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| En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ | |
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+14.::::brisli::::. Nicole_JB PidgeJonas Andrea-JB-Nick Jonas JustKeepDreaming~ Samm Jonas nikifriky Niinooskaa jonatik4everrr Wenn nasgdangerJONAS - Galletas&Leche - IrennIsDreaMy SweetHeart(MarthaJonas14) 18 participantes | |
Autor | Mensaje |
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SweetHeart(MarthaJonas14) Casada Con
Cantidad de envíos : 1468 Edad : 27 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 5th 2012, 08:58 | |
| Hola, aquí me tienen con otra nueva novela, lo sé, jamás dejaré de subir. Aunque como saben, habrá días en que ni me pase a comentar en otras noves. Trataré de ser constante, aunque culpen a los maestros que tengo. ¡Disfruten la sipnosis, y diganme si les gustó! ARGUMENTO: Una fantasía secreta...:Joseph Jonas tenía todo lo que deseaba hasta que una bala le hizo replantearse su trayectoria como SEAL. Inquieto e inseguro sobre su futuro, acepta una intrigante proposición: realizar con su amigo Chase y la novia de éste, ________ __________, la más secreta fantasía de la joven: un trío. Lo que iba a ser una aventura sexual sin importancia cambia de cariz al conocerla. Audaz y sexy, ________ es, además, vulnerable y distante. Decidido a que sea suya para siempre, sabe que para conseguirlo necesitará mucho más que una noche y que el tiempo corre en su contra. Una obsesión incontrolable… ________ jamás deseó renunciar a la cómoda relación que mantenía con David y comenzar algo peligroso y prohibido con un desconocido. Sin embargo, a pesar de resistirse a él con todas sus fuerzas, se rinde finalmente al abrumador placer y a Joe, el hombre capaz de satisfacer todas sus fantasías. Pero mientras se abandonan al poderoso deseo, comienzan a acechar las sombras del pasado. Ahora, para mantenerla a salvo, Joe le hace una atrevida proposición. Aceptarla le destruirá el corazón, rechazarla podría acabar con su vida.¿Qué dicen? ¿La Sigo? | |
| | | SweetHeart(MarthaJonas14) Casada Con
Cantidad de envíos : 1468 Edad : 27 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 5th 2012, 09:03 | |
| PRÓLOGO Viernes. Joe se frotó las húmedas palmas de las manos en los vaqueros y respiró hondo ante la puerta del cuarto de baño donde ________ acababa de encerrarse. No le sirvió de nada; seguía teniendo los músculos tensos. Ojalá hubiera otra manera... Pero no la había y él lo sabía. No existía otra opción. Se le aceleró el corazón mientras forzaba la puerta. El aire húmedo y fragante le envolvió. Todo olía a ella, a lirios frescos y vainilla; todo dulzura. Era demasiado excitante. Como siempre, se puso duro al instante. Dios, ¡cómo amaba a esa mujer! Al verle, ________ contuvo la respiración y estiró el brazo para coger la toalla. El llegó antes, encantado de que ella sólo llevara puesto un tanga de encaje azul claro. Suave piel dorada y exuberantes pechos con enhiestos pezones rosados que le tentaban como nada en el mundo. Los empapados mechones oscuros le caían por la espalda, enmarcando la cara recién lavada. Apenas podía esperar para volver a estar dentro de ella, para abrazarla. El día anterior ella no había estado preparada y él no la había presionado, no había disfrutado de la íntima y sedosa intimidad de su sexo. Pero esta noche, las espadas estaban en alto. Al darse cuenta de que él no iba a darle la toalla y de que se interponía en el camino hacia su ropa, ________ le miró orgullosa, con la barbilla alzada. —¿Qué quieres ahora? Ya te he dicho cómo me siento y lo que necesito. Si lo que pretendes es impedir que me vaya, no lo conseguirás. Ah, esa terca vena de ________ que tanto le gustaba. En condiciones normales discutiría con ella hasta que ambos se cansaran, o hasta que decidiera seducirla y la hiciera gritar de placer. Pero esta situación estaba muy lejos de ser normal. Hasta el amanecer, lo más importante era protegerla. Era lo único indispensable. Joe sólo conocía una manera de conseguirlo... Concederle lo que tanto deseaba. Algo que le destrozaría el corazón. No se hacía ilusiones, jamás volvería a ser el mismo. Iba a sentirse tan jodido, miserable y solo como se había sentido su padre durante los últimos quince años, igual que se sentía Logan ahora. Joe siempre había jurado que haría lo que fuera cuando encontrara a una mujer que lo significara todo para él. Y, maldita sea, en unas horas no le quedaría más remedio que dejarla marchar. Cruzó los brazos sobre el pecho para contener el deseo de abrazarla, de perderse en su tentadora piel... y no detenerse jamás. —Para empezar, si te vas a casa no sólo te expondrás tú misma al peligro, sino también a tu familia. Puede que tú no sepas quien es el gilipollas que te amenaza, pero él te conoce muy bien. ¿No crees que podría atentar también contra todos a los que amas? ________ alzó la barbilla con terquedad, pero asintió con la cabeza, aunque no quisiera reconocerlo, sabía que él tenía razón. A pesar de ello, Joe tenía que poner las cartas sobre la mesa y sabía de sobra que la suya era la mano perdedora. —Quiero proponerte un trato, cielo. Hoy haré todo lo que sea necesario para neutralizar la amenaza que pesa sobre ti. Mañana serás libre en todos los aspectos. —Apretó los puños—. Incluso firmaré los putos papeles del divorcio. En cuanto escupió esas palabras, quiso poder borrarlas. Para él, ella lo era todo... Lo había sido desde el momento en que la vio por primera vez. Deseó poder conseguir que lo entendiera pero, a menos que también le amara, que aceptara sus necesidades y las de ella, estaban condenados. La sorpresa fue evidente en la expresión de ________, junto con algo de... ¿pena, tal vez? ¿O quizá sólo estaba viendo reflejados sus propios deseos? Ella suavizó el gesto. —G-gracias por ser, finalmente, un poco razonable. ¿Razonable? Dentro de cinco segundos no pensaría así. —Pero sólo lo haré si pasas esta noche conmigo. | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 5th 2012, 09:45 | |
| primera lectoraaaa siguelaaa me encantooo | |
| | | - Galletas&Leche - Casada Con
Cantidad de envíos : 1889 Edad : 27 Localización : Soñando Despierta. Fecha de inscripción : 02/02/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 5th 2012, 19:39 | |
| Me encantooooooo! Pero hay algo que no entendi, ¿Joe esta casado con Rayita? Ahi me confundiiiii! Pero siguela prontoooooooo! | |
| | | nasgdangerJONAS Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 472 Edad : 32 Localización : viajando todas las noches...solo para ver tus ojos<3 Fecha de inscripción : 12/11/2010
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 6th 2012, 20:17 | |
| nueva lectora!!!! dios O_O decir que esta extremadamente buena, interesante y todo le queda corto! en serio... la ame! uuuuff aquí tienes a una admiradora. espero que la continúes pronto | |
| | | SweetHeart(MarthaJonas14) Casada Con
Cantidad de envíos : 1468 Edad : 27 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 7th 2012, 09:16 | |
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Capítulo 01
Sábado, seis días antes.
