Mi amigo sexual (nick y tu) (solo para mayores) very hot CAPI FINAL

( http://1.bp.blogspot.com/_m8N95ZCa-Dg/SMBb922HnRI/AAAAAAAABHk/Zsv3d0wZ2mc/s1600-h/08049_Celebutopia-Leighton_Meester-Premiere_of_the_fifth_season_of_Entourage_in_New_York_City-04_122_549lo.jpg )
Hoy también habías decidido no llevar el pelo totalmente lacio, solicitaste de inmediato que te trajeran la limosina ya que no tenías ganas de manejar, la reunión paso de la manera más lenta posible, siempre era lo mismo, tenias un grupo de administradores muy capaces que sabían qué hacer, tu trabajo era supervisarlos y traer nuevas piezas, al terminar te dirigiste al café donde verías a Roberto, ahí estaba puntual como siempre sentado en una mesa con su café en la mano, al llegarte se levanto de su silla para saludarte, de verdad era un caballero y una persona muy amable definitivamente diferente a su cartera de clientes, te sentaste a su lado, inmediatamente alzo su mano solicitando la presencia del mesonero, pediste solo un té frio, estabas impaciente querías saber los resultados de su reunión en el juzgado, pasaron varios minutos de platicas paganas hasta que sacaste a relucir el tema, tal vez de forma mal educada, pero a eso habías venido – Roberto dime en que quedo todo, ¿ya estoy divorciada?- el soltó una leve carcajada, que luego fue remplazada por un tono serio al ver tu mirada indiferente – Si señorita (tu apellido), ya es usted una mujer libre de cierta forma-
-¿a qué te refieres? – dijiste de manera inmediata, a tu parecer ya eras libre
- Señorita, su ex esposo ha accedido a darle todo lo solicitado, incluso a darle una suma de dinero considerable que usted no había solicitado - dijo mientras tomaba un sorbo de café, té desesperaba su paciencia, por lo que sacudiste tu mano en un gesto por apresurarlo - lo siento- refuto mientras retiraba la tasa de sus labios – El señor Dupont, no estaba de acuerdo pero el juez lo dictamino, es necesario que usted esté dentro de la junta directiva de la compañía, el resto de los socios lo han solicitado, usted representa desde este momento un 30% de las acciones de las industrias Dupont - y era de esperarse esta solicitud, tu esposo no era nada agraciado por los socios y al darte esta cantidad de acciones que equivalían a la mitad de las que pertenecían a Eduardo, le restaban poder, el ya no era el accionista mayoritario, sino uno más del montón, su voto valía igual que el de todos y estabas segura de que eso lo molestaría, no pudiste sentir cierto aire de pena por él, te allá sido infiel o no era indiferente, el había luchado por conseguir de manera honesta lo que tenia y era un merito que merecía, estuviste alrededor de media hora platicando con Roberto, arreglando los papeles que hacían falta, ya era definitivo estabas divorciada, no había vuelta atrás y poco te importaba, inmediatamente al salir del café te montaste en la limo, antes de darle la dirección a donde querías ir intéstate llamar a Nick con la esperanza de coincidir en algún sitio, pero tu llamada era desviada constantemente al buzón de mensajes, al ver tu intento fallido de comunicación, le pediste al chofer que te llevara a la casa de tus padres, tenias años que no pasabas por ahí- de repente sentiste como un nudo viajaba hacia la entra de tu estomago- esa noche había sido horrible, tu madre te había pedido no volver hasta que estuvieras separada y casualmente ahora lo estabas, tarde o temprano tenias que enfrentar la situación ante tus padres y no pesabas dejarlo para otro día aunque ello significara darle la razón a tu estirada madre, era el momento preciso, al cabo de treinta minutos te encontrabas en la entrada principal de la mansión en la que habías vivido tu niñez, propiedad que había pertenecido a la familia durante siglos y que significaba un orgullo para tu apellido, a medida que te introducías mas en el terreno de la propiedad afloraban los recuerdos, todo estaba tal cual lo habías dejado aquella noche, solo algunos detalles cambiaban, tal vez uno que otro arreglo floral pero en si mantenía la misma fachada colonial que tanto te gustaba y te hacía sentir en casa, al sentir detenerse la limosina un miedo inmenso recorría tu cuerpo, tu manos empezaron a sudar y respiración se hacía más dificultosa, inmediatamente el chofer abrió la puerta,

