Boys Before Flowers (Nick, Joe y tú)

siguela please!
Me encanta muchisimo tu nove

POR FAVORRRRRRRRRRRRRRR SIGUEEEEE
TU NOVEEEEEEEEEEEEEEE
me fascinaa no nos abandonesss plissssssss
new reader

awwwww siguuuela!

jbENAMORADA escribió:

ooOOOOOOOOOOOOOMMMMGGG
SOY TU NUEVA LECTORA Y ME GASCINAAAAAAA
ME ENCANTAAAA Y PISSSS SIGUELA PRONTO ESTA INCREIBLE
Y VI Q ANTES T PREOCUPABAS X LOS COMENTS Y TAMB LO HACIA PERO YA NO
XQ COMO DEJE MI NOVE DESEPCIONE A MIS OTRAS LECTORAS
TU SIGUE CON TU NOVE LAS PERSONAS Q SI APRECIAN TU NOVE
TE LO AGRADECERANNN

TKM ESPERO SUBAS PROTO

Holaaaa!!!! Bienvenida :')
Gracias por pasarte por la nove, leerla y comentar no sabes lo mucho
qe significa qe me dejen aunqe sea un comentario chiquito.
Sii jeje es qe de repente si te pone triste vrd? es como qe sientes qe no les
gusta A
la novela.... PERO CREEEME QE CON TU COMENTARIO YA NO ME VOY A SENTIR
IGUAL Y Y Y CLARO QE LA VOY A SEGUIR PARA NO DECEPCIONARLAS

Ahorita mismo me pongo a escribir cap y lo subo en un rato mas... GRACIAS POR TU
COMENTARIO ME SUBISTE EL ANIMO JEJE

Rebecca Alvz escribió:

awwwww siguuuela!

Rebecca!! gracias por tus comentarios ... en un rato mas
subo un cap

CAPITULO 34


-Pues yo me opongo a esa decisión – Dijo una voz increíblemente conocida, y en seguida todos dirigimos la mirada hacia la puerta para ver de quién se trataba.

En cuanto lo vi sentí cómo la sangre se me acumulaba en las mejillas. No podía ser cierto, no podía ser real. Por un momento incluso pensé que estaba soñando.

-¡Nick! – exclamaron Greg y Kevin al mismo tiempo.

-Estoy de vuelta – respondió Nick esbozando una hermosa sonrisa, sólo hasta entonces me di cuenta que era real y no un sueño.

*********************************************************************************************************

Me había cansado de trabajar todo el día, así que me senté un momento en una de las mesas del restaurante. Gaby se encargó de cobrarles a los comensales para después despedirlos, y entonces se acercó y se sentó enfrente de mí.

-_______, ¿no crees que es muy pronto para que ese príncipe regrese? – Yo tenía tantas cosas en la mente sólo pude asentir con la cabeza – Pero el hecho de que haya vuelto, ¿no significa que la situación con Miley haya ido mal?

-Tal vez… - respondí desanimada.

-Y si eso fuera verdad, ¿entonces no deberías de estar celebrando en el baño?... No, tal vez no. Ah, es que no puedes por el Sr. Jonas, o el líder, o lo que sea, ¿verdad?

-No, Gabriela, no es por eso – le dije un tanto irritada.

-¿Entonces por qué te ves tan triste?

-Ah, no lo sé. No he hablado con Nick todavía. Pero este sentimiento se ha convertido en algo extraño.

-¿Extraño cómo?

-Algo es diferente.

-Bueno, es porque ha regresado de París. Por supuesto que se ha vuelto más guapo.

-¡Te digo que no es eso! – exclamé siendo interrumpida por el celular de Gaby, que empezó a timbrar.

-Sí, Oliver, ¿qué pasa? – Dijo ella al teléfono, luego se dirigió a mí - _______ hay una emergencia en tu casa.


En cuanto pude, salí corriendo del trabajo y me dirigí a mi casa más que preocupada de lo que pudo haber pasado. En cuanto entré me llevé una gran sorpresa al ver toda la sala repleta de muebles nuevos, un refrigerador, pantallas de plasma y electrodomésticos que ni siquiera cabían en toda casa.

-¡Mamá! ¡Papá! ¡Oliver! ¿Dónde están? – grité, dado que no podía ver nada.

-Hermana, estoy aquí – dijo Oliver subiéndose a una caja enorme para que pudiera verlo.

-Papá está aquí – dijo mi padre, saliendo de atrás del refrigerador.

-________, estás de vuelta. Mira todo esto – me dijo mi mamá con una sonrisa enorme en el rostro.

-¿Qué es todo esto? – pregunté.

-¡El cuñado nos envió todo esto! – gritó Oliver emocionado.

-¿Cuñado?

-Ya sabes, el cuñado Joe Jonas. Mesa, sofá, televisión, refrigerador… No se olvidó de nada.

-En cuanto a las camas, no entraban porque nuestras puertas eran demasiado pequeñas, así que tuvimos que devolverlas. Ya sabes, esas camas con lazos por todos lados. Una cama para una princesa. ¡Oh, qué desperdicio! – se quejó mi mamá – Deberíamos haberlas aceptado incluso si no hubiéramos podido caminar por la casa.

-¿Cómo pueden aceptarlo sólo porque se los envían? – pregunté molesta.

- _______, yo quería rechazarlo. Pero dime ¿qué delito cometieron las personas de la entrega? Ellos tienen que dejar las cosas para poder irse – se excusó mi papá.

-Además, ¿qué quieres decir con devolverlo? – Argumentó de nuevo mi querida madre - Joe no hizo esto sólo por nosotros, también es para asegurarse de que su familia no sienta vergüenza. Si somos pobres, entonces eso sería una molestia para el joven Jonas. Conoce los hechos antes de que hables, niña.

-No es eso mamá. A ver, dime, ¿cómo vamos a vivir si no hay espacio para caminar? ¿Quieres vivir siempre entre el sofá y el refrigerador?

-¡Está bien, está bien! Vamos a empacar todo esto… Y vamos a enviarlo al almacén de tu tío en el campo y lo usaremos como tu dote. ¿Eso funciona para ti? ¿Eh?

