Solo fue una memoria. [Joe & Tu]

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

siguuela!

Aquí esta, bombonas. Su capitulo. Enjoy : )
Las quiero. Se cuidan ♥

Capitulo 28:
Al día siguiente, todo parecía tener más luz. Sonreí hacia el espejo de cuerpo completo en mi pared, viendo mi habitual conjunto laboral. Tenía ganas de ir a trabajar ese día. Me sentía mucho mejor después de quedarme dormida con Joe. Y sin tomar ninguna píldora. Tenía miedo a la posibilidad de devolverla una vez más.

Me tope con Joe sentado en el comedor, desayunando.

-No vas a ir a trabajar, ____. Hoy no -me lleve una sorpresa con su demandante tono de voz.

-¿Qué? –me sobresalte, llevándome una mano a la cadera, indignada-. Es mi trabajo, Joe, no puedes decirme que falte.

-Ayer no podías ni con tu alma, hoy no vas a trabajar –agachó la mirada hacia el plato con su desayuno y le dio un mordisco a un pedazo de pan.

Me mordí el labio inferior y suspire. Me tranquilice para no decirle par de cosas y me senté a su lado en la mesa. Lo mire mientras él no me miraba. Hice un montón de muecas como si fuera una niña a la que sus padres, no le dan permiso para salir y después suspire. Paciencia, pedí al cielo.

-Joe… -comencé.

-No.

-¡No vas a decirme que hacer! –Me queje, golpeando con la palma de mi mano la mesa-. Debo ir a trabajar. Son muchos chicos los que dependen de mi, Joe.

-Un día que no vayas no les hará nada –me miro por unos segundos, y luego volvió a mirar su plato de comida-. Yo tengo las llaves del auto –se llevo el pan a la boca.

-Joe estás jugando sucio –dije, mordiéndome el interior de las mejillas para no sonreír-. No se vale.

-Si se trata de tu bienestar, si se vale.

Bien, este brazo no se estaba dando a torcer. Volví a pedía paciencia al cielo para poder manejarlo.

Se me prendió el bombillo en un instante.

Sonreí y me levante de la silla donde estaba sentada. Joe no me estaba mirando, pero sabía que lo estaba haciendo por el rabillo del ojo porque se relamió los labios al verme levantar la falda hasta casi la cadera. Vi su manzana de Adán subir y bajar cuando trago salía, y sonreí aun más. Pase mi pierna hacia el otro extremo de su regazo y me puse a horcajadas sobre él. Le quite su pedazo de pan y lo mantuve en mi mano. Joe miro mi pecho, fijándose en mis pechos comprimidos por la ajustada camisa. Volvió a relamerse los labios.

-Estas provocando que no te deje salir, ____ -advirtió, haciéndome reír.

-La idea es otra –pase mi mano por su barbilla y levante su mirada hacia la mía-. Me llevas a la escuela y esta tarde, cuando salga, soy toda tuya.

El entrecerró los ojos, serio.

-Eres toda mía, ____.

-Como profesora sexy –me mordí el labio inferior para no reír cuando vi un brillo en sus ojos. Eso ya se estaba volviendo divertido-. Te enseñare a comportarte.

Su boca se entreabrió un poco a la vez en que acaricio mis muslos sensualmente. Aun me miraba a los ojos (una rareza en momentos así) y se inclino para besarme. Me eche un poquito hacia atrás, sonriendo e impidiendo que me besara. Él me miro confuso.

-Dije cuando salga de la escuela –le recordé.

-Pero yo quiero ahora.

Bajó la mano, que aun yo tenía bajo su barbilla, hasta donde se formaba un gran bulto entre sus piernas. Sonreí. Había logrado mucho en poco tiempo. Le roce un poco mas y lo vi contraerse de placer. Echo la cabeza hacia atrás con un gemido y yo aproveche para besar su cuello. Lo lamí mientras aun frotaba su parte sensible en aquellos momentos. Disfrute de cada gemido que le arranque. Era divertido.

