|
| Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA | |
|
+13k2naticajb Gabrielaoviedom16 VickySantos27 evelyn alejandra PidgeJonas #JonasB. Tatu d'Jonas jonatik4everrr Beautiful-NO-Tamed. FerJonas12 kelilovejoe IrennIsDreaMy cami-camila 17 participantes | |
Autor | Mensaje |
---|
Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 8th 2012, 20:40 | |
| jsdhoiash me encanto!!!! siguela porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa | |
| | | BETTY DE JONAS Novia De..
Cantidad de envíos : 613 Edad : 30 Localización : Con los jonas :) (en un cuarto AMANDONOS) Fecha de inscripción : 01/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 10th 2012, 19:06 | |
| Nueva lectora !!! Por dios tu nove es tan... tan HOT!!!!! Pero me encanta Esas partes en las que ________ hace sufrir a Joe exitándolo y luego enviándolo a casa....pobrecito Pero ya obtuvo su recompensa por ser paciente y esperar... Pero aunque los dos están pasando un buen rato juntos no pueden evitar dos temas... 1 Lo que siente el uno por el otro... 2 Y el tema de la construcción del edificio de Joe... Qué dilema Plis tienes que seguirla!!!! | |
| | | ro$$ 100% fan$ griton@ Casada Con
Cantidad de envíos : 1282 Edad : 29 Localización : Venezuela Wants Jonas Brothers Fecha de inscripción : 21/01/2010
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 10th 2012, 23:44 | |
| jajajajajajajajajajaja pobre vigilante jajajajaaj como ha sido engañado bueno siguela porfissssss | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 11th 2012, 14:07 | |
| Capítulo 16
—Ha sido muy divertido —dijo ______ mientras se abrochaba el sujetador bajo la blusa.
—Sí. Y eso me sorprende mucho —Joe hizo lo propio con sus pantalones—. Para ser un hombre al que no le gustaba hacerlo en los coches, me estoy aficionando mucho.
—Puede que al negártelo tanto de adolescente hayas creado una especie de adicción de adulto.
—No sé, pero seguro que podrías encontrar a alguien que haya escrito un libro sobre el tema.
—¿Eso es un chiste? —Joe negó la cabeza con gesto inocente, pero ______ no se dejó engañar—. Claro que lo era, pero no voy a tomármelo en serio porque me has dado una idea para el programa. Voy a dedicar un programa al sexo en los coches.
—Suena bien —dijo él, abriendo la puerta del coche con las bolsas en la mano—. Hazlo cuanto antes.
_______ también salió del coche después de meter las braguitas en el bolso y se dirigieron hacia las escaleras que los llevarían al segundo piso.
—¿Lo dices para que no siga hablando de tu edificio o del mundo de la construcción?
—Exacto.
—Parece que estás más preocupado de lo que estás dispuesto a admitir.
—No me preocupa que tu programa consiga que se pare la construcción, si es eso lo que quieres decir.
Con sólo verlo con aquellas bolsas en la mano y recordar lo que contenían, _______ volvía a sentirse excitada. Quizá estuvieran hablando del conflicto que los enfrentaba, pero sus cuerpos hablaban un lenguaje diferente.
—Pues debería preocuparte porque el director de la emisora me apoya, lo que quiere decir que cree que podemos ganar.
—Se equivoca.
A pesa de estar a punto de empezar una discusión, la voz de Joe parecía acariciarla, podía sentirlo respirar a su espalda. Pronto estarían dentro del apartamento... Miró hacia atrás.
—Y si crees que se equivoca, ¿por qué te importa tanto lo que diga en el programa?
—Porque pones furiosos a mis trabajadores. Si me vieran contigo, pensarían que soy el peor traidor de la historia.
Llegaron a la puerta del apartamento, pero antes de sacar la llave, _______ se detuvo a mirarlo una vez más. Se moría de ganas de estar con él ahí dentro, pero antes debían dejar algo claro.
—Joe, no voy a abandonar la campaña. Así que si pretendes convencerme de que lo haga...
—Ya te he dicho que el capataz vio tu coche en mi casa anoche. Fue a verme porque yo le había dicho que iba a comer contigo y que intentaría convencerte para que dejaras de atacarnos.
—Espera un momento, pensé que habíamos acordado que no utilizaríamos el sexo para hacer que el otro cambiara de opinión.
—Y así es, pero Gabe no lo sabía. Yo he cumplido con lo que he acordado, pero al ver que la comida duraba tanto, Gabe creyó que había conseguido algo.
A pesar de la tensión, aquello la hizo sonreír.
—Claro que conseguiste algo —darle dos orgasmos increíbles en la cima del monte.
—Dios —dijo Joe entre dientes—. ¿Qué clase de situación es ésta? Me estás haciendo la vida imposible y aun así te deseo tanto que ni siquiera puedo pensar con claridad. Ahora mismo, lo único que quiero es entrar ahí y arrancarte la ropa.
_______ notó automáticamente cómo se le humedecía la cara interna de los muslos.
—Siento mucho la situación en la que te encuentras con tus trabajadores, pero no voy a cambiar de opinión en cuanto a la campaña.
—Lo sé.
—¿Entonces? —el corazón estaba a punto de salírsele del pecho. Joe tenía que decidirse entre entrar con ella en el apartamento y disfrutar del mejor sexo del mundo o elegir su reputación y no ponerla en peligro por ella.
A pesar de todo lo que había comprado y de lo que acababa de suceder en el coche, _______ no tenía la menor idea de qué decidiría. Aún no sabía qué posición ocupaba entre sus prioridades y eso la hacía muy vulnerable.
Tenía los ojos encendidos, pero seguía aferrado al pasamanos de la escalera como para contenerse de acercarse más a ella. Entonces respiró hondo y lo soltó.
—Abre esa maldita puerta, ________.
Cualquier hombre un poco más fuerte se habría ido, pero Joe no era ese hombre. Quizá creyera que si acostaban juntos las veces suficientes todo saldría bien, o que si le hacía el amor una y otra vez, ________ no acabaría abandonándolo cuando tuviera que construir ese aparcamiento en el terreno que ocupaba ahora la casa de su abuela. O quizá simplemente era el deseo, que le nublaba la razón. Ésa era la forma más lógica de explicar por qué atravesó el umbral de aquella puerta y, nada más hacerlo, tiró a un lado las bolsas y estrechó a ________ en sus brazos.
Con una urgencia que jamás había sentido, la puso de espaldas a la pared y le subió la falda hasta la cintura para poder deleitarse en esa humedad que lo volvía loco. Mientras la tocaba y la llevaba hasta el orgasmo una vez más, sus bocas se devoraban mutuamente. No pudo dejar que lo llevara hasta el dormitorio, tenía que hacerla suya allí mismo, conducirla hasta el éxtasis una vez más. Y cuando lo hizo, Joe cerró los ojos y se concentró en las sensaciones que le transmitían los temblores de su cuerpo. No necesitaba esposas ni vídeos pornográficos, lo único que quería era tener a ________ en sus brazos y hacer el amor con ella el resto de su vida. Darse cuenta de ello lo dejó perplejo.
En el fondo seguramente ya lo sabía de antes, pero no había querido analizar lo que sentía por ella hasta ese momento. Muchas cosas habían cambiado desde el viernes y ahora incluso podía acariciar la idea de pasar la vida amando a ________. Sabía que no sería fácil conseguirlo, pero las mejores cosas de la vida nunca lo eran.
________ estaba cumpliendo a rajatabla su plan de disfrutar de todo el sexo y de todos los orgasmos que Joe quisiera regalarle. Después de deshacerse en sus dedos en el vestíbulo del apartamento, ________ lo condujo hasta el dormitorio, donde se habían desnudado a toda prisa.
Ya estaban sus cuerpos entrelazados sobre la cama cuando ________ se dio cuenta de que aquélla era la primera vez que Joe estaba en su dormitorio, que era su lugar más privado, adonde no solía invitar a muchos hombres. La sensación de que al haberlo dejado entrar allí había perdido la poca protección que le quedaba contra él le hizo pedirle las esposas entre besos. Necesitaba sentir que era ella la que controlaba la situación.
Joe trató de convencerla de que no necesitaba esposarlo, pues de todos modos haría lo que ella quisiera, pero ella insistió y él no pudo negarse. ________ no aguantaba más la excitación. Con aquel hombre estaba haciendo realidad fantasías sobre las que tan sólo había hablado en el programa. Y en el fondo sabía que todo ello era gracias a que Joe confiaba en ella ciegamente.
