33 CAPITULO:
Esperé ansiosa la décimo novena hora para llamar a mis padres. Estaba nerviosa puesto que no son muy fáciles de convencer. Richard, mi padre; era un hombre duro y severo. Alice, mi madre; una mujer desconfiada y protectora. Ambos unos huesos difíciles de roer. Mi pie golpeteaba nervioso contra el piso mientras el teléfono sonaba y esperaba a que alguno de mis progenitores se dignara a contestarme.
TU: ¡Mamá! -articulé al oír la voz de la mujer que me crió- ¿Porqué no contestaban? -quise saber.
TM: Tu padre no está y yo estaba en el baño -se excusó.
TU: ¿A dónde fue papá?
TM: Está en una junta.
TU: Claro…
TM: ¿Y cómo estás allá? ¿No te hace falta nada? -preguntó.
TU: Mmm…-vacilé- Estoy bien ma, pero sí me hace falta algo…-musité como quien no quiere la cosa.
TM: ¿Dinero? Dime cuánto y en cuanto salga tu padre…
TU: No, no -la interrumpí- Estoy bien con el dinero que mandaron la última vez. En realidad… es otra cosa -dije mientras mi dedo jugaba nervioso con el cable del teléfono.
TM: ¿Qué cosa?
TU: Amm… tu permiso -susurré casi con voz inaudible.
TM: ¿Mi permiso para qué? -de pronto su voz sonó dura, había entrado ya en el terreno de la madre sobre protectora.
TU: Para ir de vacaciones… dos semanas.
TM: ¿De vacaciones? ¿A dónde y con quién?
TU: Bueno, ¿recuerdas a Denisse? La señora de la que te hablé, la que se mudó a la casa de enfrente. Sus hijos nos invitaron a mí y a Nick a pasar un par de semanas en unas cabañas que tienen en el bosque.
TM: ¿Irás sola con hombres? -la pregunta venía bañada de un matiz de reproche.
TU: No, por supuesto que no. Una amiga nuestra irá; y también Lola.
TM: Mmm…-musitó un poco aliviada.
TU: Recuerda que también irá Nick.
Si en alguien confiaba mi madre, era en mi mejor amigo. Ya que era como un hermano para mí.
TM: ¿Tú quieres ir? -preguntó.
En realidad mi respuesta era un completo y despectivo no; pero tuve que recordar que no lo hacía por mí, sino por el bienestar de Lola y la alegría de Nick.
TU: Sí -musité tratando de sonar lo más convincente posible.
TM: Hum… -sin duda, mamá lo estaba pensando- Dos semanas son mucho, ______.
TU: No tanto si cuentas todos los meses que pasé matándome en el instituto -estaba más que de acuerdo con mi madre así que llevarle la contraria me resultaba un poco difícil- Sólo quiero descansar un poco, mamá. Y creo que este viaje me ayudará. Además, nunca salgo a ningún lado -dije esperanzada de que el protocolo de niña abandonada me sirviera de algo.
TM: ¿Cuándo se irían?
TU: Mañana, a las seis de la mañana.
TM: ¡Vaya!, pero para eso si que quieres madrugar -me reprochó.
TU: ¿Eso es un sí?
Se quedó en silencio por un par de segundos que a mi se me hicieron eternos.
TM: ¿Seguirás llamándonos?
TU: No creo que en el bosque haya señal.
TM: ¿Entonces cómo sabremos de ti?
Ése era un problema que no tenía en cuenta y por el que mi madre era capaz de desistir.
TU: Por una vez mamá, confía en mí. Nick me cuidará. ¡Tenemos diecinueve años!
Dio un largo suspiro que chocó contra la bocina.
TM: En cuanto llegues a casa de nuevo, quiero que nos llames.
TU: Hecho -dije feliz al haber logrado mi objetivo- Gracias, mamá.
Colgué el teléfono. ¡Vaya que puedo llegar a fingir mejor de lo que creí! Lola llegó cinco minutos después de las nueve, y Nick le ayudó a bajar y llevar su maleta hasta la sala de mi casa. Lola le agradeció con una sonrisa y Nick se la devolvió con un profundo suspiro. Me giré para no ver la tierna escena que mis amigos proyectaban, y para evadir el vacío dentro de mí. Observé la maleta de Lola, era pequeña y dudaba que ropa para dos semanas se albergara allí.
TU: Emm… Lola -me giré para observarla- ¿Te mencioné que nos quedaremos allí por dos semanas?
LOLA: No -dijo y comprendió el porqué de mi pregunta- Pero descuida, tengo allí ropa hasta para todo un mes -aseguró.
NICK: ¿Dos semanas? -preguntó con su rostro chispeando de entusiasmo- ¡Genial!
Sonreí casi sin ganas de hacerlo.
NICK: Las veo mañana chicas. Duerman bien -dijo mi rizado amigo saliendo por la puerta y cerrándola tras de si.
Miré la maleta de Lola una vez más mientras ella se despedía de Nick. Y cuando éste cerró la puerta, abrí los ojos de par en par, como si el ruido de la madera cerrada me hubiera acordado de que mi maleta aun no estaba lista.