Lo primero que Joseph Jonas pensó cuando entró en aquella abarrotada suite de un hotel de Las Vegas y vio a la sonriente morena que llevaba una copa de champán en la mano fue que quería tirársela. Lo siguiente, que era una putada que esa curvilínea mujer perteneciera a Chase, su antiguo compañero de servicio militar. —¿Ella lo sabe? —preguntó Joe. Chase se tomó el último trago de cerveza de la botella, apoyado contra la pared. —No —gritó por encima de la ensordecedora melodía que inundaba la estancia—. Será una sorpresa. Fui yo quien planeó venir a Las Vegas para celebrar su cumpleaños y cumplir su fantasía. Después de todo lo que ha tenido que pasar últimamente, cuando me lo contó... —soltó un eructo con olor a cerveza y se apartó el pelo oscuro de los ojos vidriosos—, lo organicé todo. Quizá fuera así, pero Joe sospechaba que Chase se reservaba algo. Hacía seis años que era SEAL y todavía seguía vivo porque hacía caso a lo que le decía su instinto. —¿A ti te parece bien? —Sí. —Chase ya no pronunciaba con claridad—. Maldita sea, es muy vehemente en la cama. Muy apasionada. Es por esa ardiente sangre latina. —Se inclinó y sonrió ampliamente—. Le gusta gemir y arañar. Las palabras crearon una imagen que hizo que Joe se pusiera duro como una piedra. Ella estaba en la cama con él, desnuda y sudorosa; aquella voluptuosa boca gemía su nombre mientras le clavaba las uñas rojas en los hombros al tiempo que él le acariciaba los exuberantes pechos con la nariz sin dejar de taladrar implacablemente el henchido sexo de la joven con su miembro. Eso era lo que deseaba y haría todo lo necesario para que ocurriera. La morena estaba enfrascada en una conversación con una mujer hispana un poco mayor que ella y otras dos jóvenes delgaduchas de su edad que llevaban unos tacones de infarto, el pelo teñido de rubio y pechos de silicona. Éstas le hacían bostezar, pero ella... Como si sintiera su mirada, la hermosa joven levantó la vista. Sus ojos se encontraron. ¡Oh, sí! Exudaba sexo por cada uno de sus poros. La atracción le hizo sentir una punzada en el vientre y le aceleró la sangre en las venas. Maldición, era preciosa. Enredar los dedos en ese pelo oscuro y sedoso mientras reclamaba su cuerpo y su boca —con ella esposada impotente a la cama— haría que valiera la pena cualquier cosa que hubiera tenido que hacer para conseguirlo. Incluso a más de diez metros, generaban tanta química sexual que él tenía los testículos a punto de reventar. Pero era mucho más que pura química. Joe tenía ya treinta y dos años y conocía la diferencia. No sólo la deseaba, quería conocerla, descifrarla, poseerla. ¿Por qué? Ella miró brevemente a sus acompañantes y luego a él. Sus pupilas eran color avellana, matizadas con un tono verde musgo y rodeadas por un halo negro. Poseía un cutis perfecto y dorado. Otro estremecimiento lo atravesó. La amplia sonrisa de la joven se desvaneció un poco. Ella le sostuvo la mirada y respiró hondo. Le latía el pulso en el cuello. Se humedeció los exuberantes labios con la punta rosada de la lengua. La jadeante expresión de la joven le decía que ella percibía tan bien como él la atracción que había surgido entre ellos. «¡Fantástico!» Porque la lujuria era tan intensa que se preguntaba si podría llegar a saciar en algún momento aquel repentino deseo por ella; desde luego, no en una noche. —¿Cómo se llama? —Tenía que saberlo. Necesitaba saberlo. —___. —Chase arrastró las sílabas—. En realidad se llama ________, pero lo odia. La llamo así cuando estoy cabreado con ella, pero entonces ella me llama Chezy y claro... —Lo he captado. —Joe no quería conocer los pormenores de la relación entre Chase y ________. Ya le tenía demasiada envidia—. ¿Hay algo que no quieras que haga? —No, hombre. Haz lo que ella quiera. Joe se preguntó para sus adentros si Chase se daría cuenta de que, al no poner límites, él iba a ser absolutamente letal. De baja tras haber recibido un disparo, Joe no tenía nada mejor que hacer que recuperarse de su herida en el hombro y seducir a ________. Pero estaba claro que Chase y él llevaban demasiados años sin hablar sinceramente y su amigo se había olvidado de su lado más cruel. Sin embargo, ¿por qué no advertir a la competencia? Joe sospechaba que su amistad podría llegar a romperse a causa de esa chica. Robar la novia a un colega no era su estilo, pero por ella se saltaría cualquier regla. Clavó los ojos en________ , que le observaba a través de las largas pestañas negras. Notó que se le erizaban los pezones mientras lo miraba. El se estremeció. «Para que luego Chase no dijera que no le había advertido...» —Eres un novio muy generoso. ¿Estás seguro de que quieres compartirla? Chase se incorporó tambaleándose por la sorpresa. —________ no es mi novia, tío, es sólo una amiga con derecho a roce. Sabe que follo con otras. Una intensa sensación de regocijo atravesó a Joe. «¿Sólo eran amigos?» Joe se prometió a sí mismo que Chase no volvería a acostarse con ________. A partir de ahora, él sería el único que se ocuparía de saciar el deseo de la chica. —¿Se acuesta con otros tipos? Chase se acercó a trompicones al pack de cervezas más cercano, cogió otra lata y la abrió. —No últimamente. Está demasiado ocupada. - Aquello se ponía cada vez mejor. —¿A qué se dedica? —Es agente de libertad condicional en Lafayette. Trabaja por horas controlando a los deshechos de la sociedad. Últimamente ha recibido amenazas de muerte y sospecha que provienen de uno de los seguidores de los Gansters Disciples. Un tipo en libertad condicional, acusado de tráfico de drogas, al que denunció por no presentarse a fichar. Joe notó una opresión en las entrañas. Saber que alguien la estaba amenazando le ponía hecho una furia. Había que ser muy cobarde para amenazar a una mujer. Y en ese caso en concreto además, cada una de sus células entrenadas para el combate pidió sangre. —¿Han arrestado ya a ese gilipollas? Chase negó con la cabeza. —Sólo han dictado una orden de arresto. —Esbozó una sonrisa de borracho—. ________ está para comérsela con ese vestido y peinada de esa manera tan remilgada... Hmm... Oh, Joe se imaginaba perfectamente cómo sería arrancarle la falda que le ceñía las caderas y aquella blusa de seda tan fina como el papel. Le introduciría los dedos entre los cabellos, de manera que cayeran espesos y ondulados sobre su espalda, y luego se desharía de toda su ropa interior hasta que sólo tuviera puestas las medias, los zapatos de tacón alto y una sonrisa de lujuria. Pero antes de seguir adelante, tenía que preguntar sobre el motivo que le había llevado hasta Las Vegas. —¿Por qué me has pedido que me una a vosotros? Chase pareció realmente sorprendido. —Porque eres frío como el hielo, inalterable. Cuando echas un polvo, follas y te largas. Eres perfecto para un trío. Sí, ése había sido su modus operandi hasta entonces. Pero ¿ahora? Sospechaba que las cosas habían cambiado bastante en... los últimos cinco minutos. Su instinto le decía que quería mucho más que acostarse con ________. Aunque, por supuesto, ése era su objetivo más inmediato. Asegurarse de que ella querría mucho más que una sola noche, era el segundo. —Así que su fantasía es participar en un trío, ¿eh? —Sonrió—. Pues, ¡a jugar! Al menos hasta que él cambiara las reglas. —¿Quién es ése? —preguntó Marisol, arqueando una ceja oscura mientras clavaba los ojos en el cuerpo alto y musculoso del extraño que hablaba con Chase. El desconocido las miraba fijamente. ________ ________ (TA) quería la respuesta a la pregunta de su hermana desde que él entró por la puerta después de que terminara la cena, hacía unos minutos. Hizo girar el anillo de plata en el dedo con nerviosismo y se obligó a mirar a su hermana. —¿No sabes quién es? ¿No le has invitado tú? Marisol negó con la cabeza. —A la única persona que invité fue a mamá. Y las dos sabían que su padrastro, Gordon, jamás permitiría que su madre saliera de casa para divertirse. ¿Por qué no se divorciaba de aquel dominante hijo de perra? —Por la manera en que te mira ese moreno, diría que lo