-¡No!… Papá…

-Está bien, aún si es un desperdicio, tenemos que devolverlo – dijo mi papá sensatamente aún cuando mi mamá estaba que se moría – _______, sólo explícale al chico que lo único que aceptarás es su corazón.

-Incluso no voy a aceptar eso, papá.

-Hermana, ¿al menos podemos quedarnos con la televisión? – insistió Oliver con cara de perrito apaleado.

-¡No, Oliver!



Luego de devolver todo lo que Joe había mandado a mi casa, fui yo misma a la sala de reunión de los F4 para hablar con él. En cuanto entré vi a Joe sentado en su sillón favorito jugando un videojuego de carreras. Yo caminé hacia él sin prestar atención a nada más y me puse al lado suyo.

-Tenemos que hablar – le dije.

-Oh, ¿en verdad? ¿Qué es lo que te trae por aquí? – dijo Joe sin despegar la vista del videojuego.

-¿No entiendes español? Dije que tenemos que hablar – dije poniéndome frente la pantalla para bloquearle la vista.

-Muévete – me ordenó, pero yo no me quité – ¿No te vas a mover? – dijo ya desesperado, entonces me aventó hacia un lado haciéndome caer en el otro sillón.

Yo estaba ya tan molesta, que no dudé ni un segundo y desconecté el enchufe de la televisión.

-¿Qué… qué le pasa a esto? – exclamó él, entonces lo entendió cuando me vio mirándolo enfadada con el enchufe en la mano - ¡Estaba a punto de lograr un nuevo record y tú lo arruinaste! ¿Por qué lo hiciste?

-¿Tú porque lo hiciste? ¿Por qué estás cambiando mi casa sin preguntarme?

-Ah, eso. ¿Hay algo que no te guste? Si es así, dímelo, lo cambiaré para ti.

-Oye, nosotros también tenemos camas, sillas, refrigerador, lavadora y televisión en nuestra casa.

-Pero es agradable cambiarlas por algo nuevo.

-¿Pero por qué lo haces? ¿Qué eres de mí que te da derecho a hacerlo?

-¿Qué? ¡Desde ayer soy tu novio!

-¿Siempre haces cosas como éstas cuando tienes novia? ¿Cambias todo lo que tiene? Pronto cambiarás mi casa.

-Pero tu papá me dijo que no porque el negocio de la tintorería está ligado a ella. Originalmente, primero iba a cambiar la casa.

-¡¿Por quién me tomas?! ¿Acaso soy algún tipo de chica que ha sido vendida a ti? Ya te lo había dicho, no compres amigos con dinero, sino con tu corazón. No sé qué tipo de novias habrás tenido antes, pero esto realmente me molesta, ¿ok?

-No he tenido una – dijo desviando la vista, un tanto avergonzado – Yo no he salido con chicas antes, ¿feliz?

-Bueno… está bien, entonces lo dejaré pasar por esta vez. ¡Pero la próxima vez no voy a soportar que hagas eso!

-Ash, pero qué temperamento. ¿Por qué siempre te molestas conmigo cuando trato de hacer las cosas bien para ti?

-¿Cuándo te pedí que fueras bueno conmigo?

Joe permaneció callado y desvió la vista. Yo ya había terminado de decir lo que debía y ahora sí me puse a ver hacia alrededor. Estaba Kevin jugando billar con una chica y coqueteando con ella, al igual que Garbo que tenía a 2 chicas a su lado mientras les mostraba cómo lanzar un dardo al blanco.

-¿Entonces… juegas así todos los días? ¿Rodeado de chicas? – le pregunté a Joe.

-¿Por qué? ¿Estás celosa? – Yo hice un gesto de desagrado para no admitir que era cierto – No siempre, hoy es una ocasión especial porque es una fiesta. Usualmente no traigo chicas aquí.

-¿Fiesta? ¿Qué fiesta?

Joe no me contestó, pero dirigió la vista hacia atrás. Y ahí estaba Nick, abrazando a una chica y coqueteando con otra más mientras les enseñaba a jugar baraja. En cuanto lo vi se me saltó el corazón. Él había estado lejos tanto tiempo que me había acostumbrado a su ausencia y por un momento había olvidado que estaba de regreso. Además nunca lo había visto coquetear con chicas, normalmente estaba serio y solitario, y ahora tenía una enorme sonrisa en el rostro. Kevin, al desocuparse de su asunto, se acercó a Joe y también se quedó mirando a Nick.

-¿Qué pasa con Nick? – Le preguntó - ¿Acaso se convirtió en un hombre después de regresar de París?

-Era patético porque siempre quería dormir como un gatito. Pero ahora se ve como un humano. Es la primera vez en mucho tiempo que me agrada –admitió Joe.

Yo sólo me le quedé viendo un poco más… Era cierto, Nick había cambiado… y mucho.

**********************************************************************************************************

Después de que Joe anunciara que yo era su novia, ahora todos en la escuela procuraban tratarme bien. El lunes que iba entrando a la escuela, un grupo de chicas se acercaron a mí y me tomaron del brazo.

-_______, ¿quieres unirte a nuestro Club de Equitación?

-_______, debes venir a mi fiesta de cumpleaños hoy, ¿ok?

Y así me rodearon un grupo como de 30 chicos hablando al mismo tiempo, ofreciéndome ser su amiga. Fue aterrador, me sentía acosada.

-¡Esperen!... ¡Oh, por Dios! ¡Miren eso! – dije señalando hacia atrás de ellos. Aprovechando que voltearon hacia atrás me fui corriendo, pero ellos corrieron atrás de mí. Me persiguieron como locos durante un buen rato, hasta que los perdí de vista y corrí hacia el segundo edificio de la escuela, y como era de costumbre, fui a la azotea, esta vez para esconderme de ellos.

-¡Vaya!... eso fue más temible que cuando yo era rechazada. ¿Qué pasa con ellos? – me dije a mí misma.

-Supongo que ya gritarás como lo hacías antes, ¿verdad? – dijo alguien a mis espaldas. Yo sólo me giré hacia atrás para comprobar que era quien yo creía.

-¡Nick! – exclamé un tanto sorprendida. Él caminó hasta quedar a mi lado.

