Nick la miraba con una mirada tierna y llena de amor, delicadamente acariciaba su hermosa y negra cabellera, ella se estremecía con el contacto de él, aunque ella jamás lo vio, aunque ella jamás pudo ver esos hermosos ojos claros, aunque ella nuca pudo ver esos ricitos encantadores, aunque ella nunca vio lo rosa de su mejillas, aunque ella nunca vio sus llamativas pecas, aunque ella no haya visto sus cara cuando se enoja, aunque ella no haya visto nada de eso de él, aun asi LO AMA .
-te ves preciosa hoy- le susurro Nick al oído, lo que causo que ella se estremeciera y sus mejillas se enrojecieran al instante. Ella trataba de acertar el lugar en donde estaba el rostro de él, colocaba su mirada por cualquier parte tratando de poder simular estar mirándolo directo a los ojos, aunque eso no era asi. Alzo le delicadamente sus manos en dirección a el rostro de Nick, quería sentirlo como siempre lo hacía, torpemente pero pudiendo lo encontró, ella con sus dedos de la mano derecha le iba recorriendo cada facción, cada lugar de su cara ella lo tocaba con esas delicadas y suaves mano que poseía, en cuanto Nick sintió las manos de ella sobre su cara cerró los ojos y se dejo llevar por las oleadas de sentimientos que le causaba el contacto de las manos de ella con su rostro.
-tú también estas precioso hoy- le dijo ella en cuanto bajo sus manos del rostro de Nick. Ese rostro que ella no se cansaba de tocar, no se cansaba de recorrer con las manos, no se cansaba de memorizarlo y de sentirlo, ese rostro que ella anhelaba poder tener todas las noches pegado a su cuerpo, ese rostro que ella hubiese dado la vida por poder mirar si quiera una vez en su vida.
-princesa, hoy quiero que me acompañes a un lugar muy especial- el la miro con un cierto brillo en sus ojos, esperando una respuesta de su parte, como cuando un niño le pide un dulce a un mayor y este se queda esperando a que se lo den
-Nicholas no sé si sea prudente salir de…- ella dudo, pero los dedos de Nick se posaron en sus labio haciéndola callar, algo muy dentro le decía a Nick que debía aprovechar cada segundo con ella, cada minuto, algo le decía que debía demostrarle su amor, ese amor que era de ella y para ella.
-shsh, por favor princesa, déjame consentirte- el aparto delicadamente su dedo de los labios de ella, dándole paso para que hable.
-está bien- le dijo ella después de un suspiro, el sonrio al instante y aunque ella no lo había visto lo supo, asique ella también le sonrio.
Solo basta, saber que la persona tiene corazón para quererlo,
Solo basta 5 segundos para conocerlo,
Y solo basta saber que lleva amor dentro de el para robártelo.
-Nicholas dónde estamos?- le pregunto ella nerviosa, se encontraba fuertemente agarrada del brazo de su amado.
-tranquila, princesa relájate, estamos en la playa acaso no oyes el sonido de las olas al chocar, el canto de los pájaros, no sientes la brisa suave?- Nick le acaricio suavemente la cara, luego le corrió un mechón de su pela que se le pego a la cara.
-si es verdad, estamos en la playa- afirmo ella- es que hace tiempo que no vengo aquí, que ya había olvidado la tranquilidad que te transmite el mar.
-sí, el mar te transmite paz, tranquilidad, y a algunos hasta los vuelve vulnerables,
-como a ti- le dijo ella, Nicholas sonrio, ella lo conocía perfectamente que no dudaba en decirle las cosas.
-como a mí- repitió el.
Si no puedes ver, la belleza del mundo con los ojos,
Puedes verla con los ojos del alma…
Porque no se necesitan dos ojos, ni pestañas a sus alrededores
Para saber que el mundo es bello. -y desde cuando tienes una casa en la playa- le pregunto ella a Nick.
-pues digamos que desde siempre, solo que mi familia y yo la teníamos algo olvidada- le respondió Nick, ellos se encontraban en una de las habitaciones recostados en la cama ya que ella se había cansado en el recorrido por la playa.
-es muy bonita- le afirmo ella.
-sí lo es- le dijo él, a él le encantaba como era ella, siempre alagando hasta lo mínimo, siempre mirando con los ojos del alma.
Durante segundos hubo un silencio incomodo, Nick se fue acercando lentamente a ella, quien sintió la presencia cercana de Nick, el la vio sonreír eso basto para que uniera sus labios con los de ella, la beso muy tiernamente, con movimientos delicados, ella aun recostada en la cama enredo sus brazos por el cuello de Nick y el la acerco mas a el tomándola de su cintura.