Era ella la que seguía desconfiando y jamás bajaba la guardia del todo para que él no le rompiera el corazón, pero lo cierto era que Joe no le había dado motivo alguno para pensar que fuera a hacerlo. Quizá había llegado el momento de dejar atrás todos esos miedos irracionales y considerar la idea de que quizá él la deseara tanto como ella a él.
Se apartó de él con un beso y fue hasta la bolsa que contenía las esposas. Las sacó con mano temblorosa, pues estaba a punto de dar un paso que la aterraba. Volvió a la cama bajo la atenta mirada de Joe y le tendió las esposas.
—Puedes ponérmelas si quieres.
Joe se dio cuenta enseguida de que algo acababa de cambiar con aquel ofrecimiento. Al principio había pensado que aquellas esposas serían parte de un juego con el que pretendía volver loca de deseo a _______, tanto que acabara mordiéndolo. No se le había ocurrido que dichas esposas pudieran representar una pérdida de control. Lo había sentido en cuanto ella había propuesto ponérselas a él, y su primera reacción había sido la de siempre; asustarse. Después había llegado a la conclusión de que, por algún motivo, ________ necesitaba ejercer ese tipo de control sobre él y entonces ya no le había importado hacerlo. Ya era la dueña absoluta de su corazón, ¿por qué no dejar que lo fuera también de su cuerpo?
Sin embargo ahora ________ estaba renunciando a esa oportunidad. Y, lo que era más importante, estaba cediéndosela a él. Quizá ese muro tras el que ________ se había escondido desde el principio estuviera a punto de caer por fin. De pronto se le pasó por la cabeza que lo de pedirle que le vendara los ojos no había sido un juego erótico, sino otra manera de esconderse de él.
Por el modo en el que temblaba mientras esperaba a que le pusiera las esposas, Joe supo que para ella también iba a ser la primera vez que utilizaba unas esposas. Así que al menos en algo Joe iba a ser el primero y, si sueño se hacía realidad, también sería el último.
Sentado junto a ella, resistió la tentación de preguntarle si realmente quería hacerlo. No sabía para qué utilizarían otros hombres un juguete erótico como ése, lo que sí sabía era que él iba a utilizarlo para demostrarle a _______ que podía confiar en que él jamás abusaría del poder que ella le concedía. Lo utilizaría para acercarse a ella más que nunca.
—Túmbate —le susurró suavemente.
Ella lo hizo sin apartar la mirada de las esposas. Ambos estaban nerviosos, pero en el amor había que arriesgarse y eso era precisamente lo que estaba en juego en aquel momento aunque ________ aún no lo supiese.
Antes de esposarla al cabecero de la cama, observó su cuerpo sonrojado por la excitación. Una excitación que ahora estaba unida al miedo. Pero ese miedo desaparecería en cuando Joe se ganase su confianza.
Por fin le puso las esposas y se quedó observándola un poco más. Quería que ambos recordaran el placer de aquella experiencia, de aquella unión de sus cuerpos y sus almas que perduraría el resto de sus vidas.
—Joe —dijo ella con la respiración acelerada—. ¿Qué haces?
—Te miro, ________ —se moría de ganas de tocarla, pero no quería apresurarse como había hecho tantas veces con ella—. Sólo te miro.
| |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 11th 2012, 14:09 | |
| | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 11th 2012, 14:11 | |
| Capítulo 17
Debería haber sentido vergüenza de que Joe la observara tan detenidamente, pero lo que sentía _______ en aquel momento era el calor que desprendía su mirada. Un calor que la hacía sentirse como una diosa, una diosa que deseaba ser adorada por aquellas manos y aquella boca. Se moría por sentirlo en su cuerpo, pero no podía tirar de él. Estaba completamente indefensa.
Al principio la había asustado encontrarse en esa situación, y no porque pensara que Joe le haría daño, sabía que él jamás haría algo así. Lo que le había dado miedo había sido perder el control ante él. Después él había comenzado a mirarla y _______ había descubierto por qué le había entregado el control; había sido una especie de regalo que sólo ella podía hacerle. El regalo más precioso que pudiera ofrecerle.
—Eres tan bella... —susurró mientras empezaba a acariciarla muy despacio, partiendo de la boca—. A los dieciocho eras guapa, pero ahora... ahora eres el tipo de mujer que podría hacer que cualquier hombre se arrodillara ante ella.
Lo que quería decir que había vuelto a ganar. A pesar de estar totalmente inmovilizada, Jeoe se había rendido ante ella. Y sin embargo ya no le importaba.
—Yo no quiero que te arrodilles ante mí.
—¿Qué es lo que quieres? —le preguntó al tiempo que paseaba la mano por su cuello.
«Tu amor». Pero no tenía el valor suficiente para decirlo.
—Un intercambio de concesiones de igual a igual.
Una sonrisa curvó sus labios.
—¿Quieres ponerme las esposas tú a mí? —fue bajando la mano hasta el pecho para comenzar a jugar con su pezón.
—Puede ser —_______ comenzó a sentir escalofríos. Siempre le habían gustado las manos de Joe.
—Dejaré que lo hagas si tú quieres.
—Te creo —tuvo que respirar hondo cuando su mano comenzó a bajar por su vientre—. Pero no me refería a eso. Lo que quería decir...
—Sé lo que querías decir —acarició el vello que le cubría el pubis humedecido por la excitación—. Un intercambio sincero. Sin miedo a decir cuánto nos deseamos el uno al otro.
_______ tragó saliva.
—Libres de quererlo todo.
—Sin reprimirnos —murmuró él.
—Sin reprimirnos —gimió en cuanto él hundió los dedos en su v@$*%a.
—Todo vale —retiró la mano y se la llevó a la boca.
—Exacto.
—Ahora quiero sentir el sabor de tu piel —anunció junto antes de recorrer su cuerpo entero con la lengua—. Quiero sumergirme en ti. Quiero conocerte a fondo, _______.
—Sí —susurró ella, reuniendo el valor necesario para mirarlo a los ojos; y la luz que encontró en ellos le cortó la respiración.
Sus bocas se unieron en un beso diferente a todos los anteriores. En los labios de Joe había una intensidad que jamás había sentido antes. No sólo la estaba besando, sentía que estaba haciéndola suya. Debería haberse horrorizado por el sentido de posesión que le transmitía aquel beso, y sin embargo estaba emocionada. Un instinto primitivo se había apoderado de ella, estaba desesperada por unirse a él.
Siguiendo ese mismo instinto, Katie le mordió el labio inferior. Él levantó la mirada.
—Me has mordido.
—¿Te he hecho daño? Yo...
—Me has mordido —parecía entusiasmado—. Es maravilloso.
—¿Sí?
—Claro. Pero ahora me toca a mí.
Siguió besándole todo el cuerpo y dándole pequeños mordiscos que la dejaron gimiendo y jadeando. Si no la penetraba pronto, se volvería loca.
Sin darse cuenta, había empezado a suplicarle. Joe no quiso hacerla esperar y le quitó las esposas.
—No era eso lo que quería —dijo ella con la respiración entrecortada—. Te quiero dentro de mí ahora.
—Lo sé, pero quiero que estés completamente libre para que puedas participar —se levantó de la cama y, al segundo siguiente, _______ oyó el sonido del látex.
Pronto lo tuvo dentro como quería y pudo respirar aliviada.
—Te necesito, Joe. Te necesito justo ahí.
—Y yo necesito estar ahí, _______.
Sus miradas volvieron a unirse. Ambos sabían que algo había cambiado entre ellos esa noche. Se había acabado el juego. Lo que estaba sucediendo era real. Las palabras dejaron de ser necesarias. Joe se movía dentro de ella con la seguridad que le daba saber que aquél era su sitio y _______ supo que ningún hombre podría ser nunca lo que Joe era para ella. Y cuando ya estaban rozando el clímax, todas las razones por las que no debían estar juntos desaparecieron por completo. Aquello ya no era sólo sexo. Era amor.
Joe estaba conmovido por la intensidad de lo que acababan de compartir y, a juzgar por el silencio de ______, ella sentía lo mismo. Había cosas que debían solucionar, pero aquél no era el momento de hacerlo. Como no quería romper la magia y la perfección del momento, Joe decidió que era mejor separarse en aquel momento y estar un tiempo solos para asimilar lo sucedido. Así se lo explicó a _______ y ella estuvo completamente de acuerdo.
—Pero podemos cenar juntos mañana si te apetece —le propuso antes de levantarse.
—¿Una cita?
—Con restaurante de lujo, cenas y todo lo que haga falta.
—Encantada.
—Muy bien, entonces te recogeré a las seis.
—Te estaré esperando.
Unos minutos después, salió de su aparcamiento. La vida era maravillosa. Estaba loco por una mujer que estaba loca por él. Todavía no habían hablado de compromiso, pero lo harían al día siguiente.