El se inclino un poco hacia delante y escuche cuando movió el plato sobre la mesa. Reí cuando se levanto de la silla y me posiciono sobre la mesa. Abrió mis piernas y subió mi falda hasta más arriba de mi cadera. Una linda braga de encaje sobresaltaba en mi piel blanca, pero al parecer a Joe no le gusto. La bajó sin un segundo de espera y luego se inclino para besar mis labios. Enrolle mis brazos en su cuello y le correspondí al beso. No podía evitarlo, estaba igual o aun mas excitada que el. El tiro me salió por la culata.

-Demonios, Joe, voy a llegar tarde a clase –dije, cuando el soltó mis labios y pude ver el delicado reloj de oro en mi muñeca.

-No me vas a dejar así, linda. No, después de encenderme tanto –rozo sus labios contra mi cuello, haciéndome desear quedarme todo el día en casa con él para deleitarme con lo que sabía hacer con la lengua. Pero tenía que ir a trabajar.

-Joe, en serio, me gustaría quedarme pero no puedo –agarre sus mejillas y lo hice mirarme-. ¿Me vas a llevar y a la tarde me buscas? Dije que sería toda tuya entonces.

El gruño.

-¿Hasta la tarde? ¿Crees que sobreviviré tanto?

-No hagas tanto drama, Joe –reí, dándole una palmadita en su mejilla-. Estarás bien.

-Me preocupa no estar allí para ti si te vuelves a sentir mal –hizo una mueca.

-Estarán muchas personas a mi alrededor, bombón –coloque mis manos sobre sus mejillas y sonreí-. Estaré bien.

-¿Por qué no te quedas? –Insistió, arropándome con sus brazos y depositando un beso en mi mejilla-. Me encantaría que lo hicieras. Los chicos estarán felices de que faltes, lo prometo.

Me reí.

-Lo sé, amor.

Sonreí, pasando mis manos por su espalda. Al llegar al dobladillo, la levante con el fin de quitársela. El me miro a los ojos con una pequeña sonrisa formándose en sus labios. Me incline para besarlo rápidamente antes de quitarle la camiseta. La lance al suelo sin un segundo de espera y le sonreí a Joe.

-Me convenciste –puse los ojos en blanco-. Me quedare. Pero si mi jefe pide una explicación, tú se la darás.

-Con gusto.

_*_

El hombre que había insistido tanto en mantenerme en casa para cuidar de mi salud, me había mantenido la mayoría de la mañana y parte de la tarde en la cama, y no precisamente descansando. No había desayunado ni almorzado nada por su culpa también. Ósea que no comía nada desde hace un día y medio, y me estaba muriendo de hambre. Y Joe no iba a cocinarme nada porque se había quedado dormido. ¡Ja!

Camine descalza con la camiseta de Joe puesta. No tenía ganas de ponerme ropa interior o algo diferente. Eso era lo más rápido que había conseguido. Recogí toda la ropa tirada haciendo un camino hacia la habitación, y la dejé en el cesto de la ropa sucia de la lavandería. Tenía tarea atrasada allí, pero la deje para después. Primero mataría a la que me estaba matando.

Iba directo a la cocina cuando escuche mi teléfono sonar en la habitación. Corrí hacia adentro para tomarlo rápido antes de que despertara a Joe. No me gustaba despertar a la gente hasta que se despertaran por su propia cuenta. Y menos a Joe.

-Hola –conteste murmurando.

-Hola, ¡pequeña perdida! –Escuche la voz de Alice, prácticamente gritándome por la bocina-. ¿Dónde estás?

Cerré la puerta después de salir de la habitación y camine hacia la cocina, dispuesta a comer algo pronto. Ya me sentía mareada.

-Estoy en mi casa –respondí, abriendo el refrigerador-. ¿Dónde estás tú?

-Saliendo de la jungla –volvió a gritar-. Este lugar es una pesadilla cuando quieres salir a la par con los estudiantes –bufo, irritada-. Me imagino que Joe está contigo ¿no?

-Si, está conmigo. ¿Por qué?

