Hombres Peligrosos (Nick,Joe&Tu) (Super Hot)

OMG ...!!!!

SIGUELAAAA !!! Shocked

en serio tienes que subir rapidooo !!!!

OMG eso estuvo como para morirseeee pliiis no nos dejes con las ganas hahahah de leer!!

AAAAAAAAAAAAAH!!!!!! LA WEA JAAAÁT ||||||||||||||||||||||||||||

PLEASEEEÉ SIGUEEEEEEEEEEEE ||||||||||| O______________O

Ok.. Martha mi delirio por esta nove esta fuueeeraaa de control x)

Siguela! yaaaaaa ^^

Chicas....
Siento la noticia....
Pero no podre publicar hoy....
El listillo de mi hermano, agarro mi Lap y formateo todos mis archivos
Hablo de TODO......
Que lo hizo por un tonto virus.....
Pero bueno, el caso es que tengo el archivo verdadero en mi USB
Pero lo tengo como la original (Sin Jonas y ______ )
Tengo que editarlo TODO...
Ya que me gusta tener todo listo y nada mas publicaria
y haria los arreglos para subirlo.....
Asi que, les prometo que mañana subo cap COMPLETO.....
De verdad, chicas, siento esto......

De verdad....
Me gusta tener todo listo y arreglado.......
Espero y me comprendan........

¿Podrian pasarse por mi otra nove que subo?
Wishing Your Love?
En esa no hay problema....ya que ahi, tengo el verdadero archivo
con Jonas y ______.....
Ya que la verdadera autora me dio el archivo original....
que es nove de ellos dos.......
Bueno...
Nos vemos y pasen linda noche.....

Buenooo estaremos esperandoo! Very Happy

MAMA!!! LLAMENME A UNA AMBULANCIA!!!!
que cap!!!!=)
esperaremos capxd

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaa

¬¬ TU HERMANO NO ME AGRADA ¬¬' XDD BROMA

PLEASÉEE SIGUEEE

Perdon por la tardanza....
Bueno, ya vine a cumplir mi promesa....

El siguiente cap es COMPLETO
Y muy Hot......

¡Disfrutenlo!
Y recuerden: COMENTAR NO CUESTA NADA
Y soy de las personas de libre expresion....
Pueden comentar lo que esten pensando....
No importa si no es de la nove....