que quiere es conocerte en profundidad —musitó su amiga Chloe—. Dios, ¡qué bueno está! ¡Vaya macizo! Parece tan fuerte que incluso podría patearle el culo a un luchador profesional. Totalmente de acuerdo con ella, ________ volvió a mirarle. Los hombres como él —guapos, fuertes y con un aura de peligro que la hacía estremecer— rara vez se fijaban en las chicas como ella: tirando a altas y que usaban una talla grande. Pero él apenas había mirado a ningún otro lado desde que entró en la estancia. —¿No se enfadará Chase? —preguntó su hermana en tono de preocupación. ¿Cómo podía explicarle a su hermana mayor, casada y muy conservadora, que Chase y ella sólo eran amigos con derecho a roce? Bueno, se lo diría sin rodeos. —No somos novios, sólo amigos, Mari. —¡Cómo me gustaría conocer a ese tipo! —suspiró Chloe—. Sin embargo es evidente que eres la única mujer en la que está interesado esta noche. ¡Feliz cumpleaños, chica! «Amén.» Tenía casi veinticinco años, estaba soltera y era feliz; ¿por qué no iba a divertirse durante unas horas con un hombre como ése? Bueno, Chase estaba allí, pero si tenía en cuenta a todas las chicas que se trajinaba, seguro que lo entendería. Y tampoco él tendría problemas para encontrar compañía para esa noche. A menos que Chase hubiera invitado a ese desconocido a su fiesta para... «¡Oh, Dios!» Incluso la mera posibilidad hizo que se le acelerase el corazón y que su cuerpo pidiera marcha de cintura para abajo. —¿Así que nadie sabe quién es? Ésa es mi especialidad, lo averiguaré en un santiamén —prometió Hallie, su otra amiga, con una sonrisa ladina—. Vuelvo enseguida. ________ se terminó el champán y buscó de nuevo la mirada miel del desconocido mientras contenía un escalofrío. Sabía que sólo había una razón para que estuviera allí rezumando pecado por cada poro de su piel. Como había prometido, Hallie regresó unos minutos después, a punto de explotar de excitación. —¡Oh, Dios mío! No os lo vais a creer. ________ notó mariposas en el estómago. ¿Estaría casado? ¿Sería un boy? —¿Qué? —Aún no sé por qué está aquí, pero estoy en ello. Al parecer conoce a Chase desde hace siglos, hicieron juntos el servicio militar. Pero el bombón se quedó en la Marina y ahora pertenece a los SEAL. Se llama Joseph, es de Texas y está de baja porque le hirieron hace poco. Por lo que he podido ver, es un auténtico cabronazo. No le costaba nada creerlo. Parecía gritar a los cuatro vientos «ni se te ocurra joderme». La mirada penetrante y la mandíbula dura parecían todavía más inclementes por la sombra de la barba. Llevaba el pelo negro cortado al estilo militar; tenía el cuello ancho, y las manos y los antebrazos nervudos. Todo él destilaba poder letal. Llenaba la camiseta gris con músculos y unos hombros anchos que no poseería un hombre de negocios. Los pectorales y los abdominales eran patentes bajo el algodón, y la tentaban a arrancarle la prenda y deslizar los dedos y la lengua por ese asombroso cuerpo. Las caderas estrechas y los muslos largos estaban cubiertos por unos vaqueros. Y allí entre las piernas... Tragó saliva. Incluso desde el otro lado de la habitación era evidente que estaba duro. Y seguía teniendo los ojos clavados en ella. —¿De veras? Yo también me siento hoy bastante cabrona. —Le sostuvo la mirada de manera insinuante. Chloe le dio una copa llena. —Bébete esto y ve a por él. ________ se lo bebió casi de golpe. «Allá voy.» —Gracias, eso haré. Según se acercaba a él, los ojos mieles comenzaron a arder, clavados en ella como un rayo láser. Chase se volvió hacia ella con la vista nublada. ¿Estaba borracho? Maldición, nunca había sabido beber. Observó que el tal Joe tenía las manos vacías y cogió una lata de cerveza de la nevera mientras caminaba lentamente sobre los tacones de aguja, acentuando el balanceo de sus caderas sin apartar la mirada de él. —Esta es la cumpleañera —farfulló Chase. —________, ¿no? —preguntó el macizo. Incluso su voz la hacía estremecer. Era un poco ronca, un poco áspera, un poco dominante. De cerca parecía más mayor. ________ se obligó a detener todos aquellos pensamientos impuros al menos el tiempo suficiente para responder. —Sí. ¿Tú eres Joseph? El curvó los labios en una sonrisa. —¿Has sentido la suficiente curiosidad por mí como para averiguar mi nombre? Por supuesto. Pero si lo que quería él era coquetear, ella estaba demasiado cansada. Si buscaba otra cosa... definitivamente estaría muy dispuesta. Sólo de pensar en todo lo que él podría hacerle, sentía ardientes escalofríos. —¿De qué hablabais? —preguntó ________ con una sonrisa. Chase esbozó su típica sonrisa de muchacho americano. —De que vamos a follarte, ________. Y de que también te haremos eso que tú quieres. Notó un intenso calor entre las piernas. No se había equivocado. Llevaba años recreándose en esa fantasía de participar en un trío. Pensar en que su amante y un desconocido que él hubiera elegido la acariciaban y le daban placer con sus pollas, la volvía loca de anhelo. Chase, un buen amigo suyo desde que se había mudado al mismo edificio de apartamentos dos años antes, le había prometido que la ayudaría a cumplir su fantasía. Como le había dicho: «¿para qué sino están los amigos?» Podría haberse sentido avergonzada ante la ebria brusquedad de Chase, pero al menos por esa noche sería mejor no andarse con rodeos. ¿Para qué mostrar recato? Aunque estaba muy interesada en la opinión de Joe al respecto. Cuando lo miró de reojo pensó que parecía encantado y, cuando bajo la vista, constató que todavía tenía una erección de campeonato. No, no había ninguna razón para que ella no satisficiera su deseo esa noche. —Un regalo de cumpleaños estupendo. —________ le guiñó el ojo y le ofreció a Joe la cerveza—. He observado que no tomas nada. ¿Quieres esto? —Gracias, pero estoy bebiendo agua. —Miró la lata de Chase—. La tuya está vacía, bébela tú, anda. —Gracias. —Chase abrió la lata y se ventiló de golpe la mitad antes de emitir un eructo—. Voy a mear. —Mientras lo haces —dijo Joe conteniendo una sonrisa y lanzándole a ella una mirada ardiente y penetrante—, bailaré con la homenajeada. Así nos vamos conociendo un poco mejor. Santo Dios, cada vez que ese hombre abría la boca, notaba mariposas en el estómago. Una estúpida reacción de adolescente que no se correspondía con la madurez de sus pensamientos. Pero Joe la hacía sentir así. Antes de que ella pudiera decir una sola palabra, él la rodeó con el brazo y puso la mano en el hueco de su espalda. Aquel pequeño roce le provocó una sacudida y todo su cuerpo entró en combustión como una supernova. Se mordió los labios para contener un gemido mientras él la conducía a una esquina desde la que se podía contemplar una impresionante vista de Las Vegas a la puesta de sol. La gente que les rodeaba se contoneaba al ritmo de la música. Entonces, Joe se acercó más y ella se vio inundada por su afrodisíaco aroma a almizcle, a madera, a lluvia de verano y a macho. Se apretó contra ella y ________ percibió lo mucho que la deseaba. Supo que él no tendría ningún problema para ofrecerle todo lo que ella había anhelado... y mucho más.
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| | | Wenn Casada Con
Cantidad de envíos : 1547 Edad : 29 Fecha de inscripción : 01/04/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 7th 2012, 11:08 | |
| siguela.... nueva lectoraaaa | |
| | | - Galletas&Leche - Casada Con
Cantidad de envíos : 1889 Edad : 27 Localización : Soñando Despierta. Fecha de inscripción : 02/02/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 7th 2012, 11:50 | |
| Ow! Mujer, debes seguirla cuanto antes! Pero es que me ha encantado! Subeeeeeeeeeeee mas! | |
| | | nasgdangerJONAS Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 472 Edad : 32 Localización : viajando todas las noches...solo para ver tus ojos<3 Fecha de inscripción : 12/11/2010
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 7th 2012, 19:38 | |
| :O buenísimo!! síguela pronto | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| | | | jonatik4everrr Novia De..