Ya en el aparcamiento, volvió a encontrarse con Ted y, después de pedirle que no le contara a nadie lo que ambos sabían que había entre _______ y él, se encontró diciéndole que iba a casarse con ella. Tras dejarse llevar por ese impulso provocado por la euforia, tuvo que pedirle al vigilante que no felicitara a _______ porque todavía no lo sabía nadie. Ted lo comprendió sin problema y se despidió de él diciéndole que era un tipo con suerte.
Sin duda lo era. Ahora tendría que hacer algo porque acababa de anunciar que iban a casarse sin que ni siquiera la novia lo supiera; de hecho tampoco él lo había decidido conscientemente.
_______ tenía la sensación de estar sufriendo de doble personalidad. Una de sus personalidades se estaba enamorando de Joe y estaba encantada, mientras que la otra seguía buscando todas las maneras posibles de frenar la obra del edificio que Joe estaba construyendo con tanta ilusión.
Lo primero que comprobó al día siguiente al llegar a la emisora para reunirse con Edgecomb fue que el número de manifestantes seguía yendo en aumento. Cada vez veía más cerca la victoria, y había empezado a creer que Joe no le guardaría rencor por ello, sobre todo después del vínculo que había surgido entre ellos la noche anterior. Todo eso hizo que cruzara el vestíbulo de la estación con enorme optimismo.
—¡Hola, Ava! —saludó con una enorme sonrisa—. Parece que cada vez tenemos más seguidores.
—No creo que importe.
—Claro que importa.
—¿Es que Edgecomb no te dijo para qué quería reunirse contigo?
—Di por hecho que sería para felicitarme por el aumento de audiencia —respondió _______ con repentina inquietud.
—Deberías ir a verlo cuanto antes. Escucha, esta noche no tengo clase, así que si quieres ir a tomar unos margaritas después de hablar con él, estaré encantada.
—Ava, me estás asustando. ¿Tan malas son las noticias?
—Ve a verlo.
Mientras recorría el pasillo, _______ intentaba adivinar qué había ocurrido. Hacía tan sólo dos días, su jefe la había animado a seguir adelante con la campaña y, desde entonces, los resultados habían sido magníficos. Aquello no tenía sentido.
Encontró a Edgecomb concentrado en unos documentos de los que ni siquiera apartó la mirada para saludarla, sólo le pidió que se sentara y esperara unos segundos.
—_______ —le dijo por fin después de un par de minutos de tensa espera—. Los propietarios están muy contentos contigo. Incluso me han autorizado para que te ofrezca más dinero. A todo el mundo le viene bien siempre un poco más de dinero, ¿no te parece? —preguntó con sonrisa forzada.
—Desde luego yo no lo voy a rechazar. ¿Para eso quería verme? —tenía que haber algo más. Ava no habría estado tan circunspecta por un aumento de sueldo.
—No, quería decirte que gracias a tu campaña, han podido pedir un precio mucho más alto por la propiedad. Y esta mañana se lo han dado.
______ lo miró, muda por la sorpresa. Quizá lo había entendido mal.
—No comprendo. Pensé que habían decidido no vender.
—Ya han vendido, _______.
La cabeza le daba vueltas.
—¿Han vendido? Se suponía que se habían comprometido a conservar el inmueble.
—No, apoyaron tu programa porque se dieron cuenta de que así podrían subir el precio. Las negociaciones han seguido adelante desde la semana pasada hasta esta mañana, cuando Livingston Development ofreció una importante cantidad si prometían hacerte callar. Y los propietarios aceptaron la oferta.
Se quedó paralizada. No podía creerlo. No era sólo que hubiera perdido, lo peor era que ni siquiera había supuesto nunca ningún tipo de amenaza para el proyecto.
—Hemos encontrado una sede nueva en la calle Main, la emisora se trasladará allí dentro de dos semanas. El equipo de demolición tiene que empezar cuanto antes.
—Equipo de demolición —repitió como un robot.
—Sí. Construcciones Miller va a hacerse cargo de todo. Parece ser que Miller firmó el contrato esta misma mañana, cuando ni siquiera se habían secado las firmas de la venta de la emisora.
La había traicionado. El mismo hombre que había traspasado todas sus defensas y había conseguido que confiara en él más que ningún otro, la había traicionado. No creía que hubiera tequila suficiente para curar el dolor que sentía. Pero iba a intentarlo de todos modos.
| |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 11th 2012, 14:14 | |
| BUENO CHICAS AQUI LE PUSE DOS CAP Y LES QUIERO DECIR QUE SOLO QUEDAN TRES CAPITULOS PARA QUE ACABE LA NOVE
COMENTEN | |
| | | BETTY DE JONAS Novia De..
Cantidad de envíos : 613 Edad : 30 Localización : Con los jonas :) (en un cuarto AMANDONOS) Fecha de inscripción : 01/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 11th 2012, 19:39 | |
| OH POR DIOS!!!!! Qué horrible!!!! Pero tiene que haber una explicación para esto... O al menos eso es lo que yo creo Ojalá que Joe consiga hablar pronto con _________ Plis tienes que seguirla... La nove se pone cada vez mejor | |
| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 12th 2012, 00:36 | |
| oh dios, como rayita puede pensar eso :S tienes q seguirla pronto!!! | |
| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 12th 2012, 20:58 | |
| Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!
By Niinoo | |
| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 13th 2012, 21:10 | |
| | |
| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 13th 2012, 21:14 | |
| Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!
By Niinoo | |
| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 14th 2012, 23:38 | |
| | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 14th 2012, 23:42 | |
| Capítulo 18
Joe había tenido una mañana de locura. Afortunadamente, a alguien de Livingston Development se le había ocurrido dejarle un mensaje para informarlo de que habían cerrado el trato con la KRZE, por lo que Joe había podido ponerse inmediatamente en contacto con la empresa y concursar para el trabajo de demolición. Había ofrecido hacer el trabajo por un precio ridículo, por eso Livingston había contratado sus servicios en lugar de los de cualquier otra empresa.
Sin duda habían pensado que había perdido la cabeza, pero no tenían la menor idea de lo loco que estaba realmente. El trabajo iba a costar mucho más de lo que iban a pagarle, pero no le importaba. El dinero era lo que menos lo preocupaba en ese momento.
Ahora debía encontrar a _______. Le había dejado varios mensajes en el teléfono móvil, pero o no los había escuchado, o no quería hablar con él. Si se había enterado de la venta de la emisora, seguramente no querría hablar con él por teléfono. Y si se había enterado de que él se había hecho con el contrato de la demolición, quizá no quisiera hablar con él, ni por teléfono ni de ningún otro modo.
Joe no había querido contarle su plan hasta saber que podría funcionar. Se le había ocurrido esa misma mañana mientras se duchaba, momento en el que siempre tenía las ideas más brillantes. Por desgracia, no había tenido tiempo de investigar las opciones antes de solicitar el contrato, había tenido que informarse después de haberlo conseguido.
De acuerdo con lo que había descubierto, sabía que había una posibilidad de que las cosas salieran bien, así que ya podía contárselo a _______. Había llamado a la emisora, pero no estaba allí y tampoco estaba Ava, la recepcionista punk. Joe intuía que quizá estuvieran juntas, pero no sabía dónde.
O quizá sí. Puso el coche en marcha en dirección a Jose's. Dadas las circunstancias, no le extrañaría que ________ estuviera allí ahogando sus penas en margaritas. Al fin y al cabo, ella pensaba que la casa de su abuela pronto sería pasto de las excavadoras. Joe no podía garantizarle que no fuera a ser así, pero sí podía asegurarle que iba a hacer todo lo que estuviera en su mano para impedirlo.
________ iba por el segundo margarita y no había empezado a encontrarse mejor. Había creído que a esas alturas, todo habría empezado a darle igual, pero lo que estaba ocurriendo era que cada vez estaba más furiosa. Podría haber asimilado la decepción de que vendieran la emisora; quizá no de inmediato, pero sí con el tiempo, sobre todo con la ayuda de la ilusión de estar empezando algo con Joe.
Pero Joe, ese granuja, no había perdido el tiempo ante la posibilidad de hacerse con el contrato de demolición de la casa. Y, al hacerlo, se había ganado una venganza. _______ y Ava estaban muy ocupadas ideando el mejor modo de hacerlo sufrir.
—¿Recuerdas esa vieja película de Dolly Parton, De nueve a cinco? —le preguntó ________ a la becaria—. Olvídalo, tú ni siquiera habías nacido cuando se estrenó.
—No, pero la he visto en vídeo —Ava parecía ansiosa de formar parte de aquel complot—. Recuerdo que ataban al jefe y lo encerraban en una habitación.
