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| En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ | |
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+14.::::brisli::::. Nicole_JB PidgeJonas Andrea-JB-Nick Jonas JustKeepDreaming~ Samm Jonas nikifriky Niinooskaa jonatik4everrr Wenn nasgdangerJONAS - Galletas&Leche - IrennIsDreaMy SweetHeart(MarthaJonas14) 18 participantes | |
Autor | Mensaje |
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Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| | | | Samm Jonas Forista!
Cantidad de envíos : 59 Fecha de inscripción : 05/02/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 19th 2012, 08:27 | |
| Por dios! ese Joe!! hahaha Siguela por favor! me muero de un colapso! esta nove si que es HOT! jaja soy nueva me llamo Samantha pero me dicen Samm! jajaja en verdad escribes muy bien!y ya quiero qe la sigas para seguir leyendo! | |
| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| | | | JustKeepDreaming~ Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 261 Edad : 28 Fecha de inscripción : 29/09/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 20th 2012, 20:50 | |
| Nueva lectora C: Encerio amo tus novelas.!! Haha..que Hot este Joe Tienes que seguirla ^^ | |
| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| | | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 27th 2012, 12:17 | |
| siguelaaa por faa me tienes aqui con toda la duda | |
| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 27th 2012, 16:32 | |
| Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!
By Niinoo | |
| | | jonatik4everrr Novia De..
Cantidad de envíos : 658 Fecha de inscripción : 27/11/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 30th 2012, 03:00 | |
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| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 30th 2012, 15:00 | |
| Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!
By Niinoo | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 1st 2012, 08:05 | |
| vamos cariño siguela...no nos dejes asi, no me hagas mandarte un mensaje (: por fitaaa | |
| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 1st 2012, 12:22 | |
| Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!
By Niinoo | |
| | | Wenn Casada Con
Cantidad de envíos : 1547 Edad : 29 Fecha de inscripción : 01/04/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 1st 2012, 13:19 | |
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| | | JustKeepDreaming~ Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 261 Edad : 28 Fecha de inscripción : 29/09/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 1st 2012, 21:59 | |
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| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 1st 2012, 23:49 | |
| Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!
By Niinoo | |
| | | SweetHeart(MarthaJonas14) Casada Con
Cantidad de envíos : 1468 Edad : 27 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 2nd 2012, 12:49 | |
| Hola chicas, a todas las nuevas, y como sabrán me iré pero ya no por una semana ahora será por todo un mes, sí, como lo leen. Lo sé, esto fastidia y me divierte a la vez. No sé que onda pero iré. Bueno niñas nos vemos después tengo que subir en la otra novela que subo que por cierto se me olvido el nombre. Jejeje estoy nerviosa. Nos vemos... regreso más tarde, byeCapítulo 03 No era necesario que Joe demostrara nada. Bastaba con que susurrara con esa voz pecaminosa para que ella le deseara mucho más de lo que había deseado nunca a Chase. Siempre había tenido la fantasía de ser compartida por su amante con un desconocido. Y sin embargo allí estaba, jadeando sólo de pensar en el ardiente placer que Joe prometía. A pesar de las dudas que la asaltaban sobre su inclinación por la dominación, ____ le deseaba. Le deseaba mucho. —No te detengas —susurró, arqueando las caderas. El vaciló, luego se estiró para cerrar la puerta del cuarto de baño y bloquear el sonido de los suaves ronquidos de Chase. Cuando se arrodilló de nuevo sobre el colchón, gravitando sobre ella, la miró fijamente en la oscuridad. —Te follaré yo solo esta noche. —Lo sé. —Muchas veces —prometió. Ella contuvo la respiración. El deseo se reflejaba en la cara masculina cuando le acarició un pecho, cuando le rozó la cintura, antes de acomodarse de nuevo entre sus muslos, muy cerca de su sexo. Entonces se quedó quieto. Ella se ofreció a él, arqueando las caderas, dolorida de deseo. Parecía que él sabía exactamente cómo volverla loca. —Dime lo que te gusta. —El ronco murmullo de Joe le erizó la piel. —¿Quieres que te cuente lo que me gusta en la cama? —________ no dudaba de que él fuera capaz de proporcionárselo. —En la cama y fuera de ella. Quiero que te abras completamente a mí. —¿Sexualmente? —En todos los aspectos. —Su mirada era solemne, alarmantemente directa. A ________ le dio un vuelco el corazón, se mordisqueó el labio y observó con atención los duros y oscuros ángulos de la cara de Joe. —¿Qué es lo que quieres exactamente? —Todo lo que estés dispuesta a darme. —Esbozó una sonrisa torcida—. Y probablemente más. Aquellas palabras murmuradas ondearon ante ella como una bandera roja. ¿Qué quería él además de pasión? No era posible que aspirara a nada más que una noche de placer. Hasta ese momento habían estado en inusual sincronía. Quizá parecer posesivo era su manera de seducirla. Quizá pensaba que eso era lo que le gustaba. «Sea lo que sea...» —No puedo prometerte que estaré de acuerdo en todo, pero si haces algo que no me guste te lo diré. —Vale. —Le clavó los dedos en los muslos para separárselos más y se inclinó sobre ella. La boca de Joe quedó más cerca de aquel dolor que ella necesitaba desesperadamente que aliviara—. ________, voy a llevarte al límite. —¿Te refieres a cosas como encender la luz de la mesilla? —________ frunció el ceño. ¿La desearía todavía si viera sus rotundas curvas? —Para empezar. Ella hizo una