Cantidad de envíos : 658 Fecha de inscripción : 27/11/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 10th 2012, 17:00 | |
| Nueva lectora Seguilaaaaaaaaaaaa | |
| | | SweetHeart(MarthaJonas14) Casada Con
Cantidad de envíos : 1468 Edad : 27 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 11th 2012, 07:56 | |
| Capítulo 02 Joe se acercó todavía más a ________ . Las curvas y depresiones de sus cuerpos encajaron a la perfección y sus músculos se tensaron de deseo. Ella se recostó contra su pecho, con el vientre adherido al suyo y las exuberantes caderas llenándole las manos. Aunque no parecía posible, tenerla tan cerca hacía que se pusiera todavía más duro. Había algo en esa mujer que estimulaba todos sus sentidos y, ahora que la tenía pegada a su cuerpo, el deseo detonaba en su interior con la fuerza explosiva de un megatón de dinamita. Quería desnudarla, saborear cada centímetro de su piel, inhalar su aroma. Pero no se trataba sólo de que quería tirársela, también quería conocerla y obtener su confianza. Seducirla hasta que ella se sometiera a él por completo. A lo largo de los años había conocido a un montón de hembras sumisas dispuestas a sucumbir a cada uno de sus dominantes deseos. También había estado con mujeres inteligentes, vibrantes y capaces, con las que conectaba a nivel intelectual. Por desgracia, jamás había podido satisfacer ambos campos con la misma persona, pero sospechaba que finalmente podría conseguirlo con ________ . Con ella no experimentaba la misma reacción negativa al pensar en el compromiso y tampoco existía el usual desinterés que solía experimentar al cabo de unas horas con cualquier otra mujer. En el momento en que la había tocado, algo había chirriado en su interior antes de encajar en su lugar. Supo que sería suya. Joe respiró hondo. Maldición, nunca se había sentido de esa manera con una mujer. Jamás había imaginado llegar a sentir esa certeza instantánea. Pero igual que aceptaba todos los presentimientos cuando se trataba de una misión, tampoco se cuestionaba ahora su intuición. Lo que tenía que ser, sería. En el caso de que ________ no sintiera el mismo deseo que él de mantener una relación a largo plazo, lo aceptaría, pero por el momento estaba fascinado. No podía perder el tiempo intentando entender exactamente por qué iba a amarla. Sin duda, tendría que actuar con rapidez para clavarle las garras con la misma intensidad que ella se las había clavado a él. No cabía la posibilidad de que la dejara escapar. De repente, Joe no pudo borrar la sonrisa de su cara. A pesar del infierno en que se había convertido su vida en los últimos tiempos, las cosas parecían estar mejorando. En el otro lado de la suite, Chase salió del cuarto de baño, cogió otra lata de cerveza y los observó con la mirada vidriosa y desconcertada. Sí, supuso que Chase no estaba acostumbrado a verle bailar o charlar con las chicas que se llevaba a la cama. Por lo general, Joe no perdía el tiempo en tales prolegómenos porque las mujeres con las que solía estar ya conocían las reglas, así que se limitaba a desnudarse y se ponía manos a la obra. Se preguntó vagamente si a Chase le molestaría que con ________ fuera diferente. Aunque tampoco era algo que le preocupara lo suficiente como para cambiar de actitud. Un tipo golpeó a Chase en la espalda, distrayéndole. Joe se relajó. Ahora, la atención de ________ era toda suya. —Me han dicho que eres SEAL —murmuró ella con voz ronca y sensual—. Y que te han herido hace poco tiempo. Joseph hizo una mueca al recordar la bala que tres semanas antes le había atravesado casi en el mismo lugar en el que había sufrido una herida similar sólo unos meses antes. Aquello le irritaba... Casi parecía como si Víctor Sotillo y sus secuaces, esos jodidos traficantes de armas venezolanos, hubieran sabido de su anterior lesión y hubieran apuntado justo allí. —Sí. Sin embargo, aunque a mí me alcanzaron en el hombro, mi bala se incrustó en el pecho del que me disparó, así que creo que salí ganando. ________ se quedó boquiabierta. —¿Le...? —¿Si le maté? —Joe asintió con la cabeza—. Cuando dimos con él, sus amigos le estaban practicando una reanimación cardiorrespiratoria, pero no consiguieron nada. Una suerte. —¿Era un mal tipo? —El peor. Era un cabrón de lo más sádico, no le importaba a quién tuviera que matar. —«Ni destruir la paz del mundo.» —Vaya. ¿Se trataba de una misión? ¿Dónde estabas? Joe se encogió de hombros, ignorando la punzada de dolor en la zona de la herida. —No puedo decírtelo. Es información clasificada. Pero terminamos con éxito la misión. Ese bastardo estaba jugando al escondite con nosotros. Menos mal que soy muy persistente... y paciente. ________ tragó saliva y él se preguntó si ella estaría tomando nota de esos comportamientos que también le aplicaría a ella según lo necesitara. Si no era así, lo aprendería muy pronto. —¿Cuánto tiempo estarás en los Estados Unidos? —Una semana más. Aunque tú podrías conseguir que me quedara más tiempo. No hubo ni una pizca de timidez en la sexy sonrisa de ________. Lo miró fijamente bajo las espesas pestañas mientras se mordisqueaba el exuberante labio inferior. Él se imaginó cómo sería verla succionando su polla con esos mismos labios. —No sé... Si decides quedarte, ¿qué te hace pensar que yo estaría dispuesta a pasar más tiempo contigo? —Cariño, si no lo estuvieras, significaría que lo estoy haciendo muy mal y entonces harías bien dándome una patada en el culo. —Humm... —________ se estremeció y le deslizó las manos por los brazos hasta entrelazar los dedos en su nuca—. Así que sabes cómo complacer. Eso me gusta. —Me encantaría complacerte. —Joe se inclinó para susurrarle al oído mientras le acariciaba el cuello con la nariz—. Si te gusta la idea, nos lo pasaremos realmente bien. Joe notó que a ella se le endurecían los pezones. Apostaría todo el dinero que tenía en el banco a que estaba empapada. Preparada. Pero esperaría. El deseo le oprimió los testículos y tuvo que contener la impaciencia. Para conseguir lo que quería eran necesarios tiempo y confianza. Además, el resultado sería demasiado delicioso para apresurarse. Intentó distraerse hablando. —Me ha dicho Chase que eres agente de libertad condicional. —Sí, desde hace dos años. Me gusta trabajar con gente que ha dado un paso en falso pero quiere realmente enderezar su vida. Algunos sólo tomaron el camino equivocado, otros se juntaron con quién no debían o les faltó confianza en sí mismos. Es genial ver cómo consiguen superarlo. A Joe le gustó ella todavía más. —Estoy seguro de que eres muy buena en tu trabajo. Pareces muy sensata, pero apuesto que además, lo haces con mucha mano izquierda. —Guau, complaciente y encantador. Ésta es mi noche de suerte. —La risa coqueta de la joven le hizo comenzar a arder. Joe tuvo que morderse el interior de la mejilla para no besarla allí mismo. Los labios femeninos, rojos y jugosos, estaban a sólo unos centímetros de los de él. La vio hacer un mohín. Dios, quería esa boca bajo la suya, rodeándole la polla, abierta en un grito cuando ella alcanzara el orgasmo. —Me ha dicho Chase que has tenido algunos problemas últimamente. ________ frunció la nariz. —Cortez Villarreal es un auténtico problema. Se piensa que me intimidará y que me doblegaré a sus amenazas porque soy una mujer. Está muy equivocado. He aprendido a valerme por mí misma y no podrá impedir que realice mi trabajo sólo porque me lance unas sucias amenazas. —Resopló—. Es un capullo. —¿Te ha amenazado personalmente? —Joe tuvo que contener un gruñido. —Todavía no, sólo se ha saltado la condicional una semana. Cuando la policía y los cazarrecompensas le comiencen a acechar, enviará a alguno de sus secuaces a hacer el trabajo sucio. Me espero cualquier cosa, así que estaré preparada para hacer el equipaje. Aunque a Joe ya no le gustaba la idea de que ________ tuviera que protegerse, el hecho de que ella fuera consciente y de que no tuviera miedo, le irritaba todavía más. No había esperado esa dura actitud en una mujer tan suave y curvilínea, pero hacía que tuviera todavía más ganas de tener algo con ella. Y le confirmaba la sospecha de que había mucho más debajo de aquella cara bonita. —¿Sabes disparar? —Le pasó la mano por la cadera, disfrutando de la sensación de acariciar sus curvas. ________ se rozó contra él, cada vez más cerca. —Mi hermano mayor me enseñó. Era policía en Nueva Orleáns antes del Katrina. Ahora vive en Houston y trabaja de detective. Hace más de un año que no le veíamos, pero la última vez que vino a casa me enseñó a disparar. —¿Sabes defensa personal? Ella hizo una mueca. —Necesito mejorar. Hasta ahora he confiado en que un buen rodillazo y conocer algunas llaves llegan para detener a un hombre. —Recuérdame que no te cabree nunca. —Le acarició el trasero con la palma de la mano, tanteándolo, sopesándolo. Era exuberante y perfecto. Tomarla desde atrás iba a resultar una imagen muy placentera. Follarla allí todavía sería mejor. —¿Por qué harías eso? ________ frotó sus caderas contra las de él. Joe notó que su miembro palpitaba y que le bajaba un escalofrío por la espalda. La mirada de la joven contenía un reto sexual. Y que le mataran si no quería responder a él tan pronto como fuera posible. Dios, quería devorarla. El deseo le clavó unas