Cap. 32 “Nuestra Primera Cita”-¿Estás lista? –Gritó Joe desde la sala.
-¡No, espera unos minutos más… ya bajo! –Grité desde la habitación.
Me puse unos Jeans entubados negro, una linda camisa blanca con rojo, mis converse rojas una chaqueta de cuero negra a demás de una bufanda roja… pinté mis labios con brillo labial de un rojo sutil. Me miré en el espejo tomé mi cartera y salí hasta la sala.
Joe estaba vestido con un Jeans ajustados, una camisa blanca y una chaqueta de cuero con unas botas negras… de verdad que se veía hermoso, esos jeans ajustados le hacen resaltar su bien trabajado trasero y esa camisa ceñida deja ver que tiene un torso muy bien trabajado, y lo mejor de todo es que cuando yo quiera lo puedo tener en mi cama como Dios lo trajo al mundo. ¡Oh dios mío este hombre con sólo una mirada me excita!
-¡WOW te vez…hermosa! –Está casi que babea el piso.
-Gracias, tu también estas… bien. –Le sonreí y empecé a caminar hacia él. Me abrazó de una forma protectora haciéndome sentir segura.
-¡Me encanta tu perfume… hules rico! –Su comentario me ruborizó ¿Será que me eché demasiado perfume? - ¿Estás lista? –Se despegó de mí y me miró.
-Sí, sí claro vamos… -Me están poniendo nerviosa.´
Entrelazó su mano con la mía haciendo que una fuerte corriente de sensaciones recorrieran mi cuerpo. Nos subimos a su auto y lo echó a andar.
- ¿A dónde vamos? –La curiosidad me está matando…
-A un lugar. –Respondió sin quitar la vista de la carretera.
-¿Por qué llegaste tan tarde? –Suelo ser muy curiosa. –Me citaste a las 6 de la tarde y llegaste a las 6:30
-Disculpa, pero es que estaba en la empresa discutiendo un contrato y se me pasó el tiempo. Pero te juro que no lo vuelvo a hacer. –Promulgó levantando su mano derecha sin dejar de mirar al frente.
-Esta vez te perdono… pero para la próxima… -Me interrumpió.
-No habrá próxima de eso estoy seguro… y no es porque no habrán más citas todo lo contrario existirán miles y miles de citas entre nosotros de eso estoy cien por ciento seguro. Sino porque no volveré a llegar tarde… ¡Promesa de un Jonas! –Tan lindo… “Promesa de un Jonas”
-Ok, pero que no se vuelva a repetir, porque serás hombre muerto. –Rió ante mi comentario y acarició mi mejilla.
-Me encanta cuando te pones así… te vez hermosa, bueno más hermosa de lo que ya eres. –Sus palabras me dieron pena a tal punto que mis mejillas tomaron un color rojizo.
-Ya deja de decirme esas cosas. –Sonreí nerviosa. – ¿Cuándo llegaremos? –Mi impaciencia en cualquier momento llegará a un límite.
-Tranquila en… 10 minutos llegaremos, ten paciencia.
-Bueno mientras que llegamos ¿Me cantarías una canción? –Le hice puchero y él no se negó y empezó a cantar Fly With Me, la piel se me erizó al escucharlo… su voz es perfecta, es hermosa, la letra de esa canción es muy bonita.
Terminó de cantar y me miró.
-¿Te gustó? –Su sonrisa y Ojos me hipnotizan.
-Me fascinó, cantas muy bien. –Sentí un ardor en mis mejillas y él sonrió pícaro.
-Ya falta poco… -Masculló sin dejar de mirar hacia la carretera que de alguna forma se está volviendo rústica pues nos movemos de un lado a otro, desde aquí no se ve mucho; la calle es muy oscura y la carretera está iluminada por los faros del auto de Joe.
-Joe, ¿A dónde me llevas? ¿Por qué la carretera no tiene luz? –Esto me está asustando.
-Tranquila ya verás… sé que te gustará. – me giñó el ojo y de cierta forma me sentí segura.
-Confiaré en ti. –Le regalé mi mejor sonrisa.
-¡Llegamos! –Apagó el motor del auto. Se bajó y dio la vuelta para abrirme la puerta.
-Gracias. –Sonreí amablemente cuando la abrió. Me bajé y lo vi todo. – ¡WOW! ¡Es hermoso Joe! –Quedé impresionada por la hermosa vista.
La vista es espectacular, desde aquí se puede ver perfectamente la cuidad, volteé la mirada y vi una hermosa mesa decorada.
-¡Sorpresa! –Joe me abrazó por detrás.
-¡Gracias, gracias! –Fue lo único que pude decir.
-Merezco un beso… -Mordí mi labio inferior.
-Lo siento… pero no suelo dar besos en la primera cita. –Él me miró de forma divertida.
-Entonces…-Me dio la vuelta para verlo mejor. –Pero yo no soy una cita cualquiera… soy tú esposo y tengo derecho a besar…-Se acercó más. –Esos labios carnosos y suculentos. –Atrapó mi labio inferior y poco a poco fue adentrando su lengua en mi cavidad bucal, sus exquisitos labios tienen un sabor dulce y me encanta cuando hacen contacto con los míos. Nuestro beso pasó de ser un poco desenfrenado a lento, cada vez más y más lento.
Dimos por terminado el beso por falta de oxigeno.
-¡Me gustas! –Fue lo que pude decir ¿Por qué no le dije que lo quiero? ¿A caso no estoy preparada para revelárselo?
-Tú también me gustas, y mucho…-acarició mi mejilla con sumo cuidado.-cenemos…-tomó mi mano y me guió hasta la hermosa mesa. Apartó la silla para sentarme como todo un caballero… Mí Caballero.
-Espero que te guste… -.Tomó asiento sin dejar de mirarme.
-¿Qué hay de cenar? –Mi sonrisa esta noche no se borrará de eso estoy segura.
-Bueno… de entrada hay unos deliciosos canapés de pescado y mariscos. –Al verlos me entraron unas fuertes ganas de comer.
-¡Delicioso! –Empezamos a comer la bebida exquisita… un delicioso vino blanco.
Comimos entre risas y miradas.
-Ahora el plato de fondo… -Destapó la bandeja. –Colita de Cuadril. –Empezó a servir en el plato.
Esta noche ah sido tan hermosa, no quiero que se acabe, son muy escasos los momentos en que estamos así sin discutir. Comimos acompañados de un vino tinto ligero.
-Joe gracias por esta noche tan especial, nunca nadie había preparado para mí una cena romántica tan hermosa como esta… Gracias. –Su mirada se posó en mí, esa mirada penetrante me fascina.
-Todo por verte así de feliz… me gusta cuando sonríes, hace que te veas más hermosa. Me gustas mucho princesa.
-Tú también Joe… me gustas mucho.
Tengo que contarle mis sentimientos por el… se lo tengo que contar, sólo esperaré el momento indicado para decírselo.