pausa antes de hablar. —Joseph... —Confía en mí, cielo. La manera en la que la llamó «cielo» la hizo estremecer. Por lo general, odiaba ese tipo de calificativos, pero la manera en que él lo decía... humm. Entonces las demás palabras penetraron en su cerebro embotado por la lujuria. Que confiara en él... ¿en qué? ¿Estaba tratando de decirle que a él le iba algún tipo de rollo extraño? Había participado antes en tríos, ¿qué más encontraría en su repertorio? —Mira, no sé hacia donde se inclinan tus preferencias, pero yo tengo algunos límites. —¿Cuáles? —Joe respiró contra su estómago, una caricia que nubló completamente su mente. —Me dan miedo los cuchillos. La ronca risa masculina la calentó más. —Nada de cuchillos, vale. De todas maneras, me va el sexo duro, no las cosas raras. ________ se relajó. Quizá se estaba imaginando más de lo que había. —No me gusta el dolor. Joe encogió los hombros y le deslizó los dedos entre los empapados pliegues. —Yo sólo te haré sentir dolor bueno. Lo último que quiero es lastimarte. Ella frunció el ceño. —Mira, por si no me has entendido antes, no me gusta que me dominen. —Estarás bien. Su voz dijo más que las palabras en sí, aunque él no había hecho nada más que darle cierta entonación; pero era evidente una vibración dominante. ________ ya se había tropezado antes con algo así y había salido ilesa. Podría manejar también a Joe. Le lanzó una sonrisa amplia y arrogante y relajó las rodillas, permitiendo que él le separara más los muslos. —Adelante. Sé muy malo. —Oh, cielo —le regañó él, sosteniéndole la mirada—. No lo dudes, lo seré. Antes de que ella pudiera responder, Joe se inclinó otra vez hacia ella. Deslizó aquellos largos dedos en su interior y le rozó ligeramente el clítoris con el pulgar antes de atraparlo entre los labios. Se lo succionó muy despacio; una leve caricia, un suave lametazo. Jugueteando. Ella se puso tensa y clavó los ojos en él. Joe emanaba confianza en sí mismo... y no sólo en la cama. Era un hombre inteligente. Interesante. Peligroso. Las caricias que prodigaba sobre su piel eran suaves... Pero su mirada le decía que no la iba a tratar con suavidad. Incluso el solo pensamiento la hacía temblar. Entonces él frotó los dedos con firmeza sobre el punto G y cualquier reflexión se disipó de su mente. Cualquier intención que tuviera de mantener una perspectiva fría, quedó en el pasado... desapareció. Los atrevidos lametazos de Joe hicieron que la cabeza le diera vueltas, y cuando succionó el tenso nudo de placer, consiguió que se estremeciera de los pies a la cabeza. Santo Dios, qué bueno era. «Realmente bueno.» Cada vez que se estremecía o jadeaba, él hacía algo que la volvía más loca todavía, algo que era aún mejor. Una leve fricción con las uñas en la fina y tierna piel de su canal, un leve mordisquito en el ultrasensible clítoris, el roce de la punta del pulgar entre los resbaladizos pliegues y más abajo, hasta presionar sobre el ano. —No. Joe, ohhh... ahhh... —No pienses en si debe gustarte —susurró él contra el interior del muslo—. Sólo disfruta. Le introdujo cada vez más profundamente el pulgar en el trasero, dilatando el apretado anillo de músculos y haciéndole sentir un agudo placer que la hizo gemir. Nadie la había tocado allí. Chase había hablado un par de veces de que le gustaría probar el sexo anal, pero ella nunca se había atrevido. Y ahora... un millón de escalofríos que jamás había sentido chisporrotearon en su interior, acoplándose con las estremecedoras y dolorosas sensaciones que notaba en el sexo. —¿Te gusta? ________ asintió temblorosamente con la cabeza. —Pero no entiendo... —Sólo siente. Dicho eso, volvió a poner la boca sobre el clítoris, rozó los dedos una y otra vez sobre aquel sensible lugar en su interior e hizo girar el pulgar en sus profundidades. Joe la tocó como si hubiera descifrado algo de ella y ahora usara ese conocimiento para volverla loca. Quizá mantener el control no fuera tan fácil como había sido siempre. El corazón le latía a mil por hora, con tanta fuerza e intensidad que apenas podía escuchar otra cosa que su rugido atronador. Sus propios gemidos le resonaban en los oídos. ¿Cómo podía sentir tanto placer y terror a la vez? Se clavó las uñas en la palma de la mano cuando el éxtasis que él le proporcionaba creció como un tsunami. ________ no dudó que la ahogaría. Pero no por ello dejaba de anhelarlo, de suplicarlo. Y aún tuvo tiempo de contener la respiración y esperar. La sensación que provocaban los dedos se incrementó, subió vertiginosamente hasta que sintió que su cuerpo iba a explotar. Arqueó la espalda y curvó las caderas impulsada por la fuerza con que el orgasmo atravesó su cuerpo. Gritó su nombre. Las estrellas explotaron ante sus ojos cuando el éxtasis la arrolló. Y cada imparable roce de Joe en su interior, cada caricia de su lengua la hizo caer más profundamente en un abismo de placer tan abrumador que ________ se preguntó si volvería a ser la misma. Finalmente, su respiración se normalizó y su corazón se sosegó. Sólo entonces se levantó Joe de la cama. ________ gimió por el vacío que sintió antes de poder contenerse. Pero cuando él dio un paso, ella supo lo que iba a hacer. —Por favor, no enciendas la luz. No me gusta que... —«Santo Dios», se interrumpió de golpe al pensar que aquellas palabras revelaban demasiado. —¿Que te vea? —Joe encendió la lámpara como si ella no hubiera hablado. ________ parpadeó ante el resplandor. Notó que se tensaba de aprensión. Ahora él podría ver lo completamente que la había arrebatado por el rubor que todavía debía de cubrirle las mejillas, por los pezones hinchados y su anegado sexo. Sin duda, tendría en la cara una mirada de deslumbrada satisfacción. Los profundos ojos mieles de Joe verían todo eso y mucho más. ________ cerró los ojos, pero era demasiado tarde para ocultarse. Durante un instante suspendido en el tiempo, su estómago dio un vuelco. ¿Cómo había hecho Joe para llegar a su interior? ¿Para obtener su