-Me imaginaba el porqué habías faltado, nada mas –rió-. Y, una pregunta: ¿Quién llevara a Adam? Joe está contigo, tu no viniste a trabajar hoy… ¡No hay nadie para recoger al pobre chico!

Saque un paquete de galletas Cameo que estaban al fondo del refrigerador y las abrí. Cerré el refrigerador después de sacar un galón de zumo de china, dejándolo sobre una superficie plana junto a la estufa. Pinche el teléfono entre mi hombro y mi oreja para poder hablar y comer a la vez.

-¿Por qué no lo llevas tu? Háblale y… -corte mi discurso al escuchar una algarabía por el teléfono y par de gritos. Alice no estaba al teléfono, seguro.

-¿Quién? ¡No te escuche! –escuche unos gritos distantes-. ¿Quién me habla? –la voz de Adam hablo conmigo, sonreí.

-Soy _____, Adam. ¿No tienes a nadie que vaya por ti? -me lleve una galleta a la boca.

-Joe se supone que estuviera aquí hace par de minutos. ¿No sabes donde esta?

-Dormido –reí-. Lo siento.

Adam resoplo.

-Bien, no importa –volvió a resoplar-. ¿Por qué no viniste hoy, _____?

-Me sentía mal y Joe insistió en que me quedara –explique volviendo a morder una galleta-. Tu tío es muy persuasivo.

-Si lo sé –se rió-. ¿Quién me va a llevar a casa? ¿Mis pies? No creo que llegue hasta casa solo con ellos.

-No, bobo –reí-. Si quieres, Alice te puede llevar. Solo habla con ella.

-De acuerdo. Gracias, ____. Y dile a Joe que se preocupe más por su sobrino. Si llego a ser su hijo, no sobrevivo –bufo y luego reímos al unisonó-. Nos vemos.

-Adiós –sonreí.

Deje el teléfono junto al galón de zumo y seguí comiéndome las galletas. Mire a un punto fijo de la cocina sin pensar en nada. El hambre, al menos, estaba siendo calmada. Ya no me sentía mareada por el hambre. Aunque necesitaba algo más pesado para llenar el estomago, no tenía ganas de cocinar algo. Y tampoco de marcarle a alguna pizzería.

Salí del transe en el que me había envuelto cuando escuche un teléfono sonar. El tono era diferente al que habitualmente escuchaba, así que no era el mío. Era el de Joe. Fruncí el ceño y deje una galleta a mitad en la esquina del paquete. Seguí el sonido del tono hasta la lavandería. Lo saque del pantalón que había recogido del suelo y apague el sonido. No era una llamada, era un mensaje:

Joe, tenemos que hablar seriamente. Sobre tu compromiso y sobre la banda. Llámame en cuanto puedas. –Ally.

Ally, eh.
Ajá, perfecto. Sospecho que ______ se pondrá muy, MUY celosa, eh. Enserio.
Pero bueno, ¡Por favor, siguela!
Es que, ¡Tu vas a matarme con tus novelas!
Son tan hermosas, pero a la vez tan desesperantes.
¡Siempre la dejas en lo mejor!
¡No se vale!
Ya que, ¿Cuando sigues?
¡PRONTO POR FAVOR!
Bye (:

me encanto el capitulo
quien es esa ally!!! ¬¬
por que le escribe a Joe!!!
rayita se va a enojar
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

quieeeen es Ally?
ya quiero saber!!!
y ese Joe!!! es insasiable jajajaja xD
SIGUELA!!

siguellaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

D: con que Ally????
u.u pobre Adam que se queda
solo por culpa de Joe
jajaja esteeemm... siguela pronto si, bye. : )

Siguela me encanta tu novela esta buenisima y sube capitulo please pronto!!!!

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Niinoo

Sigue plisss esta muy muy buena

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Niinoo

siguela porfa!!!

siguuela!

sigue!!

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Niinoo

siguela!!!