-Sus hábitos son escalofriantes – dijo refiriéndose a los chicos de la escuela – Nada ha cambiado aquí, pero es raro porque está tan tranquilo. Esto definitivamente no encaja.

Yo sonreí ante su comentario, vaya que las cosas habían cambiado desde que él se fue. Permanecimos callados por un rato y yo lo miré de reojo. Había algo que le quería preguntar desde que llegó, pero no había tenido el valor de hacerlo, así que era ahora o nunca, y entonces hablé.

-Nick... ¿cuándo vas a regresar?

-No voy a regresar – contestó él y de inmediato cambió el tema, como si no quisiera hablar de lo ocurrido - ¿Qué hay de ti? ¿En verdad estás saliendo con Joe? – dijo mirándome fijamente.

-Ah… pues eso… - respondí nerviosa, sin saber qué decirle, pues era complicado.

-Supongo que es cierto – asumió Nick.

-Bueno… eso, en realidad…

-¿Llegué muy tarde? – preguntó él, interrumpiéndome.

-¿Qué?

-Iba a pedirte que salieras conmigo.

-¡Qué! - dije casi gritando. Nick sólo sonrió ante mi reacción.

-Sólo bromeaba… - contestó.

-Ah… sí, claro. – contesté, sonriendo como una tonta de tan nerviosa que estaba. Nick se quedó pensativo unos segundos y luego volvió a mirarme fijamente.

-Pero… ¿y si secretamente salimos sin que Joe lo sepa?

-¡Nick…! - pronuncié muy apenas, mientras Nick volvió a sonreír para sí mismo.

-Veo que no has cambiado en nada. Sigues siendo la misma _______ que conocí...Te extrañé – dijo justo antes de retirarse de ahí y dejarme aún más confundida con mis sentimientos hacia él.

Este fue un cap largo para recompensar todo lo qe no subi estos dias
ojala me perdonen pero he estado ocupada.

Gracias por comentar! si pueden sigan haciendolo qe yo seguire la novela
aun cuando haya solo una persona qe la lea


LAS AMO CHICAS.... ESPERO QE DISFRUTEN ESTE CAP

Gracias
New reader soy Friida pero todos me dicen Friix!
hahaha siguela amo tu nove
hahahaha al principio Joe hahaha
me daba risa por infantil hahaha
aww siguela
ya ver si pasas por una nove mia!
hahah estan en mi firma!

awwwwww! Jaja
entre broma y broma la
verdad se asoma
yo creo que eso que dijo Nick
tenia algo de cierto
ayyyy no escribes hermoso!
Nose como le haces
la verdad tienes talento!
Siguela pronto porfis

O-O-O-O-O-MG
" y si secretamente salimos sin que joe lo sepa"
jajajajajaja como me hizo reir
me lo imagine a la perfeccionn
y graciasss por el caaap
no e podido dormir pensando q decidira rayitaaaaaa xq aunq qisiera con los dos
eso me convertiria en una "chica de cascos ligeros" xD
pero is OK siguee prontooooo
me enkanta tu novee y eso q soy muuuuuuuuuuuuuuuuy exigente
tienes muxa fluides y no fuerzas la historiaaaaa solo puedo decir
COOOOOL
I´LL BE WAITING YOU <3

PD q bueno q mi comentario te ayudo
a mi me hiso sentir q en verdad t inportas x las q comentan gracias

HEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEYYY
QIERO CAP PLIS
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SIIIII XFIRSSSSSSSSSSSS es mi nove favorita y no subis plis concedeme ese deseo nadamas

awww suube cap pleeasee! <3

siguuelaa!! :]

xfavorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
no desaparescasssssssssssssssssssssssss

frix 1701 escribió:

Gracias
New reader soy Friida pero todos me dicen Friix!
hahaha siguela amo tu nove
hahahaha al principio Joe hahaha
me daba risa por infantil hahaha
aww siguela
ya ver si pasas por una nove mia!
hahah estan en mi firma!

Holaaa!! gracias por leer la novela!!
y por comentar tambien, espero qe te siga gustando
y sii procurare pasar por una de tus noves

Holaaa!! gracias a Rebecca Alvz, jbENAMORADA y Frix 1701 por sus comentarios!
este es un cap cortito prqe no he tenido tiempo de escribir, ya qe he tenido asi o
mas tarea... ahh no me dejan ser feliz. Este cap va dedicado a ustedes!!
GRACIAS Y SIGAN COMENTANDO



CAPITULO 34

Saliendo de la escuela comencé a caminar hacia mi trabajo. Nick me había dejado muy pensativa con las bromas que había hecho… ¿es que quizá los abría dicho enserio? No lo sabía... ahora sólo había logrado confundirme más. Iba tan pensativa que por poco no noto que una moneda de 10 centavos empezó a rodar hacia mí. Yo la pisé de inmediato para que se detuviera y miré hacia los lados para asegurarme que ninguna persona hubiera visto aquella moneda y así podérmela quedar yo. Sonreí al darme cuenta que en definitiva esa moneda ya era mía y me agaché para tomarla del suelo.

-Mira aquí – interrumpió la chirriante pero sensual voz de Joe. Él había estado escondido atrás de un poste todo el tiempo – Tu felicidad por una moneda de 10 centavos es abrumadora.

-Joe, ¿qué estás haciendo aquí? – le pregunté luego de pararme del piso

-Me levantaste la voz diciendo que odiabas todos los electrodomésticos y muebles caros que te mandé pero ahora una simple moneda hace que tu boca se extienda en una enorme sonrisa.

-Ay, Joe, pues es porque esta moneda es de buena suerte… Espera, ¿tú la tiraste?

-La tiré para probarte. No reaccionaste tan mal.

-Toma – le dije con expesión de enfado, extendiéndole la moneda para que la tomara.

-Quédatela. Estabas tan feliz pensando que era de buena suerte hace un momento.

-Tan pronto como vi tu cara mi suerte se arruinó - le hice saber con desprecio.

-No… de hecho tu suerte es grandiosa. En realidad es enorme.

-¿Qué? – pregunté completamente confundida.

-Vamos – fue lo único que dijo Joe al tomarme del brazo y arrastrarme hasta su auto.

-¡Oye, no! ¿No ves que voy a mi trabajo?