confianza? ¿Para acceder a la vulnerable mujer que era en realidad? Que lo hubiera hecho, la aterrorizaba. No revelaba su ser interior a nadie, en especial a alguien a quien acababa de conocer. ________ rodó sobre la cama con una maldición y le dio la espalda. Joseph la giró con una mano en el muslo y otra en el hombro. —No te escondas. Antes de que pudiera replicar, él le apresó las piernas y clavó la mirada en las rotundas curvas de sus pechos. —No me mires así. —Cruzó los brazos sobre los senos y apartó la vista. Joe se arrodilló a su lado y le cogió las muñecas para llevarlas, suave pero con firmeza, por encima de la cabeza. —Eso es como decirme que deje de respirar. Imposible. —Te he dicho que no quería que encendieras la luz. No quiero que me mires. Ahora apártate. —¿Por qué no quieres que te mire? «¿Por qué la presionaba de esa manera?» —Haber hecho que me corriera no significa que merezcas una respuesta. Apaga la luz. No me gusta que me miren. —No es cierto. Si no quisieras que te miraran, no te habrías puesto esa minifalda negra de cuero o ese suéter rojo, ceñido como una segunda piel. No llevarías ese delicioso brillo en los labios ni te habrías pintado las uñas. Querías que te miraran en la fiesta. Sólo te da miedo que te vea desnuda. ¿Por qué? ________ palideció y notó una opresión en el pecho. Joe era demasiado observador. Intentó tranquilizarse usando la lógica. Hasta ese momento él había hecho observaciones, había preguntado y la había presionado un poco... No es que se hubiera pasado. No era como su padrastro, Gordon. Algo más tranquila, intentó recobrar el control; porque si de algo estaba segura era de que no iba a seguirle el juego a Joe —Quiero que apagues la luz o que dejes que me levante. Él no hizo ademán de obedecer. —¿Algún estúpido criticó tu cuerpo en alguna ocasión? Durante toda su vida. No había sido un estúpido en particular, sino varios. Comenzando con Sean Lampke, en segundo de secundaria, y continuando por Mike McKindle, que había sido jugador de fútbol americano en el equipo del instituto. Ninguno había llegado a verla desnuda, pero todos se habían burlado; en especial desde que sus pechos se habían desarrollado en quinto... No es que le importaran sus opiniones. Estaba orgullosa de sí misma. Qué les dieran si no les gustaba su cuerpo. Pero ¿Abrirle su corazón a Joe? Eso no lo hacía con nadie. —¿Qué es lo que pretendes? —le desafió—. Esto es un rollo de una noche, no te voy a revelar mis más íntimos secretos. Si me deseas, apaga la maldita luz y fóllame de una vez. —________ , necesito verte. Por completo. Quiero verte la cara cuando me deslice en tu interior. Quiero ver cómo revolotean tus pestañas, cómo la excitación te sonroja la piel, cómo brillan esas preciosas pupilas color avellana cuando alcances el orgasmo. No quiero que nada me impida verte ni observar tu cuerpo. —Sus ojos se oscurecieron de excitación—. No permitiré que te ocultes de mí, cielo. Ahí estaba otra vez, «cielo». Lo decía de una manera que la hacía entrar en combustión. No debería gustarle el tono dominante con que lo decía, no debería notar un hormigueo en los dedos. Maldita sea, él era todo lo que ella no debería desear. —¿Que no me lo permitirás? —dijo intentando resistirse—. Has venido aquí a compartirme con cHASE. Después le animaste a beber hasta que estuvo demasiado borracho para participar. Ahora intentas despojarme de mucho más que de mi ropa. Apenas te conozco. ¿Estás tratando de dominarme? No lo conseguirás. Él curvó los labios, aunque no podía decirse que aquello fuera exactamente una sonrisa. —Eres dura por fuera, pero dentro hay una mujer vulnerable. Y está ahí, por mucho que lo odies. No quieres que nadie vea más allá de tu fachada de mujer independiente. Eres una aventurera... cuando quieres. Tienes un montón de amigos, pero ninguno está realmente próximo a ti. No te gusta que te digan lo que debes hacer, en especial un amante. ________ , soy el hombre que te hará pensar de otra manera sobre todo eso. Ella no pudo evitar quedarse boquiabierta, incluso se le puso la piel de gallina. Santo Dios, Joe la había calado por completo. Él la había observado y examinado a fondo para luego intentar moldearla a su voluntad. Apostaría todo lo que tenía a que lo hacía con tanta naturalidad como respirar. Alguien así no era para ella, no importaba lo fuertes que fueran las emociones que la hacía sentir. —Eso es ser muy arrogante. Yo no... Simplemente no pienso tumbarme y hacerme la muerta. No vas a darme órdenes. Y ¿sabes qué? —Le empujó en el pecho—. Esto acaba aquí. El no se movió, permaneció en silencio mirándola fijamente. —Lo último que quiero es que te tumbes y te hagas la muerta, cielo. ¿Dónde estaría entonces el reto? ________ notó que su temperamento hacía aparición. ¿Quería someterla con su ingenio, su cuerpo y algunos sentimientos enfermizos? ________ se retorció y corcoveó, intentando desplazarle en vano. —Maldita sea, apártate de mí. No soy un premio que conquistar ni una montaña que escalar para que puedas probarte a ti mismo lo machito que eres. Te lo he dicho, se ha acabado. —Le empujó de nuevo en el pecho—. ¡Déjame! La expresión de Joe se suavizó. Le pasó el dorso de los dedos por la mejilla mientras le dirigía una mirada perturbadoramente íntima. —No quiero ganarte como si fueras un premio barato para probar mi masculinidad. Quiero estar contigo... de todas las maneras posibles. Igual que quiero que tú desees estar conmigo de la misma manera. Te desnudaré por completo, pero yo me desnudaré también. —Como si quisiera probárselo, se sacó por la cabeza la oscura camiseta que le ceñía el torso. Como en una excitante oleada, ________ vio primero los duros y apetecibles abdominales, después quedaron ante su vista unos pectorales que hicieron que le hormiguearan los dedos, seguidos por unos hombros imponentes que estaba segura que le ocultarían la habitación en el momento en que la montara. Esa certeza hizo que una parte de sí misma