garras implacables con más intensidad que nunca. Pero esperar era importante porque ella también lo era, y mucho. —Bueno, sospecho que tú eres un poco terca y yo no soy siempre dócil. —Pero si te diera un rodillazo en este impresionante equipo... —le pasó las uñas por la espalda y a él se le puso la piel de gallina—, ¿no estaría tirando piedras contra mi propio tejado? Joe sonrió ampliamente. —Me gusta cómo piensas. —Cuéntame más sobre ti. Joe no estaba centrado en la conversación. De hecho, estaba realizando un enorme esfuerzo para concentrarse. Conseguir conocerla también era importante. ________ no era una mujer cualquiera para él y quería que lo supiera desde el principio. Estaba totalmente empalmado ahora mismo, pero a pesar de ello, quería hablar con ella. Valorarla. —Mi padre, a quien llamamos cariñosamente Coronel, está retirado del Ejército y se mosqueó cuando mi hermano y yo nos alistamos en la Marina y nos convertimos en SEALs. Además tengo una hermana pequeña que vive con su marido en Lafayette. Están esperando su primer hijo. ¿Qué me dices de ti? —¿En Lafayette? Ahí es donde vivo yo. Mi madre y mi padrastro todavía están en la casa donde crecí. Mi hermana mayor, que es la que no nos quita la vista de encima, se llama Marisol y vive con su marido y sus hijos a poca distancia de ellos. Ya te he hablado de mi hermano. Yo soy la pequeña. —Ladeó la cabeza y, además de lujuria, una innegable inteligencia brilló en aquellos ojos color avellana—. ¿Y tu madre? Ese era el único tema del que no hablaba. Con nadie. Con esa pregunta ________ había intentado ser educada, así que no se sintió obligado a responder. Se contoneó contra ella mientras llevaba la mano a su nuca y le rozaba la mejilla con los labios camino de la oreja. —¿De qué quieres hablar en realidad? ________ suspiró, le deslizó la mano debajo de la camiseta y le arañó suavemente la parte inferior de la espalda, excitándole tanto que pareció que en su interior estallaban los fuegos artificiales del cuatro de julio. La necesidad de tocarla, de acariciarla y complacerla lo atravesó. Él le deslizó la boca abierta por el cuello, casi como si estuviera lamiéndolo, casi como si estuviera besándola allí, pero sin llegar a hacerlo. Ella contuvo la respiración y ladeó la cabeza, ofreciéndole la garganta. Una señal de rendición que hizo que su erección palpitara y se humedeciera. Con un gruñido, él apretó la polla contra su sexo. Ella presionó su cuerpo en respuesta mientras separaba los labios en un gemido. —¿Quieres que hablemos de cómo voy a follarte, ________? —¿Tú y Chase? Joseph vaciló. —No puedo hablar por él. Pero sí sé lo que yo voy a hacerte. Ella volvió a mirarle a los ojos, ahora con más audacia. —Me encanta que tengas planes. Pero deberías preguntarme cuáles son los míos. ________ se adueñó de su boca con atrevimiento y le besó de manera increíblemente suave pero exigente e intensa. Luego se apartó de forma juguetona, dejándole conocer un indicio de su sabor, nuevo e intoxicante, imposible de ignorar. Al momento, Joe notó que una llamarada se propagaba por su cuerpo y la apretó contra sí con más fuerza. Ella interrumpió el beso con una risa ronca que le hizo estremecer. —________... —le advirtió. La joven volvió a esbozar una sonrisa descarada. Sabía que le estaba provocando, que le tenía pillado por las pelotas y no pensaba dejar de presionarle. A él le gustaba aquella faceta juguetona que mostraba, así que le permitió continuar... por ahora. | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 11th 2012, 11:09 | |
| siguela por lo que mas quieras me encantoooo (: por fii otro capi prontito ?? | |
| | | SweetHeart(MarthaJonas14) Casada Con
Cantidad de envíos : 1468 Edad : 27 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 13th 2012, 07:46 | |
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________ se puso de puntillas y se acercó todavía más, rozándole los labios de nuevo. Se aferró a sus brazos mientras profundizaba el beso, moviendo la lengua con la suavidad y rapidez de una elusiva mariposa. Sabía a cerezas, un poco a tequila y a puro pecado. Le ponía a cien. Cuando ella escapó, Joe miró a su alrededor. La hermana de ________ tenía el ceño fruncido, pero sus amigas sonreían de oreja a oreja. Chase seguía hablando con un colega mientras bebía otra cerveza y les miraba de vez en cuando con inquietud. Joseph siguió bailando y se acercó todavía más al ventanal que tenía aquellas impresionantes vistas nocturnas sobre el Strip de Las Vegas Boulevard South. Joe ignoró todo lo que les rodeaba e introdujo los dedos en el sedoso cabello oscuro que caía sobre la espalda de ________. Tiró con tuerza hasta que ella arqueó la garganta. —Estás jugando con fuego. Una sonrisa petulante y sexy curvó sus labios en un gesto absolutamente impúdico. —Puedo manejarlo. —Deberías averiguar qué juegos me gustan antes de mostrarte tan confiada. —Cuéntamelos. El miró fijamente sus dilatadas pupilas y notó el pulso que le latía en el cuello. Sonrió. —Prefiero enseñártelos. Joe asumió el mando y la besó con intensidad. Traspasó los labios de ________, aquella boca con sabor a tequila y cerezas, y enredó su lengua con la de ella en un baile sensual. Le exigió mucho. Tomó lo que quiso. Se dejó guiar por las pistas que ella le daba, los gemidos y los escalofríos, que le decían todo lo que ________ deseaba. Y luego se lo ofreció. Todavía devorándole la boca, Joe le agarró las muñecas y se las sujetó juntas con una mano inquebrantable en el hueco de la espalda. Pegó los muslos a los de ella y se frotó contra su cuerpo... Pecho, vientre, cadera... La apretó contra la pared para inmovilizarla. Ella contuvo la respiración y él se tragó el suspiro con otro beso. «Maldición, sí.» Su cuerpo se estremecía por la necesidad de desnudarla, de follarla, de poseerla por completo. Mientras su mente se veía inundada por unas imágenes crudamente eróticas y se dejaba embriagar por su sabor, ella liberó una mano y la deslizó entre sus cuerpos, cerrando los dedos en torno a su miembro. Cuando se lo apretó, el deseo atravesó a Joe. Rechinó los clientes y contuvo un siseo mientras volvía a capturar la mano de ________ y se la llevaba de nuevo a la espalda. ________ estaba acostumbrada a asumir el mando. No cedería el control con facilidad, pero Joe estaba decidido a ser paciente. Le gustaban los retos. Y no pensaba rendirse hasta que ella claudicara por completo. Después de soplar las velas, ________ se abandonó a la celebración. La tarde se convirtió en noche mientras ella charlaba, bailaba y ardía al saber el placer que le esperaba. Dos horas después, el pastel estaba terminándose y la mayor parte de los invitados habían vuelto a sus habitaciones o habían bajado a jugar al casino. ________ se bebió el cuarto margarita de la noche y se sintió un poco más eufórica. Una chica no cumplía todos los días veinticinco años, así que no pasaba nada por estar un poco achispada. Percibía a Joe a su espalda, muy cerca de ella, con la mano sobre su cadera. El calor de su cuerpo atravesó el suéter y la minifalda negra cuando le apretó la erección contra el trasero. Todo él hablaba de posesión, y estaba segura de que no la dejaría marchar hasta que quedara satisfecho y la hubiera poseído de todas las maneras en que un hombre podía poseer a una mujer. Con la ayuda de Chase, por supuesto. Desde que habían bailado, ________ encontró difícil centrar la atención en algo que no fuera desnudar el duro cuerpo de Joe y averiguar lo bien que podía hacerla sentir. Lo que no entendía era por qué demonios había animado a Chase a beber como un cosaco. Y respecto a eso, ¿en qué estaba pensando Chase? Ese rollo que se traía de chico universitario la aburría. Jamás le había visto beber tanta cerveza. ¿Por qué esa noche? —¡Más, más, más! —coreó la pequeña multitud compuesta por Tim, el oponente de Chase, su novia y su hermano. Joe guardó silencio. Tras cuatro minutos de reto, ambos adversarios abrieron una nueva lata de cerveza —la cuarta de Tim y la quinta de Chasee—, que ambos apuraron con fruición. Dos minutos después, Chase eructó y sostuvo en alto la sexta cerveza vacía. —¡Lo conseguí! Dadas las copiosas cantidades de cerveza y vodka que había estado ingiriendo durante las últimas horas, Chase estaba borracho como una cuba. Sus palabras eran gangosas y movía con dificultad las extremidades. ________ suspiró y se dirigió a hacer café. Si quería que la ayudara a cumplir su fantasía, tenía que conseguir que recuperara un poco de sobriedad. Su oponente, Tim, dejó la lata por la mitad. —Joder, soy demasiado viejo para beber más que tú. —Suspiró, luego se volvió hacia su novia con el ceño fruncido—. Vámonos. Después de que Tim cogiera a su novia del brazo y se dirigiera a la puerta, Robert su hermano, se acercó a abrazar a ________. —Feliz cumpleaños, ________. Espero que sea una gran noche. Ella sonrió al policía de treinta y tantos años. —Gracias por venir a Las Vegas para celebrarlo conmigo. —¿Cómo iba a perderme este estupendo fin de semana? —Se volvió y miró a Joe de arriba abajo—. ¿Ya sabes qué vas a hacer el resto de la noche o quieres que me quede contigo? Lo que traducido quería decir «¿estás bien con este extraño?» Nadie sabía nada de Joseph excepto Chase, que le había asegurado que