—Exacto —el problema era que eso le hizo recordar las esposas que ella misma había llevado la noche anterior, y no quería pensar en eso. Nunca más—. No, no es lo bastante malo para él. Tenemos que encontrar algo peor.
—¿Qué te parece si le echamos arena en el depósito del coche?
—No está mal.
En ese momento, se unió a ellas Cheryl, que saludó a ________ con un fuerte abrazo.
—¡Lo siento mucho, querida! Jamás pensé que resultara ser tan cretino —le dijo con dulzura.
—Estamos ideando una venganza —informó Ava.
—Me apunto. Una cosa era que su empresa acabara construyendo ese aparcamiento, pero no puedo creer que solicitase el contrato de demolición. Joe sabía que ésa era la casa de tu abuela. No puedo creer que lo hiciera sabiendo que...
—¿Es la casa de tu abuela? —preguntó Ava con sorpresa.
—Sí —fue Cheryl la que contestó—. Solíamos ir mucho por allí a jugar cuando éramos pequeñas. Recuerdo los suelos de baldosas y...
—¿Qué os parece si lo enterramos en un hormiguero?—________ no quería hablar de aquella casa—. Le dejaremos la cabeza fuera.
Cheryl se echó a reír.
—Creo que deberíamos pensar en algo que no nos haga acabar en la cárcel.
—Si va a demoler la casa de tu abuela, se merece que lo enterremos —opinó Ava.
—Claro que se lo merece —aseguró Cheryl—. Pero me parece que lo mejor sería encontrar algo que lo deje en vergüenza y no nos cueste a nosotras la libertad.
—¡Vaya! —exclamó Ava con la mirada fija en la puerta del local.
—¿Qué? —________ no se volvió a mirar porque sabía con qué se encontraría. Podía sentir la presencia de Joe.
—El cretino se dirige hacia aquí.
_______ maldijo entre dientes.
—No te preocupes —dijo Cheryl poniéndose en pie—. No dejaré que se acerque.
—No, déjalo —le pidió ________—. Así podré tirarle el margarita a la cara.
—Voy a decirle que se vaya —anunció Cheryl—. Ava, quédate con ________.
—No lo eches —________ se puso en pie y se dio media vuelta. Allí estaba Joe, más guapo y arrebatador que nunca. Su cuerpo traidor reaccionó nada más verlo.
Daba igual. Su cerebro sabía que aquel hombre era como un chicle que tenía que despegarse de la suela del zapato. Quizá estuviera allí para convencerla de que no merecía la pena romper por culpa de la casa de su abuela. Qué sinvergüenza.
Sin embargo en cuanto lo miró a los ojos se descubrió deseando que todo hubiera sido un error, que la hubieran informado mal y que en realidad no fuera él el que iba a demoler la casa.
Tenía a un lado a Cheryl y al otro a Ava. Sabía que ambas lo hacían con cariño y recordó lo que había dicho Cheryl el sábado: los hombres iban y venían, pero la amistad era para siempre.
—Aquí no eres bienvenido, Joe —le dijo Cheryl.
—Me alegro de volver a verte, Cheryl. Enhorabuena por tus éxitos profesionales.
—No necesita que la felicite alguien que está deseando demoler la casa de la abuela de ________ —intervino Ava.
—Ava tiene toda la razón —continuó diciendo Cheryl—. Pensé que a ________ no le haría ningún mal tener una aventura contigo, pero ahora veo el daño que le estás haciendo. Solías ser mejor persona en el instituto. Ojalá no hubiera firmado en tu anuario ni...
—Calla, Cheryl —le pidió ________ con dulzura.
—Yo no crecí con ________ ni nada de eso —era el turno de Ava—, pero reconozco una rata en cuanto la veo. Debería darte vergüenza lo que has hecho.
—Hay cosas que no sabéis —dijo Joe con la mirada clavada en ________—. Dime que tú no me vas a juzgar y a declararme culpable antes de darme la oportunidad de que me defienda.
—¿Has firmado el contrato para la demolición? —rezó para que le dijera que no, que su capataz había actuado a sus espaldas, pero él había rescindido el contrato. Quería oírlo decir que jamás podría demoler la casa de su abuela.
—Sí, pero...
—Entonces creo que no hay más que hablar.
Joe respiró hondo.
—Ya me has declarado culpable, ¿no es cierto? ¿No importa lo que yo tenga que decir?
—La verdad es que no.
—Pensé que habíamos superado esa etapa. Después de todo lo que hemos compartido, pensé que al menos estarías dispuesta a concederme el beneficio de la duda y escuchar mi versión de la historia.
________ estaba temblando, pero consiguió decir lo que quería.
—No tengo ninguna duda para concederte ningún beneficio, Joe. Y ya sé tu versión de la historia. Han vendido la emisora y has aprovechado la oportunidad de hacerte con un contrato. Espero que sea muy lucrativo —era horrible. No había imaginado que fuera a sufrir tanto.
La expresión del rostro de Joe se tensó aún más.
—Pensé que confiabas en mí.
—¿Cómo puedo confiar en ti?
—Está claro que no puedes —se dio media vuelta y se fue.
________ no se dio cuenta de que estaba llorando hasta que comenzó a nublársele todo. Cheryl la estrechó en sus brazos y la acompañó de vuelta a la silla.
—Quizá no sea tan mala idea lo de enterrarlo.
Joe había previsto que estaría enfadada por la venta de la emisora, pero en cuanto a su participación en la demolición, había creído que estaría perpleja, no que se apresuraría a juzgarlo.
Sin embargo se había enterado de la noticia y automáticamente había pensado lo peor de él. Igual que había hecho la noche del baile de graduación. Entonces no había querido escuchar sus motivos, del mismo modo que no había querido escucharlos ahora. Quizá desease su cuerpo con todas sus fuerzas, pero estaba visto que no lo valoraba mucho como persona. Y, mientras, él creyendo que podrían construir una vida juntos y haciendo planes para compartir una noche muy especial.
De vuelta a la obra se encontró con Gabe, que sabía que había ido en busca de ________.
—Parece que no te ha ido bien con ella.
—No —farfulló Joe, dejándose caer sobre una silla.
—¿No cree que puedas trasladar la casa?
—Ni siquiera me ha dado oportunidad de contarle mis planes. Se enteró de lo del contrato y automáticamente decidió que era un sinvergüenza.
—Vaya, lo siento —su amigo se quedó mirándolo unos segundos—. Esa mujer te importa mucho, ¿no?
Joe se encogió de hombros.
—Bueno, si no ha querido ni escuchar tu explicación, es que es muy fría. Peor para ella.
—Podría haberlo intentado un poco más —admitió Joe con la mirada perdida—. Pero en cuanto me di cuenta de que ya había tomado una decisión, me puse furioso.
—No me extraña. Con lo que estabas dispuesto a gastarte para trasladar ese edificio. Al menos ahora ya no tienes por qué hacerlo.
—Voy a hacerlo de todos modos.
—¿Por qué?
Joe no quería responder a esa pregunta.
—Porque quiero seguir adelante con los planes.
—Vamos, Joe. Sabes que es una locura y que quizá ella ni te agradezca el esfuerzo. Además, podrías acabar con toneladas de escombros.
—Será un desafío —murmuró con una triste sonrisa.
—Estás loco. Pero bueno, es tu dinero.
Gabe tenía razón. Estaba loco, completamente loco por ________. No podía derrumbar aquella casa sabiendo el daño que le haría a ella. Lo cierto era que mover una casa entera era un proceso complicado que podría no salir bien, pero era lo único que podía hacer.
Después de tres margaritas, ________ decidió tomarse un café y tratar de preparar el programa que tenía que hacer esa misma noche. Con el cambio de situación, no podía utilizar la idea que llevaba preparada, pues Edgecomb le había dejado muy claro que tenía que abandonar la campaña de acoso y derribo.
Una vez tuvo el programa preparado, podría haber aprovechado el tiempo para preparar los siguientes que le quedaban estando allí. Eso habría sido lo más práctico, pero prefirió subirse al coche y comenzar a conducir sin rumbo fijo.
No la sorprendió darse cuenta de que iba camino del pico Sentinel. Como habían comprobado Joe y ella el otro día, casi nadie subía allí durante el día, así que sería el sitio perfecto para estar sola. Tenía que aceptar la nueva realidad cuanto antes, desde luego, antes de que llegara la hora del programa. Efectivamente, el lugar estaba desierto. Tuvo que admitir ante sí misma que por un momento había tenido la romántica idea de que quizá Joe estuviera allí, esperando verla. Parecía que últimamente había visto muchas películas románticas. Además, ¿qué cambiaría si se veían allí? Nada, seguirían en la misma situación.