-Te amo, nunca lo olvides- le susurro ella al oído, cuándo ambos se separaron para tomar un poco de aire. Esas dos simples palabras bastaron para que el corazón de Nick explotara de emoción, amor y más. El la volvió a besar, pero esta vez el beso era con un poco mas de pasión ya que Nick había tomado una decisión que cambiaria la vida de los dos.
Ellos se seguían besando, ninguno de los dos se querían separar, Nick pensaba que los labios de ella eran como una droga imposible de dejar y ella pensaba lo mismo de los labios de Nick. Unos segundos después, Nick fue metiendo su mano por debajo de la sedosa blusa de ella, pero para Nick nada podría ser más sedoso y suave que la piel de su princesa. El acaricio parte de su pansa y su abdomen delicadamente hasta que fue subiéndole la remera, luego de quitársela observo su pecho cubierto por un brasier de color blanco, Nick se puso un poco rojo pero después siguió besándola disfrutando del rose de su lengua con las de ella, mientras la seguía besando Nick se quito la polera que llevaba puesta y quedo con el torso descubierto, ella se dio cuenta y llevo sus manos al abdomen y pansa de Nick, en cuanto el sintió que ella lo toco se estremeció por completo, si había algo que a él más le gustaba era eso, que ella lo tocara con sus suaves manos.
-Nicholas, no quiero que rompas tu promesa- le susurro ella algo agitada, después del beso. Esas palabras resonaron en la cabeza de Nick una y otra vez, haciendo que su corazón se achicharrara por completo, el bajo la mirada por unos cortos segundos.
-toda mi vida he pensado dos veces, esta vez no lo quiero hacer, porque estoy seguro que tú me mereces, que tú te mereces todo de mi, tal vez yo no te merezca o tal vez si no estoy seguro, pero de lo que si estoy seguro es que te amo princesa- eso basto para que ambos se unieran de nuevo en un dulce y tierno beso, pero a diferencia de los otros este llego a mas.
Nick le quito despacio el jeans negro que llevaba puesto y lo tiro al piso, le acaricio suavemente las piernas, mientras sus besos bajaban al cuello de ella, luego a sus hombros y volvía a sus labios. Ella se estremecía con cada caricia, con cada beso, ella juraba que no los olvidaría ni por un momento, sintió cuando Nick su amado le quitaba su prenda intima, se estremeció, se sonrojo y se puso nerviosa, le dio vergüenza al principio pero luego ese nerviosismo y esa vergüenza desaparecieron, ella estaba segura del amor de Nick y del paso que estaban dando.
Esa tarde en un cuarto, de una bella casa situada en la hermosa playa, Nick y su princesa se demostraron todo su amor, supieron lo que es amar con toda intensidad, con toda el alma, unieron sus cuerpos para formar unos solo, unieron sus almas para hacerla una, se demostraron a ellos mismos que en este mundo no hay imposibles, que no existe regla para el amor, se demostraron que a la hora de amar no existen diferencias, no existe blanco ni negro, que no existe luz ni oscuridad, se demostraron que a pesar de todo hay que mirar con los ojos del alma y del corazón.
Es difícil de creer, donde estamos
Ahora, tu mano en la mía cariño,
Se siente bien de alguna manera.
Ahora simplemente mantente quieta.
A sí que no hagas ruido,
Porque es casi perfecto.
Cariño no mires hacia abajo,
Hemos tenido nuestro pasado,
Déjalo atrás, porque tu amor durara.
Todo lo que tenemos es esta noche…
Todo se volvió gris para Nick el día que se entero de lo peor, de algo que él ya lo venia venir, pero que no quería que llagara. Esa tarde Nick se encontraba en su estudio junto con sus hermanos como todos los días, trabajando en una nueva canción, cuando recibió un llamado ``el llamado’’. Nick tiro al suelo su guitarra y salió corriendo, rápidamente se subió a su Mustang y lo acelero al tope. Cuando llego al hospital fue corriendo hacia la habitación 483, pero antes de entrar se encontró con el doctor que lo había llamado.
-Doctor, dígame que esta mejor, dígame que vivirá por favor- el tono de Nick, dejo de ser una pregunta para transformarse en una súplica.
- Lo siento mucho, pero si te llame es porque en verdad está en sus últimos momentos- cuando el doctor dijo eso, los ojos de Nick se enrojecieron y en su garganta se formo un gran nudo, ahora su dicho de que ``solo las cebollas me hacen llorar’’ se estaba esfumando.