se estremeciera, presa de una emoción secreta... Lo que la irritó sobremanera. —Quitarse la camiseta no es nada comparado con la manera en que tratas de que desnude mi alma. —Es el primer paso, cielo. Créeme, quiero que me conozcas por dentro y por fuera. Que te sientas a gusto conmigo. ________ frunció el ceño mientras daba vueltas a las palabras en su cabeza. —Eso... Eso lleva su tiempo. ¿Qué significa para ti «rollo de una noche»? Estaremos juntos esta noche. Ninguno de los dos llegará a conocer al otro. —No estoy de acuerdo. Quiero que me desees, que confíes en mí y que me des cada parte de ti. Eso que no le has dado a ningún hombre. Ella le miró fijamente como si él hubiera perdido el juicio... porque estaba claro que eso es lo que sucedía. —Casi nada, ¿no? —Sé que pido mucho. Dame un poco esta noche, ________ . Me ganaré el resto. Cada una de las palabras de Joe le embotaba la mente. Así que se ganaría el resto, ¿cómo si no quisiera sólo dominarla, sino poseerla? —No es eso lo que quiero. Estoy dispuesta a echar un polvo. A la mayoría de los tíos les llega con eso. Un poco de placer compartido y... —Eso pensaba yo también antes de conocerte. Pero ahora... —Joe negó con la cabeza—. No es sólo eso lo que quiero. No pienso conformarme con menos de lo que te he dicho. La mirada de Joe decía que hablaba muy en serio. Tragó saliva, pensando a toda velocidad. Acababan de conocerse, aquello no tenía sentido. Ningún sentido. Que él quisiera obtener algo de ella no quería decir que eso fuera a ocurrir. ________ no permitiría de ninguna manera que él tomara el control de la situación o de ella. —Ya te lo he dicho, esto no me gusta. Un simple polvo, estupendo. Pero esto... pretender que te dé permiso para poseerme... —Negó con la cabeza—. No pertenezco a ningún hombre. Él la observó durante un buen rato mientras la luz de la mesilla de noche se derramaba sobre sus hombros, pechos y pezones. Joe la miró fijamente y ella supo que era consciente de su furia, de su incertidumbre y de la excitación que hervía a fuego lento bajo su piel. La mezcla era un explosivo cóctel de emociones. ________ quiso apartar la mirada, pero no estaba dispuesta a darle la satisfacción de ser la primera en hacerlo. Pero cuanto más tiempo colisionaban sus pupilas, más crecían sus inseguridades. Las lágrimas. .. —honestamente, eran lágrimas de miedo— le hacían escocer los ojos. No sabía de dónde habían salido, pero le hacían sentir horriblemente expuesta y vulnerable. Sin embargo, no dejaría que supiera lo nerviosa que estaba. ________ no le conocía bien, pero sospechaba que seguía algún tipo de plan previamente estructurado para someterla por completo. En el momento en que empezó a dar muestras de ser dominante, una de sus fantasías y miedos más grandes, Joe le resultó mucho más aterrador que al principio. —Sé que te pido mucho —murmuró, consiguiendo que las hormonas de ________ se alborotasen—. Estoy dispuesto a dedicar el tiempo necesario para obtener tu confianza, para que me conozcas bien. Pero no te mentiré sobre quién soy y lo que quiero. ¿Podrás aceptarlo? ________ apretó los puños al notar que crecía su deseo. —Sólo quiero que los dos obtengamos satisfacción. —¿Y después qué? ¿Cada uno seguirá su camino? ¿Es eso lo que quieres en realidad? ________ abrió la boca para responder que sí... Entonces se dio cuenta de que, a pesar de todo, la idea de que sus caminos no volvieran a cruzarse otra vez le pesaba mucho más de lo que debiera. ¿Por qué? Joe la estaba instando a entregarle mucho más que su pasión, a cruzar una línea que ella se había negado a atravesar, sin importar lo tentada que se sintiera. Y cada parte de su mente se sentía impelida a ello, aunque sabía que jamás llevaría a la práctica esas fantasías. Porque, si admitía todo eso en voz alta, Joe la absorbería y, ahora mismo, se sentía demasiado anhelante, demasiado excitada para impedirlo. Aun así, se había ofrecido a follar con él todas las veces que deseara y Joe todavía no la había rechazado. Si quería acostarse con él —y ________ lo deseaba con desesperación—, debía fingir que le seguía el juego. A pesar de que odiaba admitirlo, le intrigaba. Conseguía que, con sólo mirarla, se ahogara en una piscina de deseo. Interrumpir aquello no era una opción. —A ver qué te parece esto. Durante la próxima hora, seré sincera contigo. —Apretó los dientes y se forzó a decir el resto de las palabras—. Pero si te digo que te detengas, lo haces. —¿Durante una hora? —Joe no parecía contento. ________ asintió con la cabeza. —Es todo lo que obtendrás de mí. Quizá después, ambos habremos obtenido lo que deseamos y no te importará. —Yo no apostaría por ello, cielo. Durante un largo rato él no dijo nada y ella se quedó mirando fijamente aquellas inmutables pupilas azules. Antes sus ojos habían sido unas ventanas entrecerradas que sólo permitían un fugaz vislumbre del hombre ansioso y voraz que había debajo. Ahora él era accesible. El deseo seguía allí, pero se leía algo más profundo en su rostro. Esto era importante para él. ¿Por qué? Un tipo como Joe podría tirarse a la mujer que quisiera, ¿por qué ella le importaría tanto cuando acababan de conocerse? Aún así, él no era más que un regalo de cumpleaños que olvidaría al día siguiente. O eso esperaba. —De acuerdo —convino él—. Una hora... para empezar. Quiero que tú me veas también. —Joe se puso en pie y llevó la mano al botón de los vaqueros, bajó la cremallera y se inclinó para quitarse las botas, que tiró despreocupadamente sobre la alfombra. Luego se bajó los pantalones y ________ lo vio desnudo por primera vez. —¡Oh, Santo Dios! —Las palabras se le escaparon antes de poder contenerlas. Joseph era, en una sola palabra, impresionante. Cada centímetro de su cuerpo era duro e imponente; duro... por todas partes. ________ tragó saliva. El se rió entre dientes. —Me alegra que te guste lo que ves. Voy a hacer que esto sea muy bueno para ti. Ella no dudó ni un instante que lo conseguiría.