Uh, Hola chicas. Buenas noches o buenos días, dependiendo el horario xD
Gueeno, subiré mañana. Ahora mismo tengo que hacer tareas (Si, soy irresponsable ahora las vengo a hacer haha)
Y, ademas, quiero comenzar una nove que saque de un sueño ultra cool. : D
So, que subiré mañana.
Eso era todo. : )
Espero que tengan un lindo día mañana, (ya que es viernes) y se me cuidan un mundo.
Las quiero ♥

esta aki espero Very Happy

Siguuela!

SIGUELA

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Niinoo

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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Niinoo

Capitulo 29:

¿Quién demonios era Ally? Fue mi primer pensamiento. Fruncí el ceño mirando el teléfono y el mensaje. Me enoje. ¿Ally? Yo no conocía a nadie llamada Ally. Y quien quiera que fuera, estaba muy bien informada acerca de la vida de Joe.

Salí de la lavandería con paso furioso, y entre en la habitación echando humo por los oídos. Joe tenía que explicarme quien era esa mujer y rápido, o explotaría.

-¡Joe, despierta ya! –Grite, chocando mi pie contra el suelo con impaciencia-. ¡Despiértate!

Lo sacudí cuando vi que no se movía. ¡Se tenía que despertar y ya! Él abrió los ojos poco después, con molestia y bostezó, mirándome con los ojos entrecerrados. Se sentó en la cama al ver mi expresión y frunció levemente el ceño.

-¿Qué paso? –pregunto con la voz ronca. A pesar de lo sexy que se veía de aquella manera, recién despertado, no me ablande. Estaba demasiado furiosa.

-Explícame tú.

Le entregue el teléfono y él lo cogió con confusión. Al ver el mensaje, me miro y luego volvió a mirar el teléfono, volvió a mirarme y volvió a mirar el teléfono una vez más antes de echarse a reír. Yo no le vi la gracia y no me inmute. Estaba muy cabreada. No podía creer como él se echaba a reír en un momento en el que necesitaba ¡una maldita respuesta!

-No me parece gracioso, Joe –dije, mirándolo con furia.

El se relamió los labios al pasar el ataque de risa. Aun sonreía cuando agarro mi muñeca e intento jalarme hacia encima de él. Me mantuve rígida a su lado, con una postura firme y seria. Joe chasqueo la lengua y suspiro.

-Bien, explicare –dijo, aun sonriendo-. Ally es la publicista de la banda. También es amiga de la familia. Y no es lo que piensas.

-¿Qué, si fue una de tus amantes enamoradas? –solté sin pensar-. ¿Qué, si tiene rencor? ¿Uhm?

El volvió a reírse.

-Cálmate, linda –dijo-. Siéntate y escúchame.

-“Debemos hablar seriamente” –hice las comillas e hice otra voz repitiendo lo que había leído en el mensaje-. A ella no le importa un comino tu vida personal, ¡maldita sea! Tú eres mío.

Joe soltó una sonora carcajada, jalándome una vez más. Caí sobre su regazo a horcajadas y lo mire fijamente a los ojos. Los suyos estaban llenos de diversión y ternura. Imagine que los míos estaban echando chispas.

-Ally es nuestra publicista –repitió-. No es mi ex o alguna amante o algo parecido. Llevamos una relación estrecha, muy cercana, pero no la he visto de otra manera que no sea de amigos. En serio. La única mujer que he amado en toda mi vida eres tú, ____ -acaricio mi mejilla con ternura y delicadeza, pero yo permanecía seria-. ¿De dónde vienen los celos?

-Es nuestra publicista –hice una mueca, e intente imitar la voz de Joe.

-Basta, _____ -dijo Joe, riéndose-. Son estúpidos esos celos.

-No te creo –lo mire.

-Puedo llamarla –agito el teléfono en su mano izquierda-. Ella misma te explicaría nuestra relación.

-No quiero hablar con ella –replique-. Habla tu con ella y déjale bien claro que eres todo mío, ¿de acuerdo? –el asintió sonriendo-. Me voy a comer.