-No te preocupes por eso. Asumiré la responsabilidad por ti si te despiden.

-¡No! – Dije logrando zafarme de su agarre - ¿Quieres dejar de decir que asumirás la responsabilidad? Cada vez que lo oigo me dan escalofríos.

-Ash, ¡ya! Hablas mucho. Vamos, entra al auto – me ordenó empujándome hacia éste y yo no tuve remedio más que subirme y faltar al trabajo.

Nos bajamos en uno de los centros comerciales con más prestigio en el país y de ahí fuimos a una tienda departamental, que a juzgar por su apariencia, debía ser propiedad de Joe. En cuanto llegamos Joe me tomó del brazo y me llevó arrastrando por la tienda hasta que nos encontramos con el secretario Rob.

-Haz que todos salgan – le ordenó Joe.

-Joven amo, si continúa haciendo esto sin hacérmelo saber…

-Si necesito pedir permiso y solicitar la comprensión cada vez que vengo, ¿entonces cómo es que soy el propietario? Cállate y déjame hacerlo – respondió Joe aún jalándome.

-Me informaron que tendrán a todo el mundo afuera a las 6. Si usted podría esperar 3 horas…

-¿Quieren que espere 3 horas? - exclamó Joe, levantando la voz.

-Está bien, se los diré otra vez - contestó el Secretario con voz sumisa.

-¡Olvídalo! Me haré cargo yo mismo.

Joe me arrastró otro poco sin darme oportunidad de decir nada hasta que llegó con una de las empleadas de la tienda.

-¿Dónde está “eso”? – le preguntó Joe a la mujer.

-¿Habla de “eso”? ¿Pero qué es “eso”? – preguntó ella sin tener ni idea.

-¿Ni siquiera sabes qué es “eso”? – dijo Joe levantando la voz nuevamente.

-Espere un momento, por favor – dijo la chica mirando al secretario Rob para que le diera una pista de lo que Joe estaba hablando, pero parece que ni él lo sabía. Joe se desesperó y se alejó de ahí jalándome de nuevo del brazo.

-Empieza por despedirla inmediatamente – le ordenó Joe al secretario.

Caminamos hasta llegar a un mostrador de zapatos y Joe se detuvo. Tomó uno de los zapatos y caminó de nuevo hasta que se detuvo frente a lo que había estado buscando: la alarma de incendios. Joe sujetó bien el zapato y con el tacón golpeó el botón de la alarma.
Los clientes, al percatarse de la alarma, salieron corriendo de inmediato del lugar, pensando que se trataba de un incendio real, mientras Joe permaneció callado, mirando hacia la pared, a esperar que el lugar se vaciara. Yo sólo lo miraba con desaprobación por su conducta tan infantil, pero ni siquiera me hizo caso y cuando la tienda estuvo completamente vacía me llevó de compras.

Primero escogió para mí una maleta en color rosa y ordenó a la empleada que la cargara para meter ahí la ropa. Después fuimos a la sección de trajes de baño. Joe me probó varios trajes diminutos por encima de la ropa y luego los metió a la maleta. Yo de inmediato los saqué todos y se los regresé.

-¡No voy a usar eso! – le grité, y aunque él insistió en que me los llevara, no logró persuadirme y terminé comprando los trajes de baño que yo quería.

Después de ahí fuimos a la sección de ropa de verano. Joe escogió un atuendo y se metió al probador. Salió con un short de mezclilla, una playera con dibujitos de palmeras en ella, y unas sandalias que le quedaban divinas. Pero obviamente yo jamás iba a admitir enfrente de él lo bien que lucía y le hice un gesto de desagrado.
Luego, Joe eligió varios conjuntos para mí y los metió en la maleta, pero uno de ellos me pidió, bueno, más bien me obligó a que me lo probara y no tuve más remedio que hacerlo. Era un vestido playero en colores verde y café que, la verdad, me quedaba muy bien. Yo salí del probador y Joe levantó su pulgar en señal de aprobación. Entonces regresé decidida a ponerme mi ropa, pero Joe me lo impidió y me tomó de los hombros para llevarme otra sección de la tienda: gafas de sol. Él me probó varios pares, pero parecía que ningunas lo convencían, hasta que al fin consiguió unas gafas que me quedaran bien y un sombrero playero muy lindo.

-Es todo. Vamos – dijo Joe con una enorme sonrisa en el rostro, aunque yo todavía no me podía imaginar qué planeaba ahora.



Kevin iba en su automóvil de camino a casa para arreglar sus cosas, cuando de repente recibió una llamada de Joe.

-Sí, Joe… ¿Qué? ¿En verdad tienes que ir tan lejos?... Está bien, ya voy. Sólo mantén tu promesa – dijo antes de colgar el teléfono – Da la vuelta – le ordenó a su chófer.

*********************************************************************************************************
Gaby aún estaba en el restaurante de comida rápida esperando por ______, cada 5 minutos se asomaba por la ventana a ver si ya había regresado. La había visto irse con Joe en su automóvil, pero no podía evitar preocuparse por ella.

-¿Por qué aún no regresa? – se preguntó a sí misma.

-Gabriela, no te atrevas a dejarme solo y desaparecer de nuevo – le dijo su jefe al verla tan atenta a la ventana.

-¿Y a dónde se supone que voy a ir? _____ ni siquiera está aquí.

-¿En verdad no vas a ir a ningún lado, o sí?

A Gabriela le bastó lanzarle una mirada fulminante a su jefe para que éste volviera a la cocina y dejara de desconfiar de ella. Gaby se alejó de la ventana, esperando que ______ regresara pronto sana y salva. Estaba dando la espalda cuando escuchó a alguien entrando al establecimiento.

-Bienveni… - fue lo único que alcanzó a pronunciar antes de que Kevin la tomara del brazo para llevarla hacia afuera - ¿Qué pasa? No soy ______, soy su amiga Gabriela.

-¡Apúrate! Es una emergencia – le respondió Kevin en tono alarmante.

-¿Qué pasa? ¿Algo le pasó a ______? – Kevin sólo asintió - ¿Qué sucedió? ¿Un accidente?

-Si no nos apuramos, es posible que no tengamos oportunidad de verla. ¡Apúrate!

