Antes de que lean el corto capitulo...
Quiero pedirles mil disculpas por no subir.
Es que eh estado muy atareada con el cole... y a la vez
un poco frustrada ya que mis notas bajaron de 20 y 18 (las notas más altas) a 17-15-16.... ¡Estoy que me corto las venas!
Eh tratado en lo posible de no estar mucho tiempo el la pc para estudiar
y poder entregar mis trabajos a tiempo.
También las exposiciones y los exámenes finales me tienen
loca...
Gracias por no dejar de comentar las kiero mucho!!! y disculpen lo poco... “Cap. 40 Decepción 2 parte”Saqué las llaves y abrí la puerta… al entrar sentí un dolor muy fuerte en mi corazón y mi vista se nubló a causa de las lágrimas que querían salir… las llaves y mi teléfono cayeron al piso.
– ¡Tn___! –Pronunció asustado Joseph mientras se quitaba a Rachel de encima.
–Yo… Yo… –Respiré y cerré los ojos. –No pensé que me harías esto. –Las lágrimas comenzaron a salir sin control alguno.
–Princesa te juro que no es lo que tú piensas. –Decía rápidamente mientras se paraba del sofá mientras Rachel (casi desnuda) tenía una sonrisa de victoria dibujada en sus labios.
– ¡NO ME DIGAS PRINCESA! –Grité. –Es mejor que me vaya. –No sabía qué hacer en ese momento… tenía tantas ganas de morirme, o mejor aún, matarlos a ambos.
–Hasta que al fin dices algo coherente mocosa. –Escuché decir a Rachel.
– ¡CÁLLATE! NO TIENES NINGÚN DERECHO DE HABLARLE ASÍ A MI MUJER. –Gritó Joe enfadado.
–No hay necesidad de que me defiendas. –Dije tratando de que no se me quebrara la voz.
–Tn___ hablemos, no es lo que tú piensas… ella vino aquí y… –Lo interrumpí.
– ¡No mientas! Estabas a punto de tener sexo con esta perra.
–Más respeto. –Sugirió ella.
– ¡VÉTE DE MI CASA ANTES DE QUE TE MATE! –Advertí lo suficientemente enojada.
–Tn____ por favor, dame una oportunidad de explicarte. –Ignoré sus súplicas y lo aparté para ir directo a encarar a la desvergonzada que se iba a acostar con mi esposo.
– ¡¿Por qué siempre quieres lo que yo tengo?! –Más que una pregunta fue un reproche.
–No sé de lo que hablas. –Dijo colocándose los pantalones.
– ¿No sabes?, te refrescaré la memoria… primero te acuestas con Ryan sabiendo que él y yo éramos novios y ¿Ahora quieres tener sexo con mi esposo?
– ¡Cállate mocosa! –Sus palabras me hicieron enfurecer más.
–Jamás en tu maldita vida me vuelvas a decir mocosa. –Le di una fuerte bofetada, haciendo que cayera en el sofá.
Con el rabillo del ojo divisé a Joe quedó estupefacto con mi acción y no pude evitar sonreír con aires de victoria.
–Eso es para que dejes de decirme mocosa. –Dije.
– ¡Eres una…! –Se levantó del sofá dispuesta a atacarme, me alzó la mano.
–Tú no me pones la mano encima. –Le sostuve la mano con fuerza haciendo que ella sollozara de dolor.
–Suéltame. –Balbuceó suplicando.
Joe me tomo por la cintura y Rachel se soltó de mi agarre.
–Estás me las vas a pagar perra. –Dijo Rachel histérica caminando hacia mí. Joseph se interpuso entre ambas, evitando que ella lograra pegarme.
– ¡YA BASTA! –Gritó harto. –Dejen de pelearse.
Tú Rachel es mejor que te vayas no te quiero ver más nunca en mi vida, entiendo que LO NUESTRO TERMINÓ HACE AÑOS. –Dijo Joe haciendo énfasis en “terminó”.
–Esto no se queda así… ya verán de lo que soy capaz. –Amenazó furiosa cerrando la puerta de la casa.