El paso un brazo alrededor de mi cintura, impidiendo que pudiera levantarme de su regazo. Solté un quejido cuando él me recostó sobre la cama y luego se acomodo sobre mí, con sus deliciosos labios a una distancia muy cercana a los míos. Me mantuve seria a pesar de todo. No podía olvidarme del mensaje, de su remitente. Me hervía la sangre de tan solo pensar que había tocado a Joe más allá de lo permitido. Me daban ganas de ahorcarla sin conocerla.

-Suéltame, Joe –puse mis manos sobre sus hombros e intente empujarlo, sin éxito-. No voy a caer.

-Te amo –murmuro sobre mis labios-. Lo sabes. Debes saberlo. Si Ally fue una de mis amantes o alguna novia, es irrelevante porque tú ahora eres mi prometida. Me voy a casar contigo, no con ella. ¿Por qué te pones tan celosa? Debo admitir que te ves sexy, pero no lo entiendo.

-Entonces, ¿admites que fue algo más que una amiga? –Pregunte, ignorando todo lo que había dicho-. ¡Lo sabia! Suéltame.

-¿Cómo te hago entender que eso es algo irrelevante, ah?

Beso mis labios a la fuerza, ya que yo los tenía fruncidos en señal de enojo, pero al final cedí. Sabía que me estaba comportando como una niña caprichosa pero estaba enojada, celosa, confundida y con hambre. Tenía tantos sentimientos revueltos que me sentía a punto de llorar. Para evitarlo, me eche a reír.

-Te amo: es lo único que importa –volvió a murmurar sobre mis labios, después de romper el beso-. ¿Qué tal si esa muequita de enojo me la cambias por una sonrisa? Te verías más hermosa.

Fruncí más los labios y cerré los ojos con fuerza. Joe rió y yo le seguí después de abrir los ojos. Agarre su rostro entre mis manos y lo bese.

-De acuerdo, si te creo –sonreí-. Pero quiero que le digas a esa Ally que eres completamente de _____ Hill. Nadie más puede tocar la mercancía.

El soltó una carcajada antes de besarme.

-Lo prometo –dijo, con una sonrisa.

-Bien –volví a besarlo-. Ahora suéltame que quiero comer algo.

-¡Oh, cierto! –Exclamo, abriendo los ojos y la boca con sorpresa-. Lo siento, princesa. Me voy a levantar a cocinarte.

Hizo ademan de levantarse, pero lo aferre a mi por los hombros.

-No, quiero pizza –reí-. Olvídate de la estufa por un rato.

-De acuerdo, entonces llamare a la pizzería.

Sonrió y paso la mano por la cama buscando su teléfono. Marco el número directo a la pizzería, después de encontrar el teléfono. Ordeno la pizza mirándome a los ojos y sonriendo con picardía. Le hice varias muecas y me reí por lo bajo. Cuando corto la llama, me dio una mirada amenazante y luego me beso. Reímos cuando giro por la cama para ponerme a mí encima de él.

-¿No tienes ropa interior, cierto?

Sacudí la cabeza, sonriendo, inclinándome para comenzar a besar su pecho desnudo.

-¿Solo mi camiseta?

Esta vez asentí.

-¿Sabes lo tentador que suena eso cuando yo no tengo nada puesto?

Me reí sobre su piel, pero no deje mi tarea. Comencé a bajar por su torso con suaves y sensuales besos que hasta a mi me estaban llevando a la locura. Su cuerpo era glorioso, una obra escultural, era imposible resistírsele. Mis pechos se tensaron bajo la camiseta, e igual lo hizo el miembro de Joe. Sonreí cuando acerque mis labios hacia él, y volví a subir por su torso, restregándome contra él.

-¿No te cansas, Joe? –le pregunte al oído-. ¿De verdad, no te cansas de hacer todo este ejercicio físico?

-Jamás –metió las manos por el dobladillo de la camiseta y apretó mi trasero, con lo cual reí-. Amo todo tu cuerpo. Si fuera por mí, estarías día y noche en la cama, disfrutando del placer mutuo que podemos brindarnos. Y lo digo enserio.

Sacudí la cabeza, mordiéndome el labio inferior. Me incorpore hasta sentarme sobre él a horcajadas, con mi feminidad sobre su miembro, y le sonreí. Su mirada brillaba con picardía y deseo. Era tentador.