-Oh, no. ¿Qué debo hacer? Tengo que avisarles a sus padres – dijo ella sacando el celular de su bolsillo pero Kevin la detuvo.

-Ya contacté con ellos. ¡Vámonos! – finalizó Kev jalándola del brazo y metiéndola al auto.

omj! jaja que paso?!
jaaja siguela pronto please
escribes liindisimo!!

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH
graciaaaaaas porrr el caaaaaaappppppppp pobreee gabyyyyy
la vaaan a matar de un sussto

y gracias x acordarte d miiiiiiiii siguelaaa prontooooooo xfa

siguuelaa pleease!

qeremos un cap un cap un cap
queremos un cap un cap un cap
qeremor un caaaaaap cap cap cap cap cap cap cap
xfisssssssssssssssssssss
seguiii subileee xfaaaaaa siguelaaa qiero saber como c pone joee y q con nick

siguuelaa!!!!

Chicas!! creo que ya son mis unicas dos lectoras xD... pero esta bn, mientras esten
ustedes yo les seguire subiendo caps.
Nomas para avisarles que estoy preparando un maraton como de 2 ó 3 caps, aun
no se bien. Gracias por seguir leyendo la novela, las quiero.
En un rato o mañana les subo el maraton

CAPITULO 35

Luego de terminar de hacer todas las compras necesarias, Joe y yo nos subimos al auto. No vi a qué lugar nos dirigíamos hasta que me bajé del auto. Estábamos en una pista de un aeropuerto. Yo me bajé más que confundida, ¿qué hacíamos ahí? Todo fue más raro cuando vi un avión preparado para despegar y ahí mismo estaban Kevin, Garbo y ¿Gabriela? ¿Qué hacía ella ahí?

-¡_______! – exclamó ella corriendo hacia mí y me tomó del brazo.

-¿Qué sucede? – le pregunté a Joe.

-Nos vamos de viaje – contestó con una sonrisa en el rostro.

-¿Viaje?

-Sí.

-¿Qué? ¡Imposible! Ni siquiera tengo el permiso de mis padres

-Lo tienes.

-¿Qué? – enserio no lo podía creer.

-Ya conseguí su permiso, y sólo en caso de que pudieran verse afectados con que vayas sola, traje a tu amiga también. Está bien ahora, ¿no es así?

-Imposible – dijimos Gaby y yo al mismo tiempo.

-Vamos a despegar – dijo Joe más que emocionado, y a nosotros no nos quedó alternativa más que subirnos al avión.

El avión era increíblemente lujoso, cada uno tenía un asiento súper cómodo, mesas, pantallas plasma, aire acondicionado y todos los lujos que algún avión pudiera tener.



A mí me tocó sentarme frente a Gaby y a un lado Joe. Los demás chicos estaban en otro apartado del avión. Luego de ponernos cómodos el piloto comenzó a dar las indicaciones.

-"Señoras y señores, bienvenidos a bordo de nuestro Air Jonas, el vuelo 001 de Estados Unidos a Caledonia. En Nueva Caledonia son las 3 en punto de la tarde. La temperatura local es de 27°C"

-¿Caledonia? – exclamamos Gaby y yo increíblemente asombradas.

-¿Estás tan sorprendida que no puedes ni respirar, cierto? – Se burló Joe - ¿Debería liberar la máscara de oxígeno por ti?

-Dime, Joe, ¿acaso soy lo suficientemente cercana a ti como para ir de vacaciones contigo? E incluso si lo fuera, deberías primero preguntar mi opinión y tratar de coincidir con mi horario. ¿No te enseñaron a pensar en la guardería de Jonas?

-Sólo quiero ir a un lugar bonito contigo. Los preparativos ya están hechos. No le va a pasar nada a Estados Unidos porque no estés allí. ¿Cuál es el problema?

-Pues no sé si a Estados Unidos, pero al pobre dueño del restaurante si se encuentra con que ambas nos hemos perdido – dijo Gaby llena de preocupación.

-Eso no va a pasar. Nos vamos – le contesté tomándola del brazo y me levanté del asiento.

Estaba decidida a salir del avión antes de que éste despegara, pero al dirigir la mirada hacia atrás vi a Nick recostado sobre un asiento, completamente dormido. Mi corazón se detuvo en ese momento, no tenía idea de que él también iría al viaje. Lo observé por unos cuantos segundos, se veía tan hermoso que por un momento pensé en quedarme. Hubiera resistido un poco más y me hubiera bajado del avión de no ser porque la azafata se acercó a nosotros con una bandeja repleta de deliciosa comida.

-¿Podrían tomar asiento, por favor? – nos dijo con una sonrisa.

Nick viniendo al mismo viaje y la exquisita comida, fueron demasiada tentación como para poder negarme a quedarme. Caminé resignada junto con Gabriela, quien al parecer también estaba convencida de acompañarme, y nos sentamos de nuevo. Cuando el avión despegó, Joe nos explicó que no nos preocupáramos por el dueño del restaurante, al parecer había mandado a tres hermosas chicas como reemplazo para que hicieran el trabajo por nosotros, por lo que no nos preocupamos más.

Luego de un rato de vuelo me quedé profundamente dormida. Desperté con las palabras del piloto.

-“Este es su capitán al habla. Llegaremos a la isla Maré dentro de un momento. Les deseamos un feliz y agradable viaje a Nueva Caledonia, paraíso francés”.

-Ya llegamos, despierten – nos informó Greg.

Abrí mis ojos. La mirada de Joe fija en mí me hizo voltear. Al parecer él se estaba burlando de mi cara adormilada. Yo le saqué la lengua y me giré para asomarme por la ventana. Casi me caigo del asiento al ver lo que había allá abajo. Gaby y yo nos volteamos a ver y gritamos sorprendidas… nunca habíamos visto nada más hermoso.



Luego de un momento aterrizamos y nos bajamos del avión completamente eufóricas. La temperatura era tan cálida y agradable, nada que ver con el clima de Estados Unidos. Tuvimos que caminar por un rato, admirando el paisaje, para poder llegar al hotel. En cuanto aparecimos, dos chicas francesas salieron de la piscina para ir a saludar a los chicos. Kevin y Garbo fueron los primeros en ir con ellas y saludarlas con un gran abrazo, mientras Gaby y yo sólo nos hicimos pequeñitas cuando las exuberantes chicas nos saludaron con la mano. Nick y Joe sólo les sonrieron, lo cual me alegró bastante.