Salió del coche y deambuló por allí con la mirada perdida en el suelo. Menos mal que no quería acabar con todo; sólo tendría que dar un pequeño salto y todos sus problemas habrían acabado. Pero no, no quería acabar con todo. Le seguía gustando mucho su trabajo y seguía queriendo mucho a sus amigos. Desgraciadamente, también quería a Joseph Miller, que había resultado ser todo un cretino. Debería haber sabido que era una locura volver a intentarlo con él.
Había vuelto a defraudarla en un momento importante de su vida. Había vuelto a estropearlo todo. Seguramente tuviera una explicación, igual que la había tenido en el baile de graduación. Pero nada de lo que pudiera decirle ahora cambiaría las cosas.
Claro que tampoco le había dado oportunidad de dar esa explicación y quizá debiera haberlo hecho. ¿Qué habría querido decirle cuando había aparecido en Jose's? Al preguntarle sobre el contrato de demolición había respondido con un «sí»; también había habido un «pero». Lo había juzgado sin escuchar sus motivos, como él mismo le había echado en cara.
Podría haber insistido en que lo escuchara, pero eso no era propio de Joe. Era demasiado orgulloso. Hacía trece años, también había querido darle una explicación y ella tampoco lo había escuchado por miedo a lo que pudiera decirle, por miedo a que le dijera que no la amaba. Hoy había vuelto a sucederle lo mismo. Había tenido miedo de que le dijera que lo que ella sentía por la casa de su abuela no era tan importante para él. Al fin y al cabo, iba a tirarla, ¿cómo podría explicar algo así?
Volvió al coche y condujo de vuelta a la emisora. Aunque sabía que era una estupidez, intentó ver la camioneta de Joe durante todo el camino. Por supuesto, no la vio. Sin duda había visto demasiadas películas románticas.
_________________ | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 14th 2012, 23:43 | |
| Capítulo 19
No había más que un par de coches aparcados cuando Joe llegó a la cima del pico Sentinel poco antes de las nueve. Cualquiera lo habría llamado masoquista por ir allí después de todo lo sucedido, pero en casa se estaba volviendo loco y no estaba de humor para estar con nadie. Así que allí estaba, metido en el coche a una distancia prudencial de los demás vehículos.
En un gesto inconsciente, encendió la radio. Luego se dio cuenta de que estaba solo, no tenía por qué justificarse ante nadie por querer oír el programa de _______, aunque quizá no fuera muy buena idea escucharlo precisamente allí. Entonces se preguntó si _______ habría podido hacerlo, pues la última vez que la había visto parecía empeñada en emborracharse a fondo. En cuanto terminaron las noticias, aguantó la respiración, esperando oír su voz.
—¡Hola, Tucson! Aquí está ________, emitiendo desde el precioso edificio de la KRZE en esta bonita noche de miércoles. A todos esos amantes que os encontráis en la cima del Sentinel, ¿sabéis dónde tenéis los preservativos?
Joe soltó el aire de golpe. No tenía por qué haberse preocupado por _______, estaba claro que era una mujer muy dura. Tan dura como para hablar del Sentinel como si no tuviera un significado especial para ella. Claro que quizá sabía que él estaría escuchando. Joe tuvo que admitir que le resultaba reconfortante pensar que trataba de mandarle mensajes a través del programa, aunque fueran ataques. Prefería creer que estaba enfadada con él a pensar que ya ni siquiera lo recordaba.
En cuanto a él, pensaba en ella constantemente y no sabía qué hacer al respecto porque lo hacía de manera natural, igual que el respirar.
—¿Estáis preparados para el consejo del Kamasutra? Hoy gira en torno a algo básico... los besos. ¿Siempre besáis igual? Espero que no.
No sabía si iba a poder escucharla hablar de besos. Le despertaba demasiados recuerdos y no podía evitar pensar que seguramente no volvería a besarla nunca más. Pero tampoco podía apagar la radio.
—El consejo de hoy es que variéis la presión de los besos y no olvidéis utilizar la lengua. Chicos, si os apetece, cubrid a vuestro amante de besos, mordisquitos y caricias con la lengua y os aseguro que seréis recompensados. Os hablo por experiencia, esta estrategia tiene el éxito garantizado.
A punto estuvo de ahogarse al oír aquello. ¡Estaba hablando de la noche anterior! No podía creerlo. No sólo hablaba de ello, sino que además lo hacía como si lo recordara con cariño. ¿Cómo podía hacerlo, teniendo en cuenta lo que sentía ahora por él? Nunca conseguiría entender a las mujeres.
Durante la pausa publicitaria, Joe no podía dejar de preguntarse por qué habría hecho esa referencia tan obvia a lo que había sucedido entre ellos la noche anterior. ¿Habría adivinado que él estaría escuchando? ¿Sería posible que fuera una manera de invitarlo a ir a verla después del programa? No, no podía ser. Pero lo cierto era que aquellos comentarios parecían destinados a él. No tenía la menor idea de qué pretendía, pero si creía que iba a aparecer en el estudio como lo había hecho el viernes anterior, estaba muy equivocada. Y si pensaba que podrían continuar con su aventura sexual, también se iba a llevar una buena decepción. Joe ya no podría volver a eso, ahora quería algún tipo de compromiso o nada.
—¡Ya estoy aquí! Antes de hablar con una estrella del porno, me gustaría hacer un pequeño comentario sobre el proyecto inmobiliario del barrio en el que se encuentra la emisora. Parece que finalmente van a levantar el enorme edificio de aquí al lado. Los estudios de la KRZE se trasladarán a la calle Main y esta casa... será demolida. Ésa es la noticia y me gustaría daros las gracias a todos por vuestro apoyo.
Así que eso era todo. Joe no podía creer que lo hubiera contado con tanta calma a pesar de lo mucho que le dolía. Era admirable. Sí, Joe la admiraba enormemente.
Unos segundos después, estaba oyéndola hablar con un actor porno. ¿Se sentiría atraída por él? Dios, esperaba que no. No quería que _______ se sintiera atraída por nadie, pero si no hacía algo, volvería a perderla. En el pasado había dejado que su orgullo le impidiera buscarla y explicarle por qué había actuado como lo había hecho. Como resultado, había perdido trece años. Y ahora la historia volvía a repetirse, pero si no hacía nada, esa vez perdería el resto de su vida. Quizá _______ no lo aceptara si le contaba su plan de trasladar la casa, pero al menos debía intentarlo.
Entonces escuchó al actor porno explicando cómo se había desarrollado su carrera:
—Yo quería ser actor de Hollywood, pero cuando quedó claro que no iba a conseguirlo, tuve que buscar otras opciones. Busqué un director en el que pudiera confiar y una mujer con la que después de algunas películas me casé. Nos divertimos mucho trabajando juntos y ganamos el dinero suficiente para retirarnos.
Joe se relajó un poco. Aquel tipo estaba casado. Pero _______ no siempre conocería hombres felizmente casados. Tenía que ir a verla.
________ comentó que había tenido una carrera de éxito, a lo que el actor contestó con increíble sensatez:
—Las cosas han salido bien, pero podría haber sido muy desgraciado si no hubiera estado dispuesto a amoldarme a la situación, a cambiar de objetivos y aceptar la realidad. Hay que tener una mentalidad flexible.
Jess estaba deseando escuchar qué contestaba ________ a eso, pero justo cuando iba a hablar, pasó un coche con la música a todo volumen y no pudo oír nada.
No importaba, iba a hablar con ella, la convencería para que escuchara lo que tenía que decirle. Y si era necesario, se lo suplicaría. Al demonio con su orgullo. Lo único que importaba era su futuro juntos. ¿Qué más daba si aún no confiaba totalmente en él? Después de todo, sólo llevaban juntos unos días. No podía culparla por haber pensado lo peor de él. ________ no lo conocía lo bastante como para cuestionar lo que le habían contado.
Cuando llegó el momento de las llamadas, Joe decidió avisarla de que iba a ir a la emisora. Tuvo que esperar varias llamadas antes de poder hablar con ella. Los oyentes la seguían entusiasmados porque ________ era una magnífica locutora y además hacía que parecía fácil.
Quizá había sido bueno que tuvieran esos trece años para madurar antes de volver a encontrarse. Desde luego él no había sido lo bastante maduro para estar con ________ hasta ahora... hasta hacía unos treinta minutos.
—Soy ________. Estás en antena.
—Hola, soy Joe —resultaba extraño oírse por la radio.
—Hola, Joe. ¿Cuál es tu pregunta? —No se trata de una pregunta sino de un comentario. Quería decir que me parece genial eso de tener una mentalidad flexible.
