Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo I

“Egoísmo”

Estaba aturdida en un mundo lleno de blanco, la habitación donde me encontraba se encogía y sentía como las paredes se me venían encima, todo era muy confuso, algo pude ver a la distancia, la figura de dos hombres venían en mi dirección, a medida de que se acercaban me ayudaban a reconocerlos, Nick y Kevin venían uno al lado del otro con el mismo traje negro que mi pesadilla anterior, fue en ese momento que lo note, estaba teniendo una nueva pesadilla, los dos me miraban con expectativas, Nick no me juzgaba, esperaba una señal mía, pero Kevin me veía con repulsión, la habitación se fue tornando oscura hasta que no pude ver nada a mi alrededor –no podemos continuar– me dijo una voz al oído, sentí como un peso cayó sobre mi pecho y fue cuando desperté –tranquila, fue una pesadilla– me dije, mientras intentaba normalizar el ritmo de mi respiración, me encontraba sola en la habitación del hotel, había decidido venir sola después de la clínica, mi teléfono sonó al otro lado de la cama –hola– dije sin ver el numero de quien me llamaba, aun me sentía un tanto aturdida – ¿estás bien?– reconocí inmediatamente su angelical voz al otro lado del auricular –si, estaba durmiendo–
–Joe me conto lo que sucedió en la clínica– tarde un poco en recordar y un nudo se abrió paso en mi garganta –si estoy bien– le dije intentando ahogar el jadeo que estaba a punto de aflorar desde mi interior, no todo había sido un sueño, en especial la peor parte de todo –estoy en la entrada de la habitación ¿puedes abrirme?– me dijo con un hilo de voz, me levante aun en ropa interior y le abrí la puerta, su mirada estaba entrecerrada y no se separaba de la mía como si estuviera estudiándome, le di un pequeño beso en la mejilla y fui en dirección al baño, cerré la puerta con seguro, me vi un rato en el espejo e intente calmarme con agua fría, no soportaba las ganas de querer lamentarme, pero no podía dejar que Nick viera lo mucho que me había influenciado la situación –princesa ¿estás bien?– inhale profundo antes de responderle para que mi voz sonara lo más normal posible –sí, estoy bien amor– tardo unos minutos y luego escuche como se movían sus pies y luego se lanzaba sobre la cama, al instante escuche al televisor sincronizar el canal deportivo, salí del baño y lo vi esparramado en la cama, me dedico esa mirada de estudio y luego me invito a que me recostara a su lado, le hice caso y me acurruque entre su fuerte brazo y su pecho –¿Qué quieres ver?– me pregunto mientras veía los resultados del juego de beisbol de la noche pasada –nada, puedes dejar ese canal si quieres– no me hizo caso y comenzó a cambiar de canales rápidamente, se detuvo en un canal de películas antiguas –me gusta esta película– me dijo, cuando alce la vista vi que se trataba de Romeo y Julieta, la primera edición de la histórica novela –me encanta– le dije, aunque no podía sentar mi atención en las escenas y diálogos debido a que sentía como su manos paseaban por mi espalda desnuda y jugaban con mi cabello, intentaba de todo por impedir que los recuerdos afloraran en mi cabeza “un par de horas más” me decía a mí misma, solo un par horas para llorar y lamentarme como deseaba, luego algo me distrajo Nick había comenzado a susurrarme con su melodiosa voz los versos de Romeo al oído, su dulce aliento golpeaba mi rostro de una manera más que cálida, una manera seductora y consoladora, sentí como ronroneaba mi corazón mientras aceleraba su paso, subí la mirada para ver su rostro y fue ahí cuando no pude soportar más y lo que había estado intentando evitar, sucedió, con jadeo comenzaron a salir las lagrimas de mi interior, hundí mi mirada en su pecho y pude sentir como todo su cuerpo se puso rígido, lo apreté con más fuerza entre mis brazos, el llanto no cesaba y yo no podía lograr que lo hiciera, me sentía aun mas fatal por arruinar este hermoso momento, Nick se