De ahí nos fuimos a registrar y nos dieron la llave de las habitaciones. La mía estaba a un lado de la de Joe. Al entrar las piernas me temblaron. Jamás había visto nada parecido a esa hermosa habitación, parecía una cabaña y tenía todos los lujos imaginables, además de grandes ventanales desde donde se podía ver una vista magnífica del mar.



Caminé también hacia la recámara y fue aún más lindo lo que vi. La cama estaba repleta de buganvilias que olían exquisito. Luego fui al baño y la bañera estaba igualmente cubierta de flores. Yo saqué una del agua y aspiré su aroma, era tan relajante, nunca me había sentido tan feliz. Simplemente no podía dejar de sonreír. Todo era perfecto.

Me acerqué al espejo y me acomodé el hermoso sombrero que llevaba puesto luego caminé de nuevo a la salita y me senté frente al ventanal para admirar el paisaje. Me quedé ahí por varios minutos hasta que de repente apareció Joe y se paró a mi lado.

-Me siento como si estuviera flotando en el océano – le confesé.

-Estamos flotando – me contestó él.

-¿En verdad?

-Ven aquí – me dijo caminando hacia una puerta que no había visto y yo lo seguí.

Si pensaba que no podía ver nada mejor, estaba equivocada. Lo que vi ahí afuera me dejó completamente perpleja.



-Esto no puede ser – exclamé bajando los escalones – Si hay un cielo, siempre pensé que sería así. ¿Dónde estamos ahora?

-Esta es nuestra isla. Es nuestra isla personal para vacacionar.

-¿Nuestra?

-Sí, del Jonas Group.


Luego de varias explicaciones Joe me dijo que daríamos un paseo con los demás chicos así que nos encontramos todos en la piscina del hotel.

-La familia de Garbo compró una isla también en Dubai – me informó Joe.

-Para ser más exactos, ellos compraron una isla artificial – corrigió Kevin.

-Es porque esos tarados olvidaron Dokdo, así que tenemos que hacer una en su lugar – explicó Garbo, y Gaby casi se atraganta con su bebida nomás de imaginarse la cantidad de dinero que se requiere para crear una isla artificial.

-Bueno como es la primera vez para todos, excepto para el F4, ¿qué les parece si damos un tour por la isla? – propuso Kevin.

Nadie se pudo negar a recorrer ese lugar tan maravilloso. Primero fuimos a la ciudad y nos subimos a un trenecito que recorría varios lugares turísticos. Yo me senté a un lado de Gaby, pero como Joe estaba en el asiento delantero, no paraba de molestarme y de hacerme reír con sus ocurrencias. Luego estaban Kevin y Garbo, cada uno sentado a un lado de una chica francesa, y hasta atrás Nick iba solo, más serio que nunca.

Después del recorrido tuvimos que caminar y fuimos a las tiendas de artesanías y recuerditos. Gaby y yo estábamos fascinadas con tantas cosas lindas y otras extrañas que encontrábamos, pero aunque todo nos fascino al final del día no compramos nada.

Saliendo de la tienda todos se adelantaron y yo me quedé hasta atrás, junto con Nick, quien no me vio al detenerse en un puesto de flores que atendía una niña morenita. Nick se puso en cuclillas y tomó una maceta con una extraña flor en color blanco, la miró entristecido y suspiró, luego la volvió a dejar en su lugar y se retiró justo después de brindarle una sonrisa a la niña.

Yo salí de mi escondite y me acerqué al puesto para ver de cerca la flor que Nick había tomado. La niña me miró con una sonrisa, tomó la flor del piso y me la obsequió.

-Donner cette fleur à celui que vous aimez - me dijo.

-¿Qué? – le pregunté sin entender.

Ella hizo un corazón con sus manitas para que la pudiera entender.

-¿Love?... ¿Amor? – le pregunté para estar segura y ella asintió. Yo le sonreí y me retiré de ahí con la maceta en las manos.


Luego de un largo tour por toda la isla, pronto se hizo de noche. Yo iba caminando junto Gabriela cuando un lugar un tanto esotérico llamó nuestra atención, pues había una gran fila de espera para entrar. De ahí iban saliendo unas chicas que parecían americanas, así que nos acercamos a preguntarles.

-Disculpen, ¿pero qué es ese lugar? – les preguntó Gabriela.

-Es de una nativa que es muy buena diciendo la fortuna.

-¿Como una adivina? – les pregunté.

-Sí.

Gaby y yo nos miramos una a la otra, ahora yo había perdido interés en entrar, pero Gaby no lo pensó ni dos segundos y me jaló del brazo para unirnos a la fila. Luego de 10 minutos de espera al fin entramos a ver a la adivina. El lugar me daba miedo, con las luces tan tenues casi no podía ver nada. Quería salir huyendo de ahí, pero Gabriela no me lo permitió y ambas nos sentamos frente a la adivina.

Ella nos clavó la mirada y nos hizo la seña para que una de las dos le diéramos la mano. Gaby y yo nos peleamos por quién sería, y al final ella me obligó a darle mi mano a la adivina. Ella la analizó por un momento y su sonrisa se borró en un instante.

-Veo un hombre – pronunció la adivina con una voz en forma de eco.

-¿Hombre? – exclamé nerviosa.

-Tu futuro esposo – dijo mirándome fijamente a los ojos.

-¡Esposo! – dije casi gritando.

-¿Dónde?... ¿Quién? – preguntó Gaby más que emocionada.

-¡Aquí, contigo! – Respondió la adivina sin despegarme la mirada – Y también una alma gemela.

-¡Qué bien! ¡Tu alma gemela es tu esposo! – gritó Gaby con una sonrisa, provocando que yo también lo hiciera.

-No. ¡Dos diferentes hombres, dos!

-¿Qué es lo que está diciendo? – Dijo Gaby, ahora confundida – Entonces su alma gemela y su esposo, ¿son diferentes personas?

-Vas a perder algo importante – dijo otra vez la adivina dirigiéndose a mí.