—Estoy de acuerdo. Gracias por llamar, Joe.
No era mucho, pero tendría que bastarle. Llegó a la emisora poco antes de las diez. Prefirió entrar para enfrentarse a Ava antes de ver a _______.
No lo sorprendió que la recepcionista lo recibiera con cara de pocos amigos. Era leal a ________ y eso le gustaba.
—Ahora estoy trabajando y tengo que ser amable contigo —le dijo Ava—. Pero si causas el menor problema, llamaré a la policía.
—No he venido a causar ningún problema —se limitó a decir antes de sentarse a esperar y entretenerse examinando los muros del edificio. Parecían sólidos, afortunadamente.
—Dime, ¿qué se siente sabiendo que eres el responsable de que este lugar vaya a acabar siendo un montón de escombros?
—Quizá no acabe así.
—¡Lo sabía! Vas a venderlo por partes, vas a dejar que muera lenta y agónicamente.
—Sabes que este edificio no puede seguir aquí.
—Pero eso no significa que tengas que hacerlo tú.
—Mejor que lo haga yo que un desconocido —echó un vistazo al reloj. _______ debía de estar a punto de aparecer.
Justo entonces oyó su voz y la de un hombre. El actor pomo seguía allí. Joe se puso en pie.
El actor resultó ser un tipo alto y fuerte, de unos cincuenta y cinco años. _______ iba riéndose hasta que lo vio en el vestíbulo y se quedó petrificada.
—________, tengo que hablar contigo —le dijo, acercándose a ellos.
—Puedo hacer que venga la policía en menos de cinco minutos —dijo Ava—. Sólo tienes que pedírmelo.
_______ tragó saliva y miró al actor.
—Te presento a un... amigo mío, Joseph Miller Joe, te presento a mi invitado...
—Benjamin Creighton —dijo el hombre, estrechándole la mano.
—Encantado. Me ha gustado mucho la entrevista.
—Fuiste tú el que llamó, ¿no es cierto? Recuerdo un Joe que dijo algo sobre ser flexible.
—Sí, creo que es muy recomendable —miró de reojo a _______, que tenía la respiración entrecortada.
—Bueno, _______, yo me marcho —dijo Benjamin—. Ha sido un placer.
Joe se fijó en que no llevaba alianza.
—Supongo que te estará esperando tu mujer —tanteó Joe.
—Desgraciadamente, no. Nos separamos hace un par de años. No le gustó Tucson y decidió volver a Los Ángeles, pero fue una separación amistosa.
Aquello le provocó un ataque de celos completamente irracional, que no hizo más que aumentar al ver la sonrisa con la que _______ se despidió de él.
—¿Tenías algo que decirme? —le preguntó ella en cuanto Benjamin se hubo marchado.
—¿Vas a volver a verlo?
—¿A quién?
—Al actor porno, a Benjamin o como se llame.
—Puede hacer lo que quiera —intervino Ava—. Tú no tienes nada que decir al respecto.
—¡Claro que tengo que decir! _______, te amo.
_______ abrió los ojos de par en par y Joe maldijo entre dientes.
—¡Maldita sea! No era eso lo que quería decir.
—¿Por qué? ¿N... no es cierto?
—Claro que es cierto, pero antes quería decirte que...
—Espera —dio un paso hacia él. En su rostro había una expresión mucho más suave—. Yo también tengo algo que decirte. No te preocupes por la demolición. Intentaste explicármelo y yo no te dejé. Debería haber confiado en ti y dar por hecho que tendrías un buen motivo para firmar ese contrato.
—Yo no te culpo por haber...
—Una cosa más —le puso las manos en el pecho—. Yo también te amo.
Joe se quedó boquiabierto.
—¿Cómo es posible?
—No puedo evitarlo.
Ava resopló a su espalda.
—Dios mío, ________. Deberías buscar ayuda. ¡Este tipo va a demoler la casa a la que tanto amor le tienes!
—Lo sé, Ava —________ levantó la mirada hasta encontrarse con la de Joe—. Pero siento más amor por él que por la casa.
—Se acabó la venganza —volvió a protestar Ava—. Con las buenas ideas que se me habían ocurrido.
Joe apenas oyó lo que decía la joven, estaba demasiado concentrado en los ojos de _______ y en asimilar lo que acababa de decirle. La estrechó en sus brazos.
—¿De verdad me amas?
—Sí —aseguró con la más tierna de las sonrisas—. De verdad.
—¡Pero aún no te he dicho lo que voy a hacer con la casa!
—No me importa.
Ava se aclaró la garganta.
—Perdón, pero a mí sí. Yo también le tengo mucho cariño a este edificio.
Así que Joe les contó que pensaba trasladar la casa entera.
—¡Joe, es maravilloso! —exclamó ________, completamente perpleja.
—No es mala idea —admitió Ava—. Puede que salga bien.
—Y puede que no —advirtió Joe—. No puedo garantizar que llegue intacta, podría acabar siendo un montón de escombros.
—Pero sólo con saber que lo has intentado —susurró ________ con los ojos húmedos—. No imaginas...
—Creo que sí —dijo él, apretándola fuerte contra su cuerpo.
—Si vais a empezar a besaros, os aconsejo que os vayáis a la sala de reuniones —dijo Ava.
—Ni siquiera la sala de reuniones está lo bastante aislada para lo que tengo en mente —Joe seguía con la mirada fija en los ojos de _______, que lo miraba con amor.
—Por el amor de Dios, largaos de aquí ahora mismo.
—Ahora mismo nos vamos, Ava —Joe la envolvió en su abrazo y junto empezaron a caminar hacia la puerta.
—Supongo que no vendrás con Cheryl y conmigo a tomar unos margaritas.
—Supones bien —respondió ________, riéndose.
—No lo olvides, Katie, que los hombres van y vienen, pero las amigas siempre están ahí.
Joe se volvió a mirar a Ava.
—Sólo para que lo sepas, este hombre se queda —y salieron del edificio.
—¿Cuánto tiempo? —le preguntó ________ cuando ya estaban cerca del jaguar.
—¿Cuánto tiempo qué?
—¿Cuánto tiempo vas a quedarte?
Se inclinó sobre ella y la besó muy despacio.
—Para siempre. | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 14th 2012, 23:44 | |
| chicas solo queda un cap y se los subiré en la semana | |
| | | BETTY DE JONAS Novia De..
Cantidad de envíos : 613 Edad : 30 Localización : Con los jonas :) (en un cuarto AMANDONOS) Fecha de inscripción : 01/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 15th 2012, 03:22 | |
| Los capítulos increíbles (como siempre)... Me sentí un poquito mal por Joe cuando _________ no quiso escucharlo pero lo genial es que se dio cuenta de su error al no dejarlo explicarse... La declaración de amor... ME ENCANTÓ!!!!!!! Es una tristeza que sólo falte un capítulo Pero esperaré el final ansiosa!!! PLIS SIGUELAAAAA!!!! | |
| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 15th 2012, 23:14 | |
| Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!
By Niinoo | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Esclavos Del Deseo (Nick, Joe & Tu) [Solo Para Mayores]TERMINADA Octubre 19th 2012, 13:07 | |
| Capítulo 19
No había más que un par de coches aparcados cuando Joe llegó a la cima del pico Sentinel poco antes de las nueve. Cualquiera lo habría llamado masoquista por ir allí después de todo lo sucedido, pero en casa se estaba volviendo loco y no estaba de humor para estar con nadie. Así que allí estaba, metido en el coche a una distancia prudencial de los demás vehículos.
En un gesto inconsciente, encendió la radio. Luego se dio cuenta de que estaba solo, no tenía por qué justificarse ante nadie por querer oír el programa de _______, aunque quizá no fuera muy buena idea escucharlo precisamente allí. Entonces se preguntó si _______ habría podido hacerlo, pues la última vez que la había visto parecía empeñada en emborracharse a fondo. En cuanto terminaron las noticias, aguantó la respiración, esperando oír su voz.
—¡Hola, Tucson! Aquí está ________, emitiendo desde el precioso edificio de la KRZE en esta bonita noche de miércoles. A todos esos amantes que os encontráis en la cima del Sentinel, ¿sabéis dónde tenéis los preservativos?
Joe soltó el aire de golpe. No tenía por qué haberse preocupado por _______, estaba claro que era una mujer muy dura. Tan dura como para hablar del Sentinel como si no tuviera un significado especial para ella. Claro que quizá sabía que él estaría escuchando. Joe tuvo que admitir que le resultaba reconfortante pensar que trataba de mandarle mensajes a través del programa, aunque fueran ataques. Prefería creer que estaba enfadada con él a pensar que ya ni siquiera lo recordaba.