–Tn____, princesa hablemos. –Rogó.
–Aquí no hay nada que hablar. –Lo esquivé aguantando las ganas de llorar.
–Si tenemos mucho de qué hablar.
– ¿Qué me dirás?, ¿Otra mentira?, pues si es así olvídalo, no quiero hablar contigo. –Subí las escaleras, entré en mi habitación y le pasé seguro a la puerta.
–Tn____ ¡Abre la puerta! –Ordenó Joe desde el otro lado.
–Déjame en paz. –Busqué mi maleta y metí algo de ropa.
– ¡Abre la puerta o la derribaré!
–Haz lo que se te venga en gana. –Terminé de meter las cosas en la maleta.
–NO SEAS INFANTIL Y ABRE LA MALDITA PUERTA. –Escuché gritar.
Respiré profundo, sequé mis lágrimas, tomé mi maleta y abrí la puerta.
–Permiso. –Pedí tangente.
– ¿A dónde piensas ir con esa maleta? –Preguntó impidiéndome el paso.
–A un lugar lejos de tus mentiras y engaños. –Repliqué.
–No me puedes dejar.
–Sólo obsérvame. –Lo empujé con fuerzas, tomé mi maleta de largas zancadas llegué a las escaleras.
–Tn___, ¡Tn___! ¿A dónde vas? ¡No te vayas!
–Déjame en paz. –Dije bajando las escaleras mientras él me seguía.
–Al menos quédate esta noche. –Rogó.
–No pienso dormir bajo el mismo techo con un hombre que sólo sabe mentir.
– ¿Cuándo te eh dicho una mentira? –Preguntó tomándome del brazo impidiendo terminar de bajar las escaleras.
–Primero me dices que te besó y tú “no le correspondiste” –Dije imitando su voz. –luego los encuentro a los dos acostados en el sofá besándose y ella casi desnuda. ¿Me dirás que estabas dándole respiración boca a boca? O no mejor… que por accidente cayeron en el sofá y sin darse cuenta se besaron ¿Eso me dirás? –Mis palabras sonaron con mucha ironía.
– ¿Me dejarás que te explique?
–No. Yo me voy, lo quieras o no. –Lo esquivé secando las lágrimas que caían por mis mejillas, caminé con mi maleta hasta la salida donde de nuevo impidió que siguiera con mi camino.
–No puedes irte así… tu eres mi esposa, mi mujer y no voy a permitir que te vayas. –Su voz sonó severa y su mirada llameante de enojo.
–Tú a mi no me das ordenes. –Lo encaré. –Soy tu esposa sí… pero recuerda que por un maldito contrato. –Repliqué enojada.
–Pero el amor es lo único que nos ha mantenido unidos. Por Dios Tn____ piensa, no te vayas.
–Aquí no hay nada que pensar yo me voy. –Su mirada cambió de enojo a tristeza y mis ojos se nublaron a causa de nuevas lágrimas que querían salir.
– ¿Todo terminará así? –Preguntó con la voz hecha un hilo. Recogí mis llaves y mi teléfono.
–Quiero el divorcio. –Fue lo último que pronuncié al salir de la casa.
“Cap. 41 Divorcio”*Al otro Día*– ¿Por qué hiciste eso? –Preguntó Stephy.
–Porque no podía estar más ahí, entiende ¿Qué harías tú en mi lugar?
–Yo la tomaría del cabello y la pasearía por toda la casa, luego le daría más de una cachetada y…
– ¡Ya! Entendimos. –Puntualizó Shirley y Stephy se ruborizó.
–Lo siento. –Masculló. – ¿Te duele mucho cierto? –Preguntó mi prima.
–Lo suficiente como para entender que el amor no es para mí.
–Deja el drama mujer. –Comentó Stephy.
–No es drama… es la verdad. –Sentí de nuevo un nudo en la garganta.
–Entonces ¿Qué pasó?, ¿Cómo reaccionó?, ¿Qué le dijiste? –Me interrogó Shirley.
–Le pedí el divorcio. –Ambas quedaron perplejas.