-¿Cómo? ¿Algo importante…?

-Como mujer – completó ella al tiempo que se le salía una lágrima y juntaba sus manos, como elevando una oración hacia el cielo.

-¿Algo importante como mujer? – dijimos Gaby y yo al mismo tiempo, nos volteamos a ver y gritamos al mismo tiempo, cubriendo nuestro pecho, cuando descubrimos lo que era.


Justo en ese momento me levanté exaltada. Me había quedado dormida en una silla de mi habitación y Gabriela estaba al lado de mí, quien al parecer también se había despertado al escuchar mi grito.

-¿Qué pasa? – me preguntó ella asustada.

-Fue sólo un sueño – pronuncié aliviada aún con la respiración acelerada - Gaby …tuve un sueño horrible.

-¿Qué sueño?

-Sí… fue un sueño. No sabes cómo me alegro. Soñé que tú y yo íbamos con una adivina. Esa señora estaba diciendo mi fortuna y dijo…

-Vendrás a un sitio conmigo – interrumpió Joe apareciendo junto con Kevin.

-¿A dónde? – pregunté nerviosa.

-Lo sabrás cuando estemos ahí – dijo Joe acercándose a mí. Tomó mis sandalias del suelo y me tomó de la mano – Apúrate, vámonos.

Yo puse resistencia para que Joe no me llevara con él. Estaba tan nerviosa por mi sueño que no quería estar a solas con Joe, así que voltee con Gabriela para pedirle ayuda y ella rápidamente me extendió la mano para que la tomara y no me dejara ir. Joe me soltó y se acercó a susurrarle algo a Kevin que yo alcancé a escuchar.

-Ayúdame a salir de esta – le dijo. Entonces Kevin tomó a Gaby del hombro y así pudieron separarnos.

-¡Gabriela! – grité antes de que Joe me sacara de la habitación.

-¡______! Cuídate, por favor – alcancé a oír que gritó ella.

-¿Por qué? ¿Acaso está yendo a la guerra? – preguntó Kevin irónicamente y Gaby lo volteó a ver enojada.

CAPITULO 36


Kevin llevó a Gabriela de paseo para distraerla, sólo para hacerle el favor a Joe. Ellos fueron juntos a recorrer varios lugares para admirar el paisaje y al final se detuvieron en un mirador, desde donde se veía toda la isla.

-¡Es tan hermoso! – exclamó Gabriela más que feliz. Ella se dio vuelta y comenzó a tomarse fotos para que se viera el paisaje, pero no estaba dando resultado – Oye, tómame una foto – le pidió a Kevin.

-¿No puedes hacer esto por ti misma, verdad? – dijo él un tanto molesto, pero sin embargo tomó el teléfono y le tomó la foto – Foto tomada, vámonos.

-¡Espera un minuto!

-Viste el paisaje y te tomé la foto. ¿No está ya todo hecho?

-¿Todo hecho? No, todavía tenemos que ir arriba, para ver mejor el paisaje.

-¿Ir arriba? – Preguntó Kevin, pero no pudo decir nada más porque Gabriela ya estaba subiendo la carretera hasta la cima del cerro – Oye, esta es la novena vez que vengo aquí, ¿y tú serás la primera persona que va arriba? – le gritó, pero Gabriela hizo caso omiso - ¡Dios! No tengo más remedio que aguantarla, intentaré ser paciente – dijo él para sí mismo – Vamos Kevin, sé paciente, sé paciente.

Kevin se quedó ahí para esperar a que Gabriela bajara, mas de repente la escuchó gritando. Kevin tuvo más remedio que subir corriendo para tratar de auxiliarla, pero Gabriela no aparecía en ningún lado. De repente Kevin sintió ese temor de que algo malo pudo haberle pasado y se sentía culpable por ello. Estaba a punto de llamar a alguien cuando Gaby salió de su escondite y se paró detrás de él.

-Es bueno venir arriba, ¿verdad? – le dijo ella, haciendo que Kevin se sobresaltara.

-Tú… - fue lo único que pudo pronunciar él, aún con el celular en la mano.

-Esto es por haberme mentido acerca de que ______ tuvo un accidente y por haberme arrastrado hasta aquí.

-Pero no fue una mentira completa – dijo Kev guardando su celular, Gaby sólo lo miró sin entender y él sonrió – ______ y Joe. Esos dos… sólo es cuestión de tiempo.

-¡No! – exclamó Gabriela de inmediato.

-¿Qué estás imaginando? – dijo Kevin soltando una carcajada.

-¿Qué estoy imaginando de qué? Ya deja de decir cosas raras y vámonos – contestó ella caminando de regreso, sin notar la risa que Kevin escondía yendo tras de ella.


En cuanto salimos de la habitación, Joe me llevó hacia la playa y de ahí tomamos una lancha que nos llevó hacia otra zona de la isla. Nos bajamos y Joe me indicó que lo siguiera. Caminamos descalzos unos cuantos segundos por la tibia arena cuando me di cuenta que estábamos completamente solos.

-¿Qué? ¿Por qué no hay nadie aquí? ¿Es una isla desierta, verdad? – le reclamé a Joe con los nervios de punta.

-Sí, sólo tú y yo estamos aquí.

-¿Cuál es la razón para que me trajeras aquí? – dije levantando la voz.

-¿Razón? No tengo ninguna razón.

-¡Joe! – le grité alterada, lo que provocó que él se girara hacia mí confundido – Te lo advierto, debes abandonar cualquier intención oculta que tengas para haberme traído a este viaje.

-¿Intención oculta? – Pronunció él, divertido – Algo que no entiendo es como una persona como tú que ve las cosas de manera incorrecta y llena de sospechas, considera que tiene el corazón puro. Sólo sígueme – me dijo con una sonrisa que de algún modo me inspiró confianza y yo lo obedecí.

Caminamos como 15 minutos y entonces pude ver su gran sorpresa. En medio de la arena había una mesita con una merienda preparada sólo para nosotros dos. No puedo negar que me conmovió el que se tomara la molestia de hacer algo tan hermoso sólo para mí. Como aún no podía reaccionar del todo, Joe me tomó de los hombros y me ayudó a sentarme en la silla.

-¿Cómo hiciste esto?