Capítulo 5

Al parecer, las palabras tomaron un minuto para penetrar. Nicholas parpadeó luego volvió la mirada hacia Joe, hacia ella. Jadeaba, el pecho suave, robusto y broncíneo exhalaba arriba y abajo rápidamente. Un momento después, __________ se dio cuenta que no era el único respirando con dificultad. Y cuanto más la miraba, menos podría parecer tener una respiración decente.
—¿Estás bien con esto? Quiero que estés cómoda y feliz.
—Trata de extasiarme. Por favor, bésame —imploró.
Nicholas no tuvo que ser rogado dos veces.
Cuando levantó la cabeza, enfocando la boca más cerca de la de ella, Joe comenzó a descender. Se reunieron en algún lugar en el medio, y Nicholas, advirtió:
—Suave.
La mano de Joe apretó la cadera.
—Lo tengo, San Nick.
La explosión cruzó la cara del detective pero Joe ya había hecho el cambio y se dirigió hacia el sur.
Un momento después, la lengua de Joe se enroscaba alrededor de un pezón antes de tomar la teta entera en la boca chupando como si quisiera tragarlo completamente. Marcó el otro con la lengua un momento después, el lastimado, con una lamida suave y una chupada cariñosa.
_________ filtró los dedos más profundamente en el cabello de Joe, y gimió.
Nicholas ahuecó la mejilla en las manos.
—No sé porque ver su boca en tu pecho es una excitación pero… —Cerró los ojos—. No me recuerdo jamás estando así de excitado.
—Yo tampoco.
—Sabes que no te dejaremos hasta que tengas lo que necesitas.
Ella asintió con la cabeza. Porque lo sabía. Por alguna razón, estaban dedicados a esta causa y dedicados a ella. Algo fuerte y mágico estaba girando entre ellos. Siempre supo, incluso antes de que el sexo comenzara que el hombre sujetándola, elogiándole el cuerpo, la abandonaría en algún momento, más temprano que tarde. Cierto presentimiento, profundo en los huesos, le dijo que estos dos estarían con ella durante largo tiempo, aunque sólo fuera en espíritu.
Esto no era duradero. Vivía en Texas. De hecho, el billete de avión estaba previsto para la vuelta a casa en una semana. Pero esta conexión entre los tres se sentía extrañamente profunda.
_________ no luchó contra ello.
Ahogada en la sensación de Joe adorándole los pechos, y Nicholas haciéndole el amor con los ojos oscuros, embriagados, susurró:
—Bésame.
Nick ansiosamente aceptó la invitación.
Este beso fue como su primero… y no lo fue. Ya no sólo una caricia tierna de bocas, una fusión suave de labios, ahora agregó un golpe de lengua que la tuvo buscándolo, ansiosamente entrelazada con él, luego gimiendo por más.
Las sensaciones la bombardeaban, saturándola completamente. Dios, se sentía mareada y pesada y muy caliente, le encantó.
Luego, Joe le acarició el camino desde su cadera a su sexo, y todo se aceleró. Infaliblemente, los dedos encontraron el clítoris, y jugaron insistentemente con el pequeño abultamiento. La excitación la atrapó con más fuerza, asfixiando cualquier resistencia que le hubiera quedado. Sabía exactamente cómo y dónde tocarla para devastar completamente sus sentidos.
Joe levantó la cabeza con un jadeo.
—Apoya su espalda, túmbala. Voy a poner mi boca sobre ese coño de nuevo.
Nicholas afirmó una mano entre los omóplatos, mientras Joe la guiaba hacia atrás desde las caderas. __________ estiró las piernas dado que ya no estaba de rodillas. Cuando la espalda encontró el colchón, Joe se zambulló entre las piernas, separándolas más, y se pegó a ella con una impaciencia voraz que la hizo temblar.
Cuando gritó, _________ contempló a Nick con los párpados entreabiertos. Se cernió sobre ella, le acarició la mejilla.
—Estás excitada —murmuró, la mirada desviándose hacia abajo—. ¿Está Joseph haciéndote sentir bien?
_________ no podía encontrar la voz. Asintió con la cabeza, luego gimió de nuevo cuando Joe empujó dos dedos dentro de ella.
—Te ves tan sexy —continuó, esos ojos vigilantes oscilando entre los de ella y Joe pegado a su sexo.
Las manos de Nick estaban en movimiento también. Las puntas de los dedos bailaban a través de la clavícula, un deslizar de palmas sobre los hombros, un roce de pulgares sobre los pezones.
La estimulación era casi demasiado. Junto con la sobrecarga de la visión dulce de tenerlos a ambos en la cama, casi no podía procesarlo. Pero quería más.
Alcanzó con la mano el hombro de Nick, metió sus dedos bajo el cuello de la camisa desabrochada, y la deslizó hacia abajo. Encogió los hombros sacando un brazo. Antes de que pudiera sacar el otro, _________ ya lo había sacado suavemente, dejándolo desnudo de la cintura para arriba.
—¿Estás segura?—preguntó con ceño preocupado.
—Lo estoy cuando me besas.
Por suerte, tomó la sugerencia, y tomó su boca un latido más tarde. Urgente, apasionado, posesivo, el beso la asombró, sumado al hormigueo general del cuerpo que Joe estaba desencadenando dentro de ella. ________ agarró firmemente los hombros de Nicholas y lo abrazó. Sus manos continuaron vagando por la cara, por el cuello, por los pechos. Pronto, la boca se abatió sobre los pezones para integrarlos al grupo.
_________ clavó los ojos en el techo blanco, por una vez no tratando de adivinar o procesar lo que estaba ocurriendo. No era simplemente sentimiento, y no era simplemente la cosa física. ¡Oh!, eso estaba allí, creciendo dentro de ella con toda la sutileza de un martillo neumático a las 5 a.m. de un domingo. Pero una sensación persistente de que estaba destinada a estar aquí con ellos le dio el coraje para seguir adelante y creer que, esta vez, no fallaría.
Las sensaciones ascendieron en oleadas. El calor rodaba dentro de ella, haciéndola sentir débil y pesada y sobrecargada por el placer. Se aferró a las sábanas y se dio cuenta de que todo el cuerpo le temblaba. La sangre corría veloz entre las piernas. Realmente la podía sentir, junto con la presión creciente.
Joe levantó la cabeza de ella, reemplazando la lengua con los dedos que parecían conocer el lugar perfecto.
—Se está acercando, tío. Realmente cerca. Voy a enfundarme.
Nicholas le hizo un gesto distraído cuando se encaminó hacia abajo de su cuerpo, rozando suaves besos a lo largo del vientre, las palmas recorriendo desde las caderas hasta los muslos. Apoyando la palma en el interior, separó más la pierna, luego repitió el proceso con la otra. ________ estaba tentada de decirle que no podía abrirse completamente de piernas y no quería aprender ahora… pero entonces le dio suaves besos en la parte baja del abdomen y siguió el camino hacia abajo.
¡Oh, Dios querido!
La primera pasada de Nick a través del sexo húmedo y sensible fue una descarga eléctrica que la hizo jadear. La siguiente fue una bomba de placer que detonó justo donde lo necesitaba más y la obligó a sollozar.
Estaba muy, muy cerca ahora, más cerca del orgasmo de lo que nunca había soñado que podría estar.
—Nicholas… —El nombre en los labios era un grito y una petición de ayuda.
No contestó, pero le acarició la cadera con la palma amplia, bronceada.
_________ volvió la cabeza para encontrar a Joe a pocos pasos de distancia, completamente desnudo y acariciando su erección. El espectáculo hizo que el placer pulsara aún más profundo dentro de ella. Anchos hombros que se estrechaban en las caderas. Un pecho poderoso haciendo juego con la polla grande que envolvía con la mano.
—Vosotros dos os veis muy calientes. ¿Nick, vas a hacer que se corra?
_________ deseaba asentir pero estaba demasiado tensa. Las sensaciones estaban justo allí, pero algo estaba aún atado dentro de ella. Gimió en respuesta.
Joe cruzó la habitación hacia Nick y se arrodilló al lado de su muslo. Nick levantó la cabeza, y se volvió hacia Joe, la mirada pesada. ________ observó a Nick respirando agitadamente, a pocos centímetros de Joe. En la luz de la lámpara apagada de la habitación, los labios de Nick estaban brillantes con sus jugos. La mirada de Joe descendió, y ella apostó que estaba advirtiéndolo también.
Un instante después, Joe parpadeó, y bajó la mirada, rompiendo el momento.
—¿Tiene problemas?
—Está casi ahí. —Susurró Nick—. Un poco más y…
Con un gesto, Joe se puso de pie y se puso un condón. Luego subió a la cama a su derecha, entonces la giró sobre el hombro izquierdo, enfrentando a Nick, que subió a la cama, frente a ella.
Joe le levantó la pierna de arriba, y la aflojó sobre la suya. ________ miró hacia abajo de su cuerpo mientras, polla en mano, Joe se instaló en su entrada.
—Háblale, tío —se sofocó Joseph.
Nick asintió con la cabeza, su mirada pegada a la vista de la erección de Joe empujando en su carne.
Y Joe empujó. Duro. Hasta la empuñadura en un único empujón.
Un grito de sorpresa escapó de ________. Se sentía más allá de llena. El cuerpo se estiraba para adaptarse a él, pero ella sentía su posesión intensamente, casi más que físicamente. Era como si Joe estuviese en cada rincón de ella, estaba demasiado profundo.
—Está bien —serenó Nick, acunándole el pecho, manoseándole el pezón—. Vamos a hacerlo bien.
Puso el signo de exclamación en su promesa con un beso que envió una sacudida caliente a través de su cuerpo, enredado con la devastación de la intrusión de Joe. Suave, pero insistente, lleno de tranquilidad, así es cómo el beso de Nick fluyó a través de ella.
Luego Joe comenzó a moverse. El golpe era más preciso. Bam, bam, bam, se conducía dentro de ella con fuerza destructiva. El cabecero golpeaba contra la pared en cada empuje, resonando en la habitación.
Tener a alguien de su tamaño con tal fuerza, después de una larga abstinencia era casi doloroso. Se sobresaltó, y Nick se extendió para agarrar la cadera de Joe.
—Para de golpear como un maldito tambor. Esto es sexo, no un concierto de heavy metal. (Ahahahahaha)
—Que te jodan. No tengo problemas para follar mujeres.
—Estás lastimando a _________.
Detrás de ella, Joe se inmovilizó.
—¿Eso es verdad?
—Un poco.
—Mierda —murmuró—. Lo siento. ¿Más lento?
________ asintió.
—Es sólo que ha pasado un tiempo.
Joseph se tranquilizó.
—Define un tiempo.
—Casi un año.
—No es de extrañar que estés teniendo problemas, nena. Todo está oxidado.
Nick puso los ojos en blanco.
—Ella no es un coche.
—Cállate y déjame conducir —gruñó Joe.
Aunque asintió con la cabeza, Nick mantuvo las manos en las caderas de Joe, listo para actuar como guía.
Pero Joe se movió, facilitándose directamente dentro de ella con un ritmo como miel caliente, lento y fluido, robando la respiración.
________ se aferró al ancla más cercana… Nicholas. Se agarró firmemente a los hombros y jadeó.
—Oh mi… Sí.
—¿Está bien? —susurró él contra su boca.
Asintió con la cabeza y gimió. Y cuando Joe repitió el golpe, tan delicioso y lánguido como el primero, ________ perdió la capacidad para formar palabras coherentes.
La tercera vez le hizo hincar los dedos en los hombros de Nicholas y gemir.
Entonces Nicholas realmente participó, capturando su boca contra la de él y hundiéndose profundo. Alargó la mano y encontró su clítoris, jugando suavemente. Dios, no sabía cuánto podría aguantar. Tenía que explotar. El ritmo de su invasión oral se coordinó con la sexual de Joe, y la combinación fue directamente a su líbido.
Los podía oler a ambos, el cuerpo sudoroso de Joseph despedía ese perfume almizclado que, cuando él empujó dentro de ella una vez más y la rodeó con su brazo para acariciarle el pecho… el único sabor en su piel era a hombre, a agresividad, a sexo, envuelto en una tentadora especie. Pero delante de ella, envolviéndola lentamente, estaba el complejo aroma de Nicholas. Ciertamente, a macho poderoso, teñido de lluvia, carnal. Olía su necesidad. Entre los dos, generaban un olor asombroso, fuerte.
Ella tembló por la intensidad de su deseo y besó a Nicholas locamente, así en el borde el pensamiento coherente estaba completamente más allá de ella… y le encantó.
Cuando los segundos se convirtieron en minutos, se detuvo en el punto febril justo a tiro del clímax.
—Jesús, es como un puño en mi polla, tío. Está apretando más con cada segundo. —Miró a Nicholas, luego cerró los ojos—. No sé cuánto más podré aguantar.
Con una inclinación de cabeza, Nicholas volvió la atención a ella.
—________, sabes que te deseo. Sé que sientes el placer.
—Sí —susurró, luego se lamentó—. ¡Está justo ahí! Y yo simplemente no puedo…
_________ comenzó a llorar, las lágrimas calientes asomaron dolorosamente a sus ojos.
—No puedes ¿qué? —Nicholas depositaba besos suaves en su rostro.
Incluso Joe dejó caer un roce tierno con los labios en su hombro, resbaló unos pocos a través del cuello. Por primera vez esta noche, se sintió que ella verdaderamente importaba. No tenía duda de que la estaban llevando más lejos en el camino hacia el orgasmo que lo que nunca había estado. Sí, le estaba tomando un tiempo llegar… y había una buena probabilidad que realmente nunca lograra llegar.
Tal vez ella siempre iba a tener este bloqueo hasta que estuviera convencida que su pareja estaba con ella para quedarse. Tal vez no necesitaba hablar con Zac para entender que el miedo a finalmente quedarse sola, realmente le impedía compartir la parte más íntima de sí misma.
Abrió la boca, se preguntó si debería llamar a esto orgasmos completos-por- información acordada. No era justo para ellos. Habían intentado todo para ayudarla. Ofrecería mamadas, decirles lo poco que sabía de Zac, luego huir de este lugar y regresar a Texas.
Antes de que pudiera, Joe murmuró:
—Nena, ¿deseas que te llenemos por delante y por detrás?
A _________ le tomó un momento darse cuenta de lo que quiso decir. Cuando finalmente sus palabras se entendieron en la cabeza de _______ un pico de caliente deseo la golpeó directo entre las piernas. Doble penetración. Uno en su coño, el otro en su culo.
Por un momento, no pensó que haría alguna diferencia en su coeficiente de orgasmo, pero era una infernal fantasía. ________ no se engañó, funcionaba mal en el sexo. El tema del orgasmo siempre arrojó una nube negra en sus relaciones. Debería ir a su casa, adoptar diez gatos, y establecerse para la soltería. Sin embargo, antes de hacerlo iba a aceptar la oferta de Joe, y experimentar un sueño.
Después de todo, probablemente esta oportunidad no estuviera en su camino nuevamente.
—Por favor —sollozó—. Ahora. Ahora mismo.
Joe le apresó la barbilla, volteó su cabeza, separándola del beso de Nick y le cubrió los labios con los de él. La saboreó igual que follaba… agresivo, seguro de sí mismo, como si le encantara.
Él levantó la cabeza un buen rato después, y ________ se maravilló que pudiera desear tanto a dos hombres completamente diferentes. Ambos le hacían sentir a su cuerpo tal excitación. Ambos eran asombrosos por derecho propio… podía decir eso después de dormir con una serie de perdedores en su juventud. Estos chicos… eran condenadamente buenos.
Joe saqueaba, haciendo un barrido dominante a lo largo su boca que coincidía con la invasión de su cuerpo. Las sensaciones la excitaron tanto como establecieron la dominación de Joe. Su cuerpo zumbaba, su piel se sentía tensa, y Nick le continuaba acariciando el clítoris mientras fijó sobre ella la mirada apasionada.
Finalmente, Joe levantó la cabeza, y miró a Nick a través de los escasos centímetros que los separaban a todos. La respiración pesada reinaba.
—Quiero el sabor de su coño una vez más —gimió Joe—. Puedo olerlo. Y ella me está volviendo loco.
Nick levantó los dedos de su clítoris, y los extendió hacia la boca de Joe.
Joe se echó hacia atrás.
—No voy a chupar tus dedos.
—Lo harás si quieres el sabor de ella ahora. He estado esperando para estar dentro de ella, y no estoy de humor para retrasarlo así puedes probar un poco de crema nuevamente.

Entre ellos, __________ observaba el intercambio como un partido de tenis, ida y vuelta. Joe frunció el ceño, claramente cabreado. Pero los dedos de Nicholas estaban justo allí, choreando con sus jugos. Engancharon la mirada de Joe, lo distrajeron de su furia. Levantó la mirada hacia Nicholas, y se produjo un momento silencioso, largo. ________ se moría de ganas por saber lo que estaban pensando. Había algo en el aire que no entendía….
—No importa —dijo Nicholas—. La saborearé por mí mismo.
Cuando empezó a alejar los dedos, Joe le atrapó la muñeca y tiró. En el siguiente instante, separó los labios rojos y tomó los dedos empapados de Nick en la boca. Nicholas cerró los ojos, su cuerpo temblando. ¿Estaba disfrutando del hecho de que Joe le chupara los dedos? Habría jurado que era derecho como una flecha, pero… ¿lo era?
Y Joe gimió en el oído de ________. Escuchó los fuertes sonidos de succión. Y dentro de ella, se puso aún más duro, sus embestidas aún más agresivas.
¿Había disfrutado de su sabor… o el hecho le venía de la piel de Nicholas? ¿Qué era exactamente lo que estaba pasando aquí?
Sin importar lo que fuera, ________ no podía negar que observándolos se estaba excitando muchísimo.
Gimió y sujetó puñados de pelo de Nicholas. Con eso, ella atrajo la boca de Nicholas hacia la suya una vez más, y él la besó con un frenesí que no había estado allí antes.
—Enfunda —Joe le exigió a Nicholas, la voz rasposa—. Apúrate o esto va a terminar antes de que hayas empezado.
Con una última presión suave de labios, Nicholas retrocedió, se sacó los pantalones vaqueros, viendo como caían al suelo. ¡Oh, sagrado infierno! Estaba crecido, y algo más. Joe no se quedaba atrás, pero Nicholas estaba en algún lugar entre asombroso y estrella porno. Gruesa, con una cabeza bulbosa, congestionadas y pesadas venas recorriendo su longitud. ________ clavó la mirada, preguntándose si podría tomar todo eso.
—Mierda, tío —se atragantó Joe—. No es de extrañar que todas las mujeres en la estación te amen.
Nick puso los ojos en blanco, luego se arrodilló ante ________.
—¿Alguna vez has tomado a un hombre analmente?
Ella negó con la cabeza.
Algo resignado cruzó la cara de Nick, luego miró hacia Joe.
—Deberías ser tú entonces. ¿Alguna vez has…?
—¿Tenido sexo anal? Diablos, sí.
—¿Con una virgen anal?
—Um… no. ¿Tú?
Nick tragó saliva.
—Una vez.
_________ tuvo el presentimiento que no fue una buena experiencia. Y entendió por qué. El tamaño de Nicholas era intimidante. Había escuchado que la primera vez el sexo anal podría ser doloroso. No había que ser Einstein para imaginarse que tal vez no había ido bien.
—Aún pienso que deberías ser tú —agregó Nicholas—. Te guiaré a través de ello. —Dirigió el comentario para los dos, y de alguna manera el conocimiento de que el frío y tranquilo Nick dirigía el espectáculo la hizo sentir mejor.
Le encantaba el lado agresivo de Joe, pero no para esta primera vez.
—Sip —acordó Joe, retirándose de su cuerpo con evidente desgana—. Buena invitación.
Asistiendo con la cabeza, Nick extendió su mano hacia ________ y la ayudó a ponerse de pie, los ojos de ______ nunca abandonaron los de él. Oscuros y reconfortantes, pero ardientes de deseo, la quemó con una mirada. Su vientre se apretó.
Le apretó la mano.
—Va a estar bien. Te lo prometo.
Por qué debería confiar en él tan libremente con su cuerpo, no lo sabía. ¿Instinto? No la lastimaría. No sólo era un detective, estaba a favor del bien y la justicia. Lo percibía en él. Y Joe… era todo un chico malo en el exterior, pero estaba comenzando a sospechar que el interior constaba de un corazón de malvavisco. Había tenido mil oportunidades para dañarla, para aprovecharse de ella. Pero no lo hizo. Había esperado, tratando de implicarla. Por supuesto, todo eso, al menos en parte, era porque querían información. Pero percibía que debajo de la placa y la bravata, eran tipos sinceramente buenos.
Joe se levantó para ponerse de pie al lado de ellos. Nick le acarició la mejilla, luego se acostó sobre la cama. Mientras se acostaba sobre su espalda, separó los muslos oscuros, musculosos, la cama chirrió y el colchón se sacudió ruidosamente. El tallo de su erección yacía grueso y contundente contra el vientre. Joe le arrojó un condón en una envoltura de aluminio brillante. Nick lo atrapó con una mano. Con rápida eficiencia, se lo puso.
Eso estaba sucediendo. Realmente sucediendo. Ella tragó.
Nicholas le tendió la mano.
—Ven aquí y quédate con nosotros.
Ahora podría echarse atrás. ¿Y entonces qué? Una voz en su cabeza le preguntó. No tenía nada que perder y mucho placer que ganar. Al menos, podría tachar esta fantasía de la lista.
Joe se apretujó detrás de ella, acariciándole la cadera cuando la impulsó hacia la cama. Aplanando la palma de la mano sobre su vientre ondulante, se montó sobre Nicholas, que le tomó las caderas con sus manos y la recostó hasta que su pecho se asentó contra el de él, sus bocas a un aliento de distancia. La gruesa erección abriéndose camino en el canal de su coño, entre los labios. Estaba justo allí, pero no dentro de ella. La sensación de él pulsando contra ella, rozándole el clítoris, la dejó dolorida por estar llena.
A su lado, ________ oyó a Joe alborotando en los cajones de la mesa de noche, pero no lo miró, no cuando la mirada de Nicholas derramaba calor y deseo por toda ella.
Un momento después, sintió algo frío y líquido en su entrada trasera. Saltó.
—Hey —la tranquilizó Joe—. Nada malo. Sólo lubricante para facilitar el camino.
Oh, lubricante. Bueno…
A continuación los dedos de Joe estaban allí, donde ningún hombre había estado nunca, esparciendo el líquido, presionándolo profundo dentro de ella. La sensación era… nueva pero no desagradable. Presión, un inesperado cosquilleo, luego un repentina estela de oscuro placer la tuvo jadeando.
—¿Esto se siente bien? —preguntó Joe mientras bombeaba lentamente un dedo en su culo.
¿Bien? Intento sorprendentemente bueno.
—Sip.
Añadió otro dedo. Las sensaciones se duplicaron, un mordisco de dolor enredado con todo eso la cautivó. Ella suspiró.
—Tu cara… —susurró Nicholas—. Te ves hermosa con tus mejillas ruborizadas. La manera en que mantienes mordido ese precioso labio inferior tuyo me está volviendo loco.
Le agarró el rostro en sus manos y la atrajo para un beso. En vez de la paciencia tierna que siempre había asociado con Nick, este beso tenía un filo. Estaba perdiendo la calma. El frenesí y la impaciencia animaban el flujo de sus labios sobre los de ella. Lo saboreó cuando él lamió sus labios cerrados y la urgió a abrirlos para él.
Los dos estaban deshaciéndola. Completamente. El placer bombardeándola en todas direcciones, conocido pero totalmente nuevo. Había estado en vilo durante casi una hora, y algo dentro de ella se sentía listo para explotar. La frustración y el anhelo chocaron, luego se mezclaron con la inexplicable necesidad de mezclarse con Joe y Nick.
Todo se intensificó de nuevo cuando el magnífico cazador de recompensas extendió su mano libre y le hizo círculos perezosos alrededor de los pezones. Nick empujó su polla contra su clítoris en ese mismo momento. Ella jadeó.
—¿Aún bien? —murmuró, la voz ronca y baja en su oreja.
Inmediatamente todo estaba abatiéndose sobre ella, las sensaciones individuales combinadas para convertirla en una masa temblorosa.
Arrancó su boca del beso de Nick y gritó:
—Joe.
—Aquí, nena. Justo aquí.
Entonces hubo un movimiento detrás de ella. Nick asintió.
_______ supo lo que significaba. Y ella lo deseaba y lo temía.
—No te tenses —le aconsejó Nick—. Vamos a hacer esto todos juntos.
Las palabras eran nada menos que una promesa. Respiró profundo.
Nick asintió con la cabeza ligeramente. Detrás de ella, Joe la agarró de la cadera con una mano. Sintió la punta roma de su polla presionando contra su entrada trasera.
—Lento —le aconsejó al otro hombre—. Realmente lento.
La mano de Joe sobre su cadera apretó más, pero ella supo que había escuchado.
—__________ —susurró Nick, alejó su atención de Joe lo suficiente para oír—. Empuja hacia afuera y hacia debajo de él.
La excitación y un borde de miedo viajaron a través de ella por sus palabras, pero Nicholas estaría sobre ella. Nunca querría verla lastimada. Ella hizo lo que le dijo. La astuta fricción precedió al deslizamiento de la gruesa erección de Joe un poco más profunda. Empujó suavemente, probando, pero algo dentro de ella estaba resistiendo su invasión.
—Empuja hacia abajo otra vez. —La voz de Joe sonaba como lija sobre grava.
Estaba refrenándose. Ella lo sintió en el temblor de la mano sobre su cadera. No sabía cuánto freno le quedaba, y no quería probarlo. _________ se obligó a empujar de nuevo.
Luego sintió que la punta ancha de él chocaba violentamente contra una barrera dentro de ella. Y él comenzó a meterse con cuidado lentamente… pero inexorablemente.
La presión la abrumó, convirtiéndose todo en un dolor. Él no iba a encajar. En serio. Tal vez no estaba hecha para eso. Tal vez Joe era demasiado grande. Tal vez…
—No puedo pasar de su esfínter. (En anatomía un esfínter es una estructura, usualmente un músculo en forma circular o de anillo, que permite el paso de una sustancia de un órgano a otro por medio de un tubo u orificio a la vez que impide su regreso. Existen más de 40 esfínteres diferentes en el cuerpo humano, siendo algunos de estos de tamaño microscópico.)
Nicholas intervino rápidamente.
—Retrocede y comienza suaves embestidas en la medida en que puedas.
—Oye, tío… —comenzó.
—Hazlo. —_________ nunca hubiera creído que Nicholas podría gruñir, pero eso estaba bastante malditamente cerca. Luego volvió la mirada oscura hacia ella. En esas profundidades, ella vio lujuria abrasadora. Deseaba estar dentro de ella. Malo. Pero estaba haciendo su mejor esfuerzo para tratarla con consideración y tranquilidad.
Con movimientos largos de la palma de su mano, Nicholas le frotó la espalda, y le sembró de besos largos y lentos el cuello, las mejillas, la comisura de la boca. Ella se derritió contra él.
—Buena chica —respiró en su oído—. Eso es todo.
Distraídamente, ella asintió con la cabeza. No se había dado cuenta cuán tensa había estado.
Detrás de ella, Joe retrocedió, luego se deslizó hacia adelante a la barrera nuevamente, y profundizó unos centímetros. Se retiró y volvió a empezar, consiguiendo ir un poco más lejos en su interior. Podía sentirse estirándose para adaptarse a él. La presión era inevitable, el dolor un corte filoso en su interior.
—¿Qué pasa si no me gusta esto? —Preguntó, tratando de no apretar los dientes y tensarse de nuevo.
—Entonces estoy haciendo algo mal. —Joe sonaba muy tenso.
—Pensaremos en otra cosa. Pero dale otra oportunidad —aduló Nick.
Suspirando para soltar más la tensión acumulada, ella asintió.
Nicholas alargó los movimientos sobre la espalda, ahora llegando hasta su trasero. Comenzó a mimarla, acariciando su paso por las curvas.
—Tienes un culo precioso. Sólo con tocarlo me caliento. Pero si yo supiera que Joe está muy profundo dentro de ti…—Se estremeció—. Incluso el pensamiento me hace temblar de lujuria.
Deseaba eso, ________ se dio cuenta. Quería que Nicholas estuviera fuera de control por la necesidad de ella. Joe, también, con respecto a eso. Al menos por ahora. Más tarde, se preocuparía por sus opiniones, cuando no pudiera tener un orgasmo. Pero en este instante, quería vanagloriarse con la adulación de ellos.
Deslizando las manos sobre los cachetes de su culo, Nicholas los agarró, y los sostuvo abiertos para Joe. Que gruñó y empujó hacia adelante una vez más._______ hizo lo posible por relajarse, a pesar de la quemazón desconocida y de la presión, empujó hacia abajo. Las sensaciones no fueron agradables, pero… no podía decir precisamente que era más incomodo.
De repente, su cuerpo cedió. La cabeza de la polla de Joe traspasó la barrera y él empujó y empujó y empujó, hasta que, con un gruñido, se deslizó hasta la empuñadura.
—Oh, joder —gimió Joe—. Está apretada.
—¿Estás adentro?
—Sip. —La sílaba era más un gruñido que una palabra hablada.
—Excelente —elogió Nick, a continuación le preguntó a _______—. ¿Cómo te sientes?
Llena. Una gran presión, pero sorprendentemente, el dolor se fue. De hecho, era como si un centenar de terminaciones nerviosas estuvieran despertando ahora. Anteriormente inactivas, nunca las conoció o pensó en ellas, hasta que, repentinamente saltaron a la vida. Y cuando Joe retrocedió hacia la barrera, y se zambulló de nuevo, un hormigueo de excitación saltó de casi una línea plana a fuera de las gráficas.
Ella gritó y se aferró a los hombros de Nick con los ojos agrandados por el asombro.
La cálida sonrisa de Nick cayó sobre ella como chocolate derretido.
—Creo que es una buena señal. Sigue adelante, pero suavemente.
—Si hago mucho más esto, voy a correrme en cinco minutos como un maldito adolescente. Mierda. Está tan caliente y simplemente… por todas partes alrededor mío.
—¿Necesitas que asuma el control? —lo desafió.
—Diablos, no. Detén las jodidas órdenes —gruñó Joe mientras se lanzaba profundo dentro de ella una vez más.
Luego dejó caer su pecho sobre la espalda de ________, y las manos estaban por todas partes, deslizándose sobre los hombros, resbalando hacia abajo por los brazos, acariciándole los pechos, manipulándole los pezones duros.
—Sé que me sientes profundo —le susurró al oído—. Yo segurísimo que te siento. Eres como fuegos artificiales, una sorpresa explosiva tras otra. Sólo es cuestión de tiempo antes de que me hagas explotar.
—Mirándoos a vosotros dos me estoy incendiando —murmuró Nick en sus labios, la mirada zambulléndose en los dedos de Joe manipulándole las duras protuberancias de los pezones.
Nicholas se extendió hacia abajo, le apoyó los dedos sobre el montículo, luego los deslizó a través de los pliegues empapados, sobre el clítoris sensible. En el momento en que tocó la punta, un fuego se desató en su vientre, por sus muslos. ________ gritó. Él lo repitió, y los hormigueos estaban amontonando excitación en lo alto de la sensación estridente. La estaba sobrecargando, derramando calor y necesidad sobre ella, y derritiéndola como chocolate caliente sobre helado.
Joe lo complicó todo con otra embestida interminable, profunda en su culo. Luego otra. Arqueó la espalda, y él se hundió un poco más.
—¡Joder!
—Eso es lo próximo en mi agenda. —Nicholas estableció un ritmo, acariciándola en el mismo lugar, que la hizo llamear con la necesidad—. Te quiero preparada y mojada cuando te tome.
Algo en su interior estaba apretándose. Su interior estaba comenzando a latir lentamente. La sangre corría hacia su sexo.
—Estoy allí —jadeó—. Muy allí.
—Puedo darme cuenta —le dijo burlonamente—. Pero el objetivo aquí es hacer que llegues.
—Estoy cerca. —Las palabras salieron en un quejido entre los jadeos. Pero su cuerpo estaba tenso, ardiendo, a segundos de algo sorprendente.
Las duras respiraciones todo alrededor la aceleraban aún más. La exhalación de Joe ubicada contra su cuello, la de Nick contra su oído. Escuchó la suya contra el pecho de Nick. Los sonidos del sexo hicieron eco profundo en su cuerpo, trayendo el sabor fuerte del sudor, y gemidos y deseo.
—Maldición, estoy demasiado cerca —ladró Joe, tenso detrás de ella—. Entra en ella, y fóllala ya.
—No voy a apresurarlo. —Nick murmuró una maldición, luego se estiró más hacia abajo por el cuerpo de _________ antes de que su toque desapareciera.
De repente, Joe gritó.
—¡Qué cojones! Saca tus malditas manos de mis pelotas.
Sorprendida, ________ miró la cara de Nick, donde encontró lujuria y diversión. Wow, allí tenía que estar pasando algo más entre Nick y Joe. ¿Estaba Nick dando un paso hacia Joe?
—Supéralo. —Nick levantó las manos una vez más, y comenzó a acariciarle el clítoris nuevamente—. Tirando de ellas te impedí correrte, ¿verdad?
Joe murmuró algo que sonó sospechosamente como hijo de puta.
—Sip. Pero si lo haces de nuevo, vas a tener una mano menos.
—Si no lo hubiera hecho, íbamos a tener una mujer satisfecha menos. Acordamos el objetivo y el método. Súbete al carro.
Una vez más, Joe murmuró, ________ oyó claramente gilipollas.
Así que estos dos no tenían la costumbre de tocarse uno al otro. La idea de que podrían, tal vez un día, la excitó. No tenía ni idea por qué. El pensamiento de dos tíos tocándose uno al otro nunca había entrado en su imaginación antes. Pero algo sobre la dulzura controlada de Nick y la pasión salvaje de Joe chocando, la provocó.
Nicholas le sujetó las caderas, y redujo la velocidad de las embestidas progresivamente más rápidas de Joe. El cazador de recompensas apretó los dientes con demasiada fuerza, ella podría jurar que escuchó los huesos de la mandíbula rechinar.
Pero _______ no podía concentrarse en eso cuando Nicholas acomodó la cabeza roma de su polla en su entrada y comenzó a empujar.
Había hecho bien el trabajo, haciéndola humedecer para acondicionar su camino interior. Tan suave. Un gemido de angustia se desgarró del pecho de ________. La usual quemadura de ser estirada se combinó con la sensación agregada de estar más estrecha, gracias a la erección de Joe en su culo.
—Santa madre… —Joe acabó las palabras con voz de grava.
—Es increíble —concordó Nick, tenso, mientras se deslizaba profundo, profundo, más profundo, luego se quedó.
Con un gemido, clavó los dientes en el hombro de Nick. Dios mío, él se sentía enorme. Los dos juntos eran apabullantes, increíbles, rodeándola completamente, por delante y por detrás. El pecho sudado de Joe y la barba del día le cubrían la espalda. Los pectorales duros de Nick, los ojos oscurecidos de lujuria y las manos apremiantes la sostenían derecha sobre su cuerpo.
Joe se retiró, luego entró de un empujón mientras Nicholas se deslizó hacia atrás. Como las contrapartes de un pistón, la follaron por turnos.
Nunca, en toda su vida, cuando ellos habían sugerido este improvisado menage a trois, se habría imaginado que se sentiría así.
Perfecto.
Siendo un sándwich entre los dos, _________ se sintió rodeada, aislada. Y… segura. Cuidada. Deseada como nunca antes. Continuamente adorada.
Por dentro, se sentía aferrándose a ellos mientras la montaban lentamente, pero a fondo, arrancándole un gemido tras otro.
—¿_________? —Nick sonaba como si hubiera corrido una maratón—. Estás volviéndote más apretada sobre mí.
—Nosotros —aclaró Joe—. Y está matándome.
—¿Me sientes? —preguntó Nick.
—Sí. —La voz de _________ tembló.
—Sé que tú lo haces. Me aseguro de eso. —Para hacer prevalecer su punto de vista, se empujó muy profundo dentro de ella en ese momento, aproximándose al útero con la punta.
Los hormigueos recientes amenazaron con explotar por todas partes. El mareo tiñó el borde de su vista. A duras penas podía respirar. Su piel se sentía húmeda, sus miembros sin huesos. Su sangre estaba en llamas.
—Me refiero a ti. —Nicholas disparó a Joe una mirada desafiante—. ¿Puedes sentirme?

YA ME DIO!!
POR DIOS!!
DIME COMO LA DEJAS AHI?!!!
COMOOO?!!!
POR DIOS MUJER
SIGUELA!!

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Qe cap tan HOT! diiossss
Siguelaaaa plizz

Que buenisimo cap :O
Dios me perviertes 8-) ok no
Aqui solita se pervierte la que entra 8-)
Sigueela mujer me encantaa! Siguela o me dara dramatisitis D':

Que buenisimo cap :O
Dios me perviertes 8-) ok no
Aqui solita se pervierte la que entra 8-)
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Perdon por la tardanza, nenas....
Estaba buscando mas noves que leer y ps
se me olvida que tengo que subir Wink

Capítulo 6

Nicholas se retiró, luego apretó los dientes cuando Joe se hundió profundo en el culo de _________.
—Yo sin duda alguna te siento.
—Sip —graznó Joe—. Duro perderte. Jesús, esto es una locura. ¡Caliente!
—Más allá de caliente.
________ no podía estar más de acuerdo, era más que caliente. La boca de Nicholas se estrelló sobre la suya, atrayéndola más y más cerca de él de una manera que era más que física. Joe le rodeó las caderas con la mano, y comenzó a jugar con el clítoris.
—¿Has compartido alguna vez antes? —preguntó Nicholas a Joseph sobre el hombro de __________.
—¡No! ¡Joder! Ya soy adicto. Voy a necesitar más de esto.
—Definitivamente. —La aceptación de Nicholas fue un ronroneo sexy contra la garganta de ________. (Solo su ronroneo? Opino que TODO EL es SEXY)
La deseaban. Para quedarse con ella. No, no era permanente, pero ella ya sabía que ninguna cosa lo era. En este momento, de alguna forma extraña, ella les importaba. Su placer les importaba. Todos los gruñidos, los golpes, la transpiración y el esfuerzo, el dolor, tratar de refrenarse, las caricias reconfortantes y tiernas, la broma erótica… eso era todo para ella.
Las sensaciones contactándose a través de su cuerpo comenzaron a migrar, a solidificarse en una pulsación profunda de necesidad entre las piernas. Nunca había sentido nada parecido. Como si tuviera que estallar o morir. Contuvo la respiración. Puntos negros bailaban en el borde de su vista. Se sentía apretando sobre Nick y Joe. Ellos se agarraron a ella, aferrando, deslizándose profundo, poseyéndola.
—Estás justo allí, cariño —gruñó Joe cuando él golpeteó con otro grueso dedo directamente a lo largo de la punta de su clítoris—. Joder, si. Cuando se corra, va a volar mi mente.
—Suéltate —le indicó Nick—. Te atraparemos.
Luego, rápidamente, toda la sangre de su cuerpo pareció volar hacia su sexo, calentando, quemando. La presión aumentó, el placer se amontonó. Dios mío, era enorme, una ola gigantesca de éxtasis. Ella iba a colapsar de la fuerza si cedía.
Joe le frotó el clítoris una vez más, los dedos empapados deslizándose alrededor del sensible botón, luego directamente sobre la punta nuevamente, justo cuando Nick se deslizó profundo hasta las pelotas una vez más. La fricción de la entrada de Nick, junto con la salida de Joe…
¡Todo en su interior fue kaboom!
_________ se estremeció, se sacudió, tuvo espasmos con la fuerza del monstruoso clímax. Cuando el placer desgarró a través del cuerpo de __________, y su sexo palpitó, ella gritó y se aferró a Nicholas. El orgasmo la dio vuelta de adentro hacia afuera, reformó su opinión sobre su cuerpo y su sexo. La conmocionó. Y sin embrago, ellos siguieron. Los dientes de Nick en su hombro, el grito de Joe en su oreja, y sus frenéticos empujes dentro de ella, como si ellos tuvieran que exprimir cada gramo de sensación de su cuerpo o morir, le dijeron que ellos, también, sentían los efectos de la sobrecarga de excitación.
Oh. Mi. Dios. ¿Esto era lo qué se había estado perdiendo toda la vida? Si lo hubiera sabido, hubiera buscado a estos dos antes. Porque ella sabía que, simplemente, no lo harían dos tipos cualquiera… ellos eran especiales.
Pero, ¿ahora qué? Ellos no querían una alianza para toda la vida, ni nada. No es que ella lo hiciera. Ante todo, querían información sobre Zac.
¿Le creerían, la odiarían, o ambas, una vez que supieran la verdad?

OK............................. ESTA MUY HOT EL CAP COMO TODOS!
ufff' Siguela pronto qe esto se pone BUENO

OOHH POOORR DIOOSS
DIME PORQUE LA DEJAS AHI?!!
SIGUELA MUJER!!

Perdon por la tardanza...
Como no subi ayer, hoy hare una pequeña excepcion....

* * * * *

Unas pocas horas arrebatadas de sueño y una ducha más tarde, Joe se sentó en la mesa de la cocina, observando la subida del sol sobre las montañas, y a ________ freír tocino vistiendo sólo un par de bragas de encaje y un delantal. Ella tarareaba distraídamente.
Después del orgasmo, que pareció duplicarse como un terremoto, se había quedado dormida, dejándolo con dos deseos mutuamente excluyentes… obtener información sobre Zac y follarla de nuevo.
La respiración de _________ profunda, tranquila le dijo que ninguno de los dos iba a ocurrir.
En lugar de eso, él había recibido la vista de ella acurrucada contra él, luego miró sobre ella, a Nicholas. Así es que ahora habían compartido a una mujer. Y por la forma en que Nicholas le estaba acariciando el hombro, y pareciendo muy cómodo, el buen detective claramente no iba a renunciar a ella. Bien, mala suerte. Tampoco él, no después de la forma en que ella había sacudido su mundo. No después de la forma en que ellos la habían sacudido. Saber que habían sido los primeros en darle verdadero placer había sido un afrodisíaco propio. Normalmente, las mujeres que llevaba a la cama iban a follar… era un hecho.
_________ era… diferente… en un millón de formas. Y él no se iba a mover de su lado hasta comprender exactamente por qué eso le importaba.
Finalmente, Nicholas había optado por una ducha en primer lugar, dándole algunos preciosos momentos a solas con _________. No le había hablado, no la había tocado. Simplemente se deleitó con el extraño instinto de sus entrañas que le dijo que en ese momento tenía un lugar al lado de _________.
Lo cual no tenía jodido sentido.
Ahora con el sol del desierto avanzando lentamente sobre las montañas para brillar con intensa luz en la ancha ventana de la cocina, ________ parecía brillar, especialmente cuando lo miró con una sonrisa.
Lo doméstico de la escena fue directo a su polla. No obstante, eso sucedía con todo lo que ella hacía.
—Estás frunciendo el ceño —observó ___________.
Normalmente no le importaba una mierda lo que la mujer follada la noche anterior pensara a la mañana siguiente. Diablos, nunca estaba allí para importar. Ellas eran buenas para una follada. Si las veía el día siguiente, por lo general no era su elección. Y si ellas hubieran hecho tal afirmación, habría encontrado la manera más rápida de decirles que se perdieran.
Una vez más, ________ era única.
—Pensando —dijo, la voz ronca—. ¿Hay algo para beber?
—Café, jugo de naranja… —Abrió el refrigerador—. Té helado, un poco de leche…
Realmente él había estado a la pesca de vodka. Si realmente iba a dar la cara sin importarle una mierda nadie, entonces no estaba seguro de desear hacerlo sobrio.
Maldición, ese delantal que se había puesto sobre el trozo de bragas negras le estaba ocasionando un infierno de erección. Nunca antes había visto a una mujer usar delantal. O tenido a una que cocinara para él. Cuando ella puso un humeante plato de huevos, tocino y tostadas frente a él, su primera reacción había sido acostarla sobre la mesa y follarla. Apretó el brazo de la silla para resistir el impulso, porque él y Nick ya le habían dado una sesión de entrenamiento.
—¿Pasa algo?
—No. Yo sólo… —Recorrió la mirada entre el plato y la cara expectante de _________ enmarcada por su pelo color castaño-miel recogido en un broche a la buena de Dios. Finalmente, se aclaró la garganta—. Gracias.
—De nada. —Ella puso otro plato al lado de él—. Dile a Nick que este es suyo cuando cuelgue el teléfono.
Distraídamente, asintió con la cabeza y tomó un tenedor para empezar a comer cuando se dio cuenta que ella salía de la habitación. En cambio le agarró la muñeca.
—¿Adónde vas, cariño?
—No acostumbro a desayunar. —Arrugó ligeramente la pecosa nariz—. Voy a buscar el periódico para poder leerlo mientras comes.
A regañadientes, le soltó la mano. Ella desapareció en la esquina y él comenzó a atacar la comida. Regresó unos pocos minutos más tarde, con el pelo suelto, vestida con pantalones holgados y camiseta, sin sujetador. Con una sonrisa, pasó por delante de él, y Joe oyó cerrarse la puerta principal. Suspiró. Su apetito no estaba para desayuno, pero no tenía sentido dejar que una buena comida se desperdiciara.
Mordió un trozo de tocino crujiente y casi se enamoró. Cocido pero no quemado. La mujer sabía cocinar… una habilidad valiosa para un hombre que nunca había conocido la cocina casera y no podía cocinar nada que valiera un bledo por sí mismo.
Un momento después, Nicholas entró de su paseo por el patio, metiendo el teléfono móvil en su cinturón.
—Nada nuevo. Nadie ha visto a Efron. Ellos han ensanchado el APB. Ha estado ausente el tiempo suficiente para poner importantes kilómetros entre él y Tucson a estas horas.
—De acuerdo. —Asintió Joe con la cabeza hacia el plato—. Se supone que te diga que este es tu desayuno.
—Tengo mejor criterio que pensar que tú cocinaste.
Simplemente Joe resopló y puso los ojos en blanco.
—¿Brenna?
—Tienes mejor criterio.
—¿Qué pensaste de anoche? —Nick se sentó, y llevó un trozo de huevo a su boca.
Maldición, simplemente como una conversación casual. ¿Cómo está el clima? Bien ¿Cómo fue la follada?
Bastardo soplón.
—Estuvo bien.
Nick arqueó una ceja oscura.
—¿Sólo bien?
—Sí.
—¿No fue mejor que bien?
Joe dejó caer el tenedor en el plato con estrépito.
—Mira, Oprah, no estoy hablando de mis “sentimientos”. Hemos compartido una mujer. Fue bueno. Fin de la historia.
En respuesta, Nick simplemente sonrió. Antes de que incluso él hablase, Joe simplemente supo que todo lo que saliera de la boca del detective lo iba a cabrear.
—No creo que este sea el final de la historia. Creo que tienes ganas de hacerlo de nuevo.
Tenía, y el hecho de que Nicholas estuviera en lo cierto… Sólo se sumaba a su estado de ánimo cada vez más extraño. Primero, __________ tenía que cocinar un desayuno perfecto y recordarle todo lo que nunca había tenido. Luego el buen detective tenía que sumar su mierda frotando la nariz en el hecho de que a Joe le había gustado compartir una mujer.
Pero estado de ánimo extraño o no, la visión de las manos oscuras de Nicholas deslizándose a través de la piel frágil y pálida de _________, mientras Joe se hundía en el guante caliente de su culo lo hizo sudar. Recordar la sensación de Nick al otro lado de esa membrana delgada, profundo en su coño, frotando su polla con cada golpe casi lo mató.
Joder. Eso no era bueno.
—No lo hago con la misma mujer dos veces si lo puedo evitar.
Nick se terminó el tocino, luego se encogió de hombros.
—Está bien. Todavía tenemos que seguirla muy de cerca hasta que consigamos alguna información sobre Zac. Pero si tú no tienes interés en zambullirte en el pozo dos veces… Yo no tengo tantos reparos. Supongo que puedes mirar.
Diablos.
—Eres un gilipollas.
Limpiándose la boca, Nick trató de ocultar la sonrisa con la servilleta. Hizo un pésimo trabajo. La risa bailaba en sus ojos oscuros.
Joe refrenó la necesidad de darle un puñetazo… apenas.
—¿Qué diablos te pasa, hombre? ¿Por qué estás presionando por más?
La sonrisa de Nick se disolvió.
—Juntos, tú y yo le dimos a _________ algo que nunca había tenido y ni siquiera podía dárselo ella misma. Eso fue increíble para mí. Ella vino a mí y deseo satisfacerla aún más.
—Ciertamente pensé que te jodería que no pudieras hacer que se corriera por ti mismo.
—Cuando estábamos los dos dentro de ella me sentí tan…. Cerca de ella como lo haría si estuviéramos solos. Tenerte a ti allí no desvalorizó la experiencia. Sentí un vínculo, y quiero más de eso.
Joe tragó. Sip, había sentido la misma cercanía y vínculo, y no sólo con _________. Dios, verdaderamente, ¿tenía que simplemente admitirlo? Esta fantasía perfecta se estaba volviendo una pesadilla, y lo aterraba.
Los sentimientos le recordaron la época en que había querido conservar un gatito perdido que había encontrado poco antes de su decimoprimer cumpleaños. Nuevos, maravillosos. La sensación de afecto y conexión era algo que nunca había tenido. Desafortunadamente, duró poco, porque su padre había ahogado el gatito en el inodoro. Joe sabía que si su padre estuviera aquí ahora, entonces su viejo y estimado padre también encontraría alguna forma igualmente repugnante de aplastar esos sentimientos florecientes. Y probablemente con razón. Diablos, ¿qué clase de tonto mariquita compartía una mujer con otro tipo y le gustaba? ¿Mucho menos admitiría que compartirla le había hecho sentir más cerca, no solamente de ella, sino del otro tipo?
Joseph no era gay, pero estando con _______ se había sentido como un poco intercambiando sexo no sólo con ella, sino también con Nick. La parte de mierda era, que realmente había profundizado en ello.
La escena completa era demasiado malditamente inquietante. Polla dura o no, se estaba replegando.
—Acábalo solo —dijo Joe—. He terminado.
—¿Así que vas a mirar y pretender que ella no es importante para ti?
—Bastante. —Y le iba a doler como el diablo. Lo cual lo fastidió aún más.
—¿Por qué? ¿Por qué no seguir tus instintos, tus sentimientos…?
—Hombre, yo no estoy conectado como tú. Simplemente no tengo sentimientos. Soy un cabrón despiadado con un estímulo hacia la vida sexual, ¿recuerdas? Tú mismo lo has dicho. ¡Déjame jodidamente en paz!
Nick se detuvo durante unos minutos. Finalmente, se levantó, tomó su plato y se dirigió al fregadero, algo, sin duda, sabio e inteligente posado en la boca.
El chirrido de los neumáticos, seguido por el disparo de armas de fuego, y el grito de _______ cortó todo. Joe saltó de su silla y salió corriendo.

OMG ... que pasaria ... ???? Shocked

Tienes que seguirlaaaaaaa !!! diiosss .....

WOOOWW!!
siguela!!
esta genial!!

NO LO PUEDO C R E E R!
Que DEMONIOS Paso??????
NO LA PUEDES D E J A R A S I!
M O R I R E!!!!!!!!!!!!

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OH POR DIOS!!
Porqe la dejaste ahi qe MALA ERES
Siguelaaaaaa Plissssssssss Twisted Evil

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