era el momento debías bajar y enfrentarlos de una en este momento, la puerta que introducía a la casa ya estaba abierta, tu padre se encontraba esperándote con los brazos abiertos mientras corrían por sus mejillas las lagrimas, intentaste buscar en tu memoria un momento en el que hallaras a tu padre llorando y no lo conseguías, tu padre simplemente no era un hombre de lagrimas y sin embargo estaba llorando, lo abrazaste inmediatamente y como un reflejo tus ojos se cristalizaron, de veras extrañabas los abrazos de tu padre aunque en tu infancia hayan sido pocos por su falta de tiempo, te invito a entrar sin retirar su mano de tu cintura, se sentaron en el salón a platicar, así fueron pasando las horas hasta que te atreviste a preguntar por tu madre, el desvió la mirada y sentiste de nuevo esa sensación de miedo recorrer tu cuerpo, será que le había sucedido algo en tu ausencia y no fueron capaces de notificártelo - ¿se encuentra bien? – preguntaste esperando lo peor – Hija sucede que no está preparada para verte, debes entenderla ella siempre fue una mujer de fuertes sentimientos – sentiste como te volvía el calor al cuerpo, aunque te afloraba un sentimiento de decepción - No te preocupes, de todas formas ya es hora de irme- los dos se levantaron y el te acompaño hasta la entrada, abordaste el vehículo casi sin aliento, inmediatamente revisaste tu teléfono, habían cuarenta y seis llamadas perdidas de Nick, varios mensajes de texto y de voz disculpándose por no haberte atendido y justificándose con una reunión, esto hizo que te aflorara una sonrisa en el rostro, al llegar tu casa te percataste de que el vehiculó que se había llevado Nick estaba aparcado en el frente inmediato de tu casa, lo primero que pensaste es que había mandado a traértelo con algún empleado, entraste sin mucho animo a tu casa y lo viste ahí sentado en el mueble leyendo las noticias, con su aspecto de adonis, realmente era hermoso, se levanto y fue hacia ti con una gran sonrisa tomándote en sus brazos, en tono un poco celoso pregunto -¿Dónde andabas?- el tono con que hizo la pregunta te dio gracia pero sin embargo no pudiste aguantar más y rompiste en llanto, un llanto que venía acumulado por mucho tiempo, un llanto provocado por las noches que habías tenido que pasar sola mientras tu esposo se revolcaba con otra, por los años que habías sido desdichada, entre otras cosas, llanto que fue detonado por la actitud de tu madre, el solo te veía sin soltarte, estaba sorprendido y a la vez desconcertado no sabía si él lo había provocado –no me sueltes- dijiste entre sollozos -no tenía planeado hacerlo princesa- dijo con su tono de vos aterciopelado, que provocaba esa reacción indescriptible en tu cuerpo, estas últimas palabras hicieron que te dieras cuenta que parte de estas lagrimas eran de felicidad, la cual habías conseguido al conocerlo, en este momento Nick era tu vida y te sentías bien con ello, al cabo de unos minutos paraste de llorar, el se separo solo un poco de tu cuerpo para alcanzar a ver tu rostro, luego con una de sus manos limpio tus mejillas, tu solo podías verlo fijamente mientras tenias tu nariz aun húmeda -te amo- le dijiste luego, el sonrió, torcidamente, manera que hacía que te volvieras loca – yo también te amo, princesa- dijo en unos segundos, tu volviste a abrazarlo.

-cielo quede en verme con tu cuñada para ir de compras- mientras te levantabas y elegías la ropa para ir de compras, en media hora los dos estaban listos para a salir cada uno a su destino – nos vemos amor- le dijiste cuando te despedías – no vayas a dejar que Gineva arruine a Joe- dijo entre risas – no te burles que las compras de hoy no las voy a pagar yo cielo, luego Lorena te hace llegar la factura- dijiste mientras subías a tu coche, por el retrovisor pudiste observar como agitaba la cabeza de un lado a otro con una gran sonrisa mientras abordaba su deportivo(ojo Joe no era pobre, era solo un juego que tenia Nick desde tu discurso) hace dos meses habías cambiado tu carro por algo más espacioso, era posible que tu subconsciente supiera lo de tu embarazo y te habría llevado a tomar esta decisión, habías elegido una camioneta mercedes benz http://images.automobilemag.com/future_cars/2008/0609_z+2009_mercedes_benz_mlk+front.jpg ya que siempre te habías inclinado por esta marca a la que considerabas súper elegante y sofisticada.
Al conseguirse Gineva y tú en el sitio pactado comenzaron a recorrer el boulevard más lujoso de Londres, ahí se encontraban las tiendas más lujosas, Louis Vuitton, Fendi, chanel, Mario Hernández , Armani todas las marcas que solo un estilo reducido de personas podrían pagar, era un día soleado por lo que este era el atuendo que llevaban:
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Luego de cuatro horas de tiendas ya agotadas decidieron sentarse en un café que daba vuelta una de las esquina, al ver que Gineva estaba tensa decidiste preguntarle que le ocurría
-creo que esos hombres nos están siguiendo- mientras señalaba a un hombre con un atuendo un poco extraño
llamaste a Nick de inmediato para que las viniera a buscar – tranquila ya Nick viene a buscarnos- le dijiste tratando de esconder tus nervios, un grupo de chicas se acerco a ti para pedirte un autógrafo y preguntarte sobre Nick, era un poco incomodo pero ya habías aprendido a vivir con ello, luego sientes que varias luces te encandilan, los autógrafos habían servido para confirmarle a ese hombre quien eras, resultaba que te había seguido con la finalidad de fotografiarte, era un paparazzi, constantemente te preguntaba por Nick y el niño que llevabas dentro, te encontrabas sorprendida como había conseguido tal información, debió habérsela suministrado alguien del hospital de eso estabas segura, Gineva intentaba quitártelo de encima pero se le hacia imposible cada vez llegaban mas, por lo que sentiste como te jalo por un brazo hacia el baño de damas, te dejo sola un momento y luego volvió con un empleado que la ayudaba a traer las bolsas de las compras – ya llame a Nick y a Joe- dijo algo preocupada –en cualquier momento llegan- le dijiste para calmarla, ya tú estabas acostumbrada a esto pero ella no y debía estar asustada, luego sentiste como forcejeaban la puerta, los paparazzi estaban entrando al baño de damas, las dos se asustaron cuando entraron un número enorme de personas, tomaron las bolsas fuertemente para evitar que las robaran, sentiste como una mano te guiaba a la salida,