TU: ¡Rayos! -mascullé.
LOLA: ¿Qué pasa? -preguntó.
TU: Aún no alisto mi maleta -dije avergonzada.
LOLA: No te preocupes. Yo te ayudo
-me sonrió.
Le devolví la sonrisa e hice que me siguiera hasta mi habitación. Con la ayuda de Lola terminé en un santiamén y para mi sorpresa, la maleta no lucía tan grande ni tan abultada como pensé que sería.
LOLA: ¿Dónde dormiré? -preguntó cuando el sueño empezaba a hacer presencia.
Otra cosa que no había pensado. Definitivamente a mi cerebro le faltaba funcionar mejor. Lola leyó el desequilibrio en mi expresión.
LOLA: ¡Oh! No te preocupes. Dormiré en el suelo.
TU: Si tú duermes en el suelo, también yo. No estaría cómoda durmiendo en una cama mientras tu duermes en el suelo -dije- Pero igual mi cama es lo suficientemente ancha para abarcarnos las dos -me encogí de hombros.
LOLA: Eso sería raro -miró la cama- Pero igual es más cómodo que el suelo -sonrió.
Ambas nos acomodamos de forma opuesta sobre la cama, sus pies llegaban hasta mi cabeza y las mías hasta la suya. A pesar de que en mi cama había el doble de materia, aun sobraba espacio.
LOLA: ______...-musitó Lola en la oscuridad.
TU: Dime.
LOLA: ¿No te has vuelto a enamorar?
Sentí el vacío de nuevo. Una horrible sensación de dolor que se albergaba en mi pecho y me angustiaba de forma incontrolable.
TU: No -respondí con voz ahogada.
Lola sabía la historia de un pasado que no me gusta recordar. Sabía muy bien lo que yo había sentido alguna vez por aquel nombre que me negaba a pronunciar. Y todo lo que después sucedió.
LOLA: ¿Ni siquiera de Nick? -preguntó cautelosa.
TU: Nick es mi mejor amigo, es como mi hermano. Yo no puedo enamorarme de Nick; pero la chica que lo haga, seguro será muy afortunada. Nicholas es una excelente persona. Una joya.
Lola aventó un suspiro al aire.
LOLA: Nick es una gran chico -concordó, se quedó en silencio un gran rato y después habló de nuevo- Buenas noches, ______.
TU: Buenas noches.
Entre el dolor de mi pecho y el recuerdo de aquel sentimiento, un suspiro se me escapó… Tenía el suficiente sueño como para ignorar aquello, para no darle importancia. Anhelé entonces que el sueño me hiciera su víctima.
El golpe sobre uno de los platillos de batería sonó seguido de la entonación de las cuerdas de una guitarra eléctrica. Me desperté debido al sonido y manoteé aun con los ojos cerrados sobre el buró que tenía a mi lado. Tomé mi celular que no dejaba de sonar y abrí sólo un poco los ojos para no presionar un botón equivocado al contestar, de pasada miré quién era la persona que me llamaba.
TU: ¿Qué quieres? -le pregunté con desgano.
Largó una gran carcajada que despertó a las neuronas que aun estaban dormidas dentro de mi cabeza.
NICK: Sabía que aún estabas dormida -se burló.
TU: Nick, aun no ha amanecido, la gente normal duerme de noche.
NICK: Sí, niña normal; pero son las cinco treinta de la mañana, en media hora partiremos y será mejor que te despiertes ya. Mejor dicho, que se despierten ya.
¿Despierten? Recordé que Lola dormía también allí. No estaba para nada acostumbrada a compartir con ella fuera de la escuela, por lo tanto lo olvidé por completo. La miré, aun dormía.
NICK: Estoy afuera de tu casa, ¿serías tan amable de venir a abrirme?
Expiré con desgano.
TU: Ya voy -y trunqué la llamada con brusquedad.
Me levanté tallándome los ojos mientras mi boca se abría para dar libertad a un bostezo.
Bajé con pereza y abrí de golpe la puerta; aun oía el canto de los grillos en el jardín y el cielo aun estaba pintado de un negro azulado. Era una madrugada fría.
TU: Nicholas, ¿porqué no duermes como la gente normal? -refunfuñé.
NICK: Llámame anormal; pero ya es tarde y creo q tus vecinos piensan lo mismo-dijo señalando a la casa de enfrente donde las luces estaban encendidas y sombras se veían correr de un lado a otro.
TU: Anormales…-farfullé.
NICK: ¿Y Lola? ¿Dónde está? -preguntó Nick introduciéndose a la casa.
TU: Duerme. Como la gente NORMAL -remarqué la última palabra.
Nick puso los ojos en blanco.
NICK: ¿Quieres olvidarlo ya?
Le hice un gesto y subí a mi habitación seguida por él.
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¿QUE PASARA EN EL PASEO????
CHICAS QUE CREEN, QUE PIENSAN?
GRACIAS CHICAS LAS QUIERO
ATT:DIANA!