—No lo entiendo. Es guapa e inteligente, yo mismo saldría con ella si no estuviera casado. ¿Hizo algo que no te gustara?
—No —prefirió no decirle que su risa lo irritaba enormemente—. Simplemente no conectamos.
—Es una lástima. Con todos los problemas que estás teniendo con este proyecto, te vendría bien un desahogo. Y más ahora con esa locutora loca atacándote sin parar.
—Sí —Joe apartó la mirada para que su amigo no viera su reacción al oír mencionar a _______—. Sí que está loca.
—Y... ¿has oído algo sobre el programa del viernes?
—Sí —bebió un trago de agua para intentar mantener la calma. Hablar de _______ lo hacía pensar en lo que pasaría esa misma noche, y eso lo ponía muy nervioso.
—Tanya y yo solíamos escucharlo, pero no vamos a volver a hacerlo después de cómo te insultó el viernes.
—Quizá sólo estuviera insultando al arquitecto.
—Puede ser. Supongo que se refería a cualquiera relacionado con la construcción de un rascacielos, pero en mi caso es mentira —matizó con una sonrisa—. Al menos eso me ha dicho Tanya.
Joe se echó a reír.
—Lo mejor es no tomarse en serio todas esas tonterías.
—Tienes razón. De todos modos, estaría bien que tuvieras la oportunidad de demostrarle a esa ______ que su teoría es una patraña. Ya me entiendes.
—Desde luego —eso precisamente era lo que pensaba hacer en unas horas.
—Ya sé que no querrías acostarte con una listilla así, pero podrías hacerle tragar sus palabras, ¿verdad?
Estaba completamente de acuerdo. | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 15th 2012, 15:59 | |
| hola chicas aqui le dejos cap espero el viernes poder subir bueno eso chicas espero les guste | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 16th 2012, 06:58 | |
| siguelaa por fiii me encantaaaa pleaseee siguelaaa | |
| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Agosto 17th 2012, 10:15 | |
| ahhh ya quero saber q va a pasar!!! siguela profaaa | |
| | | | Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA | |
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