Última edición por SweetHeart(MarthaJonas14) el Julio 2nd 2012, 16:50, editado 1 vez | |
| | | SweetHeart(MarthaJonas14) Casada Con
Cantidad de envíos : 1468 Edad : 27 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 2nd 2012, 12:53 | |
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Joseph volvió a la cama y se tumbó sobre ella, sosteniendo la mayor parte de su peso sobre las rodillas y los codos. Se acomodó entre sus muslos, pecho contra pecho y vientre contra vientre, con los labios a pocos centímetros. Como ella había sospechado antes, sus hombros impedían que percibiera el resto de la estancia haciendo que sólo pudiera verle a él. Joe clavó los ojos en los suyos. Ni siquiera la había penetrado y ________ ya se sentía jadeante y abrumada. El bajó la cabeza y le cubrió la boca con sus labios, en una demanda firme pero suave. ________ se entregó y Joe se dejó llevar con un gemido que la excitó y le hizo sentir calor incluso en la yema de los dedos. Sus lenguas se enroscaron y ella se convirtió en una cautiva entregada a la seducción. Justo cuando ________ se rindió por completo, él se retiró poco a poco, abandonando sus labios y depositando unos besos tan dulces en su cuello que le hicieron gemir y estremecerse mientras se aferraba a él y se arqueaba. De repente, se dio cuenta de que Joe era mucho más peligroso de lo que ella había creído. El usaría el conocimiento que tenía de su cuerpo para someterla profundamente a su hechizo. Para controlarla. La aprensión le produjo un ardor en el estómago. —Espera, Joseph... —Una hora. —La intensidad que había en su mirada la hizo estremecer—. No pienso desperdiciar ni un solo minuto discutiendo. Ella no podía hacer nada sin faltar a su palabra. A pesar de las reticencias que él le provocaba, se negaba a dejarle ver su miedo. Por otra parte, tampoco quería que él dejara de tocarla. Joe le frotó el labio con el pulgar. —Va a ser un polvo glorioso, cielo. Será un placer demostrarte que una hora no es suficiente. Una mezcla de emoción y premonición la atravesó. Santo Dios, él la hacía vibrar. Joe se deslizó sobre su cuerpo y se centró en sus pezones. ________ se quedó sin respiración. Sus pechos siempre habían sido sensibles, pero ahora... El se los mordisqueó, se los chupó y lamió, se los humedeció hasta que ella llevó las manos a su cabeza, frustrada porque tenía el pelo demasiado corto para poder aferrado. Gimió, un sonido agudo y desesperado. Joe no se detuvo, pasó las manos por su cuerpo mientras seguía apresando con la boca un pezón y luego el otro, una y otra vez. El dolor que se había apaciguado entre sus piernas, resurgió de nuevo. Se arqueó hacia él mientras una nueva humedad brotaba en su sexo. Joe tenía que saber que estaba empapada. Tenía que sentirlo. Pero continuó centrado en su propósito: devorarle los pezones. Estos se hincharon, se pusieron cada vez más sensibles, casi tan duros que aquello ya era un placer en sí mismo. Y aún entonces, él no desistió; no flojeó en su objetivo. Con cada lametazo, con cada caricia, ella se rendía más a su hechizo. —Oh, Dios. ¡Cielos! Joe... —________ se sujetó a los protuberantes bíceps, clavándole las uñas. Él tembló y chupó con más intensidad. —Tienes unos pechos increíbles. —Sorbió las erguidas cimas, tomándolas por turnos y poniéndolas todavía más rígidas, más sensibles—. Jamás tendré suficiente de ellos. —Me matas... —Pero te gusta. —No era una pregunta, él lo sabía—. Mañana estarán muy sensibles —murmuró con satisfacción—, pero cada vez que estos hermosos e hinchados pezones se rocen contra la ropa, pensarás en mí. Maldita sea, claro que lo haría. Y dada la devoción que estaba mostrando a los dos apretados pezones, ________ pensaría en él a menudo. Aquello le daría un nuevo poder sobre ella. Y, a pesar de todo, seguía sin querer que se detuviera. Estúpidamente se volvió a ofrecer a él, introduciendo más el pezón en su boca... Sabiendo que pagaría esa debilidad a la mañana siguiente. Joe sonrió contra su piel y abarcó el montículo con la mano, acariciándolo con parsimonia. Entonces, mordió con suavidad la rígida punta. Y la excitación de ________ se incrementó todavía más, llevándola muy cerca del abismo. Jadeó casi al borde del orgasmo cuando el deseo se convirtió en un sordo latido entre las piernas. —¿Qué me estás haciendo? —Causando una buena impresión. —Joe sonrió ampliamente. ________ quería odiarle por obligarla a rendirse, pero necesitaba todavía más alcanzar el clímax. Él se había asegurado de ello, presionándola y empujándola, tentándola hasta que no pudo ocultarle nada, hasta que no pudo hacer otra cosa que suplicarle con su cuerpo y con palabras incoherentes. Separó los labios jadeantes mientras esperaba a que Joe le volviera a succionar el pezón, pero no lo hizo. El se limitó a mirarla, con los ojos brillantes como los de un depredador a punto de caer sobre su presa. ________ notó un nudo de aprensión en la garganta. Por mucho que ansiara eso con todas sus fuerzas, no podía permanecer inmóvil e impotente, no podía permitir que fuera él quien llevara la voz cantante. La abrumaba y la consumía. Se tragó el deseo y le buscó con la mano. Le rodeó la gruesa erección con los dedos. El se estremeció de pies a cabeza, como si le hubiera pillado por sorpresa. Aquello era lo que ella buscaba. El miembro era grande y palpitaba en su mano, lleno de vida, insolente. Aterciopelado y duro. Adictivo. Joseph apretó los dientes. Tensó los hombros y cerró los puños con fuerza. ¡Oh, sí! Ella lo acababa de llevar también hasta el límite, y saberlo la impresionó. Aunque al hacer crecer la excitación de él, la