estaba comportando de la manera más romántica posible y yo lo había detenido con mis lagrimas –no sabía que te afectaría tanto– dijo luego de veinte minutos en los que yo no había parado de llorar –claro que debe afectarme– le dije, de nuevo su cuerpo se tenso y se limito a abrazarme cortésmente, luego de veinte minutos más pronuncio otras palabras –puedo hablar con él si lo deseas, todo puede tener solución– dijo con un hilo de voz y un suspiro ahogado, luego entendí lo que sentía y me di cuenta de lo egoísta que yo era, como me había atrevido a colocar a Nick en esta posición –no es eso– le dije –no te entiendo preciosa– su mano recorría mi mejilla limpiando delicadamente con su dedo mis lagrimas –lo que él hizo es horrible pero me veo en la obligación de perdonarlo, claro esto dará por concluida nuestra relación, pero aun así me hace sentir mal que lo haya hecho, o sea, me molesta… – Nick me miraba y los ojos le brillaban con intensidad, estaba muerto de la curiosidad –¿ A qué te refieres?– me pregunto con tono aparentemente despreocupado –que me da envidia que él pueda entablar una relación libremente con la persona que quiera y yo no puedo ¿Cómo crees que nos verán todos si digo que quiero estar contigo?–
–Ya veo tu punto de vista–
–Claro, creo que soy un poco egoísta–
–tranquila, todos lo somos, viéndolo así, también me siento como tú–
–Pues no quiero que te sientas así–
–Cuando te vi llorar creí que la causa era otra, creí que querías regresar con Kevin y que te arrepentías de lo nuestro– intente protestar pero me calló colocando uno de sus dedos en mis labios –Cuando Joe me conto, me sentí muy esperanzado, porque de alguna manera ya no me sentía tan culpable por lo nuestro, le estarías pagando con la misma moneda– continuo luego “si pero tú eres su hermano” me dije a mi misma, lo bueno es que había logrado calmarlo y que ya podría sufrir yo sola, todo lo que le decía era parte de la verdad, solo parte, también sufría por la traición, de una u otra forma amaba a Kevin y no esperaba de él una traición, la podía esperar de cualquiera menos de él, recordé todos los momentos que había pasado a su lado y pensé en cómo se sentiría si fuera él quien descubriera la traición primero, seguramente peor que yo, no lo traicionaba solamente yo sino su hermanos también, así que tal vez merecía sufrir de esta forma, como pude me arregle para salir con Nick a cenar, me coloque el mismo vestido que había usado en la mañana, aunque no acostumbraba a hacerlo, Nick se comporto como todo un caballero aunque en varias ocasiones me viera con esa mirada de estudio, cada vez que lo hacía intentaba disimular mi sufrimiento, solo cuando se levanto para ir al baño fue cuando me di cuenta de algo que cambio la situación por completo, Nick era mi estabilizador, estar con él me hacía sentir bien, me hacia olvidar parcialmente lo sucedido con Kevin, Nick volvió cinco minutos más tarde, rodee su mano con la mía, apoye mi cuerpo sobre la mesa para acercarme más y le susurre –Nick eres mi sol, cuando estoy a tu lado no logro sentirme mal, por favor prométeme que no me dejaras–
– ¿a dónde iría sin ti? eres mi vida preciosa– me respondió y una dulce sonrisa emocionada afloro en su rostro –creo que debemos irnos– le dije a lo que el asintió con la cabeza, estábamos en la entrada mientras yo rodeaba su cuello con mis brazos y le daba varios besos cortos en el cuello y mejilla, lo amaba tanto, pero tanto que me hizo ver el lado positivo de la situación, ya no le era infiel a nadie, le pertenecía completamente a Nick, la tristeza había desaparecido, Nick se había convertido en mi amanecer nuevamente –te amo– le susurre antes de que me viera obligada a separarme de él para subirme al coche, al sentarme en el asiento de piel, Nick tomo mi rostro entre sus manos y me dio un beso –yo también te amo preciosa– me dijo, ahora sabía que podía enfrentar cualquier cosa siempre que él estuviera a mi lado.