era un gran tipo con un montón de medallas. Pero incluso si aquel hombre tan sexy no hubiera sido SEAL, ________ hubiera sabido que era buena gente a pesar de que cuando le dio el beso, hacía unas horas, le había demostrado que tenía un lado duro e inflexible. ________ sonrió. —Estoy bien. Ve a disfrutar del resto de la noche. Robert encogió los hombros. —Tengo una ficha de cien dólares del Caesar's en el bolsillo. Ella se rió y les hizo señas a los tres para que se fueran. Luego se acercó lentamente a la pequeña cocina de la suite. Hallie y Chloe se habían marchado unos minutos antes para intentar ligarse a algún tío bueno con el que pasar la noche. Se reuniría con ellas por la mañana para tomar el vuelo a casa. Marisol había vuelto a su habitación poco después de que ________ hubiera apagado las velas. Madre de dos niños de corta edad, no estaba acostumbrada a pasarse la noche de marcha. Chase, Joe y ella estaban al fin solos en la suite. Ahora comenzaría de una vez por todas la auténtica diversión. Después de tomar café. Puso en marcha la cafetera y cogió las tazas de la vitrina. Se dio la vuelta y se tropezó con Joe allí mismo. Soltó un gritito. —Oh... Me has asustado. ¡No te acerques a hurtadillas! La sombra de una sonrisa jugueteó en los labios masculinos. —Lo siento. ¿Puedo ayudarte en algo? —No. Gracias. ¿Quieres una taza? —dijo señalando la cafetera. —Por ahora no. ¿Tú quieres una? —Lo cierto es que no me gusta. —Lanzó una mirada a la salita de la suite y encogió los hombros al mirar a su amigo, que estaba repantigado en un sillón con los ojos entrecerrados—. Pero parece que Chase necesita una con urgencia. —A mí no me hace falta ningún jodido café —ladró Chase, incorporándose—. Sólo estaba esperando a que se fuera todo el mundo para poder follarte. ¿O ya no quieres jugar, ________? Ella quería participar en un trío desde hacía mucho tiempo. Según había oído era algo que quien lo probaba, repetía. Ansiaba saber si le gustaría. Pero Chase estaba como una cuba. Era cierto que jamás la había dejado insatisfecha fueran cuales fueran las circunstancias. Y él le gustaba, aunque lo consideraba un amigo y no un amante. No podía negar que follaba bien. ¿Y Joe? Simplemente teniéndolo cerca se estremecía de pies a cabeza. Durante las últimas horas había comenzado a sospechar que él no sólo era intenso, sino que cruzaba los límites normales con contundencia y que quizá fuera demasiado dominante. Eso debería hacerle poner pies en polvorosa. Dado su historial familiar, la idea de tropezarse con un hombre dominante la aterraba. Pero Joe conseguía que humedeciera las bragas de la excitación. Si dejaba pasar esa oportunidad porque la situación no era perfecta, ¿volvería a tener la oportunidad de que eso ocurriera? ¿De tropezarse con un hombre como él? De ella dependía llevar a cabo su mayor fantasía. La tenía al alcance de la mano, sólo tenía que dirigirse al dormitorio. —Claro que quiero jugar. —Respiró hondo y sostuvo la mirada miel de Joe—. ¿Y tú? Cada vez que le miraba se le entrecortaba la respiración. Estaba buenísimo, pero ella no se sentía así con cada tío bueno que conocía. Era él. Parecía una tormenta a punto de estallar. Por fuera era frío y controlado, pero interiormente apenas lograba sujetar las riendas. Y ________quería hacerle perder el control. —He venido aquí por ti. Pero yo no juego, querida —dijo Joe, arrastrando las palabras. —Entonces... supongo que podemos irnos al dormitorio. —¡Maldito escalón! —dijo Chase cuando tropezó. Joe le sujetó y le ayudó a recuperar el equilibrio para atravesar el vestíbulo de la suite. Se dirigió a la habitación tambaleándose. Logró avanzar dando tumbos de una pared a otra como si se tratara de una bola de billar. Ella le observó mordisqueándose los labios. Joe se acercó a ella y le puso la cálida palma de la mano en el hueco de la espalda. —¿Tienes dudas? —No. Estoy preocupada por Chase. Él le apretó el hombro. —Funcionará. Vamos. Ella asintió con la cabeza, no debería perder el tiempo pensando en lo que podría ocurrir. Ahora mismo tenía a su disposición a dos macizos para intentar llevar a cabo su fantasía. ¿Por qué preocuparse por otra cosa? Respiró hondo para aliviar la tensión y se dirigió a paso lento al dormitorio, cada vez más excitada. Y no sólo por la fantasía en sí. Estaba acostumbrada a Chase —solían acostarse juntos un par de veces a la semana, así que sabía qué encontraría exactamente—, pero Joe... Lo miró de reojo y contuvo la respiración. Él le dirigió una sonrisa lenta que exudaba sexo. ________ le esperó llena de anticipación. Lo más probable es que la volviera loca con algún tipo de placer que no podía ni imaginar. Apenas contenía la impaciencia por comprobarlo. —Cuanto más rápido muevas el culo —dijo Joe en tono ronco—, antes tendrás mi boca en tu coño. ________ notó un vuelco en el estómago cuando se sostuvieron la mirada. Se quedó sin respiración. «Oh, Santo Dios. Él hablaba en serio.» Casi corrió hacia el dormitorio. Allí, con el brillante cielo nocturno de Las Vegas como telón de fondo, Chase ya se estaba despojando de su ropa. Tenía la camisa desabrochada y se estaba quitando los zapatos apretando la puntera de un pie contra el talón del otro. También había abierto el botón de los vaqueros, pero tenía los ojos entrecerrados. Después de que ella deslizara las pesadas cortinas del ventanal sur del dormitorio, Joe hizo lo mismo en la pared este, dejando la estancia sumida en una oscuridad casi absoluta; lo que a ella le parecía estupendo. A pesar de que le gustaban sus curvas, podían no gustarle a su amante y, si era así, prefería no saberlo. Por eso le agradaba estar a oscuras. A Chase nunca le había importado. Joe encendió la lámpara de la mesilla de noche y un fulgor blanco iluminó la enorme cama. ________ vaciló, luego atravesó la habitación y la apagó, dejándoles sumidos de nuevo en la penumbra. —Me sentiré más cómoda así... Incluso en la oscuridad, sintió el desagrado de Joe y lo lamentó, pero ¿por qué debería importarle lo que él pensara? Se largaría por la mañana. Y ________ estaba determinada a no buscar más satisfacción que la propia. Un minuto con un tipo machista que mostrara señales de intentar dominarla era la forma más rápida de hacerle poner pies en polvorosa. Joe no había dicho ni una sola palabra, pero de alguna manera ella supo que él quería verla expuesta a su mirada. Vulnerable. El pensamiento la aterrorizó y la excitó a la vez. —________, necesito ayuda —indicó Ben. Aliviada de tener algo de qué ocuparse, se acercó a su amigo para ayudarle a quitarse el otro zapato. —Estás fatal esta noche. —Sí, bueno, es que me cegué. Mis amigos me retaron y... —Y tú no tuviste la suficiente sensatez para pasar de ellos a pesar de que sabías que sería lo mejor. La verdad, Chase... —Soy un auténtico asno. —Se quitó la camisa y le brindó una sonrisa ladeada. ________ no pudo evitar sonreír. Incluso borracho era sencillo y gracioso. Y fiable. Era imposible odiarle aun cuando estaba tan hecho polvo como esa noche. —Lo eres. Será mejor que no me arruines el cumpleaños. —¡Eh! ¿No te he traído a alguien? —Hizo un gesto vago en dirección a Joe mientras se bajaba los vaqueros hasta los tobillos—. Él ya tiene experiencia en esto. Las chicas que trabajaban cerca de la base donde hicimos el servicio, disfrutaban muchísimo con él. Te he traído al mejor. ¡Feliz cumpleaños! «¿Joe ya había participado antes en un trío?» Le buscó con la mirada. Por lo poco que pudo ver de su expresión, ésta no confirmaba ni negaba lo que había dicho Chase... Pero ella no pensó ni por instante que él hubiera sido un santo. Lo más seguro es que sí hubiera participado en alguno. Comprobar que tenía experiencia debería de haber hecho que ella se sintiera mejor. Él sabría qué hacer, evitaría cualquier torpeza y maximizaría el placer. Pero en vez de sentir alivio, notó irritación. Pero, claro, ella no era especial para él, apenas le conocía. Pero lógico o no, quería ser especial. O tal vez sólo quisiera que aquel acontecimiento fuera especial. Sí, lo más probable es que se tratara de eso. —¿Quieres hablar sobre esto? —preguntó Joe, aproximándose a ella. Le apoyó la mano en la cadera y ________ notó un escalofrío por la espalda. —No. Lo que quiero es disfrutar de un trío, así que todo sigue igual. —Ella encogió los hombros—. Venga, pongámonos a ello. —¡Ésa es mi chica! —La luz de la luna que se filtraba a través de las cortinas fue suficiente para ver que Chase apartaba el cubrecama y se quitaba los calzoncillos. Se acercó a la cama dando tumbos y se dejó caer encima del colchón. En rápida sucesión, se puso a acariciarse el pene—. Estoy esperando... ¿por qué no te desnudas para nosotros? «¿Que se desnudara para ellos?» Incluso aunque la habitación estuviese a oscuras, no se sentiría cómoda haciéndolo. Chase lo sabía. ¿Por qué entonces decía aquello? Porque el señor Budweiser hablaba por él. ________ abrió la boca para responderle pero antes de que lo hiciera, Joe se pegó a su espalda y se inclinó hacia ella. —¿Quieres que te ayude? —le susurró al oído. Imposible dejar pasar la ocasión. La anticipación hizo que le diera un vuelco el estómago. —Sí, por favor. Santo Dios, sonaba tan jadeante y ansiosa como se sentía. —Será un placer —murmuró él contra su cuello.