-puedo pasar a verla?- le pregunto Nick tratando de no caer en llanto, tratando de no derramar las lagrimas que tenia reprimidas, tratando de no caer al piso.
-por supuesto, pasa- el doctor le abrió la puerta y allí la vio, vio a su princesa casi agonizando con los ojos entrecerrados y la vista perdida como siempre. Nick apretó los puños y cerró sus ojos dejando caer por fin sus lágrimas, le dolió tremendamente ver en ese estado a la persona que el más amaba en este mundo, a la única persona capaz de hacerlo llegar al cielo con tan solo una caricia, a la única persona capaz de hacerlo llorar.
-Ni… Nicholas- hablo ella con las pocas fuerzas que le quedaban. No hacía falta que ella lo viera o escuchara su voz para saber que su amado se encontraba allí, simplemente con oler su dulce aroma ella estaba segura.
-Princesa, no hables- le dijo Nick acercándose a la camilla donde ella se encontraba- estoy aquí con tigo- él le acaricio suavemente su mejilla y ella como siempre le sonrio.
-Te amo, nunca lo olvides- le susurro ella, casi fue inaudible, pero él lo escucho.
-claro que no princesa, nunca lo olvidare, porque tu estarás allí siempre para recordármelo, se que saldrás de esta- Nick estaba haciendo un esfuerzo sobre natural para no soltar en llanto y para no derrumbarse.
-No Nicholas, sabes que eso no podrá ser, pero… por favor prométeme que serás feliz, que vas a rehacer tu vida con otra persona, por… por favor pro prométemelo- ella saco fuerzas de donde no tenia, para decirle lo que pensaba a su amado, y lo que más deseaba, ``que él fuera feliz’’
-te lo prometo- le susurro él, ya no era capaz de hablar y sentía que le faltaba la respiración, pero por ultimo Nick se acerco a ella le acaricio sus sonrojadas mejillas y le dio un último beso, un beso lleno de amor y también de tristeza.
Porque eres la única que alguna vez
Me ha hacho sentir asi, no dejes que el mundo se rinda
Simplemente dime que te quedaras.
Ahora que el daño está hecho,
No hace falta tener miedo, no
Tenemos tiempo que perder.
Simplemente dime que te quedaras.
Eres algo especial cariño, y aun
No te has dado cuenta que…
Tú eres lo que mi corazón desea.
Eres todo lo que quiero y más.
A cuatro años de lo ocurrido Nicholas se encontraba parado, recordando bellos momentos mientras se acomodaba su hermoso traje negro frente al espejo de su habitación. Pensó en lo afortunado que fue al conocer a su princesa, y aunque ella fuera ciega, aunque nunca lo puedo, ver siempre supo que ella lo miraba con los ojos del alma, y ahora él sabía que tenía un ángel cuidándolo en el cielo.
-Nicholas, ya estás listo?- le pregunto su madre entrando por la puerta de su habitación.
-si mama ya estoy listo- le sonrio Nick. Ambos salieron de la habitación y emprendieron rumbo a la iglesia.
Nick estaba más que nervioso, estaba por dar un nuevo paso, un gran paso, se posiciono en frente del altar, los invitados ya se encontraban sentados, y unos segundos después la música empezó a sonar una armoniosa melodía. Pasaron unos minutos más y Nick alzo la mirada y allí la vio, vio a su nueva princesa, entrando al altar hermosamente vestida de blanco, del brazo de su padre, el sonrio en cuanto ella llego a él, la tomo de la mano y ambos giraron hacia el altar.
Lo mas importante para Nick fue el momento del ``si, acepto’’ lo demás fue monótono, al terminar la ceremonia, todos los invitados se acercaron a saludar a los nuevos esposos, a Nick ya no le cavia tanta felicidad, estaba completamente completo.
El destino para la luna de miel fue Las Bahamas, un lugar hermoso y paradisiaco, perfecto para Nick y su nueva princesa. En cuanto llegaron a destino, lo primero que isieron fue ir a la playa y observar el atardecer.
-Es hermoso- dijo Nick, quien se encontraba sentado en la arena, con su esposa recostada en su hombro.
-si es hermoso- también dijo ella. Nick giro en dirección a su rostro y ella iso lo mismo.
-Te amo, ___(tu nombre) nunca lo olvides-y seguido a esas palabras Nick beso a su esposa, ``su princesa’’
Fin.
HOLA ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO EL SHOT, ESTA HISTORIA YA LA HABIA ESCRITO HACE MUCHO Y DESIDI COMPARTIRLA CON USTEDES, COMO NOTARAN SOY NUEVA..
UN BESO A TODAS BYE!