En cuanto a él, pensaba en ella constantemente y no sabía qué hacer al respecto porque lo hacía de manera natural, igual que el respirar.
—¿Estáis preparados para el consejo del Kamasutra? Hoy gira en torno a algo básico... los besos. ¿Siempre besáis igual? Espero que no.
No sabía si iba a poder escucharla hablar de besos. Le despertaba demasiados recuerdos y no podía evitar pensar que seguramente no volvería a besarla nunca más. Pero tampoco podía apagar la radio.
—El consejo de hoy es que variéis la presión de los besos y no olvidéis utilizar la lengua. Chicos, si os apetece, cubrid a vuestro amante de besos, mordisquitos y caricias con la lengua y os aseguro que seréis recompensados. Os hablo por experiencia, esta estrategia tiene el éxito garantizado.
A punto estuvo de ahogarse al oír aquello. ¡Estaba hablando de la noche anterior! No podía creerlo. No sólo hablaba de ello, sino que además lo hacía como si lo recordara con cariño. ¿Cómo podía hacerlo, teniendo en cuenta lo que sentía ahora por él? Nunca conseguiría entender a las mujeres.
Durante la pausa publicitaria, Joe no podía dejar de preguntarse por qué habría hecho esa referencia tan obvia a lo que había sucedido entre ellos la noche anterior. ¿Habría adivinado que él estaría escuchando? ¿Sería posible que fuera una manera de invitarlo a ir a verla después del programa? No, no podía ser. Pero lo cierto era que aquellos comentarios parecían destinados a él. No tenía la menor idea de qué pretendía, pero si creía que iba a aparecer en el estudio como lo había hecho el viernes anterior, estaba muy equivocada. Y si pensaba que podrían continuar con su aventura sexual, también se iba a llevar una buena decepción. Joe ya no podría volver a eso, ahora quería algún tipo de compromiso o nada.
—¡Ya estoy aquí! Antes de hablar con una estrella del porno, me gustaría hacer un pequeño comentario sobre el proyecto inmobiliario del barrio en el que se encuentra la emisora. Parece que finalmente van a levantar el enorme edificio de aquí al lado. Los estudios de la KRZE se trasladarán a la calle Main y esta casa... será demolida. Ésa es la noticia y me gustaría daros las gracias a todos por vuestro apoyo.
Así que eso era todo. Joe no podía creer que lo hubiera contado con tanta calma a pesar de lo mucho que le dolía. Era admirable. Sí, Joe la admiraba enormemente.
Unos segundos después, estaba oyéndola hablar con un actor porno. ¿Se sentiría atraída por él? Dios, esperaba que no. No quería que _______ se sintiera atraída por nadie, pero si no hacía algo, volvería a perderla. En el pasado había dejado que su orgullo le impidiera buscarla y explicarle por qué había actuado como lo había hecho. Como resultado, había perdido trece años. Y ahora la historia volvía a repetirse, pero si no hacía nada, esa vez perdería el resto de su vida. Quizá _______ no lo aceptara si le contaba su plan de trasladar la casa, pero al menos debía intentarlo.
Entonces escuchó al actor porno explicando cómo se había desarrollado su carrera:
—Yo quería ser actor de Hollywood, pero cuando quedó claro que no iba a conseguirlo, tuve que buscar otras opciones. Busqué un director en el que pudiera confiar y una mujer con la que después de algunas películas me casé. Nos divertimos mucho trabajando juntos y ganamos el dinero suficiente para retirarnos.
Joe se relajó un poco. Aquel tipo estaba casado. Pero _______ no siempre conocería hombres felizmente casados. Tenía que ir a verla.
________ comentó que había tenido una carrera de éxito, a lo que el actor contestó con increíble sensatez:
—Las cosas han salido bien, pero podría haber sido muy desgraciado si no hubiera estado dispuesto a amoldarme a la situación, a cambiar de objetivos y aceptar la realidad. Hay que tener una mentalidad flexible.
Jess estaba deseando escuchar qué contestaba ________ a eso, pero justo cuando iba a hablar, pasó un coche con la música a todo volumen y no pudo oír nada.
No importaba, iba a hablar con ella, la convencería para que escuchara lo que tenía que decirle. Y si era necesario, se lo suplicaría. Al demonio con su orgullo. Lo único que importaba era su futuro juntos. ¿Qué más daba si aún no confiaba totalmente en él? Después de todo, sólo llevaban juntos unos días. No podía culparla por haber pensado lo peor de él. ________ no lo conocía lo bastante como para cuestionar lo que le habían contado.
Cuando llegó el momento de las llamadas, Joe decidió avisarla de que iba a ir a la emisora. Tuvo que esperar varias llamadas antes de poder hablar con ella. Los oyentes la seguían entusiasmados porque ________ era una magnífica locutora y además hacía que parecía fácil.
Quizá había sido bueno que tuvieran esos trece años para madurar antes de volver a encontrarse. Desde luego él no había sido lo bastante maduro para estar con ________ hasta ahora... hasta hacía unos treinta minutos.
—Soy ________. Estás en antena.
—Hola, soy Joe —resultaba extraño oírse por la radio.
—Hola, Joe. ¿Cuál es tu pregunta? —No se trata de una pregunta sino de un comentario. Quería decir que me parece genial eso de tener una mentalidad flexible.
—Estoy de acuerdo. Gracias por llamar, Joe.
No era mucho, pero tendría que bastarle. Llegó a la emisora poco antes de las diez. Prefirió entrar para enfrentarse a Ava antes de ver a _______.
No lo sorprendió que la recepcionista lo recibiera con cara de pocos amigos. Era leal a ________ y eso le gustaba.
—Ahora estoy trabajando y tengo que ser amable contigo —le dijo Ava—. Pero si causas el menor problema, llamaré a la policía.
—No he venido a causar ningún problema —se limitó a decir antes de sentarse a esperar y entretenerse examinando los muros del edificio. Parecían sólidos, afortunadamente.
—Dime, ¿qué se siente sabiendo que eres el responsable de que este lugar vaya a acabar siendo un montón de escombros?
—Quizá no acabe así.
—¡Lo sabía! Vas a venderlo por partes, vas a dejar que muera lenta y agónicamente.
—Sabes que este edificio no puede seguir aquí.
—Pero eso no significa que tengas que hacerlo tú.
—Mejor que lo haga yo que un desconocido —echó un vistazo al reloj. _______ debía de estar a punto de aparecer.
Justo entonces oyó su voz y la de un hombre. El actor pomo seguía allí. Joe se puso en pie.
El actor resultó ser un tipo alto y fuerte, de unos cincuenta y cinco años. _______ iba riéndose hasta que lo vio en el vestíbulo y se quedó petrificada.
—________, tengo que hablar contigo —le dijo, acercándose a ellos.
—Puedo hacer que venga la policía en menos de cinco minutos —dijo Ava—. Sólo tienes que pedírmelo.
_______ tragó saliva y miró al actor.
—Te presento a un... amigo mío, Joseph Miller Joe, te presento a mi invitado...
—Benjamin Creighton —dijo el hombre, estrechándole la mano.
—Encantado. Me ha gustado mucho la entrevista.
—Fuiste tú el que llamó, ¿no es cierto? Recuerdo un Joe que dijo algo sobre ser flexible.
—Sí, creo que es muy recomendable —miró de reojo a _______, que tenía la respiración entrecortada.
—Bueno, _______, yo me marcho —dijo Benjamin—. Ha sido un placer.
Joe se fijó en que no llevaba alianza.
—Supongo que te estará esperando tu mujer —tanteó Joe.
—Desgraciadamente, no. Nos separamos hace un par de años. No le gustó Tucson y decidió volver a Los Ángeles, pero fue una separación amistosa.
Aquello le provocó un ataque de celos completamente irracional, que no hizo más que aumentar al ver la sonrisa con la que _______ se despidió de él.
—¿Tenías algo que decirme? —le preguntó ella en cuanto Benjamin se hubo marchado.
—¿Vas a volver a verlo?
—¿A quién?
—Al actor porno, a Benjamin o como se llame.
—Puede hacer lo que quiera —intervino Ava—. Tú no tienes nada que decir al respecto.
—¡Claro que tengo que decir! _______, te amo.
_______ abrió los ojos de par en par y Joe maldijo entre dientes.
—¡Maldita sea! No era eso lo que quería decir.
—¿Por qué? ¿N... no es cierto?
—Claro que es cierto, pero antes quería decirte que...
—Espera —dio un paso hacia él. En su rostro había una expresión mucho más suave—. Yo también tengo algo que decirte. No te preocupes por la demolición. Intentaste explicármelo y yo no te dejé. Debería haber confiado en ti y dar por hecho que tendrías un buen motivo para firmar ese contrato.