– ¡¿QUÉ?! –Dijeron al unísono.
–Sí le pedí el divorcio.
– ¿Eres o te haces? –Preguntó Shirley. – ¿Cómo se te ocurre decirle eso?
–Dices amarlo y ¿Le pides el divorcio?
–Sí le pedí el divorcio.
–Lamento informarte que estás casada por un contrato que sigue en vigencia, lo que significa que no podrás divorciarte de él hasta que dicho documento lo diga… o a menos que sus padres lo anulen ¿Entiendes? –Me informó Shirley.
–Sí, lo sé… pero yo no puedo seguir casada con él… estoy segura de que me dice tres cositas bonitas al oído y caeré de nuevo sus redes, y terminaré sufriendo.
–Contigo no se puede. –Dijo Stephy mirándome triste. –Eres una cobarde… si lo amas no lo dejes ir.
– ¿Y dejar que me sea infiel con esa mujer las veces que le la gana? Pues no. –Concreté decidida.
Narra Joseph– ¿Divorcio?
–Sí… eso me dijo. –Dije triste.
–Tranquilo hermano, ya verás que todo se solucionará.
– ¿Solucionar? ¿Cómo? Ella ni siquiera me dejó que le explicara… simplemente tomó sus cosas y se marchó diciendo “Quiero el divorcio” –Imité la voz de Tn____.
–No te preocupes ustedes no se separarán sólo porque ella quiera… recuerda que es un contrato el que los une, así que hasta que no se venza el plazo del mismo, no podrán separarse. –explicó Nick.
–Sí eso lo sé… pero el hecho de que estemos casados no quiere decir que yo resuelva este problema de la noche a la mañana ¿entiendes?
–Pero si tu andas con esa negatividad jamás llegarás a ningún lado Joe… entiende debes tener mente positiva de que todo se arreglará.
–Tn____ es un poco difícil en lo que se refiere a perdonar…
– ¿Pero qué fue lo que pasó? –Preguntó mi hermano.
–Ella vino y yo de estúpido le abrí la puerta… ella pasó y se sentó en el sofá me pidió disculpas por lo sucedido, yo le pedí que se retirara pero me pidió un vaso con agua. Fui a la cocina por el puto vaso y cuando regresé la encontré casi desnuda, le pedí encarecidamente que se vistiera y se retirara pero en vez de eso se me lanzó encima cayendo ambos en el sofá ella encima de mí… luego me besó y por alguna razón le correspondí; luego llegó Tn___ y bueno el resto ya lo sabes…. –Expliqué con pena.
– ¿Le correspondiste?, Joseph Jonas ¿En qué estabas pensando? –Preguntó en forma de regaño mi hermano.
–Es que no sé… pasó tan rápido. Pero te juro que es beso no me hizo ni cosquillas.
– ¿Por qué serás tan idiota hermano? –Lo fulminé con la mirada.
– ¡Nicholas respeta! –Exigí enojado.
–Cálmate, sólo digo la verdad. –Se defendió.
Narras Tú
– ¿Y ahora? –Preguntó Stephy.
–Ahora tendré que rogarle a mi papá para que rompa el maldito contrato que nos uno y listo.
– ¿Cómo puedes hablar así? –Preguntó Shirley. –No te entiendo en lo más mínimo, lo amas pero ves que se besa con otra mujer ¿y ya quieres el divorcio?
–En realidad no quiero el divorcio… pero es mejor terminar con algo que seguro se irá deteriorando por alguna futura infidelidad.
– ¡YA DEJA EL DRAMA! –Me gritó Stephy. –Tú lo amas por dios Tn____ reacciona, no te quieres divorciar.
–Te apuesto a que cuando te toque firmar el acta de divorcio saldrás corriendo o mejor dicho romperás el papel. –Comentó mi amiga.
–Pues no haré eso. Sí lo amo, lo idolatro… es el hombre que más amo pero… pero no puedo simplemente no puedo. –Sentí un nudo en mi garganta y mis lágrimas corrían de nuevo por mis mejillas sin control alguno.