-¿No te lo dije? Si estás conmigo puedes disfrutar de cosas con las que nunca imaginaste. _______ pareces conmovida. Eres muy fácil de impresionar, con algo tan simple.

-¿Esto es simple? – Pronuncié muy apenas – Es como magia… ¿acaso eres un genio? – le dije sonriendo.

-¿Genio? ¿Quién es ese idiota? ¿Él es mejor que yo? - exclamó Joe, completamente celoso.

-No, Joe… el genio de la lámpara de Aladino – le contesté para tranquilizarlo.

-Ah, yo pensé que era alguien más – dijo ahora con una sonrisa y fue a sentarse a la silla que estaba justo enfrente – Pero, ¿ese genio puede hacerlo todo?

-No. Hay cosas que la lámpara no puede hacer. Como matar a alguien, o traer a la vida a una persona y… - me detuve al recordar la última cosa.

¿Y…? – insistió Joe.

-Forzar a que alguien se enamore - respondí - Eso no lo puede hacer.

Joe se quedó muy pensativo y callado. Desvió la vista hacia el mar, parecía desanimado.

-¿Por qué hay tantas cosas que no puede hacer? – Preguntó finalmente – Mientras más lo escucho, él es más débil que yo. Yo lo puedo hacer, lo que sea, matar a alguien o revivirlo. Y si pones tu corazón también te puedo enamorar. Simplemente dime qué es lo que quieres.

-¿Estás seguro que puedes hacerlo?

-¡Oh! Casi lo olvido – dijo él cambiando de tema y sacando su celular – Hola, soy Joe. Esta es la isla de Nueva Caledonia – dijo él mirando su teléfono - _______ está conmigo. Ahora se las paso.

Joe me pasó su teléfono. Aún no comprendía con quién hablaba pero al ver la pantalla de su teléfono estaban mis papás y mi hermano en videollamada.

-¡Mamá! – le saludé emocionada, pero ellos lo estaban más que yo y comenzaron a gritar extasiados.

-_______, ¿estás haciendo todo bien, hija? – me dijo mi mamá.

-¡Tú puedes, _______! – exclamó mi papá.

-Sí, papá. Me portaré bien.

-Hermana, ¿es bonito ahí? ¿Has comido grandes cangrejos?

-Sí, lo siento Oliver, por haber venido sola.

-¡No! ¡No te preocupes por nosotros y diviértete! – dijo mi papá.

-Y sé amable con Joe – me advirtió mi mamá – Este teléfono con cámara nos lo envió con su secretario.

-¡Hermana cuando seas rica tienes que comprar 10 cangrejos para mí! – gritó mi pequeño hermano lleno de ilusión y yo asentí no muy convencida.

-______ el destino de la familia ______ (tu apellido) está en tus manos, ¿entendido? – dijo mi mamá, pero eso sólo logró ponerme de mal humor y más triste de lo que ya estaba.

Después de eso ellos colgaron y yo le devolví el teléfono a Joe.

¿Hice algo malo? – Me preguntó él confundido al ver mi expresión de tristeza – Yo… yo sólo…

-No, Joe… Gracias.

-¿Entonces por qué estás a punto de llorar?

-Es agradable aquí. Pero desearía que mis padres pudieran venir. A mi familia le gustaría estar aquí.

-Vendremos juntos – se apresuró a decir él.

-¿Qué?

-Tú y tu familia pueden venir la próxima vez – me dijo a modo de promesa.

Yo me quedé callada un par de segundos y le sonreí. Estuve a nada de ir a su lugar y abrazarlo, pero me contuve y sólo bajé la mirada.

-Bueno, ahora que estás conmovida vayamos al grano – dijo levantándose de la silla.

-¿Al… grano?

Yo no supe de lo que hablaba hasta que se giró y comenzó a desabotonarse la camisa, dejando a la vista su bien formado abdomen.

-¿Qué vas a hacer ahora? – Pregunté más nerviosa que nunca – Joe, no… no te quites la ropa – le advertí, pero él sólo me lanzó una mirada seductora que por poco me mata. No tuve opción más que desviar la vista para no seguirlo viendo - ¿Qué es lo que está tramando? – Dije para mí misma justo en el momento en el que Joe tiró su camisa al suelo – Tú… ¡No te quites la ropa! – le rogué esta vez – Mira Joe que si te quitas los pantalones yo realmente te mataré – voltee a verlo y ya estaba en traje de baño - ¡Dios! ¡Te dije que no te los quitaras! – Le grité enfadada cubriendo mi vista con una mano - ¡Pervertido! – le grité.

-¡Tonta! – dijo él burlándose de mí al tiempo que se fue corriendo hacia la orilla del mar. Yo lo voltee a ver y él comenzó a carcajearse de mi actuar – Ven aquí, tonta - Yo me enojé y fui corriendo tras él

-¿Quieres morir? ¿Cómo te atreves a asustar a la gente de esa manera? – Le reclamé parándome enfrente de él para ahorcarlo, pero se me ocurrió algo mejor – Joe, no te muevas. Quédate ahí. – le advertí.

-¿Qué pasa?

-Sólo no te muevas – le dije alejándome poco a poco de él.

-¿Qué es? ¿Qué pasa?

-Hay…hayunaserpientecercadetupierna – le susurré rápidamente.

-¿Qué?

-En… en tu pierna – le dije señalando hacia abajo – Ser… ¡serpiente!

-¡Ah! – Gritó Joe actuando como una niña, corriendo de un lado a otro - ¡Serpientes, las odio!

Yo sólo lo observé haciendo el ridículo un rato más. Hubiera dado lo que sea porque todo mundo lo hubiera visto así, era más que divertido, y era mi venganza.

-¡Bravo! Bien hecho, Joe – le grité casi muriéndome de la risa – ¡Te engañé! Jajaja

-¿¡Qué!?

-Sigue Joe, vamos, corre más. Lo estabas haciendo muy bien – dije burlándome como una loca de él, mientras Joe sólo golpeaba la arena con los pies, furioso. Parecía que nuestra comida romántica se había arruinado, pero había resultado mucho mejor de lo que esperaba.

Bueno ese fue un pequeño maraton de dos caps... Espero qe les guste y no se
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