-Pero yo ahora mismo tengo mucha hambre como para continuar con esto –bostece-. Después de la pizza, tal vez te recompense.

-Te traeré a la cama para estar seguro –dijo con la voz ronca, mientras sus manos subían por mi espalda-. No te escaparas de mí.

Sonreí y luego bese sus labios. Después, rodé para caer a su lado y me baje de la cama. El me miro sin moverse de su lugar y yo señale con mis labios hacia su entrepierna.

-Te recomiendo un largo y buen baño de agua fría –me burle.

Antes de que él pudiera contestarme, su teléfono sonó. El se sentó en la cama y lo contesto. Frunció el ceño levemente y suspiro.

-Hola Ally –dijo al teléfono con una sonrisa-. No, no estoy ocupado.

Una hornilla se encendió en mi interior hirviéndome la sangre. Cruce mis brazos y mire a Joe con el ceño fruncido. Estaba dispuesta a salir de la habitación un rato en lo que Joe se bañaba, pero el escuchar el nombre de esa mujer me fijo a la habitación. Y la expresión de Joe al escucharla me saco de mis casillas, mas me mantuve en calma.

Inhala, exhala, me ordene.

Escuche su conversación en silencio. No era nada relevante, solo preguntas sobre sus familias, risitas y sonrisas. Joe se llevaba de maravilla con ella porque siempre tenía un comentario simpático para ella, por cada cosa que decía. Y fue cuando menos pude salir de la habitación. El humo ya me salía por los oídos.

Joe me miro mientras escuchaba lo que Ally estuviera diciéndole. Me sonrió y me hizo un gesto para que me sentara a su lado en la cama. Me negué. Estaba mejor de pie y muy lejos del, y del teléfono. El me mando un beso aéreo y desvió la vista al suelo antes de que frunciera profundamente el ceño, disgustado.

-¿Justamente ahora? –Se quejo-. No, no podemos ir. Mi prometida y yo tenemos muchos años que recuperar, Ally. No puedes hacerme esto.

Ella le dijo algo con lo que él sonrió.

-Sí, lo sé. Y no es solo sexo. Amo a esta mujer, Ally. Tienes que conocerla –me echo un vistazo con una gran sonrisa en los labios-, no hay nadie como ella.

Él se quedo callado unos minutos más, mientras ella le decía algo más. Su mirada estaba clavada en mí y a cada rato hacia muecas, me sonreía, me mandaba besos y eso. Estaba loco. Desvié la vista de él aguantando la risa cuando lo escuche hablar de nuevo:

-Bien, de acuerdo, estaré allí dentro de dos horas –suspiro-. No he comido, acabo de pedir una pizza y mi mujer se muere de hambre –rió. Dijo algo ininteligible, y luego colgó-. Ally…

-¿Qué quería? –pregunte, más calmada.

-Solo quiere hablar con la banda –se encogió de hombros, levantándose de la cama-. No es nada importantísimo.

-Pero tienes que ir a hablar con ella.

Se posiciono frente a mí, colocando sus manos a ambos lados de mi cintura.

-Sip, es importante, según lo que dijo. Pero estaré aquí antes de que sea medianoche, lo prometo –se inclino para besar mi cuello-. Ally no me va a retener por mucho tiempo cuando sé que tengo a una rica mujer esperándome en una buena cama, eh.

Me reí por su comentario. ¡Amaba a ese hombre!

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Bien, aquí 'ta su capitulo : )
Espero que les guste. Comenten.
Se cuidan. Las quiero ♥

¡OH POR DIOS!
¡Quiero tener un prometido asi!
Es taaaaaaaaaaaan sexy y tierno, ¡NECESITO MÁS NOVELA MUJER!
¿Como la dejas ahi?... No sé, siento que Ally, le va a sacar canas a ______.
Es que... No sé, solo lo presiento.
¡Siguela por favor!
Siento esa necesidad, naciendo de dentro mio, con entusiasmo y nerviosismo...
¡SOLO SIGUE!

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