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| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 13th 2012, 10:04 | |
| no la dejes asi mujer siguelaa me encantaa | |
| | | - Galletas&Leche - Casada Con
Cantidad de envíos : 1889 Edad : 27 Localización : Soñando Despierta. Fecha de inscripción : 02/02/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 13th 2012, 18:29 | |
| Ohhhhhh Dios! Siguela por favor, mi Dios, yo necesito leer mas, vamoooooooos! Sube pronto. | |
| | | jonatik4everrr Novia De..
Cantidad de envíos : 658 Fecha de inscripción : 27/11/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 15th 2012, 01:37 | |
| OMJ!!!!!!!!!!!! COMO LA PUEDES DEJARR AHII TIENES QUE SEGUIRLAAAAAAAAAAAA | |
| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 16th 2012, 14:24 | |
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| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| | | | SweetHeart(MarthaJonas14) Casada Con
Cantidad de envíos : 1468 Edad : 27 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 17th 2012, 10:25 | |
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Hola niñas, perdón por no haber subido ayer... ¿El motivo? Los profesores nos están dejando tarea hasta morir... Pero bueno, ya se los subo. ¡Disfrutenlo!
La voz vibró en su interior y se estremeció con cada sílaba. Dios, aquel hombre era increíble. Sabía qué decir, qué hacer, cómo actuar para que ella deseara ardientemente su siguiente movimiento. ________ no estaba segura de que le gustara sentirse tan desequilibrada cuando estaba con él. Sexualmente sí, mucho más de lo que le gustaría admitir, pero independiente hasta la médula como era, se negaba a hacer cualquier cosa que la dejara en inferioridad de condiciones. ________ sonrió y llevó el brazo a la espalda, le cogió la mano y con la otra se subió un poco el suéter rojo. Entonces guió sus dedos hacia su pecho. Incluso a través del sujetador de seda, notó una sensación eléctrica. Sus dedos la abrasaron. Contuvo el aliento y se derritió contra él. Joseph le acarició el seno, comprobó su peso y le rozó el pezón por encima del encaje. Ella apoyó la cabeza en su hombro mientras se le escapaba un gemido. —Por lo poco que puedo ver, está muy cachonda. Quítale la ropa, tío —gritó Chase. —Tranquilo. No tenemos prisa. —Joe apaciguó la agresiva petición de Chase. Luego volvió a centrarse en ella. La besó en el hombro y le pasó la otra mano por la cadera. Ella apenas tuvo tiempo de pensar lo mucho que le gustaba la caricia antes de que él deslizara la palma por su cintura y su espalda para sacarle el suéter por la cabeza y lanzárselo a Chase. Un instante después, su amigo emitió una exclamación de borracho. —¡Guau! Venga, vamos. Desnúdala. Me duele la polla. Joe no dijo ni una palabra. Siguió acariciándola. Primero en los hombros, luego bajó y le quitó el sujetador. Los senos, grandes e hinchados, fueron liberados. ________ notó los pezones tirantes y sensibles. En ese momento, Joe los abarcó con las manos y los alzó desde atrás, lanzando escalofríos de placer a cada rincón de su cuerpo. El dolor que sentía entre las piernas era un sordo latido desde que habían bailado juntos, pero ahora se estaba convirtiendo en una exigente punzada de deseo que se incrementó cuando Joe le pellizcó la punta de los pechos. —Me gustaría verte desnuda. Jadeante. Mojada. Ansiosa. Sólo de pensarlo me excito más de lo que puedas imaginar. ¿Me dejas encender la lámpara para verte? ¿Era una pregunta? No lo parecía. La orden era sutil, pero no dejaba de ser una orden. Por lo general, si escuchaba algún tipo de orden, se plantaba. Pero oír el hambre en la voz de Joe la excitaba más que cualquier otra cosa. —Quizá... Si tú también admites que te duele la polla sólo de verme. —Oh, no te haces una idea. —Le sintió sonreír contra su cuello mientras volvía a pasarle los pulgares sobre los pezones—. Pero no te preocupes, te lo demostraré. Joe le cogió la muñeca y la llevó a su espalda, poniéndola sobre su erección. Lo que ella llevaba toda la noche sospechando se vio confirmado al instante. Tenía un miembro de considerable tamaño y estaba muy duro... Sobrepasaba todas sus expectativas. Albergar cada centímetro sería difícil, pero ________ tenía tantas ganas de tenerlo dentro, que estaba incluso dispuesta a implorar. Notó una opresión en el vientre. El era bueno. Realmente bueno. ¿Había deseado tanto algo alguna vez? Y eso que Joe sólo la había besado y acariciado un poco. ________ gimió. —Joseph.. —Voy a quitarte la falda —murmuró contra su piel. Ella casi protestó cuando él le apartó la mano de su miembro, pero entonces comenzó a bajarle la cremallera. El leve sonido del cierre inundó la estancia, acompañado de su jadeo. —¡Sí! —gritó Chase—. Tiene unas piernas de infarto. Quiero que me envuelva la cabeza con los muslos. —Paciencia —le regañó Joe con dureza—. Ni siquiera está desnuda. —¿Necesitas ayuda para desnudarla? —Chase se incorporó en la cama. —No, quédate donde estás. La orden fue taxativa. Aunque no iba dirigida a ella, ________ prestó atención... y provocó en ella una emoción que no entendió. Joe le palmeó ligeramente cada pierna y la instó a deshacerse de la falda, luego se la lanzó a Chase, que atrapó la pequeña prenda de piel... Un capricho absurdo por su cumpleaños. —Oh, qué gusto frotarme la polla con ella. —¡No se te ocurra mancharme la falda! —Entonces daros prisa, nena. —Dime, ¿de qué color son tus bragas? —murmuró Joe al oído mientras le acariciaba la cadera—. Ya noto que son de encaje, ¿pero de un blanco inocente? ¿Quizá negras como la falda? ¿Rojas, porque eres atrevida y desobediente? Joe siguió deslizando los dedos, cada vez más cerca de la unión de sus piernas. A ________ se le debilitaron las rodillas. «Santo Dios, por favor... que me toque ahí de una vez...» No lo hizo. —Estoy esperando... —Joe pasó ligera y rápidamente los dedos por encima del monte de Venus. Ella notó su calor, pero la levedad de la caricia le mataba. —También yo. —________ arqueó las caderas, pero él se evadió, tentándola con aquella intimidad pero sin llegar a dársela. —Respóndeme. La orden provocó un escalofrío en ella como si hubiera recibido una descarga eléctrica. Una sacudida. Un destello de deseo. —Son rosas. —Muy bien. —Como recompensa, Joe deslizó los dedos por debajo del elástico de las braguitas y le rozó el clítoris. A ella se le detuvo la respiración, literalmente, y su corazón comenzó a latir alocadamente mientras él trazaba un círculo en el vórtice de su sexo. Justo donde ella más lo necesitaba, pero con demasiada suavidad para lanzarla por el borde. Se le hinchó el clítoris. Ella jadeó cuando el dolor se propagó por su vientre. —Por favor... —Apenas puedo esperar a oírte implorar cuando ya no puedas soportar el deseo. —Le rozó de nuevo el clítoris—. Y lo harás. Había algo en el tono de Joe que le dijo a ________ que él no estaba jugando a dominaría, sino que realmente quería controlarla esa noche. Se mordió los labios ante la certeza. Una alarma comenzó a sonar en su cabeza pero, al mismo tiempo, se derritió contra él. Contuvo el aliento ante aquella sensación tan ardiente como una lluvia caliente. Buscando un ancla en ese mar de deseo, llevó las manos atrás y se aferró a