de ella también se incrementó. —________... —Querías verme, sentirme. Yo quiero lo mismo. —Lentamente deslizó la mano de arriba abajo por el largo eje. Le rozó la resbaladiza punta con el pulgar y luego llevó la mano a la sensible base del pene. Él tensó la mandíbula, como si intentar hablar estuviera más allá de su capacidad. ________ sonrió. Eso era lo que quería; ahora tenía el mando. Después de todo, ¿por qué iba a ser ella la única que se derritiera esa noche? —¿Te gusta? —________ se incorporó ligeramente y ronroneó contra el pecho de Joe Luego deslizó la mano libre hasta los testículos y los abarcó con la palma, rozándolos y amasándolos suavemente. Definitivamente había captado su atención, en especial cuando comenzó a besarle las clavículas y los pectorales. Joe se puso tenso. ________ le capturó una de las tetillas, haciéndole arder con más fuerza—. Sí, te gusta, ¿verdad? En su mano, el miembro latió con más fuerza, lo mismo que todo su cuerpo. —Maldita sea... ________ emitió una risita gutural y deslizó la mano por la erección con más rapidez mientras le lamía con furia el pezón, celebrando la dulce sensación de victoria que la atravesaba. Pero aquello no duró mucho. Joe le cogió la muñeca y la apartó de su miembro, luego respiró hondo. Le introdujo los dedos en el pelo y cerró los puños en los espesos mechones para tirar con fuerza suficiente para que ella echara hacia atrás la cabeza y le sostuviera la mirada. La expresión masculina contenía una silenciosa advertencia sensual. «Ohhh.» Joe se inclinó sobre el suelo y cogió algo. Un segundo después, abrió con los dientes un pequeño paquete metálico. Sin ayuda, deslizó el condón sobre su miembro, comenzando por el palpitante glande y siguiendo hasta la base del pene, que latía contra su vientre, hasta llegar al vello oscuro que le rodeaba. Una intensa sensación de anticipación y deseo atravesó a ________ para centrarse en su vientre. Sólo Dios sabía hasta donde iba a presionarla Joe, pero ella estaba demasiado excitada; lista para sentirle profundamente en su interior, para que la acariciara como quisiera y proporcionarles a ambos aquel placer que tanto anhelaban. Con un gruñido, la empujó contra el colchón. Ella cayó sobre la cama y él se puso sobre ella, frotándose contra sus anegados pliegues mientras acercaba los labios a su oreja. —Cielo, voy a introducirme en ti tan profundamente, que acabarás ofreciéndomelo todo. No te preocupes, yo te daré justo lo que necesitas. Aquellas palabras hicieron que ________ temiera que él no iba a conformarse con otra cosa que no fuera su alma. Le miró a los ojos y negó con la cabeza. —Me follarás. Luego me iré. Fin de la historia. —Ya veremos —dijo él enigmáticamente. Entonces ________ dejó de pensar. Joe comenzó a penetrarla lentamente, rozando todas las terminaciones nerviosas de su sexo, intentando devastarla. Ella no pudo evitar arquear las caderas hacia él. Le rodeó el cuello con los brazos y se mordió el labio para contener un gemido. Sabía que parecería una rendición. Apenas habían comenzado y ya parecía una rendición. Joe se detuvo de repente, en un instante interminable, y ________ se tensó. Le miró con la duda reflejada en sus pupilas, esperando que él no se diera cuenta de que casi le suplicaba en silencio. —Te estás conteniendo. Abre esa preciosa boquita. Dame ese gemido, cielo. —Fóllame. El salió de su interior. —¿Vamos a volver a discutir sobre lo mismo? Ya sabes lo que te voy a decir. Sí, lo sabía. Y sabía que él sería lo suficientemente paciente y controlado como para contenerse y demostrar su punto de vista. Maldita sea. —Me has prometido que me lo darías todo durante una hora —le recordó—. Todavía quedan cuarenta y cuatro minutos. ¡Santo Dios, se lo había prometido!, y no era de las que faltaban a su palabra. A Chase siempre le había dicho lo que quería, pero él no daba un significado en particular a este hecho. ¿Y Joe? Él era más poderoso. Aquélla era una emoción aterradora. Él la había excitado como nunca y ________ quería con desesperación el placer que podía proporcionarle. Ceder debería ser fácil. Pero en el fondo de su mente, no podía dejar de preguntarse... Si se rendía ¿tomaría él una parte de ella que jamás podría recuperar? No estaba dispuesta a seguir los pasos de su madre. Joe siguió mirándola fijamente, en espera de su respuesta. Tenía que tomar una decisión y mantenerse firme en sus convicciones o ceder ahora. Se iría en cuanto todo hubiera acabado. Después no habría juegos ni se acurrucaría junto a él para conversar. Se levantaría, se vestiría y se iría... Antes de que él pudiera hacerle más daño. Con un suspiro, le comenzó a besar a lo largo del hombro y se acercó con rapidez a sus erizadas tetillas mientras le deslizaba las uñas por la espalda. —¿Y bien? —Joe le apretó el pelo en un puño y acercó su cara a pocos centímetros de la suya para volver a mirarla fijamente—. Estoy hablándote. Voy a demostrarte exactamente lo que quiero de ti. «¿No era eso lo que estaba haciendo ya con sus labios, con sus dedos, con sus apasionantes caricias?» ________ respiró temblorosamente cuando él volvió a bajar sobre ella, introduciendo la erección en su interior de una manera tortuosa. Cada centímetro más duro, haciendo que volviera a inflamarse su necesidad. Le clavó las uñas. Suspiró cuando él comenzó a impulsarse lentamente, reavivando más terminaciones nerviosas. A ella le comenzó a hervir la sangre. Cuando empujó de golpe los últimos centímetros, llegando más profundamente que cualquier otro hombre, el suspiro se convirtió en un gemido... En el sonido de su nombre. —Eso es, cielo. Siénteme. Como