—Yo no te culpo por haber...
—Una cosa más —le puso las manos en el pecho—. Yo también te amo.
Joe se quedó boquiabierto.
—¿Cómo es posible?
—No puedo evitarlo.
Ava resopló a su espalda.
—Dios mío, ________. Deberías buscar ayuda. ¡Este tipo va a demoler la casa a la que tanto amor le tienes!
—Lo sé, Ava —________ levantó la mirada hasta encontrarse con la de Joe—. Pero siento más amor por él que por la casa.
—Se acabó la venganza —volvió a protestar Ava—. Con las buenas ideas que se me habían ocurrido.
Joe apenas oyó lo que decía la joven, estaba demasiado concentrado en los ojos de _______ y en asimilar lo que acababa de decirle. La estrechó en sus brazos.
—¿De verdad me amas?
—Sí —aseguró con la más tierna de las sonrisas—. De verdad.
—¡Pero aún no te he dicho lo que voy a hacer con la casa!
—No me importa.
Ava se aclaró la garganta.
—Perdón, pero a mí sí. Yo también le tengo mucho cariño a este edificio.
Así que Joe les contó que pensaba trasladar la casa entera.
—¡Joe, es maravilloso! —exclamó ________, completamente perpleja.
—No es mala idea —admitió Ava—. Puede que salga bien.
—Y puede que no —advirtió Joe—. No puedo garantizar que llegue intacta, podría acabar siendo un montón de escombros.
—Pero sólo con saber que lo has intentado —susurró ________ con los ojos húmedos—. No imaginas...
—Creo que sí —dijo él, apretándola fuerte contra su cuerpo.
—Si vais a empezar a besaros, os aconsejo que os vayáis a la sala de reuniones —dijo Ava.
—Ni siquiera la sala de reuniones está lo bastante aislada para lo que tengo en mente —Joe seguía con la mirada fija en los ojos de _______, que lo miraba con amor.
—Por el amor de Dios, largaos de aquí ahora mismo.
—Ahora mismo nos vamos, Ava —Joe la envolvió en su abrazo y junto empezaron a caminar hacia la puerta.
—Supongo que no vendrás con Cheryl y conmigo a tomar unos margaritas.
—Supones bien —respondió ________, riéndose.
—No lo olvides, Katie, que los hombres van y vienen, pero las amigas siempre están ahí.
Joe se volvió a mirar a Ava.
—Sólo para que lo sepas, este hombre se queda —y salieron del edificio.
—¿Cuánto tiempo? —le preguntó ________ cuando ya estaban cerca del jaguar.
—¿Cuánto tiempo qué?
—¿Cuánto tiempo vas a quedarte?
Se inclinó sobre ella y la besó muy despacio.
—Para siempre. | |
| | | cami-camila Casada Con
Cantidad de envíos : 1074 Edad : 29 Localización : en mi habitacion con nick teniendo un muy importante conversacion c: XD Fecha de inscripción : 10/12/2009
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 19th 2012, 13:08 | |
| Epílogo
—No debería haber tomado café esta mañana. Me habría venido mejor algo que me tranquilizara un poco —_______ tenía el estómago revuelto y los movimientos de la camioneta de Joe no la ayudaban demasiado.
Su cometido era vigilar lo que transportaba el vehículo de delante, la casa de la abuela de ________. Mientras, Joe iba canturreando.
—Esa cancioncilla no es de mucha ayuda —protestó ________.
—Para mí sí lo es.
—¿Admites que estás nervioso? Parecías tranquilo mientras lo preparaban todo. Hasta has estado bromeando con Gabe —el corazón le dio un vuelco al ver cómo se movía la casa en una curva.
—Claro que estoy nervioso. Nunca había trasladado una casa entera.
—Pero crees que saldrá bien, ¿verdad? Quiero decir, subirla a ese camión era lo más complicado, ¿no es cierto?
—Todo es complicado. Hay una curva muy cerrada en el camino hacia el solar.
—Deberíamos haber elegido otro lugar.
—A ti te encanta ése.
—Sí —estaba a menos de dos kilómetros de la casa de Joe y las vistas del Sentinel eran aún más impresionantes que desde casa de Joe.
—Ahí está la curva —Joe contuvo la respiración—. Vamos, pequeña, aguanta.
—¿Me estás hablando a mí o a la casa?
—A las dos. Esperemos que tu abuela nos esté ayudando.
—Es curioso que digas eso. Hace un rato estaba pensando lo contenta que estaría ahora mismo.
—Esperemos que siga habiendo motivos para ello.
—Sí —________ cruzó los dedos de ambas manos y concentró todas sus energías en la casa, que se movía precariamente. Por mucho que deseara que llegara de una pieza, también estaba preparada para lo peor.
Cada vez que pensaba en el amor que Joe le había demostrado intentando trasladar la casa, se le hacía un nudo en la garganta. Pasara lo que pasara con la casa, siempre le estaría agradecida por haberlo intentado, pues eso era lo que realmente importaba.
Pasaron la casa de Joe, que seguía teniendo el cartel de Vendida en el jardín. Joe la había puesto a la venta como prueba de la fe que tenía de que la casa llegaría sana y salva. En esa casa celebrarían su boda y vivirían juntos para siempre. Le había dicho que mantener su casa como alternativa era una cobardía, y no querían empezar su vida en común siendo unos cobardes.
Pero aquella curva parecía diez veces peor que cuando habían pasado por allí la noche anterior. Y la casa parecía diez veces más grande y más inestable.
Al comenzar la curva, ________ miró a Joe.
—Te amo.
—Yo a ti también te amo —no apartó la mirada de la casa.
—No importa lo que ocurra.
—Me alegra oír eso. Ay, Dios, mira cómo se mueve.
Katie no quería mirar, pero se obligó a hacerlo. La curva parecía interminable y la casa cada vez se movía más.
—Ponte recta, maldita sea —murmuró Joe.
Trató de no taparse los ojos. Debería haber elegido un solar situado en un lugar más accesible. Debería haber...
En el siguiente movimiento la casa se puso recta.
—Gracias, abuela.
________ lo miró sorprendido.
—¿De verdad crees que está vigilando desde algún lugar?
—No lo sé, _______, pero esa casa ha vuelto a unirnos después de tantos años y, cuando pensé en moverla, supe que quería que viviésemos juntos en ella. Dijiste que la de tus abuelos había sido una verdadera historia de amor. La nuestra también lo es.
El corazón se le llenó de felicidad al oír aquello.
—Sí —dijo suavemente—. Tienes razón.
—Así que esto tiene que salir bien. Tu abuela habría querido que saliera bien.
—Y va a salir bien —lo dijo con total seguridad.
Unas horas más tarde, cuando la casa estuvo colocada en su sitio sin incidente alguno, ________ no se sorprendió. Después de que todos los demás se hubieron marchado, Joe y ella se quedaron allí abrazados, observando la pequeña construcción de adobe.
—¿Crees que será lo bastante grande? —preguntó Joe.
—¿Para nosotros dos? Claro que sí.
—Yo estaba pensando en tres, o quizá cuatro.
________ se volvió a mirarlo.
—¿Es ésa una manera sutil de preguntarme si quiero tener hijos?
—Sí.
—La respuesta es «sí». Quiero hijos, un perro y una habitación de juegos en el jardín.
—Yo la construiré —respondió, estrechándola con fuerza.
—¿Quieres decir que la levantarás? —le preguntó con picardía.
—Exacto —Joe le puso las manos en las nalgas y la apretó fuertemente—. Y será muy alta porque siento la necesidad de construir algo muy grande. Además utilizaré cientos de tuercas y tornillos, por no mencionar mi poderoso martillo.
________ lo miró con una sonrisilla malévola que le iluminaba los ojos.
—Joe, ¿estás hablando de sexo?
—No, tú eres la que habla de sexo, _______ Peterson. Yo prefiero la acción. Volvamos a la camioneta y te enseñaré mis herramientas.
—¿Quieres hacerlo en la camioneta? —como de costumbre, no hacía falta más que un beso, una sugerencia, y ________ estuvo lista y ansiosa.
—Sí —le dijo, dándole un mordisquito en el labio.
—A lo mejor estamos un poco apretados.
—No importa —susurró sonriéndole de un modo que siempre le hacía perder la cabeza—. Me sé el Kamasutra de memoria.
Fin
| |
| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| | | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA Octubre 23rd 2012, 22:05 | |
| amee esta novela me encanto fue tan hot, tan perver, tan romantica, tan perfeeecta jajaja me gusta mucho gracias por subirla! | |
| | | | Hablemos de sexo (Joe & Tu) [Solo Mayores] TERMINADA | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |