AMOR... "las mejores cosas se sienten con el corazon"

[b]“Abandono”…
“Las nubes grises se abarrotan sobre nuestra cabeza, las gotas de lluvia amenazan con caer sobre nosotros, la nube no puede soportar tanto a la vez nadie puede así que simple y sencillo, se dejan caer”…

Una persona tiene límites me repetía sin cesar pero aun eso no me hacía sentir mejor, tenía los ojos estallando en lágrimas absurdas y tontas mientras que Joe me conducía al hospital, mi busca no dejaba de repetir “código azul” – Lo siento tanto – Eran las mismas palabras que el no dejo de repetir durante el trayecto y la verdad ni ayudaban solo hacían que me sintiera más tonta, que pensara en el engaño en que el que me había mantenido todo este tiempo, estúpida por entregar a un hombre todo lo que no debes: tu corazón. – Déjalo ya Joe- dije con desgana cuando aparco delante de la puerta del hospital, Salí del auto a toda prisa, no era un momento adecuado ni tenía ganas de formalismos, corrí por el pasillo hacia la última habitación que hubiera querido, sus familiares estaban abarrotados en la pequeña sala de espera, esta situación me era muy familiar – Doctora – dijo la esposa de Jaspear, desgraciadamente con toda la frialdad que caracteriza a los cirujanos la ignore introduciéndome en aquella habitación.
Jaspear mi paciente, mi primer gran paciente, aquel paciente que había notado por primera vez mi interés por Nick, con el que me había perdido en mi primer gran noche de 48 horas, aquel que había despedido alegremente con su esposa ya no era más que uno más de los que perdemos en el día, en un día negro y oscuro, yacía muerto sobre su cama, los aparatos chillaban indicando que su vida se había perdido, que había y habíamos perdido la batalla –No – susurre apenas en un grito ahogado estas cosas no deberían pesar, no estamos aquí para ver morir, estamos para salvar vidas, somos como la mano derecha de Dios pero en ese instante yo no sentía nada de eso me sentía como el ángel de la muerte, la peor de las personas, como podría su esposa enfrentar esto, sus hijos, habría un lugar vacío siempre en la mesa en las fiestas, unos nietos que no alcanzaron a disfrutar de su abuelo, unos hijos que tal vez se quedaron con un te amo atorado en la garganta que jamás podrán decir y una esposa que perdí tal vez al único amor de su vida –No podemos salvarlos a todos – la indiferencia con la que la doctora Torres lo dijo encogiéndose de hombros hirvió mi sangre tan deprisa que quería darle un puñetazo en la nariz – Era tu primer paciente Tn______ lo entiendo en serio pero no dramatices no será el primero – Dijo mientras anotaba – Usted – dije mientras las palabras se abarrotaban como vomito en mi garganta, no podían y no debían, si hablaba explotaba, y eso no era la opción en ese momento, mis sentimientos no estaban conectados solo a Jasper – Yo nada Doctora – interrumpió Torres, todo el personal nos miró con curiosidad, no era un secreto que la relación laboral era tensa – Usted saldrá ahí e informara a los familiares de la muerte – sus palabras eran crueles más sin embargo yo era su interna y tenía como obligación acatar sus órdenes.
Apreté los puños con fuerza sorbiéndome la nariz, abrí la puerta sintiendo todas las miradas llorosas y curiosas de los familiares, la doctora Torres caminaba detrás de mí apurándome el paso - ¿el está bien cierto? – me intercepto la esposa de Jasper, sus ojos indicaban que había estado llorando y que estaba esperanzada de haber derramado lagrimas innecesarias, pensamiento que se nublo cuando negué con la cabeza – Hicimos lo que pudimos – Las palabra como mi voz no eran mías, esas palabras eran una fría frase que a uno le enseñan para consolarse a sí mismo, pero por más que te repitas esa frase a veces por dentro te hacen más daño porque sabes que pudiste hacer más. Los llantos aparecieron solo la esposa de Jasper seguía mirándome incrédula o como si yo estuviera loca, mantuvo la mirada fija por unos segundos hasta que levanto su mano y sin pensarlo ni flaquear me solo una bofetada marcándome seguramente la mejilla, quedamos todos en estado de shock por algunos segundos hasta que no pude más las lágrimas volvieron a salir – estúpida hipócrita – escuche mientras me alejaba a tropezones de ahí, no mire atrás solo corrí, corrí desesperadamente hasta mi casa, yo lo prometí, lo prometí, me repetía una y otra vez mientras en mi cabeza recordando que había prometido que todo estaría bien y ahora estaba todo jodido, nada estaba bien, la débil Tn____ estaba apareciendo y estaba por quebrarse o simplemente ya se había quedado pero milagrosamente tenía algo de sostén pero estaba segura que no duraría por mucho.
Llegue corriendo como una loca a mi casa, no había nadie o eso parecía corrí un poco más hacia mi habitación mientras me repetía como una loca todo lo que había ocurrido, debí, hubiera son las palabras más crueles del mundo sobre todo porque sabes que por mucho que lo pienses o digas nunca se harán realidad o que nunca podrías regresar el tiempo para solucionar algo, me quede parada por en medio de la habitación sin tener nada en claro, sin saber qué hacer, mi mente se quedó por un momento en blanco solo las lágrimas caían como si tuvieran voluntad propia, mi teléfono como mi busca no paraban de timbrar pero parecía como si hubiese perdido el sentido del oído, nada importaba por ahora nada era lo único que podía pensar y lo mejor que podía hacer.
Después de un tiempo que no se cuánto fue camine hacia el cuarto de baño, me mire en el espejo y me vi realmente, no era yo la que había sido todo este tiempo, me deje llevar me distraje, fui ordinaria y estúpida, comprendí por un segundo que si me hubiera enfocado solo en el objetivo inicial las cosas seria mejores, arranque mi ropa con enojo, con brusquedad, incluso me golpee varias veces, abrí el grifo y deje que la tina se llenara, “Nick” estúpidamente fue el nombre que no abandonaba mi cabeza, su traición, su silencio eran lo que más me habían herido, lo que me tenían así, tan frágil a punto de abandonarse, ¿Por qué? Me repetí una vez más mientras me introducía en la tina entonces mi mente se nublo, mi vida era un asco, no era brillante en mi trabajo que era lo único que yo había querido siempre desde niña, todo era una mierda y cuando me había entregado en cuerpo y alma a un hombre también se había vuelto todo una mierda entonces entendí algo que siempre critique, una persona no se quita la vida por cobarde tal vez es el acto más valiente y solidario del mundo y entonces simplemente me sumergí hasta el fondo y me abandone.
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