los muslos de Joe, apretando la espalda contra su torso. Aquello era una locura. No estaba dispuesta a ofrecerse, ni a ceder el control... Nunca. ________ sabía demasiado bien a dónde la conduciría que un hombre la dominara. Tenía que hacerle saber ahora sus límites. Explicarle que eran iguales o lo dejaba. Pero su roce sobre el duro e inflamado nudo de placer, su incursión entre los húmedos pliegues, era demasiado mágica; lo necesitaba tanto como seguir respirando. —Estás mojada. Perfecto —ronroneó él. —Joseph —jadeó ella—. ¡No me gusta...! ¡Oh…! Yo... yo... —Contuvo el aliento—. No me gusta que me dominen. —Es cierto —pronunció Chase con la voz gangosa. A ________ le latía el sexo. Estaba a punto de alcanzar el orgasmo y lo único que podía proporcionárselo eran sus dedos. No podía alejarse de él. Apretó los dientes ante el placer e intentó hablar en tono firme. —Ningún hombre me domina. Punto. —Dame tiempo —murmuró contra su oído, haciéndola estremecer otra vez—, y yo lo haré. «¿Qué demonios...?» Antes de que pudiera protestar, él la alzó en sus brazos. ________ se rebeló interiormente. ¿Iba a llevar en brazos hasta la cama a una chica de su tamaño? ¡Caramba, no! Joseph podría sentir el efecto de cada caloría de más, de cada onza de chocolate, de todos los días que había faltado al gimnasio... —¡Déjame en el suelo! En lugar de hacerle caso, la alzó más hasta que puso sus labios sobre los de ella. —Confía en mí, ________ . No voy a lastimarte. —Peso demasiado. Joe resopló. —En absoluto, cielo. Antes de que ella pudiera discutir, él le cubrió los labios en un beso duro. ________ le rodeó el cuello con los brazos y se aferró a él como si le fuera la vida en ello, esperando caer sobre la alfombra de un momento a otro. Pero él atravesó la estancia como si ella no pesara nada. Al poco rato, ________ notó el colchón y las sábanas algo tiesas del hotel contra la espalda. —¿Mejor? —murmuró él. —No. ¡No me has hecho caso! —No has confiado en mí. Chase gateó por la cama hasta ellos. —¡Por fin! ________ sintió la palma de una mano en el estómago y se sobresaltó. ¿Sería demasiado terrible admitir que casi no quería que Chase estuviera allí? Por lo menos no lo quería en su estado actual. Normalmente era un amante divertido, pero esa noche... —Déjame saborear esas deliciosas tetas —le pidió a su amigo, llevando la mano a uno de los pechos de ________ y apoyándose en él para acercarse más. Chase le pasó la boca por el hombro, rozándola con los dientes suavemente—. Siempre sabes genial. Chase le lamió un rastro hasta el pezón, y ella se acomodó en la cama, intentando relajarse. Estaba desnuda y él estaba allí... y ¿dónde estaba Joe? Justo en ese momento, sintió que el colchón se hundía a sus pies y que unas cálidas manos le cogían las bragas para deslizárselas por las piernas. Después, él curvó los dedos alrededor de los tobillos y le separó las piernas. Como cada vez que Joe se acercaba, notó una presión en el estómago y el corazón desbocado. No se resistió cuando se colocó de rodillas entre sus muslos y sopló sobre los resbaladizos pliegues. Cuando le rozó el clítoris con el pulgar, contuvo la respiración y se aferró a las sábanas. Chase interpretó su reacción como una señal para succionarle el otro pezón y, antes de que ella pudiera digerir la sensación y el áspero roce de sus dientes, Joe introdujo dos dedos en el anegado canal y presionó hasta el fondo. Casi al instante, él encontró un lugar mágico y sensible y comenzó a frotarlo. La excitación se incrementó cada vez más. Ella comenzó a empaparle los dedos; gritó, separó más las piernas y arqueó las caderas en una súplica silenciosa. —¿Te gusta esto, ________ ? —preguntó Chase, frotando la lengua contra su pezón. Antes de que ella pudiera responder, Joe volvió a friccionar de nuevo aquel lugar sin ningún tipo de compasión, y le rozó el clítoris con la lengua de una manera lenta y tierna, como si dispusiera de todo el día. ________ no podía decir nada, sólo gemir cuando el placer la atravesó y la necesidad provocó un dolor desesperante. —Supongo que eso es que sí. —La risa retumbó en la estancia mientras Chase dejaba un rastro mojado en su cuello y le daba otro toquecito con la lengua en el pezón. Ella apenas lo notó. Estaba demasiado ocupada ahogándose en el placer que provocaban los labios de Joe en aquel pequeño nudo de nervios y en el calor de su boca. —Joder, ¿dónde están los condones? Maldición, me los he dejado en el baño —murmuró Chase, bajándose de la cama. Tropezó contra la pared y fue tanteando con las manos en dirección al cuarto de baño. ________ se sintió culpable del profundo alivio que sintió al saber que Joe y ella estarían solos durante unos momentos, y se dejó llevar por el interminable placer de sus caricias. Él jugó y exploró, arrancándole gemidos y suspiros, llevándola cada vez más alto... Pero sin dejar que alcanzara el orgasmo. Segundos —¿o quizá fueron minutos?— más tarde, ella escuchó un suave resuello y se puso rígida. ¿Qué era ese ruido? La oscuridad lo envolvía todo. ________ frunció el ceño. ¿Había llegado a encender Chase la luz del cuarto de baño? ________ tanteó la cama a su lado, pero estaba vacía. ¿Estaría él todavía en el cuarto de baño? ¿Qué era ese ruido? ¿Ronquidos? Escuchó de nuevo el sonido, seguido por una ruda exhalación. ¿Chase se había quedado dormido? Joee siguió lamiéndola sin cesar. —¡Espera! Chase... Para... Ohhh... ¡Oh Dios, qué bueno! —Se aferró a las mantas—. ¡Sí! En lugar de dejar que llegara al orgasmo que tenía al alcance de la mano, Joe se retiró y siguió jugando con ella suavemente. Chase roncó otra vez, y ________ intentó apartarse. Pero Joe siguió firme en la misma postura, sujetándole los muslos separados con aquellas manos enormes, con los hombros entre sus piernas y la boca sobre su sexo, prometiéndole silenciosamente el éxtasis más absoluto. Ella intentó apartarle. —Alto. Te digo que... —¿Está roncando Chase? En ese preciso instante, su amigo roncó de nuevo. Esta vez más profundamente, durante más tiempo. —Sí. Deberíamos despertarle y... —No le necesitamos esta noche, ________ . ¿Quieres que te lo demuestre?
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| | | IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 17th 2012, 11:04 | |
| no la dejes asi mujer !!!! siguelaa pleasee | |
| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| | | | - Galletas&Leche - Casada Con
Cantidad de envíos : 1889 Edad : 27 Localización : Soñando Despierta. Fecha de inscripción : 02/02/2011
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 17th 2012, 13:34 | |
| OMG! Solo siguelaaaaaaaaaaaaa! | |
| | | Niinooskaa Merecedora de los Tres Jonas
Cantidad de envíos : 9686 Edad : 30 Localización : Joelandia Fecha de inscripción : 18/01/2011
| | | | nikifriky Casada Con
Cantidad de envíos : 1889 Edad : 28 Localización : Haciendo maldades con mi befo ::) Fecha de inscripción : 24/04/2010
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ Junio 17th 2012, 18:33 | |
| Uhhhhh like it Hahahaha siguela | |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ | |
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| | | | En sus redes (Joe&Tu) /Mayores/ | |
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