si pudiera hacer otra cosa... El se contoneó, girando y flexionando las caderas, llegando a los lugares más sensibles de su vagina, pasando de uno a otro de manera que cada uno inflamaba a los demás hasta que, finalmente, todo su cuerpo estuvo en llamas. Incapaz de detenerse, le clavó las uñas más profundamente. El echó hacia atrás la cabeza con un gemido que ella sintió en sus entrañas. —Perfecto. —Le mordió el punto donde se unían el hombro y el cuello, luego le mordisqueó el lóbulo de la oreja y, por último, trazó un húmedo reguero de besos hasta su boca, que devoró. Al mismo tiempo que su mente se revelaba contra aquello, su cuerpo se ofrecía a él. Sus labios se separaron para saborearle otra vez, su espalda se arqueó para invitarle a hundirse más, sus piernas se abrieron para recibirle más profundamente. Él aceptó cada una de aquellas tácitas invitaciones, sellando sus bocas, hasta que ella pudo reconocer su sabor tan bien como el propio. Joe flexionó las caderas y ella le clavó las uñas en la espalda antes de que él la asiera por las caderas para sumergirse hasta el fondo. El estaba en todas partes; en cada imagen que ella veía, en cada aroma que inundaba sus fosas nasales, en cada sabor que sentía en la lengua... Y cada vez que se introducía en ella por completo, ocupaba todos los recovecos, convirtiéndose en cada sensación que experimentaba. Era todo lo que ella había pensado, todo lo que había imaginado. La abrumaba como una fuerza de la naturaleza. Joe le acarició la cara con su palma caliente y la obligó a abrir la boca todavía más para capturarla por completo. Esconderse de él ya no era una opción, así que se dejó llevar por el beso, palpitando con cada escalofrío que le bajaba por la espalda hasta perderse en su sexo. —Joseph —jadeó. Unas gotas de sudor perlaron la frente, las sienes y la espalda de Joe. Su cuerpo estaba cada vez más tenso, su polla más dura. Y aún así, la hizo consumirse en un ritmo controlado que la volvía loca. —Eres perfecta, ________. Estás tan resbaladiza, tan apretada. Me gustaría no salir nunca de ti. En ese momento en concreto, ella no podía imaginarse estar sin él. Estaba segura de que aquel hecho debería aterrorizarla, pero ahora que se ahogaba en el placer, se preguntaba cómo sería capaz de olvidar a un hombre que la había hecho alcanzar un placer tan absoluto; que se había introducido en su mente. Tras haber disfrutado de un orgasmo brutal, pensó que volver a llegar al clímax era entre difícil e imposible. Perder el control una vez ya le había resultado duro, pero ¿dos veces? Con Joe, aquello no era un problema. La necesidad la envolvía de tal manera que lo único de lo que era consciente era de ese diminuto lugar que él friccionaba una y otra vez con el glande y que la impulsaba a entregarse por completo. Santo Dios, estaba totalmente excitada y en armonía con él. El sabor almizclado y picante de la piel de Joe inundó su lengua cuando le lamió el hombro. Los roncos murmullos masculinos llenaban su mente y le arrancaban cada respuesta. Pero ¿qué era lo más intenso? Sin duda la manera en que él la trataba, como si fuera la única mujer en el mundo, mientras arremetía en el mismo centro de su cuerpo con un ardor y una lentitud que la volvían loca. —Más rápido —le exigió con una voz que apenas reconoció. —Pronto. No cambió el ritmo. Continuó deslizándose en su interior, friccionando sin cesar aquel punto que la hacía estremecer. Mientras, su mente le combatía con la misma intensidad que le deseaba, hasta que ya no hubo más que anhelo. Hasta que fue su cuerpo el que tomó el control. Se retorció bajo él, intentando tomarle con más profundidad, con más rapidez, con más dureza. —¡Ahora! —No eres tú quien controla esto, cielo. —Pero necesito... —Y te lo daré. En cuanto estés preparada. «¿Preparada?» ¿Cómo iba a estar más preparada? Casi respiraba fuego, su corazón parecía bombear lava. El clítoris le dolía de una manera inhumana, amenazando con explotar y quemarla viva. —¡Ya estoy preparada! Él negó con la cabeza, apoyando su frente en la de ella para que no pudiera ver nada más que sus ojos. —No, cielo. Ponte en mis manos. Yo me encargaré de todo. Tal y como estaban, con Joe taladrándola y andándola a la cama, no es que tuviera mucha elección. ________ se mordió los labios cuando la cólera y el deseo la atravesaron salvajemente. La punta de su miembro seguía impactando una y otra vez contra aquel lugar. La excitación que inundaba su cuerpo se convirtió en un huracán. Una cruel necesidad la atravesó haciéndola aferrarse a él. La fricción se hacía más abrumadora cada vez que él la llenaba hasta el fondo. ________ se quedó sin respiración y el mundo se salió de su eje. Joe apresó su mirada y ella supo que él podría ver en sus ojos una aterradora necesidad. —Ahora sí que estás preparada. Hunter cambió entonces el ritmo, abalanzándose con unos veloces envites que la hicieron entrar en combustión. Su cuerpo corcoveó mientras la poseía una y otra vez. Y el placer creció exponencialmente, creando un intenso fuego que la atrapó por completo. ________ gritó, arañó, suplicó. Y el orgasmo siguió inaccesible. Casi al alcance de sus manos. ________ le clavó las uñas jadeando, desesperada por recuperar la poca compostura que le quedaba. Le estaba dando a Joe todo lo que tenía y él lo absorbía para exigirle más. Sí, ella le había prometido una hora de sinceridad, pero jamás hubiera imaginado que él llegaría tan lejos, que se apoderaría de su cuerpo, su mente y sus sentidos. Había sido un error. Ahora era demasiado tarde. Él la embistió con fuerza, con los hombros flexionados, totalmente concentrado. Y aun así, su mirada no abandonó la de ella, obligándola a acompañarle, mostrándole exactamente cómo le afectaba a él cada una de las embestidas. Y en su interior, ________ notó un intenso palpitar. Un latido que se convirtió en temblor, haciendo más intensa la dolorosa necesidad que crecía entre sus piernas. Él siguió incrementando la sensación con crueldad, arremetiendo una y otra vez, golpeando aquel sensible lugar. El placer era como una reacción en cadena que él provocara, que se alimentaba a sí mismo y cobraba vida en su interior. De repente, la necesidad de alcanzar la liberación la ahogó, y tuvo miedo de adonde la arrastraría. De saber hasta dónde la llevaría el hechizo de Joe. —Vamos, cielo. Déjate de llevar. Estaré aquí para sostenerte. Ella negó salvajemente con la cabeza. —Es demasiado... Ohhhhh... —gimió, latiendo en todas partes—. ¡Es demasiado intenso! —Entonces es perfecto. Córrete, ________. Y como si su cuerpo sólo hubiera necesitado ese último aliento, las ataduras que le impedían llegar al orgasmo se disolvieron. ________ gritó su nombre una y otra vez mientras todo su ser se tensaba, atravesado por un placer inigualable. —¡Sí! ¡Así! —gimió él—. Observarte alcanzar el orgasmo me hace sentir... ¡Joder! Joe llegó al clímax. Se tensó y sujetó con firmeza sus caderas, manteniéndola suspendida en un tipo de éxtasis que ella pensaba que no existía hasta que él le había demostrado lo contrario. Él permaneció clavado hasta el fondo mientras se vaciaba en su interior. La había convulsionado de tal manera que sabía que jamás podría mirarle otra vez sin pensar lo completamente que él controlaba su cuerpo. La supernova que él había hecho explotar en sus entrañas la hizo arder sin fin. El placer que sintió la llevó a gritar hasta que se quedó sin aliento y sin voz. Cuando el clímax remitió, dejó tras de sí un estado de líquida y satisfactoria languidez y el adictivo aroma masculino de Hunter. Él la miró fijamente, dejando que ella se diera cuenta de su determinación y valor... y de que seguía deseándola. Un momento después, cuando las secuelas del orgasmo habían desaparecido, ________ supo que él había hecho caer todas sus defensas. Se sintió vulnerable. Se le llenaron los ojos de lágrimas y notó un nudo en la garganta. Estaba a punto de llorar. No era posible que expusiera aquellos crudos sentimientos ante nadie, y menos todavía ante el hombre al que acababa de desnudar su alma. Hablar y bailar con él había sido estupendo; sólo se trataba de pasar un rato divertido. Pero ahora... Ahora él la había afectado emocionalmente, la había dominado por completo, y por eso le resultaría imposible controlarse. Las sombras de su madre y Gordon gravitaban sobre ella. El juego había acabado. Para no perder la cordura era necesario que jamás volviera a poner los ojos sobre él.
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| | | JustKeepDreaming~ Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 261 Edad : 28 Fecha de inscripción : 29/09/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 2nd 2012, 17:46 | |
| Como Es posible que rayita no Quiera ver a Joe despues de eso...??? Siguela C: | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 3rd 2012, 09:59 | |
| no entiendo por que no le quiere ver mas... bueno me encantoo siguelaa en cuanto puedas (: | |
| | | Wenn Casada Con
Cantidad de envíos : 1547 Edad : 29 Fecha de inscripción : 01/04/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 3rd 2012, 10:43 | |
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| | | Andrea-JB-Nick Jonas Casada Con
Cantidad de envíos : 1199 Edad : 37 Localización : Argentina, Córdoba Fecha de inscripción : 07/06/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 4th 2012, 13:16 | |
| Ohhhh x Dios, que capitulos, si que me quede como OMG!!! Alguna vez dejaras de sorprenderme con tus novelas Martha???? Esta SUPER IMPRESIONANTE!!!!!!!! Ese Joe Ahhhhyyyyy Xd!!!!!! Como Rayita puede pensar en no volver a verlo!!
Siguelaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!
Te extrañare tanto este tiempo y sabes q eres muy especial para mi amiga, te quiero un monton, espero q este bien y te diviertas!! Sabes q amo todas las noves q subes, no hay una q no sea increiblemente encantadora, me fascinan, Te super adoro y te cuidas y nos vemos pronto, pero mientras hablamos x face....
Besitos Martha!!!!
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| | | jonatik4everrr Novia De..
Cantidad de envíos : 658 Fecha de inscripción : 27/11/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 12th 2012, 00:54 | |
| SEGUILAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA | |
| | | jonatik4everrr Novia De..
Cantidad de envíos : 658 Fecha de inscripción : 27/11/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 12th 2012, 01:59 | |
| seguilaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa | |
| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 16th 2012, 15:26 | |
| Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!
By Niinoo | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 17th 2012, 05:22 | |
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| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Julio 17th 2012, 15:32 | |
| Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!
By Niinoo | |
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| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ | |
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| | | | En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ | |
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